Partida Rol por web

02:25 de la mañana. Sábado. 

Las luces de una ambulancia pasando a toda velocidad te despertó, aunque no llegaste a oírla. Te diste cuenta de que habías tenido alguna clase de pesadilla o bien tenías fiebre, porque estabas empapado en sudor. No era la sensación más agradable del mundo. 

Al intentar hacer un poco de memoria, empezaste a tirar de los hilos que dejaban las imágenes de lo que recordabas. Llovía, estabas seguro. También hacía calor, bochorno, y era de noche. ¿Un coche? ¿Un pitido de un coche? No, era otra cosa, era un pitido o algo parecido, pero no lograbas recordar mas de eso. 

02:25 de la mañana. Sábado. 

Las luces de una ambulancia pasando a toda velocidad te despertó, aunque no llegaste a oírla. Te diste cuenta de que habías tenido alguna clase de pesadilla o bien tenías fiebre, porque estabas empapada en sudor. No era la sensación más agradable del mundo. 

Al intentar hacer un poco de memoria, empezaste a tirar de los hilos que dejaban las imágenes de lo que recordabas. Llovía, estabas segura. También hacía calor, bochorno, y era de noche. ¿Un coche? ¿Un pitido de un coche? No, era otra cosa, era un pitido o algo parecido, pero no lograbas recordar mas de eso. 

02:25 de la mañana. Sábado. 

Las luces de una ambulancia pasando a toda velocidad te despertó, aunque no llegaste a oírla. Te diste cuenta de que habías tenido alguna clase de pesadilla o bien tenías fiebre, porque estabas empapada en sudor. No era la sensación más agradable del mundo. 

Al intentar hacer un poco de memoria, empezaste a tirar de los hilos que dejaban las imágenes de lo que recordabas. Llovía, estabas segura. También hacía calor, bochorno, y era de noche. ¿Un coche? ¿Un pitido de un coche? No, era otra cosa, era un pitido o algo parecido, pero no lograbas recordar mas de eso. 

02:25 de la mañana. Sábado. 

Las luces de una ambulancia pasando a toda velocidad te despertó, aunque no llegaste a oírla. Te diste cuenta de que habías tenido alguna clase de pesadilla o bien tenías fiebre, porque estabas empapada en sudor. No era la sensación más agradable del mundo. 

Al intentar hacer un poco de memoria, empezaste a tirar de los hilos que dejaban las imágenes de lo que recordabas. Llovía, estabas segura. También hacía calor, bochorno, y era de noche. ¿Un coche? ¿Un pitido de un coche? No, era otra cosa, era un pitido o algo parecido, pero no lograbas recordar mas de eso. 

02:25 de la mañana. Sábado. 

Las luces de una ambulancia pasando a toda velocidad te despertó, aunque no llegaste a oírla. Te diste cuenta de que habías tenido alguna clase de pesadilla o bien tenías fiebre, porque estabas empapada en sudor. No era la sensación más agradable del mundo. 

Al intentar hacer un poco de memoria, empezaste a tirar de los hilos que dejaban las imágenes de lo que recordabas. Llovía, estabas segura. También hacía calor, bochorno, y era de noche. ¿Un coche? ¿Un pitido de un coche? No, era otra cosa, era un pitido o algo parecido, pero no lograbas recordar mas de eso. 

Lena se levantó con mala cara y encendió la luz de la mesita de noche. Estaba sudando y se encontraba algo rara. No se trataba de resaca o cansancio por una noche de excesos, era algo diferente y no terminaba de encontrar la causa. 

Se levantó y caminó hacia el baño. Dormía con una camiseta un par de tallas demasiado grande y un pantalón corto de deporte. No tenía demasiado que quitarse para combatir el calor, pero tampoco creía que fuese a ayudar. ¿Había tenido una pesadilla? Tenía la sensación de haber soñado algo, pero no terminaba recordar que había sido. 

Ya en el baño, se echó agua en la cara y se miró en el espejo. Aun le quedaban algunos restos de maquillaje del día anterior. Por un momento se quedó de pie, con las manos apoyadas en el lavabo, con la mirada perdida en el espejo ¿Qué es lo que había soñado?

Khaleb volvió a recostarse, frotándose el rostro con las manos. ¿Qué era lo que estaba soñando, por qué le había dejado con aquella sensación en el cuerpo, como si el pitido, o chillido, o lo que fuera que había escuchado hubiera ocurrido justo en su oído y no en una pesadilla?

De momento parecía que le había espantado el sueño, así que se levantó de la cama. Fue hacia el baño para lavarse el rostro y refrescarse el cuello, y de allí iría a por un vaso de agua. Khaleb era alguien práctico, aún cuando había sido criado entre gente de campo donde las supersticiones, los sueños, tenían una relevancia, un significado. Para él, no era más que una pesadilla producto de una mala digestión.

Y aún así, la sensación que aquello le había dejado era extraña. Volvió a pasarse las manos por el rostro y se encaminó a su cama. Si no podía volver a dormir, revisaría si había algún reporte que pudiera explicar el paso de la ambulancia, aunque quizás no se enteraría de nada sino hasta mitad de la mañana, si es que había algo importante que comentar.