Partida Rol por web

La Decisión de Dumbledore

Conversaciones

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07/07/2014, 10:18
Silvanus Kettleburn

La tarde ha caido sobre Hogwarts, el sol ya no es tan potente como en la mañana lo que dota al Bosque tenebroso de un tono aun mas escabroso.

Encuentras al profesor Kettleburn en las lindes preparando la zona para el recibimiento de los nuevos reclutas. Aun puedes recordar tus primeras experiencias en el grupo. Las incursiones al bosque cuando no era tan peligroso, las guardias y todo lo nuevo que tenias por aprender.

Entre dientes silba una cancioncilla de los scouts que puedes reconocer.

 

Notas de juego

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09/07/2014, 17:48
Tracy Canterbury

Tracy observó al profesor Kettleburn por un momento, a la distancia, y sólo por un instante se preguntó si aquello era lo mejor que podía hacer al respecto. No detuvo, sin embargo, los pasos que la llevaban en su dirección como si fuese un astro siendo arrastrado por una gravedad inusitada hacia el centro de la galaxia. Su andar era silencioso por naturaleza, por entrenamiento, aún cuando no pretendiera en absoluto el sigilo. Menos lo pretendía ahora, cuando se acercaba directamente a un profesor militar que podía tomar aquello de modo suspicaz. Kettleburn sabía perfectamente de lo que era capaz Tracy, tras los años que llevaba viéndola en su labor como Scout. Bueno, quizás no, no sabía exactamente de lo que era capaz la Gryffindor. No del todo. Había cosas que Tracy no hacía, ni insinuaba sino era en el marco de su familia, aunque eran fragmentos que un ojo entrenado quizás podía adivinar.

Viendo la espalda del profesor, más cercano y preparando las cosas para los nuevos reclutas, la mente de Tracy volvió hacia atrás, hacia el momento en el cual había decidido unirse a los Scouts. Volvió a verse a sí misma a los once años, aquella niña bajo la feroz cascada de rizos y pecas, la frente y los ojos en alto tras haber sido seleccionada para Gryffindor. Había mirado al jefe de su casa una sola vez, antes de percibir en él lo que llevaba toda la vida percibiendo en su tío John. Trazas de disciplina en sus hombros, en la rigidez de su silencio, su mirada, su postura, la forma en la que los ojos como un instinto sagaz miraban a sus alrededores buscando el peligro, buscando el enemigo, asegurando a los suyos. Algo que también hacía su padre, Tim, y que en menor medida hacían Nicholas y William. Quizás por eso Kettleburn le había gustado desde un primer momento, quizás era que le recordaba a aquello que estaba perdiendo por primera vez en su vida. Quizás era que Tracy se sentía un poco fuera de su ambiente, tras una infancia rodeada de luchadores y verdades desgarradoras, y ahora compartiendo todo su día y su vida mayoritariamente con niños que vivían en castillos de cristal. Unirse a los Scouts había sido natural, casi no había sido una elección. Respetar a Kettleburn sí lo había sido, por supuesto, y eso sí había llevado tiempo.

Ya mucho más cerca, el silbido de la canción entró por los oídos de Tracy y atenazó por un instante su pecho. Había pasado mucho tiempo ya desde la primera vez que la había escuchado, y un poco menos desde que la había aprendido de memoria. Era curioso que pareciera una vida atrás, cuando el mundo muggle recién comenzaba a desperezarse y de repente había vuelto la guerra. Alguna vez su tío Nicholas le había contado que, al crecer, los recuerdos de la vida parecían distanciarse del presente orbitando en torno a momentos importantes. Momentos de felicidad, momentos traumáticos. Tracy no estaba segura de poder ponerle un nombre a ello, pero sentía que había transcurrido un siglo desde aquel primer momento con aquella canción. Si se lo contara a su padre, seguramente él la abrazaría y le besaría la frente. ¿Por qué no podía hacerlo ahora, estar aquí para hacerlo?

Porque aquí está Kettleburn, pensó Tracy mientras llegaba hacia el sitio donde ya debía anunciar su proximidad. Esto es el presente.

Sus labios comenzaron a silbar, acompañando a Kettleburn, como lo hace un mirlo imitando el canto de las otras aves. Era una buena forma de avisar de su presencia, así como de darle espacio al profesor para reaccionar. Una vez que lo hizo, Tracy levantó la mano en el saludo Scout.

Señor - saludó, una vez que los ojos del jefe Gryffindor se posaron sobre ella - Espero no molestarlo. Quisiera hablar con usted... pero, antes que nada, ¿puedo serle de alguna utilidad? - agregó, señalando la preparación que Kettleburn estaba llevando a cabo.

Era mejor así. Los Scout estaban hechos para servir y, quizás, esa era la mejor forma de empezar esta charla.

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10/07/2014, 12:45
Silvanus Kettleburn

Kettleburn se gira y te sonrie al acabar la cancion, da dos giros de varita y todo absolutamente se cambia de sitio y se combina para quedar ya dispuesto, aunque sabes que a Kettleburn le gusta hacer las cosas mas a lo muggle cuando se trata de este tipo de eventos y sabes que aun queda un rato para la presentacion, pero tus dudas se aclaran cuando hablan.

- No querida -dice aun sonriente- aunque me parece que yo si puedo ayudarte a ti. Me estabas buscando ¿no es asi?

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10/07/2014, 12:50
Yussuf Smith

Subes las escaleras que dan a la biblioteca. Tan magnifica como siempre, repleta de saberes con los que muchos muggles simplemente sueñan. En silencio y con ese aura que irradia estudio y concentracion. Libros vuelan por encima de las cabezas de los alumnos de 5º que preparan sus TIMOs. Los alumnos de 7º tienen una estancia a parte donde, por lo que conoces que te ha contado Yussuf, el ambiente es aun mas cerrado, casi como una cripta.

Este ultimo se encontraba en una habitacion a parte rellenando unos informes de las ultimas adquisiciones de Hogwarts.

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10/07/2014, 15:01
Tracy Canterbury

Tracy sonrió, pero cuando asintió ante sus palabras, ante que todo estaba bajo control, lo hizo de un modo tan serio que hablaba de un profundo sentido de responsabilidad.

Sí, así es - respondió, cerrando con uno o dos pasos la distancia hacia él - Y me alegra no interrumpirle, temía que fuera el caso. Aunque no sé si es exactamente ayuda lo que busco, señor.

Al estar ante su presencia, enderezó inconscientemente la espalda, cuadrando levemente los hombros como si aquella fuera su posición natural. Casi lo era, de hecho. Sólo que frente a algunas personas, aquello se exacerbaba hasta volverse notorio. Tracy miró a Kettleburn a los ojos, sin dubitación, manteniéndole la mirada como siempre. Como se la había mantenido, incluso cuando casi no había podido soportar el peso de la presencia del profesor el otro día.

Cuando hablé con usted el otro día, me fui de su clase con la impresión de que había sucedido algo en Hogwarts - comenzó la Gryffindor - Fue luego de eso que escuché los rumores de lo que había pasado, señor, con Dracons. Sobre todo, rumores de que fue realmente grave lo que le sucedió.

Tracy hizo una pausa. Quizás debería decirlo de otra manera. Quizás debería ser más sutil, quizás debería haberse acercado de otra forma. Pero las palabras no eran lo suyo, y tratar de darle vueltas generaría la suspicacia de un hombre que ya le había demostrado que no dudaría en intentar entrar en su mente. Tenía que ir a cara lavada, tal como le gustaba a ella. Se sentía cómoda con eso, y era lo mejor. Quizás. Esperaba que lo fuera.

- Al enterarme de ello… Entendí por qué me preguntó aquello el otro día. Y quiero ponerme a su disposición, señor – dijo Tracy, directamente. Su rostro absolutamente serio, su mirada absolutamente honesta – Tengo la intuición… No, sé con certeza, que un hombre como usted de ningún modo se quedaría de brazos cruzados frente a algo como esto. Y quiero serle útil si está investigando lo ocurrido – hizo una pausa. El brillo de sus ojos era valiente, consciente, decidido – En lo que sea necesario.

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11/07/2014, 00:45
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Cuando me dirigí a ver al profesor Yussuf lo hice un poco nervioso. No quería que notase que había nada raro en mí, o que sabía más de lo que decía, y en cierta forma me sentía traicionando su confianza.

Tras llamar a la puerta y esperar su consentimiento me asomé, realizando una pequeña inclinación de cabeza en señal de respeto.

- Buenos días. - Le dije.

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11/07/2014, 04:18
Yussuf Smith

El hombre asintio al tiempo que le dabas los buenos dias. Casi sin que te dijera nada sabias que te ofrecia el asiento que tenia a su diestra.

Dejo pasar dos minutos antes de comenzar a hablar.

- Buenos dias... ¿Que me quieres decir? ¿Me deseas buen dia o me dices que hace buen dia tanto si quiero como si no? O puede que quieras decir que en esta mañana concreta te sientes bien. O puede que me quieras decir que es un buen dia por ser bueno.

Levanta la mirada del manuscrito y la clava en tus ojos, aunque no de manera inquisitiva si no mas bien esperando una respuesta.

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11/07/2014, 22:36
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Ya que el hombre no había hablado me senté a su lado, y esperé el tiempo que hiciera falta a que respondiera. Que lo haría era algo claro, y estaba más que acostumbrado a venir a verle con tiempo.

Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al escuchar su respuesta antes de dar la mía con voz suave.

- También pueden ser varias de ellas. - Observé. - En este caso las tres primeras son correctas. - Comenté con tranquilidad. - Es cierto que le deseo un buen día, y también que desde el amanecer lo ha sido. Y me siento bien, porque en el equipo de Quidditch las cosas marchan mejor que nunca. - Expliqué encauzando la conversación. - Dentro de poco es el partido de Hufflepuff contra Slytherin, y aunque no sabemos si Dracons está castigado o de vacaciones parece que será interesante. Ahora tienen un nuevo capitán. - Expuse acercándome al tema en cuestión.

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11/07/2014, 22:48
Yussuf Smith

Yussuf inspira devolviendo la mirada al manuscrito al tiempo que anota.

- ¡Ah! Si, el señor Dracons... de manera un poco confidencial te dire que se ha visto obligado a ausentarse de Hogwarts durante un periodo de tiempo indefinido que... -enrolla el manuscrito y lo guarda en un estante ya dandote toda la atencion que sabes que es capaz de exteriorizar a ti- esperamos no sea muy extenso.

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11/07/2014, 22:58
Ingo Wunder Zeller-Stewart

A pesar de que no me gustaba mentir, ni mucho menos a alguien que me había ayudado a lo largo del tiempo, evité que mi mirada se tiñera de preocupación y fingí una ligera sorpresa. Mis ojos se abrieron ligeramente y tardé un par de segundos en contestar, viendo por dónde era adecuado salir.

- Vaya... - Musité. - No esperaba que el castigo por la pelea con Dietrich implicase expulsión temporal. - Comenté como si no supiera nada.

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11/07/2014, 23:31
Yussuf Smith

Yussuf se mesa la barba unos segundos.

- Yo no diria expulsion. Esta implica una oposicion a abandonar un recinto por parte del expulsado y no diria que el señor Dracons estuviera en contra de marcharse.

Te mira con sus pozos de saber filosofico.

- Tuvo un percance la noche pasada y ha necesitado ir a San Mungo. Nuestra querida señora Yellow tiene materiales, pero no tantos. Mas no te preocupes, en breves volvera.

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12/07/2014, 12:14
Silvanus Kettleburn

Su rostro se torna serio en un momento. Cierra los ojos al tiempo que suspira, hace aparecer un tronco junto a la hoguera y se sienta. Te hace un gesto para que le acompañes y comienza a hablar.

- Veras pequeña, confio por tu honor en que seras cuidadosa con lo que hablemos aqui ahora, se me ha dado orden desde la direccion de no hablar sobre esto con los alumnos, pero mi obligacion para con la Hermandad Mundial esta por encima del director Dippet y lo que es mas importante, la seguridad de los alumnos de Hogwarts.

Y aunque comprendo que no hay que organizar un revuelo entre los alumnos creo que al menos los scouts mas mayores debeis estar al tanto de la situacion para estar preparados y atentos.

El señor Dracons fue atacado de una manera brutal la pasada noche y ha sido hospitalizado en San Mungo de manera indefinida. Esta estable, pero aun no se sabe cuanto tardara en volver.

Te mira y puedes ver que no te miente, confia en ti.

- Aun no se ha encontrado al culpable del crimen, pero ahora mas que nunca es cuando nosotros, lo scouts, debemos estar mas atentos. Dudo que la tension politica muggle haya llegado a Hogwarts, pero no podemos descartar esa posibilidad... La verdad siento que te hayas enterado por terceros. Pensaba reuniros a los mayores dentro de dos noches para explicaroslo y... bueno, ya te lo he dicho, pero por tu honor que esto que te voy a decir justo ahora no debe salir del circulo scout, a nadie -recalca la ultima palabra- si se supiera me meteriais a mi en problemas muy gordos y alertariais al enemigo. La cuestion, os voy a autorizar a usar maldiciones de sangre.

Dice del tiron, parece que realmente le ha costado soltarlo y no es para menos. El uso de maldiciones de sangre es el equivalente muggle a usar municion de combate, hasta ahora solo estabais autorizados a usar hechizos de aprisionamiento, menos cuando vuestra vida corriera peligro, pero esto os daba carta blanca a defenderos con uñas y dientes si fuera necesario.

- Hasta que encontremos al culpable entraremos en estado de emergenia y recemos por que no haya mas ataques -pasa un brazo por tus hombros- a partir de hoy las guardias se haran por parejas y si alguno os encontrais en problemas realizad la señal de peligro...

Dice moviendo la varita y provocando unas chispas violetas que se mueven formando una flor de lis, simbolo scout.

- E iran lo mas rapido posible todos los scouts disponibles.

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13/07/2014, 01:47
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Al ver que la conversación marchaba por donde debía me sentí bien. No sabía si sacaría algo más de información que lo que ya sabíamos, pero al menos la cosa estaba encaminada. Aún sabiéndolo de antes, la confirmación de que se encontraba en San Mungo se me hizo difícil, sobre todo por el terrible peligro que implicaba para los que aún estábamos aquí si Riddle - o quien hubiera sido - quería hacer lo mismo con otros.

- ¿Qué fue lo que sucedió, profesor? - Le pregunté. - ¿Dietrich y él siguieron la pelea en privado? Si fue cosa de un hechizo tuvo que ser muy potente para que la señora Yellow no pudiera hacer lo necesario. - Reflexioné en voz alta.

- ¿Sabe si se le puede enviar una lechuza para darle ánimos? - Pregunté después. No era algo que fuese a hacer realmente, pero la respuesta a esa pregunta probablemente me daría más información sobre su estado.

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15/07/2014, 05:01
Tracy Canterbury
Sólo para el director

El profesor no tuvo que hacer más que un primer gesto para que Tracy asintiese, como obediencia o como agradecimiento, y lo siguiese al lugar invitado al lado de la hoguera. La espalda de la Gryffindor se mantenía erguida, los hombros cuadrados, no sólo por la presencia de Kettleburn sino por lo que creía haber intuido de la reacción del hombre. Ha tomado una decisión, pensaba Tracy, en aquellos escasos segundos en los cuales el silencio se levantó entre ellos, como el preludio de una tempestad hecha de palabras. Ha tomado una decisión, pensaba mientras sus ojos serios permanecían puestos en los de Kettleburn, azul como una noche perfilada por las llamas que parecían estallidos de hechizos. Y no es entrar en mi mente.

Sintió una oleada de respeto por aquel hombre, y una pequeña punzada de orgullo cuando comenzó a hablarle. Pero Tracy no dijo nada, ni manifestó ninguna de las dos cosas. Sólo, cuando Kettleburn habló de la confianza y de su honor, la Gryffindor asintió. No como asiente quien le da la razón a un loco, o quien intercala breves ajá ya veo en una conversación que no le interesa. No era un asentimiento de compromiso. Era un asentimiento de lo más profundo de un espíritu.

Me lo está contando, pensó Tracy mientras sus cejas se fruncían despacio, sus labios apretándose en una línea delgada casi desprovista de sangre, sin fingir una sorpresa que no sentía y demostrando la preocupación y determinación que sí había en su interior. Me lo está contando, pero no me está dando detalles de qué pasó con Dracons. ¿Acaso no lo sabe? ¿Cómo podía ser que no todos los profesores lo supieran, y más uno como él, jefe de una Casa, militar? Acaso no quiere decírmelo. Pero ya me está diciendo lo otro, ¿por qué no me diría eso? Sin embargo, creyó tener la respuesta casi de inmediato, cuando Kettleburn habló de las tensiones muggles, del enemigo y de usar...

Las cejas de Tracy se arquearon. No pudo hacer menos. La sangre saltó en sus venas como tocada por una chispa de fuego.

Hostia, sintió que le decían sus nervios, y el escalofrío que recorrió su espalda. Kettleburn estaba confirmando sus sospechas. La guerra.

Joder, hostia.

Pero aquello duró sólo un segundo, el segundo que una persona entrenada requeriría para reaccionar ante las noticias. ¿Acaso su padre no le había enseñado aquello? Él, y su tío Nicholas, en aquella carrera de obstáculos mágicos que jugaba desde que tenía memoria y en la cual las cosas pedían reacción en uno, dos, nunca llegaban a los tres segundos. Un segundo, tras el cual Tracy reaccionó como si llevara toda la vida preparándose para ese momento. Las cejas de la Gryffindor bajaron y ella asintió, asintió con entendimiento, asintió con aceptación, con una determinación compartida. En aquel momento, era difícil saber por qué brillaban más sus ojos, si por el reflejo del crepitar de la hoguera o por algún fuego interno ardiendo despacio en el interior de sus pupilas.

Tracy recibió el brazo en sus hombros como una medalla, adaptándose a él sin mediar un momento. Permaneció un instante mirando la flor de lis frente a ella, y volvió a asentir.

No defraudaré su confianza, señor, que me honra - comenzó, despacio - Por mi honor, por mi obligación para con la Hermandad - la Gryffindor giró hacia Kettleburn, sus ojos en los de él - y por respeto hacia mi líder. Y que lo que no digan mis palabras ahora, lo digan más adelante mis acciones.

Por un instante, Tracy sintió arder en su corazón el dolor de una lealtad dividida, una que la ataba a lo que había prometido a los demás en aquella sala, y otra que le ataba a Kettleburn, a los Scouts y a su juramento. ¿Era faltar a aquella el no decirle lo de Dumbledore? ¿Era acaso una traición no decirle todo lo que sabía? No, no lo es, pensó Tracy por un instante, mirando a la flor de lis que comenzaba a desvanecerse. No aún. Llegado el momento, quizás.

Honraré la autorización que nos otorga, y la utilizaré con prudencia, pero sin miedo - continuó, volviendo su mirada hacia él. Una mirada que no juzgaba, una mirada que asentía y compartía - Cuando escuché los rumores y la gravedad de lo sucedido con Dracons, que usted acaba de confirmar, creí... sí, creí que podía ser la guerra, señor. Creí que podía ser que estuviera intentando penetrar en Hogwarts, como parte de una estrategia militar. Como he entendido de lo que dice su libro, las ofensivas no son siempre directas y a veces no hay mejor forma que comenzar un ataque haciendo temblar al mayor bastión de defensa del enemigo.

Había un sesgo de entendimiento en los ojos de Tracy, uno que no condecía con su edad, y sólo había determinación en su voz.

- No podemos dejar que eso suceda. Tal como se lo diremos cuando haga la reunión, no dejaremos que eso suceda, señor - levantó una mano, apoyándola por un instante en la que le rodeaba los hombros y dando un apretón - Y si quiere prepararnos, si quiere entrenarnos o enseñarnos los hechizos que considere necesarios para ello - agregó, bajando la mano, para sacar su varita y apoyarla a la vista en su regazo -, tiene mi varita a su disposición. Y mi petición de que se sirva de ella. Aprenderé lo que haga falta.

Tracy no era mujer o niña de pronunciamientos o de confesiones, pero aquello Kettleburn ya lo sabía. Tampoco era persona de peticiones, ruegos o repeticiones. Acababa de pedir que le enseñara, y acababa de ofrecerse por si Kettleburn tenía alguna misión en mente. Claro, sólo que la Gryffindor no era buena con las palabras. No sabía comunicarse. Aunque estuviera determinada a ello con toda su alma. Aguardó suficiente tiempo para darle tiempo a contestar.

- ¿Sospechan de alguien? - preguntó luego, directamente, dando con ello un salto de fe. Ya había poca vuelta atrás - ¿Creen que ha entrado alguien del exterior a Hogwarts para hacerlo y se ha ido? O... nos enfrentamos a un enemigo que está entre nosotros - Tracy hizo una pausa, su rostro volviéndose una máscara de seriedad - Saberlo me parece importante... no, esencial para nuestra tarea.

Notas de juego

Tracy se refiere al libro Estrategia Militar, que han puesto en "Tablón de anuncios de Hogwarts" que fue escrito por Kettleburn. En otro lugar, hace un tiempo, puse que Tracy había leído sus libros. Me parece coherente, y bonito :)

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18/07/2014, 11:46
Yussuf Smith

El profesor te sonrie con su caracteristica parsimonia.

- No tranquilo, la pelea no tuvo que ver. -parecia que no estaba interesado en ahondar mucho mas en el tema- Pero tu nobleza de espiritu es encomiable. Puedes intentar mandarle una lechuza, pero ¡oh! ya sabes como son en esos sitios -te comenta con una media sonrisa- burocracia, burocracia y mas burocracia, puede que para cuando el señor Drancons reciba la lechuza ya este de vuelta. ¿Quien sabe?

Larga es la noche para el que yace despierto; larga es la milla para el que va cansado; larga es la vida para el necio que no conoce la verdadera ley.

Dictamina mas para si mismo que para ti.

Notas de juego

Perdona el retraso, no he tenido unos dias muy catolicos en el mundo real

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20/07/2014, 00:59
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Me sentí un poco mal cuando el hombre habló de mi nobleza de espíritu sin saber que le había mentido. Avergonzado, bajé durante un instante la mirada, lo justo para que no se notara nada raro antes de recomponerme.

- Lo intentaré, señor. - Resolví. - Alguien tiene que decirle a Dracons lo rápido que le han encontrado sustituto. - Dije después, como si aquello fuera de verdad importante. Y probablemente para Dracons lo sería. O al menos así sería para mí, si el equipo de Gryffindor encontraba tan rápido otro Guardián en caso de tener que ausentarme yo.

- Pero de todas formas... - Comencé luego. - Si no fue por la pelea, ¿qué es lo que le ha pasado, para tener que ir a San Mungo?

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20/07/2014, 11:08
Silvanus Kettleburn

El profesor Kettleburn te sonrie ante tus palabras, aunque se vuelve a apoyar sobre sus rodillas seriamente.

- No, no tenemos a ningun sospechoso y eso puede ser lo mas problematico y peligroso a la vez -te mira esperando que lo entiendas, aunque aclara de todos modos- vera, señorita Canterbury. Pese a lo que muchos alumnos puedan pensar los profesores de Hogwarts estamos aqui no por que nos haya tocado en una loteria el puesto si no por que hemos pasado alguna prueba o demostrado nuestra valía de alguna manera, aunque no todos los que trabajamos en Hogwarts quieran decir como lo demostraron.

Y por supuesto todos colaboramos aportando nuestro grano de arena a defender y cimentar bien la escuela. Lo cual quiere decir -indica con la cabeza al castillo- que esta protegida con los hechizos y defensas de muchisimos magos prestigiosos llegando incluso a los fundadores los cuales diseñaron el castillo no solo como escuela si no como fortaleza. El hecho de que alguien ajeno a Hogwarts haya logrado superar todas las defensas del castillo quiere decir que tiene mucho, mucho poder. Por otro lado las defensas parecen intactas despues de un primer reconocimiento, lo cual nos lleva a la otra linea de pensamiento. Lo ha hecho alguien de dentro de Hogwarts y que por lo tanto, sigue en el castillo. Ahora ¿Quien? ¿Hay algun alumno con tanto poder? y si es el caso ¿Como lo ha conseguido? la otra opcion es que haya sido un profesor, pero ya fueron nuestras varitas sometidas al hechizo Prior Incanto y no desvelo nada.

Asi que cualquier opcion, alumno encubierto u enemigo poderoso, es terrible. Por lo que de momento solo debeis ir con cuidado, vigilantes. Estar preparados*.

Al fondo comienza a escucharse el sonido de un monton de chiquillos que se aercaban.

- Bien señorita Canterbury, creo que nuestra charla finaliza por hoy. Marchese si tiene asuntos perentorios o quedese, como guste.

Efectua el saludo scout al tiempo que te sonrie.

Notas de juego

*Juego de palabras con el lema Scout "Be prepared"

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23/07/2014, 23:32
Yussuf Smith

Puedes notar que el profesor cierra los ojos unos instantes y cuando parece que te va a responder aparece una alumna por la puerta, por su maquillaje lugubre y su gran... personalidad, puedes reconocerla de la clase de CCM. Es la Lestrange, Astrid.

- Perdon, puedo volver en otro momento.

Se excusa al ver a Ingo a quien saluda con un asentimiento de cabeza.

- No, tranquila, no interrumpes nada, dime ¿que ocurre?

- Estaba buscando el ejemplar de "Cuentos de Bosque para jovenes elfos domesticos" ¿Que lo han prestado?

El profesor se gira hacia Ingo.

- Ya continuaremos hablando en otro momento Sr. Wunder, pero ya le digo que no tiene motivos para aflijirse por el tema que le ronda la cabeza. Descanse, estudie y centrese en el colegio -se gira hacia Astrid y le dedica una media sonrisa- porfavor Srta. Lestrange, acompañeme, deben de haberlo dejado en otro sitio por que no esta prestado.

Ves como ambos salen de la sala, aunque aun Astrid te dedica una leve despedida.

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26/07/2014, 21:33
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Sentía mi corazón latir con fuerza mientras, expectante, aguardaba el momento de su respuesta. Sin embargo, cuando justo en el momento en que iba a hablar y yo a obtener la preciada información que había venido a buscar la alegría se transformó en sorpresa y frustración. ¿En serio era necesario que llegase justo ahora?

Traté de que no se me notase nada cuando ella me saludó y le devolví el gesto, esperando que se marchase cuanto antes. Sin embargo al ver que era el profesor el que se iba con ella una sensación de fastidio inundó mi pecho. Todo sería más fácil si pudiéramos ir con la verdad por delante, y no tuviésemos que andar con frases veladas y engaños. Pero no podía decirle a mi mentor lo que estábamos haciendo por las noches sin traicionar la lealtad de Dumbledore.

Un pequeño suspiro salió de mi garganta mientras ellos se iban, y con un nuevo gesto me despedí de ambos. - Adiós. - Dije por lo bajo, tentado de aprovechar para curiosear las cosas del profesor. Sin embargo no iba a rebasar esa línea. Era su intimidad, y las posibilidades de encontrar algo relevante eran escasas. De modo que me marché, descartando por completo volver a hablar con él sobre esto pronto al no tener una nueva excusa para ello.

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14/09/2014, 18:37
Helene Ravens

Después de la intensa clase del Club de Duelo, Helene se hizo la remolona reajustándose las ropas, repeinándose, recogiendo y reorganizando sus cosas esperando a que la sala fuese vaciándose y poder interceptar a Tracy para poder concederle al fin esa charla que sus ojos tanto le exigían; la misma que las entrañas, corazón y mente de Helene habían acordado acudir.

Evito la cautivadora mirada de Alan intencionadamente, sabía que si él lograba ofrecerle con su habitual mirada cómplice, amistosa y confortable que se fuesen juntos del club de duelo, probablemente a buscar alguna venda que disimulara los cortes que el Diffindo de Alan le habían abierto en su piel, no sabría ni querría negarse. Es más, encontraría en ello una excusa para posponer aquella inevitable reunión.

Se acercó a la Gryffindor con la cabeza bien alta, aparentemente firme y segura como su imagen clamaba y con una sonrisa que manifestaba tenerlo todo bajo control, como su reputación exigía.

- Has estado estupenda. – saludó con completa franqueza – Otras no hemos tenido tanta suerte. – dijo señalándose una mejilla que había salido perjudicada por culpa de su último error al conjurar su Aquascuutum.

¿Suerte? Se planteó al procesar sus propias palabras No es cuestión de suerte Helene. Se recordó inevitablemente con la voz de su padre pues era una de sus frases más recurrentes en sus entrenamientos. 

Notas de juego

He descubierto esta escena, disculpad si no debería ir aquí o si Tracy está en otros asuntos.