Partida Rol por web

De padres e hijos

12. La casa de la puerta roja

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03/11/2011, 10:20
Hericus

Hericus rumió la información que le había dado Dragan. Así que física. Parecía que su innata facilidad para las ciencias le venía por el lado de su madre. No veía a Dragan cogiendo ningún tipo de libro que no tuviera señoritas desnudas en sus páginas.

No, soy un eshu. Tengo entendido que no es algo inaudito entre los Changeling que los hijos no hereden el linaje de sus padres —comentó, y se aclaró la garganta—. Dragan, he venido desde muy lejos para conocerte. Me gustaría saber tu historia y la de Bertha.

«Mi historia.»

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03/11/2011, 13:23
Dragan

-¿Has venido desde Inglaterra para eso? -preguntó Dragan-. ¿Y por qué Coma te ha enviado aquí? ¿De qué le conoces? Mira, hijo... ni siquiera sé tu nombre. Mira, no tengo tiempo. Estoy trabajando y se me echan los días encima. Va a empezar la guerra de un momento a otro y la gente necesitará armas. No puedo perder ni un minuto contándote algo que no te va a gustar escuchar.

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03/11/2011, 18:05
Marnie

Algo que había dicho Dragan pareció alarmar a Marnie.

-Tu hijo... Hericus... ha venido para que le cuentes de dónde viene. Eso se lo debes. Puedes jugar a la guerra. Más tarde.

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05/11/2011, 12:29
Dragan

Dragan miró desafiante a Marnie. Pareció pensar en algo, quizá algún insulto o algún desprecio, pero calló. Cruzándose de brazos se dirigió a su hijo. Después de haber tomado el café imbuido en Glamour, Hericus podía ver pequeñas chispas en su enmarañado cabello, como en un cable conectado a la corriente en una serie de dibujos animados.

-Tu madre estaba en la universidad. Era muy buena, muy lista, y sacaba muy buenas notas. Yo trabajaba en un taller de coches cerca del café al que solían ir a hablar de cómo cambiar el mundo. Lo conocía bien. Muchos kithain iban allí a inspirar a los mortales para quedarse con su Glamour. Hippies, soñadores... Era la época, ¿sabes? También había algunos que no se tomaban la molestia de inspirar y arrancaban el Glamour de la gente. Estábamos en guerra. Los sidhe habían llegado casi hasta Nueva York y todo el mundo trataba de defenderse lo mejor posible. Yo hacía horas extra fuera del taller para forjar, forjar y forjar. Tenía poco tiempo para salir y conocer chicas, pero un día vi a Bertha salir del café llorando. Cuando me acerqué a ella noté que le habían arrancado algo de Glamour. En ese tiempo me pasaba todo el día colocado de droga y de Glamour, así que algo sabía del tema. Se sentía desilusionada y tonta y necesitaba a alguien que le hiciera sentir lo contrario. Después de soportar sus lloros durante una hora, le pedí una cita. Y aceptó.

Una semana después me la trajiné. Era un poco fácil, aunque teniendo en cuenta lo hippies que eran las universitarias, no era raro. Y entonces empezó a molestarme. No dejaba de repetir lo bien que estaría en la universidad, lo listo que era. A ella no le entraba en la cabeza que alguien no pudiera pagarse la matrícula ni con becas y que tuviera que ponerse a trabajar porque tus padres te hubieran echado a la calle en cuanto cumpliste dieciocho. No dejaba de intentar convertirme en algo que no podía ser. Fue entonces cuando me dijo que estaba embarazada. Y entonces la llamé imbécil y le dije que se buscase la vida. Era justo lo que necesitaba para librarme de ella. Sabía que sus padres tenían dinero, así que había dejado de ser mi problema. Y te dio en adopción, pero ya no fue tan fácil continuar con su vida después de aquello. supongo que por eso lo dejó todo.

¿Ves por qué hay cosas que es mejor no saber? Es mejor pensar que no te podíamos mantener o algo así que saber que tu padre era un cabrón y tu madre una estúpida. Ahora ya lo sabes. Puedes coger la puerta y marcharte o darme un puñetazo en toda la cara, lo que prefieras. No puedo cambiar el pasado... y seguro que ahora estás mejor con quienquiera que te adoptase que si nosotros nos hubiésemos quedado contigo.

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05/11/2011, 17:00
Hericus

Hericus tragó saliva y miró al suelo durante unos instantes. Era demasiado joven y demasiado inmaduro para asimilar todas esas cosas de golpe. Sin embargo, se tenía de una persona bastante inteligente, como lo habían sido -aparentemente- sus padres biológicos. Utilizó su lógica para poner en orden sus ideas lo antes posible, como cuando su oponente le sorprendía con una jugada inesperada en una partida rápida ante el tablero de ajedrez.

No hace falta que te pongas a la defensiva, Dragan —dijo Hericus mirándole a los ojos—. No he venido a echarte nada en cara. Uno no viaja tantos kilómetros como he hecho yo sólo para discutir. Creo que... tomaste las decisiones adecuadas en circunstancias difíciles. Tanto si hablamos de mi adopción como de dejar a mi madre si no la querías. He... tenido una infancia feliz, y quiero a mis padres. Me han dado una buena vida y unos estudios.

Carraspeó y miró a Marnie de soslayo. Era extraño. Por un lado era raro hablar con su padre delante de una desconocida. Por el otro, se alegraba de tener a la sátiro allí. Le había ayudado mucho, y agradecía su apoyo.

Tampoco venía con la inocencia de querer volver a ser una familia, ni nada así. Sólo... bueno, lo que ha dicho Marnie. Saber más de vosotros. Coma me dijo que eres uno de los mejores artesanos que ha conocido —Hericus sonrió, esperando quitar hierro a la conversación.

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07/11/2011, 14:37
Dragan

Dragan se rió cínicamente otra vez al escuchar la mención de Coma. Se dio la vuelta y miró por la ventana mientras se acababa el café.

-Más le vale decir eso, sí... Por cierto, no sé de qué le conoces ni cuál es tu nombre y yo te he revelado parte de mi vida y de tu propia existencia. Creo que me debes esa información, ¿no? -Se giró de nuevo. Ya no tenía esa expresión dura y grotesca, sino algo parecido al orgullo de padre-. Dices que has estudiado. No me digas, ¿en la universidad? ¿Qué, exactamente? ¿La sátiro es tu chica, o algo así? Es un poco mayor para ti, pero si no me he puesto en plan padre en todos estos años, no tiene sentido que lo haga ahora...

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07/11/2011, 22:15
Hericus

Hericus sonrió.

Oh, no. Es una amiga. Mi chica estudia conmigo, en la facultad de Matemáticas puras de Nueva York. Se llama Julia, es austriaca, y está becada allí como yo —dijo, enseñándole una foto de la cartera—. Yo... me llamo Alex. Alex Stauton. Cuando no estoy combatiendo quimeras juego en las categorías nacionales de ajedrez. Mi tutor cree que puedo conseguir el título de maestro en un año o dos.

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08/11/2011, 12:17
Dragan

-Un chico listo. Me alegro que tus padres tuvieran pasta y pudieras demostrarlo. Por cierto, tu novia es bastante guapa. Me alegro de que te haya ido bien. De verdad.

El kinain miró a su alrededor y pareció darse cuenta de que todo estaba hecho un desastre. Se rascó la nuca mientras empezaba a recoger las cajas de corcho y los restos de otras cenas.

-Oye... Me harías un favor si no le dijeras a nadie dónde estoy. Ni siquiera a Coma. No es como si fuese a romper mi promesa con él, pero...

La puerta sonó tres veces. Dragan dejó de recoger y de hablar y se puso muy tenso. Se acercó a la puerta y tomó una barra de metal que se apoyaba en la esquina del pasillo.

-¿Quién es? -preguntó sin abrir.

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08/11/2011, 12:24
Director

-¡Soy yo! Han matado al marido de Catriona. ¡Hierro frío! -dijo una voz tras la puerta. Se echó a reír-. Las cosas están al rojo. Vamos a necesitar armas, tío.

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08/11/2011, 12:27
Dragan

Dragan miró en dirección al salón, inquieto.

-Ahora no puedo daros nada. Te veré en una hora donde siempre.

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09/11/2011, 00:08
Marnie

-Me llamo Marnie -dijo, cuando Hericus aclaró que no estaban juntos.

Cada vez le gustaba menos Dragan. Estaba metido en cosas muy turbias. Dio un respingo cuando llamaron a la puerta, y miró a Hericus, alarmada.

-Hericus... tenemos que irnos. Lauryn y Tambi me necesitan. Si se escapan otra vez y vuelven a Oakland ahora...

No era probable, pero necesitaba asegurarse de que los niños no volvían a la calle y se encontraban en medio de aquella rebelión. Y si Lady Catriona se enteraba de que estaba relacionado con Dragan no dudaría en matar al eshu de inmediato.

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20/11/2011, 15:46
Hericus

Hericus se quedó con la boca abierta. ¿Había sido Irene quien había matado al marido de Catriona? ¡Era imposible! Asesinar a alguien tan poderoso llevaba tiempo y meticulosos planes. ¿Cómo era posible que hubiera accedido a él tan deprisa? ¿Habría fingido que quería reconciliarse con su madre? Dudaba que Catriona o su marido se dejasen encandilar tan fácilmente por alguien como ella.

Su línea de pensamiento explotó como una pompa de jabón cuando Marnie se dirigió a él.

Bien —le contestó a Marnie—, pero Dragan, ¿quiénes son los Fanfarrones?

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23/11/2011, 15:33
Dragan

-¿No lo sabes? -Dragan agrió el gesto-. Hum. Eres demasiado joven. Eran un grupo de terroristas plebeyos que actuaba durante la Guerra. Los ayudé en su momento, después de los Cuchillos de Hierro. Muchos les apoyaban, de todos modos -dijo como para disculparse.

Hericus sabía la teoría: en el 69 los sidhe habían vuelto de Arcadia, exiliados, aprovechando la apertura de los Pasos al Ensueño cuando el hombre llegó a la Luna. Pretendieron recuperar por arte de magia sus antiguos feudos, muchos de los cuales los plebeyos habían protegido en su ausencia. Los nobles no se habían preocupado de salvarlos cuando la Banalidad arreciaba más fuerte durante la Ruptura, y habían huido a Arcadia para protegerse dejando atrás a sus servidores. Los plebeyos, llenos de rabia, se negaron a devolverlos. Hubo numerosos encontronazos entre las dos facciones y ninguna daba su brazo a torcer hasta que los sidhe propusieron una reunión con los líderes plebeyos. El Beltaine del año 70, durante la reunión, los nobles asesinaron a los líderes con Hierro Frío. La crueldad de aquel asesinato hizo estallar a los plebeyos, que se lanzaron a la calle para matar a cualquier noble que se encontrasen. Muchos murieron ese día, y la respuesta sidhe no se hizo esperar. Se inició una campaña de conquista que comenzaba allí mismo, en Pacífica, y que terminó en el año 75 con la llegada del Rey David. En Nueva York aún se hablaba de la batalla de Manhattan y de los guerreros legendarios que se habían batido entonces. Incluso treinta años después todavía había resquemores. Gael, un sátiro gruñón, solía organizar reuniones de los antiguos veteranos de cuando en cuando, algo que los nobles no veían con buenos ojos.

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26/11/2011, 11:23
Hericus

Hericus asintió lentamente, como si ya se esperara esa respuesta.

Una última cosa. ¿Tienes el teléfono de Bertha o alguna manera de localizarla?

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28/11/2011, 21:56
Dragan

-Le perdí la pista cuando lo dejamos. Apenas sé nada de ella, lo siento -respondió el kinain.