Partida Rol por web

Que un conjuro que aumentaba la voluntad de forma temporal hiciera que un mechón de tus cabellos sufriera la pérdida de pigmentación también de forma limitada resultaba extraño, pero a la par interesante. Se preguntó si los mechones del rostro de Bastet serían permanentes y si así fuera si tendría algo que ver con mantener algún hechizo activo, semejante al que les acababa de enseñar.

No mudó el gesto al recibir los cincuenta puntos. Aquella asignatura al igual que DCAM era de las que mejor se le daban, solo que en esta conseguía sacarlo todo y en la otra siempre acababa fallando. Recogió el libro y lo metió en el sombrero, tras lo cual se guardó también la varita y se puso de pie. Se llevó de forma instintiva la mano al pelo para echarse el flequillo para atrás, casualmente al mechón cano. Asintió a Daphne, que había sido la única capaz de sacar el hechizo y lamentó que Morgana, ni ninguno de los viperini lo hubiese dominado para el final de la clase. En realidad no lamentó lo de los slytherin, pero en las últimas semanas que llevaban coincidiendo, James y Lì habían demostrado que no solo los arrogantes y desquiciados acababan en esa casa, y por tanto si Daphne no se hubiera ofrecido, quizás él mismo se hubiera quedado, aunque gente que no le importaba se acabara aprovechando de la ayuda.

Os dejo en buenas manos, comentó a las chicas, mirando con aprecio a Daphne. Y dispuesto a seguir con las redacciones que llevaba varios días sin avanzar, Mircea se marchó de clase, con mirada negada y sonrisa afirmativa.

Había terminado la clase y no quería permanecer allí ni un segundo más. Solo dos habían sacado el hechizo a la perfección pero uno de ellos ya no se encontraba allí. Por suerte la que se quedaba se propuso voluntaria para ayudar. Antes de nada pasó al lada de Morgana y le dijo: Pss, despierta. Si ves a Dariel dale esto de mi parte. Dile que avise a Nick y a Matheew, y si tú quieres venir, mejor que mejor - Dijo con una sonrisa en la cara extendiéndole un trozo de pergamino doblado. Luego se acercó a Daphne y le dijo riendo:

Pues por esta boquita tan linda que tengo te pido ayuda con el conjuro Daphne. ¿Vamos hasta el lago a practicar antes de la comida?

Demasiada gente que no había superado la clase, esto empezaba a ser algo concluyente. ¿Tal vez seamos tan patosos o es la profesora que no sabe explicarse?. Morpho sabía que la respuesta no era ninguna de ambas.

Bueno, pues otra más - se dijo con sorna.

Ya se lo tenía que tomar con humor, puesto que su lucha interna había sido superada, ahora tenía que ver más allá y punto.

Lo habéis hecho francamente bien - habló refiriéndose a Mircea y a Daphne. Aunque me importa más bien poco.

Se dirigió a James y a Sam.

¿Tenéis ahora tiempo para enseñarme el conjuro ese que os dije?, el Mejoratem Fortificus.

NOTA PARA DARIEL

Oye tío, después de la segunda clase estate en el lago. Quedamos bajo el viejo roble. Avisa a Nick, Morgana y a Mathiew. Llevaré a alguien para presentarte ;)

El mechón de pelo blanco ya no estaba, con lo que Daphne dedujo que el efecto del conjuro de voluntad también había desaparecido-. Hasta luego, Mircea –se despidió de su amigo mientras se preparaba para volver a realizar el hechizo.

Luego se giró hacia Lí-. Sin problemas os ayudo, ya ves que no me cuesta nada –dijo con una sonrisa- Podemos practicarlo aquí mismo, James, así lo dejamos ya hecho. Y luego podemos ir al lago –le dijo riendo al chico de Slytherin, que no se cortó ni un pelo en pedírselo.

Se dirigió también hacia las chicas de su casa-. Voy a hacerlo, ¿vale? Estad atentas si queréis practicarlo –Cogió la varita y se apuntó a sí misma como había hecho antes-. Mejoratem Voluptatem –Como antes, no sintió nada. Pero esta vez se fijó en su pelo y vio cómo le volvía a salir el mismo mechón blanco de antes.

- Ahora vosotros, venga –les animó a todos.

No sabía si Sam podría ayudarle, con lo que intentó aprovechar la ayuda de Daphne.

A ver si puedo hacer algo.

¡Mejoratem Voluptatem!

Agachó la cabeza al ver cómo volvía a fracasar en el conjuro.

¡¡¿¿Pero qué puedo hacer??!! - se dijo desesperado.

Cuando Daphne terminó su “clase”, miró el reloj. ¡Se le estaba haciendo tarde! Más le valía ponerse rápidamente con todas las cosas que tenía pensado hacer antes de que llegara la hora de comer-. Chicos, os dejo practicando, que tengo un montonazo de trabajo pendiente, ¿vale? ¡Mucha suerte! Y, ya sabéis, si necesitáis alguna vez más mi ayuda, decídmelo –se ofreció mientras se echaba la mochila al hombro.

Justo cuando iba a salir, vio cómo Morpho se disponía a practicar el conjuro. Se quedó parada un momento para ver si lo conseguía. Le miró el pelo durante todo el proceso, pero no salía en él ningún mechón blanco. Torció ligeramente el gesto-. ¡Vaya, qué pena! –El Slytherin parecía tener los mismos problemas con Transformaciones que ella con Duelo-. ¡Para la próxima!

- Voy a la sala común –les informó a las tejonas-. Si luego os queréis pasar, buscadme bien que estaré cubierta de libros y pergaminos –dijo divertida mientras salía del aula.

También tienes razón, si a la profe no le importa. A ver ¿que se hace así no?...¿o así? Que lío.- Tras varias correcciones tanto de Daphne como de sus demás compañeros se apuntó a si mismo y pronunció con un giro de muñeca: ¡Mejoratem Voluptatem!

Pero nada de nada.- Nada, sigo teniendo mi precioso pelo rubio sin ninguna cana. Adiós Daphne, suerte, yo me quedo un poco más practicando.- Como dijo James, se quedó en clase practicando en vano.

Li atiende a las explicaciones de su compañera de clase fijamente, es entonces cuando ve lo que cree que fue donde fallo, respira profundamente y dice:

- Creo que ya se como es y en donde he fallado

Se concentra, realiza los movimientos con su varita rosada y dice:

- ¡Mejoratem Voluptatem!

Se toca la cabeza y rapidamente busca entre sus largos y lisos cabellos negros, como tiene el pelo bastante largo y negro encuentra rapidamente la cana, sonrie y dice:

- Si, creo que ya lo he coneguido, que bien.

Mira como James no es capaz de hacerlo y tras agradecer a su compañera:

- Muchas gracias por la ayuda, me ha servido mucho para ver que es lo que fallaba

Se acerca a James y dice.

- Necesitas ayuda? si quieres puedo quedarme ayudandote y despues vamos juntos a la tutoria, que ya se como es el conjuro

Fastidiada, pensando qué había podido haberme salido mal, ni siquiera me había acordado de felicitar a Daphne y Mircea. Tampoco tenía ganas de practicar el hechizo, si era sincera. Transformaciones era una de mis asignaturas favoritas y que no me hubiese salido el hechizo había sido un auténtico fastidio, aunque apreciaba enormemente la ayuda de Daphne. Esperaba que más tarde en el dormitorio tuviese un rato para ayudarme.

Con la tontería tampoco me había acordado de contestarle a James, lo había dejado para después por miedo a que Bastet me quitase puntos -con los de la aventura de la lechuchería ya tenía bastante por el momento- y hasta que no volvió a dirigirse a mi, ni me había acordado.

- ¿Eh? Claro, se la daré. -La desdoblé al momento sin pararme a pensar siquiera que quizás pudiese ser algo privado.- Interesante. No faltaré. -Miré a James con una mueca divertida en la cara.- Creo que hoy iré a robarles algo de comida a los leones.

Cogí mis cosas y guiñando un ojo me despedí de los presentes.

Sam quiso retirarse cuando Bastet le tocó. Le hubiera gustado girarse y decirla algo hiriente, como la acusación de la profesora Green, pero se contuvo. Como siempre se recordaba, todavía era demasiado pronto.

No mudó su rostro al ver que no conseguía el conjuro. Tenía otras cosas importantes en la cabeza, y esas clases no le terminaban de convencer. Pero eso poco importaba, tenía que aprender el conjuro y, además, ayudar a Morpho a sacar el otro que le había pedido, pero el chico estaba perdiendo un tiempo valioso. Escuchó las palabras de Daphe, que era la única de esa casa que le inspiraba cierto... a saber, al menos no le daba asco como todos los demás. Y se aprovechó de sus enseñandas. Y se aprovechó de lo que decía.

Mejoratem Voluptatem susurró. Sin notar nada, se empezó a mirar el pelo. En su pelo rubio, le fue complicado encontrarse la cana, pero al final lo consiguió.

Listo pensó, guardando la varita en la manga como siempre.

Morpho, después de la próxima clase, te enseño el conjuro. Recuérdamelo dijo, saliendo de la clase.

Sara puso morritos y empezó a patear el suelo. Estaba acostumbrada a que su magia no funcionara, pero no conseguía frenar ese sentimiento de frustración. Se alegró por Daphne, ella se lo merecía. No tanto por Mircea, que siempre lo conseguía. Sabía que ese muchacho era algo raro, pero aún no había conseguido saber por qué. Pero poco importaba. El conjuro no la había salido.

A ver dijo, escuchando y viendo los movimientos de Daphne, observando como un nuevo mechón blanco aparecía en su cabeza.

¡Mejoratem Voluptatem! gritó y cerró los ojos. No pasó nada. Se sintió triste de nuevo y agachó la cabeza... Y un mechón de pelo cayó ante sus ojos. Blanco.

¡Eh, eh! ¡Me ha salido! ¡Genial! dijo, dando pequeños gritos y saltitos. Fue hasta su mochila y se la colgó.

¡Nos vemos luego! Voy a la biblioteca, que hay que estudiar

Vale Sam, te lo recordaré.

Salió de clase directo a la biblioteca.

Salió famélico cara al gran comedor.- Adiós profe

Viendo como James no le hace caso cuando se ofrece a ayudarle niega con la cabeza y se dirige hacia el comedor mientras se despide de la profesora:

- Ha sido un placer señora Bastet

Sale caminando con tranquilidad hacia el comedor

Enya llegó con una amplia sonrisa a esa clase. Mi clase favorita. Hola profesora Bastet. Vio la llama que se alzaba en la sala y pensó: más vale que venga mucha gente hoy o no vamos a conseguir nada. Transformaciones se le daba bien y quería aprender mucho para desarrollar mejor sus habilidades de metamorfomaga. Avanzó y se puso a una distancia que consideraba oportuna para apagar el fuego, esperando que en poco tiempo llegara ayuda de sus compañeros de casa y de los Ravenclaw. Decidió empezar mientras los demás iban también preparando su varitas. Vamos a por ese fuego. Se concentró:

¡Extingo! Es lo que pensó que tenía que hacer con el fuego, extinguirlo, pero ese no era el hechizo. ¡Extingo! Enya se quedó con cara de tonta mirando a una varita de la que no había salido nada. ¡Que te extingas! Nada, Enya no había escuchado bien a la profesora Bastet y se quedó con cara de tonta. Empezamos bien el día.

Al llegar a clase, solo encontró a Enya, a quien se le acercó, saludandola con un gesto de la cabeza y una sonrisa amable. - Ey, te perdí por los pasillos cuando me paré a hablar con mi hermano. - Le comentó, caminando hacia el centro de la clase, escuchando la explicación de la profesora, y cruzandose de brazos mientras mostraba el conjuro.

Un conjuro para apagar fuegos. Podía ser bastante util contra un Flamine Fulminis, y la duda le asaltó. - ¿Serviría para contrarrestar un Flamine Fulminis? - le preguntó a la profesora, a la par que sacaba la varita y apuntaba al fuego que había creado la profesora. Ahora era su turno para probar suerte. - ¡Extendio! - 

Para su asombro, fue la primera de entre sus compañeros en llegar. ¿Se habrían perdido por el camino? Lo dudaba, seguramente estarían hablando sobre algo interesante y se les iría el tiempo de las manos.

Saludó a Ithan y Enya, sonriente -haciendo así más llamativo su bigote de leche- y se puso manos a la obra. Apuntó con la varita a la base del fuego y pronunció el hechizo.

- ¡Exteaaachús! -Frunció el ceño, como intentando reprimir otro estornudo más.- ¡ACHÚS! -Sorbió la nariz y luego se frotó la punta de la misma, mientras miraba resignada su varita.

Tras llegar a clase, Byron escuchó con atención el conjuro que le enseñarían hoy. Un conjuro excelente para emergencias con fuego. Y, aunque era complicado extinguir fuegos grandes, el procedimiento no parecía demasiado complicado. Tras practicar con la muñeca el conjuro, por fin lo pronunció:

-¡Extendio!- dijo mientras apuntaba al fuego.

Observando como aún el fuego podía con su varita, noto en sus propios brazos la resistencia de la que hablaba la profesora.