Partida Rol por web

Al cabo de cinco minutos llaman a la puerta. Irina, que ha traído una jarra de agua con vasos suficientes para todos y se ha quedado escuchando mientras charlábais, se dirige a abrir la puerta rápidamente.

Eric entra de forma precipitada, dirigiéndose directamente a la sala donde os encontráis. Viene solo y muestra una expresión preocupada en su rostro.

- El niño no estaba en la cárcel - dice bruscamente antes siquiera de saludar. - Le han soltado hace apenas una hora. Al parecer, alguien ha ido a recogerle.

Acalorado, se acerca a la mesa y se sirve un vaso de agua, terminándolo de un solo trago. Mira a Ilsa, pidiéndole mudamente permiso para tomar asiento, cosa que no tarda en hacer tras la respuesta de la dueña de la casa.

- Disculpadme, he venido lo más rápido que he podido. Luego podremos analizar todo en detalle, pero antes... ¿Qué me he perdido? - dice mirando a Diana.

-Tal vez se lo hayan llevado sus padres despues del juicio. O...-Diana nego con la cabeza. Eso no debia de ser. Pero aun asi, parecia posible.

-¿Como castigan a los declarados culpables en jucio?-pregunto a Eric, replanteandose lo que podria haber ocurrido a Alex.

El soldado niega con la cabeza.

- No ha habido ningún juicio, Diana. Yo fui enviado por el gremio de soldados a interrogaros y estimar si se os podía acusar de deserción, pero, dadas las circunstancias no he tenido tiempo para presentar ningún informe. - Frunce el ceño, pensativo. - Es posible que su padre, un reconocido soldado, le haya podido sacar de prisión, pero no creo ni que supiese que Alex estaba de vuelta en Uldnacht. Desgraciadamente Sömersen no estaba para contarme los detalles.

Agita la cabeza, desechando sus pensamientos.

- Pero vayamos por orden. Lo primero es que Biza e Ilsa conozcan toda la historia...

Diana bebió un vaso de agua, disponiéndose a contar la misma historia por enésima vez.

- Durante una semana antes de la batalla, el capitán Johan nos llevó a toda velocidad hacia la frontera. Acampamos sabiendo que al día siguiente nos enfrentaríamos a los Truil. Al principio fue una batalla normal, con nuestros guerreros y hechiceros enfrentándose a los caras azules. Pero luego todo se torció... No estoy muy segura, pero a los hechiceros les pasaba algo raro. En un momento dado, todos se quedaron sorprendidos y los danzantes de fuego dejaron de bailar. Creo que... les fue arrebataron la magia. No sé cómo explicarlo, pero ya no pudieron hacer mas hechizos durante un tiempo y tuvieron que pelear con armas. Dejaron de enviar hechizos. Apenas quedaban unos danzantes de fuego vivos, entre los que estaba Alex, y vi que dejaban de bailar, y que miraban con cara de sorprendidos a su alrededor.

Para por un momento para tomar un respiro y aprovecha para beber más agua.

- El capitán Johan fue atravesado por la lanza de una amazona Truil. Nos ordenó que huyéramos, y lo hicimos. Más tarde nos reunimos con los demás Ulds que habían huido de la batalla. Al día siguiente de una noche sin dormir, los Truil nos encontraron. La mujer que mató al capitán Johan llevaba un colgante que desprendia una luz roja. Esquivó mis flechas, lanzó una lanza a increíble distancia que casi nos llego a dar. Nuestros compañeros dieron su vida en una nueva batalla para dejarnos venir hasta aqui y avisar, como nos había ordenado el capitán.

- No puede ser.- dijo temiendo que los rumores de que los Tuil habían encontrado una manera de anular los poderes mágicos se consolidaba con las declaraciones de Diana. -Tenemos que hablar con ese Alex. El podrá explicarnos mejor lo que ocurrió con sus hechizos.-

- ¿Dices que alguien lo ha recogido?.- recordó las palabras de Eric -¿Quien podria ser?.- pasó a preguntar directamente a Diana -¿Conoce a alguien en la ciudad?.-

-Bueno... creo que llamaron a su padre o a su madre. Pero si ha nacido y crecido aqui, seguramente habria mas de una persona interesada en sacar a Alex de la carcel. No se mas, se lo llevaron antes que yo, y no pude hablar con él.-dijo.-Pero no auguraba buenas noticias.

Recordaba que cuando le vio la ultima vez, parecia que no eran buenas noticias. Pero deseaba que se equivocara, y volverse a encontrar con él para que lo explicara a todos. Uldnatch estaba en peligro sin la proteccion de los hechiceros, y si Uldnatch caia, puede que Dindavara y El Imperio tambien.

Ilsa escucha atentamente a Diana, mientras observa admirada el cuerpo de la Hechicera de Dindavara. A continuación se mantuvo en silencio repecto al tema de ese misterioso compañero. Su mente era un remolino desde ayer, y las ideas se solapaban en su cabeza, como si tuviese varias personas dentro dictándo lecciones sin orden. Recordó la conversación matenida con el chambelán... (creo que solo soy responsable de ella, por suerte).

-Querida Diana, ¿podéis aclararme una duda? Ayer supimos que los Hechiceros de las Alas de las Palabras perdieron incluso sus alas durante el vuelo y cayeron, pero no parece que esa magia os haya afectado a vos. ¿O no es así? Por otro lado, habéis señalado la existencia de un colgante que desprendia luz roja, y se trata de un aspecto fundamental tratar de determinar la naturaleza de semejante artefacto, así que, ¿podríais describirlo con mayor precisión?

Respecto a su compañero, está claro que sabe valerse por sí solo, así que ya nos preocuparemos de él luego, si localizamos a ese Sömersen. Es un hecho que Rhenar necesita mayor protección ante otro posible ataque, como ha señalado Biza. Alguien debe ayudar a su guardia.

Ilsa bebe un trago de su vaso con evidente disgusto.

Eric se vuelve hacia Diana, esperando que responda las preguntas de Ilsa.

- Respecto al oficial Sömersen, no os preocupéis. Tendría turno de mañana y se iría al terminar, pero le puedo localizar fácilmente en el Gremio para que me cuente quién se llevó al chico. 

Bebe un poco de agua antes de seguir.

- Y de la protección de Rhenar, ya os dije que Balder, un compañero mío, se estaba encargando de ello. Me parece bien si quereis ayudar, pero no creo que sea necesario.

Habla deprisa, aprovechando el silencio de la centauro mientras piensa las respuestas.

Diana tomo otro sorbo del agua, y penso su respuesta, mientras oia a Eric.

-Tengo varias teorias: podria ser que solo neutralizaran los hechizos temporalmente, y como yo no los use hasta estar fuera del alcance, no me habria dado cuenta. Tambien podrian haber elegido a quienes neutralizarlos: a los de Alas de las Palabras y Danzantes de Fuego. Puede que pensaran que yo no era hechicera debido a que atacaba con el arco, pero tampoco me habria fijado.

Termino de beberse el agua, y dejo el vaso en la mesa mas cercana.

-Y sobre el colgante... no lo tengo muy claro, pero podria tener cualiadades magicas. Solo habia que ver las grandes habilidades de la amazona como para ver que no es normal.

-Todo son especulaciones.- dijo negando con la cabeza - Lo que es un hecho es que han conseguido de alguna forma neutralizar las habilidades mágicas de los nuestros. La cuestión ahora es averiguar como lo han hecho y estudiar si podemos contrarestarlo de algun modo.-

-¿Creeis realmente que el ataque a Rhenar de anoche está relacionado con esto?.-

-Puede que haya otra explicación, pero no debemos descartarlo. La pregunta es qué esperaban conseguir con esa acción, y me temo que eso depende de lo que Rowan nos diga sobre el Consejo. Ilsa observó su copa con abatimiento. Además, Jezz sigue desaparecida y si lo que querían era sacarla de escena, lo más probable es que muera, si no lo está ya.

Después de verbalizar lo que llevaba pensando algún tiempo se sintió algo mejor, como si se hubiera quitado un peso de sus alas.

-Puede que en el gremio de Físicos sepan de alguien con alguna fea quemadura. Habrá que preguntarles...

¡No soporto la inactividad!

Mientras habláis, Irina aparece con una bandeja llena de panecillos. El olor os recuerda que no habíais comido nada, y, por la iluminación de la calle, calculáis que ya debe de ser media tarde.

- Señores, les traigo algo para picar - dice la sirvienta con amabilidad. - Supongo que será del agrado de todos, pero si desean algo diferente... - pregunta mirando a Diana con inseguridad.

Se vuelve hacia Ilsa y se acerca a ella.

- Stepjan aún no ha vuelto de la plaza del Consejo. Al parecer la reunión se está alargando mucho más de lo esperado - dice. Ilsa se estremece ligeramente, anticipando el mal humor de Rowan cuando salga de la reunión. - Les avisaremos cuando tengamos más noticias.

Se retira hacia la esquina de la habitación, donde ha estado sentada discretamente en un pequeño taburete.

-En ese caso...- dice Ilsa contrariada.

-Mientras termina la reunión, podríamos acercarnos al gremio de los físicos a indagar, si os parece. Si estás cansada, Biza, permanece aquí con Diana, mientras Eric y yo recabamos noticias, lo que prefieras. Respecto a vos, dama Diana, lo más prudente es que residáis aquí hasta que se clarifique la situación. Al fin y al cabo, sois mi invitada.

Dicho esto Ilsa se dirige de nuevo a su cuarto para cambiarse por tercera vez.

Tu fiel sirvienta te acompaña una vez más a las habitaciones.

- Señora, - dice mientras te ayuda a desvestirte, - en cuanto vuelva Stepjan iré yo misma a buscarla. El pobre necesitará descansar un poco, después de todo el día esperando en la Plaza del Consejo.

Te acompaña al vestidor de donde descuelga el vestido que le indicas que quieres utilizar.

- Si me permite la pregunta, señora... ¿Qué debemos hacer con esa... mujer mientras usted no está? ¿Le parece prudente haberla acogido bajo su techo, teniendo en cuenta que es una centauro... y, lo que es peor, extranjera?

Su voz suena sinceramente preocupada. No sólo se está enfrentando a sus principios al tratar a Diana como tu invitada, sino que, a su juicio, es una temeridad haber acogido a una extraña.

Ilsa sale por la puerta, seguida por su fiel sirvienta, dejándoos a solas con Eric.

- Me da la impresión de que Ilsa se no le ha dado a Alex la suficiente importancia. Tiene razón al decir que es de aquí y no deberíamos preocuparnos, pero tal vez deberíamos pensar en protegerle - dice, casi pensando en voz alta. - ¿Qué opinais vosotras? Diana, sé que es tu amigo, o al menos que ha sido tu compañero durante las últimas semanas. Y Biza, tal vez tengas razón al decir que ese crío pueda daros más datos y, aunque me resultó frustrante hablar con él esta mañana, es posible que vosotras en una situación más relajada podáis conseguir algo más de información.

Piensa por un momento en lo que habéis estado hablando antes.

- Biza, sobre si el ataque de Rhenar está relacionado con todo esto, la guardia de la ciudad lo está investigando, así como la desaparición de Jezz. Personalmente creo que esto último sí puede estar relacionado con los problemas en la frontera, pero sin haber encontrado testigos del ataque, no podemos asegurarlo... La verdad es que toda esta situación se nos está escapando de las manos.

Diana ya habia oido varias veces hablar sobre un tal Rhenar al que habian atacado y un Balder que tenia la mision de protegerle; Jezz desaparecido y buscaban a alguien con quemaduras. La joven no habia dicho nada, pensando que al final acabarian contandoselo, pero aquel momento parecia no llegar nunca. Su curiosidad crecia cada vez mas, hasta que no pudo mas.

-Yo ya os he contado mi historia, y ahora me gustaria saber lo que ha ocurrido. Parece que dentro de la ciudad tambien hay ataques y desapariciones de gente a la que conoceis. ¿Que puede tener que ver con la frontera?-pregunto.

-Irina, puede que tengáis razón en que soy imprudente. Pero mientras esté bajo nuestro techo, al menos podremos mantenerla bajo control. Espero que no le quites ojo de encima, querida, porque yo tampoco confío en ella.

Esta vez Ilsa escoge un vestido sencillo de una pieza y color azul oscuro, realizado con tirantes y de faldón largo. Ilsa se coloca a continuación unas simples sandalias y se ajusta un zurrón a la espalda (con un pañuelo, una bolsa de monedas y otros efectos personales).

Ilsa regresa al salón con presteza:

-Y bien Eric, ¿vamos? ¿Y vos Biza, preferís descansar aquí?