Partida Rol por web

ALDRIU:

- Alcanzas a escuchar una voz, suena amortiguada por las ruinas subterráneas, por lo que imaginas que debe ser bastante potente.

- ¡Koldun del Agua Negra! Soy Iador Basarab, Segundo Hijo del Boyardo Blaatu Basarab. He venido con mis hermanos Barakta y Molensk, Cuarto y Sexto hijos. Somos los últimos supervivientes de nuestro linaje que quedan en Transilvania y hemos venido a presentarte nuestros respetos. Queremos renovar la antigua alianza que había entre vos y nuestra Casa. Para ello te ofrecemos este sacrificio. –

VLADISLAV BORU:

- Hueles a... sangre fresca.

Basarab, no tenía demasiado aprecio por aquella familia, muchos de ellos perros salvajes aunque todos fieros guerreros sin duda, cada uno de ellos debía de ser tan fuerte como yo, pero entrenados en el arte del combate, una espada era como un tronco en mis manos, aunque un mazo o hacha ya sería otra cosa.

Sin embargo traían un sacrificio y eran pocos lo cual era sin duda mucho mejor que la guardia de la ciudad, sin embargo no podía salir a recibirlos, no sin indicaciones.

Caminé hacía la cámara del amo, quizás me castigarían por ello, pero esta situación era fuera de lo normal, por lo que no dude en avanzar hacía la recámara del amo, esperando encontrar a Igor en ella para que pudiera intermediar.

MEDIANOCHE DEL CUATRO AL CINCO DE MAYO DEL AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y OCHO.

¿Qué hay más allá de la Muerte?

¿Del plácido Letargo?

Tan sólo sangre...

Sangre...

¡SANGRE!

- Aldriu abre la puerta del Sancta Sanctorum de la guarida, el lugar más profundo del refugio del Koldun del Agua Negra, la cámara mortuoria donde reposa el sarcófago de piedra donde el Amo yace en un sueño tan profundo que es una verdadera muerte...

- El lugar está completamente a oscuras, excepto por la titilante vela que Aldriu lleva en la mano. En el suelo, ante el sarcófago, cree vez la forma agazapada y enroscada de Igor, el malvado ayudante de laboratorio del Amo.

- Valdav parece estar en su habitación, ignorante de todo, o tal vez es que nada le importa...

-Igor- dije con voz fría al siervo principal del amo- caballeros Basarab han venido a ofrecer un sacrificio al amo, dicen que hubo una batalla y que necesitan de su ayuda. ¿Que debo hacer?- pregunté realmente intrigado.

- Igor se despierta repentinamente cuando se abre la Cámara Mortuoria, un sonido que es como una violación, una profanación de lo más sacrosanto: el lugar de reposo del Amo.

Nooooooo... ¿qué haces? Esta interrupción retrasará el despertar del Amo por lo menos... por lo menos cuatro meses más. ¡Apócrifo! ¡Blasfemo! ¡Imprecador! ¡Judío! ¡Fuera de aquí!

Igor se saca un zapato y lo arroja a la cabeza del fiel Aldriu. Esto no puede quedar así, es imperativo reparar la mancha infringida. ¡La escoba! ¡A por ella! Igor toma la escoba y barre a los pies del sirviente cada vez más cerca, incomodándolo para que salga. Eso debería esparcir el sano polvo lo suficiente para tapar las huellas que el muy incompetente ha dejado en este santo lugar.

A buenas horas llegan esos Basarab a hacer sacrificios. ¡Solo se acuerdan del Amo cuando llueve! ¿Dónde estuvieron metidos todo este tiempo?

Y tú, vuelve con los Basarab. Diles que el Amo está... está enfrascado en una interesante lectura de magia negra. Que esperen, que ya sale en un momentito.

A pesar de que me causo algo de gracia el que me llamara judío y que su reacción me sorprendiera en primeras instancias no era la primera ni la última vez que actuaba así.

Por eso mismo asentí con la cabeza y me dispuse a salir de la recámara.

Primero dice que va a estar dormido 4 meses más y luego que saldrá en un momento, no tengo idea de que es lo que piensa este sujeto...

Y con estos pensamientos en la cabeza salí a recibir a los caballeros Basarab.

Igor cerró la puerta de las catacumbas tras la salida de Aldriu. Lo más probable, sobretodo después de esta heregía profanadora impía, era que el Amo no despertase. En ese caso Igor tendría que salir a presenciar el sacrificio y llevar su instrumental para realizar la sangría del cuerpo. Pero a Igor no le agradaba tratar con esos advenedizos Basarab, que solo adoran al Amo por interés y no por auténtica devoción.

No pierdo nada por intentar despertar al Amo...

Se puso al lado del féretro, cojeando por no tener zapato, y anunció su presencia golpeando la madera con los nudillos.

TOC... TOC... TOC...

¿Amo? Los Basarab traen un sacrificio...-dijo a la tapa del ataúd.

Igor aguardó en silencio. Había veces en las que al Koldun se le pegaban las mortajas y tardaba en alzarse. Puede que aún no estuviese preparado, en cuyo caso toda la culpa sería de Aldriu. Pero el fiel Igor saldría a atender a los Basarab.

- El zapatazo de Igor golpea con tanta fuerza sobre Aldriu que lo derriba al suelo con enorme estruendo, derribando una enorme vasija funeraria de bronce viejo.

- Valdav alcanza a escuchar desde su alcoba las palabras de Aldriu y de Igor. Así como el estruendo de la vasija de bronce al volcarse.

- Aldriu se levanta como puede y se apresura hacia el túnel de salida de la guarida subterránea...

Valdav se dirige, con paso ceremonioso y rictus serio, hacia el origen de los ruidos, abandonando sus aposentos.

- ¿Qué ocurre, qué es esta algarabía?- dijo, mirando a Igor con evidente desagrado, para observar cómo se alejaba Aldriu a continuación- Así que esos Basarab por fin han decidido aparecer. Tras todos estos años. Interesante. - dijo, esbozando una sonrisa torcida- Encárgate del Amo- dijo al ayudante de laboratorio-Iré a ver qué desean esos salvajes. Echaré un vistazo a ese supuesto sacrificio. Espero que no hayan traido tan sólo una cohorte de pueblerinos mugrientos.

Mis ojos se agitan bajo mis párpados de cadavérica piel, mi nariz capta olores mientras que se tensan los secos tendones de mis manos para empuñar mis largos y muertos dedos. Algo me agita en sueños, en esos agitados sueños que solo el Letargo trae de nuevo a mi mente.

Esos sueños me muestran imágenes antiguas, de tiempos inmemoriales cuando yo era humano, el hijo del jefe de mi tribu. Éramos nómadas y recorríamos esta parte de Europa hasta que nuestro chamán oyó del poder del Agua Negra y la voz de un misterioso Dios Oscuro que nos podía brindar la grandeza. Esa grandeza y ese deseo de poder es algo que siempre me ha motivado, desde esa época antigua en que la sangre aún fluía por mi cuerpo movida por ese órgano vital tan oxidado ya.

Ese deseo es el que me motivó a quedarme cuando pude haber huido, a adentrarme en los montes del Agua Negra y finalmente, a resistir toda clase de terrores y tormentos hasta terminar siendo el vampiro que soy ahora. No me conformé con la idea de poder huir y salvar mi vida, sino que la arriesgué constantemente frente al Corruptor de Legiones y sus adláteres, un culto mortal y despiadado, donde aprendí a ser lo que ahora soy.

Ese mismo deseo me motivó luego a aceptar mi trato con el entonces Knezi Blaatu Basarab, que me llenó de todo el poder que deseaba hasta entonces y que me hizo volverme en famoso Koldún del Agua Negra. Han pasado muchos años desde entonces y yo sigo aquí, aunque mi consciencia duerma.

“¿Aquí, que es eso? Yo estoy en los Montes del Agua Negra siendo torturado… no, yo estoy en otro lado y me cuidan en mi seguridad. Huelo el hedor de mi siervo y huelo sangre, sangre fresca. Deseo tanto tenerla. Si tan solo pudiera…”

Abro los ojos y mi mirada se clava directamente sobre la tapa de mi sarcófago de piedra. Escucho murmullos y algo romperse. Levanto suavemente la tapa de piedra con mis manos y me enderezo ante la mirada atónita de los presentes. Fijo mi mirada en todos ellos, enarcando una ceja en espera de alguna palabra de su parte.

KOLDUN BORU:

- Tu aspecto es cadavérico, por lo que no te gusta que nadie, ni tus siervos, te vean sin tu armadura completa que enmascara las viejas heridas sin cerrar.

- Cada vez que alguien o algo te hiere, las heridas y daños siguen visibles incluso cuando ya se han curado, dándote un aspecto cada vez más monstruoso e inhumano.

- El único que puede verte así es Igor, y porque es tu Ghoul que depende en todo de tu sangre.

- Todos escuchan claramente el sonido de la pesada tapa del sarcófago al desplazarse.

- El Amo ha despertado.

- Su semblante es espantoso y cadavérico, por lo que odia que nadie le vea sin su armadura pesada para ocultar sus facciones. Ni siquiera sus sirvientes.

- El único que puede verle es Igor, quien le ayuda a enfundarse en su pesada armadura. E incluso él debe de mirar hacia otro lado y no ver las corrompidas y destrozadas facciones del Amo.

KOLDUN BORU:

- No sabes cuánto tiempo ha pasado desde tu último despertar. Intuyes que años, aunque no demasiados.

- Ves al jorobado Igor. Tiene aspecto de estar bien alimentado, esa garrapata. Seguro que ha estado bebiendo de tu sangre en tu Letargo. ¿Cómo si no iba a mantenerse un Ghoul? Debe de haber encontrado la forma de "alimentarte" incluso estando aletargado. Tal vez mediante una transfusión de vitae... Interesante concepto. Pero quizá es la explicación de que te sientas hambriento, aunque no hasta el extremo del Frenesí.

- Tus Reservas de Sangre totales están a una cuarta parte de su capacidad.