Partida Rol por web

Freedom había vaciado su copa tal vez un poco más rápido de lo planeado, más bien escuchando que llegando a compartir alguna información puesto que no encontraba manera de colar alguna respuesta sin interrumpir a las otras. Quizás fuera el mismo efecto del alcohol lo que la hacía relentizar sus acciones y pensamientos, de tal manera que fue cuando ya la chica llamada Lyssa se metía a la ducha, habiendo dejado una clara imagen de su cuerpo desnudo, que la ugandesa soltó una carcajada que era nerviosismo y vergüenza. ¿Realmente estaba despierta? Se llevó las manos a los ojos, aunque ya Lyssa había pasado de largo. Se giró hacia Sam.

-Gracias, también me gusta el nombre. Fue más idea de mis abuelos que de mi madre, como una forma de marcar mi destino.- Explicó rápidamente, sin darle muchas vueltas tampoco. -Y estudio Ciencias Políticas.- Se asomó un momento afuera al escuchar que comenzaban a sonar voces y pasos de nuevo en dirección a la residencia.

-Uy, creo que ya se puede ir volviendo... Ha sido un placer, supongo que nos veremos por allí.- Dijo, sonriendo a Niu y a Sam. Luego dijo más alto. -Un placer Lyssa!- Dudó un momento antes de mirar a Niu. -Oye, cuida de que no vaya a quedarse dormida o se caiga en la ducha, que igual se puede terminar ahogando.- Le dijo seriamente, antes de dedicarles una sonrisa y salir de allí.

En el lavabo quedaron los restos de la plantita ahogada y olvidada.

Me encongí de hombros un tanto contrariada con la respuesta, en forma de nueva pregunta, que me lanzó Lyssa. Intenté pasar por alto lo borde que se había puesto achacándolo al alcohol, ya que desde mi punto de vista la chica se había pasado bastante bebiendo. Pero lo mejor estaba aún por llegar ya que, cuando vio el pijama que le había traído Niu, en lugar de mostrar sorpresa o simplemente reírse, Lyssa se había quedado encantada. Para mí estaba cada vez más claro que la gótica intentaba quedar bien con la china. Allá cada cual pensé mientras le daba el último trago al vino que me quedaba.

Fue en ese momento que Freedom, la cual parecía estar un tanto incómoda con la situación, en especial cuando a Lyssa le dio por desnudarse delante de nosotras, prefirió despedirse. Ya podíamos regresar a nuestras habitaciones y para mí era un alivio saberlo, pues al igual que le pasaba a la chica negra yo también tenía pensado retirarme. Dejé la copa encima de la encimera del lavabo y, no sin antes echar un vistazo al trabajado cuerpo de Lyssa mientras se alejaba hacia la ducha, me despedí de todas.

—Yo también me voy a retirar, es muy tarde y mañana me toca madrugar —el alcohol había acrecentado mi sensación de sueño así que en esos momentos lo único que quería era meterme en la cama—. Ya nos vemos por ahí. ¡Ah! Y gracias por el vino —me acerqué a Niu para susurrarle unas palabras—. Contrólala, creo que está lo suficientemente bebida como para tener un accidente ahí dentro.

Salí del baño dispuesta a encerrarme en mi habitación. Aún tenía que intentar quitar los restos de tinte que tenía por la cara.