Partida Rol por web

claymore(2)

Demetria (Norte)

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17/05/2009, 03:23
Director

Demetria es considerada el "acceso" a las duras tierras del norte, es una ciudad relativamente grande y con bastante presencia militar.

Demetria conceta con un sistema de caminos que lleva a todas las demas ciudades del norte, sin embargo, algo mas que el frio estaba acechando aquella zona del continente, solo que en tierras tan inospitas, si una persona muere la noticia no se extiende tan rapido principalmente por dos razones, la mas importante es que no hay trobadores o viajeros que acostumbren a viajar frecuentemente entre las ciudades, cada vez que alguien se ve obligado a ello corre un gran riesgo de morir congelado por el camino, eso sin contar los lobos y otras "criaturas" desconocidas que diezman a las distintas poblaciones.

Por lo demas la ciudad comparte el patron basico de toda ciudad, obviamente las calles no están tan transitadas y sus gentes van bien abrigados, problema que no tendría una claymore, tampoco un yoma.

En la entrada de la ciudad hay dos guardias que vigilan el poco transito de la ciudad, en estos tiempos ya pocos viajan a tierras tan peligrosas.

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17/05/2009, 03:41
Director

Notas de juego

Si, con tantas notas de juego que te he puesto, crei que ya te había puesto los px, sorry.

Obtienes 5 px

Recuperas un punto de fuerza de voluntad tu nivel total de salud y yoki al llegar a Demetria, tambien tienes ropas nuevas.

Obtienes 1 punto en atletismo (has corrido y desplazado mucho ultimamente)

 

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17/05/2009, 16:33
Andrea

Pese a que el trayecto no era demasiado largo, tan solo unos días, se había hecho enormemente gravoso. La soledad no ayudaba a mejorar su estado de ánimo, pero afortunadamente, tenía la música como compañera de viaje. Habia terminado la melodía en solo tres días, una melodía triste, pues de un ánimo tan triste no podían brotar notas de felicidad.

La letra no estaba completa, y hablaba acerca de la soledad del camino y la incomprensión a la que se enfrenta un corazón humano encerrado en un cuerpo que no agrada a los demás, de cómo es de difícil mantenerse fuerte y humano cuando la peor parte del mundo la vives a diario, la parte del mundo que la gente de a pie no ve ni vive casi nunca, la violencia, la muerte, la soledad y el desprecio. Aún falta incluir a la homenajeada de a canción, pues la letra no estaba entera, por ahora se titula "Al otro lado del mismo mundo"

Tocando la canción llegó a Demetria, admirando su paisaje, paseando por el camino húmedo y frío a causa de la nieve. En su mirada no habian lágrimas, pero sí una profunda pena y melancolía, que no se molestaba en disimular. Miraba distraída alrededor mientras llegaba al pueblo, y saludaba a quien se cruzaba con un amable gesto de la cabeza, y una sonrisa rota.

Una vez en el pueblo sintió a su compañera, que también se acercaba al mismo punto. Se sentó en un banco a esperarla, con el laúd en mano, repitiendo la canción y buscando las palabras que incluyesen a Leticia.

Mientras hacía, la vio aparecer en la distancia. Su compañera debía ver a una chica de unos 19 o 20 años, con el cabello largo y bien arreglado, de un color plateado muy claro, así como su rostro, también muy pálido, que contrastan con unos ojos plateados oscuros, de poco brillo. La pose de Andrea es estudiada y correcta, apropiada para alguien que ha prestado mucha atención a las clases de etiqueta de la Organización, y que la saluda cálidamente con una mano, aunque sin aspaviento y con movimientos lentos, como... desganados.

Notas de juego

Subo Percepción Yoma!

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17/05/2009, 16:57
Catalina

   

  Pasos serenos pero frios del recipiente de un alma errante, sólo las grevas en el repiqueteo de su caminar anuncian su llegada, ni saludos, ni gestos hacia los humanos de noble corazón que defienden aquella región de blanca nieve. Como si hubiese nacido en aquellas tierras, su rostro estaba pálido, sus ojos brillaban en un matiz grisaceo, opaco y sin vida, gélido atisvo de la inhumanidad. La nieve acolchaba su avance haciendo más sigilosa su presencia, ya de por si cuidada, reprimiendo el demonio que habitaba en su interior.

  Las calles de Demetria la recordaban a su ciudad natal, y el abrazo del invierno perpetuo tomaba su pálido cuerpo, estrechando sus inmoviles manos y ondulando su cabello, que se mecía en una danza lenta de requiem albino. Sus labios eran de un color rosado, brillantes, deaseables, pero de aspecto también frio. La juventud de su cuerpo se veía rota por la inexpresión constante de sus movimientos y su rostro. No fue dificil dar con la compañera asignada por la Organización en el tránsito monótono de la ciudad, despejada de transeúntes y miradas obscuras. No echó de menos las cálidas sonrisas y vítores de Gohan y Seranna. Cuando Catalina desfiló frente a la otra claymore, no le dedicó saludo alguno, ni frenó su avance para detenerse a saludar. Su gélido rostro se tornó unos centímetros y sus ojos enfocaron su mirada clavandola en los ojos de Andrea. Una mirada fugaz, como un témpano de hielo, en un brillante plateado muy similar al filo metálico del claymore. Era libre de seguirla o abandonarse al descanso. Catalina no se preguntó cuanto habría caminado, nisiquiera cuanto habría esperado. Nunca gustó de derrochar su tiempo.

  En su muda contienda llevó su mirada hacia el frente sin detenerse, en dirección a la plaza mayor de aquella ciudad, en busca del mensajero que les facilitase más información. Buscó en su mente reconocer el símbolo de su, ahora, compañera, sin demasiado éxito.

  Fria, incontenible, como un ángel de gélido hielo la ignoró.

 

Notas de juego

         (mi simbolo)

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17/05/2009, 17:17
Andrea

Andrea se levantó cuando su compañera estuvo lo bastante cerca, esperando un saludo o una presentación que no llegaron. Pasó de largo, y Andrea dedicó un largo suspiro al 'afortunado' encuentro.
Se tomó dos segundos para meditar antes de seguir los pasos de su compañera. No parecía una de 'las otras', pero era fría y distante. En cierto modo, y le desagradaba profundamente reconocerlo, se veía a sí misma unos años después, con el ánimo derrotado y los sentimientos encerrados en un bloque de hielo para evitar que doliesen. Seguía sin parecerle el camino a seguir para congeniar humanidad, felicidad y deber. Aquél camino, aunque fuese doloroso, era el que estaba siguiendo.

Cuando vino hacia ella, estuvo observando sus nulas expresiones y su mirada, de modo que apenas se fijó en su símbolo. Eso lo hizo al girarse para seguirla, cuando lo vio destacando en su espada.
Vaya. Qué... casual. Me pregunto quién hace nuestros símbolos en la Organización, y si tiene algún sentido la forma que tienen

Colgó el laúd y la acompañó a la plaza, dando unos pasos rápidos para ponerse a su altura y caminando a su derecha cuando la alcanzó.
Del cuello de Andrea colgaba un pequeño ángel de plata, de aspecto vengador, en un colgante sencillo. Miró a su compañera, comprobando que no perdía su frialdad. Esto iba a ser un poco complicado, pero si no se intentaba romper el hielo, no vería reacción por su parte. Si era tal como creía, debía creerse dura e inquebrantable, para mantener el cofre de hierro donde tenía encerrado su corazón, y acercarse a ella como si fuese una persona sentimental la haría reaccionar mal. Por otro lado, si resultaba que era una de 'las otras', tampoco habria sentimientos que herir, y conseguir una compañia agradable por su parte iba a ser difícil.

Buenos días, compañera. Me llamo Andrea, soy la número treinta. Dejó pasar un segundo ¿Un mal día? Pareces de mal humor.

Notas de juego

Símbolo de Andrea

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17/05/2009, 17:38
Catalina

  

  Las construcciones de Demetria no podían hacer sombra a las que encontró en el sur, nisiquiera en lo más profundo del desierto. Mis ojos buscaron en lo alto de las montañas ruinas, cuando mis pasos se detuvieron en la plaza busqué la piedra negra allá por donde pudiese ocultarse, al pie de los edificios o quizás en una de sus fachadas. Sin ansiedad alguna, con una mirada analítica tranquila, que calculaba el terreno y asimilaba la posible información del mismo. No pasó por alto la calzada, a pesar de su humedad y de encontrarse parcialmente cubierta por la nieve. Avivó sus sentidos, el oido, el tacto, el olfato, la vista, incluso el gusto, entreabriendo unos milímetros insignificantes sus labios. En aquel estado de gélido éxtasis Andrea preguntó, presentandose. Hacía tanto tiempo que Catalina no se cruzaba con una de las suyas, no almenos una de rango inferior, que sus formas se habían marchitado, pasando por alto la bienvenida, la presentación y el reconocimiento.

 Casi con esfuerzo, la voz dulce de Catalina se dejó trasportar por la fria brisa polar, y sus ojos acabaron clavandose, como astillas en los de la número treinta:

 - Número veintiseis. Catalina. - Ignorando conscientemente su pregunta pues no era de importancia, ni de su incumbencia.

 La misión habría de ser de reconocimiento, y no particularmente complicada. Andrea debía tener cualidades para el rastreo, su forma física era similar a la mia, medía unos dos centímetros menos y se mostraba inquieta a pesar de su mirada con carga triste. Demostraba apego por los objetos humanos, ese colgante, a modo de amuleto protector, y aquel laud, del que ya había oido hablar. Aquella debía de ser la misma que pidió a Rubel aprender a tocar el instrumento. Podía resultar un estorbo durante un enfrentamiento.

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17/05/2009, 17:55
Andrea

Andrea asintió tranquila, y continuó mirando todo alrededor. Por alguna razón, se encontraba de mejor ánimo, o eso creía. Lo que sucedía, de hecho, es que tenia un objetivo, y eso apartaba parte del peso que llevaba encima.
Intentaría llevarse bien con Catalina. Si podia evitar tener una compañía muda y fría, lo haría, pues una cosa era caminar en soledad, y otra cosa caminar con alguien que ha sucumbido a los trucos de la Organización para anular nuestros sentimientos y convertirnos, en efecto, en máquinas. Y por supuesto, si de paso ayudaba a una compañera, bueno sería. No habia podido ayudar a Leticia, y eso la acompañaría el resto de sus días, pero si ayudar a otras cazadoras era una forma de enmendarlo, intentaria hacerlo.

Llegaron a la plaza y se pararon, así que Andrea pensó rápidamente. Tratarla con calidez no habia servido de nada, así que al menos hablarían de trabajo. Tal vez el resto vendría después. Ojalá.
Andrea contuvo su habitual gesticulación al hablar, para dar a sus palabras un mayor halo de seriedad.
Bien... Suspiró, exhalando una bocanada de vaho Mi especialidad es la percepción de Yoki, así que imagino que usted conocerá el terreno, ¿Es asi? Tal vez deberíamos probar nuestras habilidades, para sacar mayor provecho de ellas. ¿Le parece bien?

No pensaba luchar en serio con ella, tan solo poner de manifiesto las habilidades de ambas, y si algo tienen en común todas las cazadoras son sus habilidades de combate, y probablemente podrían hablar de ello desde un punto de vista menos laboral, una vez hubiesen terminado la hipotética práctica. Ya sería un paso.

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17/05/2009, 18:22
Catalina

- No. - Dijo con sequedad. Catalina no había estado jamás en Demetria, nisiquiera en ciudades o aldeas colindantes, el clima era diferente del de su tierra, mucho más crudo y extremo. Había estudiado la zona antes de entrar a la ciudad, lo suficiente como para saber que podría sobrevivir en las afueras durante un tiempo sin necesidad de recurrir a la civilización, algo practicamente imposible para un humano. No había una pista clara de Yoma en las cercanias, por algún motivo, su instinto le llevaba a pensar que su destino serían las cumbres o sus cercanias. Puede que el invierno y el frio se cobrasen muchas más victimas que los Yoma en aquellas tierras.

 Azlo el mentón en busca de más datos sobre la región, y Andrea propone medir nuestra capacidades la una contra la otra. Una lucha para comprender nuestras habilidades, nuestro nivel, una forma sencilla de alarmar a la población, ser localizadas fácilmente por cualquier Yoma y una muestra clara para nuestros oponentes de a que se están enfrentando. Además, su trato era distante, forzado como si Catalina se tratase de una anciana. Aquello no lograría molestarme, mucho menos cambiar la inexpresión del rostro, pero si contemplar sus ojos con cierta curiosidad bien disimulada.

 - No resulta el mejor momento ni el mejor lugar para hacer tal cosa. - Aprovecharía más su energía centrandose en hacer aquello para lo que había sido requerida, en vez de esperar. - ¿Has localizado algo destacable en los alrededores?

 Si bien había conseguido que Catalina formulase una pregunta con su aterciopelada voz no parecía que esta considerase a Andrea un rival a la hora de ponerse a prueba. Si estaba especializada en el rastreo, aquella sería una misión sencilla. No gustaría de sentirse como lo que había soportado toda su vida como claymore, no ensalzaba sus capacidades, y a pesar de su distancia gélida para con su compañera, su tacto con ella no era propio de aquellas que se vanaglorian de ser más poderosas, no desdeñaba su oferta porque considerara que Andrea no tendría oportunidad, sino por ser reservada, fria y calculadora. Ocultando alguna clase de motivo por el que era mejor olvidarse de aquello. Ocultando aún más profundo, que no tenía ninguna muestra de interés por usar artes propias del asesinato, contra alguien que una vez fue humana. Achacó aquellas ganas de luchar al buen proceder, y al ánimo de que nuestra misión en Demetria resultara con éxito, descontando por otra parte la energía que parecía rebosar de aquella claymore.

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17/05/2009, 18:47
Andrea

Vaya por los Dioses. Así que Catalina tampoco era de aquí, eso complicaba las cosas, por supuesto, pero si las habían enviado juntas es porque confiaban en su habilidad conjunta. Catalina declinó la oferta de las prácticas, pero al menos habia hablado lo suficiente como para tutearla, de modo que Andrea también lo haría, siempre era un trato más amigable.
Al menos parecía que hablar de trabajo funcionaba.

Sonrió sin motivo aparente, una sonrisa algo más amplia, y sobretodo sincera, no rota o forzada, y respondió.
Como quieras, es solo que Rubel me advirtió que era una región peligrosa, y creo que tendrmos que esforzarnos a fondo. En cuanto a Yoki... Miró al cielo y alrededor, tomando una pose algo más relajada, en lugar de erguida como un palo No, nada, por ahora todo está tranquilo.
Dejó pasar unos segundos más antes de continuar ¿No te han dado más datos?

Si la conversación seguía, Andrea al menos apartaría sus espectros. Al menos eso, ojalá congeniaran. 'Las otras' solían ser arrogantes y bravuconas, y Catalina no era así. Definitivamente, parecía solo alguien dolida.

El frío de Demetria no hacía mella en las cazadoras, por supuesto, pero era incómodo. Se sentía mucho mejor bajo un sol cálido y con el cabello mecido por una brisa fresca.

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17/05/2009, 19:36
Director

El clima de Demtria estaba siendo benévolo dentro de lo que cabe, pero todo parece indicar que mas al norte no sería tan condescendiente.

En el centro de la plaza mayor se alza una estatua que representa a las dos diosas hermanas gemelas del amor, Teresa y Clare, protectoras de Demetria.

Aquella ciudad en general no parecía muy antigua, almenos a simple vista no hay rastro de roca oscura, ni siquiera en los cimientos ni en los muros.

El sol luce tímido en lo alto, en algunas zonas la nieve estaba derretida pero los tejados aun permanecen cubiertos de blanco, la plaza en la que se encuentran Catalina y Andrea con parece un lugar de reunión muy propicio, desde esta se pueden ver el ayuntamiento, el templo y bastantes negocios, obviamente los mercadillos al aire libre escasean.

Despues de un rato, en una de las bocacalles que salen de la plaza, un hombre abordó a ambas claymore, iba totalmente de negro y el rostro casi cubierto por completo, era un mensajero, probablemente uno de los asignados al norte

-Por aqui...

Sin mas comenzó a caminar entre las estrechas callejuelas hasta llegar a una pequeña casa, bastante vieja, la cuel en efecto parecía algun tipo de "sala de reunion" pero bastante abandonada.

-Esta es la situación, hace una semana un equipo de cacería fue enviado a las montañas capitaneadas por la numero once, no hemos vuelto a saber de ellas y vuestra misión es encontrarlas o averiguar que ha sucedido, por el momento sois el unico equipo de busqueda, pero dentro de poco enviaremos otro en canto las suficientes guerreras esten reunidas.

Las ultimas pistas de su paradero son las montañas situadas aqui...

El mensajero señaló en un mapa la cordillera que atraviesa el norte en su parte mas oriental.

-El area a barrer es muy amplia y puede llevar varios dias, sin embargo vuestra misión es de reconocimiento, en caso de tratarse de un devorador voraz, salid inmediatamente e informar de lo sucedido para tomar las medidas necesarias. Si encontrais al grupo perdido traerlas aqui a Demetria.

El mensajero cerró el mapa y esperó alguna pregunta, sino, sería hora de que se pusiesen en marcha, el viaje vuelve a ser largo, peligroso y frio, un camino que esconde mas peligros que el simple frio.

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17/05/2009, 20:13
Catalina

  El mensajero no se hizo esperar, evitando que la número veintiseis tuviese que contestar a más preguntas, no lo rconocía, sin embargo, debían de ser muchos los que ocupaban un puesto así en la Organización. Observé el mapa con gesto invariable, memorizando la situación de Demetria, sería diferente sobre el terreno. Las montañas parecían albergar más secretos y peligros que un clima mucho más frio y violento. No olía a Yoma en las cercanias, el ya acostumbrado olfato de Catalina después de enfrentar aquel ejercito en Seranna no percibía esta ciudad como foco de sus ataques. La información vendría siempre clara de parte de aquella sombra de rostro oculto.

  No me inspiraba curiosidad, si lo hacia el mapa y sus explicaciones sobre el mismo. La número once. En otra ocasión, Catalina se hubiese levantado con la mano sobre la empuñadura de su claymore, dispuesta, sin más que un asentimiento, pero en aquel lugar, no fue así.

 Su voz volvió a manar de entre sus labios, pausa, sin emociones:

  - ¿Cuántas acompañan a la número once? - Tener un número exacto podría ser útil si sólo encontraban los restos de sus compañeras. Utilizó el presente en aquella cuestión por un único motivo, esperanza. Una esperanza que no se reflejó en ningún momento en su rostro o el brillo plateado de sus ojos.

  No necesitaba saber más, se dispuso a abandonar aquella habitación y empezar cuanto antes. Ahora si, el tiempo podía marcar la diferencia entre considerar la misión una victoria o una derrota.

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17/05/2009, 20:31
Director

-Era un grupo de cacería estandar de cuatro integrantes.

El mensajero miró a Andrea esperando alguna otra pregunta, él se quedaría ahi esperando al siguiente grupo.

Las montañas estaban a mas de medio dia de viaje a traves de la nieve y bosques congelados, y lo pero de todo es que las huellas hace tiempo que estarían borradas, aunque eso ya había sido prevenido por la Organización.

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17/05/2009, 20:46
Andrea

Siempre igual, siempre secretos, siempre sombras. A veces se preguntaba si eran ellas más humanas que algunos de los integrantes de la organización. Suponia que era necesario para su supervivencia, pero el trato podía ser más cálido, sería muy de agradecer.
Entraron a la pequeña sala y Andrea prestó total atención al mapa, tratando de identificar y situar, sobretodo, los puntos más fáciles de reconocer, para tener numerosos puntos de orientación en caso de perderse, cosa que desde luego no pensaba hacer.

Escuchó la pregunta de Catalina, que también queria hacer ella. Una vez respondida, lo cierto es que solo tuvo un par más, que formuló con cierta prisa, viendo que Catalina ya se iba.
Sí... ¿Tiene una copia del mapa, para hacer nuestras marcas sobre el terreno?, y... ¿Ha averiguado hacia que zona se dirigían la última vez que fueron vistas? Era razonable que hubiera utilizado su tiempo para preguntar por Demetria. Difícilmente las cazadoras habrían dicho a alguien a donde iban, pero seguramente alguien las hubiera visto.

Mmmh... el grupo de caza de la número once derrotado o dispersado, y nosotras nos tenemos que ocupar de encontrarles, con el enemigo aún vivo. Sí que parece peligroso...

Cuando tuvo las respuestas (Y el mapa, si lo había) salió siguiendo a Catalina, con algunas propuestas. La iglesia le llemaba la atención, tal vez necesitarian algunos rezos, un poco de ayuda divina. También se fijó en las diosas del amor, veneradas en Demetria. Debía ser un buen lugar para vivir si sus gentes adoraban a diosas como aquellas.

Cuando estuvo a su lado, le habló:
Catalina, espera. Antes de salir a ciegas, deberíamos hacer un par de cosas. Lo primero es planear hacia donde ir Gesticulando hacia las montañas Quiza averiguando donde han habido ataques últimamente... un devorador o un grupo de Yomas no pueden pasar sin dejar su huella de muerte.  La miró a los ojos, para centrar su atención, y par averiguar si eso causaba alguna reacción en ella
Y la segunda... por bien que nos escondamos, o escondamos nuestro Yoki, un reflejo metálico podría delatarnos a kilómetros de distancia, especialmente con lo que refleja la nieve y lo peladas que están en esta región las montañas. Tendríamos que comprar ropa blanca para cubrir el faldón, las grebas, brazales y hombreras, y unas capuchas, el camuflaje puede sernos muy útil.

Antes de que respondiera, continuó. Tenia cuatro números menos que ella, era probable... A propósito, ¿Alguna vez has participado en una cacería?
La expresión y los gestos de Andrea ahora eran serios, estaba por la labor de descubrir o eliminar aquellos que tanto daño le hicieron, aunque sí gesticulaba algo más, especialmente cuando señaló los brazales y hombreras al hablar del camuflaje. Parece como si recobrase aliento, como si la desganada y triste cazadora dejara paso a su lado más activo.

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17/05/2009, 22:17
Director

El tono del mensajero no fue hiriente ni nada por el estilo, simplemente fue frio y sincero. Como casi todos.

-No, no tengo una copia, si os limitais al area asignada no deberiais tener problemas para orientaros, a poco que subais de nivel podreis ver el valle entero de Demetria. Al grupo de la numero once se le ordeno rastrear esa misma zona dado que la localización exacta del objetivo es desconocida.

Permaneció sentado y a la espera de alguna otra duda, luego simplemente siguió con la mirada a ambas claymore mientras se iban, su misión no ha terminado ahi.

Si esa es su intención, a las claymore no les resultaría en absoluto encontrar algun lugar donde vendieran ropa de invierno, si bien es sabido que una claymore puede regular de forma natural la temperatura de su cuerpo haciendolas tremendamente resistentes a las inclemencias del tiempo, puede que alguna de ellas busque mezclarse con el hambiente, algo poco usual, pero igualmente valido.

Notas de juego

Por cierto Andrea

"Las ultimas pistas de su paradero son las montañas situadas aqui...

El mensajero señaló en un mapa la cordillera que atraviesa el norte en su parte mas oriental."

No estoy segura de que hayas leido eso XD

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17/05/2009, 22:42
Andrea

Notas de juego

La verdad es que esta tarde he ido bastante de culo, la niña tenia una tarde que parecía una mezcla de soprano, locomotora y estampida a lo jumanji x_x
Se me debe haber pasado, sorry

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17/05/2009, 23:08
Catalina

   Se detuvo frente al umbral de la puerta cuando Andrea formuló las últimas preguntas, bastandole escuchar. Sin intervenir y sin despedirse del mensajero, con la misma profesionalidad o simplemente igual o mayor crudeza, trato gélido en una región gélida. Los pasos de la claymore se dirigían hacia las montañas, en un mapa mental exacto de por donde debían acceder primero. Cada vez estaba más claro el motivo de que colaborasen para esta misión dos de la organización, pero no malgastaría energía que podía utilizar en sus pasos en dar explicaciones inútiles.

  El sonido delas grevas contra la piedra y la nieve me alcanzó, sin embargo no cesé de mirar al frente. Ella, como hasta ahora, hablaba sin detenerse de forma incansable. Oía sus palabras, y lo que era más, su inocencia obligaban a que la escuchase. Mi paciencia no se vería comprometida por su devoción por la plática.

  Catalina parecía conocer el camino, y hasta que no hubiese salido de la ciudad no se dignaría a contestar. Aquella era una respuesta más que clara y sutil a las astutas estrategias de Andrea sobre el sigilo y los métodos para pasar desapercividos. Conocía el tiempo de las montañas, pronto se encontrarían una ventisca. Sus pasos siempre constantes e inalterables se detuvieron a las puertas de la ciudad. El camino ascendía hacia las  montañas y no parecía transitado. Nisiquiera entonces miró a su compañera. Alzó el mentón de su pálido rostro y miró fijamente la cima de las montañas.

 - Si se trata de uno de ellos. - Se refería a los devoradores voraces como si supiese bien de que se trataba - Es probable que ya sepa que estamos aquí. - Aquello podía servirle como respuesta a la número treinta, no obtendría más palabras. Como un recipiente ciego de alma inhanimada que buscaba terminar con su existencia encarando el problema de aquella región Catalina se dispuso a seguir caminando con impoluta disciplina. Ascenderían por las escarpadas paredes de roca, en lo que parecían apacibles cumbres encontrarían un sendero estrecho y de dificil acceso, y con él, el abrazo invernal y su bienvenida...

Notas de juego

             

Doy por hecho que me sigues, si te detienes a comprar o algo por el estilo, tendrás que alcanzarme, voy caminando tranquilamente hacia las montañas, como si conociese el camino.

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17/05/2009, 23:32
Andrea

Aquello era frustrante. La ignoraba como a una idiota, incluso dudaba que la hubiera prestado atención. Detrás de Catalina, Andrea frunció el ceño y resopló. Alzó los hombros y apretó los puños un instante. Si se suponia que iban a trabajar juntas, habia un par de cosas que tendrían que aclarar.

A grandes zancadas se puso delante de Catalina, con su rostro, normalmente angelical, con el ceño fruncido en un gesto que realmente parecía cómico en un rostro bonachón como el suyo, pero que era muy genuino. No estaba realmente enfadada, pero sí bastante fastidiada.

Carraspeó antes de hablar, no con habla incriminatoria, pero sí algo alterada.
Hasta donde yo sé, hemos de formar "Equipo", y no sé que será para tí, Catalina, pero para mí eso significa algo más que caminar una al lado de la otra Gesticuló con ambas manos Parece que tienes muy claro a donde vas ¡Perfecto!, pero no te parece que sería interesante compartirlo? Al menos no me haría sentir inútil o imbécil Sus cejas se enarcaron un poco más Y si has escuchado lo que dije de camuflarse y por alguna razón tampoco te parece bien, me gustaria conocerla, y estaré encantada de compartir tu opinión. Suspiró. Recordó que en realidad no estaba ante alguien arrogante, si no ante alguien dolida, y su estado de ánimo subyacente la habían llevado a hablarle de esa manera. Se rascó el cogote un instante y cogió aire, cambiando su expresión. Diculparse no es algo que le costase a Andrea.

Oye... disculpa. LLevo una temporada realmente mala, pero obviamente tú no tienes la culpa... Mis más sinceras disculpas de nuevo, permíteme volver a empezar Suspiró e inclinó un instante la cabeza en señal de disculpa, para, en efecto, comenzar de nuevo ¿Porqué no es necesario que nos camuflemos ni planificar nada? Si somos un equipo deberíamos compartir información, ¿no?

Andrea estaba algo inquieta por dentro. Podía perfectamente haberla pifiado con su pequeña pérdida de paciencia. Realmente no estaba bien, pero eso es algo que debería solucionar ella sola, o como mucho en compañía, pero jamás a expensas de alguien con la mirada vacía como aquella cazadora. Mirándola con una expresión avergonzada, esperó la respuesta de su compañera... si es que se la daba.

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17/05/2009, 23:55
Catalina

  Catalina no tuvo más remedio que detener sus pasos ante la intromisión de Andrea en su camino. Su tobillo derecho se flexionó levemente separando unos centímetros las piernas, apoyando casi todo el peso de su cuerpo y armadura en el pie izquierdo, sus manos inmoviles descansaban blancas como la nieve cuando el tintineo metálico de su avance cesó.

  Los tempanos de hielo que tenía por ojos plateados volvieron a clavarse en los de Andrea, aquello se estaba convirtiendo en una costumbre. Y mientras hablaba, guardó silencio. No había cambios en su expresión, no podía decirse que no la tomase en cuenta, pero tampoco estaba claro si contaba con ella para algo. La número treinta parecía realmente afectada por la aptitud de Catalina, apretaba los puños y hablaba más rápido de lo normal hasta que se disculpó. Había un deje de tristeza en sus palabras al expresar que no le había ido demasiado bien los últimos días. Sin embargo aquello tampoco era de la incumbencia de la número veintiseis.

 - Se trata de una misión de reconocimiento. Tu especialidad es la percepción. Ascenderemos a las montañas para localizar el yoki de la número once o un miembro de su equipo, así como de la existencia de presencia Yoma. - Para Catalina aquellas indicaciones no tenían perdida, eran algo realmente sencillo. Andrea estaba allí para localizar a sus compañeras y Catalina era un seguro por si tenían que escapar. Siempre se mantendrían lejos de los Yoma si la número treinta tenía la capacidad suficiente para detectar el yoki, de otra forma, es probable que no sobrevivieran. Averiguar que había ocurrido obligaba a ambas a ascender a la montaña como simples espectadoras. Después de ver de lo que era capaz de hacer Elisa...Catalina no tenía duda de que ocultarse no serviría de nada. Su voz repetía con un tono personal las ordenes del mensajero, limitandose a obedecerlas. No se movió, esperando que fuese la propia Andrea la que se apartase de su camino. No era grosera, pero no daría más de sí.

  Su rostro siempre inexpresivo ocultaba una profunda incomodidad.

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18/05/2009, 00:15
Andrea

Andrea suspiró; Catalina era lo bastante serena para no haberse enfadado, al parecer. Dio las explicaciones que la treinta esperaba, algo más escuetas de lo deseable y con una voz más muerta de lo esperado.

Sonrió amistosamente y con un aire más tranquilo, respondió.
¡Bien...!, "conozco a los Devoradores y ya nos habrán detectado, subamos a aquella montaña y examinas el yoki hasta donde alcances", no pensaba que fuera tan difícil, pero ya se lo he sacado. A ver si cuenta conmigo un poco Adelante, entonces, compañera, es lo que hubiera sugerido, pero no pensé que pudieran detectar tantísimo.

Sonrió y se colocó a su izquierda, dándole una palmada amistosa y animosa en la hombrera, que hubiera transmitido positivamente el poco ánimo que Andrea sentía, si no hubieran ido a parar sobre un impermeable con el símbolo de la cruz. Tras la palmadita, utilizó sus agudos sentidos Yoki para inspeccionar los alrededores.

El paisaje parecía bello se mirase como se mirase, a pesar de parecer igualmente inclemente. El frío no era molesto por ahora, ni el viento, y mientras miraba alrededor, fijándose en cada diminuto detalle, su sexto sentido tal vez detectase algo que sus ojos no pudieran ver.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 8d10
Motivo: Rastrear
Dificultad: 6+
Resultados: 4, 7, 1, 6, 7, 5, 8, 8
Exitos: 5

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18/05/2009, 00:32
Catalina

  El camino era largo y no se podría calificar de sencillo. No había pistas concluyentes que pudiesen hacer deducir a la número veintiseis que allí hubiese Yomas, y no haber encontrado en las estructuras, ni monumentos, ni estatuas, las piedras oscuras. En cuanto Andrea se apartó comencé a caminar sin volver la vista atrás. No me gustaba que me tocasen, pero su gesto era con buena intención. Trató de transmitirme un compañerismo que no necesitaba, un ánimo que me era inútil y aún así, no reproché nada.

  Catalina proseguiría su marcha hasta las montañas, como el mensajero había dicho, les llevaría días barrer la zona, pero podrían ir algo más rápido si Andrea lograba detectar algo. El listón de la número veintiseis estaba demasiado alto y la número treinta no tendría forma de superarlo, es cuando más echaba de menos a aquella persona. Pensar en ella hizo que se replantease como se estaba comportando con Andrea. Pero aún así, ese sentimiento de incomodidad era superior a cualquier intención. Confiaba en ella dentro de sus posibilidades, pero no le daría más credulidad de la cuenta, menos después de sus propias palabras.
 

   No hablaría, sólo pensaría en su despedida de Seranna...mientras caminaba.