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Y no quedó ninguno: Diez Negritos

9. Reencuentro

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20/07/2011, 01:25
Director

El primero en llegar a la sala de billar, intentando aparentar una serenidad que no sentía, fue Bernard Marsh. Entró y se apoyó contra la mesa, callado, sin decir palabra.

Una muy asustada Violet Morrigan llegó detrás, aún sujetando un pequeño objeto que había traído consigo de la habitación que acababa de abandonar.

Robert Calvincott, sudoroso pero aún dueño de sí mismo, entró, libro en mano, a la par que un confuso Faustin Collins, que aún no sabía de qué iba todo aquello.

No les dio tiempo apenas a acomodarse, o a decirse más de cuatro palabras, cuando la puerta de la calle se abrió, y tres figuras caladas hasta los huesos y llenas de barro entraron en la estancia.

Myst entró la primera, con mirada felina y desconfiada, escudriñando a todos los presentes.

La siguió Stephen Bartok, también calado hasta los huesos, que ayudaba a caminar a un agotado padre Hawthorne.

Las siete figuras se miraban, los unos a los otros, sin comprender muy bien lo que había sucedido, o mejor dicho, sin comprender el por qué.

"¡Un momento!"

Aquellas dos palabras no surgieron en la mente de uno de los huéspedes, sino de todos ellos a la vez. Allí no estaban todos los presentes. Una sombra de duda y temor los sobrecogió a todos. ¿Dónde estaban Karen Walker, la bella pintora, y Scarlett Sommers, la mujer de baja moral?

El silencio en la sala era sobrecogedor. Ninguno de los presentes parecía dispuesto a ser el primero en ponerse a hablar. Había tantas preguntas que todos deseaban formular, tanta información que debían compartir, que nadie parecía saber por dónde empezar.

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20/07/2011, 01:37
Robert Calvincott

Todos nos miramos con cara de asombro..Los de fuera a nosotros,supongo que preguntándose qué traíamos..y nosotros a ellos, viéndolos tan enlodados.

Me atrevo por fín a romper el silencio tras esos tensos instantes..

-Ha..ha...ha habido un..un..una nueva ¡mu...muerte! -logro por fin pronunciar. Los nervios me traicionan, y la imagen de la asesinada está aún fresca en mi cabeza. Trato de recobrar la compostura,son muchas emociones juntas. -La pintora..apareció muerta en su habitación.¿qué hay de ustedes? -digo,preguntándoles a los integrantes del grupo del exterior. Más tarde entraríamos en detalles.

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21/07/2011, 17:50
Charles Hawthorne

Entré en la sala el último, amablemente ayudado por el señor Bartok quien, a pesar de la patente desconfianza que tenía hacia mí por lo suscedido a la señorita Sommers, se ofreció a tenderme la mano. La estancia estaba llena, o al menos eso parecía a simple vista. Sin embargo, pronto se hizo notar la ausencia de una de las invitadas: la señorita Walker no estaba. Me disponía a anunciar la noticia de la señorita Sommers dando por sentado que la pintora estaría tal vez en el servicio. No quería que nadie contase el trágico suceso por mí, puesto que tal vez podría dar a pensar a los demás que yo tenía algo que ocultar si no me ofrecía a narrar la historia por mí mismo. Sin embargo, no tuve tiempo de pronunciar palabra cuando el señor Calvincott rompió el incómodo silencio. La noticia me dejó perplejo. Pese a mi experiencia en tratar con gente en los peores días de su vida y a las muchas tragedias que habían visto mis ojos, aquella situación, lo que estábamos viviendo aquel día, me desbordaba por completo. Caminé lentamente hacia una silla cercana y me senté. Saqué el pañuelo de mi bolsillo y lo pasé por mi frente para limpiar el sudor que de nuevo comenzaba a resbalar por ella. Después, volvía guardarlo y alcé la mirada.

¿También la señorita Walker? ¡Oh, es terrible! Me temo que yo también soy portador de malas noticias. La señorita Sommers y yo fuimos atacados en el barranco. La señorita Sommers... ya no está entre nosotros. Hice lo que pude por salvarla, pero... Hice una pausa. Al recordar lo sucedido vino a mi mente la imagen de los ojos de la mujer fijos en mí. Y el rostro de la mujer se transformó de pronto en el de un niño que me miraba suplicante, acusador, lleno de incomprensión... Aferré de nuevo mi pañuelo y sequé unas gotas de sudor que resbalaban por mis mejillas. Respiré hondo y pensé si sería prudente mostrarles a todos la figura. Por un momento creí más conveniente guardármela, pero finalmente decidí mostrársela a los demás. Al igualq ue con el señor Bartok y la señorita Myst, si el culpable se hallaba en aquella habitación, tal vez ver ante sí el arma del crimen lo alteraría y le pondría nervioso, y tal vez así cometiese un error. Pero el asesino nos ha dejado una prueba. Me levanté, saqué la figura de mi bolsillo y la posé firmemente sobre el billar. Nos ha dejado esto. Lanzó esta figura desde lo alto golpeándo a la señorita Sommers. La figura se rompió en pedazos, epro pude rescatar este trozo. Durante la cena comentamos la canción que había colgada en nuestras habitaciones. ¿La recuerdan? Quienquiera que esté haciendo esto, tiene un macabro sentido del humor.

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25/07/2011, 17:30
Myst

Así que no solo tenemos una nueva muerta sino dos. Sea quien sea nuestro anónimo le está poniendo un gran empeño a la empresa. De seguir a este ritmo dudo mucho que lleguemos a ver amanecer siquiera… Repase con la mirada a cada uno de los presentes en la sala. La preocupación y el miedo era palpable en cada rostro. Incluso yo debía de admitir que la rapidez y la perfección con la que el chalado aquel estaba realizando las “ejecuciones” era como para asustarse. Pero si dejaba que el miedo me dominase probablemente acabaría siendo la siguiente víctima. Y no tenía intención de serlo, ni de ponerle las cosas fáciles a aquel loco homicida.


Eso son trágicas noticias. Está claro que nuestro “amable benefactor” no descansara hasta que cada uno de nosotros acabe pagando por sus “supuestos pecados”. Pero no tengo ganas de ser sometida aun al juicio de los dioses. Y creo que ninguno de ustedes tampoco. Por tanto propongo que de ahora en adelante nos separemos lo menos posible, de esta forma le resultara más complicado atacarnos. En cuanto a la canción, no es más que un truco para tratar de ponernos nerviosos y que cometamos errores. No debemos de darle más relevancia que la que tiene como canción infantil.

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27/07/2011, 11:36
Violet Morrigan

Comencé a cantar la canción infantil:

Diez Negritos se fueron a cenar.

Uno se ahogó y quedaron:

Nueve.

Nueve Negritos trasnocharon mucho.

Uno no se despertó y quedaron:

Ocho.

Ocho negritos viajaron por Devon.

Uno se escapó y quedaron:

Siete.

Siete Negritos cortaron leña con un hacha.

Uno se cortó en dos y quedaron:

Seis.

Me interrumpo asustada.

El policia murio en la cena. La pintora murio en la cama y mademoiselle Scarlett mientras exploraba. La siguiente estrofa habla de un hacha. ¡Que nadie se acerque a uno!

Creo que me estoy volviendo loca, y digo cosas sin sentido, pero es que tanta casualidad...

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28/07/2011, 09:47
Charles Hawthorne

Estoy de acuerdo con la señorita Morrigan. Aunque parezca una locura, es como si alguien nos estuviese utilizando para reproducir esa canción. Un escalofrío recorre mi cuerpo al pensar en todas las muertes mencionadas en aquellos versos. Y también creo oportuno seguir el consejo de la señorita Myst. Mantenernos juntos hasta hallar una solución hará imposible a nuestro macabro anfitrión el hacer daño a nadie más. Sugiero que nos quedemos aquí y que, si alguien ha de salir, vaya acompañado de al menos una persona. Me aterra la idea de tener que salir de la sala con otro invitado y que sea el asesino, pero si eso sucediese y me atacase, los demás sabrían entonces quién es el que ha organizado todo esto. Claro que, ¿de qué me serviría ya? ¿Qué me importa que se salven los demás o no, que atrapen al asesino o no, si yo ya no voy a estar aquí? Aunque, ahora que lo pienso, tampoco sirvió de mucho que la señorita Sommers y yo fuésemos juntos, ya que nos atacaron de todos modos y con menudo resultado... Aunque, bien mirado, ¿por qué tendría que haber un único asesino? ¿Y si todo esto había sido orquestado por más de una persona? Salimos cuatro de la casa, solo dos fuimos atacados y únicamente regresamos tres. Pero además, al regresar había muerto alguien más en la casa... ¿Es posible que Stephen Bartok o la señorita Myst se hubiesen separado, y uno nos atacase a Scarlett y a mí en el barranco mientras otro regresaba a la casa sin ser visto para acabar con la pintora? Era una idea descabellada, pero sin duda posible. Si algo tenía claro era que, a partir de ahora, no iba a fiarme lo más mínimo de nadie, sobre todo de esos dos individuos. Oh, Dios, por favor, te suplico que me ayudes a averiguar quién está haciendo esto. Por favor, ayúdame a salir de aquí. No puedo soportarlo más, por favor, Señor...

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28/07/2011, 23:18
Bernard Marsh

Creo que estan unstedes perdiendo la cabeza de mala manera.

Lo pienso, pero me lo callo. Carraspeo un par de veces para llamar su atención.

A ver. Esta sistuacion es muy estrema eso es innegable, pero tampoco debemos perder los nervios. Señorita Morrigan lo del hacha que ha dicho esta fuera de lugar. No veo a ningun asesino irrumpiendo en una sala con un hacha para partirle la cabeza a alguien por seguir una cancioncilla estupida. Aunque si que debemos estar atentos.

Por otra parte yo estoy haciendo lo que mi mente fria, fruto de mi trabajo, me ha enseñado a hacer: mantener la calma y pensar que hacer.

Me explico. O hay un asesino en la casa o el asesino es uno de nosotros. Digo "nosotros" y me inclullo porque yo se que no lo soy pero ustedes no lo saben. Tenemos que averuguar la verdad y averiguarla pero ya. Esa es nuestra maxima prioridad.

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29/07/2011, 18:11
Stephen Bartok

¡Esto no tiene sentido!¡¿Quien hace esto?!¿ El vengador de la mascara? dijo mas para si que para le resto. Pero lo más sensato es protegernos los unos a los otros, estoy de acuerdo.

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30/07/2011, 13:11
Charles Hawthorne

No sea tan duro con la dama, señor Marsh. Está alterada y asustada, como todos nosotros, y es lógico que podamos pensar en cosas imposibles o ridículas ante una situación que nos sobrepasa. Por otro lado, miro al señor Calvincott no nos ha dicho usted cómo ha fallecido Karen Walker. Creo oportuno que todos contemos con la mayor información posible acercad e cada uno de los sucesos acaecidos. De modo que, si no les importa, dígannos todo lo que sepan al respecto.

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01/08/2011, 15:31
Robert Calvincott

-El señor Marsh y yo estábamos en la sala de billar, cuando escuchamos un estruendo que nos condujo al piso superior, a la habitación de la señorita Walker. Al entrar la vimos tirada en su cama, ya muerta, y co la mesilla volcada en el sueño. Yo encontré este libro extraño en el cuarto - dije, mostrándolo- , y lo cogí aunque no tuve tiempo de mirarlo. La señorita Morrigan encontró a su vez una figurita que tampoco pertenecía a la habitación.. -los miré a todos antes de continuar la frase-.. La figura de un negrito rota.

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02/08/2011, 15:13
Charles Hawthorne

Miré extrañado la figurilla. Esto está empezando a ponerse realmente siniestro. ¿Qué sentido tiene el dejar las figurillas en dos de las escenas del crimen? En la primera muerte no hubo figurilla alguna... ¿o tal vez sí? No registramos la sala después del suceso...

¿Un libro? ¿Me permite verlo, señor Calvincott? Extiendo la mano dispuesto a coger el libro hallado en la habitación de Karen Walker. En cuanto eche un vistazo a este libro, por si contiene alguna pista, iré al comedor a ver si pasamos por alto una figura. Tal vez la primera muerte fuese accidental en vez de un asesinato. Si no hay figurilla, tal vez no haya habido crimen...

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02/08/2011, 19:04
Myst

Parece que nuestro “justiciero enmascarado” tiene alguna especie de predilección por los negritos. Primero el poema, ahora la figura. ¿Será algún tipo de pista o simplemente una artimaña para ponernos nerviosos? Parece que sea quien sea quien halla orquestrado esto lo tenía bien planeado.

Mister Marsh, esa es una de las razones por las que digo que debemos mantenernos todos juntos. Si alguno de nosotros resultase el asesino le serías más difícil actuar, e incluso podría darse el caso de que lo sorprendiéramos en plena acción.

En cuanto miss Walker, ¿no habéis podido encontrar alguna evidencia de la causa de la muerte? ¿Algún golpe, herida o contusión? ¿O sospecháis que ha podido ser un nuevo envenenamiento?

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03/08/2011, 01:28
Director

El criado le pasa el libro al cura. Al ojearlo, es fácil percatarse de que se trata del diario ínitmo de miss Walker. Ya está mediado, y con un simple vistazo es fácil percatarse de que escribía en él con asiduidad.

Notas de juego

Si alguno quiere leer alguna entrada del diario en concreto (la última, las dos últimas, la primera, una al azar, etc...) que me lo diga, para exponerle el texto que leería.

 

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03/08/2011, 01:35
Director

Los que habíais salido al exterior os encontráis empapados y llenos de barro. Resulta francamente molesto. Además de la suciedad, la humedad comienza a calaros los huesos y sentís frío. No es algo que impidiera estar de parloteo un buen rato, pero es claro que al cabo de un rato tendréis que cambiar la ropa chorreante por ropa seca y limpia, bajo riesgo de coger una pulmonía.

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03/08/2011, 01:38
Director
Sólo para el director

Violet Morrigan:

Comienzas a notar que una infusión no te vendría nada mal para paliar los nervios.

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03/08/2011, 01:39
Director

Calvincott:

Te daría un poco de vergüenza admitirlo, y el separaros no te haría ni pizca de gracia, pero el caso es que te estás orinando. Ya hace bastante que habéis comido, y no has tenido oportunidad aún de acudir al baño.

No es que tengas que ir de inmediato, pero no podrás posponerlo mucho más de una hora.

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03/08/2011, 03:30
Director

Notas de juego

Por cierto, para que os situéis temporalmente:

Podemos establecer que son, aproximadamente, cerca de las 5 de la tarde. Quedan un par de horas para la hora de la cena.

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03/08/2011, 12:57
Charles Hawthorne

Tomé el libro y lo ojeé velozmente.Era el diario de la mujer asesinada. No me parecía correcto leerlo, puesto que era el lugar donde, probablemente, la pintora plasmaba sus más íntimos pensamientos y experiencias. Por otro lado, tal vez podríamos encontrar una pista en alguno de los sucesos narrados allí. Sin embargo, yo no iba a hacerlo. Al menos, ahora mismo no porque tenía dos cosas más urgentes que llevar a cabo: la primera, cambiarme la ropa mojada, sucia y rota a causa de la caída; la segunda, echar un vistazo al comedor en busca de la figurilla que representaría la muerte del señor Fox.

Este libro es el diario de la señorita Walker. Quizás hallemos en él alguna pista importante que nos ayude a resolver este misterio. ¿Alguno de ustedes querría echarle un vistazo? Lo haría yo mismo, pero necesito quitarme esta ropa mojada. La humedad ya empiza a hacer que me duelan las articulaciones. La edad, ya saben... Así que, si me disculpan un momento, subiré a mi habitación y en seguida estaré con ustedes. Si alguien quiere acompañarme por eso de no separarnos para evitar ser atacados, se lo agradeceré. Ahora mismo vuelvo.

Me puse en pie y dejé el diario sobre el billar, a la vista de todos. Después, me dirigí hacia la puerta y me asomé cuidadosamente antes de salir para cerciorarme de que nadie estuviese esperándome. Estaba aterrado, pero aunque estuviese solo, me sentía en cierto modo seguro. Dios no permitiría que su más devoto servidor, que alguien que había dedicado su vida a servirle y propagar su mensaje, cayese en manos de un cruel asesino que tomase el libre albedrío otorgado por la deidad como una oportunidad para decidir sobre las vidas ajenas, y satisfacer sus ansias de control y su macabra forma de ver la diversión.

Por otro lado, resultaba irónico que alguien me acusase de ser un asesino cuando ambos teníamos tanto en común. ¿Yo un criminal? Bien, señor asesino, le recuerdo que, de un modo u otro, ambos hemos utilizado el mismo método para castigar a aquellos que lo merecen. Puedes imponerme un castigo para que expíe mis pecados, pero sabes que al final, tú también deberás recibir el tuyo. Lo que intentas, si es hacernos pagar por nuestros actos deleznables, es algo encomiable, pero la manera en que lo haces no te convierte en alguien mejor que nosotros, pues al hacerlo, te has convertido en lo mismo que todos nosotros. ¿Estarás entonces dispuesto a cumplir tu penitencia una vez hayas terminado tu obra? Estés dispuesto o no, eso es irrelevante porque Dios pone a cada uno en su lugar. Al igual que nosotros, tú también recibirás tu pena y, lo desees o no, Dios te obligará a cumplirla en esta vida o en la otra.

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04/08/2011, 02:41
Robert Calvincott

Notas de juego

Iba a mandar un mensaje individual con una duda para el director,pero como no me aparecen las opciones de destinatarios,no sé si lo leerá todo el mundo.

¿cómo te preguntamos cosas entonces?

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07/08/2011, 13:54
Myst

Cuando el reverendo hizo mención a la ropa mojada comencé a notar un ligero frescor por todo mi cuerpo. Eche una ojeada a mis ropas. Estas se encontraban húmedas y sucias. Al parecer la tensión del momento no me había hecho reparar en ello, pero ahora estaba empezando a notar sus efectos. Sería conveniente que me cambiara la ropa si no quería que en lugar de nuestro “justiciero secreto” fuese una enfermedad la que acabase conmigo.


Creo que todos los que hemos estado fuera deberíamos de cambiarnos e ir todos juntos. Deberíamos de evitar siempre que sea posible el quedarnos en grupos de menos de tres personas. De este modo si uno de nosotros resultase el asesino podría ser reducido entre las otras dos personas.