Partida Rol por web

—No deberíamos ni plantearnos el venderlo. —Añadí bajito cuando por fin salí del estupor que me había causado ver a Ryota sangrar de esa manera. Habría querido acompañarlo, pero todo había ocurrido tan deprisa que apenas había tenido tiempo a pensarlo antes de que ya estuvera fuera de la habitación, y lo único que quedaba era esperar que pronto recibieramos buenas noticias sobre su estado. — Como decía Alexei, pertenece a los dueños, íncluso si ni ellos mismos podían imaginarse que estuviera aquí.

Aún así, ¿Qué hacía un lingote de oro como ese dentro de un jarrón? Un lingote de oro. No es el tipo de cosa que sencillamente se te olvida al hacer la mudanza. Ni me imaginaba cuánto tiempo debía llevar ahí, para haber estado como estaban las telas que lo habían rodeado. Suspiré. Quizá en otro momento podría haber encontrado la situación emocionante por haber hecho un descubrimiento así, pero el accidente de Ryota me dejaba un mal sabor de boca. Al final, por no estar quieto, también me acerqué a mirar los kanjis del lingote, aunque sospechaba que poco iba a ser capaz de aportar.

—De todas maneras, creo que si alguien buscaba este lingote tuvo que dejar de hacerlo hace mucho tiempo. —Comenté mirándo un momento a mi hermana ahora que había visto algo más de cerca el lingote.— Los profesores sabrán mejor qué hacer, seguro. —Después miré a Lyssa, y sonreí, bromeando— El único terror aquí será tener que ir a tientas hasta el baño que hemos visto antes cuando sea de noche.

Había permanecido en una esquina, siendo perfectamente invisible, que parecía ser su habilidad principal. Con el ceño arrugado y los labios al borde de una pequeña llantina habló- Pienso como los demás, hay que esperar a un profesor.- Miró a Lyssa intentando leer aquello, y ella se acercó para ver si acuclillada al lado lograba algo. Iba a pasitos cortos, evitando pisar ningún trozo roto con verdadero temor. 

...-Se recolocó las gafas bien- No creo que puedas traducirlo, no es japones, o no me suena. 

Realmente, las palabras de Viktor tienen sentido, si los terrenos son de la residencia, todo lo que se encuentre en ellos, no vivo, claro, pertenece a la misma. Eso significa que ella, o nosotros con los profesores en este caso, si podemos venderlo, obviamente para los fondos generales, no ninguno privado.- Miró a Viktor y luego a los demás- Creo que no estamos teniendo en cuenta que antes de atacar, deberíamos de pensar que cada uno tiene un idioma diferente, y que los problemas idiomáticos existen por algo- sentenció ligeramente- No querría que os trataran así cuando os equivocáseis a la hora de pronunciar alguna cosa vergonzosa o extravagante en mitad de una tienda con mucha gente. 

Alargó la cabeza para ver el lingote- No es tan extraño que haya oro, hace dos o tres generaciones así era como se guardaban los efectivos de las familias con cierto poder. 

 El oro siempre se pesa en onzas troy y no en onzas normales. Una onza troy equivale a 31,10 gramos. Los lingotes de oro tienen 400 onzas troy cada uno, unos 12,5kg con un mínimo de pureza aceptado de 99,5%. Ese lingote no pesa tanto, o no tiene el tamaño adecuado, y no parece ser de oro puro, ni está perfectamente pulido, así que es seguramente artesano. Eso podría devaluar el total para los bancos de oro, o, si alguien puede pagar casi 30 millones de yenes, ascender para algún museo. 

Haruka tenía razón, no se podía traducir nada a simple vista. 

Me distraía barriendo y recogiendo los fragmentos del jarrón con especial atención de no cortarme, me bastaba con haber visto la cara de dolor del pobre Ryota para comprender que aquellos restos podían hacer daño a nada que te descuidases un poco, esperaba que le fuese bien y tenerlo de vuelta pronto, parecía un tipo afable.

Tras los comentarios de Jiro sobre avergonzarnos en algún negocio o lugar público, que no logré comprender demasiado bien, comenzó a desgranar cifras y detalles sobre el perdido oficio de hacer lingotes de oro en estas tierras, al decir el precio aproximado tuve que echar mano de la calculadora del móvil, mi pobre cerebro seguía pensando en euros cuando se hablaba de grandes cifras. Solté un ligero silbido y me volvía a segurar de haber barrido bien cuando menos los restos más grandes del jarrón, vaciando lo que había barrido en el recogedor en una bolsa de basura. 

Di gracias de que hubiese más gente en esa habitación y la edad me hubiese dado un poco de cabeza.

- Tal vez haya alguna aplicación que reconozca de qué lengua se trata.- Comenté, consultando si la app que tenía, que permitía reconocer textos en japonés y traducirlos tenía algún tipo de ajuste que le permitiese reconocer distintos tipos de kanjis y símbolos.

Mire a Haruka cuando aparecio de quien sabe donde. Esa chica tenia una habilidad unica para pasar desapercibida. La escuche con atencion y mire de nuevo el lingote de oro. - Vaya... gracias. - Una amplia sonrisa amable y agradecida. - Supongo que necesitaremos a uno de los profesores pues... - Un leve encogimiento de hombros, dejando claro que si no se podia, mejor esperar a que viniera quien supiera como hacer eso.

Aun asi las palabras de Jiro llamaron mi atencion. Por mas que el lugar perteneciera a la residencia, ni siquiera un simple profesor tendria ese tipo de poder... al menos no en mi pais. Un descubrimiento de una pieza de oro que no estaba regulada como el mismo decia, implicaba manufactura propia y bien podia ser algo ilegal, requeriria de la firma de una autoridad en la Universidad y seguramente previa inspeccion de las autoridades competentes. Si aqui no era asi... pues bueno, cada pasi tenia sus cosas, pero sin duda venderlo sin la autoridad de alguien superior a los profesores implicaria segun mi punto de vista un acto ilegal, y sin duda exigiria una documentacion acreditativa al respecto, no pensaba participar o ser complica de un delito por desconocimiento de las leyes del pais.

Lo mejor fue el final... de todo. - Cierto, sin duda tienes mucha razon Jiro. Seria un gran problema que alguien nos tratara asi por una problema linguistico, un verdadero problema sin duda, aunque supongo que por nacionalidad... no ves problema ¿no? - Visto que se quedaba calladito cuando lo preferia y salia como defensor de los demas, de la misma forma. Hipocrita. Al menos ten un baremo igualitario en todos los sentidos, sino, no vengas como pilar de moral.

Mire en direccion a Kueng. - Esa si seria una historia para no dormir... - Rei levemente, quitandole duerza a mis palabras de hacia un momento.

Respecto al idioma, tenemos muchos idiomas distintos que usan símbolos similares a kanjis pero que son ininteligibles unos de otros. Todos los del sureste asiático, por ejemplo. Y eso por no hablar de lenguas muertas o en desuso. No olvidemos que esta región tiene tanta o más historia, también idiomática, que Europa.

Suspiro. Vale, Lyssa, ¿te encargas tú del lingote y de hablar con los profesores? Yo, por ahora, voy a ir a mi cuarto, si alguien me necesita para algo.

Miró un momento de reojo a Kueng tras su broma acerca del baño.

-He estado en antros peores – contesto con socarronería – al menos la mierda en este no es fresca.

Era una exageración, pero solo a medias. Los baños de los locales que solía frecuentar no estaban precisamente impolutos. Era uno de los sitios donde solía alegrarse de llevar botas altas.

Haruka le dio un pequeño susto al acercarse. Esa chica si que era invisible…

-¡Joder! Vaya susto amiga…

Se quedó entonces mirando un momento más el lingote.

-Si no es japonés ¿Qué es? – ya le había sacado fotos antes, y dedicaría tiempo a investigarlo, pero en ese momento la curiosidad la estaba carcomiendo.

Arqueó una ceja ante la intervención de Jiro. Pese a toda su explicación, seguía sin estar convencida para nada de que venderlo fuese una buena idea. Menos aun si era artesanal. Se quedó un momento pensando, mientras Viktor le preguntaba si ella se encargaría del lingote.

-Seung me contó antes un poco sobre la familia que vivía aquí. Los hijos mayores se fueron a Tokio. Quizá sepa como contactarles – La historia que le había contado el profesor y algunas cosas que había ido viendo por la casa habían hecho que el legado de aquella familia a la que no conocía le importase más de lo que quizá debería.

Niū seguía un poco en shock por lo ocurrido, preocupada por saber más del estado de Ryota, pero pensando que ahora mismo si salía a buscar a los profesores resultaría más una molestia que una ayuda, por lo que se mantuvo un poco aturdida mientras Haruka se colocaba junto a Lyssa para tratar de descifrar lo que estuviese escrito en la tela que envolvía el lingote.

Mientras, Jiro defendió a Viktor e hizo una breve exposición sobre la fabricación de los lingotes, pesos y proporciones. Niū se animó a participar en ella mientras se acercaba al dúo Haruka-Lyssa para lanzar un vistazo a la tela.

-Eh... el lingote pertenecería a la universidad. -dijo en su torpe japonés- Si ve-vender o no se-sería algo que... eh... que debe decidir universidad... no nosotros y ni profesores... -comentó suavemente- D-de todas formas creo que lo más... um... honrado, sería devolverlo a su dueño. Ésta mañana ha estado aquí... -agregó.

-Y... y si el oro es artesanal... ¿po-podría ser el oro familiar? -dijo, optando por la idea hipótesis de Jiro, al fin y al cabo aquella casa parecía de alguien pudiente de la época- Quizá las marcas sean el... eh... "emblema" -agregó cambiando al inglés para aquella palabra que desconocía en japonés- de la familia, o la casa. Eso haría que no tuviese sentido traducirlo... -propuso.

Se colocó al otro lado de Lyssa y miró la tela con curiosidad.

-Y que la mierda no esté fresca, es algo malo... -murmuró en inglés a Lyssa, esbozando una leve sonrisa.

La chica de piel oscura saltó un poco ante la aparición de Haruka, teniendo que cubrirse la boca para no reír, estaba nerviosa y no entendía por qué; suponía que era la mezcla del ambiente de ese lugar, lo extraño del suceso del jarrón y el lingote, que Ryota saliera herido... Al final tuvo que admitir que necesitaba descansar.

-Haruka, también iré a mi habitación, no creo que resolveremos nada hasta que los profesores regresen.- Dijo, antes de acercarse al pelirrojo Baddi. -¿Puedes prestarme laa escoba y el recogedor? A ver si puedo asear un poco antes que se haga muy de noche.- Una vez tuvo los implementos de limpieza a la mano, volvió a su habitación.

Muy a mi pesar, la combinación del aspecto que tenía el lugar, de todo lo que había ocurrido y en general de hasta qué punto el lingote había captado mi atención consiguió que cuando Haruka 'apareció' (O 'dejó de desaparecer') pegara un bote en el sitio, con el corazón dándome un par tumbos en el pecho. Las mejillas se me colorearon un poco e instintivamente comprobé si alguien me estaba mirando, pero el susto que me había llevado parecía haber sido, por suerte, menos notable de lo que había pensado.

Tardé unos segundos en volver a centrarme en la conversación, justo cuando Jiro comenzaba su explicación sobre el lingote, y escuché con interés, íncluso si a mi seguía sin parecerme que reclamar esa barra fuera justo. Me parecía que era un berenjenal, y que si acaso, los profesores ya tomarían la decisión que fuera necesaria.

Después, me reí un poco con las respuestas de Alexei y Lyssa, aunque la segunda me trajo una imagen demasiadoo gráfica a la cabeza. Mira que podía ser basta. Demasiado basta.

—Estoy seguro de que tendrán apuntado algún número de contacto o algo así. Es sólo cuestión de esperar. Aún así, creo que nuestra compañera ha tenido una buena idea.  —Miró a Freedom.— No es que haya mucho más que hacer por aquí. Deberíamos intentar ver si hay modo de apañar un poco el resto de la casa mientras vuelven.

Se quedó mirando fijamente a Alexei, de una manera que nadie sabría definir, a no ser que fuese un propio japones- Para que pueda integrarse en esta cultura, le aconsejo que no se comporte como un Gaijin- la palabra sonó bastante despectiva- y le seré totalmente sincero y me rebajaré a su nivel para explicarle una cosa muy sencilla; educación- usó las dos manos para expresarlo con los kanjis en el aire- Si van a meter sus problemas por nacionalidades, está usted en un muy mal lugar para ello, quizás debería de haber elegido otro país donde hacer el intercambio. Deje de lado esa manía occidental de sentirse atacado por cada cosa, como si fuera el centro del universo o dios tuviera un plan malvado contra usted- no perdía el contacto visual en ningún momento. 

Aproveche lo que tiene, sea feliz con ello, y deje el resto en paz. Pero atacar o malpensar de un compañero que quizás haya simplemente elegido unas palabras no muy acertadas en un idioma que no maneja porque no es el natural, dice mucho de como cree que funciona el mundo y quienes le rodean.- Se guardó las manos en los bolsillos y simplemente dejó de prestar atención a lo que hacía Alexei. No podía tolerarse ese tipo de comportamiento, menos en un grupo como aquel. 

Baddi intentó con una aplicación averiguar lo que ponía pero al menos con esa no funcionaba. No le encontraba el idioma predefinido por los símbolos. Quizás con un poco mas de tiempo y una buena conexión de red....

Haruka había escuchado a Inoue, creándose una situación de estrés bastante visible en ella. Miró a Alexei, por como reaccionaría y luego de reojo a Viktor que se marchaba, obviamente dejando un grupo en el cual no se sentía cómodo. Aquello era casi lo peor que podía pasar en un grupo. De hecho, era una de las primeras cosas que se enseñaban nada mas llegar, a comprender que el grupo era la parte esencial de esa sociedad.-No lo se Lyssa, lo podemos mirar luego- dijo bajito aunque quizás esta no lo escuchara.

Entró justo cuando Viktor iba a salir- Bueno, vuestr- se quedó un momento en silencio, había demasiada tensión en algunas partes de aquella habitación- vuestro compañero está mejor, se lo están llevando. ¿Estáis todos bien?- Sus ojos se posaron en el lingote que Lyssa sostenía.

¿De donde habéis sacado eso?- Se acercó con muchísima curiosidad. 

Al ver entrar al profesor, sonrío. Sensei digo, recordando de pronto que es así como llaman a los maestros en este país. Estamos bien, creo. Algunas desavenencias respecto a qué hacer en última instancia con lo que había al fondo del jarrón que estaba mirando Ryota cuando se rompió digo, señalando el lingote, aunque creo que la mayoría estábamos de acuerdo en enseñarlo a un profesor y que decidan ustedes. Aunque alguno parecía más interesado en llamar a los antiguos propietarios de la casa.

En cualquier caso, lo mejor sería que usted se haga cargo del lingote. Yo iba a mi habitación para acomodarme y preparar todo para la noche, a menos que me necesite para algo.

Que Niu continuase su comentario sobre la mierda la hizo sonreir. No se había esperado aquello. Conforme la situación a su alrededor se había hecho más tensa observó como si a ella aquello le hiciese gracia. 

-¿Que te parece? No soy la única que la lía por aquí - le dijo en voz baja a Niu, aunque no tan baja como para que no se escuchase. Después susurró algo que si se hizo mucho más dificil de entender, mientras la miraba con picardía. 

Se acercó a Seung cuando este preguntó por el lingote. No repitió la explicación de Viktor, aunque si centró la conversación en lo que pensaba que debían hacer. 

-El colega aquí - señaló a Jiro - piensa que debe ser artesanal, así que seguramente lo hiciera de la familia que vivía en esta casa. ¿Hay manera de contactar con alguno de los hijos que se fueron a Tokyo? - preguntó referenciando la conversación que habían tenido en privado un rato antes - Si alguien encontrase una reliquia de cualquiera de nuestras familias, me juego el cuello a que todos querriamos que nos buscasen. A ninguno nos haría ni puta gracia enterarnos de que unos desconocidos la vendieron sin molestarse en buscarnos.

-Espero que no fuese eso lo único que te gustaba de mí... 

Lo cierto era que la situación parecía haberse hecho muy tensa de pronto, haciendo que Freedom se sintiera incómoda allí. Había escuchado a Alexei con debates interesantes durante las clases, y era la primera vez que lo escuchaba de esa forma, sarcástico y algo insultante. ¿Quizás estaba reaccionando así debido al shock de lo ocurrido a Ryota? Después de todo ellos parecían bastante unidos desde que llegaron.

Suspiró de alivio al ver al profesor entrar, y hubiera preferido quedarse al margen de aquella conversación. Ya Viktor había dicho en pocas palabras qué era lo que ocurría allí, al menos respecto al lingote. Sin embargo, si deseaba ser parte de la política de su país, no podía pretender que nada pasaba e ignorar el tema. ¿Acaso ignoraría un conflicto entre sindicalistas y políticos, se apartaría con la cola entre las piernas, para que no le salpicara la mierda? Decidió tomar la palabra.

-Lo siento, pero está sucediendo una situación que no podemos simplemente dejar de lado.- Dijo, mirando a los presentes, especialmente a Jiro, Alexei, y Viktor. -Profesor Seung, además del tema del lingote, ha habido un intercambio de palabras un poco fuerte entre algunos de los presentes. Si vamos a convivir todos juntos en esta casa por quién sabe cuanto tiempo, creo que deberíamos tomarnos un momento para sentarnos todos y aclarar lo que está ocurriendo aquí. Si en este momento decidimos ignorarlo, estamos dejando una bomba de tiempo que nos puede explotar en la cara cuando alguno de los involucrados diga algo que no debería, o que sea malinterpretado. ¿Podemos ir todos a un área donde podamos sentarnos y discutir este tema con una taza de té? Y que el porfesor Tuan actúe como moderador en este tema. Sé que estamos cansados del viaje y muchos no quieren permanecer en la misma habitación por mucho rato, pero de verdad opino que es algo necesario si queremos poder trabajar juntos y en paz el tiempo que debamos hacerlo aquí. Por favor.- Agregó finalmente, mirando a aquellos que poco tenían que ver con el conflicto, que eran Lyssa, los hermanos Xu, Baddi, y Haruka.

Sorprendido porque Inoue decidiera contestarme, no me quedo otra que tener que girarme para mirarle detenidamente mientras el mismo se hundia en sus propias palabras. Hablaba de educacion, mientras pronunciaba la palabra extranjero con desprecio. Interesante, si segun él, todo esto era para relacionarnos y entender su cultura, y al mismo tiempo trataba el termino de esa manera. Hipocrita. Desde luego, el solo se descubria cuanto mas hablaba. Aun asi no crei que fuera necesario decir nada mas, el mismo se habia metido en el problema, por lo que simplemente hice lo que él no esperaba que hiciera. Espere a que terminara, por simple educacion, con una sonrisa educada y distante, muy parecida a la que solia vestir él, para despues simplemente obviarle.

No pude evitar mirar a Lyssa al escucharla, rompiendose la sonrisa educada, para dejar paso a una mas natural mientras negaba levemente por su comentario, de buen rollo. Un poco de fuego siempre venia bien... aunque estaba claro que aqui no aceptarian ese paradigma. Para luego asentir a las palabras de la canadiense, porque sin duda tenian mas logica que las ultimas dichas en el lugar.

No me sorprendio la entrada de Freedom, asi que simplemente la mire mientras hablaba. Postura relajada y mirada tranquila. No creia que fuera necesario llegar a tanto, sobretodo cuando habia tanto trabajo por hacer... pero decidi esperar a ver que decidian los demas... despues de todo estabamos en mi habitacion.

Unicamente me gire para mirar a Baddi y sonreirle amablemente. - Muchas gracias. - Despues de todo, lo que habia hecho me hubiera tocado hacerlo a mi y no estaba de menos, agradecer las formas y la facilidad con la que se habia arremangado las mangas.