Partida Rol por web

Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Alba Iulia: Castillo de Balgrad. - Escena general del Castillo de Balgrad.

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14/05/2012, 09:56
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.

-Capitán... -Comentó con una nueva inclinación.

No hacía falta más, las presentaciones, las disculpas, las bienvenidas habían concluido. Ahora era el momento de empezar una nueva etapa para ella, lo que durara ya era algo que el tiempo diría.

No tenía inconveniente en ver el Castillo, y seguir con el protocolo establecido. Había que conocer al Senescal, que era hasta cierto punto extraño que aún no estuviera allí. Pero Radovina calló, la razón de la ausencia ya se desvelaría, fuera la que fuera, y siguió a Dubieta y a Shaar, uno junto a la otra, en el paseo que acababan de iniciar.

Admiró la recia y sólida construcción del Castillo, en su mayor parte reformado. Se apreciaba en el color y el aristado de las piedras, mucho más aparentes que las de los bajos y la parte amurallada. Y mucho más abundantes que la madera, que, donde se veía, estaba alisada y suavizada por efecto de los años y los elementos.

Sus ojos iban de un lado a otro, como mariposas revoloteando, mientras que sus pies andaban gráciles, lentos, y apenas parecían rozar el suelo, como si no soportaran peso alguno.

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14/05/2012, 10:43
Dagu el Lisiado.

Algo mas relajado, al no encontrarse observado por una docena de caballeros de armas, nobles, escuderos y demás intrigas intestinas que ni interesaban ni realmente podría comprender el joven Slobozia. Dagu aprovechó para bromear con su hermano y primo.

- Mira, hermano. Con un poco de suerte y si no le quitas ninguna moza a tu primo, quizas algún dia se apiade de tu ignorancia y te enseñe a leer alguno de estos libros.

Dagu se paseó distraídamente por la sala de estudio, mirando por encima los libros como si pudiese leer las tapas.

- ¿El maestre ya te enseña también historia militar, o incluso a empuñar armas? No me gustaría que mi pequeño primo se convirtiese en uno de esos raros eruditos que se refugian tras los muros mientras las bolas de fuego arrasan todo en un asedio.

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14/05/2012, 11:00
Mayordomo Visany.

Al escuchar la chanza de mi hermano me giro y le doy un golpe en el brazo.

- Eres un idiota Dagu. Sabes que no soy ningún ignorante. Se leer.

Luego simplemente me siento en uno de los bancos a esperar a que Maserrak regrese con nosotros.

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14/05/2012, 13:14
Maserrak de Flambeau.

Parecía que la comitiva se ponía en marcha, de modo que aceleré el paso golpeando cada vez más rápido con el bastón en el suelo. El sonido de la madera contra la piedra no pasó desapercibido y conseguí captar la atención de los miembros más rezagados del séquito. Enseguida llegué junto a la bella Radovina Szantovich y rápidamente busqué el dorso de su mano para besarlo, tal y como debía saludarse a una dama de alta alcurnia como ella.

- Es un placer volver a contemplar vuestro bello rostro y vuestros ardientes ojos - dije con una reverencia.- No os entretendré, parece que os tienen preparada una visita guiada por el castillo. Solamente quería saludaros debidamente y mostraros mis respetos, este humilde servidor vuestro no olvida la hospitalidad prestada en Ploiesti y espero poder pagaros con la misma moneda ahora que me convierto en vuestro anfitrión, aunque no de facto - sonreí.- Espero que más tarde podamos charlar un poco, si ese es vuestro deseo.

Entre tanto cortesía casi había olvidado el otro motivo de mi saludo, que no era otro que conocer la identidad de aquella otra misteriosa (y también bella) mujer que tanto parecido tenía con Radovina.

- Pero que descortesía la mía... - dije ligeramente atribulado.- Me temo que no conozco a vuestra acompañante, aunque sin duda diría que se trata de una Szantovich ¿Vuestra hermana quizás? Os ruego que disculpeis mi ignorancia, mi señora.

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14/05/2012, 13:32
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.

El golpeteo de la madera con el enlosado del suelo de la entrada hizo que Radovina supiera quién se acercaba, aún sin volverse. Había visto el bastón en manos de aquel al que había reconocido. Y ahora, evidentemente, venía a saludarla. No se equivocó.

Sonrió mientras la cabeza morena se inclinaba y él depositaba sus labios en la mano, no un simple amago, como otros que no se atrevían nunca a rozar su piel. Fugaz el beso quedó allí, y dijo mucho de quien lo había dado.

- Maserrak de Flambeau, os recuerdo, y me halaga que vos me recordéis a mi, cuando han pasado ya más de cinco años. Por entonces era una chiquilla muy distinta, aunque el tiempo no ha discurrido en vuestro caso. Charlar con vos será un placer, rememoraremos otros momentos y lugares, o hablaremos de éstos, si lo preferís.

El cortesano se giró entonces hacia su prima, y expresó su confusión, y su ávida curiosidad fue patente. Ese era el efecto que Dubieta, sin duda la mujer más bella de Transilvania, ejercía en cualquier hombre. Y en muchas mujeres. Radovina inclinó hacia un lado su cabeza dorada, dejando que una larga guedeja de cabello se deslizara sobre su hombro, quedando el otro desnudo. Asintió.

-Oh, me temo que en este caso la acompañante soy yo. Os presento a la Condesa Dubieta Szantovich de Covasna, mi prima, legitimaria de la Gran Casa a la que pertenezco, hija del Knezi Radu Szantovich el Mayor, el mismo en cuyo Castillo os hospedasteis cuando os recibió en su Territorio.

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14/05/2012, 16:59
[...] Mayordomo Otto de Sajonia.

El Mayordomo Otto dispuso todo para que las habitaciones de la Condesa Dubieta Szantovich y su caballero estuviesen listas en un plazo de tiempo que dependía enteramente de la premura con la que los sirvientes cumpliesen la tarea que les había encomendado. Sirvientes de la misma ralea que los que haraganeaban en el patio por la curiosidad que había despertado la llegada de la Condesa. No entendía cómo podían comportarse así, rehuyendo sus quehaceres, justo cuando más debían esforzarse. ¿Es que no comprendían que de su buen desempeño dependía la imagen del Duque?

Meneó la cabeza y comenzó a caminar hacia una lavandera que fingía quejarse de un tirón para darle un toque de atención justo cuando Vasilov acudió a informarle. De sus labios escuchó que en uno de los carros iba Radovina Szantovich de Bran.

- Oh, Dios…Perdón- se apresuró disculparse alzando la vista a los cielos. No debía sorprenderse de que los problemas no viniesen solos, tenían la molesta costumbre de ser extraordinariamente fértiles.- Buen trabajo Vasilov. Ojalá los otros fueran como tú- comentó al comprobar que el tirón de la lavandera persistía.- No, no te quiero quitar más tiempo. Adelante, cuida de ese caballo.

Por suerte si el Capitán seguía el consejo que el mayordomo le había hecho llegar a través de Vasilov dispondría del tiempo suficiente para subsanar el tema del dormitorio para Radovina.

- Tú, vaga- se presentó ante la lavandera. No se acordaba del nombre, pero para qué aprenderse el nombre de alguien que no merece ser nombrado. Además Otto pensaba que “vaga” la describía mucho mejor de lo que nunca lo haría un nombre.- Acompáñame. Pero deja los cubos, mujer… Ya llevan ahí un buen rato, no les importará esperar un poco más.

No quería montar un espectáculo delante de los invitados así que la guió dentro del castillo, lejos de miradas y oídos curiosos. Allí le importaba menos levantar la voz.

- Si tanto te duele esa pierna como para no poder andar quizá un par de varazos en la otra ayude a compensar. ¿Te parece bien? Que no te vuelva a ver holgazaneando… Ahora vuelve a por los cubos y llévaselos a los que están limpiando los aposentos destinados a la Condesa y al Caballero. Luego deberás llenar otros dos y llevarlos al lugar en el que debían estar los primeros. Si uno no quiere trabajar una vez en este castillo, trabajará dos. ¿Entendido? ¡Venga!

Cuando se marchó sacó la tabla encerada y restregó el pulgar sobre una de las anotaciones. El calor del dedo hizo que la cera se ablandase y que los surcos desaparecieran. Entonces con el estilo escribió un tres donde antes había un dos.

- Tres dormitorios…- suspiró.

¿Por qué no simplemente añadir una “I” junto a las otras dos? Detalles… Y con los detalles subió para avisar de que debían preparar otra habitación.

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14/05/2012, 20:34
EL TIEMPO TODO LO VENCE.

TRANSCURREN ALGUNAS HORAS.

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14/05/2012, 20:35
T01: CASTILLO DE BALGRAD.

- Los invitados ya han sido acomodados en sus estancias, y sus equipajes han sido trasladados a las mismas.

- Los criados, bajo la supervisión de Vasilov, han atendido a los caballos y han guardado bajo resguardo los carruajes.

- Los invitados comen pollo asado, pan y repollo en el salón del castillo, que parece bastante vacío y desangelado.

- El Chambelán les acompaña, pues el Senescal parece indispuesto.

- Los tres campesinos han tenido que esperar a que todo estuviera listo y atendido, hasta que le llega noticia al Mayordomo de que le están esperando para hablar con él.

- El Caballero de los Cárpatos salió a cabalgar y no ha regresado.

- El Capitán Zarak se encarga de acomodar a los hombres de armas: seis sargentos montados, y tres guardias de la dama Radovina, y un guardia (Tomescu) de la Condesa Dubieta.

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14/05/2012, 20:40
Director II.

CAPITAN ZARAK:

- Esos guardias de los Szantovich parecen bastante duros, al menos para ser transilvanos.

- Y un instinto te dice que el Caballero Dvy debe ser una mala bestia en combate.

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14/05/2012, 20:41
19 - El Sol.

FAMILIA DE SLOBOZIA:

- Os hacen esperar, como era de prever.

- Al menos podéis hablar con Maserrak y Lindor.

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14/05/2012, 20:43
18 - La Luna.

- El Castillo parece muy muerto durante el día. Habéis oído decir que el Duque se queda trabajando hasta tarde habitualmente, por lo que es común que su corte esté más animada en las horas nocturnas.

- A la hora de comer, cerca vuestro hay un joven, de sangre noble transilvana a juzgar por su aspecto. Parece un petimetre de la corte, pero nunca se sabe...

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14/05/2012, 20:45
10 - La Rueda.
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FLAVIU KREVCHESKI:

- A la hora de comer, te acercas a los nobles recién llegados.

- Nunca se sabe, podrían convertirse en aliados... o en rivales.

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14/05/2012, 20:46
09 - El Ermitaño.
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CONDESA DUBIETA:

- Aunque no la has visto, tu sirvienta Enrietta debe de estar en el Castillo, eso si no ha muerto.

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14/05/2012, 23:16
Maserrak de Flambeau.

Regresé a la habitación de estudio en cuanto la comitiva se puso en marcha para la visita que les habían preparado, al fin y al cabo sólo deseaba saludar a la dama Radovina y ya lo había hecho. La familia de Lindor esperaba pacientemente mi llegada, verdaderamente era gente humilde, gente humilde a la que había llegado a apreciar.

- Bien, disculpad mi tardanza, ya sabéis que debo cumplir con el protocolo - sonreí.- Podéis sentaros tranquilamente, así estaréis más cómodos mientras hablamos - después de ellos yo también tomé asiento, dejando descansar el bastón sobre la mesa.- Pues... bien, si, venís a buscar trabajo...si... y como ya os he dicho he tratado de mover algunos hilos, supongo que no tendréis ningún problema para eso, aunque para encontrar algo con lo que os sintáis cómodos ¿Qué tal si me contáis qué sabéis hacer?

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14/05/2012, 23:34
[OUT] Flaviu Krevcheski.

 

Flaviu se mueve por la sala, hasta llegar a los nuevos invitados. Las dos mujeres son de estrenada belleza, y por sus venas debe de correr la más refinada y pura sangre de la nobleza transilvana. El mayordomo no había atinado a decir el nombre de ninguna de ellas, pero desde uno de los pórticos había oído repetir una y otra vez, los títulos de condesa, y el apellido Szantovich. Siempre se oyen rumores acerca de las familias, algunos reales y otros no tanto. Pero el que precedía al apellido Szantovich no era excesivamente halagüeño, casa propietaria de una tirsa maldita, Prahova; y vasalla de otro conde. Pero, no debía de ser despreciada por ello.

El Chambelán, ya estaba libre y podría preguntarle por la recepción con el duque, pero su “no” podía esperar. La oportunidad de conocer gente nueva, eran muy escasa.

Mi señora, dice solemnemente Flaviu a la mujer de pelo rubio, Radovina Szantovich, me permite que me presente. Mi nombre es, Flaviu Krevcheski, soy emisario de la casa Krevcheski, en la corte del duque; y anteriormente en Bucarest  Estoy aquí para servirla, ¿podría deleitarme con su nombre? Seguro que hace honor a la doncella que lo porta. El petimetre se sentía cómodo entre tanto alago.

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14/05/2012, 23:53
Capitán Ferenk Zarak.

Tras acomodar a los huespedes. Zarak va en busca de Stolnik para tratar de hablar con el. La interrupcion por la llegada de la comitiva fue un poco inoportuna.

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14/05/2012, 23:56
[RIP] Senescal Jensi Stolnic.

Parece que su cuerpo no es tan joven y fuerte como el de antes, mirandose en el espejo ve a una persona mucho mayor, a su difunto padre, o tal vez a su abuelo, las canas se multiplican y parece que fue ayer cuando su largo pelo rubio caía espeso sobre sus hombros. Su estomago también se muestra delicado, y las noches sin dormir y el estrés de los preparativos han hecho mella en su salud. No duda en que el chambelán hará un buen trabajo, y esta seguro de que ninguno de los recién llegados tiene prisa en revisar con el las cuentas, planes y necesidades del castillo. No ha comenzado como el quería, pero esperemos que las cosas mejores desde este momento.

Estimadisima Duquesa, Ruego disculpe mi ausencia en su recepción, como estoy seguro le habrá comentado el Chambelán, mi salud ha estado un tanto delicada, aunque ya me encuentro mucho mejor. Le ruego de nuevo acepte mis disculpas, he aquí su mas fiel servidor, no dude en comunicarme cualquier necesidad que pudiere tener. Supongo que el viaje habrá sido agotador por lo que no quiero importunaría con mis obligaciones como senescal, pero supongo que tendrá interés en ver la situación del castillo, así como los futuros planes y el punto en el que nos encontramos con las regiones cercanas. Hagame saber cuando es su deseo que nos encontremos para tal fin y lo preparare todo para la explicación.

Sinceramente suyo, Senescal Stolnic.

Tras escribir con esmero y dedicación la misiva a la duquesa llama a un sirviente a las habitaciones, para que lleve la carta a su destinatario y le traiga más agua, esta empezando a encontrase mejor, pero prefiere esperar al día siguiente, estar más decente para presentarse oficialmente.

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15/05/2012, 07:54
Lacayo feudal.

Uno de los lacayos del castillo recoge la carta que le entrega el Senescal.

-Ahora le traerán más agua mi señor.

El lacayo abandona la estancia en busca de la Condesa Dubieta, la encuentra en el comedor junto acompañada de el Chambelán.

-Mi señora. Dice mientras realiza una ligera inclinación como muestra de respeto mientras extiende hacia ella la mano que porta la carta. El Senescal Jensi Stoinic desea que recibáis esta carta de su parte.

Cuando la carta es entregada el lacayo se retira discretamente.

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15/05/2012, 10:27
Dama Radovina Radoslav de los Cárpatos.

Como una dulce sombra se comportaba Radovina en la mesa, comiendo minúsculos bocados, bebiendo a pequeños sorbos. Se estaba aplicando la servilleta en los labios tras apurar un poco de vino de su copa, cuando el joven y anónimo hasta entonces noble se presentó a ella.

Terminó, y le hizo un gesto afable, aunque no exento de un cierto grado de curiosidad.

-Mi nombre es Radovina Szantovich de Bran, señor Krevcheski. Así que venís de Bucarest, y estáis como emisario de vuestra Casa aquí. Decidme, ¿qué podéis contarnos de ambas Cortes? Seguramente tendréis noticias, o anécdotas cuando menos, que desconozcamos...

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15/05/2012, 12:30
Tiberiu Radomir Szantovich.

- Mmmmm…Mm…Mmmm…Mm…Mm…

Cuando Tiberiu comía algo que le gustaba tenía la costumbre de tararear. No era una canción conocida por nadie, ni siquiera era la misma en dos comidas diferentes, tan solo un montón de sonidos con los que dejaba claro que estaba más que satisfecho con la labor de las cocineras.

- Si hablas tanto no comes y mamá siempre me dice que si no como no crezco.- Fue la forma que se le ocurrió de meterse en la conversación que mantenían los adultos.- Toma, come.- Y alcanzó al que se había presentado como Flaviu un trozo de pollo.- Está rico- Tiberiu confirmó su afirmación con una sonrisa más brillante de lo normal por efecto de la grasa.-Tú también tía Radovina. ¿A que tienen que comer más, mamá?

Después de compartir su consejo maternal volvió a llevarse un trocito de pollo a la boca y a tararear.