Partida Rol por web

Levanto una ceja, mirando a Freedom. ¿En serio? Me giro a Alexei, a Jiro y nuevamente a Freedom, pensando en sus palabras.

De inmediato asiento y me giro, andando hasta plantarme ante Alexei. Quizás mis formas no hayan sido correctas y me haya dejado llevar por prejuicios que me han inculcado desde pequeño, aunque sé que no tienen por qué ser ciertos. Podemos pensar distinto, y seguramente pase, pero en aquello que te haya podido ofender más allá de la diversidad de opiniones te pido disculpas. No creo llegar a ser amigos, pero estamos juntos en esto. ¿Tregua? termino, ofreciéndole mi mano.

Realmente me había concentrado en limpiar aquellos restos de manera laboriosa, hacía tiempo que no me daba una de aquellas mini neuras, peor todo con tal de que no hubiese más incidentes, aún así me debí de perder algo porque no acababa de comprender la tensión reinante en la sala. Aparentemente había pasado algo entre Viktor, Alexei e Inoue, peor que me aspen si sabía el que. 

Realmente no tenía mayor interés por el lingote en si, claro que el tema legal al respecto si que podía ser interesante peor saber cómo se trataban estos temas, nunca me había pasado nada similar y el comentario de Inoue sobre los lingotes familiares hizo volar algo mi imaginación. 

Sea como fuere, por mi nos doblegaríamos a lo que dijese sensei Tuang, por supuesto. Nuestra estancia aquí era algo pasajero, ni siquiera estaríamos aquí si no hubiese sido por el incidente en la residencia, y este tema podría seguir coleando entre los locales tiempo y tiempo después de que partiéramos a nuestros respectivos rincones del globo. 

Cuando Koha me pidió los útiles de limpieza se los alargué sin mayor dilación, simplemente le comenté: - Por favor, devuélvemelos una vez que termines. En nuestro caurto también tenemos lo nuestro.- Comente guiñando un ojo, cais recordando que si no fuese por un mínimo panel, estaríamos hablando del mismo cuarto.

Me cuadré de hombros para ver qué comentaba Tuan sobre el hallazgo, quién sabe, puede que él reconociese los kanjis. 

- Perdone, sensei, ¿Tenemos que seguir atentos para abrir a la jardinera o ahora que está de vuelta se hace usted responsable?

Inoue saltó tras las palabras de Alexei, algo bastante previsible, y rápidamente subió la tensión unos cuantos grados más. Niū captó levemente la frase de Haruka, algo sobre Lyssa y mirar luego, y la miró de reojo. Notándola muy incómoda, y sintiéndose aún culpable por lo ocurrido en el autobús, se inclinó hacia ella.

-Eres libre de venir a nuestra habitación cuando lo desees. -le susurró, usando el inglés para estar segura de expresarse adecuadamente- Para hablar de esto o de lo que quieras. -agregó con una sonrisa amable mientras se incorporaba de nuevo y se giraba hacia el grupo.

Justo en aquel instante entró de nuevo Tuan. Y aparentemente traía buenas noticias sobre Ryota... o al menos no tan malas como habían parecido, lo que quitó un peso a la joven. Sin embargo también apuntó a que se lo estaban llevando... quizá tendrían que darle algunos puntos, lo cual no le extrañó tras un corte como aquel.

Estaba pensando en ello cuando Lyssa soltó uno de sus comentarios, el cual completó por lo bajini. Niū resopló ligeramente.

-¡Qué morro tienes! -replicó en un tono bajo pero audible, intentando mantener una cara de póker pese a que se le escapaba una leve sonrisa- Puedes dejar de liarla cuando quieras, no te preocupes. -agregó, fingiendo desinterés.

Freedom dio el paso de tratar de zanjar aquella discusión antes de que fuese a más, cosa totalmente lógica, y Niū se quedó observando en silencio a ver cómo transcurrían los sucesos, sin estar muy segura de que debiese intervenir... Especialmente tras su comportamiento en el autobús.

Lancé una mirada que no disimulaba la incomodidad del momento a mis compañeros, y agradecí que justo en ese momento llegara Seung para que la situación no pudiera escalar a más. Además, cuando mencionó que Ryota estaba más estable se me quitó un gran peso de encima, y lo único que pude hacer fue desear para mis adentros que tuviera una recuperación prontía. Además, también iba a poder darnos una perspectiva definitiva en qué hacer con el lingote.

—Yo también pienso que nuestra mejor opción es intentar devolver el lingote a sus dueños.  —Sumé mi voz a la de Lyssa, una vez más dejando claro cómo veía yo la cuestión.— Como ha dicho Lyssa, en su lugar no me haría ni gracia que lo vendieran sin siquiera avisarme.

Pero en ese momento habló Freedom, y me quedé mirándola un momento. Realmente había que tener valor para ser quien tomara la iniciativa en algo así, y en ese sentido sólo pude admirarla. Ignorar los problemas es sencillamente conveniente, es encararlos hasta encontrar una solución es lo que de verdad tiene mérito. Quizá no hacía falta llegar tan lejos como proponía, pero no le faltaba razón al razonar que tenían que arreglarlo antes de que fuera demasiado tarde. Y pareció que al menos Viktor aprovechó la oportunidad.

Mi mirada se detuvo en Baddi durante un momento, y en ese momento recordé algo que me hizo volver a mirar a Lyssa y mi hermana. Tendría que esperar todavía un poco más, pero recordé que tendría que preguntarla algo.

El profesor consideró que lo más lógico era que cada uno se fuera a sus habitaciones a intentar ponerlas decentes mientras el tomaba el lingote, que estaría en su habitación y se iba con Alexei, Viktor y Inoue para tener una charla y arreglar las cosas. Claramente se acababa de preocupar mucho. 

Bajo las instrucciones del profesor y viendo que se trataría de resolver la situación surgida con los tres chicos, Freedom tomó de nuevo los implementos de limpieza y comenzó a arreglar su habitación. La puerta de separación con los otros chicos permanecía abierta como la dejaron hacía un rato, cosa que por el momento le pareció que estaba bien; así podrían pasarse la escoba y recogedor por turnos.

-Es una locura este lugar.- Comentó en voz alta. Todos los eventos del día sumado con el cansancio acumulado desde el incendio en la universidad la tenían un poco sobresaltada, y el silencio de aquella casa no ayudaba para nada. -¿No tendrán alguna radio o mp3 con cornetas? Algo de música haría más amena la limpieza.- Dijo sonriendo. -Por cierto, preferiría ir con el grupo que irá a hacer las compras, pero si alguien tiene que sacrificarse para que podamos tener un baño útil, supongo que podría quedarme.- No era para nada lo que preferiría hacer esa noche, pero la idea de ir a ese baño en ese estado a media noche le parecía un verdadero horror.

Después de que el profesor saliese y se llevase a algunos de sus compañeros, se acercó a Niu y le hizo una seña para que la acompañase para hablar a solas. Pese a que algunos de sus compañeros estuviesen preocupados por la situación, a ella parecía importarle más bien poco, o incluso hacerle gracia. En realidad por su cabeza ni siquiera había pasado a ser más que una discusión irrelevante. Ya se les pasaría. 

-Nunca había tenido tanto dinero como estos últimos minutos , es una lastima que no fuese mío - bromeó haciendo una última referencia al misterioso lingote - Me intrigan los kanjis que había escritos, si son el escudo familiar debería estar en algún otro sitio por la casa ¿no? Creo que mañana saldré a buscarlos.

Se acercó a ella mucho entonces, aunque no tanto como cuando habían hablado en la habitación hacía un rato.

-¿Por qué no vas a comprar con el profesor, y me dejas a mi ocuparme de dejar lista la habitación para esta noche? - le susurró mientras sonreía - Tengo algunas cosas en mente...

Tras hablar con el profesor, subí siguiendo la estela de la chica de color. Se había puesto manos a la obra,  buena falta nos haría a todos porque posiblemente nos llevase dos días quietar algo el olor y hacer aquellos cubículos algo más habitables. 

- Si, tengo aquí mi teléfono cargando... Si que es peculiar la altura y localización del enchufe.- Le respondí en voz alta mientras me agachaba y manipulaba el periférico, poniendo en funcionamiento el reproductor de mp3 y revisando el volumen para que su sonido no llegase al piso inferior, imaginaba que a los profesores no les importaría un poco de música para relajarnos pero puede que no les gustase mi selección musical.

- Pues yo tenía pensado echar un vistazo al jardín, me da la impresión de que si no empezamos por ahí solo conseguiremos que sea más laboriosa la limpieza del baño, pero todo es echar un vistazo. No sé si quieres acercarte antes de salir a la tienda en tal caso.

Después de que el profesor saliese y se llevase a algunos de sus compañeros, se acercó a Niu y le hizo una seña para que la acompañase para hablar a solas. Pese a que algunos de sus compañeros estuviesen preocupados por la situación, a ella parecía importarle más bien poco, o incluso hacerle gracia. En realidad por su cabeza ni siquiera había pasado a ser más que una discusión irrelevante. Ya se les pasaría. 

Niū se notó observada y se giró a tiempo para encontrar su mirada con la de su hermano. Le sonrió interrogativamente antes de que el profesor decidiese hablar el tema en privado con los implicados.

Niū miró con una suave arruga de preocupación en la frente cómo el profesor se marchaba con los tres chicos, mientras el grupo quedaba en silencio un momento.

Suspiró y tomó aire para hablar a todos, cuando Lyssa le dio un toquecito en el brazo y le indicó que la siguiese hasta una zona más apartada del grupo. La siguió hasta una esquina de la habitación e intercambió unas palabras con ella.

Niū miró a Lyssa con intensidad, esperando algo importante, pero cuando ésta comenzó a bromear con lo del dinero, su mirada se relajó y sonrió levemente.

-¿En serio? Qué mal... y yo que pensaba que eras millonaria... -respondió ella, moviendo ligeramente la cabeza en gesto de decepción.

Lyssa le propuso su idea, a lo que Niu se puso seria de golpe y asintió poniéndose un poco nerviosa mientras se le enrojecían las mejillas.

-Me parece bien. Aunque primero debes cambiarte y me gustaría despejar lo suficiente todo como para poner bien nuestras cosas antes de ir a comprar. -propuso ella a su vez en tono serio.

Tras lo que se separó de ella y se dirigió al grupo.

Tras hablar un segundo con Lyssa, Niū enrojeció un poco y se apartó de ella para mirar al grupo.

-Si os parece bien, yo puedo ayudar en la cocina... -comenzó a explicar en inglés- Me gusta cocinar y creo que puedo ser de más ayuda ahí. -agregó- ¿Hay alguien que tenga alguna alergia o problema alimentario a tener en cuenta? -preguntó al grupo, y se quedó mirando a los presentes.

Antes de dirigirse a su habitación con la escoba y recogedor para empezar la limpieza, escuchó la pregunta de Niu. No pudo evitar sonreír al recordar que esa había sido una de las primeras preguntas que hicieron cuando venían en el bus, aunque en aquel momento la chica había estado un poco distraida con lo que hablaba con la canadiense.

-Ninguna alergia por mi parte.- Dijo, y se fue en dirección a su habitación.

La chica sonrió ante la selección musical del pelirrojo, escuchando luego pensativa a lo que decía. -Hm, bueno, se supone que mañana vendrá alguien a ayudar en el jardín, ¿no? Pero no me opongo a que le demos un vistazo y veamos que tanto hay que hacer- Terminó por asentir.

Entre unas cosas y otras, el día se había hecho cuesta arriba: La suma del haberme dormido en el autobus, la casa en sí misma, la discusión que había resquebrajado un poco el grupo y sobre todo el accidente de Ryota era mucho que procesar. Pero, si había algo que podía levantarme el ánimo eran las maravillas que mi hermana podía hacer en la cocina, aunque quizá cocinar en un lugar como ese iba a probarlas al límite.

—A mi ya me conoces. —La dediqué una sonrisa.— Avísame si necesitas que te ayude con algo.

Y después, seguí los pasos de Freedom y Baddi a nuestras habitaciones.

—Puedes ir a hacer las compras si quieres, Freedom. Yo puedo echar una mano a Baddi... y ver si se puede hacer algo con ese baño. —Hice una mueca.— No es que me haga mucha ilusión, pero tampoco es que podamos evitarlo, ¿No?

Puse los brazos en jarras, mirando el cuarto, y suspiré bajito. La música al menos animaba un poco el ambiente.

- Ninguna alergia, pero muchas gracias por preocuparte.- Comenté a Niu mientras me perdía por las escaleras.

- Supuestamente venía una jardinera ESTA TARDE a las 17. Había una nota en la cocina indicándolo. Habrá que estar atentos, no sea que todo el mundo esté a la suya o se vayan al pueblo y dejemos a la pobre señora en la puerta sin darnos cuenta.- Removí un poco el contendido de mi bolsa y traté de asomarme al exterior, comparando el olor del exterior y dle interior, como si eso me fuese a permitir percibir si la peste del cuarto había mejorado en algo. - Pues eso haremos, Kueng. En serio que tampoco es el planazo que habría imaginado hace 48 horas pero ahora mismo es lo que toca. Tengo que ir a mirar una cosa un segundo...- Comenté mientras el random de mi playlist saltaba a otro tema.

Había una cosa que no se apartaba de mi línea de pensamientos por más de dos minutos y debía de tratar de hacer algo al respecto... Así que traté de volver a la habitación número 9.

Voy a mi cuarto para in ntentar dejarlo decente para pasar la noche. No será fácil, pero habrá que intentarlo.

Arreglo todo a mi alrededor lo mejor que puedo, barriendo y limpiando. Si puedo, cojo una barrita de incienso y la enciendo para purificar los malos olores.

Una vez termino, lo observo. No es mi mejor obra, pero podré dormir aquí al menos.