Partida Rol por web

Demasiadas voces hablando, como cada vez que había reunión la buscadora sentía que se perdía con cada intervención tirando hacia un punto distinto, por lo que intentó tener unas palabras para cada uno de los que habían dicho algo que le había llamado la atención. Asintió a la contestación de Daniel, sabía de esa reticencia a usar algo que no se comprendía del todo.

—Te entiendo Dan, creo que por muchas diferencias que tengamos en nuestra forma de pensar, o de encarar las cosas, en eso estamos todos de acuerdo. —luego miró a la bardo —Lo sé Clem, —continuó hablando suavemente, nada que ver con la vehemencia anterior, ahora era todo calma —por eso mismo creo que hablar de blasfemia cuando todos tenemos prejuicios respecto lo que debería ser o no, no es lo correcto y me da urticaria.

Elevó los hombros levemente, a medias una disculpa a medias una declaración de "nada de lo que salga de nuestras condicionadas mentes es la Verdad". Luego se mojó los labios mientras pensaba las mejores palabras para decir lo que quería y que se le entendiese, sabía que a veces podía ser poco comunicativa, pero decían que admitirlo era el primer paso para superarlo, ¿no?

—Para los que pensáis que participar de esto puede ser una mala idea, —por decirlo suavemente, porque podía ser una catástrofe que los llevase a la muerte, y ella era bien consciente de ello —os diré que yo quiero pensar que no es que me deje llevar, o me tire de cabeza a lo desconocido, es que quiero saber todo lo posible para poder tomar la mejor decisión. Si ahora me alejo sin saber nada más, en el futuro, cada vez que pase algo relevante, me preguntaré si podría haber sido diferente de haber seguido investigando, de haber hecho algo. Estoy de acuerdo con Morgana en no ser unas ovejas que van al matadero, ni en ir corriendo por ahí sin haber planeado bien los movimientos.

Sus ojos la miraron mientras su cabeza asentía y se dispuso a enumerar los distintos puntos que habían tratado.

¿Ir a la Cripta? quien no la haya visto y esté implicado, por supuesto, y de paso aprovechar para hacer un boceto de lo que hay dibujado. ¿Enseñársela a Macbeth? yo le mostraría el dibujo que hagamos y precisamente la parte en la que estamos todos nosotros NO, él sabe de historia y con eso nos puede ayudar, saber exactamente quienes de nosotros estamos ahí me parece peligroso, para nosotros y para él. Como ha dicho Morg hay gente buscando algo y matando por ello, si formamos parte de lo que buscan mejor que nadie lo sepa. ¿La biblioteca? por supuesto que nunca es malo ir. —dijo con una sonrisa pues todos sabían que a ella le encantaba refugiarse entre sus paredes y sus libros.

En ese punto parecía haberse relajado lo suficiente como para volver a sacar la mano del bolsillo y se mesó el pelo apartándolo de su cara, aunque no sirvió de mucho pues el mechón volvió a caer sobre su rostro.

—Entonces las salidas a la Comunidad quedan en suspenso hasta rechazar la teoría de ataque, sería mejor que no fueses sola a esa reunión Morgana, —lo primero parecía una directriz que esperaba que todos cumpliesen, lo segundo lo dijo como sugerencia y con preocupación en su rostro, pero no quiso detenerse ahí y continuó —y Robin, cuando vayas a ver a Lilith no vayas solo por favor. Yo te acompaño.

Creía que eso era todo, pero seguro que algo se le había pasado por alto, por lo que se quedó pensando en si así era.

Así como Robin había deslizado una sonrisa satisfecha con la aclaración no solicitada de Daniel sobre su poder; el chico arrugó la frente ante el comentario de su prima, en ese momento hasta se atrevió a pensar que cómo podía ser tan tonta a veces, pero nunca le diría nada al respecto. En vez de ofenderse o rebotarse negó con un encogimiento de hombros.

- No quería decir que fuera ninguna diosa -comentó con simpatía-. Pero se haya puesto el nombre ella o se lo hayan puesto sus padres, será por algo. Y a lo mejor ese algo viene de alguien que sabe historias.

Se sintió algo falso con esa explicación, sin entender muy bien porqué creía en él esa sensación e incluso se temió que su prima no fuera tan tonta y conociera mejor sus cerebro y cómo éste asociaba ideas que él mismo. Pero rápidamente descartó en la esquina de las bobadas esa línea de pensamiento y sus sentimientos adjuntos.

Torció el gesto disculpándose con Trish - Solo a lo mejor- dijo como eufemismo de un "no". Lo cierto es que con toda la gente que había que buscar, Lilith quedaba muy por debajo de Hope y Alec y no quería invertir grandes esfuerzos en dar con ella. Por lo general, con ella esforzarse no servía de nada.

Dejó el tema ahí para escuchar la reflexión de Cassandra y a pesar de que había empezado a escucharla con la mente cerrada y fuertemente cruzada de brazos con lo expuesto por Morgana, al final fue abriendo el oído hasta comprender que justamente necesitaba aquello: tomar las cosas a tiempo para dejar de arrepentirse más tarde. Por una vez, tal vez, llegaba a tiempo.

Asintió cuando la buscadora terminó de hablar, no a la petición que le había hecho -aunque fuera fácil confundir el gesto con una confirmación de que irían juntos- sino a todo lo que precedía.

- ¿Y no deberíamos avisar a la Comunidad en vez de simplemente evitar ir?

Kane miró de soslayo a Clementine cuando esta le tomó de la mano, respondió con un apretón sutil, pero siguió pendiente de lo que se hablaba y él estuviera en condiciones de expresar alguna opinión.

—Es mi mentor. Él me enseñó a defenderme —repuso a Skyler, pero por el tono que decía aquello era bastante obvio que Jeff le había enseñado mucho más que eso —. Si he de encontrarlo, lo haré ahora o en años. Sea como sea, pretendo ir el viernes a ver a esos críos.. a esos Niños Perdidos. Si Jeff aparece y es él, o no lo es. Saldré de dudas.

Ante la perspectiva de un potencial ataque a la Comunidad, fuera cierto o no, asintió a las palabras de Robin. Si bien él no tenía la necesidad de ver aquel mural, la seguridad de la gente de ese lugar sí que parecía proclive a interesarse.

—Si realmente están en peligro, o se sospecha algo. Que menos que estén advertidos —dijo con convicción —. Si dejamos un lugar como ese sufra un ataque sin haber hecho algo para avisarles, perdemos todos los de la zona —se quedó en silencio, pensativo, unos instantes —. Mas antes de ahuyentar fantasmas. Confirmar las cosas, si es que se puede confirmar —se encogió de hombros.

Con la pregunta de Skyler miré hacia otro lado. Ni de broma iba yo a contestarle a eso de Jeff. Pero al menos parecía que lo iba entendiendo.

Después de eso, cuando Morgana habló, por una vez Trish no pudo sino estar de acuerdo. En alguna parte, al menos.

Lo que sí sorprendió a Trish fue el discurso de su hermana. Dudó de si alguna vez la había oído hablar tanto, y de ese modo. Se sintió en parte orgullosa, desde luego, pero por otro lado le dieron ganas de hacer algo para protegerla. Sabía que normalmente evitaba exponerse. Si alguien le hacía algo por empezar a pronunciarse así... Entonces tendrían problemas. Se quedó con ganas de decirle algo a su hermana, pero Robin empezó a hablar, y Trish asintió en su dirección, conforme con él.

Entonces decidió hacer un anuncio.

—Yo voy a pasar unos días en la Comunidad —dijo sin pedir permiso. Miró entonces a Axel, recordando su consejo—. Hoy hemos llegado a un acuerdo con Anabela. Quieren que ayude a alguien allí. Me darán herramientas y armas a cambio —Entonces desvió sus ojos hacia Clementine. Quería que fuera una sorpresa, pero las ganas le pudieron—. Y una guitarra eléctrica con amplificador. Puedes enseñarme a tocar, y si quieres llevártela para los conciertos.

- Yo no puedo símplemente continuar.-dijo, con un suspiro- Todo esto es más grande que nosotros. Y queramos o no, si estamos implicados, llamará a nuestra puerta. Mejor estar preparados, como se ha estado diciendo, ¿no? Al menos en la medida de lo posible. Aunque, ¿preparados para qué? Los caminos del Señor son inescrutables, bien lo he sabido siempre.-comentó, mirando entonces hacia Morgana-

- Si Nicolás te trató la herida entonces has estado en buenas manos.-indicó, aún preocupada por ese asunto, aunque sin querer indagar excesivamente en él- En cuanto a esa reunión... Sí, yo tampoco creo que sea buena idea que vayas sola, aunque no lo sé. Esa gente podría aprovechar también que vas acompañada, para chantajearte. Creo que después de lo que ocurrió el otro día saben que formanos, en cierta forma, un equipo. Y que ninguno va a dejar tirado a otro, o a venderlo, a priori, si la situación se complica. Pero sí, deberías tener mucho cuidado. Y hacer como si no hubieras visto nada de esa capilla, de ese crucifijo, de ese objeto raro que habéis traído con vosotros.-dijo, contemplando entonces el objeto- Y sí... Yo también creo que deberíamos avisar. Hay niños, mujeres embarazadas incluso, en ese lugar. Son buenas familias. Muchos de ellos buenos cristianos. -indicó, asintiendo también, después de escuchar a Kane y a Robin.

- Y lo que dice Robin sobre esa tal Lilith tampoco es tan descabellado, pero también, se debe proceder con cuidado. Esa chica, en fin, no sabemos a quién conoce. Puede ser alguien con buenas intenciones, claro. Pero también puede ser alguien descarriado, alejado de los buenos caminos. -aseveró, lamentándose de tener que desconfiar, de tener que preocuparse de aquella manera por el comportamiento de otros hombres. Pero no le quedaba más remedio- No se le puede contar mucho, sobre lo nuestro.-indicó, mirando entonces a Trish, sorprendiéndose ante su anuncio.

- ¿La prótesis?- preguntó, recordando su último viaje a la Comunidad- ¿Y una guitarra eléctrica, en serio?- dijo, sin poder evitar disimular su repentino entusiasmo, aunque la parte de recibir armas no le resultase del todo agradable. A las armas las cargaba el diablo. El jinete bayo. Y el agujero que traía aquel día la ex-militar consigo no hacía sino darle la razón.

Axel escuchó con atención a Daniel, creyendo que el mundo tenía suerte de que esa habilidad hubiese acabado en buenas manos. Si lo hubiese hecho en manos de cierta persona de su pasado... No quería ni pensar en el resultado que tendría en el mundo. Si ya reinaba sobre todo y todos sin necesidad de habilidades, ¿que tan lejos podría llegar con algo así? Intentando no distraerse demasiado por el escalofrío que le recorría la espalda o la piel de gallina que ahora se marcaba en su torso y brazos, siguió buscando mantener la atención en la conversación. 

Seguir con nuestras vidas suena genial, pero estaría bien estar preparados para lo que pueda venir. Por cualquier cosa. - se encogió de hombros, respondiendo a Morgana. Él no tenía ansias de ir a buscar problemas, ciertamente, y prefería por lejos la paz del anonimato, pero tampoco quería encontrarse en desventaja por intentar tapar el sol con un dedo. Y aunque no le afectaría la curiosidad o la culpa como a Cass, prefería no hacer de blanco fácil por mantenerse deliberadamente ignorante. - Así que, biblioteca, cripta, entrevista a Lilith, me apunto a lo que sea. No quiero que esto me pille desprevenido.

La noticia sobre un futuro ataque de Las Tres Cruces a la Comunidad le hizo fruncir levemente el ceño y apretar los labios. No era solo que odiara a los putos soldados de mierda, con la única excepción presente en aquella habitación, sino que también había vivido en la Comunidad durante un largo tiempo, y con esto en cuenta se le hacía imposible hacer como que no había escuchado nada y esperar las malas noticias. 

A mi tampoco me gusta la idea de que Morgana vaya sola, pero no sé hasta que punto sea mejor que alguien la acompañe. Más que por el chantaje, que se puede manejar de una u otra forma, porque al final, en ella confían, y es más posible que le suelten algo que normalmente no revelarían... Un extraño podría perjudicar eso. - lo que no le hacía muchísima gracia, porque al fin y al cabo, por mucho que confiara en la competencia de Morgana no confiaba en absoluto en los soldados que se fuera a encontrar - Yo puedo acompañarte, pero es tu decisión - añadió mirando los ojos verdes de la marine. - Quizás en vez de un aviso sin más, podamos advertirle a la Comunidad sobre un dato concreto. Creo que vale la pena esperar a intentar conseguir más información antes de sembrar el pánico. - se humedeció los labios, antes de continuar mirando al resto - Si no, puedo ir con Trish, pasarme unos días por ahí y ayudar. Anabela es la mejor opción para buscar prepararlos para lo impredecible, ella o Quintero. Quizás si hablamos con ellos podamos encontrar juntos una excusa para obligar a la gente a prepararse sin llegar a decirles nada a la mayoría de la población. Me preocupa que las Tres Cruces se enteren de que alguien les pasó el dato. Eso podría ser peor para ellos y para nosotros. - y si quedaba alguna esperanza de decencia en los hijos de puta, se esfumaría rápidamente en esa situación.

Se tomó la molestia de asentir a Dani. La apoyaba, más o menos. Morgana debía reconocer que el chico se esforzaba. "No haberla cagado antes, capullo".

Luego negó con la cabeza en dirección a una parlanchina Cass. Desde que se creía la jefa, su mutismo pasó a la historia. ¿Toda ella era una falsa desde que la conoció? ¿O una vez conocido su "poder" se liberó de su capucha? Había jugado bien sus cartas, engañando al personal. Morgana sentía que la descubrió en aquella charla en la azotea. Confiaba en que desde ese momento Cass lo tuviese claro y no intentará timarla una vez mas. - No voy a dejar que nadie venga conmigo y le rompan el culo. Esa gente (que un día fue la suya) son todos unos hijos de puta. Eso el mejor de ellos. -Se sentía agradecida por el hecho de que quisieran acompañarla. No deseaba poner a nadie en un peligro innecesario, ya que, aunque se reuniese con colegas y se reencontrara con gente que la apreciaba y respetaba, sin duda podía toparse con unos cuantos cabrones que la odiaban. Por no hablar de las renovadas ofertas para reincorporarse al grupo militar. En definitiva, se trataba de una cita de la que tal vez no regresase, o no lo hiciese entera.

Dedicó una amistosa sonrisa a Clem, apretando la mandíbula, sin ganas de entrar en una competición dialéctica con ella ni nadie más, no por falta de munición sino porque quería que la reunión no explotase debido a su postura o palabras. Se contenía y una vez más mordió sus labios, y al mirar a Axel todavía sonriendo, no pudo más que responderle- Tú me distraerías, violinista. Hablas mucho.

Acto seguido añadió- Es una incursión. La Comunidad está en aviso. Han reforzado la guardia. Anabela lo sabe y si me ha entendido, aumentará las medidas de seguridad. Por ahí están cubiertos.

Si Las Tres Cruces quieren entrar, lo harán. Pensó para sí. Morgana tenía claro como colarse. Desvió la vista a la Peliazul. No confiaba en que la jovencita se dedicara solo a los más simple, casa, trabajo, casa. Debería tener unas palabras con ella. 

Daniel examinó aquella pieza que habían traído de su salida, pero por muchas vueltas que le dio tuvo que concluir que no le decía nada. No le sonaba haber visto o leído antes sobre algo así. En cuanto al mecanismo, podía imaginar cómo encajaba lo que había dicho Trish, pero aunque metió los dedos por dentro del agujero, él no notó nada raro. 

En cuanto Daniel le tendió la cabeza, Shamira la cogió con ganas y empezó a darle vueltas en las manos. Aquella cosa, fuese lo que fuese, la había fascinado tanto como todo lo que estaban relatando los mayores. Sus ojos se alternaban entre la cabeza y los que iban hablando. 

Skyler miró a Cassandra cuando soltó su discurso y luego negó con la cabeza.

—A ver si te aclaras, tía. Ir a ver la cripta es ir a la Comunidad. Así que no digas que no podemos ir.

Después miró a Robin y se encogió de hombros como toda respuesta a lo que el chico le había dicho. Aunque por su expresión parecía que planeaba tener una charla con el pelirrojo después. 

—Daniel tiene razón —sentenció después—. Cuanta menos gente lo sepa, mejor. Y si están buscando esa cosa fea —señaló la cabeza en manos de Shamira— pues a lo mejor deberíamos librarnos de ella y listo. Que la encuentren y se la metan por donde les quepa, pero que nos dejen a nosotros en paz. 

Hizo una pausa y frunció los labios.

—Y yo creo que nadie debería ir solo a ningún sitio. —Miró a Morgana un instante al decir aquello, pero enseguida sus ojos se fueron hacia Kane, donde se detuvieron un par de segundos, y acabaron en Robin—. Ni tampoco dejar el refugio vacío. 

A la noticia sobre la guitarra eléctrica, rodó los ojos cuando Trish habló de ella, pero por una vez se calló lo que sin duda estaba pensando. Tal vez porque Clementine dijo que le gustaba la idea, o tal vez porque había cosas sobre la mesa que le importaban más. 

Trish se alegró de que su noticia fuese bien recibida. Por los primeros en reaccionar, al menos. Con una breve sonrisa asintió en dirección a Clementine cuando preguntó. Sus ojos brillaban levemente al hacerlo.

—Les he dicho que quizá lleve a alguien para que me ayude —enunció después mirando a Axel—. Si quieres venirte, por mí bien. Ellos se encargan de que tengamos dónde dormir y qué comer. Si quiere venirse algún otro —dijo, mirando a Robin y a Daniel alternativamente—, bien también.

Después de eso se dirigió a Skyler. Llevaba evitando hablar con ella toda la reunión, pero quiso contestar a su idea por si a alguien le parecía buena.

—No podemos librarnos de ella —aseguró—. Si de verdad es lo que queréis, puedo llevármela a la Comunidad, por si acaso. Pero si es tan importante, dársela a quienes han arrasado Unhood es una idea terrible. No sabemos de qué forma parte. Y no sabemos para qué es, o por qué estaban esas pinturas. Pero estábamos dibujados en un lugar que tenía esto guardado. No creo que deshacernos de ello sea lo mejor.

El corazón de Robin agradeció las palabras de Clementine pero su falta de ganas de discutir con su hermana hizo que se mantuviera callado e inalterable; pasándose al equipo de los niños desde ese momento.

Deseaba que la reunión terminase para poder volver a esa normalidad en la que él no necesitaba exponer ni pensamientos, ni sentimientos ni miedos. Necesitaba no vivir en esa realidad que se esforzaba por correr más de lo que necesitaban sus heridas internas para sanar. Necesitaba muchas cosas, pero entre ellas no estaba oír hablar de la masacre.

Más tranquilo  al saber que la Comunidad sabía que corría peligro, se encogió de hombros ante la mirada de Trish, desconcertado por ésta. De pronto ya no sabía si podría seguir con Nicolás o no, sobretodo con esa orden tácita de Sky sobre permanecer con ella.

Se levantó y ocultó las manos en los bolsillos esperando que le dejaran irse. Salió del banco que le servía de asiento y esperó en pie unos segundos pendiente de encontrar el momento oportuno para desaparecer y dedicarse al almacén.

Morgana también sabía que nadie debía ir solo a ninguna parte. Y que el Refugio no debía quedar a solas. Con solo los críos. En esa instante donde se cruzó miradas con Skyler, la rubia pudo leer si estuvo atenta, que convenía con ella. Por echarse una risa casi le propone que la acompañase. Suspiró. Más bien bufó. El único que tal vez podría compartir el viaje, era Kane. Sin embargo no se soportaban, a pesar de que tácticamente era la mejor opción. Se protegerían mutuamente y el tipo tenía experiencia. Pero se matarían antes de alcanzar la primera esquina.

-Tenemos que conservarla. Trish tiene razón. Y si queremos olvidarnos de ella, entonces quémala, ni para nosotros, ni para nadie. -Paseó la vista por el resto de miradas- Skyler sí que acierta al decir que tiene que haber adultos en el Morris. Tenemos que combinarnos en esta función también. No podemos largarnos sin pensar como acostumbramos a hacer. No ya a partir de ahora.

Miró a Robin. Pensó que el chico ya estaba harto, o cansado, ella la primera. Pero quedaban esos detalles por concretar.

- Yo también creo que debe significar algo.-contestó, uniéndose a la respuesta de Trish, pensativa- Creo que debemos movernos con discreción, también. No ir solos, pero no llamar la atención en grupos grandes. Yo tengo concierto el jueves. Puedo hablar entonces con Macbeth. No creo que sea necesario que venga todo el mundo conmigo. O al menos nadie que no suela venir a veces. Eso llamaría la atención.-explicó- Además, me gustaría acompañaros a la biblioteca. Conozco a los bibliotecarios, de antes de llegar al Morris. Quizá pueda ayudaros a reunir información.-indicó- Aunque tenemos que hacernos a la idea de qué tenemos que buscar en concreto sin tampoco implicarlos en exceso a ellos.-expuso- En cuanto a la Comunidad, no creo que yo sea la persona indicada para acompañar a Trish. - concluyó, para finalmente cruzarse de brazos.

- ¿Creéis que podríais conseguirme un boceto de lo que habéis visto, más o menos somero, para el jueves?- preguntó- Y a ser posible... Esa inscripción. Puede que Macbeth nos pueda ayudar a saber qué significa. 

Escuchar que Morgana no aceptaría compañía no le sorprendió en absoluto. Siempre intentaba proteger a todos allí, y seguro preferiría ponerse en peligro sola que arriesgar a alguien más. La marine ya conocía el desprecio que Axel sentía por los soldados, lo sabía desde el día en que sus caminos se habían cruzado, así que sabía que esa advertencia no era para él. El portorriqueño tenía claro que eran unos hijos de puta, y tantas otras cosas más. Cuando la mujer lo miró, excusándolo de acompañarla por la distracción que le causaría, una media sonrisa se dibujó en los labios del violinista y negó con la cabeza. No iba a obligarla, pero estaba seguro que ni ella se creía que ese fuera el motivo. 

Por otra parte, encontró algo de alivio en las palabras de Trish. No le gustaba nada la idea de dejarla ir sola, aunque él no fuera precisamente un guardaespaldas a prueba de balas. 

Asintió en concordancia con las palabras de Clem sobre no ir solos, pero tampoco de a demasiados. Eso los hacía blanco más fácil, y era mejor lidiar con la pérdida de dos personas que de la mitad del grupo. Aunque, por supuesto, lo ideal sería no lidiar con la pérdida de nadie.

Yo iré con Trish - confirmó a la adolescente de pelo azul tras oír a Clem - Y estoy de acuerdo en que hay conservar ese aparato, pero no sé que tan buena idea sea llevarlo a la Comunidad. Sería una buena moneda de cambio si algo pasara, sí, pero a menos que estemos dispuesto a usarlo como tal... Sería mejor guardarla en un lugar que nos permitiera comprar tiempo hasta que lo localizaran.

-Para tomar ciertas decisiones nos falta información. No correría ni a destruir ni a entregar nada. Son opciones sin vuelta atrás -había estado dando vueltas a aquella cabeza entre sus manos pero no había alcanzado a apreciar nada relevante en ella-. Indaguemos un poco y en base a lo que alcancemos a descubrir acerca de esa pieza y de los dibujos e inscripción de la cripta, y despues ya se verá. Mientras tanto, como mucho, propondría esconderla. Por otra parte, estamos cansados. Ha sido un día largo y movido. En estas circunstancias, tomar decisiones importantes quizá no sea lo más oportuno -dijo mirando a unos y a otros, para luego mirar hacia el exterior a través de la ventana-. Se nos echa la noche encima y comer, lo que se dice comer, no lo hemos hecho. Va siendo hora de ir preparando la cena -se arremangó en lo que parecía una declaración de principios-. Propondría que Morgana organizara el tema de las guardias para las salidas organizadas, si es que le viene bien, claro. Sabiendo quiénes vamos y a dónde vamos, no debería haber problema. A mí me gustaría ir a la biblioteca y, en su momento, acompañar a Trish. Tenemos también pendiente el juntarnos con Macbeth  -dijo con un encogimiento de hombros-. Pero vamos, que iré a lo que se pueda y si me tengo que quedar en el Morris, sin problema.

Se encaminó hacia la puerta.

-¿Alguien me echa una mano en la cocina?

La declaración de intenciones de su hermana y la puntilla de Skyler hicieron que todo lo que Cassandra se había envalentonado se quedase en el olvido, miró a ambas y volvió a meter la mano en el bolsillo, escucho a unos y a otros pero no volvió a intervenir. Su rostro estaba ligeramente inclinado hacia el suelo y las miradas las efectuaba a través del pelo que le cubría media cara.

Morgana contestó a lo más importante, que La Comunidad ya estaba sobre aviso, y el resto vinieron a decir que nada de deshacerse del objeto, ni de precipitarse con las decisiones, por lo que ella no tenía nada más que añadir. Es más, empezó a pensar que hubiese sido mejor que se hubiera mantenido más al margen, por eso cuando Dan dijo de hacer la cena se adelantó.

—Te acompaño.

Podría haber dicho que esperaba repetir el éxito del otro día, o alguna otra frase para alejar los nubarrones de su mente, pero no se sintió con ánimos. Mejor se iba a hacer un trabajo manual para despejarse y poner las cosas en perspectiva.

Kane no volvió a intervenir dejando que conversaran de los planes de cada uno, aunque al final, a tenor de los acontecimientos, lo hizo. El pistolero habló con toda la serenidad que pudo reunir, a pesar de su silencio, dentro de él afloraban nervios y confusiones.

—Yo solo tengo planeado el viaje del viernes, Jeff debería estar ahí ese día. El resto.. me pongo a disposición de lo que necesitéis —dijo con sencillez. Había muchos planes en marcha, la mayoría escapaban a su capacidad, se sentía un tanto inútil, para qué engañarse.

Robin sintió las palabras que callaba Morgana con su mirada y estuvo tentado de volver a sentarse obediente, pero la marcha anunciada de Dan se le antojó una mano amiga que no dudó en coger.

Se apartó de la mesa sin decir nada para seguirle, pero se arrepintió de su silencio cuando Cass dijo que acompañaría al patinador. Le supo mal no cocinar con Dan pero se agarró a la excusa de molestar para insistirse en la necesidad de pasar por el almacén.

Ante las palabras de Clementine Trish asintió, de acuerdo con la mayoría de lo que había dicho.

—Yo te puedo hacer mañana el boceto —le dijo—. Hoy tengo lío.

Después de eso dedicó una mirada de complicidad y agradecimiento a Axel. Tenerle como ayudante podría ser... Entretenido, cuanto menos. Probablemente el hombre no supiera mucho de mecánica, pero al menos sabría hacer reír a Clarita. Y de cojo a cojo, seguro que se entendían.

Luego, cuando Daniel empezó a hablar, la muchacha se mostró de acuerdo con el principio de su discurso. Sin embargo, cuando este decidió por todos cortar la conversación y no tomar ningún tipo de decisión, ella frunció el ceño. Más aún le sorprendió el renovado mutismo de su hermana y cómo ella misma daba también por concluida la reunión. Trish la miró sin entender, como si se hubiera perdido algo, e intervino antes de que se marchasen.

—A ver, esperad —les pidió—. Yo no me voy a quedar a cenar, he quedado con Jimmy para ver si tiene ya información de Jeff —dijo, conteniéndose para no mirar directamente a Axel en ese punto—. Pero hay otra cosa que tenemos que hablar antes de dispersarnos.

Hizo una pausa, dando un tiempo a los que se preparaban para irse se lo pensaran mejor. Se quedasen o no, proseguiría.

—Tenemos un problema entre nosotros —dijo con seguridad—, y no hablo del humor de Morgana, o de quien sea que deja los calcetines sucios siempre en la cocina —enunció, intentando rebajar lo que habría podido parecer una acusación hacia la militar.

—Hablo de un problema de comunicación. Y hasta la gente de fuera se da cuenta. Hoy Anabela nos lo ha avisado a nosotros. Y ha decidido no aprovecharse de ello a la hora de negociar, pero podría haberlo hecho. Diplomáticamente no hemos hecho más que cagadas en esa reunión, y ha sido porque las cosas no estaban claras. Y este no ha sido un hecho aislado. No sé si sois conscientes o soy la única que lo ha pensado —comentó, y dejó un espacio para ver las expresiones de los otros—. Pero si seguimos así, estamos jodidos. Y más con lo que parece que tenemos encima.

—Ya lo he hablado con Morgana —añadió—. Supongo que antes Nick se encargaba de saberlo todo, y de gestionarlo, y que por eso funcionábamos. Mientras no tengamos algo mejor, queremos poner una pizarra para que todos podamos anotar lo que sea relevante, y que todos se enteren aunque no coincidamos. O usar una pared del pasillo pintándola. Algo así. Morgana dice que también podrían ir ahí los turnos, y no sé qué otras cosas. Pero vamos, que también podría servir para evitar confusiones o dejar avisos. Al menos hasta que tengamos algo mejor.