Partida Rol por web

La Decisión de Dumbledore

Dumbledore, el partido y algo más

Cargando editor
20/12/2014, 00:56
Director
Sólo para el director

Libre de su pesada carga, tanto física como mental, Coot regresa por el mismo sitio sin entretenerse aunque sin tantas prisas como antes. No parece advertir que hay nuevas y sutiles huellas al lado de las suyas, llegando a la cabaña y cruzando de nuevo la puerta y el pasillo.

Cargando editor
20/12/2014, 12:52
Elizabeth Deacon

Las palabras del hombre suenan como martillazos en el interior de mi ya agotado cerebro. Por un momento me siento por completo incapaz de respirar, como si el camino a mis pulmones se hubiera obstruido por completo. A mi alrededor no veo absolutamente a nadie... ¿y si tanto Battletower como Canterbury se han marchado? ¿y si me encuentro absolutamente sola frente a ese hombre? ¿cómo podía saberlo?

Una reminiscencia del dolor que sentí cuando vi a esa horrible calavera devorándome el rostro hace que lleve una mano involuntariamente hacia mi boca para contener las ganas de gritar, o incluso de vomitar, ya que una ligera nausea se ha instalado igualmente en mi estomago. ¿Cómo nos ha descubierto? ¿Nos ha oído? ¿Tenía algún hechizo pensado para detectarnos?

Me veo obligada a revisar todos los sueños que he tenido, todas las veces que en este tiempo he mirado las cartas, o incluso trato de recordar la posición de los astros para tratar de encontrar algún signo, por mínimo que sea, que presagie una posible tragedia, pero mi mente parece empeñada en no obedecerme, como si fuera un pájaro hipnotizado ante la mirada de la serpiente que se dispone a devorarle.

Sé, con dolorosa lucidez, que yo soy incapaz de escapar. Mi constitución física, sumada a mi cansancio actual, eliminan cualquier vestigio de esperanza. Y tampoco me veo capaz de enfrentarme a ese hombre en un duelo de magia. Con envidia, me doy cuenta de que, probablemente, la Gryffindor, si es que aún está aquí, no esté sintiendo ningún temor, sino únicamente una ridícula ira justiciera contra ese hombre; y Battletower es lo suficientemente inteligente como para encontrar una salida incluso de este atolladero.

La única que es totalmente inútil soy yo. Me muerdo brevemente los labios para tratar de controlar el temblor de mi voz, y avanzo unos pocos pasos hacia el frente, apoyándome en los distintos árboles porque me encuentro demasiado cansada y atemorizada como para sostenerme por mí misma. Y con la sensación de estar firmando mi sentencia de muerte, digo en alto: -Estoy aquí.

No sé que es lo que han hecho o van a hacer mis compañeras, pero yo no puedo hacer otra cosa que obedecer, y confiar en que las palabras puedan salvarme. -Le pido disculpas, tanto en mi nombre como en el de nuestro amigo común. Le aseguro que no era nuestra intención espiarle- mi voz tiembla ligeramente, a pesar de que estoy empleando todo mi esfuerzo para controlarme. Tengo la sensación de que como esto dure mucho tiempo voy a acabar sufriendo una crisis de histeria -Teníamos todavía algunas dudas acerca de la lealtad de nuestro mensajero, así que queríamos asegurarnos de que la entrega se realizaba con éxito. Espero que perdone que hayamos tenido que recurrir a estos subterfugios.

Ahora, solo falta comprobar si el desconocido me ha creído o no. Nunca había sentido tanto miedo en la vida, y puedo notar como el corazón me late desbocadamente dentro del pecho.

- Tiradas (1)

Motivo: Embaucar

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+2)=10

Notas de juego

He supuesto que embaucar va con comunicación, pero si no es así a lo mejor hay que cambiar el bonificador.

Cargando editor
20/12/2014, 17:16
Alice Battletower

Una sonrisa fácil se había instalado en mis labios con las últimas palabras de Tom y mi mente ya estaba dándole vueltas a qué libros podría llevar para impresionarlo. Sin embargo, algo me sacó de mis pensamientos. Durante ese instante en que el público parece congelarse me di cuenta de que algo había sucedido. Vi a Alphard con la snitch en la mano y mis ojos buscaron inmediatamente a Alan, quien yo pensaba que la había cogido antes. Al ver sus movimientos y la varita en la mano del Slytherin mi ceño se frunció levemente mientras mis labios se entreabrían con una enorme decepción.

Siempre había pensado que Alphard Black era un caballero. Educado, gentil, amable, siempre apropiado. Un ejemplo para otros de mis compañeros que se portaban como bestias sin educar. Pero no me habría esperado que también fuese un tramposo.

- Oh, vaya. ¿Por qué habrá hecho eso? - Pregunté, entre sorprendida y decepcionada, mientras pestañeaba y apartaba la mirada del campo para detenerla sobre Tom. - ¿Realmente creería que nadie se daría cuenta? Siendo el nuevo capitán debería dar un mejor ejemplo. Esto aumentará las divisiones entre Casas. - Añadí, arrugando la nariz ante esa idea.

Durante un momento la misión y todo lo que la rodeaba había quedado apartado a un segundo plano en mi mente. Me preguntaba si habría algo en las intenciones de Alphard que yo no era capaz de ver a simple vista, si habría un motivo para lo que había hecho. Prefería pensar eso a creer que su honor era tan sólo una fachada. Sin embargo, me iba a ser difícil no mirarlo de otra forma a partir de entonces.

Cargando editor
20/12/2014, 22:14
Tracy Canterbury

Tracy parpadeó, asimilando la relevación que había tenido en un instante, mientras sus músculos se tensaban hasta hacerse piedras azuzadas por la adrenalina y el odio. Y justo luego de un segundo, que pareció eterno, el hombre por fin habló.

Sus gestos de antes, sí, era un Homenum Revelio. No está arriesgando por arriesgar, no es un farol.

Piensa, Tracy. Piensa.

La Gryffindor entrecerró los ojos mientras, alrededor de su varita, los nudillos se le volvían blancos. Sentía en las venas el instinto que gritaba revélate, revélate, revélate y ataca, ataca ataca, porque eso era exactamente lo que debía hacerse frente a aquel hombre, y era también exactamente lo que quería hacer. Sin embargo, se forzó a hacer lo que su padre hubiera hecho en ese momento: a pensar. Porque en aquella situación no estaba únicamente ella en juego, sino también Elizabeth y Charlotte. A ninguna de las cuales podía ver, ni oler, y de las cuales no estaba segura de si se habían ido o habían decidido permanecer.

¿Cómo estar segura, para decidir qué hacer? Los latidos le retumbaban en el pecho, intensos y vibrantes, pero firmes como la mano que empuñaba su varita. Sus ojos se dirigieron inmediatamente a la tierra a su alrededor, intentando identificar alguna huella que se alejara del lugar y que le diera la pauta de la marcha de al menos una, probablemente Charlotte. Su cabeza estalló en pensamientos a los gritos, dentro de los cuales uno comenzó a repetirse como mantra. Tracy lo oía mientras identificaba lo que le parecía que era la tenue marca de un par de huellas que iban tras Anthony.

El Homenum revelio dice si hay o no. Quizás dice cuántos hay. Creo que nada dice de dónde están. Pero ha hablado en plural, por lo cual debe saber a ciencia cierta que al menos somos dos. Y si sabe eso, si una habla y la otra no habrá grandes problemas. Pero si lo que sabe es eso y no nos puede ubicar, sus amenazas son únicamente una forma de simular prender fuego el suelo a nuestro alrededor y esperar sentado a que nos decidamos a salir y darnos a conocer. Si no, hubiera guardado silencio y nos hubiera atacado de otra manera, sin hablar.

A Tracy la espalda le tiraba de odio cuando llegó a la más alejada de su deseado curso de acción: el de guardar silencio y sólo darse a conocer si era necesario defender. Sin embargo, antes que pudiera evitarlo -aunque, realmente, ¿cómo lo evitaría siendo la otra también invisible-, Elizabeth dio un paso adelante y habló.

Elizabeth, ¡idiota! Joder. joder, joder, joder.

Con ello, la Slytherin sentenció el curso de acción de la Gryffindor. Ahora no podía darse a conocer. Ahora tenía que ganar toda la ventaja posible que pudiera sobre el hombre, preparándose para si atacaba a Elizabeth. Tracy levantó la varita, sus ojos vueltos dos abismos de odio y determinación, y preparó su cuerpo para correr y a su hechizo en la punta de la lengua. Esperando. Porque el hombre se daría cuenta rápido que Elizabeth en sus palabras sólo se refería a ella, como si estuviera sola en ello, cuando él con su hechizo había identificado mínimo a una más. Porque si se hacía visible ahora mismo sus ojos, y su voz, dirían exactamente lo contrario a lo que la Slytherin intentaba venderle. Elizabeth le había dejado pocas opciones, por no decir nulas, y tenía que aprovecharlas a su máximo si quería tener la posibilidad de evitar algo fatal.

Lanzar un hechizo de buenas a primeras no sólo podía significar la muerte de alguien, que quizás fuera ella misma como Elizabeth o Charlotte. Y podía significar que perdieran todo rastro de información de ese hombre, que pudiera servir para destrozar la estructura a la que estaba sirviendo o de la cual era amo y señor.

Cargando editor
20/12/2014, 22:44
Tracy Canterbury
Sólo para el director

Notas de juego

Bueno, vamos con las ideas:

1) Tracy no va a moverse por lo pronto, para no dejar huellas o sonidos que puedan hacer que el otro la encuentre. Si pudiera hacerlo, avanzaría junto con Elizabeth y se pondría a su espalda, para estar a tiro de hacerle un Protego u otro tipo de escudo si el hombre la ataca.

2) El hechizo que tiene en la punta de la lengua es Impedimenta. Su idea es esperar, a pesar que no quiere hacerlo, hasta el último momento posible para ver qué hace el hombre o si puede ser utilizado para (con información sobre él) llegar a su grupo y destruirlo desde adentro. Por supuesto, Tracy piensa que eso deberían hacerlo los Auror, y quiere ser capaz de poder entregarle a este hombre o a cualquier información que le saquen a su padre y sus tíos.

3) Otra posibilidad es la lucha cuerpo a cuerpo. Tracy podría intentar un Expelliarmus de facto tirándosele encima y forcejeando con él. Sería gracioso de ver XD Si intenta hacerle algo físico a Elizabeth, Tracy lo considerará seriamente.

Espero que el post sirva de algo :)

Cargando editor
21/12/2014, 16:07
Alphard Black

Lanzo el hechizo y me estiro para agarrar la pelota dorada, -La tengo- una sonrisa aparece en mi cara a la vez que elevo la mano para enseñarla a todos. La mirada que lanzo a mi alrededor me dice varias cosas. La primera es que los huffies están enfadados y Coot no está nada contento con lo que 'le ha pasado', me encojo de hombros mientras le hago un gesto con las cejas de "se siente"; la segunda es que no he guardado la varita lo suficiente y me han pillado, lo que se traduce en que los tejones tendrán un lanzamiento adicional para desempatar el partido -Una lástima, pero creo que he ganado más puntos fuera de la pista que dentro de ella-.

Me aseguro de devolver la varita a su lugar y mi mirada se pasea por las gradas de slytherin con una sonrisa que ahora es de superioridad; intento dar a entender que nos están estafando, que ni siquiera quieren permitir que empatemos y que se sacan de la manga una falta para hacernos perder. Al final meneo la cabeza como diciendo que es inútil reclamar nada pues todo está decidido y cierro el puño alrededor de la snitch haciendo ver que eso es lo que cuenta. Entonces me dirijo hacia donde está mi equipo para esperar el resultado de ese tiro adicional.

- No saben qué hacer para que no destaquemos en nada... - les comento a mis compañeros con pesar en la voz.

Notas de juego

Quisiera saber cómo están las caras de mis queridos compañeros de casa con este atraco sufrido, por supuesto me interesa especialmente Riddle   n__n

Cargando editor
21/12/2014, 17:41
Helene Ravens

La snitch se encontraba atrapada en el puño del capitán de las Serpientes y ello implicaba que el partido acababa de complicarse, se había llegado a un empate, 220 puntos legítimos, contra 220 algo turbios que, aun así, solo pretendían ser compensados con un lanzamiento. Un empate que en la cabeza de Helene se traducía como una restitución a cero, pero con ambos equipos desgastados.

Sonrió ante esa idea nada más ver la varita de Alphard, el esfuerzo acumulado podía ser una carga para otro equipo pero jamás para un Hufflepuff, al contrario, para un Hufflepuff era revitalizante. Dirigió su mirada al árbitro esperando ver el movimiento de sus labios llamar a Martin que se encargara de la falta, y, sin embargo, su sonrisa confiada fue apagándose y borrándose paulatinamente conforme el brazo del árbitro se alargaba en su dirección para terminar de caerse el mundo sobre los hombros cuando su dedo índice se disparó como un resorte para señalarla.

Todo a su alrededor perdió el color, todo salvo ese dedo sentenciador, y sintió como su sangre se helaba, convirtiendo sus venas en glaciales que le cortaban y desgarraban la piel desde dentro y sin embargo, su corazón seguía bombeando, cada vez más rápido, hacia unos flujos inexistentes.

Todo en su interior le dolía, pero en su exterior su palidez habitual no mostro ninguna mutación, y si lo hizo fue inapreciable por quien no hubiese estudiado su piel durante años para conocer el tono exacto de blanco que la vestía.

Helene se desplazo hasta su posición, centrada en la mitad correspondiente a los aros de las serpientes en el estadio oval; luego observó como los Guardianes de las serpientes señalados por el árbitro tomaban también su posición y en cuanto se le entregó la Quaffle su corazón se detuvo, solo un instante, en el preciso momento en que el balón rojizo asentaba su peso en sus manos; y luego, el hielo de sus venas se deshizo.

Si puedes, hazlo. -  se recordó y lanzó la bola. 

- Tiradas (1)

Motivo: Lanzar Quaffle = Destreza + Atletismo + 1 x especialización + 3 (gastando un punto de confianza)

Tirada: 1d10

Dificultad: 9+

Resultado: 8(+8)=16 (Exito)

Cargando editor
21/12/2014, 22:10
Alan Coot

Me mantuve como pude en la escoba, no era nada manejarla usando solo las muñecas, pero al final lo conseguí. por culpa del hechizo de Alphard no podía casi moverme. Era como si las ropas se hubiesen vuelto de piedra. Miré en su dirección, fulminándolo. Había conseguido la pelota dorada haciendo trampas. No estaba permitido usar varitas y las serpientes las habían usado las dos veces que estaba a punto de coger la snitch. La primera tal vez hubiera sido un accidente, pero esta vez estaba muy claro que no.

No había algo que más detestase que los tramposos. Me gustaba ganar, lo daba todo. Siempre. Pero jamás haría trampas y menos una tan sucia como aquella. Si aquello fuese un partido profesional habrían expulsado a Alphard, tal vez incluso nos hubieran dado por ganadores. Pero no, nuestra jefa de casa había decidido concederles aquellos injustos 150 puntos a cambio únicamente de 10 posibles puntos. ¿En qué estaría pensando? Sacar la varita en el partida está claramente prohibido, mucho más usarla.

Estaba tan cabreado que por un momento se me olvidó el asunto de Anthony. Miré hacia Helene, ella se iba a encargar del disparo. Asentí, dedicándole una sonrisa llena de confianza. Tampoco hacer mucho más, no podía separar los brazos de la escoba. Tu puedes, Helene. Hasta ahora lo has hecho genial! luego iremos a buscar a Anthony y celebraremos la victoria.

Cargando editor
21/12/2014, 23:35
Aquel que no conocéis

La atención de enmascarado se centra inmediatamente en el punto de donde proviene la voz de Elizabeth, entrecerrando un poco los ojos mientras la deja explicarse. Al terminar esta, esboza una sonrisa que no sois capaces de ver y da un par de aplausos. Todo ello sin dejar de controlar en todo momento la varita.

-Convincente, realmente convincente. Quizás debieras mejorar algo ese titubeo querida, pero has estado muy bien. Realmente podrías haberme engañado, pero como ya le explique a tu "supuesto" amigo, me encontraría con el solo si respetaba mis reglas. Y las reglas eran venir solo, sin acompañantes, así como otro detalle sin importancia. De modo no eres una de sus amiguitas, pero si estás aquí es porque tienes cierto interés en sus tratos. -deduce sin dificultades.- Una rival, lo más seguro, alguien que busca pruebas para desacreditarlo. ¿Me equivoco?

Da otra cala a su pipa y se ajusta un poco la capa, con total calma, como si toda esta conversación estuviera ocurriendo en una tranquila sala de baile entre personas de bien y no en un peligroso bosque con dos que mantienen oculta su identidad.

-Se que te acompañan -sentencia súbitamente- y espero que no se les ocurra hacer ninguna tontería. Me he peleado con cosas peores que unos chiquillos y no quisiera tener que haceros daño...como al último.

Cargando editor
21/12/2014, 23:36
Director

Notas de juego

No te engañan sus modales ni su pose relajada, es un depredador, estas segura de que por su mente pasan ideas de como neutralizar la potencial amenaza que sois y las múltiples maneras que hay de huir. Sin embargo, no parece que le interese combatir a menos que sea del todo necesario.

Cargando editor
21/12/2014, 23:49
Director

Un rugido de éxtasis capaz de tirar abajo edificios invade las tribunas cuando la quaffle se cuela limpiamente por el aro izquierdo sin que el guardián pueda hacer nada por evitarlo. Como una marea colosal que lo arrasa todo a su paso, la gente se levanta, salta y se abraza con verdadera alegría. Por unos instantes parece que os encontráis a finales de curso, en plena final...no, esto es incluso mejor.

Y todo por la trampa de Alphard. Después de un ataque tan sucio todas las Casas habrían pagado para evitar que Slytherin ganase este partido y ahora que ha ocurrido poco importa que sea Hufflepuff quien se haya llevado la victoria. Gryffindor y Ravenclaw aplauden hasta que sus manos duelen y es evidente que su intención es tratar a los tejones como auténticos héroes, incluso si no son de su casa. Solo el sitio de las serpientes permanece mudo, como es de esperar, aunque no se ven muchas caras agridulces; se han ganado muchos puntos hoy, a pesar de la derrota. 

Cargando editor
22/12/2014, 00:18
Tom Sorvolo Riddle

La gente se mueve al unísono como una fila de hormigas, pero totalmente carente de la coordinación de estas, con lo que enseguida se forman atascos mientras todos tratan de bajar a saludar a los héroes del día. Entre eso y la algarabía Tom desiste de intentar hablar y te pide que lo sigas mientras se abre hueco como puede. Una vez fuera del campo todo es más tranquilo, lo cual es evidente que le agrada. Es entonces cuando responde a tu pregunta.

-De seguro es por la presión. Nuevo capitán, novato en el equipo, primer partido y para añadir algo más, contra Hufflepuff. No es de extrañar que quisiera la victoria a toda costa, incluso si eso significa...

Unos pasos a su espalda le hacen girarse, dejando ver a Dietrich Lestrange. Este se acerca, tratando de evitar el contacto visual contigo, así como con Tom. Algo incomodo, remueve un pie mientras dice:

-Deberíamos volver a la Sala Común antes de que se llene.

Tom asiente y se separa de ti.

-Tengo que irme. Nos vemos. -y se marcha, no sin antes tomar tu mano y depositar en ella un delicado beso.

Cargando editor
22/12/2014, 00:25
Deirdre Sloan

La gente se mueve al unísono como una fila de hormigas, pero totalmente carente de la coordinación de estas, con lo que enseguida se forman atascos mientras todos tratan de bajar a saludar a los héroes del día. Entre eso y la algarabía ella desiste de intentar hablar y te agarra del brazo mientras se abre paso entre la gente con sorprendente facilidad. Una vez fuera del campo todo es más tranquilo, lo cual es evidente que le agrada. Puedes ver como Tom ha tomado el mismo ejemplo con Alice, aunque son prontamente interrumpidos por Dietrich, quien se lleva a Tom en dirección al castillo.

-Ha..acabado -dice con la cara totalmente roja tras haberse desahogado a gusto por la victoria de Hufflepuff.- Ahora...tienes que explicármelo todo.

Cargando editor
22/12/2014, 00:29
Director

Tus compañeros muestran una gama de emociones variada, desde la furia hasta el abatimiento, algo completamente normal por la victoria de los tejones. Descendiendo al campo, se apresuran a entrar en los vestuarios, pues allí llega mucho menos el ruido de todo el colegio volcado a felicitar a sus héroes. Antes de pasar, podrías jurar que notas la dura mirada de la profesora Farewell quemándote la nuca.

Nadie se anima a hablar. Por una parte, entienden perfectamente lo que has hecho, es parte del espíritu de la propia Casa, obtener lo que uno desea haciendo uso de todos los métodos posibles. Pero por otro lado, el quidditch es un deporte de caballeros y aunque siempre ha habido y habrá juego sucio, el uso de la varita es algo realmente deshonroso. Si esto fuera un partido más serio sabes que había existido la posibilidad de descalificación automática. Cierto, esas situaciones pueden contarse con los dedos de una mano, pero si hubiese sido el partido final del curso no dudas que Farewell lo hubiera tenido muy en cuenta.

Las palabras de Caitlyn Nibbles te hacen salir del trance en el que estabas sumido.

-Lo has hecho bien capitán. Solo procura no repetir esto demasiadas veces -dice con amabilidad y una leve sonrisa, antes de desaparecer en su vestuario.

Cargando editor
22/12/2014, 00:48
Director

Lo has conseguido. ¡Lo has conseguido! Casi parece un sueño hasta que el abrazo conjunto de todo el equipo te quita todo el aire de los pulmones y te obliga a volver a la realidad. Una realidad tan bella que en cierto modo te preguntas si realmente no lo estarás soñando todo. Todo el equipo te felicita por ese magnifico tanto, por engañar al guardián de manera tan magistral y colar la pelota por el aro opuesto. Tu nombre flota en el aire desde las gradas, trayendo consigo el dulce aroma de la victoria.

Contentos y exhaustos, vuelven a los vestuarios rápidamente para cambiarse y poder disfrutar de las ovaciones del publico, así como la fiesta que seguro planean en estos momentos vuestros compañeros de Casa.

Cargando editor
22/12/2014, 00:56
Brunhilda Farewell

Mientras todo el equipo felicita a Helene por su magnífico tanto (sin casi dejarla respirar), la profesora parece haber leído una parte de tus pensamientos y tan pronto como vuestros pies tocan tierra se acerca a ti, contenta, pero aún guardando en su mirada una irritación que se dispara cada vez que se cruza con un Slytherin.

-Se que no te ha parecido justo -dice sin tapujos y su tono deja claro que no se está excusando- y si quieres hablar sobre ello estaré en mi despacho.

Notas de juego

Ahora ya eres libre de ir a por tu hermanito, pero recuerda que las fans enloquecidas te buscan xD.

Cargando editor
22/12/2014, 15:18
Alice Battletower

No pude evitar aplaudir cuando la bola entró por el aro de Slytherin. No porque el partido me importase lo más mínimo, pues aunque prefería que ganase Hufflepuff ya que allí jugaban mis amigos, no me parecía algo tan relevante. Lo que sí me lo pareció fue la expresión de Helene cuando la señalaron para tirar la falta. No tenía que aguzar demasiado los ojos para entender su expresión corporal y cómo, una vez más, mi amiga se sentía demasiado abrumada por la responsabilidad que le cargaban. 

Verla tener éxito en algo que en el fondo de su corazón le importaba más que el futuro que querían construirle y además en una situación tan complicada y siendo su primer partido en el equipo fue lo que me emocionó lo suficiente como para que mis manos se juntasen una y otra vez mientras una sonrisa se dibujaba en mis labios. Al menos hasta que me hice consciente del lugar donde estaba, sentada en la grada de Slytherin. Entonces detuve el movimiento y dejé caer mis manos, mirando a mi alrededor para comprobar si muchas miradas de odio se habían dirigido hacia mí, o si por el contrario, mi gesto había pasado desapercibido.

Noté entonces las señas de Tom y lo seguí hacia el exterior del estadio atravesando la multitud que se apiñaba de forma agobiante. Cuando por fin pudimos respirar suspiré aliviada y lo miré mientras escuchaba su respuesta con atención. Casi maldije cuando Dietrich nos interrumpió y Tom dejó a medias lo que parecía la frase más importante. - Si significa... ¿qué? - Mi curiosidad empezó a cosquillear, pero la contuve y no insistí. 

Me obligué a dedicar una sonrisa a ese chico que me parecía horrible a pesar de saber muy poco de él y después asentí a las palabras de Tom. - Claro. Nos vemos, Tom. - Respondí mientras tomaba mi mano para besarla, haciendo que mis mejillas se sonrojasen una vez más.

Contemplé su espalda mientras se marchaba, con una sonrisa tonta en el rostro y sintiendo un cosquilleo en el lugar donde sus labios habían rozado mi mano. Finalmente, tras varios segundos, un suspiro largo salió de mi pecho y sacudí la cabeza, tratando de apartar a Tom de ella. O al menos la faceta de Tom que hacía que mis mejillas se arrebolasen y la curiosidad aguijonease mi estómago.

Me pregunté entonces cómo le habría ido al resto. ¿Habrían conseguido detener al hermano de Alan? Me mordí el labio mientras metía la mano en el bolsillo y rozaba el espejo con la punta de los dedos. No sabía si usarlo podría hacer que se delatasen, o delatarme a mí, así que por el momento no lo saqué. Suponía que Helene y Alan estarían muy ocupados celebrando con el equipo. Dudaba que pudieran escaquearse, aunque seguro que Alan lo intentaba. Y de lo que más ganas tenía era de encontrar a Charlotte, pero no tenía ni idea de dónde podría estar. Ni ella, ni ninguno de los otros y menos con la marabunta de gente que salía del estadio. 

Pero había algo que sí quería hacer: hablar con Jem. Así que empecé a buscarlo entre la multitud, intentando localizarlo a él o a alguno de su clase. Y en caso de no encontrarlo por allí, iría hacia el colegio para buscarlo en la Sala Común.

Cargando editor
22/12/2014, 19:07
Jem Battletower

No es fácil encontrarlo entre toda la gente, pero finalmente lo localizas con su grupo de amigos habituales, los cuales comentan alegremente los pormenores del partido y ya se permiten soñar con las posibilidades de cada Casa en la lucha por la copa. Antes de que puedas llamar su atención el mismo se percata de tu presencia por un rabillo del ojo, cortando casi en seco las risas que mantenía hasta hace unos segundos. Tras excusarse y prometer que se encontrarán en la Sala Común se planta ante ti con aspecto de no estar demasiado contento.

-¿Que quieres preguntarme?

Notas de juego

Por cierto, alguno de los Slytherin te ha mirado mal, pero la mayoría estaban pendientes del partido.

Cargando editor
22/12/2014, 19:33
Alice Battletower

En cuanto me quedé a solas con Jem le sonreí, tratando de suavizar su sequedad. - Ey, Jem. - Le saludé, revolviéndole el pelo como solía hacer siempre en casa. - Antes te noté un poco tenso y me quedé preocupada. ¿Ha pasado algo? ¿Va todo bien? - Pregunté, ladeando la cabeza y escrutando su rostro. - Me pareció que el chico que iba conmigo no te gustaba demasiado...

Cargando editor
22/12/2014, 20:28
Jem Battletower

Su rostro se suaviza algo con la caricia, pero todavía parece estar lejos de mostrar su cara más tranquila. Hay algo de reticencia a responder aunque finalmente comienza a hablar.

-Claro que me molesta, hermana. ¿No has oído los rumores sobre él? -entonces pone los ojos en blanco, como si se lo esperara- No, seguro que no. Si no estuvieras todo el día en la biblioteca...