Partida Rol por web

Ad intra mare (Mar adentro)

PARTE I. Un encargo de vital importancia

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20/11/2018, 23:29
Director

El curandero vasco intentó vislumbrar el interior de aquel "pozo". Pero su candil no dió para absolutamente nada, pues lo que había allí abajo era abismo. Un abismo estrecho y vertical, en el cual no se veía de fondo agua alguna. Parecía que el Largo se iba a precipitar un poco a las bravas, tan sólo con una cuerda. Instantes después, mientras el pirata Gavinet hacía acopio de su saber náutico enrrollando al pardo Caitán como mejor sabía y podía, el curandero inspeccionaba el charco anexo al agujero. Allí no había raíces algunas. Y con aquellas explicaciones poco claras del vasco acerca de las raíces (que tampoco él tenía a ciencia cierta cómo era aquella raíz), que se aventuró Caitán a descender por la boca negra del suelo. A su lado caía ese pequeño y constante torrente de agua. Y poco a poco, mientras los dos caballeros militares se ponían en el lado de la cuerda más próximo al pardo, éste iba descendiendo. Eso sí: no bastaba con dejarse descolgar mediante la fuerza de sus compañeros, sino que debía ir tomando éste o aquel saliente, un poco a ciegas, mientras descendía.

En pocos segundos todos los compañeros perdieron de vista a Caitán, del cual sabían que estaba allí sólo porque la cuerda tensa denotaba su peso. Ni tan siquiera, a no ser que gritara extremadamente fuerte, podría ser oído por sus compañeros desde allí abajo, dado que la caída del chorro de agua y el eco de la caverna provocaban un constante ruido, como el de una cascada grande.

 

Acto seguido, los dos caballeros, Dalmau y Eguzki vieron cómo la cuerda se bamboleaba entre sus manos. Ello quería decir que el peso de abajo, el pardo Caitán, se estaba moviendo de un lado a otro. ¿Se habría desprendido de la pared? Segundos después, la cuerda comenzó a resbalar por las manos de todos, quemando un poco sus palmas. Sin embargo, entre los cuatro no fue demasiado difícil aguantar. Claro que, llegó un momento que, de tanto soltar y soltar para hacer bajar a Caitán poquito a poco, notásteis que la cuerda se acababa. ¡¡SE ACABABA!! No sabíais siquiera si al Pardo le quedaba poco para llegar a algún fondo o si aún le quedaba mucho (ya que aún pendía). Y a los que estaban arriba sólo les quedaban dos opciones: subirlo de nuevo o soltar la cuerda para que, de alguna manera y a ciegas, cayera al fondo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Los que están arriba deben decidir si sueltan la cuerda o si suben a Caitán (a no ser que queráis estar sujetándola en el extremo). Lo que no sabéis es si Caitán tiene bajo sus pies algún suelo, y si está cerca o lejos. Eso sí, notaís su peso, pues aún sigue pendido. Tampoco podéis comunicaros con él por el sonido del agua cayendo y el eco producido.

IMPORTANTE:

Dalmau, Damiá, Eguzki, Sebastián: no marquéis a Caitán, postead este siguiente turno para vosotros.
Caitán: lo mismo postea sólo para tí (y si alguno de tus compañeros te marca, no lo leas :D)

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20/11/2018, 23:41
Director

Caíste unas varas hacia abajo, acongojado, exhalando un grito de pavor y asombro inconsciente. Tus manos había resbalado por lo húmedo de la pared vertical. El agua del chorro de agua que caía junto a tí desde las alturas hasta el desaparecido fondo te calaba la espalda, y eso no ayudaba. El caso es que caíste hacia abajo y supiste que la cuerda, las diez varas que siempre llevabas enrrollada, no daban para más. Sin embargo tus compañeros, al menos por ahora, seguían sujetándote. Sabías que aunque gritras el sonido del agua cayendo ahogaría tu timbre de voz.

Al mirar abajo oías el rumor del agua moviéndose... ¿era una especie de lago? A pesar de que intentabas mirar, no veías el fondo, y por tanto no veías el agua. No obstante, sabías que una caída así, desde aquella pequeña altura desde donde ahora pendías, no podía ser muy dolorosa; Sí, parecía un lago, pero algo más brillaba. Algo más. ¿Qué había allí?

Notas de juego

Ya sabes, no marques a tus compañeros en tu próximo post.

A tus compañeros les he puesto, como has leído, dos opciones (ya que se les acaban los diez metros de cuerda que están soltando): dejarte caer a ciegas o bien recogerte. Sin embargo a tí te doy una tercera: cortar la cuerda y hacerte caer tú mismo. Tu dirás qué haces.

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21/11/2018, 23:09
Dalmau Font de Tossa

Al no encontrar Eguzki ninguna raíz en el charco, la única solución era que alguien bajara por aquel agujero.
Caitán se ofreció valientemente para descender, ante lo cual Dalmau asintió, agradeciendo con una ligera reverencia su gesto.

No le terminaba de gustar la idea dejar colgando a uno de sus compañeros en un precipicio con sólo una cuerda como seguro, pero parecía la única manera de encontrar las raíces.

Tras bajarle un buen tramo sin contratiempos destacables, pasó algo que no habían calculado... se había terminado la cuerda.
Ese agujero era realmente profundo.
Sugiero subirle de nuevo y que nos cuente lo que ha visto. Soltar la cuerda y dejarlo a su suerte puede ser una temeridad. dijo Dalmau, sujetando con fuerza la cuerda.

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22/11/2018, 11:29
Sebastián de la Torre Quebrada

- No podría estar más de acuerdo con usted - concordé con el caballero - no arriesguemos vida alguna con temeridades; subamos a nuestro compañero cuanto antes y veamos qué tiene que contarnos. Tened cuidado, no queremos lastimar a Caitán.

Esperó la confirmación de los demás antes comenzar a tirar, cuanto más suave fuera el movimiento menos riesgos correríamos.

 

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22/11/2018, 21:27
Caitán "el Largo"
Sólo para el director

Los diez varas de la cuerda no eran suficiente, estaba aterrorizado, no sabía si me quedaría allí para siempre. Mis gritos de nada sirvieron, el chorro de agua retumbaba de tal manera que no debaja escuchar nada más. Colgado y mojado por el agua y por mi propio sudor intenté pensar que opciones tenía para salir de allí, o al menos para no permanecer colgado por mucho más tiempo, mis fuerzas empezaban a flojear.

Podía hacer dos cosas, seguir colgado a la espera de que mis compañeros tirasen de la cuerda y con ayuda de mis pies intentar subir...y por otro lado, cortar la cuerda y dejarme caer. No estaba seguro de si Dalmau, Eguzky y compañia seguían allí o se habrían ya marchado, no les podía ver ni ellos a mi.

Al mirar para mis pies vislumbré lo que parecía ser un lago...y algo brillante, algo que no llegaba a ver con claridad. Confundido y agobiado por la incomoda postura saqué el cuchillo y corté la cuerda, cerré los ojos y caí al fondo del pozo.

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22/11/2018, 22:17
Director

Caíste hacia abajo, cortando con gran esmero tu propia cuerda. Tu lanza la tenías a la espalda, y al tenerla sobre ella sujeta tu caída fue mucho más precipitada. Aquel salto de fe ante la imposibilidad de tener algo claro en ese momento hizo que decidieras aventurarte al fondo. En pocos segundos tu cuerpos golpeó contra agua, agua negra y fría. Te sumergiste por completo y entonces sentiste el agua helada en toda tu piel. Segundos después subiste a la superficie pataleando, y el peso de tu lanza y el resto del equipo te hicieron saber que debías acercarte a alguna orilla rápidamente. Sin embargo, cuando sacaste tu cabeza del agua viste una imagen espectacular:

Aquella caverna lucía por dentro con un brillo descomunal e inconmensurable. Estaba ilumianada toda ella. No había velas, cirios, antorchas o candiles, pero veías el contorno de toda la caverna, y entendiste que aquella montaña en la que estábais, en plenas tierras de Burriac, estaba hueca en su fondo más profundo. Aquel halo blanquecino y azul que inundaba todas las rocas en derredor era extraordinario pero... ¿de dónde procedía?

Tras nadar unos metros, salíste del agua, apoyando tu pierna en una orilla rocosa. Ahora, delante de tí, había infinidad de ramajes y raíces que sobresalían de las paredes, suelo y rocas del lugar. Era como si la vegetación emanara de la propia montaña. Y todas esas raíces proyectaban una luz inmensa. Aquel conjunto arbóreo del subsuelo daba iluminación a toda la cavidad. El espectáculo era impresionante.

Notas de juego

Aunque no es viernes ni momento de actualización, contigo puedo jugar en solitario más cómodamente.

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23/11/2018, 10:13
Damiá, el Gavinet

Subámosle pues-y dicho esto me dispongo a cobrar cuerda. A saber si necesitamos más cuerda o a visto el fondo y se ha soltao. Sea lo que sea está colgado ahí a su suerte y no debe ser plato de buen gusto.

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23/11/2018, 14:50
Caitán "el Largo"
Sólo para el director

El agua estaba fría, helada, no fue agradable el contacto con ella, aunque me despejó un poco. Busqué desesperado una orilla o roca a la que poder subirme, pues el peso de la lanza y el zurrón me tiraban para atrás.

Entonces me paré un momento a ver lo que tenía alrededor, y lo que vi fue simplemente impresionante, aquel lugar era una especie de cueva subterránea, llena de brillo y colores blanco y azul. Jamás había contemplado algo tan bello, se me antojaba ver cada rincón de ese lugar. Entendí un poco el porque de la hostilidad de aquellos seres que nos atacaron en la cueva, ¿sabrían ellos acaso la existencia de aquella caverna?...suponía que si.

Tras nadar varios minutos en busca de la orilla, pude ver de donde procedía ese brillo...unas raíces inumdaban ahora el suelo y las paredes y desprendían luz propia. Caminé con cuidado de no pisar la vegetación y me incliné para ver las raíces de cerca. Debían ser estas las raíces que nos mandó buscar Don Alejandro, no pidían ser otras. Saqué el cuchillo para llevarme unas pocas, con cuatro o cinco serían suficiente.

Levanté la cabeza unos instantes pensando como demonios iba a salir de allí. Aquello era precioso pero no tenía intenciones de quedarme mucho rato. En cuanto tuviera las raíces en el zurrón lo siguiente sería buscar una salida...

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23/11/2018, 23:08
Director

Damiá fue el último que emitió opinión en cuanto a qué hacer con Caitán. Al igual que sus compañeros, optó por subir al pardo, y entonces comenzásteis a recoger entre todos a base de fuerza. Aquello se antojaba igual de pesado que hacer descender al pardo soltando cuerda con cuidado. Sin embargo, cuando comenzásteis a hacerlo, la cuerda se tensó un pequeño momento, y se balanceó de un lado a otro unos segundos. Algo pasaba allá abajo. Instantes después, todos notásteis entre vuestras manos que ya no había peso alguno allá pendiendo de la cuerda que caía hacia la profundidad de la gruta vertical: se entendía que Caitán ya no estaba sujeto en ella. Vuestro corazón se bamboleó un poco fruto de un pesar y gran preocupación. Entonces recogísteis enseguida la cuerda, y vísteis que el extremo estaba deshecho.

La cuerda había sido cortada en el último tercio y el Gavinet, experto en armas de filo cortas y en sogas marineras, se dió rápidamente cuenta de que ésta no había sido seccionada por desgaste o por estar en mal estado: un filo la había partido en dos, y para él no había duda alguna.

Notas de juego

¿Qué hacéis? Próximo turno: martes 27.

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25/11/2018, 13:09
Dalmau Font de Tossa

Tras acordar subir de nuevo a Caitán, tiramos con fuerza para devolverlo arriba.
Sin embargo, a medio trayecto se zarandeó violentamente y dejamos de notar peso...
Dalmau empezó a sentir un sudor frío al pensar en que quizás su compañero se habría caído al vacío o golpeado con algún saliente.
Sin contar, claro, que iba a ser muy complicado sacarlo de allí.

Cuando izaron la cuerda y ésta estaba rota se confirmaron sus temores e instintivamente una de sus manos se fue a su cabeza, agitado.
Un detalle era significativo, eso sí, pues Damiá podía confirmar que la cuerda no se había partido por el desgaste, si no que había sido cortada con algún arma de filo...
Sólo habían dos opciones: o Caitán la había cortado por algún motivo o... había alguien ahí abajo...

Parecía que no tenían más cuerdas, así que realmente no sabía muy bien qué hacer. Por lo pronto, vio que deberían bajar de algún modo u otro, así que empezó a quitarse la pesada armadura mientras pensaba.
Creo que vamos a tener que bajar... pero... ¿cómo? murmuró, mientras observaba la cuerda.

Notas de juego

No tenemos más cuerdas? Qué trozo le han cortado, para saber si sería más o menos utilizable la que tenemos? Saludos!

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25/11/2018, 19:36
Director

Tomaste unas cuantas muestras de raíces. De hecho, intentaste tomar aquellas en mejor estado, y las que parecían más saludables. Una vez las guardaste en tu zurrón, miraste alrededor, y a tu izquierda viste un pequeño montículo de roca, como un pequeño altillo. Fuera casualidad o tal vez no, que parecía tener excavados en el lateral pedregoso unas escaleras, aunque dudabas si era la pura casualidad y la forma de aquella cueva lo que a tus ojos le parecían. Tras acercarte al montículo y subir por aquellas "escaleras", encontrate en el suelo del altillo algo extraño: un conjunto de piedras dispuestas en forma circular, y en el medio, a modo de radios, había palitos y ramajes varios. En el centro del círculo se encontraba una piedra un tanto más grande. Aquella especie de dibujo circular tenía aproximadamente de diámetro vara y media.

 

Notas de juego

Con tu próxima intervención, puedes tirar por CUL x2.

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26/11/2018, 09:36
Sebastián de la Torre Quebrada

Los peores temores de todos terminaron finalmente por confirmarse cuando fue sólo una cuerda cortada lo único que logramos sacar de ese profundo y oscuro pozo.

Con pesar en el corazón solté la cuerda y me acerqué con cuidado hasta el borde del agujero, agachándome y dando una voz con la tenue esperanza de recibir alguna contestación.

-¡¡¡Eeeehhhh!! ¡¡¡Caitaaaaaaán!!! ¡¡¡Eeeeehhh!!!

El estruendo del agua y el eco es lo único que parecía responderme.

Me giré para escuchar las palabras del caballero Dalmau y, sorprendido le contesté al verle empezar desprenderse de su coraza.

- ¿Qué creéis que estáis haciendo? ¿No pensará descender también? ¡Por Dios y por la Virgen! Es demasiado arriesgado.

Busqué con la mirada las caras de mis otros compañeros, esperando que alguno tuviera alguna idea de cómo proceder ahora, con cualquier solución que se nos pasara por alto. Ciertamente no parecía haber otro camino para descender hasta el fondo, pero prefería agotar las otras opciones antes.

- Debe haber otra forma, algún otro acceso - y me levanté con cuidado alejándome del pozo con la intención de buscar algo por los extremos de la gruta.

- Tiradas (1)
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26/11/2018, 15:02
Eguzki el Calvo

.

   Examino la cuerda con interés.

   - Si no hay otro camino, lo que ha quedado de la cuerda, justo donde esta cortada nos indica donde se ha de mirar, si alguien a cortado la cuerda a esa altura, algo debe de haber a esa altura, la pregunta es... ¿tenemos otra cuerda? Cuatro quedamos, pueden bajar dos a la vez con dos cuerdas y el corte de la primera indica donde hay que tener cuidado y temer un ataque. -

    Reflexiono y comento, más para mi mismo que para los demás.

   - También se puede atar una antorcha al extremo de la cuerda y bajarla para mirar lo que vaya alumbrando, pero no sé si eso nos permitirá ver algo o no.

   De cualquier modo, hay que tomar una decisión, mis señores, Caitán está abajo. -

   Y miro a ver que se decide.

.

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27/11/2018, 07:05
Damiá, el Gavinet

Que yo tengo otra cuerda,que podemos intentar amarrarla y descender por ahí.-Saco mi cuerda y empiezo a empalmarla con la otra lo mejor que puedo. Luego me la ato y digo a mis compañeros-Que sujeten bien,¿eh? Voy a bajar, si  tiro dos veces de la cuerda es que suban, si tiro tres que voy a soltarme pero que todo va bien. Dejenme el candil o una antorcha.-Y dicho esto y tras comprobar que mis compañeros tienen bien sujeta la cuerda desciendo poco a poco.

- Tiradas (1)
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27/11/2018, 20:48
Caitán "el Largo"
Sólo para el director

Tras guardar las raíces en el morral, caminé hacia el montículo que había visto en la parte izquierda. Aparatosamente subí las escaleras, intentando no caer para no aplastar las raíces que tenía en la mochila. Al subir a la parte alta de la pequeña montaña pude ver un circulo de piedra y ramas, aquello me pareció una especie de ritual...aunque tampoco entendía mucho de rituales. No parecía una salida ni nada parecido. Acercándome aún más toqué con un poco de miedo las piedras y ramajes que formaban la extraña figura. Tenía claro que aquel dibujo no fue creado de forma natural...fue hecho por alguien, esas piedras estaban deliberadamente puestas, con que objetivo o intención era algo que se me escapaba.

Aprovechando mi altura, comencé a gritas, por si mis compañeros podrían oírme. - HOLAAAA, AHÍ ALGUIEN POR AQUÍ. ALGUIEN ME ESCUCHAA. DALMAU, EGUZKY, DÁMIA...

 

- Tiradas (1)
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27/11/2018, 21:48
Director

Lo único que sacaste en claro de aquel lugar era que, evidentemente, aquel conjunto de ramajes y piedras había sido puesto en aquel altillo de manera deliberada. De hecho, todos esos cantos no eran propios de las rocas del lugar, pues aquella gruta tenía una piedra más oscura en todas sus paredes y techos. Tras gritar un instante, ninguna respuesta obtuviste más que el repiqueteo del agua cayendo sobre el lago, unas varas más alla. Era como si el resplandor de la cueva inundara todo sonido por su gran belleza. Eso sí, cuando introdujiste tus manos en el círculo que a tí te parecía ritual (y no lograbas discernir ni recordar de qué podría tratarse), un fogonazo oscuro de luz te irritó las pupilas.

Enseugida tus ojos se oscurecieron, y sólo pudiste apreciar, como dentro de tu mente, tus manos intentando tocar la piedra de una manera extraordinariamente increíble. Ni en los más increíbles sueños podrías haber encontrado lo que tu mente entendía dentro de tu cabeza:

Tus manos se movía, azuladas en su contorno, al igual que la piedra, y de la punta de tus dedos sobresalían rayos. Sí, como pequeñas tormentas de aquí para allá, sin control alguno. Un instante después, cuando tus sentidos estaban demasiado ocupados como para preguntarse siquiera qué diantres era eso, la luz volvió a tus ojos.

Ahora estabas en la sala vacía que, un buen rato antes, habías escudriñado antes, en la misma zona donde tú y tus compañeros os habíais enfrentado a dos seres cornudo y uno diminuto. No sabías cómo, pero lograbas estar de nuevo en el piso superior. Tus dedos estaban bien. También tus manos, tus piernas y todo tu cuerpo. Tu lanza seguía colgada a tu espalda (en su sitio), y en tu zurrón aguardaban las raíces que habías podido recolectar.

Notas de juego

Por cierto, al "despertar" o "aparecer" en ese lugar, logras oir los gritos de Sebastián, muy a lo lejos, como llamándote.

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27/11/2018, 21:43
Eguzki el Calvo

   Doy un paso al frente.

   - Yo tengo un candil, si nadie tiene otro, te irá mejor que la antorcha, al estar cerrado, puedes llevarlo atado la cintura y así puedes ver y tienes las manos libres. -

   Le recuerdo. - Acuerdate de lo que te he señalado - y señalo la altura del corte en la cuerda. - Cuando llegues a la altura donde fue cortada la cuerda, estáte atento.... yo.... yo... yo no soy muy buen escalador pero si quieres, puedo bajar contigo, con dos trozos de cuerda podemos atar la cuerda a alguna columna o roca gruesa para servir de apoyo. -.

Notas de juego

   Si bajo, me ato bien atado, que con mi agilidad innata... XD.

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27/11/2018, 22:08
Director

Vive Dios, creánme vuecencias, que Sebastián de la Torre Quebrada revisó palmo a palmo aquella sala, de la que sólo había constancia en ella el charco de agua y el agujero por el que caía el torrente líquido. Y nada encontraron sus esforzados ojos en esos momentos. Más allá estaba la entrada-salida y a un lado el pasillo por el que habíais avanzado minutos antes. Y no encontró acceso alguno al que atenerse. En éstas estaba el caballero cuando el otro, el de Montesa, pensaba en Caitán ahí abajo. Dalmau no sabía qué pensar en verdad, y un escalofrío le recorrió el cuerpo al ver el trozo de cuerda sesgada por filo.

Más práctico se hacía el buen curandero vasco, que no vana idea tuvo con la de la antorcha. Incluso la de atar varias cuerdas (que sólo parecía tener Damiá), con el trozo restante de la de Caitán. Y también él estaba apesadumbrado por la ahora ausencia. Eso sí, decicido, que el Gavinet decidió "lanzarse", es decir, no dudar acerca de descender ahí abajo, como cuando cualquier hombre al agua caía desde la borda. Entonces comenzó a empalmar la cuerda de Caitán con la suya propia, en cuanto la sacó de entre sus pertenencias. Una vez declaró cuánto habría de tirar de la cuerda y para qué, sólo quedaba rezar a Dios o atenerse a la Fortuna para que el descenso fuera prodigioso y sin desaciertos. Acto seguido, Eguzki le ofreció el candil, y aquello sería mejor que la antorcha, pues el torrente que caía al vacío desde las alturas la apagaría en cuestión de segundos. Sin embargo, el candil protegería la llama. Y el vasco se la ofreció cortésmente.

Entonces, Damiá sujetó su cuerpo con la soga y comenzó a descender. A su lado le salpicaba el enorme chorro de agua que caía a menos de una vara, y estaba realmente fría. Y crean también sus mercedes ese dicho cuando lo oigan; que el hombre, ni más ni menos, que es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Bueno, también podría decirse que cae dos veces por un agujero... en prácticamente menos de una hora: Y es que el pirata catalán emitió un alarido a los pocos segundos de bajar, ¡¡OUUFFFF!!

      

El nudo que había enlazado entre cuerda y cuerda...¡¡¡¡RRASS!!!!  ¡¡COMENZÓ A CRUJIR Y DESATARSE!! El restallar de las hebras de soga fue el preludio al latigazo de los dos tramos de cuerda, tensos como una pared de mármol, provocaron al desligarse... ¡Damiá cayó unas varas, rozándose y magullándose sus extremidades con la roca de la pared afilada y vertical del agujero; y sus dedos ahora estaban sujetos del frío y húmedo borde rocoso! ¡¡ESTABA COLGADO DE UN BORDE PEDREGOSO COMO LO HABÍA ESTADO UN RATO ANTES*!!

- Tiradas (3)

Notas de juego

Nota: de momento sólo podría bajar uno, Eguzki. Demasiado peso, por un lado, y demasiado poco espacio para una bajada sin terminar en desastre.

Todo: chicos, NO marquéis a Caitán (os voy a dar para el pelo a algunos ... :P)

*Damiá: haz una tirada de Suerte x3.

-Si la superas, te habrás conseguido agarrar al borde del agujero y podrás incorporarte sin problemas.
-Si no, irás para abajo, y te narraré en privado lo que ocurra. Suerte :)

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27/11/2018, 22:18
Director

Y para más inri, que estando así de tensa la cosa, pareció que los dos caballeros religiosos estaban más al asunto de Damiá, ahora colgado en pleno agujero. Pero tú, que no eras tan diestro en las armas como ellos, pero sí en otros tantos menesteres igual de válidos, te hiciste acopio de lo que tu oído te mostró: más allá, desde el pasillo de donde habíais venido (justo en la zona de lucha, pasilla atrás), se escuchaban ruidos. Oiste como algo que se había desplomado, una caída, tal vez un gemido.

Notas de juego

Aclaro que el ruido es de alguna de las salas cerca del caldero, donde las peleas anteriores con los seres.

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27/11/2018, 22:40
Eguzki el Calvo
Sólo para el director

Notas de juego

¿Marco a todos menos a Caitan, a Damiá también?