Partida Rol por web

El Cisma

Evan James Fisher

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15/06/2015, 22:03
Director

Aquí comenzaremos sentando las bases para tu personaje humano :)

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02/08/2015, 04:33
Evan James Fisher

Evan James Fisher

Harold Fisher era un hombre con valores. Con valores de inversión en todo tipo de empresas. Abogado de éxito y adinerado consumado, desde el mismo momento en que había dejado el instituto parecía que todo el universo se hubiera alineado para convertirle en lo que era: alguien con amigos e influencia, dueño de su propio bufete y con una esposa perfecta. Era imposible verle durante más de diez minutos y no preguntarse qué tenía que lo hacía tan diferente.

Durante años su despacho fue el más prestigioso de la ciudad. Desde asesinatos a divorcios, si cualquiera tenía los suficientes fondos como para pagar su ayuda legal Fisher & Associates sería su mejor opción.

Eugene Fisher, su hijo, creció viendo eso. Y admirándolo. Era fácil ser un niño de papá, tener de todo, acudir a un colegio caro y sentir una mezcla entre seguridad y superioridad con respecto a los demás. Sin embargo llegó su adolescencia, y con ella muchas de esas cosas cambiaron. Él no había visto de cerca el sufrimiento, ni la adversidad, pero era sencillo alzar el puño y gritar a aquellos estúpidos yanquis que dejasen a los vietnamitas en paz. Aquello era rebelarse contra el sistema. Era guay.

Eugene fue detenido en varias ocasiones, aunque siendo hijo de quien era nunca llegó a pasar más de una noche en el calabozo, y eso sólo cuando su padre consideraba que merecía un escarmiento. El movimiento hippie cada vez tenía más fuerza, y era una corriente tan atractiva que Eugene acabó dejando sus estudios al finalizar el instituto. A ojos de su padre el chico se estaba convirtiendo en un descerebrado piojoso más, pero tenía la seguridad de que asentaría la cabeza cuando se diera cuenta de que incluso entre aquellas personas lo único que importaba era el dinero.

A los dieciocho el chico embargó rumbo a Francia, deseando conocer París, y sólo unos meses más tarde ya estaba recorriendo Europa en una furgoneta. A los diecinueve viajó a Estados Unidos, formando parte del Woodstock de mil novecientos sesenta y nueve. Aquella vida era perfecta. LSD, marihuana y sustancias cuyo nombre ni siquiera importaba realmente eran ingeridas día tras día en nombre de la búsqueda de sí mismo, de la paz y de la felicidad. Todo ello, por supuesto, pagado con los fondos que su padre ingresaba puntualmente el día venticinco de cada mes.

Aquel viaje duró cinco años con aquellas condiciones, hasta que Harold Fisher se cansó de la actitud de su hijo y decidió cortarle el grifo. Aún así tardó otro año más en volver a Europa, tiempo en el que Eugene trató de vivir a base de vender unas manualidades hechas sin ningún tipo de talento ni criterio. Mientras tanto sin embargo conoció gente, tuvo sexo – enfermedades venéreas incluidas – y aprendió a sentirse bien consigo mismo sin necesitar de los demás más que algunas monedas.

Cuando una mañana Eugene telefoneó a casa tenía veintiocho años y se sentía viejo y cansado. Llamaba para pedir a su padre dinero para volver, y lo hacía sintiéndose derrotado. Sin embargo en su último viaje el universo le había gritado que aquel no era su lugar, y él no había llegado hasta ese punto de su vida sin seguir sus impulsos. Viajó en avión a París, donde todo había comenzado, y allí debía hacer escala para embarcar rumbo a Londres. Pero no llegó a tomar aquel segundo avión. En aquel aeropuerto comprendió el por qué de su propia vuelta, su destino y su futuro. Entendió todas aquellas cosas al ver a una muchacha cuyo pelo llegaba casi hasta las rodillas y de sonrisa radiante. Iba vestida con ropa de colores, cosida por ella misma, y aunque era ocho años menor que él se enamoró al instante. Florette. Así se llamaba aquella chica de alegría cantarina y voz del color de las orquídeas.

Como si fuera el destino quien hubiera tejido aquella historia Florette acababa de llegar de Inglaterra, y aún era capaz de guardar en la funda de su guitarra su otra muda de ropa y todos sus sueños. Igual que Eugene tenía unos padres ricos, aunque estos eran bastante más permisivos y no tenían problema en gastar lo necesario para que su hija viera todo el mundo que necesitase. Y de repente ese mundo se había detenido en Eugene. Junto a él todo el universo cabía en una habitación.

Pasaron meses juntos de albergue en albergue. Vivían y hablaban como si pudieran alimentarse del agua de las fuentes, aunque al final era ella quien pagaba todos los gastos. Ambos eran felices juntos. Y finalmente sucedió algo que era sólo cuestión de tiempo: Florette se quedó embarazada. Aquella noticia terminó de completar aquel círculo de felicidad, haciendo que ambos tuvieran claro que el universo conspiraba para que ellos tuvieran una vida plena.

Sin embargo había algo con lo que ninguno de los dos había contado. Los padres de ella, tan liberales y dispuestos a poner el mundo a sus pies, no aceptaron aquello. La pareja ni siquiera se había casado y aquello, se mirase como se mirase, no estaba bien. No era decente. Una cosa era viajar, conocer sitios y personas, y otra eso. Era algo tan… Definitivo.

Cuando Evan nació, por tanto, lo hizo de vuelta en Reino Unido. A diferencia de sus otros abuelos Harold había tendido la mano a su familia, aunque esta vez las condiciones eran inamovibles: no más viajes, salvo en vacaciones. Él tendría que trabajar, y ella… No había que conocerla demasiado para darse cuenta de que ella haría lo que quisiera. Y Harold no había llegado donde estaba pidiendo imposibles.

Eugene y Florette vivían en una pequeña casita campestre, cerca de York, que era propiedad de Harold. Aquel rincón era el paraíso. No tenían vecinos, podían estar en paz con la naturaleza, y tener el huerto de maría más grande de la zona. Eugene había encontrado un trabajo malpagado atendiendo de vez en cuando una tienda de ultramarinos, pero tampoco necesitaban mucho más.

De ese modo Evan creció en el campo, jugando como un niño más hasta que cumplió los seis años. En aquel momento era un chico alegre, divertido y obediente. Allá donde fuera le seguía el segundo hijo que habían tenido sus padres, Peter, dos años menor que él. Durante ese tiempo sus padres habían ido haciendo conocidos en la zona que tenían un modo de vida parecido al suyo: a menudo organizaban cenas entre todos en las que no se comía nada que no fuera cultivado por ellos mismos, asistían juntos a conciertos y en las noches de luna llena uno de ellos les daba lo que aseguraba que era la auténtica pipa de la paz. Mientras tanto la carrera de Harold Fisher había terminado de despuntar. De sobra conocido en la alta sociedad, había optado por dedicarse a la política, y con éxito, llegando a formar parte de la Cámara de los Comunes.

En el mismo día en que Evan cumplió los seis años Harold Fisher se personó en casa de su hijo, lo cual era realmente inaudito. Allí mantuvo una larga charla con ambos padres, a los que acabó por convencer de que era el momento de que su pequeño entrara en un buen colegio. A ellos, que siempre afirmaban creer en la educación pública sin que ninguno de los dos la hubiera probado, les costó aceptar, pero Harold sabía ser realmente persuasivo.

Así fue cómo Evan acabó como interno en el Winchester College, el único de toda Inglaterra con más de seiscientos años ininterrumpidos de funcionamiento y considerado el mejor del país. Aquel lugar tenía una larga tradición de buenos resultados y disciplina, y Harold no estaba dispuesto a menos.

Allí fue donde el cambio del crío comenzó. Fue algo paulatino, como si las ideas que ese lugar representaba se instaurasen en su pequeño cerebro poco a poco, días tras día. Adoraba a sus padres, pero cada vez era más consciente de que eran totalmente opuestos a los de la mayoría de sus compañeros. Al llegar a los doce años ya entendía perfectamente los motivos, y no tenía muy claro que ellos fueran su modelo a seguir, y cuando llegó el momento de escoger instituto ya tenía más que claro a quién quería parecerse.

Aquellos años fueron tranquilos en la casa de los Fisher. A pesar de lo extraña que se les hacía la idea de tener a ambos hijos separados, Peter acabó acudiendo a un colegio público, y obteniendo unas notas brillantes. Mientras tanto el abuelo, totalmente dedicado ya a su carrera política, optó por vender su bufete, incluyendo en el contrato la posibilidad de ser recomprado en el futuro. Fisher & Associates pasaba a llamarse Nicholson Hickman & Partners Law Frim y dejaba una cantidad ingente de dinero en la cuenta del sexagenario Harold Fisher.

Los años de instituto, sin embargo, fueron un poco más desasosegados. Evan cada vez estaba más distante con sus padres y parecía sentir una devoción absoluta por su abuelo. Ellos trataban de verlo como algo bueno. Que su hijo encontrase su propio camino era algo reconfortante, y eran conscientes de que ese debía ser el objetivo de cualquier progenitor. Sin embargo sentirse cada vez más alejados de él, y más habiéndose perdido gran parte de su infancia, les dejaba un sabor amargo en la boca del estómago.

Evan, a través de su abuelo, había aprendido y entendido que su paso por el instituto era más que una preparación para la universidad. Sus notas debían ser impecables. Sus amistades, duraderas. Sus conocidos de ahora podían ser sus contactos de mañana. De modo que durante todos aquellos años aprendió a ser alguien con quien cualquier padre quisiera que su hijo estudiara, pero también ese chico con el que todos quieren divertirse. Beber antes de ser mayor de edad, algún porro ocasional y la fantasía de estar por encima de la ley. Contar historias acerca de sus padres le daba, además, una baza muy jugosa para jugar con sus compañeros. Y llevar algo de su maría, más.

Sin embargo todas aquellas tonterías acabaron al llegar a la universidad. Con sus referencias y sus raíces pudo escoger cualquier centro del país o del extranjero, y aunque sus padres le aconsejaban aprovechar para salir y conocer mundo él prefirió quedarse con Cambridge. Después de todo se había decidido por estudiar Derecho, y hacerlo en otro país podría traerle problemas a la hora de ejercer. Además, quería seguir cerca de su abuelo. Peter, mientras tanto, continuaba su formación de una forma menos metódica y menos seria, pero con resultados ligeramente superiores. Y cuando Evan llevaba ya dos años en la facultad su hermano se decidió a seguirle. La vieja tartana que sus padres tenían por coche, sin embargo, se decidió a dejarles tirados justo el día de su entrevista personal en Cambridge, así que hubo de esperar un año entero y acabar por entrar en Oxford. Bien era cierto que si Harold hubiese movido los hilos adecuados aquello no habría sido un problema, pero el propio Peter insistió en que el abuelo no llegase a saberlo. No juzgaba a su hermano, pero él quería obtenerlo todo sin ayuda externa.

Los años pasaron. Evan no suspendió una sola asignatura en toda su carrera. El apellido de la familia aún hacía ecos en las paredes de su facultad, y cuando había algún examen o trabajo cuya nota fuera dudosa esta se veía impulsada hacia arriba positivamente. Mientras tanto él conoció a Naida, una chica bonita y divertida que estudiaba Ciencias Empresariales. Lo que sintió hacia ella no fue exactamente amor, pero sí una compenetración que superaba la que hubiera sentido con ninguna antes. Encajaban y se gustaban. No iba a pedir más.

Evan terminó sus estudios con los objetivos bien claros. Aprender rápido, formar su propio despacho, crecer. Crecer, como años antes había hecho su abuelo. Harold no tuvo que hacer más que una llamada de teléfono para que su nieto favorito fuera contratado en su antiguo bufete, aunque no duró allí ni siquiera un año. Aprendió lo que necesitaba de ellos, y se marchó. Aquel nuevo despacho fue abierto cuando el chico acababa de cumplir los veinticinco años, y lo hizo decidido a empezar como debía: con una secretaria y un ayudante personal. Evan contaba con ir preparando el terreno, con que poco tiempo después su hermano se uniría a él. Sin embargo los planes de Peter eran bien diferentes.

El comienzo fue difícil. Sólo era conocido por su apellido, y cuando la gente que poseía dinero suficiente como para merecer atención buscaba ayuda no acudía a un recién iniciado. Debió bajar sus tarifas. Debió bajarlas más. A punto estuvo de tener que despedir a su ayudante. En aquel entonces su abuelo estaba dispuesto a ayudarle una vez más, pero el orgullo de Evan le impidió aceptarlo. Una cosa era que él costease su educación, o que hiciera alguna llamada. Pero aquello era muy distinto. Si quería seguir los pasos de Harold tenía que levantar aquel despacho él mismo. Sin ayuda.

Y la ayuda llegó, aunque no de aquella forma. Evan tenía veintiséis años cuando se casó con Naida, y prácticamente todo el dinero que familia y amigos entregaron por la boda fue invertido en el negocio. Aquella forma de salir adelante era distinta. Era su dinero. Se lo había ganado, aunque fuera a través de ese enlace.

Aquello sólo sirvió para sentirse desahogado un tiempo. Pero para salir realmente adelante necesitaba clientes. Al final acabó por ofrecerse a sí mismo como abogado, incluso a cobrar sólo en caso de ganar. Y entonces comenzó la magia. Hasta el momento todo lo que había hecho era llegar a acuerdos entre sus representados y las partes contrarias sin llegar a ir a juicio. O incluso tras la primera vista, hablando con los otros letrados, acababan resolviendo las cosas fuera de los juzgados. Él no quería admitirlo, pero en el fondo tenía pánico. Miedo a fallar. A no ser suficiente. A no estar a la altura.

Sin embargo en cuanto tuvo el primer cliente lo suficientemente cabezota como para insistir en ir a juicio a pesar de sus consejos… Ahí fue donde se produjo el cambio. Hablando allí, delante del juez, sabiendo que aquel memo que tenía por cliente estaba dispuesto a jugárselo todo en base a lo que allí se decidiera, se sintió distinto. Diferente. Bien.

Las palabras salían solas. Sus gestos eran firmes, y sus expresiones convincentes. Incluso salía de su garganta un rastro de ironía que casi dejaba en ridículo las aportaciones y testigos de la parte contraria. Era como un niño disfrutando de un juguete con el que ni siquiera sabía jugar. Y ese era sólo el principio.

Los años siguientes fueron increíbles. Juicio tras juicio, cuando la adrenalina golpeaba las sienes de Evan algo en él se movía, liberando su lengua y haciendo de sus alegatos algo digno de escuchar. Empezó a hacerse conocido. Comenzó a poder ser él quien escogiera a sus clientes. Y, sobre todo, empezó a darse cuenta de que estaba a la altura. De que era realmente bueno.

Mientras tanto su hermano, Peter, acabó la carrera y pasó un tiempo preparándose para ser fiscal. Seguía viviendo con sus padres, y aunque su vestimenta y su manera de ser eran más humildes que las de su hermano el lazo que les unía era fuerte como un cordón de acero. Siendo como era un joven brillante no tardó en lograr el puesto, decidido a hacer del mundo un lugar mejor, más justo e igualitario. A su modo de ver la justicia británica tenía mucho que evolucionar, pero la única forma de conseguirlo era desde dentro.

Ambos hermanos se vieron las caras en los juzgados en más de una ocasión. Evan era más apasionado y Peter más técnico y comedido, pero ambos eran realmente buenos. Una rivalidad que divertía a ambos crecía entre los hermanos, siendo los juicios en que coincidían aquellos en los que Evan más disfrutaba. Conocía a Peter. Adelantarse a su estrategia era como prepararse para bloquear los tiros del contrario antes incluso de que se moviera para lanzarlos. Aquello era un juego de manipulación, dialéctica y astucia, y Evan sólo estaba dispuesto a ganar.

Habían pasado sólo unos años cuando el abuelo Harold falleció. Ataque al corazón. Aquel día fue realmente triste para la familia, y aunque el funeral fue de lo más formal después, ya en la intimidad de la casa de los Fisher, se celebró una despedida al más puro estilo de sus padres, con drogas, canciones y expresión abierta de sentimientos.

Evan pasó aquella noche con una enorme presión en el pecho y un vacío en el estómago. Su mundo, todo su universo, se había construido en referencia a aquel hombre, y ahora el abuelo no podría ver jamás adónde llegaría. Fue entonces cuando se hizo una promesa: ganaría el suficiente dinero para volver a hacerse con el bufete del viejo y fusionaría ambos despachos. Estaba seguro de que aquello sería algo de lo que Harold habría estado orgulloso.

El tiempo fue pasando, y Evan cada vez era más conocido. La gente no terminaba de ser capaz de explicarse su éxito, pero aquello no importaba. Además, mientras que sabía de algunos colegas que utilizaban pruebas falsas él jamás se habría metido en aquella mierda. Ganar así no era divertido. Una cosa era hablar con los testigos y explicarles los muchos motivos por los que era mejor que no recordasen nada, por ejemplo, y otra ganar con mentiras. Además, una cosa era que mintiese el acusado. Aquello no sólo era legal, sino que era incluso lógico. Pero él como abogado jugaba a no mentir jamás. Después de todo, de hacerlo… ¿Dónde estaría la gracia?

 

 

Descripción física

Evan Fisher es un hombre que sabe cuidarse. A sus treinta y dos años sabe que el mundo es superficial y que la imagen es importante. Viste casi siempre con trajes perfectamente planchados, y cuando no lo hace evalúa la validez de cada prenda en función de su precio.

Con su metro setenta y seis de estatura, Fisher sabe caminar como si siempre supiera exactamente dónde está pisando. Sus ojos marrones transmiten decisión y su pelo de color castaño le llega por los hombros, siempre bien cuidado.

 

Descripción psicológica y de conducta

Evan es un experto en autojustificarse, buscando siempre motivos para explicar por qué lo que él hace es correcto, mientras que lo de los demás no lo es tanto. Disfruta con los retos, y más aún con los duelos dialécticos, y no le avergüenza reconocer que considera a pocos a su altura.

A día de hoy el chico echa de menos a un abuelo que fue una referencia, pero sus pensamientos van más encaminados a medirse con él que a sentir nostalgia.

Con el paso de los años Evan ha aprendido que quedar bien con todo el mundo es algo importante, saludable y que puede traer importantes beneficios en el futuro. Siempre trata, por tanto, de ser correcto y educado, aunque en más de una ocasión se permite mostrar que está por encima de ciertos interlocutores, sobre todo si los considera demasiado estúpidos como para entender la broma.

Además también se ha dado cuenta de lo importante que es saber ejercer la presión adecuada en la dirección correcta. Sin ir más lejos es mucho más sencillo conseguir que rebajen la pena de alguien que ha matado a un médico abortista si se consigue que los medios hagan eco del caso y se le presenta como un fanático pro-vida, dejando el detalle de que sea el amante de la mujer del fallecido como un secreto sin importancia.

 

 

Extracto del acta del juicio B-29F.

  • Por favor, diga alto y claro su nombre y ocupación.
  • Me llamo Gilbert Keen, y trabajo en la prisión de The Verne como funcionario.
  • Muy bien, señor Keen, cuénteme. ¿Reconoce usted al acusado, el señor Donovan?
  • Así es.
  • ¿Podría precisar de qué lo conoce?
  • Es un preso de The Verne.
  • Entiendo. ¿Podría precisar qué puesto tiene asignado el señor Donovan en la prisión?
  • Es jefe de cocina.
  • ¿Y podría decir cuántas faltas de comportamiento ha tenido el acusado durante los últimos seis meses?
  • Ninguna.
  • Comprendo. El señor Donovan, como sabe, está acusado de contrabando, de recibir estupefacientes escondidos entre las cajas de comida. Dígame, ¿ha visto usted alguna vez al señor Donovan con estupefacientes?
  • No directamente, señor.
  • ¿No directamente? Cíñase a la pregunta. ¿Usted vio al señor Donovan con algún tipo de sustancia estupefaciente?
  • No.
  • Muy bien. En los archivos del caso figura que fue usted quien encontró las sustancias con las que supuestamente mi defendido traficaba. ¿Podría exponer a la sala cómo realizó ese hallazgo?
  • Tuve un presentimiento. Habíamos visto a varios presos en estado de… Bueno, colocados, y no sabíamos por dónde entraba la droga. Cuando vi al camión llegar tuve ese presentimiento, lo paré e hice bajar al conductor para revisar las cajas. Todas iban para la cocina de Donovan. Había varias marcadas una equis pequeña en una esquina. Y al abrir esas, estaban llenas de pastillas.
  • Pero Donovan no llegó a recibir esas cajas.
  • No, claro que no.
  • ¿Qué pasó con esas cajas?
  • Las cogí y se las llevé al director para mostrarle lo que había encontrado.
  • ¿Y qué hicieron usted y el director después?
  • Llevamos a Donovan a aislamiento.
  • Muy bien. Entonces si lo he entendido usted paró al conductor, encontró las cajas, las llevó a la prisión, y sin que el acusado llegase a estar siquiera en la misma habitación que ellas, le aislaron de los demás, ¿es eso cierto?
  • Sí, pero…
  • Con la venia, su señoría, tal y como yo lo veo mi acusado no ha hecho nada malo. Incluso el testigo ha admitido que su comportamiento en los últimos seis meses no tiene falta alguna. En cambio el señor Keen ha cogido varias cajas de narcóticos y las ha metido en una prisión saltándose todos los controles de seguridad.
  • No hay más preguntas.
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02/08/2015, 04:34
Evan James Fisher

Propuestas para Peter:

  

Propuestas para Naida:

  

Propuesta para Florette:

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02/08/2015, 04:38
Evan James Fisher
Mago: La Ascensión
 PERSONAJE 
Nombre Evan James Fisher  
Naturaleza Competidor  
Conducta Perfeccionista  
Concepto Abogado bien posicionado  
Esencia  
 ATRIBUTOS 
Físicos Sociales Mentales
Fuerza ••ooo Carisma ••ooo Percepción ••ooo
Destreza ••ooo Manipulación •••oo Inteligencia •••oo
Resistencia ••ooo Apariencia ••ooo Astucia ••••o
HABILIDADES 
Talento Técnica Conocimiento
Alerta ooooo Armas C.C ooooo Academicismo ••ooo
Atletismo •oooo Armas Fuego ooooo Ciencias ooooo
Arte ooooo Artes Marciales ooooo Computación ooooo
Callejeo •oooo Conducir ooooo Cosmología ooooo
Consciencia ooooo Etiqueta ••ooo Enigmas •oooo
Empatía •oooo Interpretación •oooo Esoterismo ooooo
Expresión ••••o Meditación

ooooo

Investigación ooooo
Intimidación •oooo Pericias ooooo Leyes ••••o
Liderazgo ooooo Seguridad •oooo Medicina ooooo
Pelea ooooo Sigilo ooooo Ocultismo ooooo
Subterfugio •••oo Supervivencia ooooo Tecnología ooooo
 ESFERAS 
Cardinal ooooo Espíritu ooooo Mente ooooo
Correspondencia ooooo Fuerza ooooo Tiempo ooooo
Entropía ooooo Materia ooooo Vida ooooo
 VENTAJAS 
Trasfondos Areté Salud
    o o o o o o o o o o Magullado  [  ]
      Magullado  [  ]
      Lastimado (-1)  [  ]
    Fuerza de Voluntad Lesionado (-1)  [  ]
    • • • o o o o o o o  Herido (-2)  [  ]
    ⊗ ⊗ ⊗ o o o o o o o Malherido(-2)  [  ]
      Tullido (-5)  [  ]
                   Quintaesencia Incapacitado  [  ]
  o o o o o o o o o o o o o o o o o o o o  
                     Paradoja  
Méritos/Defectos   Resonancia
    Dinámica ooooo
    Estática ooooo
    Entrópica ooooo
    Experiencia
     

 

Ficha casi finalizada, si das el visto bueno. Antes de terminar, me gustaría saber con cuántos puntos valorarías los siguientes trasfondos para saber cuántos gratuitos me quedan. Esto es lo que considero que debería tener por historia:

Aliados: Eugene, Florette, Peter, Naida.

Contactos: Ayudante y secretaria. Quizá algún periodista y/o juez/abogado/fiscal. Algún ex-cliente.

Influencia: Quizá uno o dos puntos, no lo sé.

Recursos: O bien dos o bien tres puntos.

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02/08/2015, 17:57
Evan James Fisher

¿En qué cree tu personaje y por qué? ¿Cree en uno o varios dioses? ¿Es agnóstico? ¿Es ateo?

Evan Fisher es agnóstico. Ha crecido con unos padres que idolatraban la tierra y fijándose en un abuelo que hablaba de un Dios todopoderoso. Sin embargo él no llegó a ver con sus propios ojos ni sentir dentro de sí mismo ni una cosa ni la otra. Aquel crisol hizo que acabase optando por no pronunciarse. Después de todo aquella era sólo una más de todas las verdades relativas del universo.

¿Es tu personaje escéptico frente a diversas creencias metafísicas/sobrenaturales modernas? ¿O es bastante creyente de todo tipo de seudo-ciencias y magufadas?

Evan es alguien a quien costaría obligar a hacer algo si no sacase un beneficio de ello, ya fuera a corto o a largo plazo. Y no sólo eso, sino que además cree que todo el género humano es así. Es, sin embargo, consciente de que esos beneficios no tienen por qué ser materiales: está el sentimiento de superioridad, por ejemplo.

Cree, por tanto, que todas esas corrientes no son más que formas de aprovecharse de incautos. Un líder convincente y unos cuantos borregos, y listo.

Por otra parte, también es consciente de que puede haber quien realmente crea en esas cosas. Pero si no saca provecho debe ser algún tipo de tarado mental, así que es totalmente seguro que todo saldrá de su imaginación.

¿Cuál es su posición con respecto al destino y a la vida? ¿Por qué suceden cosas malas y cosas buenas? ¿Cuál es su explicación para todas las desgracias o fortunas que le han acontecido a él o a sus personas cercanas?

Los padres de Evan creen en el destino, en la alineación de los astros y en cien mil cosas más. Él, sin embargo, es mucho más práctico. Considera que las cosas buenas le ocurren a las personas que trabajan para lograrlas, y las malas a los que no son lo suficientemente precavidos para evitarlas. Alguien que no sea lo suficientemente inteligente cometerá errores, se meterá en problemas y acabará en la cárcel. Eso es así. Sin embargo alguien con más cerebro sabrá mantenerse seguro.

Por otra parte ni siquiera cree en los accidentes. Siempre hay una causa, un culpable, y culpar al destino o al universo es de cobardes.

¿Qué quiere hacer de su vida tu personaje? 

A él le basta con continuar por el mismo camino ascendente. Tener un mayor número de casos y cada vez más importantes. Hacerse un nombre. Conseguir el capital suficiente para absorber el antiguo bufete de su abuelo. Esas cosas. Lo profesional va atado a lo profesional, así que considera que con eso se sentiría satisfecho.

En el plano familiar sabe que llegará un momento en que le tocará tener descendencia. Dos hijos, niño y niña, que se educarán para ser capaces de seguir los pasos que él todavía no ha dado. Pero para entonces será alguien a quien ellos admirarán.

Si tu personaje se planea lograr algo, ¿A través de que medios cree él que debe cumplir dicha meta? 

Manteniéndose dentro de determinados márgenes Evan considera que el fin justifica los medios. El esfuerzo, las posibles consecuencias y la ausencia de civismo serán siempre acordes al fin en cuestión, dejando de lado cosas como matar a otro ser humano. Nada merece tanto la pena.

Sin embargo él es un auténtico experto en justificarse cualquier tipo de actuación reprochable que él mismo lleve a cabo. Siempre escogerá, de ser posible, el camino más elegante, evitando mancharse las manos.

Si tu personaje obtuviese el poder para hacer su voluntad, ¿cómo usaría dicho poder y para qué?

Seamos sinceros: el mundo está bien tal y como está. Sí, hay pobres, y guerras, y desgracias... Pero ese es el orden natural de las cosas. Si Evan tuviera el poder para hacer su voluntad pensaría en sí mismo. La inmortalidad sería una buena opción. No se decantaría por bienes mundanos y que pudiera conseguir por sí mismo, como dinero. Sin embargo la capacidad de influir en los sentimientos y pensamientos de la gente, o leer sus mentes... Eso sí sería una buena opción. El mundo seguiría como hasta ahora, y él también. Sin embargo tendría un pequeño toque con el que dar un empujoncito a los indecisos. ¿Para qué pedir más?

¿Cuál es el trasfondo cultural de tu personaje? ¿Cuáles son sus raíces culturales ancestrales? ¿Tiene alguna veneración/consideración especial para con ellas?

La forma particular que tuvieron Eugene y Florette Fisher de criar a sus hijos hizo poco eco en Evan. A una edad muy temprana fue separado de ellos en todo momento salvo las vacaciones, y todo lo que el chico respiró fue disciplina. Es consciente de las creencias de sus padres, y que su hermano comparte en menor medida, pero no las comparte en absoluto.

¿Se considera superior tu personaje a algún grupo social/raza/grupo de personas? ¿Por qué?

Evan se considera superior a todos aquellos que no están a su altura social. Se cree por encima de muchos de sus clientes, aunque se ocupa de que ellos no lo noten. Él se ha convencido a sí mismo de que la única diferencia entre él y alguien de la calle es que supo aprovechar sus oportunidades, y que eso, la disciplina y el trabajo duro le han llevado adonde está. Según su modo de ver las cosas, si alguien tiene las cosas más difíciles sólo tiene que luchar más fuerte. Y si no logra salir adelante y conseguir una vida perfecta - una vida como la suya - es porque no quiere. Eso implica, además, que se siente también por encima de sus padres, aunque a su hermano sí lo considera un igual. Después de todo ha demostrado más de una vez en los juzgados ser alguien capaz de plantarle cara y de ponerle las cosas difíciles.

¿Cuáles son la actividades favoritas de tu personaje? ¿Encuentra en estas actividades alguna conexión especial que no puede explicar o sólo las ve como meras distracciones?

La actividad favorita de Evan es su propio trabajo. No la parte del papeleo, por supuesto, pero para eso ya tiene a su ayudante. Enfrentarse a los demás en un terreno neutral, darle la vuelta al caso con los pequeños detalles que los demás no advierten, con los diminutos recovecos legales... Eso sí que es vida. Sus dos palabras favoritas son, sin duda, "duda razonable". Con eso ya tiene suficiente. Y las siguientes, "No culpable".

Cuando está en medio de un juicio en que es capaz de dejarse llevar se siente completo de una forma que no es capaz de explicar. Sus ojos brillan, su corazón late de una manera distinta... Esa sensación no sólo se ha dado en los tribunales, pero hay pocas otras cosas que le supongan un reto tan interesante como esa. Las peleas dialécticas sin nada en juego no tienen la misma emoción, pero saber que ahí cada palabra puede marcar el futuro de la vida de un hombre... Eso es pura adrenalina.

¿Con qué tipo de objetos/personas/lugares/épocas guarda tu personaje alguna conexión especial y significativa?

Hay pocos objetos con los que Evan sienta algún tipo de conexión. Si él tuviera que escoger alguno ese sería sin duda su alianza, pero sería por una mera cuestión de formalidad. Su boda debía ser el día más feliz de su vida, y todo eso. Sin embargo en caso de perderla ni siquiera le importaría demasiado: después de todo, cualquier cosa material puede pagarse con dinero, y eso es algo que no le falta.

En cuanto a las personas sólo hay una con la que se sienta realmente vinculado: su hermano. Evan ve a Peter como la otra cara de una misma moneda, como si estuvieran unidos pasase lo que pasase. En el pasado la admiración que sentía por su abuelo era su brújula, y es verdad que no ha terminado de pasar página, pero se ha obligado a dejar de pensar en ello. Después de todo, está muerto.

En cuanto a los lugares sólo hay un par que siente como especiales, y uno de ellos ni siquiera existe como tal. El primero es el Winchester College. Evan es consciente de que fue su residencia allí lo que cambió su perspectiva de la vida, y de que de no haber estado interno en ese lugar podría haber acabado sin estar siquiera en la abogacía o, aún peor, convertido en hippie. El otro lugar, el que guarda en su memoria, es el despacho de su abuelo. Evan recuerda exactamente dónde estaba cada cosa, el aroma de la madera al entrar y cómo la luz penetraba a través de las ventanas, dándole en los ojos, cuando lo hacía.

¿Qué clase de moralidad sigue tu personaje? ¿Por qué?

Para Evan sólo existe un centro, y es él mismo. No nos equivoquemos: él es el primero capaz de donar algo a cualquier tipo de causa solidaria, pero motivo real de eso es que está convencido de que la riqueza y el poder de un hombre viene medida por sus sobras, y de que uno debe comportarse como si perteneciera a la clase a la que quiere aspirar. La palabra moralidad es, para él, una entelequia. No son más que normas establecidas para que todo el mundo se sienta más a gusto, más seguro y con una justificación para su falta de aplomo y su excesiva cobardía.

 ¿Cuál fue el contexto familiar en el que creció tu personaje?

 

 ¿Qué tipo de acontecimiento traumático sería capaz de poner cabeza abajo la vida y las creencias de tu personaje?

Existen muchos acontecimientos capaces de hacer algo así. Sin embargo, por encima de la muerte de sus seres queridos, por encima de las enfermedades... Por encima de cualquier cosa, lo peor que le podría suceder a Evan es verse en el lugar que normalmente ocupan sus defendidos. Verse acusado de un delito que él mismo sepa que ha cometido y ver cómo su propia defensa se desmorona. O ser acusado de algo que no ha hecho y que nadie llegue a creerle.

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05/09/2015, 22:05
Director

Mirando tu ficha, un recordatorio: Sólo puedes tener dos habilidades con cuatro puntos y tú tienes 4 (sí, la redacción es difusa, pero son reglas cuasi-estándar de MdT).

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05/09/2015, 22:44
Evan James Fisher

Quizá se me escape alguna, pero cuento sólo tres.

En breves lo arreglo. :)

EDIT: Moveré los 2 PG usados para subterfugio a Trasfondos.

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05/09/2015, 22:51
Director

3. Quise decir 3. No sé por qué escribí 4.

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04/11/2015, 22:57
Evan James Fisher

Antes de responder, para saber a qué atenerme, escribo algunas cosas que me gustaría saber (y que Evan sabría antes del juicio).

1. - Las pruebas que hay contra mi defendido.

2. - Los testigos que hay citados por parte de la acusación.

3. - La versión que mi defendido da de lo sucedido.

Probablemente sean más las que se me ocurran cuando me ponga a escribir, pero por ahora esas las necesito seguro. ^^

(También me gustaría saber qué pruebas tengo - o puedo tener - yo, por supuesto, pero no sé si esperas que eso me lo invente).

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04/11/2015, 23:48
Director

1. - Las pruebas que hay contra mi defendido.

La fiscalía ha sido bastante renuente a mantener la transparencia del proceso, alegando que se trata de un asunto de "seguridad del Reino Unido", por lo que sabes que pueden tener evidencias de las que no conozcas. De lo que sabes, la fiscalía se ha encargó de recopilar copias de las cintas de seguridad del sector y en todos los informes oficiales, MacIntosh fue encontrado en la escena del crimen (inconsciente, pero indemne). También hicieron un registro general de su lugar habitual de residencia, y de acuerdo a lo poco que han compartido contigo (a regañadientes), MacIntosh parecía vivir como vagabundo, al tiempo que poseía varios dispositivos de última tecnología e información "altamente preocupante" que estaba siendo evaluada por al agencia de seguridad del Reino Unido.

 

2. - Los testigos que hay citados por parte de la acusación.

Al igual que el punto anterior, sabes que la fiscalía ha reunido a un puñado de testigos visuales que localizan a MacIntosh en la escena (y dado su inusual apariencia, es difícil pensar que lo confundieran con algo más). El otro testigo es el inspector al frente de la investigación, quién está actualmente declarando. Si hay testigos fuera de este patrón, no tienes conocimiento de ello.

3. - La versión que mi defendido da de lo sucedido.

MacIntosh ha sido inusualmente vago al respecto. "Si estuve en medio de la explosión, ¿por qué no me afectó?" fue lo mejor que le pudiste sacar. Su interés era que le representases y lograses absolverlo con premura de todos los cargos. Según él, no hirió a nadie y no tenía medios para haber causado todos los destrozos que le achacan. Elemento que muy probablemente será el que la fiscalía deberá probar con mayor ahínco si quiere convencer al jurado.

(También me gustaría saber qué pruebas tengo - o puedo tener - yo, por supuesto, pero no sé si esperas que eso me lo invente).

Haz tirada de Inteligencia+Leyes a dif 7. Por cada éxito podrás tener a tu favor conocimiento de evidencia / testigos preparados que puedas usar en el juicio. Si fallas, básicamente estás a merced de la fiscalía. Si pifias, es probable que hayas pasado por alto un detalle importante del juicio o que recibas una desagradable sorpresa durante el juicio por parte de la fiscalía.

Para la respuesta, asume que alcanzas a interrogar al inspector y al primer testigo, Mujab Kadar, un inmigrante libanés que asegura haber visto a MacIntosh llegar al lugar, que su comportamiento era sospechoso y que escuchó la explosión y que le vió en medio del caos, tirado en el suelo. Además, asegura que MacIntosh traía consigo una maleta pequeña que luego de la explosión ya no tenía con él.

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05/11/2015, 01:20
Evan James Fisher

Quizá me equivoque, pero juraría que tanto defensa como acusación han de conocer de antemano las pruebas y testigos que presenta la otra parte. Si quieres que lo juguemos como si no fuera así porque te parece que tiene más interés o porque crees que no merece la pena entrar en tanto detalle, perfecto, pero yo lo comento.

- Tiradas (2)

Motivo: Inteligencia + Leyes

Tirada: 7d10

Dificultad: 7+

Resultado: 8, 10, 10, 2, 8, 9, 5 (Suma: 52)

Exitos: 5

Motivo: Dados repetidos

Tirada: 2d10

Dificultad: 7+

Resultado: 5, 5 (Suma: 10)

Notas de juego

Tirada hecha. :)

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05/11/2015, 18:15
Director

Con esa tirada queda a tu disposición lo siguiente (tú, por tu parte, te has visto obligado a hacer "full disclosure" de tus testigos y evidencias antes del juicio. Otra jugada poco limpia de la fiscalía):

  • Testigos del lugar que no recuerdan haber visto a nadie tan pintorezco como MacIntosh antes de la explosión (puedes elegir que uno de esos testigos sea una de las pocas víctimas capaz de testificar algo relevante para el caso).
  • El informe de criminalística en donde se detalla que en una explosión de esa magnitud, de acuerdo con las pruebas físicas, alguien muy cerca del epicentro de la explosión (como MacIntosh) no podría haber simplemente sobrevivido quedando inconsciente.
  • Adicionalmente, sabes que la fiscalía no tiene ninguna evidencia que explique este hecho, y que no podrán presentar evidencia no-registrada al respecto, para evitar correr el riesgo de anulación del juicio.
  • Testigos del lugar donde residía MacIntosh (vagabundos en realidad), que aseguran que era habitual escucharle hablar de cosas como "es necesario deconstruir, destruir, eliminar lo que hay, hasta que queden sólo los cimientos".
  • Una evaluación psicológica de MacIntosh. En donde, aparte de una paranoia leve e indicios de desconexión con la realidad en algunos momentos (sin que indiquen principios de una enfermedad de la mente).
  • Una inconsistencia legal entre los documentos a su nombre. Según su identificación, MacIntosh tiene 43 años. Sin embargo, es evidente que su edad real está por lo menos 10 años por encima de esa.
  • No existe todavía un veredicto detallado sobre el tipo de explosivo empleado. La fiscalía no tiene evidencias de remanentes del dispositivo, sin embargo, los informes que presentarán hablan de una carga leve de poder explosivo similar al A4 C4, sin que haya fuertes indicios de esto.

Notas de juego

Corrijo el tipo de explosivos. Por alguna razón estaba convencido de que A4 era un explosivo.

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20/06/2016, 19:07
Director

Experiencia: 4 puntos.

Me gusta Evan. Es bastante difícil de manejar y aunque sí, ha sido un poco complicado poner el riel para irlo llevando, te aseguro que llegará al punto en que se irá solo y no hago más que esperar ese instante, a ver si estallará en llamas o algo así.

Sigue así. Quiero verlo en interacción con los otros pronto y disculpa si ha sido algo forzada la manera como te he empujado hacia algunas cosas.

Si no te molesta, daremos inicio a la escena 1 pasando frente a la dirección que te dejó MacIntosh. Para simular la carta junto con la denuncia, adjunta una tirada de Inteligencia+Leyes a dif 8 (+2 debido a cansancio y dificultad para concentrarte).

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22/06/2016, 20:05
Evan James Fisher
- Tiradas (1)

Motivo: Int + Leyes

Tirada: 7d10

Dificultad: 8+

Resultado: 8, 6, 10, 2, 5, 3, 3 (Suma: 37)

Exitos: 2

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13/08/2016, 11:41
Evan James Fisher

Hola, Dara.

Te escribo porque las visitas ya se han ido, lo que nos permite retomar las partidas, pero al ir a postear aquí me he dado cuenta de que no me siento cómodo. Y echando la vista atrás me doy cuenta de que lleva un tiempo pasándome aquí. Postear por compromiso y no por gusto es horrible, y creo que tenemos la confianza como para hablarlo en lugar de hacerlo casi obligado. Supongo que las cosas que tengo en la vida real (mezclar varios trabajos, tensión por ver que no voy a terminar la carrera cuando al fin parecía que sí, etcétera) se mezclan con el sentirme obligado a tomar un camino antinatural para el personaje, quitándome finalmente las ganas.

En resumen, que me planteo dejar la partida ahora, dando por hecho que será mejor para ti que hacerlo cuando estemos todos juntos. Si te parece bien lo podemos hablar por aquí, por gtalk o por donde prefieras. :)

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31/03/2017, 09:31
Director

Bueno, bienvenido de regreso.

Nos toca llenar algunos vacíos en tu personaje, pero ya lo iremos haciendo. 

La idea inicial del Preludio era que Evan iba a terminar en casa de Artemis Windsworth, una maga de la Orden de Hermes (Que le recibiría con una exhibición de su poder de controlar el viento... casi lanzándole por la puerta), y que, muy reticentemente, aceptaría explicarle las cosas y ayudarle a buscar su camino.

Lo que ella le explica se puede resumir así:

Evan tiene la capacidad de obrar Magia, de alterar la realidad a voluntad. Dicha capacidad, como todos los fenómenos en la naturaleza, puede ser medida, aplicada y empleada, a través de métodos y principios arcanos, tal como la ciencia, pero con aspecto más esotérico; y que sirven para canalizar su poder interior de alterar el mundo a su voluntad.

Sin embargo, y como todo principio natural o sobrenatural, es necesario un estudio sensato y una comprensión de las leyes para poder obrar sobre ellas. Razón por la cual, si quiere algún día refinar su poder y encontrar su verdadero potencial, tiene que dedicar tiempo al estudio del mismo.

Si para ese momento Evan es aún escéptico, ella le hará una furiosa demostración de su capacidad de controlar el viento, de una manera que no puede ser explicada por Evan de ninguna manera. 

Luego le explicará que ella hace parte de un grupo conocido como la Orden de Hermes, y que a su vez, hacen parte del Concilio de las Nueve Tradiciones Místicas. Una alianza secreta que reúne a magos de todo el mundo que han descubierto y desarrollado su capacidad alineados con diferentes filosofías, algunas más y otras menos efectivas. La finalidad de dicho Concilio es protección.

Es aquí cuando luego te hace una corta introducción a la historia. "¿Los mitos y leyendas fantásticos del pasado? La mayoría tienen más verdad de lo que crees" y te cuenta como justamente, hace cientos de años, la magia era aceptada en el mundo, y los magos tenían libertad para emplearla para bien y algunas veces para mal de los Durmientes (el término para las personas sin la capacidad de alterar la realidad). Pero que, un grupo en particular decidió unilateralmente que cualquier tipo de Magia que no se alineara con sus "principios más seguros", era peligrosa y subversiva, y estalló una guerra. Al final, este grupo, que se hacía llamar la Orden de la Razón y que hoy se hace llamar la Tecnocracia, logró ganar. Su paradigma, el que sólo la ciencia tiene la capacidad de desbloquear los secretos del universo, es el que ha ganado, y todo lo demás sólo son supercherías y seudo-ciencia. Su objetivo ha sido claro, controlan y vigilan a la humanidad con la excusa de mantenerlos a salvo, mientras lentamente ahogan su capacidad de soñar, de crear o de realizarse. "Sólo ellos deciden que es aceptable y que no en los avances de la ciencia."

Dicha victoria dejó al resto de Tradiciones Místicas en una mala situación. A medida que la gente dejaba de creer, su magia dejó de ser tan efectiva y hoy por hoy, hacer magia trae sus riesgos. Cada vez que algún mago intenta hacer algo que viola el Consenso, recibe una respuesta en forma de Paradoja, una especie de rechazo a sus habilidades, que suele ser peligrosa y en ocasiones fatal. Hoy en día, los Tecnócratas cazan a los magos y místicos que no se ajustan a su visión de la realidad, para removerlos definitivamente de la ecuación y obtener control total sobre el mundo.

El Concilio busca la Ascensión. La Ascensión, es el despertar de todos los mortales haciéndoles darse cuenta de su capacidad y abrirse al poder de sus voluntades. Ascensión es liberar y eliminar las restricciones para iluminar las mentes de cada Durmiente. El cómo varía de acuerdo a cada tradición, pero todos están de acuerdo con algo: la tiranía del paradigma tecnocrático ha ido asfixiando la creatividad y la capacidad de soñar de los mortales, y su existencia solo va a terminar por sofocar la magia definitivamente.

Finalmente te explica que te puede re-dirigir hacia otras Tradiciones si prefería y te resume cada una de ellas:

Los Akashayana, místicos del lejano oriente, que a través de la armonía del cuerpo y la mente, son capaces de canalizar su voluntad.

Los Adeptos Virtuales, son tecnomagos, usan las tecnologías modernas como canal de diferentes efectos. Su magia se parece a la de los tecnócratas porque eran tecnócratas en el pasado. Sólo que ellos no confinan sus efectos a lo plausible, sino que lo extienden hasta lo imposible valiéndose de las teorías modernas de la información.

Los Chakravanti, magos creyentes en el destino, el equilibrio y la gran rueda kármica. Buscan la armonía y sus artes se concentran en la vida, la muerte y en manipular la probabilidad para restablecer el orden.

El Coro Celeste, quienes creen que toda la magia es una emanación de una deidad. Dios, Alá, Yahvé, o como quieras llamarlo. Y que dicha magia, suele ser accesible concentrándose en la sinfonía de las esferas para invocar parte de la divinidad y manifestarla en la tierra.

Los Kha'vadi, son los descendientes de las antiguas creencias shamánicas de todo el mundo, en las que hay algo en común: la reverencia a los espíritus. Su magia está basada en estas sabidurías ancestrales que les permite comunicarse con los espíritus y obtener sus favores (y sí, los espíritus son reales).

Los Sahajiya, videntes, profetas y lunáticos, son poderosos magos que expanden sus percepciones para lograr sus efectos. Creen que, cruzando límites, y exponiendo el cuerpo a grandes sensaciones, liberan la mente para que sea capaz de obrar magia. Normalmente son maestros del control temporal.

La Sociedad del Éter, inventores y científicos que no están restringidos por las leyes que definen los tecnócratas como válidos. Creen firmemente que la ciencia es libertad y que no está constreñida a un puñado de posibilidades. Que puede ser explorada a través de principios repetibles, y que responde a métodos, pero que los efectos son más amplios de los que la mayoría de los "científicos" podrían asegurar.

Los Verbenae, son los seguidores de los conocimientos de brujos y brujas paganos. Sí, las leyendas de brujas de antaño tienen algo de verdad y los Verbenae son la muestra de ello. Su magia es visceral y caótica, poco refinada y no vale mucho la pena hablar de ella.

Y finalmente la Orden de Hermes, la más grande Tradición mágica existente (eso dice Artemis al menos xD). Que ha codificado y estratificado los principios mágicos de la realidad, y que entiende la verdad de la magia como un aspecto de las leyes universales que puede ser comprendido, estudiado y codificado a través de diferentes medios. Dichos medios son arcanos y han existido desde hace mucho, pero son la manera correcta y organizada de acceder a la magia. Todas las tradiciones tan sólo entienden parcialmente esto, o emplean medios caóticos y poco refinados para acceder al potencial de la magia (salvo algunas excepciones), pero la verdad es que el estudio, los procedimientos adecuados y los rituales cuidadosos son la manera apropiada de usar estos principios metafísicos de alteración de la Realidad.

 

Y con eso, comienza el camino de Evan. Sabiendo que podría ser perseguido y que ha experimentado de primera mano aspectos de dicho poder.


Pasará un año de estudios, en los que conocerás a otros como tú, y en los que aprenderás a usar magia (con la guía de algún maestro de la tradición que elijas).

Tu Areté estará en 2 y tienes 3 puntos de Esferas para asignarte como desees. La siguiente escena retomará un año después. Las circunstancias de lo que han pasado las iremos definiendo tú y yo, en principio, puedes recibir entrenamiento de la Tradición que prefieras. Ya lo que quieras hacer más adelante dependerá de tu personaje.

Siguiendo las nuevas reglas de creación, tu personaje como Mago debe elegir un Foco. Un Foco está conformado por 1 Paradigma, 1 Práctica y un número de Instrumentos. En este caso, al menos 5 instrumentos.

Tienes a tu disposición las opciones que he puesto en la escena de reglas, pero puedes combinar Paradigmas o proponer alguno nuevo, siempre que sigas los lineamientos básicos del mismo.

 

Finalmente tu avatar. Como te explicará Artemis, tu avatar es una manifestación de tu nueva habilidad de obrar magia y suele ser un aspecto personal que tratará de guiarte. En tu caso, es el anciano que habías estado viendo y que se presenta como Protágoras, el sofista; y se refiere a ti como Euathlus, su pupilo. (La Paradoja de la Corte). A partir de las próximas escenas tendrás tú el control de tu avatar, y como dijo Morg, imagínalo como una Sombra, pero cuya intención es guiarte según su esencia  (Que aún tienes que elegir). Tu avatar sólo lo puedes percibir tú, pero para ti es absolutamente real en todos los aspectos posibles.

Notas de juego

Añadido párrafo en itálica.

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05/04/2017, 18:42
Director

No se te olvide empezar a considerar el Paradigma, Práctica e Instrumentos de Evan. :) Es necesario irlos desarrollando.

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09/04/2017, 01:33
Evan James Fisher

 

Tradición

 

Evan no tuvo dudas. No por el énfasis de Artemis y su manera de ensalzarlos en lo que claramente era una preferencia personal, sino porque viendo a través de las exageraciones sobre ellos y las posibles difamaciones sobre los demás, eran los que más le convencían. El abogado no entendía muy bien por qué esa manía de ensalzar a los Durmientes o pretender que tuvieran más poder, pero no quiso decir nada al respecto, ni tampoco demostrar que las cosas que planteaba sobre la Tecnocracia no le parecían tan descabelladas. Donde fueres haz lo que vieres, y lo que veía en ese momento era que esos eran el enemigo.

En cuanto a los susodichos Herméticos, bueno... Al menos parecían saber lo que hacían. Frente a otras Tradiciones ellos parecían saber lo que era el orden y la disciplina, cosas con las que el abogado simpatizaba. No los escogió por ser los mejores, claro, pero sí por lo malos que parecían todos los demás.

 

Paradigma

 

Las nuevas respuestas que Artemis le ofreció calaron en la mente de Evan, trastocando su realidad y haciéndole buscar respuestas nuevas. Pero al final las cosas se reducían a lo más sencillo, a lo que siempre había sido cierto: si había Despertado él, y no otro, era porque él era mejor. Los acontecimientos relacionados con el caso McIntosh, con él como acusado y el tal Mr. García cerciorándose de que fuese declarado culpable, lo demostraba. No tenía más que ir un poco más allá para darse cuenta de que no debía subestimar a nadie, y las demostraciones de Artemis eran otra prueba de ello.

Por tanto, y aunque todo lo que se le estaba revelando demostraba que las cosas tenían más orden de lo que uno podía pensar, Evan abrazó la verdad: que sólo triunfaban los más fuertes y preparados.

Nota: Escojo la ley del más fuerte porque además creo que pega con su naturaleza de competidor.

 

Práctica

 

La cabeza de Evan y su estómago se sintieron enfrentados en el aspecto de su Práctica. La primera, que tenía un montón de referencias sobre personas que habían perdido todo por cualquier tipo de tontería, sabía que el mundo se mueve a través del deseo, y que conocerlo y manipularlo es una manera ideal para llegar a lo más alto.

Sin embargo y aunque amaba la sutileza, tener tanto poder a su alcance y no cogerlo directamente... Una parte de Evan clamaba por reconocerse a sí mismo lo que realmente era: alguien poderoso, sin miedo a actuar como si los demás estuvieran por debajo. Con sus nuevas herramientas podría dar un vuelvo a su carrera, a su vida, ¿no se daban cuenta los demás de lo pequeños que eran en comparación a eso?

Nota: dudo entre Ars Cupiditae / El Arte del Deseo / Hipereconomía y Dominio/Poder.

 

Instrumentos

 

 

 

Notas de juego

En proceso. Ideas para instrumentos: traje, mirada, palabras concretas, alianza.

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09/04/2017, 12:27
Director

La Tradición: Perfecto. xD Es la desventaja y/o ventaja de oirlo de otros magos, todo está coloreado por sus percepciones. Los otros recibieron una visión algo peyorativa de la Orden de Hermes, como te darás cuenta. Sin embargo, por el momento estás como aprendiz pero oficialmente (y esto es para todos), no eres parte de la Orden debido a que tu despertar conflictúa un poco con lo esperado de los aprendices. O en otras palabras, tu iniciación no ha tenido lugar, aunque estés entrenándote para hacer parte de ellos.

El Paradigma: No me esperaba nada diferente xD. Quizás quieras definir lo que Evan cree que es la magia para complementar. ¿Poder, preparación y conocimiento?

La Práctica: Ambas son buenas alternativas. La primera se alinea más con los herméticos al nivel del Ars Cupiditae. La segunda es también aplicable y si quieres optar por ejemplo por estudiar la esfera de Fuerzas o Vida, puedes emplear Poder traducido como control sobre los elementos y los seres inferiores: Una orden tuya basta para controlar el fuego, o para alterar la naturaleza de otras formas de vida.

Si quieres, y dado que los Herméticos son muy dados a ser ritualísticos podrías mezclar mientras trabajas, elementos místicos y mundanos para reforzar su magia. Por ejemplo: Usar trajes que previamente tengan inscritos en su solapa recetas en Enoquiano, aunque siendo inepto para los idiomas, quizás no le vaya a Evan), o fórmulas matemáticas para determinar la duración de sus frases y maximizar el impacto. Incluso glifos que pueda poner en alianza que le ayuden a "concentrar" el poder. Esto lo pondría con un pie en lo hermético/místico y otro en lo mundano, para empujarlo a decidir que hacer. Después de todo, no es raro que los Herméticos empleen amuletos místicos/varitas/medallones para concentrar su energía y hacer magia. :)

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12/04/2017, 01:50
Evan James Fisher

Esencia del avatar: Tras mucho pensarlo, buscadora. No deja de ser una forma más de tirar del personaje hacia cosas que normalmente no exploraría, así que me parece que puede dar juego y un punto diferente a todo lo relacionado con el bueno de Evan.

Finalmente, como práctica, me gusta la idea de Poder.

 

En cuanto a los instrumentos:

La desventaja es que si el personaje pierde dicho instrumento, se encontrará realizando magia sin foco cada vez que emplee un efecto en dicha esfera y hasta que pueda encontrar alguna manera de atarse a dicha esfera a través de un nuevo foco.

Si tienes un instrumento personal y otro único por ejemplo asociados a la misma esfera, ¿no puedes recurrir al primero en caso de perder el segundo?

¿Tenemos algún tipo de límite o directriz a la hora de cuántos cuántos básicos/personales/únicos coger?