Partida Rol por web

No hará ningún mal que nos llevemos las llaves en cualquier caso...

- Creo que ya sabemos todo lo que necesitamos para seguir adelante. Has sido muy "amable" con nostros. ¿Quieres que pongamos fin a tu vagar eterno por estos mundos?

- Si, por supuesto. Preferiría que no me hubieras desmembrado, pero dado mi estado actual, os agradecería que me eliminaseis. - el intento de sarcasmo de la paladina no acaba de cuajar.

Nosotros prefeririamos que no nos hubieseis intentado engañar, atacar y matar. Por ese orden.

Le dice Helen friamente mientras se aleja.

Te recordaremos por lo que fuiste y no por lo que eres. Descansa en paz.

Colocando parsimoniosamente su equipo de acampada junto a la "hoguera de huesos" que ha hecho se dispone, claramente, a pasar la noche.

- Vaya, si eso no es la filacteria del Lich, ¿Qué lo será? Quizás podamos preguntarle al mago, de todas formas pensábamos visitarlo, ¿no?

Aunque si se entera de que hemos visto al Ángel, hemos matado al Lich... incluso loco puede imaginar detrás de qué objeto vamos...

Helen rebusca un poco mas en la sala, pero no parece encontrar lo que busca.

RESUMEN DE LA PARTIDA POR SKYPE

Truvio lanzo su ritual sin encontrar nada. El grupo volvió a examinar los objetos mágicos con sumo cuidado para asegurarse que le colgante no era la filactelia. Después de mas debate (Eyskhan insistía en volver a Durbenford para renovar la provisión de pastelillos) optaron por quemar el cuerpo de la paladina y hacer un descanso largo.

Ocho horas después volvieron a descender el precipicio para hablar con Kael, el mago loco. Lo encontraron en su laboratorio, y en cuanto le contaron que habían destruido el cuerpo de Kitherden y que sospechaban que el tenia la filactelia, lo admitió. El mago les guío hacia donde ocultaba el alma del nomuerto, en la zona de las profundidades donde estaban sus creaciones. Tras llegar a una nueva estancia, los constructos, una gran cadena, dos estatuas de arqueros y un martillo mecánico, rodearon al grupo y el mago les interrogo sobre las frases. Convencido por Truvio de que la paladina había leído la primera frase, dejo a los héroes en la sala, vigilados por sus criaturas y se fue a investigar.

Al cabo de varios minutos Kael volvió, sabiendo que no solo faltaba la primera frase, si no que tampoco estaba la segunda, e interrogo al grupo sobre el paradero. Tras un par de intentos patéticos(*) de engañar al mago y el habitual intercambio de amenazas, estallo la batalla. Sin demasiados problemas, los héroes destruyeron a los constructos, Quarion con un ataque magistral elimino a la cadena animada que era el mas grande y poderoso de ellos dividiéndola en cuatro partes, y poco después Helen, con una carga desgarbada rebano la garganta del mago.

La escena acabo con Asher apuntado su arco hacia el familiar del mago, la cría de Dragón negro.

-Bien, bien, bien; ahora es tu turno, pequeña conciencia del mago, y después de que me engañen tres veces seguidas, no tengo mucho interés en aceptar una cuarta. Puedes contarnos lo que ha pasado, o puedes acompañar a tu maestro y servirlo de chismoso también en el infierno. Yo no tengo mucho don de gentes, pero aquí la pelirroja y el rubio saben un rato de gestos, y Aaron y Truvio de dragones. Así pues, si media palabra tuya huele a mentira, no habrá una segunda oportunidad: te mato sin preguntar. Ahora tú decides.- Dijo el guerrero mientras unos pocos pasos lo acercaban al ser y sacaba su espada con la mano libre, en un santiamén, amenazando al dragón con ella en su largo cuello.

- Tranquilo, tranquilo... cuidado con esa arma. - el dragoncito habla rápido y con tono asustado - Kael no os creía, pero prefería esperar a que hubierais liquidado a mi mad.. al dragón y atacaros después del combate, cuando estuvierais débiles. En el peor de los casos os mataría y el recuperaría las frases. Pero os habéis anticipado. Nada mas. Y no fue idea mía.

- ¿ Y la filacteria del lich? - dice el dracónido sin mucho interés

- Kael siempre la llevaba encima. Tenia miedo de perderla.