Partida Rol por web

Un sudor recorrió la mente de Eli al ver a lo que tenían que enfrentarse en esa clase. Cuchillos, 5 en total. En momentos como éste odiaba a sus padres por haberle cuidado como muggle hasta que le matricularon en Howarts. En fin... ya poco se puede hacer, pensó, sacando su varita.

-Mejoratem Flexxiush.

Su ceño se frunció al oír ese sonido que su varita no emitía y que le indicaba que había fracasado una vez más. Al igual que Noah, decidió probar con los cuchillos aunque no les salió bien el conjuro a la primera. Así que, de nuevo, con su En fin... ya poco se puede hacer, se dirigió a la zona de los cuchillos.

Pudo esquivar los dos primeros cuchillos, pero nada más. Quizá fuera a la enfermería... de ser así su último pensamiento antes de ir sería que al día siguiente iría a desayunar de las primeras, que se iba a acabar lo de remolonear por las mañanas antes de levantarse.

A medida que os ibais poniendo a practicar los conjuros, la profesora fue moviendo la varita para lanzaros los cuchillos. Y cuando iba viendo vuestros resultados los iba anotando en la pizarra:

Bueno, parece que aún tenéis que mejorar mucho esa flexibilidad. Dijo mirando la tabla que había formado. Está claro que superar el cuarto cuchillo ya es un trabajo demasiado complicado para vosotros. No os preocupéis, con el tiempo mejoraréis bastante. ¡Ya lo veréis! Dijo sonriendo mientras sus bigotes se movían. 

No os preocupeis por los cuchillos, ¡eran inofensivos! Dijo mirando a Perry que había gritado cuando le habían dado. ¡Eran simples trozos de papel a los que había alterado su forma y su peso! ¡Pero no cortaba ninguno!

¡En cualquier caso, mi más sincera enhorabuena a Diana y a Joseph, porque ambos han realizado con éxito el conjuro y han hecho muy buen trabajo esquivándo!

Gwendoline y Perry tampoco han hecho un mal trabajo. Pero Elisabeth y Noah tendrán que venir a mi despacho para recuperar el conjuro. ¡Algo habéis hecho mal que no os ha salido bien! Después buscó a Selena, era extraño que aquella chica tan brillante no se hubiese presentado. Por favor, enseñad el conjuro a Selena. ¡Se ha debido de quedar dormida! Dijo mirando a Gwen.

Y por último, la profesora se despidió de todos. ¡Buenas tardes! ¡Nos vemos esta noche en el baile! ¡Poneos muy guapos!

Diana se sorprendió gratamente cuando la profesora les anunció que tanto ella como Joey habían realizado el mejor trabajo.

-¡Enhorabuena Joey!le chocó la mano radiante, se sentía muy feliz porque a su amigo le hubiera ido tan bien con el conjuroY Enhorabuena también a vosotros chicosEntonces se giró hacia Noah y El y añadióNo os desaniméis chicos, vamos a ir al Lago para lo de los disfraces si queréis podéis venir con nosotros y os ayudo con el conjuro ¿Os animáis? Venga vamos

-¡Vaaya! Le había salido el conjuro y no se lo esperaba con lo que quedó contento. Cuando Diana se acercó y le felicitó chocó la mano con la cara rebosante de felicidad.

-Somos unos fieras, Di, jaja. Enhorabuena.

Entonces felicitó también a Perry:

-Muy buena Perry. Nada se te resiste, ¿eh?

-Enhorabuena Gwen. Esta vez lo dijo casi por educación.

Entonces se giró hacia sus compañeros de casa y les animó:

-Claro que sí. Corroboró las palabras de Diana. Seguro que lo recuperáis con nuestra ayuda.

-No te desanimes preciosa, le dijo a Eli. Os ayudaremos, somos los leones y ninguno se queda atrás.

Entonces antes de salir de clase dijo:

-Tengo que recuperar con la profesora Green. PAso primero a recuperar y os veo en el lago, ¿vale?

- ¿Disfraces? - pregunto enarcando una ceja.

- Tengo recuperación de Encantamientos. - comento. Luego nos vemos.

No estaba satisfecho pero al menos había aprendido el conjuro. Sonrió a los leones que lo habían hecho bastante bien, al menos ellos permanecían unidos. A Perry le daban ganas de quedarse con los de primero dados los compañeros que tenía en su curso.

- Sí, si, ida recuperar y os veo en el lago. Tengo un montón de cosas por hacer si quiero ir bien disfrazado.- Además estaba el asunto del regalo de su hermano. Dio una palmada a Joey en la espalda.- Te has salido esta vez.

Eli se quedó en clase más de lo necesario, hasta se olvidó de la clase de recuperación. O más bien no quiso acordarse, no había aprendido aquel conjuro y le parecía demasiado difícil para ella. Prefería no hacer el ridículo, resignándose a recuperar a final de curso, o peor... quedársela pendiente. Los encantamientos no eran lo suyo.

Así que salió de clase sin mediar palabra. Pronto servirían la comida, así que se fue al comedor. La promesa que se había hecho de no perder el tiempo debía ser cumplida.

Asenoc agita la varita con una concentración absoluta.
Con un susurro ejecuta las palabras mágicas…

Amannssus Serpientes

Enya llegó a la clase de transformaciones pensando en sus cosas, cuando de repente se dio cuenta de que la profesora de esta clase era Bastet. No todos iban a poner buena cara cuando la vieran. Para ella era una profesora admirada, por razones obvias. Todavía no había muchos alumnos. Había llegado pronto. Se sentó en un tocón que parecía cómodo. Vio que la clase se había convertido en una especie de campo en verano, cuando lagartos y reptiles varios salen al sol. No tenía especial repulsión a ninguno de esos animales y, es más, imaginaba que ninguna de las serpientes sería venenosa. Le pareció gracioso intentar ponerse el color de pelo como de verde reptil, así que se concentró y... se miró un mechón y era una especie de color kaki... Creo que me he centrado demasiado en mejorar mi técnica del morado.

Cuando todos o casi todos habían llegado, la profesora Bastet hizo algo que la pareció increíble, porque nunca lo había visto. Era como haber puesto serenidad en una clase de parbulario muggle, de esas a las que ella había ido y donde de repente había un montón de niños moqueantes berreones y luego tras un rato todos caían agotados en una especie de siesta.

Prestó atención a cada movimiento, a la pronunciación del hechizo, a todo. Entonces, llegó su turno. Cogió su varita. Vio que un par de serpientes tenían la parte de la cabeza erguida una frente a la otra, las bocas abiertas y aspecto amenazante. Chicas malas, tendréis que aprender a convivir. Apuntó hacia ellas y...

- Amannssus serpientes. Unos par de rayos rosas perfectos salieron de su varita, uno a cada una de las serpientes. Ambas bajaron sus cuerpos, reposando en el suelo y se enroscaron sobre sí mismas. Enya puso una sonrisa de satisfacción, miró a la profesora Bastet y se preguntó si podría tomar alguna clase con ella para mejorar sus habilidades de metamorfomaga.

Cuando llegó le alegro ver que la profesora Bastet parecía igual que siempre, observó a las serpientes y las lagartijas que poblaban las estancia preguntándose en qué consistiría el hechizo de hoy.

Se sentó cerca de Enya en un tocón de árbol y acaricio a una de las serpientes pero a esta no pareció gustarle demasiado, se sentía como en la selva.

El conjuro le pareció sumamente útil, dados los hechos pasados, seguramente los alumnos se sentirían un poco más seguros ahora, aunque Kelly sabia que en el fondo podría no ser suficiente.

Desenfundó su varita y trató de repetir mentalmente los movimientos y palabras que les había mostrado las profesora, vio un grupo de serpientes especialmente revoltosas que trataban de subirse sobre su tocón y apuntó hacia ellas - ¡Amannssus serpientes!- exclamo. Y entonces unos rayos rosas salieron de su varita y fueron a parar a las serpientes, que al momento parecieron perder el interés en ella. Kelly sonrió contenta -¡Bien!.

Llego a la clase arrastrando un poco los pies, y al encontrarme el panorama habitual de las clases de Bastet con cosas por el suelo me fastidia darme cuenta de que tengo que hacer el esfuerzo molesto de levantar las piernas. Es tras el primer paso que me percato de que encima hay animalillos por todos lados. ¿Vamos a transformar animales? ¿Eso no es muy avanzado? Busco un sitio donde buenamente puedo y me preocupo de que haya suficiente hueco para quien me acompaña^*.

Cuando la profesora explica en qué consiste la clase de hoy me fijo en la forma triste en que habla de cómo este hechizo de amansar se usa a veces con las mascotas, lo cual deduzco que incluye a los gatos con los que evidentemente se siente identificada. Lo cierto es que aún no me queda claro qué es la profesora Bastet: ¿Un gato? ¿Una persona? ¿Una persona-gato? ¿Una gatosona?

El contacto de una serpiente me provoca un escalofrío repentino que me saca de mi bucle de preguntas francamente absurdas, así que me preparo para hacer lo mejor que pueda este hechizo. Lo que haya hecho o no haya hecho Bastet al respecto de la carnicería de ayer, ahora mismo no importa. Además, sería injusto y muy avergonzante boicotear su clase pensando que tiene que ver con todo lo de las mascotas y que luego resultara no tener absolutamente ninguna implicación en los hechos. 

Tomo la varita y pienso en las serpientes que me rodean, sobre todo acordándome del escalofrío que acabo de sentir para poder enfocar mejor mi pensamiento en ellas, y hago el gesto indicado mientras pronuncio el conjuro.

—¡Amannssus serpientes!

Varios rayos rosados emanaron de la punta de mi varita y consiguieron tranquilizar a un par de serpientes de las que había alrededor. Me permito una pequeña sonrisa de alivio y suspiro, una clase menos para recuperar.

Llego junto a William a la clase de transformaciones, por suerte al estar la clase cerca del comedor no llego demasiado cansado, pero aún así mi aspecto enfermízamente delgado y mis pocas fuerzas hace que cuando llegue tenga bastantes ganas de sentarme, no obstante al ver todas esas serpientes y lagartos sueltos no puedo evitar dar un paso atrás. Con los lagartos no tengo problemas, pero... ¿serpientes?

— Serpientes, ¿por qué tenían que ser serpientes?— digo parafraseando a Indiana Jones en su película de «Indiana Jones en Busca del Arca Perdida», lo hago con un tono bromista para intentar restar algo de presión y nerviosismo, supongo que los magos de «pura cepa» no me entenderán, pero los que vienen de familias mundanas, como William, sí.

Trago saliva intentando darme fuerzas y respiro fuerte para entrar en el aula casi de puntillas intentando acercarme lo menos posible a los ofidios hasta que alcanzo la posición de William y me siento a su lado levantando lo máximo posible las piernas y todo mi cuerpo para no entrar en contacto con las escamosas pieles.

No me gustan las clases de transformaciones, se supone que deberíamos asistir a un aula a recibir una explicación teórica, y que de forma puntual realizásemos prácticas, pero en cambio en el caso de esta clase... estamos constantemente entre animales, a penas podemos tomar a puntes... me pregunto si algún día nos pondrán con cabras para tener que estar preocupados constantemente de que no se coman los pergaminos.

Al ver el hechizo, asumo que si nos encontramos con «La bestia», sería mejor huir directamente, a fin de cuentas si la profesora Green realmente se enfrentó a ella, dudo que no utilizase el hechizo, lo cual me hace aumentar mi desconfianza de la profesora de encantamientos. O quizás, el hechizo no sirva contra la criatura, y el hecho de que la profesora Basttet nos haga trabajar con reptiles sea para predisponernos a ver su inocencia... Sin duda, el problema sigue en ciernes, y dudo que pueda llegar a alguna conclusión lógica sin más pruebas.

— Que asco— digo con gesto de desagrado cuando siento escamas rozando mi tobillo e instintívamente elevo la pierna tan rápido como puedo para apartar mi piel de la serpiente.

Una vez estoy a salvo, desenfundo la varita y repito el movimiento que nos ha enseñado la profesora.

— ¡Amannssus serpientes! — exclamo para realizar el sortilegio y al igual que ocurrió en el caso de la profesora pero en menor número, salen rayos de mi varita e impactan a dos de las serpientes más cercanas a nuestra posición.

Pasados algunos segundos, dejo de concentrarme y el animal vuelve a su estado anterior, siseando y reptando por el suelo. Me siento bien por haber conseguido hacer el hechizo y lo demuestro sonriendo en dirección a William.

— Profesora— llamo la atención de la mujer gato levantando la mano—tengo una duda — prosigo en cuanto me da la palabra—, si intentamos calmar a varios animales al mismo tiempo ¿el hechizo es menos efectivo que si lo hacemos sobre un único objetivo?— pregunto tan pronto como la duda asalta mi mente.

Entró en clase de los últimos. Dejó la mochila en una esquina, observando en silencio el aspecto del aula. Green no era santa de su devoción, pero parecía muy segura al acusar a Bastet sobre lo suedido, a lo que se sumó que extraña y curiosamente, aquellos animales de pruebas no estaban muertos como todas las demás mascotas, exceptuando los gatos.

Los gatos y aquellos reptiles, en su aula.

Se giró hacia la profesora, sacando la varita y quedandose en la parte final del aula, cruzandose de brazos y escuchando la explicación. Cuando esta terminó, saludó a los presentes y apuntó con la varita a uno de los lagartos al ver que todos iban a por las serpientes. - Amannssus Lagarto. -Pronunció sin fuerza o ganas, lanzandole el conjuro al lagarto más grande que había y mirandolo al ver que se había quedado quieto.

Acabó por bajar la varita, mirando a Bastet. Él tenía una única pregunta. - ¿Sirve este conjuro contra criaturas mágicas? -

Byron llegó a clase y se metió el último bocado de sandwich en la boca. Había llegado justo a tiempo. Había pasado tiempo en la biblioteca buscando, pero no sabía bien bien el qué, así que no había acabado por encontrar nada. Byron escuchó las palabras de la maestra comenzando la clase pocos segundos después de sentarse, le había ido algo justo.

Estuvo atento a las clases. Aunque aún pensaba en Puppy algunas veces, cuando salieron las serpientes, su atención se centró en ese peligro. Sabiendo lo peligroso que podrían llegar a ser las serpientes, se acercó a un lagarto y ejecutó el conjuro.

- ¡Amannssus lagarto! - ordenó firmemente.

El rayo rosado impactó contra el lagarto calmándolo por momento. Tras esto, escuchó la pregunta de Ithan, esto le hizo pensar en Puppy, mientras estuviese concentrado, el animal estaría calmado... Pero algo más oscuro le pasó por la mente:

- No sólo criaturas mágicas. Sirve este conjuro para seres conscientes. Por ejemplo, un humano?

El muchacho llegó y se detuvo en la puerta de la clase. No sabía qué sensación le transmitía ver todo lleno de serpientes y lagartos, pero lo que sí pensó fue que no sabía si esa clase era muy acertada para un día como aquél. Tras haber perdido sus mascotas... ¿no era algo insensible por parte de la profesora? Y más cuando entre los alumnos era una posible culpable...

Pero como eso no era algo que él tuviera que juzgar, pasó al interior evitando pisar a los animales. No le daba asco que le rozaran, pero sí algún escalofrío que otro... No tardó en encontrar un lugar elevado en el que no había criaturas para sentarse.

Escuchó la explicación de la profesora, y se permitió responder a Ithan y a Byron: Animales, bestias y algunas criaturas mágicas, pero no será a todas. Y dudo que en esa categoría entren humanos

¡Amannssus serpientes!

Cuando llegó a la clase, el ambiente le resultó grato. Miró a la profesora y le dedicó una sonrisa sincera. Seguramente ella estuviese al tanto de los rumores que se escuchaban por la escuela, y la pequeña quería dejarle claro que ella no se fiaba lo más mínimo de ellos.

Saludó a todos los presentes y tomó asiento en un tocón cercano a William y Edward. Les saludó tímidamente con la mano y después prestó atención a la clase, aunque bajó la vista y sonrió en varias ocasiones, cuando alguna de las serpientes o lagartos le rozaban el tobillo.

Tras escuchar en qué consistía el hechizo, no pudo evitar pensar que de haberlo sabido el día anterior, quizás hubiese podido evitarse... Suspiró y se dió cuenta de que estaba pensando tonterías. Aprovechando que uno de los lagartos pasó cerca de ella en aquel mismo momento, decidió lanzarle a él el hechizo. Así al menos estaría concentrada pensando en lo que debía.

- ¡Amannssus lagarto! -Dibujó una floritura con la varita y de esta salieron varios destellos rosáceos que fueron a parar al pequeño animalejo, calmándolo al instante.

La profesora paseó por la clase observando los conjuros que ibais realizando. Habíais elegido con cada conjuro a un solo objetivo, pero tal y como os dijo la profesora, cuanto mejor fuera vuestro conjuro más animales podríais abarcar. Así que, con cada rayo rosado que se materializaba en vuestra varita, varias serpientes, o varios lagartos iban quedándose relajados.

El conjuro era poderoso y tras terminar la clase la mayoría de animales habían quedado completamente relajados.

¡Vuestro trabajo ha sido un éxito! Dijo mirando a todos. Si os fijaís bien, no solo se han relajado la serpiente o el lagarto al que habéis apuntado. Por ejemplo, mirad a Enya. Dice mientras espera que contempléis a vuestra compañera de Gryffindor. Ella había lanzado el conjuro sobre una serpiente, pero a su alrededor había cinco serpientes más, completamente relajadas. Su conjuro ha sido el que más éxito ha tenido. Por esto tiene tantas su alrededor. ¡Buen trabajo, chica!

  — Profesora— llamo la atención de la mujer gato levantando la mano—tengo una duda — prosigo en cuanto me da la palabra—, si intentamos calmar a varios animales al mismo tiempo ¿el hechizo es menos efectivo que si lo hacemos sobre un único objetivo?— pregunto tan pronto como la duda asalta mi mente.

 No es que sea menos o más efectivo vuestro conjuro. Es que cuanto más potente es, más probable es que logréis calmar a más animales. Si queréis lanzarlo sobre varios a la vez, el conjuro no pierde potencia, simplemente afectará a más o menos según su potencia.

- ¿Sirve este conjuro contra criaturas mágicas? -

- No sólo criaturas mágicas. Sirve este conjuro para seres conscientes. Por ejemplo, un humano?

- Animales, bestias y algunas criaturas mágicas, pero no será a todas. Y dudo que en esa categoría entren humanos

- Me temo que no. Este conjuro solo funciona con animales o bestias mágicas. Pero si la criatura es suficientemente inteligente el conjuro no valdrá de nada. Tan solo transforma el estado de criaturas menores, nada más.

Tras responder aquellas dudas, la profesora gatuna se diigió a la pizarra y comenzó a escribir vuestros nombres, seguidos del número de animales que habíais amansado.

He decidido puntuar más a los alumnos que escogieron los lagartos, pues las serpientes estaban nerviosas, pero los lagartos estaban en una aptitud agresiva y hostil, por lo que tranquilizarlos a ellos era una tarea mucho más complicada y por eso no han logrado tranquilizar a tantos.

De todas maneras tengo que reconocer que habéis hecho un buen trabajo. Así que, el domingo solo tendré que ver a Gabriela, por favor avisádselo.

Por lo demás, muchas gracias por vuestra atención y nos vemos el viernes. Dice mientras lanza nuevos rayos rosados sobre las criaturas y todas ellas la siguen cuando abandona la clase, dejando aquello completamente vacío a excepción de algunas escamas caídas y algún que otro excremento.

Kelly miro a su compañera y contenta dio varias palmaditas  -Es verdad, tu conjuro es que que mejor ha funcionado ¡Bien!- Lo cierto es que también se encontraba contenta por ella misma y por la clase en general, que habia logrado buenos resultados.

La unica por quien sentia lástima fue por Gabi, no la habia visto regresar del entierro y sin duda se encontraba muy triste. Esperaba verla al menos a la hora de comer.

Empezó a recoger sus cosas y fue a donde estaba Willow ya que ambas habian quedado para ir al Lago Negro a recoger ciempiés -Ha sido genial que nos haya salido a todos- comentó a modo de saludo. Cuando estuvo lista se despidió de sus compañeros -Nos vemos a la hora de comer-  después se fueron.