Partida Rol por web

El precio de la milla

Cantina

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28/04/2017, 15:55
Departamento Munitorum
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En todos los campos de batalla civilizados conocidos por el hombre, hay una base de operaciones. Y en todas ellas hay, inevitablemente, una cantina. Casi tan importante como el polvorín o la sala de oficiales (y mucho más de cara a la moral de la tropa), es un espacio donde poder relajarse, charlar, comer e incluso echar alguna partida de dados o naipes, si se permite. 

En este caso, se trata de otra instalación subterránea, un amplio búnker acondicionado para tal fin. Una gran sala equipada con largas mesas y bancos, que tiene acceso a otra sala más pequeña, la cocina de la que sale buena parte del rancho que devoran todos los hombres y mujeres que luchan en ese frente, al menos cuando están descansando. Incluso algunos miembros de la escoria penal asoman por aquí de vez en cuando, aunque siempre bajo la férrea vigilancia de sus "pastores", listos para intervenir si hacen algo que no deben. 

Notas de juego

Funcionamiento: escena "atemporal" para roleos en general entre personajes, a veces con participación de pnjs o eventos que puedan ocurrir. De base se rolea en abierto (es un gran comedor donde cualquiera puede ver qué hacen otros), si alguien desea susurrar o algo, puede ponerlo en solo para el director indicando destinatarios, o confiar en ponerlo en cursivas y que la gente interprete lo que debe, lo dejo al gusto de cada uno. 

Pronto abriré nueva escena de combate, pero mientras (y durante también) podéis entreteneros aquí. 

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28/04/2017, 19:08

- "Salve a todos, Guardias Imperiales. Buen provecho." - Saludo a los que están comiendo cuando entro en la Cantina.

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28/04/2017, 23:08
Nicodemus

En todos los campos de batalla civilizados conocidos por el hombre, también, existe la política del soldado de llegar cuanto antes a cualquier cosa gratis que den asignada porque Dios creó los paquetes de raciones para que los intercambies con cosas, sólo teniendo que comértelos como último recurso. Excepto los que llevan sanguinitos de cacahuete. En ese caso usar uno de esos como moneda de cambio debería ser juzgado en un tribunal militar acusado de Pésimo Gusto en crímenes contra la humanidad. Uno no suele abogar por la ejecución sumaria, pero pocos tiros se pegan para paliar el caso.

-Con Dioooossss...

Levantó la mano para saludar, repanchingado.

Nicodemus, del 13º de Asedio, iba vestido con el uniforme de permiso y la pernera de los pantalones armados de ceramita, con las botas al lado aún descansando los pies y la coraza, el casco y los protectores de los brazos al lado a la izquierda, en el famoso estilo "estoy descansando pero aún me pueden llamar y no quiero venderlas todas" del auténtico veterano de cantina. Llevaba la banda blanca con el águila roja que le reflejaba como un Angel de la Merced (a.k.a Medicae Asignado) y estaba más tumbado que de pie en el asiento mientras comía su ración del cuenco, grasa de cerdo y queso cocinados juntos para ganar tiempo a juzgar por el sabor... pero no era el peor queso que había probado.

Había tenido un día horrible, y aún le había tocado su parte de la tarea privada de recoger todos los cuerpos, identificarlos, asegurar la muerte, enviar todas las armaduras al centro con una nota de los daños y los porqués y hacer una certificación completa, que si nadie te ha explicado como es consiste mucho en cortar y tomar muestras de zonas que normalmente ya cuesta un huevo alcanzar en combate, y que no se mueva sólo lo arregla un poco. Así que sí, estaba descansando y no se iba a mover mucho, como no fuera para cuando se lanzaran los petates a la pared y se improvisara la siestera como era totalmente su plan.

 

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30/04/2017, 01:43
A+ Yuri Vasiliev

Yuri entro en la cantina, se quito la mascara y diviso a sus compañeros del 15º Zapadores de Lantan, se acerco a buen paso y segun llegaba se le iba marcando mas la sonrisa, hasta que por fin al llegar, palmeo varias espaldas y dijo:- So cabronazos habéis empezado sin mi?, no os da vergüenza, olvidaros de Yuri?.
Se oyen risas y chanzas metiéndose con el y lo lento que ha sido en llegar, pero Yuri pasa de todos y solo sonríe,( pues había sobrevivido al primer día de combates), mientras levanta una mano y dice a alguno de los reclutas mas jóvenes, Tráeme algo sabroso mas algo bebible y te salvare el culo mañana en la trinchera.
Luego se siguen con bromas, y con recuerdos de la gente que había caído, así que Yuri se levanto y propuso un brindis:- Por Lantan! Por el Emperador y por que las muertes de nuestros camaradas y amigos sirvan para algo! Salud! y de un golpe bebió por la muerte de todos sus compañeros, pero el ultimo sorbo fue por su compañera caída...

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30/04/2017, 02:02
Paul Van Horst - 303º de Fezzorn

Paul entró en la cantina con pocas ganas de hacer algo más que tomarse una copa, poner los pies en alto y relajarse un rato. Se había pegado una larga ducha y aún así no se le había quitado la arena de las explosiones en la trinchera de debajo de las uñas. Además su pardillo, Klaus, había muerto, lo cual no ayudaba a mejorar su humor. Se le echaría de menos.

La atmósfera de Sélica IV no era tóxica, pero los soldados de su regimiento portaban sus respiradores en el exterior a pesar de todo. Van Horst, del 303º de Fezzorn saludó tras quitárselo.

Comprobó como soldados de varios regimientos se hallaban ya allí. También vio a varios de los reclutas del 15º de Lantarn. No era el momento de dejar que la animadversión entre ambos regimientos pasase a mayores, y el sargento se cabrearía si no se comportaba.

Así que tras recoger la pobre excusa que el Monitorum hacía pasar por rancho, fue a sentarse junto a un tipo que aparentemente había decidido traer su armadura de combate a la cantina. Paul no le juzgaba, cada uno tenía sus vicios. Además tenía el distintivo del medicae en su hombro. Salud, compañero. ¿Qué tal han ido las cosas por vuestra parte del frente?

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30/04/2017, 10:41
Marcus Druso

Marcus estaba... cansado. Profundamente cansado. La experiencia de la batalla no había sido ni mucho menos la más peligrosa a la que se habían enfrentado, y por mucho que Cneo y su compañero sargento Aurelius hubieran cometido errores... No, no era correcto. No lo había hecho bien. El fallo era en buena parte suyo, y dos de sus hombres probablemente estaban muertos por ello.

Marcus sabía perfectamente que debía acudir a hablar con su superior, con el Teniente Augustus. Debía contarle lo ocurrido. Y sin falta. Pero lo cierto era que necesitaba una copa. Por eso aún llevaba la armadura de combate, puesta, cuando entró en la cantina. Tan sólo se había quitado el casco, y se acercó a la barra con pasos lentos, perdido en sus pensamientos. Le había ordenado a Agrippa que fuera preparando el informe para luego poder revisarlo y entregarlo. Pero la conversación con el teniente era lo primero.

Marcus miró en la cantina, sin esperar verlo realmente, y sus ojos se fijaron en Nicodemus. Asintió con la cabeza en su dirección. Sí, también él estaba contento, hasta cierto punto, con como había terminado todo. Pero como sargento, las pérdidas de hombres eran...

Al menos no se ha perdido el material que llevaban- pensó para sí con fatal pragmatismo, para luego mirar al cantinero.

- Necesito algo fuerte. Una sola copa. Que me de calor en las entrañas.

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30/04/2017, 14:14

Observo con un cierto rictus desaprobatorio mientras me atuso mis elegantes mostachos a estos bárbaros extramundanos que el Imperio nos ha enviado para luchar en nuestra guerra civil.

- "No parecen muy diferentes de los salvajes contra los que combatimos..." - Murmuro para mí.

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30/04/2017, 19:55
Nicodemus

Contento no estaba... pero estaba vivo y reventado, que sí es una combinación como para ignorar el resto.

Brindis por los muertos a aquellas horas. Se le iban a indigestar y no tenía el rango (o la materia para cambiar) como para echarle mano a algo que no fuera una Asignación Estándar en Calidad de Moral, y casi ni para esa tenía sellos como no fuera que alguno de los jerifaltes decidiera que hoy se habían portado bien. Tenía un par de cigarrillos de lho, no obstante, lo que siempre era algo.

"Van Horst, del 303º de Fezzorn"

-Nicodemus Pius -levantó el cazo del rancho para saludarle- Tercera manípula del 13º de Asedio.

El 13º de Asedio. Nadie sabía mucho de aquellos tipos aparte de que parecían una especie de regimiento de apoyo pesado, con sus potentes armaduras de caparazón y armas de contacto directo, salvo que parecían ser uno de los pocos grupos que no se llevaban a matar con la mitad de los otros grupos en aquella estación.

-No tan mal del todo -dijo... y era más cierto de lo que podía parecer- No tantas bajas como se podría temer pese a la descarga de artillería y el asalto de un tanque. Ninguna baja administrada. Líneas conservadas. Los pobres bastardos ni siquiera parecen venir con munición; si es que qué puedes esperar de sus señores jefes herejes.

Se irguió un poco del asiento por unos instantes y realizó el saludo militar del ala de águila sobre la frente para saludar a su sargento, que entraba, volviéndose a su posición de reposo cuando este despareció camino a la barra, probablemente a usar su asignación especial de suboficial para quemar un poco la noche. No es que lo pudiera culpar. No era plato de buen gusto. Y él había tenido aún más tiempo libre para rumiar todo lo pasado, en vez del bueno y lenitivo esfuerzo físico machacante y repetitivo.

Se echó otra cucharadaza al gaznate, masticando con gusto. Tragó.

-¿Y mfffcon el vuestro?

 

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01/05/2017, 02:18
A+ Yuri Vasiliev

Yuri vio entrar a otro mas de los de Fezzorn, pero como no le presto ni un segundo de su tiempo, valían mas las risas y las chanzas entre los suyos, aliviar el estrés del combate que una pelea que llevaría seguramente a alguno a la enfermería y a otros al calabozo.

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02/05/2017, 14:31

Por un momento la luz que llegaba del exterior se oscureció cuando la masiva forma de YO se interpuso entre el afuera y el adentro.

De más de dos metros, tan gorda como un rinoceronte pequeño, de piel rosácea y verrugosa – sucia -, poderosas piernas cortas gruesas como troncos jóvenes, largos brazos musculados y ásperos como piedra de lijar, cabeza pequeña provista de una desproporcionada mandíbula poblada de filosos dientes amarillos, nariz ridículamente pequeña para aquel cuerpo y dos ojos porcinos rojos y muy juntos.

YO.

Ogrete.

¡Qué jodidamente fea era!.

Llevaba sus ropas destrozadas y despedía un fuerte aroma a carne quemada y pólvora.

Destripador a la espalda y una bolsa de campaña rellena de muchas cosas.

Entro caminando despacio, con ese andar patizambo y seguro que tienen los paquidermos al saber que pocos son los bichos que pueden venir a tocarle los cojones.

Llevaba un balde destrozado en una mano, repleto de tierra y porquerías y con la cabeza de un negro asomando como una horrible flor de carne chocolatosa.

Al cuello, YO, se adornaba con una tira de cuero que sujetaba con fuerza el tronco grueso, oscuro y venoso de un pene bastante grande que oscilaba de un lado al otro como péndulo cárnico.

Miro a los presentes con sus ojos afiebrados y sintió hambre, - los humanitos le recordaban a pequeños cerditos listos para ser destazados -, y tras un gruñido bajo casi amenazante recorrió los metros que le separaban de la puerta hasta donde estaban los Fezzonitas.

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02/05/2017, 15:49

​Intento como buenamente puedo disimular mi asco, horror y aversión ante la intrusión en la cantina del barbárico y monstruoso Ogrette.

Hasta hace bien pocos años, esas criaturas eran prácticamente desconocidas en nuestro glorioso y verde planeta, un mundo lleno de belleza y dignidad, ahora tan intensamente mancillado, desde dentro y desde fuera.

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02/05/2017, 16:18
Fedor Grodonov

Fedor entró acompañado de Liudmila. La abarrotada cantina era un enorme pabellón levantado para dar servicio a las diversas tropas imperiales destacadas en el conflicto. La variedad de uniformes era grande, mostrando los ejércitos de diversos mundos que habían sido movilizados hasta allí. Asintió con la cabeza, como dando el visto bueno al lugar.

Mientras el lantanita buscaba a los suyos no pudo evitar que su mirada se detuviera en una enorme mole abriéndose paso entre la multitud de soldados, al fondo.

- Un ogrete - comentó a su compañera en voz baja-. Uno de esos no estaría mal en nuestra compañía. Daría buena cobertura - bromeó. Mas su sonrisa se tornó en una estrecha línea de labios apretados al contemplar que la mole se acercaba a unas mesas llenas de individuos con un uniforme desagradable. Oyó gruñir entre dientes a su pardilla.

- Bueno, no todo puede ser perfecto - admitió con resignación y encogiéndose de hombros, devolviéndole cierta sonrisa en los labios -. Vamos, Liud. Creo que los nuestros están hacia el fondo - la invitó, echando a andar hacia el final del pabellón.

Sin embargo estuvo atento de ver como la joven parecía querer ir hacia los fezzonitas. Sin duda para dedicarles unos poemas con las dulces palabras que acostumbraba a soltar por su boca. La interceptó de inmediato y abrazando su cuello con un brazo, se la llevó al fondo de una vez, abriéndose paso entre la multitud, mientras la joven forcejeaba blasfemando por lo bajo.

- Oh, vamos querida. Hay una guerra allí fuera como para que montes otra aquí dentro - le comentó con tono mordaz mientras la sujetaba con brazo fuerte, pero con cuidado de no asfixiarla, y avanzaba por la cantina buscando a los del 15º de Lantan -. Además, hay cosas más interesantes para hacer que perder el tiempo con los del 303. Como por ejemplo... ¿Has visto las letrinas? - preguntó mirando a los lados. Pensar en los fezzonitas hacían sacar lo peor de uno para poder dedicárselo. Literalmente. Al menos para los estreñimientos resultaban un tratamiento eficaz.

- No las veo por este lado. Probablemente quedarán cerca del 303 de Fezzorn. Muy apropiado - reconoció -. Oh, mira encanto. Allí están los nuestros - dijo mientras terminaba de arrastrar a Liudmila hasta la mesa indicada, permitiéndose entonces el soltarla y recibir velados improperios de la joven.

- Hola a todos. Yuri - saludó con un gesto de cabeza al último - Sitio para dos, por favor. Gracias ¿Algo nuevo que contar? Vamos, contadme lo que sea. Liudmila es mala conversadora. Con ella siempre terminas hablando de temas escatológicos - dijo con una sonrisa y mirada sardónicas.

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02/05/2017, 18:48
Albius Vespillo - 13º Asedio

Albius Vespillo, del 13º de Asedio entró en la cantina más contento que unas putas en el día de cobro de una compañía minera de Lantan.

Estaba vivo. Tras lo sucedido, estaba vivo. Y no sólo eso, si no que encima se sentía como si lo hubieran ascendido, que...vaya, era casi lo que había sucedido, desde casi cualquier punto de vista.

La cantina estaba empezando a llenarse poco a poco, pero aún había espacio de sobra, aunque viendo a aquel Ogrete.........De un vistazo divisó a su compañero Nicodemus y caminó hacia él, dejándose caer pesadamente a su lado.

Junto a él, se sentó su pardillo, que sostenía el bolter pesado y lo limpiaba concienzudamente. 

- Hey, que hay. Vespillo aquí. Compañero de Nico. ¿Y tú? - le dijo al acompañante de Nicodemus. 

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02/05/2017, 19:20
Marcus Druso

Marcus terminó con un trago su bebida la dejó sobre la barra con gesto meditabundo. Luego, se giró. El ogrete se llevó una de sus miradas: era inevitable. Esas moles de matar llamaban la atención, casi de forma inevitable. Luego observó a Nicodemus, junto al que se había sentado Vespillo.

Con todo lo que había pasado tenía ganas de sentarse con ellos. Había mucho de lo que hablar, y...

Y hasta un imbécil sabía que estaba dando vueltas para no hacer lo que se debía hacer. Se acercó hasta la puerta de salida de la cantina, pero aún tuvo tiempo de saludar a "su gente"

- Nicodemus, Vespillo, Celonius...- miró entonces al soldado que estaba junto a ellos- soldado. Luego quiero hablar con toda nuestra manípula, si pasan por la cantina, y no hay órdenes superiores, que me esperen aquí. Voy a informar a nuestro teniente.

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02/05/2017, 22:29
Albius Vespillo - 13º Asedio

- A la orden, Sargento. - contestó Vespillo, saludando con una mano de forma informal. 

Miró a su compañero y suspiró. El tío era listo, estaba zampando como si no hubiera un mañana. Quizás él debería hacer lo mismo...nunca sabías cuando te iban a matar. - Celonius, deja eso y come algo, que te me quedarás en los huesos y luego no podrás con el arma, anda. - le dijo a su pardillo, en una primera muestra de camaradería con él. Al hijo de su madre sólo le ablandaba una cosa, la comida o cercanía de ella. 

- Bueno. ¿Qué tal ha ido la cosa por tu parte de la trinchera? - le preguntó al soldado que estaba sentado con ellos, con una familiaridad como si lo conociera de toda la vida y no fuera un completo extraño. Sacó una ración y se puso a abrirla con cierta meticulosidad, intentando no desperdiciar ni una migaja. Por asqueroso que estuviera, seguía siendo comida. Y él no le hacía ascos a la comida. - A nosotros nos ha tocado aguantar el ataque de un tanque. - dijo de pasada. 

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03/05/2017, 01:36
A+ Yuri Vasiliev

Entro un Ogrete, era enorme, una mole que bien recibiría la mitad de los tiros que irán a su trinchera, por suerte o por desgracia se junto con el 303 de Fezzorn y desde ese momento dejo de mirarlo, no merecía la pena ni la perdida de un segundo, aunque si al día siguiente no le veía, sabia que habría muerto, pues estos enormes maquinas de matar no decían que no a una buena lucha o pelea.
Yuri sonrió al ver como Fedor y Liudmila se acercaban, cuando llegaron y pidieron sitio rápidamente se bajo de la mesa donde estaba sentado, saco el pañuelo sucio con el que Anya solía limpiar el bolter pesado. lo sacudió y golpeo repetidas veces el banco para terminar sentándose al lado mientras guardaba otra vez el pañuelo y diciendo mientras con la otra mano indicaba el sitio "supuestamente" limpio:- Aquí tenéis amigos, y mientras esperáis al rancho, permitirme invitaros a una bebida, mientras miraba al rededor y no veía ningún Comisario, así que le dio una patada a una caja que tenia debajo, que quien sabe de donde la había sacado y la señalo para que cogieran alguno de los recipientes opacos y duros que había allí. Los demás rieron cómplices mostrando ya su recipiente opaco en sus manos.

Luego dijo:- Amigo, esto es una mierda, pero es nuestra mierda, así que disfrutemos lo que podamos de cada momento pues un día alguien estará en este mismo sitio esperándonos y nosotros no podremos entrar por esa puerta, y volviendo a levantar su recipiente dijo:- Por Lantan!, por el 15º! joder! por nosotros!. Le dio un trago largo a la bebida y dijo a un novato, Bueno, vete a por el rancho y no te preocupes, beberás lo mismo que los demás, de eso se encarga el Tío Yuri.

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03/05/2017, 02:09
Silvara

Me disponía a ir a la cantina, pero no llevaría el uniforme, además estaba lleno de polvo y sangre. En resumen destrozado. Lo deje a un lado y me puse una ropa un poco más casual que tenía en mi baúl. Un pantalón de cuero marrón, una camiseta blanca y una botas.

Al entrar, pude fijarme en todos los que había en la sala, estaba abarrotada, de todos los regimientos, gente de todo tipo, disfrutando de su tiempo libre. Incluso un ogrete. Esto parecía bastante entretenido, me sentaría a escuchar mientras tomaba algo y pensaba en todo lo que quedaba por delante. Salude a la mesa más cercana con una inclinación de cabeza para luego mirar hacía la cocina.

Por los pasillos que se formaban entre las mesas, me dirigí a las cocinas con paso decidido, aquí estaba lo mejor y lo peor de todo el Imperio, todos listos para dar la vida por el Emperador o eso es lo que me gustaba pensar.

Cogí algo de comida y bebida, poca cosa, tampoco tenía mucha hambre, solo había venido a pasar el rato. Me senté donde pude, ni lejos ni cerca de nadie, simplemente en un sitio que hubiera libre un poco apartado del centro.

Empecé a comer tranquilamente y a dar algún sorbo a mi bebida. Mientras empezaba a observar con deleite lo que ocurría en la sala, el ajetreo de la retaguardia imperial, aquí se conocería a un montón de gente de infinidad de mundos, todos con sus historias.

Seguí comiendo un poco, pero con pocas ganas. Mi pelo rojizo y desarreglado me caía por delante de la cara, no me preocupaba mucho, tampoco iba a tener tiempo para arreglármelo, al menos, así se notaría menos esa cicatriz que marcaba mi ojo izquierdo.

Al rato acabé la comida, había probado mejores, pero también peores así que no podía quejarme. Los soldados empezaban a brindar por sus gentes, decidí a acompañar a algunos sin decir palabra alguna, solo alce mi vaso y bebí un trago. Solo era agua, no necesitaba nada más.

Me quedaría un rato, a disfrutar de la compañía de toda esta gente, aunque desconocida, servían para pasar otras experiencias diferentes a las que habíamos tenido en la trinchera, todos eran buenos hombres y mujeres del Imperio, habían pasado el primer día y eso no era poco.

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03/05/2017, 02:14
Paul Van Horst - 303º de Fezzorn

-A nosotros también nos han atacado con descarga de artillería, oleadas de infantería y un blindado ligero. Esta ricura se ocupó de este último dijo a Nicodemus mientras palmeaba la funda del rifle de fusión que llevaba a la espalda.

Nuestro médico, Alioth, recibió la peor parte del bombardeo. Ahora tenemos una medicae nueva.

Paul parpadeó al ver la enorme figura de Yo, el ogrete de su unidad. Luego parpadeó de nuevo al ver lo que llevaba al cuello y en el interior del casco que traía en la mano. ¿Aún no te has librado de esa porquería, YO? Asúmelo, han matado a Kenny.

Hijosdeputa concluyó entre susurros.

Necesito un trago dijo al fin. ¿Alguien quiere? Podríamos invitar a nuestros amigos de Lantarn. Pero no sabrían distinguir un escocés de la Sagrada Terra del orín de burra. Mejor nos lo bebemos todo nosotros, para que no se desperdicie...

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03/05/2017, 08:42

​- "A mí me estalló un blindado en las narices. Uno de los hussares de la gloriosa Caballería Selicana se sacrificó para destruirlo." -

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04/05/2017, 00:11
Cedrick Weber

Estaba cansado y molesto tras la larga reprimenda que me había caído por parte del comisario, aunque a la hora de la verdad, sabía que me la tenía más que merecida e incluso sabía que viejo Faustus tenía razón y debía haber controlado mejor a mis hombres. Es por eso que cuando entré a la cantina, casi parecía que siguiera en la trinchera.

Continuaba con todo el equipo encima, incluso el respirador, y caminaba como si me hubieran metido un palo en el culo.

- YO, ve a las duchas y lávate.
El comisario está perdiendo el culo buscándote otro compañero, pero nadie te querrá si pareces haber estado revolcándote en el lodo.

Al menos mi voz no sonaba arisca como cabía esperar, sino más bien cansada, para confirmarlo me senté al lado de Paul antes de quitarme la máscara y dejar que todos pudieran ver el joven rostro que se escondía tras ella. Estaba claro que no llegaba a la treintena y de unos ojos grises que recordaban a las cenicizas de Fezzron, en verdad parecía cansado por el día.

- ¿Qué coño haces hablando con est... estos?

Claramente no iba a acabar ahí la frase, sino con algún término despectivo que me había tragado para no darle más motivos al comisario para volver a "entrevistarnos" y al menos no era una pútrido lantanita, sino sólo uno de esos malnacidos elitistas con flores saliéndoles por el culo y por los que cuya estupidez estábamos todos aquí encerrados.