El elfo miró hacia Nith que parecía que iba a desvelar aquel misterio. ¿Y dices que no está a las órdenes de Blagh? Aquello sí que le había sacado de sus casillas, ¿cómo era posible que tuviera tantos enemigos? ¡Qué dices de que le gusta morder rodillas! Gritó extrañado. ¿Te estás quedando con todos nosotros? Pero tras escucharle, comprendió. Aquel debía ser su mote, "Muerderrodillas" y seguramente fuera él el que había empezado todo. ¡Es verdad! ¡Esa era su habitación! Dijo recordando. Pero, ¿por qué crees que quiere hacer arder mi taberna? ¿Es algún tipo de psicópata pirómano?

Luego miró a Lomenar con cara de muy pocos amigos. Siempre hay gente que trata de sacar beneficio a todas las causas. Dijo mirando con desaprobación al bardo. No tengo que pagar a nadie, yo mismo puedo buscarle. No soy manco como Kailee, así que quien quiera hacer justicia que me acompañe, y quien no, que se marche porque voy a cerrar esto. Hoy me parece que me tomaré el día libre. ¿Alguien quiere hacer justicia? Dijo mirando a Uffern y a Ramase que parecían querer ayudarle.

¿Creéis que se encuentra en el gremio de escribas? ¡Entendido! Dijo poniéndose en marcha hacia allí también con quien le siguiese.

Milkahá mira a todos, y no dice mas solo sigue a Zarus, le parece que el tiene la primicia en decidir, pues lleva mas tiempo en la ciudad y en nadie confía mas que en él. 

Iré contigo Zarus - le dice 

Tirk se hacerco a la mujer que parecia ser un paladín, habia estado ayudando a la gente ofreciendo su curación, pero Tirk recordó que esta estaba en la catedral de pelor siendo tratada de heridas.- Hola- saludo Tirk- soy Tirk Turan,estabas herida verdad? te acompaño de vuelta a la catedral de pelor?-Tirk hablaba en perfecto común, algo que en la catedral le resultaba dificil.

Apenas habia pronunciado sus preguntas, a tirk le sonaron las tripas, desde el desayuno no habia comido nada.- O tal vez prefieres comer algo para recuperar fuerzas? no me queda mucho dinero pero creo que llegara para que comamos los 2, eso espero.- Dijo amigablemente.

La joven respondió con una sonrisa y un asentimiento a las palabras del chico.

-Así es, mi nombre es Raellia Filosolar, y es cierto que estoy herida. No necesito que me acompañes, pero si quieres hacerlo te lo agradezco de todos modos-respondió, aunque pronto se sonrojó levemente al notar rugir su estómago-claro que lo que propones de comer tampoco parece mala idea. Lo cierto es que no me queda mucho dinero, pero me sabría mal que me invitaras. Quizás podríamos hacer un trueque. Cuéntame lo que ocurrió, aquello de lo que fuiste a avisar a la catedral, y quizás pueda ayudarte-ofreció con una sonrisa. 

Este edificio destartalado y de aspecto insalubre alberga una taberna muy famosa, que atiende en su mayor parte a pescadores y mercaderes de paso. A pesar de su apariencia deslustradas, la taberna es una de las más prósperas de la villa.

Toda la parte superior, que antes era el lugar donde se encontraban las habitaciones, está completamente quemado, solo se salva la parte de la taberna.

Un enorme letrero sobre la barra muestra un erizo de mar flotando en un gran vaso de vino, mientras un hombre feliz bebe de él.

Un elfo hosco y rudo dirige la taberna con orgullo.

Pero en aquel momento un cartel en mitad de la puerta decía:

Sentimos las molestias, pero este establecimiento se encuentra en estos momentos CERRADO.

Pra cuando Lucrecia llegó a la taberna, solo la esperaban rescoldos humeantes. Ni siquiera los curiosos se acercaban demasiado al lugar. Así que, resignada, se dirigió al Bote del Lagarto a planear su próximo movimiento.

Snit se encogió de hombros. Esperaba ese cartel, pero también esperaba encontrar a alguien por allí. Poco podía hacer ya. Se dio la vuelta, pero recordó las palabras de Ankus. ¿No había dicho algo del templo de Bocobb? Sin pensarlo mucho, Snit cambió de dirección

Este edificio destartalado y de aspecto insalubre alberga una taberna muy famosa, que atiende en su mayor parte a pescadores y mercaderes de paso. A pesar de su apariencia deslustradas, la taberna es una de las más prósperas de la villa.

Toda la parte superior, que antes era el lugar donde se encontraban las habitaciones, está completamente quemado, solo se salva la parte de la taberna.

Un enorme letrero sobre la barra muestra un erizo de mar flotando en un gran vaso de vino, mientras un hombre feliz bebe de él.

Un elfo hosco y rudo dirige la taberna con orgullo.

Pero en aquel momento un cartel en mitad de la puerta decía:

Sentimos las molestias, pero este establecimiento se encuentra en estos momentos CERRADO.

Filos frunció el ceño al observar la taberna chamuscada. Tan solo esperaba que el dueño estuviera por allí. Miró a sus compañeros y asintió con la cabeza.

-Demos una vuelta a ver si encontramos a ese elfo.

Har hizo un gesto entre sus labios al ver aquella escena, su imaginación le daba vagas sugerencias de que pudo ocasionar tal desastre, luego escuchó las palabras de Filos y caminó a su lado observando a su alrededor para precisar a algún aldeano que le brinde información sobre ése elfo.

Disculpe, ¿podría decirme donde encontrar al elfo que dirige la taberna?... - Pregunta el humano a los ciudadanos prestos a responder.

Vaya, la taberna habia ardido. Menudo desastre estaba hecha. Seguramente el antipatico del dueño le habria tocado las narices a alguien. 

- Que diablos habra pasado... - Dije agachandome a observar la ceniza, pues poco mas podia hacer. 

Elwimir veía que aquello suponía un nuevo retraso. Llevaba todo el día dando vueltas sin parar intentando encontrar algo que le reportara dinero y siempre, por unas cosas u otras, perdía la oportunidad.

-¡EH, HAY ALGUIEN AHÍ DENTRO?- preguntó mientras aporreaba la puerta con los puños.

Jukka fue a buscar información con los vecinos cercanos a la taberna, tocando las puertas esperaba a que alguien atendiese para preguntarle.

- Disculpe, ¿que paso en el erizo Borracho? ¿sabrá donde puedo encontrar al encargado? -

Hacia caravanas y se mostraba muy educado, hasta cambiaba el tono de la voz endulsandola un poco sin ser melosa.

Jukka anduvo un rato aquí y alla sin perder de vista a sus compañeros y luego fue a donde estaba Elwimir.

- ¿que sucede? ¿no abren? - le pregunto 

Filos se juntó con los demás y constató que nadie sabía qué había sido de Ankus.

-Nada, parece que hemos hecho la parada en balde. Será mejor que vayamos a las puertas y preguntemos cómo legar a Acantilado Verde. Seguro que allí no nos cuesta averiguar para qué buscan aventureros.

Las dudas y la intuición del humano le llevan a cuestionarse sobre la taberna, aquella puerta cerrada podría tener respuestas del otro lado, pero no sabría si intrometerse sin permiso acarrearía acciones judiciales después, momento en el cual suspira y acata lo dicho por filos.

-Deberíamos no descartar este caso, ése aldeano ha dicho que no es el único edificio en arder... tal vez...- EL humano calla mientras e sumerge en sus pensamientos.

No tenia muy claro que hacer. Tal vez esos otros eran amigos del dueño y querian ayudarlo. Pero Filos dijo que seria mejor irnos de la ciudad. No prestaba demasiada atencion hasta que habló Har. 

- Que te preocupa, Har? - Le pregunté. No sabia si era propio de él esa reaccion de dejar una frse a medias, pero el humano parecia preocupado. 

Elwimir se dio por vencido al final. No había nadie por allí, lo cual no era nada bueno. Alguno de sus nuevos compañeros parecía no tener las cosas muy claras.

-Creo que él tiene razón-dijo señalando a Filos-[B] vayamos a las puertas, allí seguro que nos indican el camino que hay que tomar. [B]

Como empecemos a investigar esto, no saldremos nunca de esta ciudad.