Partida Rol por web

London by Night: Crimson Nights

[Prólogo] Written Tears (Morgana Clay)

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26/03/2019, 21:49
Narrador

31 de Agosto de 1888

El día había empezado con la misma monotonía que los que has ido dejando atrás, encerrada en tu cuarto, escribiendo en tu cuaderno, ignorando los continuos intentos de tu padre por agasajar a una hija que siente que ha perdido. En tu puerta se empiezan a amontonar cajas con algunos regalos que no has querido recibir, pero que representan la ilusión de una persona por volver a un tiempo pasado que, sin ninguna duda, fue mejor. Como un reflejo en un estanque golpeado por una piedra quedan esos momentos en los que fuiste feliz, donde las princesas y los príncipes azules tenían cabida, donde la inocencia de una niña empatizaba con el necesitado y señalaba al malvado. Hoy todo eso ha cambiado, la mano que lanza la piedra al estanque de tu recuerdo, la presencia que se ha llevado la inocencia y te ha enseñado, por las malas, que los príncipes azules no existen, es la misma que se afana en tratar de levantar, aún más alto, el muro existente entre tú familia y tú.

Tu hermano ha sido el eje de la familia desde el mismo momento en el que nació hasta que desapareciste, aunque no recuerdas absolutamente nada de lo que pudo llegar a pasar, esos pocos días en los que permaneciste desaparecida, tu padre se dio cuenta de la injusticia que habías estado viviendo. Recorrió casi toda la ciudad, buscándote, tratando de encontrar a lo único que le quedaba de su amada, difunta esposa y encontrarte fue el mejor regalo que jamás pudo haber recibido. Pese a que no vas a perdonar, así de fácil, tanto tiempo en el ostracismo familiar, y pese a la dificultad que atañe que no salgas apenas de tu cuarto, el hombre trata de encontrar su hueco en tu vida. Tu hermano no es de la misma pasta que tu madrastra. Desde bien pequeño ha tratado de llegar a ti, aunque las continuas comparaciones que hacía tu madrastra te obligaban a verle como un competidor, eso sin contar que en un mundo de hombres, tener un hijo siempre ilusionaba más a un padre, que no una hija, por mucho cariño que un padre pudiera tener por ella.

La peor parada, desde tu regreso, fue tu madrastra. Desde el primer momento trató de culparte de todo, de echarte de casa, de poner a todo el mundo en tu contra, pero cuanto más lo intentaba, peor resultaba para ella, hasta el punto de que su propio hijo la tildó de arpía, delante de todos, ganándose un sonoro bofetón que silenció a todo el mundo presente, hasta que rompió a llorar, corriendo, de camino a su cuarto. El contacto con tu madrastra se ha limitado hasta el punto de que ya ni siquiera la ves las pocas veces que te decides a comer en la mesa.

Como todos los días desde que regresaste, tu padre toca la puerta de tu cuarto. Hoy suena distinto, decidido. El golpe de los nudillos contra la madera resuena por todo tu cierto, recordàndote al ritmo de una canción popular.

-Hija, haz el favor de hablar conmigo. No pienso moverme de aquí hasta que me abras.

Se queda en silencio al otro lado, esperando tu respuesta, pero algo te dice que va a cumplir su palabra.

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27/03/2019, 08:35
Morgana Clay

Suspiro, y ahí estaba otra vez, ese hombre no se cansaba, aunque si bien era cierto que esta vez lo estaba intentando de verdad, trataba de recuperarme aunque con regalos no iba a conseguirlo, si me conociese un poco más lo sabría. Pero en fin, el pobre hombre hacía lo que podía, quizás... y solo quizás debería dejar que por una vez atravesase el muro que nos separaba, al fin y al cabo era mi padre, lo único que me quedaba tras la muerte de mi bella madre. Pero aún seguía enfadada con él, ¿cómo había podido remplazarla tan rápido? ¿Por qué? Y aún más, ¿por qué aquella miserable arpía?

Cierro el cuaderno y lo guardo debajo de la almohada, no quería que leyese lo que estaba escribiendo últimamente, estaba segura de que aquella historia que yo necesitaba contar a él no le iba a hacer mucha gracia.

Vuelvo a sentarme a la luz de la ventana no sin antes abrir las cortinas para que entrase algo de luz, no quería oírle decir que mi piel estaba aún más blanquecina por no salir de casa y todo eso, ¿y qué si a mí me gustaba estar aquí encerrada? ¿acaso tenía algo mejor que hacer? No.

- ¿Que queréis padre? - digo con voz cansada.

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30/03/2019, 15:15
Alfred Patrick Clay

Los ojos del hombre se iluminan al abrir la puerta y verte sentada. Tarda unos segundos en reaccionar, probablemente por que no se esperaba, bajo ningún concepto, que le permitieras el paso. Con paso titubeante entra en tu habitación, observándola con ojos curiosos, pero no tarda demasiado en centrarse en ti. Primero se extraña bastante, aunque no dice nada, al comprobar la palidez de tu piel. Una mueca de pena cruza su rostro durante unos segundos antes de empezar a hablar. 

-Gracias por dejarme entrar. -Es todo lo que alcanza a decir en un primer momento. -Había pensado en ir da un paseo por Hyde Park. ¿Por qué no me acompañas? -Termina ofreciéndote. -Tengo curiosidad por saber qué estás haciendo, y un paseo por el parque, solos tú y yo, puede ser el mejor escenario para... -Se para un segundo. -Bueno, para empezar a hablar.

Te mira con intensidad esperando tu respuesta. Mientras contestas sólo te mira a ti. Permanece en una posición realajada, que no abandona nunca ese toque respetuoso y altivo que le recuerdas. 

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01/04/2019, 17:25
Morgana Clay

Suspiro, que manía con querer sacarme a que me de el sol, estoy segura que se ha aguantado algún comentario...  En fin.

- Preferiría hablar aquí padre, la verdad, si no os molesta, no tengo muchas ganas de salir ahora mismo, podemos pasear otro día.

Estaba dispuesta a hablar con él, aunque ya sabía lo que iba a decirme. Pero si quería hacerlo tendría que ser aquí, en mi habitación. 

Me fijo en él, tan bien vestido como siempre, aunque fuese para estar en casa, siempre le habían importado las formas, el que dirán y todas aquellas cosas que a mí tan poco me importaban. Pero no era eso lo que nos separaba, había tantas cosas que habían hecho un muro entre nosotros, uno tan alto...

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04/04/2019, 02:45
Alfred Patrick Clay

Levanta las cejas y baja la mirada durante un instante, incrédulo y entristecido por no poder llegar a ti con la facilidad que debería tener un padre con su hija. También entiende que no puede mostrarse orgulloso, ni censurar un comportamiento tan ajeno, pese a que la frustración crezca en su interior. Toma aire y vuelve a mirarte, aguardando un segundo para poner sus ideas en orden y buscar una forma de llegar a ti. Cruza los brazos a la espalda, agarrándose la muñeca, adquiriendo una postura digna frente a ti de forma inconsciente.

-Sólo quería interesarme por lo que estés haciendo. Tomando un té, o paseando por un parque. -Se acerca a tu cama y se sienta. Golpeando con suavidad la superficie que se encuentra a su lado, invitándote a acercarte a el. -En algo debes invertir todas estas horas que pasas en soledad. -Sonríe. -Sea lo que sea, puedes contármelo. -Termina ofreciendo, con amabilidad tanto en su tono como en su gesto. -O puedes decirme lo que te preocupa y te mantiene aquí encerrada, con total libertad.

Te mira, interesado por lo que puedas llegar a decir, con toda la intención de que se de la conversación. Que te lo pregunte tan abiertamente puede significar que él mismo no se haya dado cuenta de lo que estés sufriendo con la arpía que tienes por madrastra, o puede significar que quiera afrontarlo todo, tratándolo como adultos, sea como fuere está bastante convencido de forzar a que se de esa conversación.

-No voy a censurarte, ni quiero que suavices tus palabraa. -Sonríe ofreciéndose de nuevo. -Solamente hablar.

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04/04/2019, 11:29
Morgana Clay

Desde el momento en que le había dejado pasar sabía a lo que me atenía, no iba a dejar de intentar hablar conmigo, que me acercase a él, eso lo tenía claro, lo que no tenía tan claro es si yo quería. Después de todo lo que había pasado, lo que seguía pasando, no estaba segura de poder perdonarle.

Suspiro y me quedo donde estoy.

¿A qué viene ahora el interés, padre? Después de todo este tiempo, sin preocuparos de mí, no entiendo porque ahora os interesa lo que yo haga o deje de hacer. No tiene sentido, no hace falta que os esforcéis en intentarlo. Estoy bien, eso es todo lo que necesitáis saber.

Me quedo mirando por la ventana, imaginaba que seguiría insistiendo, bueno, pues yo le seguiría el juego...

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04/04/2019, 12:01
Alfred Patrick Clay

Se queda callado durante unos momentos. No sabe muy bien cómo responder a eso, pero siente la necesidad de apartar la mirada de ti durante unos momentos. Momentos que dedica a pensar en todo lo que ha podido pasar. Termina suspirando, volviendo a mirar hacia ti. 

-Siempre me ha importado, Morgana. -Espera unos segundos. -Quizá no lo he mostrado, pero nunca he dejado de querer lo mejor para ti. Para todos nosotros. -Deja salir el aire, con pesadez y sonoramente, por la nariz. -Me alegro de que estés bien. Pero sé que quizá te he fallado... -Se muerde el labio inferior. -No por olvidarme de ti, no quiero que pienses eso. Pero sí que es cierto... que me he centrado en otras cosas. Por ello... vengo a pedirte disculpas, hija. 

Suspira desanimado, pero sigue teniendo ese brillo en los ojos de la esperanza no perdida del todo. Te mira, observando por la ventana, esperando que te gires y le digas algo que le gustaría escuchar.

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10/04/2019, 08:31
Morgana Clay

Todo iba bien hasta que pronunció el dichoso nosotros, como recordándome, por supuesto, que nunca seríamos él y yo otra vez, que siempre estarían esa dichosa mujer y su hijo, que a ver el pobre niño no tenía culpa alguna, pero maldita sea, su mujercita si que la tenía, no podía odiarla más, me había arrebatado a mi padre, a mi amado padre y ahora aquí estábamos, con un muro de piedra cada vez más alto y más grueso.

- Padre, acepto vuestras disculpas, pero no olvido y nunca lo haré, no entendéis lo que he sufrido a manos de esa desalmada con la que tuvisteis la desfachatez de sustituir a madre, nunca lo entenderé...

Suspiro, no sé que pretende con todo esto, no es nada nuevo, y no va a cambiar nada. Cuando salga por la puerta de mi habitación regresará a los brazos de su mujerzuela y olvidará que su hija añora aquellos días en que la miraba como si fuese lo único que le importaba... Aquellos maravillosos años junto a mi madre cuando éramos felices...

Notas de juego

Perdona el retraso, pero al tener vacaciones la semana que viene tengo bastante lío en el curro ^^"

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14/04/2019, 10:15
Alfred Patrick Clay

El hombre sonríe y asiente con la cabeza. Al parecer se da por satisfecho pese a que puedes observar un atisbo de pena reflejado en su ojos. Te retira la mirada para apuntar a un lugar indeterminado de tu cuarto, perdido en sus pensamientos. Finalmente enarca una ceja, autoconvenciéndose de algo, y te mira a los ojos de nuevo, soltando el aire pesadamente por sus fosas nasales. 

-No tengo excusa, pero cuando te tratan bien... no te dejan ver lo que realmente hay. -Levanta las dos cejas. -Esta noche hay una fiesta en el palacio real. Es la primera vez que somos invitados. -Se agarra las manos por detrás. -Tu madrastra estaba muy ilusionada... hasta que le he dicho que si voy, sería sólo acompañado por mi hija. -Sonríe cómplice. -A mi ya me ha costado un disgusto. Pero no va a ser el último tampoco. -Da unos pasos hacia delante, colocando las manos en tus hombros, acariciándolos de forma paternal. -Me había imaginado esto, paseando por Hide Park contigo, mientras me contabas en qué empresa inviertes tu tiempo... ofreciéndome a ayudarte a lo que fuera que hicieras. -Se termina agachando para besarte el cuero cabelludo. -No te sientas presionada, si no quieres ir, no iremos. 

Vuelve a incorporarse, manteniéndose en esa posición unos segundos por si quieres decirle algo antes de darse media vuelta y salir de tu cuarto, dejándote sola con lo tengas entre manos. 

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16/04/2019, 11:08
Morgana Clay

¿Cómo no iba a querer? Por lo que había sugerido a mi madrastra no le gustaba la idea de que yo fuese así que... por supuesto que iría, me pondría mi mejor vestido y acompañaría a mi padre e intentaría fastidiar en todo lo posible la noche a aquella bruja.

No padre, os acompañaré, me vendrá bien un cambio de aires, quizás pueda conocer gente interesante, tenéis razón últimamente paso demasiado tiempo sola, en esta habitación... 

La verdad es que parecía que el hombre se estaba esforzando, quizás esto fuese el principio de algo entre los dos. Así que por primera vez en mucho tiempo le dedique una sincera sonrisa y cogí su mano para apretarla.

Gracias padre, ahora, si me disculpáis y la fiesta es esta misma noche... tendré que vestirme para la ocasión.

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19/04/2019, 12:47
Alfred Patrick Clay

Al escuchar que aceptas se gira para mirarte a los ojos. No sabes muy bien que ha podido ver, pero te sonríe cómplice. Termina asintiendo mientras da un par de pasos hacia atrás, sin dejar de mirarte, saliendo del cuarto manteniendo la sonrisa. Ya fuera de tu cuarto, con las manos aún en la espalda, asiente con la cabeza.

-Toma el tiempo que necesites. Te estaré esperando en la puerta de salida. -Se gira para marcharse, pero vuelve a mirarte. -¿Sobre las seis, es esa buena hora, hija? -Se mantiene en esa posición hasta escuchar tu respuesta, y te cierra la puerta antes de despedirse. 

El tiempo pasa más rápido de lo que podría esperar, cuando queda poco más de una hora para que den las seis de la tarde, una de las sirvientas que tenéis a vuestro cargo llama a tu puerta, ofreciéndose para ayudarte a vestirte. Tanto para escoger el traje que fueras a usar, como para ayudarte a apretar el corpiño, peinarte y maquillarte. A menos de que le pidas que se vaya, se quedara e incluso te dará conversación. Si la aceptas, su gesto se irá convirtiendo en una mueca dulce, si no, se marchará cejijunta tal y como ha venido a tu cuarto. Al parecer, no eres la única sufriendo las inclemencia del trato de tu madrastra.

Cuando bajas por las escaleras tu padre te sonríe, pero puedes notar el nerviosismo que había sufrido, al secarse el sudor con un pañuelo de seda que guarda en uno de sus bolsillos. Verte descender, vestida tan elegante, le dibuja una mueca de agrado que no se le va a borrar durante todo el viaje hasta el palacio de Buckingham. Tu hermanastro, que saca la cabeza por la puerta que da al comedor, te mira con cierta admiración y asiente con la cabeza cuando giras la cabeza hacia él. A la que no ves por ninguna parte es a tu madrastra, aunque no te cabe la menor duda de que sabe que estás bajando las escaleras. Tu padre tiende su mano para que la cojas y llevarte hasta donde está él. 

-Estás preciosa, hija. -Dice en voz alta. -Gracias por aceptar acompañar a este anciano a una recepción tan importante. -Acaba por añadir.

Puedes escuchar un bufido hastiado que viene de algún lugar de la cocina, seguido por unos pasos hacia el salón, alejándose de dónde estais. Si tu padre lo ha escuchado no ha hecho la más mínima mención. Se dedica a abrir la puerta de salida, dejándote ver un carruaje engalanado, tirado por dos poderosos caballos negros, vestidos con los colores de la corona. Agarrado a tu mano, camina junto a ti hasta el carruaje, ayudándote a subir. Después sube para sentarse frente a ti. El viaje en carro hasta el palacio es corto, pero da tiempo a una charla si es que tienes ganas de hablar. Una vez llegados al palacio, son los propios sirvientes de la corona, y el mayordomo, quienes os ayudan a bajar del carruaje y quienes os acompañan a la estancia interior donde se está dando la recepción.

La sala interior es impresionante, es grande, está decorada, hay mesas en las que hay, a disposición de los invitados, manjares de todo tipo, dulces y salados. Los camareros van pasando entre los grupos de personas, portando varias copas elegantes con todo tipo de licores. Desde tu posición, puedes ver a muchas personalidades reconocibles de la sociedad Londinense. El anunciador os presenta como la familia Clay. Aunque habéis sido presentados, ha pasado muy desapercibido. Y a lo largo de la noche, te das cuenta de que a las familias nobles, la presentación es más formal, incluyendo una serie de golpes en el suelo con una vara larga y una formalidad más entrenada. Algo que no parece importar a tu padre. Este se mueve hasta otro grupo de personas, que por la vestimenta, elegante, pero sin llegar a ser pomposa, puedes afirmar que son burgueses de la misma forma que vosotros. Tu padre te presenta al grupo y comparte algunas chanzas, antes de hablar directamente contigo. 

-Hija, te pediría que te comportases de una forma o de otra, pero no tengo ni la menor idea de cómo hay que comportarse. -Se encoge de hombros. -Así que... supongo que debería decirte que disfrutes, y que estaré por aquí cuando quieras decirme algo. -Sonríe y espera a tu respuesta antes de volver a hacer bromas con sus amigos. 

En la fiesta hay un montón de personas, hay nobles y hay burgueses. También hay un grupo de militares que se acerca al grupo de burgueses en el que está tu padre. 

El anunciador vuelve a golpear el suelo un par de veces para llamar la atención, haciendo que todo el mundo se girase para observar a la recién llegada, reclamando tu atención.

-Lady Louisa Drummond. -Anuncia con una solmenidad que no debería tener para nombrar a alguien, en una recepción real, que no tiene una línea de sangre noble. El ambiente se enfría, se te erizan los pelos de la nuca y te sientes verdaderamente incómoda.

Al girar la cabeza puedes ver a una mujer, vistiendo un traje muy acertado y muy bien complementada. Sigue la corriente de la moda que se lleva en la vecina, pero odiada ciudad de París. El paso de la mujer es grácil, vaporoso, como si el elaborado vestido no la molestase a la hora de moverse. La belleza de la joven rivalizaría con algunas de las encumbradas y reconocidas musas de los más famosos pintores. Una belleza inocente con una mirada cargada de inteligencia. 

La mujer no tarda en ponerse a saludar a todos los que se va cruzando, sin detenerse apenas en nadie. Finalmente, llega hasta un grupo de nobles. Ella se detiene y entabla una conversación con todos ellos, y pronto comienzan a reírse como si de lo que estuvieran hablando fuera lo más gracioso que se haya podido contar jamás. Esto te extraña sobre manera, pues ella no es noble, pero ha sido presentada con honores y se codea con ellos como si los conociera de toda la vida.

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23/04/2019, 11:35
Morgana Clay

Me había puesto uno de mis vestidos favoritos, si quería molestar a mi madrastra tendría que estar deslumbrante, y estaba segura de que con ese vestido iba a conseguirlo.

Sonreí al ver a padre esperándome, bueno, quizás fuese el día de las redenciones y el perdón, al menos parecía que él lo estaba intentando, así que ¿por qué no? Podía darle una oportunidad.

Gracias padre - le beso la mejilla - vos aparentáis menos edad de la usual - comento con una sonrisa - quizás podríais aprovechar para conocer alguna dama - no podía dejar de decirlo, él ya sabía a qué me refería y si iba a perdonarlo, ¿por qué no hacerle sufrir un poco antes?

***

Sonrío a mi padre y le miro agradecida por dejarme a mi aire por aquella suntuosa fiesta. La verdad es que había hecho bien en venir, la mayor parte de la gente importante que conocía estaba en aquel lugar, y yo llevaba demasiado tiempo ignorando a la sociedad, así que era el momento de entablar alguna conversación mundana... Pero... Un escalofrío me recorre de pies a cabeza, me giro al sentir algo, un impulso en mí interior que me hace mirar a la mujer a la que acaban de anunciar, ¿quién es? No la había visto nunca y sin embargo parece atraer la mirada de todos, y la han anunciado como sí de alguien de la nobleza se tratase, sin embargo, no me suena que lo sea. Así pues decido intentar averiguar algo más sobre aquella mujer preguntando a quien como yo, no pueda quitarle un ojo de encima.

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28/04/2019, 22:16
Narrador

Tu padre carraspea al escucharte decir, lo suficientemente alto, la sugerencia de buscar una "Dama" en la fiesta a la que váis a acudir. Si la respiración de tu madrastra era audible, para incordiar con su desasosiego por la decisión tomada, ahora mismo ha dejado de ser percibible, como si estuviera aguantando el aire indignada por tus palabras. Buscabas herirla, y es lo que has conseguido, Es posible que en algún momento esas palabras te pasen factura, pero mientras tengas a tu padre a tu lado, no habrá mayor problema. La reacción de tu padre es inesperada, pues no puede evitar mirar hacia pa luerta por a que venían los sonidos que hacía tu madrastra expresando su malestar, si no que cuando estos paran, sonríe de medio lado y niega con la cabeza. Termina mirándote con arqueando una ceja y sólo cuando estáis en marcha, en el carruaje, se aventura a decir algo.

-Cuando volvamos voy a tener una noche muy larga por delante. -Dice mirándote con la ceja enarcada, pero con la sonrisa en el rostro. Se sabe castigado, pero al menos lo ha aceptado con elegancia.

***

Tras la aparición de la mujer, observas en derredor a ver si encuentras a alguien que haya quedado cautivado, de la misma forma que tú por la mujer que acaba de entrar y ser presentada con galantería, impropia de la posición de una persona sin títulos. Te cuesta dar con uno sólo pues la mayor parte de la gente a la que puedes observar... está teniendo la misma reacción que tú. En algunos, la fijación es de acdmiración, en otros, la admiración es pura altanería. Pero por una cosa, o por la otra, la gran cantidad de los asistentes le procesa algún tipo de mirada alargada en el tiempo. 

Entre ellos, un joven te llama más la atención, pese al buen gusto a la hora de haber escogido el traje, por su porte y su mirada perdida se nota que no es miembro de la nobleza. Dónde unos miran levantando el mentón, en un gesto de superioridad, este mira con cierta preocupación. Dónde otros sostienen una copa, o un canapé sostenidos en la mano con ensayado protocolo, este las leva cruzadas a la espalda, y se mantiene ajeno al bullicio. Un noble hubiera corrido a darse un baño de multitudes, a pasearse con altivez por delante de aquellos que no ostentan un título o propiedades, en cambio, él parece más incómodo por la impresión de estar entre los grandes de Inglaterra, y la oportunidad que ello puede suponer. Algo que tú también tienes en la cabeza. Este tipo de recepciones a puerta cerrada suelen darse entre los miembros de las casas nobles, que se hayan reunido militares y burgueses es algo nuevo que no puede ser tomado a la ligera.

Tras unos instantes, se da cuenta de que le has estado mirando, se ruboriza un poco, pero lejos de apartarse o alejarse, buscando que la situación no vaya a más, se acerca un par de pasos hacia ti, tratando de mostrar la mejor de las sonrisas. 

-Buenas noches, señorita... -Sostiene la última vocal unos istantes antes de negar con la cabeza y volver a empezar. -Buenas noches, me llamo David Webb, y vengo en representación de la Reese. La naviera más importante de todo el imperio. ¿Qué puedo hacer por vos?

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02/05/2019, 11:00
Morgana Clay

Mi mirada acaba cruzándose con un atractivo caballero que lejos de amedrentarse se acerca hasta mí.

Buenas noches caballero, si quisierais me agradaría que me acompañaseis en un baile esta noche - le sonrío de forma agradable - además, quería preguntaros algo, ¿os h

abéis fijado en aquella dama? - digo mientras la miro de nuevo disimuladamente - la verdad es que nunca la había visto y me gustaría saber algo más de ella, pues desde que ha entrado en la sala me ha cautivado con su presencia, y no he podido dejar de fijarme en que vos también la mirabais, ¿no es cierto?

Esperaba que aquel joven pudiese darme algo más de información sobre aquella extraña mujer, sino al menos padre estaría contento de que bailase con un hombre y me divirtiese en la fiesta. Además así podría seguir restregándole a mi madrasta lo bonita que me había puesto para la ocasión, si es que aparecía por allí, porque de momento al menos yo, no la había visto por ninguna parte.

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07/05/2019, 10:19
David Webb

El caballero te mira intrigado por la pregunta que acabas de hacerle. Por unos segundos, en su gesto no se puede dilucidar si se siente molesto o no, aunque en ningún momento deja de bailar contigo. Su cuerpo se mueve acompasado al tuyo, dirigiéndote con acierto. Incluso tu padre, que estaba hablando con un grupo de personas, al girar la cabeza y verte bailar con alguien, deja de sonreír para observar, con orgullo de padre, cómo su hija está disfrutando de una fiesta tan importante, como estaba siendo esta. Era la primera fiesta en la que nobles y burgueses se les convocaba en el palacio de Buckingham para una recepción de la reina. Un hito histórico. Terminas por fijar la mirada en los ojos de tu acompañante, y este dibuja una sonrisa comedida, de medio lado, tras mirar de nuevo a la mujer que ha sido presentada con tanta gala. Te devuelve la mirada.

-Me acaba de poner en un aprieto, señorita. -Continúa bailando contigo, cambiando el registro a la vez que la orquesta cambia de pieza. -Si evado su pregunta incurriré en una falta de aprecio, algo que no deseo, En cambio, si llegase a contestarla sin tan siquiera conocer su nombre, no dejaría de ser un chismoso más sin contar la falta de respeto hacia la dama que me acompaña en este baile. -Te sonríe justo antes de darte una vuelta y volver a tomarte de la cintura. -Le podría pedir que me hablase de uested antes de hablar de otros invitados. ¿Le parece adecuado?

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09/05/2019, 12:54
Morgana Clay

Mientras bailamos no dejo de mirarle, aunque no puedo evitar observar de reojo a aquella extraña mujer que tanta curiosidad me produce.

- Me parece bien, pero ¿qué es lo que le gustaría saber de mí? La verdad no soy una persona muy interesante que digamos, pero intentaré contestarle en lo posible.

Seguiría su juego, si con eso conseguía que me hablase de ella, le contaría los por menores que quisiese saber acerca de mi vida. Pues por lo que había dicho tenía información de esa mujer y me picaba demasiado la curiosidad como para poder dejarlo pasar.

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15/05/2019, 00:02
David Webb

El joven sonríe cómplice, con la tozudez que caracteriza a los de su edad con posibles, se toma tus palabras como si hubieras sido invadida por una falsa molestia. Antes de contestar a tus palabras, manteniendo un semblante accesible, mirándote a los ojos durante unos segundos, dejándose llevar por el baile.

-Conocer el nombre de mi compañera de baile sería un comienzo adecuado. -Dice con la voz casi en un susurro. -A partir de ese punto, atesoraré todo lo que quieras compartir. 

La petición no es algo descabellado, ni una falta de respeto tan siquiera, todo lo contrario de hecho, pero por su mirada puedes entender que sus intenciones van más allá de conocer únicamente tu nombre. Aunque hubiera sido muy descortés por su parte si hubiera acabado hablando de la mujer por la que le has preguntado sin tan siquiera haber intercambiado unas palabras con él. Es lo que tiene la curiosidad, que a veces te hace ver las cosas desde un prisma diferente al que lo ve el resto. 

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17/05/2019, 09:00
Morgana Clay

Me parece un buen comienzo sí, mi nombre es Morgana, Morgana Clay, de hecho aquel hombre de allí, el que no deja de mirarnos de reojo es mi padre, es un buen hombre, no como la mujer... - mejor no empiezo a hablar sobre ella o arruinaré el baile - En fin. Bailáis muy bien, contadme algo sobre vos, cualquier cosa que deseéis compartir con vuestra pareja de baile.

Le sonrío mientras no dejo de moverme, había mucho que no bailaba en ningún evento y me está costando seguirle el ritmo, la verdad es que el joven es bastante bueno. Al final mi padre había tenido razón, necesitaba tener contacto más allá de mi habitación y mis libros...

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21/05/2019, 00:05
David Webb

El hombre sonríe complacido, sin apartar la mirada de la tuya mientras contínua bailando, escucha con atención tu nombre y lo poco que llegas a desvelar de ti misma, aunque sí que aparta la mirada en dirección al hombre que señalas como tu padre, para dedicarle una sonrisa y un asentimiento de cabeza que tu padre devuelve con afecto. Sin duda, ahora mismo es el hombre más feliz en toda la recepción, no sólo por acudir a una recepción en palacio, si no por ver a su hija disfruta fuera de la protección de las paredes de su cuarto. 

-Es justo. -Te sonríe al volver a mirarte. -Ya te he dicho mi nombre y a quien represento. Puedo decirte que ahora mismo nuestra naviera tiene los mejores tratos en los puertos más importantes del nuevo mundo. New York, New Orleans, Cuba... Mi patrón ha viajado allí expresamente para negociar dichos acuerdos. -Asiente, orgulloso de todo lo que está diciendo. Como si fuese una gran proeza todo lo que su patrón ha creado. -Mi intención es hacer mi parte aquí, presentarle a la Reina nuestra poderosa flota mercante y hacer de ella la naviera real. -Espera un segundo, y continúa hablando. -En cuanto a mi, soy un persona de números. Estudié tanto aquí como en Francia, y me dediqué a las finanzas antes de ser contratado por el señor Connor Reese. 

Continúa bailando contigo hasta que acaba la pieza, momento en el que se separa y te tiende la mano para que le acompañes, si es así, te lleva has la mesa más cercana y espera a que cojas algo, para acompañarte. Sólo en ese momento volverá a tomar la palabra. 

-La mujer por la que me peguntabas. -Carraspea para seguir hablando. -Es la señorita Drummond. Acaba de heredar su fortuna de su difunto marido. -Se encoge de hombros con cierta naturalidad. -Se ha hecho muy importante en North Umbría y con el pacto con la corona, no ha tardado en reunir las riquezas de los nobles. Poco a poco está consolidándose como un referente bancario en el imperio. 

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22/05/2019, 13:07
Morgana Clay

Ver sonreír a padre despertó algo en mí que hacía tiempo que no sentía, esa calidez de cuando éramos una verdadera familia...

Entiendo lo que decís, es una mujer... afortunada, en todos los sentidos de la palabra. Es que... os seré sincera, cuando la he visto entrar, he notado... - va a pensar que estoy loca quizás no deba continuar por ahí - nada, tonterías. 

 

Avanzamos hasta las mesas y cojo una copa de vino tinto, me vendría bien beber algo. Sin embargo, no sé que me sucede que al mirar a la mujer de nuevo y tras haber oído la historia del fallecimiento oportuno de su marido rompo la copa con la mano ¿habré hecho demasiada fuerza? Y derramo todo el contenido en el suelo, por suerte mi vestido se mantiene impoluto, pero ahí estoy yo, quedando como una tonta delante de aquel caballero...

- Disculpad mi torpeza, he debido apretar con demasiada fuerza la bebida temiendo que se cayese y al final lo he derramado yo - miro la palma de mi mano, estoy sangrando, debería ir al baño y lavar la herida, al menos eso me enseñó mi madre de pequeñita - si me disculpáis, creo que debería ir al baño un momento.