Partida Rol por web

De padres e hijos

17. Despertar

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08/04/2012, 22:07
Julia

Julia tomó un sorbo del café y soltó un murmullo de aprobación.

-¡Esto está muy bueno! Me recuerda a algo... -Volvió a beber una segunda vez-. Es como si ya lo hubiera probado antes, en casa. ¿De qué marca es?

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08/04/2012, 22:09
Hericus

No es un estilo que pegue con alguien tan joven —comentó Alex, como quien no quiere la cosa—. ¿Deduzco entonces que no la has decorado tú?

Alex se sirvió el azúcar y le dio vueltas con la cucharilla. El café, el café. ¿Qué tenía de especial el café? Tomó un sorbo, con la mirada puesta en Gloria.

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08/04/2012, 22:19
Gloria

-En realidad lo hizo mi marido. -El tono frío era a la vez reprochador, aunque Alex no podía saber por qué. En cambio, el café... Era más que café. Aquel brebaje sabía a casa, a familia, a hogar. Le trajo recuerdos de Inglaterra y de su familia. Y más recuerdos aún. Recuerdos de Colombia, de Brasil, de Arabia. Le hizo acordarse de lo que era caminar entre dunas de arena bajo un sol abrasador, correr descalzo sobre un suelo empedrado y el frescor de una fuente en el patio de palacio.

Julia se lo bebió del todo.

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08/04/2012, 22:22
Julia

Su novia posó una mano en la mesa y miró en derredor. Tenía las pupilas dilatadas y lo observaba todo como si fuese la primera vez.

-¿Alex? No sé qué me pasa... -Julia volvió la cabeza hacia Gloria y soltó un suspiro seguido por un estremecimiento-. ¿Cómo puede ser? Alex... Esto no es... no es lo que parece...

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08/04/2012, 22:34
Hericus

Alex dejó la taza en el plato con un tintineo.

¿Qué le pasa a mi novia? —le dijo a Gloria—.  ¿Qué le has echado al café? ¿Nos has drogado?

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08/04/2012, 22:36
Gloria

-¡No son lo que dicen que son! Alex, ¡son... son demasiado hermosos! -exclamó Julia levantándose.

-Así es -contestó Gloria-. Nosotros somos algo más. Como lo eres tú.

-No te muevas -ordenó Mark a Julia con la voz teñida de autoridad. La chica se quedó quieta, congelada.

-Lo has olvidado, pero lo recordarás. Me encargaré de que recuerdes todo lo que has hecho, Alamar. Merlín. Hericus.

Aquellos nombres golpearon a Hericus como si de una pedrada se tratase. Le vino a la cabeza una traición en un palacio de alabastro, un puñal por la espalda en un bosque mediterráneo, una copa envenenada en un banquete medieval. Fátima. Morgana. Catriona.

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08/04/2012, 22:55
Hericus

Alex sintió una sensación de vértigo en el estómago, como si se estuviese precipitando al vacío. Alamar, Merlín, Hericus. Aquellos nombres le sonaban más familiares que el suyo propio. ¿Había más?

Fátima. Morgana. Catriona —dijo a su vez. Bebió otro trago de café imbuido en glamour—. Akiko —otro más—. Ekaterina —otro—. Lakshmi.

Apuró todo el café.

—Ahora te recuerdo dijo, sintiendo como temblaba de los pies a la cabeza. 

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09/04/2012, 13:14
Lady Catriona

Como tras un fogonazo de luz, las figuras erguidas frente a él parecieron licuarse y emborronarse antes de tomar su verdadera forma. Sobre el aspecto serio y humano de Lady Catriona, la conocida imagen de la sidhe, cuyo pelo de ala de cuervo caía en una cascada hasta media espalda, le traspasó con aquellos ojos tan hermosos y duros. Mark, por otro lado, se transformó en Sir Daleth al tiempo que desenvainaba una espada que al mismo tiempo era un paragüas, oculto tras el sillón en el que se sentaba.

-¿Como recuerdas a Lord Donovan, el hombre al que habéis asesinado? -inquirió Lady Catriona con la frialdad rota por una nota de dolor.

-¿Qué está diciendo, Alex? ¡No puedo moverme! ¿Qué pasa? -Julia soltó un grito ahogado al final de la pregunta. Había posado sus ojos en él. La versión feérica de Alexander, con sus hebras de plata en el cabello, las orejas puntiagudas y los ojos oscuros y antiguos pareció asustar a la mortal-. ¿Quién eres tú? ¿Qué eres?

-Pero el destino siempre da vueltas sobre sí mismo, y ahora os tengo a ti y a tu amor a mi merced... -Catriona sacó de su bolsillo un cordel anudado con otro y lo sujetó con dos dedos-. O al menos una de ellos. Creí que era un castigo que mi hija fuera la amante de mi enemigo, pero, ¿de qué me extrañaba? Irene siempre ha sido una seductora y no tiene escrúpulos a la hora de meterse en la cama con hombres comprometidos. Te has enredado en tus propias mentiras.

Catriona tiró de los dos extremos y el nudo se deshizo. De la nada surgieron dos maromas que apresaron a Hericus con la fuerza de una boa constrictor.

- Tiradas (1)

Notas de juego

En realidad la dificultad debería ser 6, con lo que son 5 éxitos.

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09/04/2012, 13:36
Hericus

Hericus ni siquiera trató de resistirse. La fuerza bruta no era su especialidad. Si salía de aquello vivo era gracias a su ingenio, a su boca de plata o ambas cosas a la vez. Pensó con rapidez.

¿Amor? —repitió, echándole una mirada de incredulidad a Catriona—. ¿De veras piensas que amo a una simple mortal?

Escupió la palabra.

Ella no me podría importar menos —dijo, mirando a Julia con desdén. Las palabras que había pronunciado se le clavaban en el corazón, ¿pero qué otra manera tenía de salvarla la vida? Si demostraba que le importaba, Catriona la destruiría—. Ni tampoco me importa un ardite tu hija. Ni tu marido. Los utilicé a todos para llegar hasta ti.

Hericus esbozó una sonrisa confiada.

Lo notas. Lo sientes en tu interior, igual que yo lo siento. Sabes que esta vez es diferente. Para bien o para mal, nuestra historia acaba aquí. ¿Verdad?

- Tiradas (1)
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09/04/2012, 13:43
Julia

Julia, que ya había reaccionado con horror a la posibilidad de que estuviese engañándola con otra, soltó un sollozo al escuchar las amargas palabras que le dedicaba su amado.

-¿Qué estás diciendo? Alex, no entiendo nada... No puede ser. ¡No es verdad! Tú me quieres... ¡No es verdad!

Las lágrimas surgían de los ojos de la muchacha como densos goterones. Para alguien acostumbrado a percibir las emociones humanas y alimentarse de ellas, no era difícil sentir su corazón roto.

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09/04/2012, 13:52
Lady Catriona

Lady Catriona arqueó la comisura de los labios en un esbozo de sonrisa.

-Tu patética mentira sólo evidencia tu amor por ella. No vas a engañarme, no esta vez. Sir Daleth, llevadlo de vuelta a la habitación. Ahora que vuelve a recordar, que se ahogue en su pensamiento. Yo me quedaré con la mortal.

La sidhe acortó la distancia que la separaba de Hericus y le miró duramente a los ojos.

-Por desgracia para vosotros, a mí sí que me importaba mi marido.

Sir Daleth cogió la maroma que ataba a Hericus y lo arrastró de nuevo al piso de arriba mientras Julia, congelada, lloraba sin parar.

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09/04/2012, 14:08
Hericus

Hericus apretó los dientes hasta hacerlos rechinar. Había visto a través de su mentira. Por supuesto. Si alguien le conocía era ella.

¡Fátima! —rugió Hericus, siendo consciente sólo unos segundos más tarde de que se había equivocado de nombre—. ¡Esto no ha acabado!

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13/04/2012, 00:02
Lady Catriona

-Esto sólo acabará cuando me haya vengado de ti por todos los agravios, Alamar -contestó ella mientras Sir Daleth lo arrastraba a la habitación de arriba-. Pero este es un buen comienzo.

El sidhe lo arrojó de vuelta a la habitación donde había despertado y se sacó una tiza del bolsillo. Dibujó una línea en el umbral de la puerta y un estallido de Glamour indicó que había realizado un Cantrip. Con una sonrisa burlona cerró la puerta y, poco después, el Cantrip de Catriona se deshizo, permitiendo a Hericus moverse y caer derrotado sobre la cama.