Partida Rol por web

Salisteis al pasillo y os vino un olor como a lavanda del exterior, fue un instante, pero ahí estaba. Doblando la esquina en el otro lado estaba Inoue- Debería de haber tenido cuidado...- Musitaba muy bajito, como para si mismo. No había nadie con él. 

Lyssa recorrió el pasillo ignorando el olor a lavanda, hasta llegar a donde estaba Inoue. 

-¿Hablando solo? Aun no hemos pasado ni un día aquí. Esas cosas tocan después de un par de semanas de aislamiento - bromeó - ¿Donde está la jardinera? 

Ah..e..está en la entrada con Baddi- Estaba en su mundo, quizás un poco mareado por la herida o la vista de sangre, lo cual no parecía haberle pasado al inicio. 

Ella no tenía un botiquín...así que...voy a la...- Miró hacia el techo un instante- cocina, si, cocina- Suspiró- perdonadme, no me siento bien con la visión de la sangre, mi adrenalina está bajando y me cuesta concentrarme. 

Abrió mucho los ojos cuando vio que estaba siendo recibida con esa amabilidad, y parpadeó dos veces ante el guiño de ojos- No, no dispongo de botiquín, justamente ayer pedimos otro y no nos ha llegado aun- parecía realmente preocupada por el hecho de no seguir una regla legal básica, casi olías el miedo. 

Inoue habló- Voy a dentro- Y se marchó casi sin que te dieras cuenta. 

Lograste cogerle una de las cajas, porque fuiste mas rápido, pero ella se quedó con la otra- No tiene porque molestarse, yo puedo cargar con ello. - Asintió reiteradas veces- Solo indíqueme donde puedo dejar las cosas y que zona quieren que limpie. 

Lyssa torció el gesto al escuchar a Jiro. Parecía a punto de marearse e irse al suelo en cualquier momento. Suspiró, aunque el suyo era bastante diferente al de Jiro poco antes. El suyo era más bien de cansancio. Un poco exagerado, quizá un poco forzado. 

-Joder, lo que faltaba era que tu también te hicieses daño. Vamos a la cocina, te acompaño a buscar el botiquín. ¿Donde está guardado? 

—No se preocupe, no es una molestia.—atino a decir mientras estiro la mano hacía la segunda caja... y ella se me adelanta. Mi mano se queda extendida hacía delante, ofreciéndole coger la caja por ella, aunque algo me dice que no va a aceptar mi ayuda.

—¿Y sabes cuándo va a llegar ese botiquín? Mi amigo aquí se ha ab...—me giro hacía Inoue, o más bien, hacía el sitio en el que estaba. Maldita sea, Baddi. Deja de embobarte con caras bonitas y presta un poco de atención a tu alrededor. Claro que en mi defensa, cada pequeño gesto de la joven, ya sea consciente o inconsciente, lo hacía difícil. 

—...Se ha abierto el dedo limpiando antes. La zona está muy descuidada y no es el único que se ha hecho daño, así que ten cuidado.—me paso la caja de una mano a otra, en parte para llevarla mejor, otra para lidiar con mis nervios. Me estoy dando cuenta de que no he respondido todavía a su petición.

—Eeh... pasa por aquí. Ahora mismo estamos todos limpiando, para acabar antes.—le señalo con un gesto el camino hacía el jardín y sonrío.—Detrás de ti.

Lyra parecía conservar la capacidad para bromear, pero yo no podía decir lo mismo. Ver a Inoue, que normalmente había parecido tan recto, reducido a ese estado me hacía pensar que el corte tenía que ser mucho, mucho peor de lo que habíamos imaginado al principio, o que había algo más que no estabamos viendo. Sumado a lo que creía haber escuchado, cada vez me sentía más intanquilo.

─ ¿Te ocupas tú, Lyssa? Os alcanzo en un momento entonces. Quiero ver cómo lo lleva Baddi.

No estaba muy seguro de si era lo adecuado, pero tampoco quería dejar a nuestro otro compañero sólo, ni agobiar más de la cuenta. Esperé un momento, y después me dirigí a la entrada.