Partida Rol por web

Acompaño a Morticia a la calle para que tome el aire mientras la sujeto por el brazo, y le digo:

-¿ya estás bien?.

Pongo una mano sobre su frente para ver si tiene fiebre.

-Mmm, parece que estás bien, yo también estoy enfermo muchas veces, sobrevivirás...

-¿Nos vamos?-le susurro a Jack una vez estamos fuera.

Asiento, viendo que aquí ya no hay mucho mas que un montón de niños medio asustados.

-¿A ver el cadáver, o al sitio donde lo mataron?-le digo de forma muy animada...

¿Cómo puede sentirse mareada con el olor a cera?. Con el tiempo que pasa en la iglesia debe vivir siempre mareada.

Aquello no era más que una escusa para salir, pensó el robusto niño, pero era una buena escusa, así que decidió aprovecharla.

Al salir le preguntó a Emily - ¿Estás bien?

-Dónde quieras-le dije mirandole fijamente antes de que saliera Martin de dentro.

Le miro algo sorprendida.

"¿Se preocupaba por mi? Nunca nadie se había preocupado por mí".

-Sí...eh... estoy mejor-susurré algo nerviosa.

Luego compartía una mirada con Jack.

Le hago una señal a Martin para que no diga nada:

-¡shhhhh!

Y contesto a Emily:

-Vayamos a la escena del crimen -comenté visiblemente excitado moviendo las piernas como si me hiciese pis-lo que no se si antes pasar a ver el niño muerto, igual es una oportunidad única en nuestra vida.

Seguro que está metido en un ataúd y no dejan ver nada. - le contestó a Jack.

No tenía especial interés en ir al lugar del crimen, pero lo que si que estaba claro es que no quería estar en un lugar en el que las velas se movían solas y parecían tener voluntad propia.

Yo me apunto a lo del parque.

-Pues vayamonos ya que al final van a salir todos y no vamos a poder irnos-digo metiendo prisa a los dos que parecen demasiado tranquilos.

Nunca había mentido, de echo era uno de los diez mandamientos, pero ¿no me había subido a una bici y en compañía de un chico? ¿No estaba rodeada de chicos y hasta me habían tocado en un brazo?

Se unía otro la grupo de los aventureros, ahora que me daba cuenta...

Si me voy con los que no conozco de nada :S

-Bien, ahora sois parte del grupo.

Puse una mano encima del hombro del niño y la niña. Prometí a papá que no me separaría del grupo, y también aprendí de él a manipular las palabras y las promesas a mi antojo, así como manipular la información.

-Vámonos, aquí sólo perderemos el tiempo con velas y niños asustados.

Cuando iba a la bici, pensé:

Para estar de funeral llevan unos gorros muy divertidos...

Vale, que prisas.- le dije a Emili de camino a mi bici. - ¿Te lleva flacucho?- Suponía que sí, ya la había llevado antes y había sido el único en no caerse, lo que demostraba su pericia al volante.

-Me da igual-le digo al chico respondiendo a su repentina pregunta.

"Voy a volver a montar en bici... Si me ve mi madre me mata" pienso mientras los miro a ver cual de los dos decide llevarme, si es que alguno quiere.

A veces hay gente que cuanto menos hace, menos quiere hacer...

-Muy galante de tu parte, mmm ¿cómo te llamabas? -a Martin- bueno, da igual, vayámonos antes de que se den cuenta los otros.

Cojo a la chica por el brazo, y le digo:

-Ahora agárrate bien, no te vayas a caer otra vez.

Nerviosa me agarro de nuevo a Jack con decisión y comenzando a sentirme parte del grupo. Casi puedo escuchar mi corazón galopar en el pecho mientras en mi mente se siguen escuchando las frases que me diría mi madre en esa situación.

Me llamo Martin.- le contestó a Jack mientras se subía a su bici y se disponía a ir al parque a ver donde habían matado al hermano de Nooby.

Por mucho que lo intentaba, Paul no conseguía encender la vela de jack. Desde el otro lado de la casa se oían algún sollozo ocasional y a la gente hablando en voz baja. Finalmente Paul levanto la cabeza diciendo.

—Parece que no se enciende Jack...es como si tuvieses que encenderla tu...

En aquel momento, todos se giraron por instinto a mirar a Jack...que parecía a punto de abandonar la habitación con Emily y Martin, evitando encender las dos últimas velas.

-Yo soy Jack, Jacky para los amigos -susurrando- por eso Nooby me ha llamado Jack. -estrecho mi mano fría y húmeda sin ninguna fuerza-

Me giro hacia todos los demás, y me cruzo de brazos mirándoles:

-O sea, que vuestros padres no os dejan ir al sitio donde asesinan, pero si que os dejan jugar con fuego -levanto una ceja- y si ahora no me da la gana de prender la vela, ¿qué pasa? -poniendo voz burlona- Mi mami no me deja encender cerillas...

Como quieras Jacky.¿No te gusta flacucho?, te quedaba bien, y era fácil de recordar.- le dijo a Jack mientras le estrechaba su blanda mano.

Escuchó lo que Jack tenía que decir para añadir. ¿Que acaso es vuestro cumpleaños que os matáis por encender velas? Yo paso de encender ninguna de esas velas "budu"

Danny estaba realmente ansioso por saber si ocurriría algo si se llegaban a encender todas las velas, aunque no sabía por qué.

Decidió apelar a la amistad que le unía a Jack.

- Venga Jack, no te pongas así. Por favor, enciende tu vela... ¿no me vas a decir que te da miedo hacerlo? -además de a su amistad, decidió apelar también a su amor propio.

Claro que, conociendo como conocía a Jack, era bastante probable que ninguna de las dos estratagemas funcionasen.

-Llámame como quieras Martin... otra cosa será que te conteste.

Escucho a Danny, y esbozo una gran sonrisa:

Llevaba esperando un tropezón como este hacía rato.

Lo de hacer las cosas porque si, o por el "ahí tus huevos", era algo que no conocía, y claro, ahora que me di cuenta de que les interesaba mucho el asunto de la vela, no pude si no que:

-Yo enciendo la vela, pero vosotros venís conmigo, Matin y la niña - señalo a Emily con el pulgar -al sitio donde matan niños, como mínimo uno mas de vosotros, supongo que como Nooby ha dicho que ha de estar un tiempo castigado en su casa, no podrá venir - y también supongo que los dos que se queden, serán tan gallinas que no se querrán quedar solos...-

"Genial" pienso mientras veo como los demás parece que se han percatado de que pretendíamos marcharnos.

Todos parecen interesados en encender las malditas velas, y aunque normalmente enciendo velas sin pensar cuando en casa rezo con mamá, esta vez todo parece más sinientro.

Espero a que enciendan las velas y, aunque todo me sobrecoge bastante, tengo ganas de salir de allí y de que termine todo esto que parece que ha empezado.