Partida Rol por web

La Clase de Transformaciones es una de las clases de primer año que se encuentra en la planta baja junto al gran comedor, la asignatura la imparte Sarth - Melem, un centauro proveniente del sur de Irlanda.

Transformaciones consiste en cambiar las propiedades de alguna criatura, cosa o condición.

Este tipo de conjuros son muy útiles en situaciones de necesidad y muchas veces se usan en momentos de la vida cotidiana.

Vuestro nuevo profesor sin duda os dejaba boquiabiertos. Ante vosotros se encontraba un centauro, una especie de criatura mágica mitad hombre, mitad caballo. Yacía tendido en el suelo sobre una especie de lecho de paja y hierbas. El hombre llevaba el pelo largo y moreno y vestía con ropas compuestas de plumas, típicas de los indios que habíais visto en las películas muggles del Oeste.

La clase en la que os encontrabais parecía más propia del exterior del colegio que de la planta baja. Si no fuera porque estabais bajo techo pensaríais que estabais en el patio del colegio. 

Os sentasteis donde pudisteis, ahí no había ni butacas, ni mesas, ni pupitres. No os quedaría más remedio que sentaros en algún lecho de paja, ramas y hierba como había hecho vuestro profesor.

¡Bienvenidos! Dijo una vez que estabais todos sentados en el suelo. Mi nombre es Sarth - Melem y voy a ser el profesor que va a impartir la asignatura de Transformaciones.

Hoy abriremos el libro, "Una dura tarea, la transformación", por la primera página.

El hechizo que vamos a practicar hoy es muy sencillo. 

En aquel momento el centauro toma uno de los palitos que había junto a él que resulta ser su varita mágica. Lo sacude y todos los montones de hojas secas que hay a vuestro alrededor comienzan a tomar forma y se convierten en pequeñas cajitas de madera con un pequeño candado marrón.

Hoy vamos a comenzar usando el conjuro "Alohomora". Es un conjuro muy sencillo, tan solo tendréis que apuntar con vuestra varita, señalar la cerradura del objeto en cuestión y decir la palabras adecuadas. En este caso todos diréis "Alohomora caja". Si tenéis éxito en el hechizo la caja se abrirá y veréis el resultado que hay en el interior. El que lo consiga se llevará 10 puntos para su casa y el regalo que hay en su interior. Y el que mejor lo haga se llevará un extra en puntos para su casa.

¡Venga, a practicar se ha dicho!

Llegue ese dia a la clase, en tiempo y en forma, no podia fallar otra vez, tenia muchas ganas de ganar la copa de la casa y debia esforzarme, ademas las chicas estaban haciendo todo el trabajo.
El lugar era bastante natural, me gustaba lo que veia. Estaba acostumbrado en dormir hierbas asi que con gran maestria coloque una linda capa de hierba, era bastante comoda.
Puse la caja que recibi adelante mio y le apunte al cerrojo con mi varita magica, a continuacion dije las palabras adecuadas...

-Alohomora caja-

Eli llegó bastante bien de tiempo a esta clase, debía ser que al estar en la planta baja cerca del comedor, no se entretuvo como siempre en mirar las maravillas del castillo.
Cuando fué a sentarse flipó no había sillas, por suerte ya había llegado Noah, así que Eli lo imitó que chico más práctico pensó para sí Eli y mirandole le hizo el gesto de "ok" con la mano.
Cuando el profesor empezó a hablar, Eli le costó muchisimo atenderle, sólo le miraba y pensaba De verdad existen...quiero tocarlo, quiero conocerle, quiero hacerle una foto...Se concentró como pudo para atender, ya había fallado un hechizo y sinceramente no quería fallar dos.
Empezó a respirar lentamente y dijo vamos allá, señalandó con mi varita la caja

Alohomora caja

La caja de Eli, no se abrió, vaya que decepción, otra que recuperar.

Después de haber desayunado tan bien se dirige a clase confiado-buenas- se sienta al lado de Noah y atiende al profesor.

-Alohomora caja.

Diana entró a clase con su habitual alegría y ganas por aprender, vio que Noah y Joey estaban sentados juntos, asíq ue se sentó junto a Eli. Al parecer el hechizo le había salido mal. Peor animó a su compañera con una sonrisa. Estaba segura que lo haría bien la proxima vez. Atendió muy bien a las explicaciones del extraño profesor. Era genial tener a un centauro, si podía luego le pediría un autografo.

- Bueno vamos a allá- colocó la caja delante suyo, cogió su varita con decisión y... -¡ALOHOMORA CAJA!... Vaya por Dios... bueno yo también he fallado Eli- le susurró a su amiga- no te preocupes ya lo recuperaremos.

Nikolay entró en clase, escuchando lo que el profesor tenía que decir, se puso frente a su caja y sus piro, esperando que esta vez el hechizo saliera bien.

-Alohomora caja-

Entra en la clase y se queda maravillada con lo que ve ahí. Se sienta en el suelo sin hacerle nada de ascos porque le recuerda al campo y a su granja y se siente cómoda en un lugar así. Le gustaría estar ahí durante mucho tiempo y no solo lo que dure la clase.

Escucha al profesor, un centauro, un ser de leyenda, y prepara su varita para imitar los movimientos del hechizo e intentar abrir la caja... aunque no sabe que tiene que ver ese hechizo con transformaciones... quizá después la caja se transforme o algo.

-Alohomora caja.

Señala a la caja que tiene delante y espera poder abrirla.

Colin llegó del Gran Comedor y se sentó junto algún compañero suyo. Estuvo atento a lo que decía el profesor. De mientras escuchaba estaba leyendo el libro de la asignatura. Una dura tarea, la transformación. Era un libro antiguo pero que transmitía una energía muy positiva. 

Tenía una caja delante y pronunció el hechizo. 

- Alojomora caja

Pero la caja no se abrió. - Cachis... dijo en voz baja.

Perry llego junto con Colin a la clase. Nada más entrar vio la decoración de la sala y se quedó asombrado, la sala parecía más un bosque que un aula.

Luego vio al profesor, ¡era un centauro! nunca había visto ninguno y ahora no solo lo había visto sino que era su profesor de transformaciones.

Se sento junto a Gwendoline y se preparo para abrir la caja.

-Alohomora caja.

La caja se abrió mostrando su contenido.

Entro tras mis compañeros en la clase. Parecía que ya había muchos allí. Bueno, al menos no había llegado demasiado tarde como la última vez. Miro a mi alrededor y me siento en el primer sitio que veo vacío.

- ¿Te importa? - digo mientras me siento al lado de una chica.- Anda... ¡pero si tu eres la del tren! Mm... tenías un nombre guay... ¿Tabatha no? Me acuerdo porque mi vecina tenía un gato que se llamaba Tabby. Era gracioso.

En eso me doy cuenta que todo el mundo está ya practicando los hechizos, y o me pongo a ello o puede que me echen la bronca e incluso le quiten puntos a mi casa.

- Veamos... Alohomora caja. - imito la forma de hablar y el movimiento de varita del profesor.

Miro con entusiasmo la caja, pero parece que no se abre. Por el contrario, la chica que estaba a mi lado parecía haberlo hecho mejor.

Selena entró en la clase y saludó a la gente que conocía con una sonrisa. Se sentó donde pudo, cerca de Colin y Gwen.

Prestó especial atención al centauro, pues por mucha curiosidad que tuviera, la asignatura era una de sus favoritas.

Una vez leído el capítulo, cogió una de las cajas y probó de ejecutar el hechizo.

-Alohomora caja!

Se escuchó un pequeño clic y la cerradura de la caja cedió ante la varita de Selena. Sonrió de nuevo satisfecha.

Se giró para ver que tal lo hacían sus compañeros, pero esta vez, a Colin no le había salido el hechizo. Le guiñó el ojo dándole ánimos. Tampoco tenía mucha suerte Gwen... parecía que la caja se había movido, pero no sabía si había llegado a abrirla.

Victor se quedó mirando al centauro, era un ser magnifico, si bien había visto uno cuando llegaron a Hogwarts, no había visto uno con tanta claridad, y menos a la luz del día, y ver un hibrido entre caballo y hombre no era algo que se hiciera a diario en Liverpool.

Una vez que explico el hechizo, el joven pesó para si mismo esta vez no puedo fallar!

Movió la varita y dijo.

Alohomora caja!

Al decir esto la caja se abrió en un santiamén.

El cambio de mentalidad ayuda.

¡A ver! Los que lo habéis hecho bien el hechizo. Dice señalando a los niños que tienen la caja abierta. ¡A ver! Parece que habéis sido vosotros cuatro de Gryffindor, sois... em.... El centauro empieza a buscar entre sus papeles, sí, aquí lo tengo,

Joseph, Nikolay, Noah y Tabatha. Enhorabuena. ¡Habéis hecho un buen trabajo y habéis logrado abrir la caja! Este es un conjuro muy sencillo de transformación, como veis habéis alterado el objeto, lo habéis transformado, ha pasado de ser un objeto cerrado con un candado a estar abierto. Fijaos lo que hay dentro. Podéis quedároslas, las he comprado hoy en la tienda del Sr. Weasley. Cuando miráis en el interior de la caja descubrís que hay un pequeño paquetito de ranas de chocolate. En su interior había algunos cromos que podíais intercambiar más adelante.*

Bien para los cuatro, 35 puntos para Gryffindor, 10 para cada uno, salvo Nikolay que su conjuro ha salido algo regular. Pero bueno, ¡Lo habéis hecho realmente genial! Pero los alumnos de Ravenclaw en este caso se han salido, o al menos los que han logrado hacerlo. Levantaos, vosotros sois.... ehm... se pone a mirar más papeles, a rebuscar, parece que le cuesta encontrarlos y al final todos acaban desperdigados por el césped de alrededor. ¡Aquí! Selena y Perry. ¡25 puntos para cada uno por un trabajo aún mejor que el resto! Ahm y tú, muchachito... tú... ¡sí tú! Víctor, verdad? ¡Para ti 10 puntos más! 

En cuanto a Alexandra y a Morgan, por favor, decidlas que se pasen el Domingo por mi despacho, a ver si han logrado aprender a hacer el conjuro para entonces. Las esperaré por la mañana a primera hora. Espero que esta vez no se queden dormidas. Y lo mismo va para los que no habéis sabido hacer en condiciones el hechizo, os espero ese día.

Después de esa última reprimenda el profesor se levanta, da un golpe a todos los papeles que hay alrededor, se convierten en pequeños pájaros de papel que salen volando detrás de él tras la puerta.

Estaba contando con los dedos de la mano cuantos puntos habíamos sacado en total todos, a ver... 65 puntos para gryffindor en total y 60 para ravenclaw, uff... estuvo cerca, casi que nos ganan en esta ocasión.
Miro dentro de la caja y nos regalan un chocolate, nada mal, me agrada, tome con cariño el dulce y lo guarde en mi túnica, luego me levante y le hables a Nikolay y Joseph.

-Oigan muchachos, ¿Les parece si vamos al patio a seguir practicando?

Diana observó a sus compañeros de casa y luego a Colin y a Selena, el primero había fallado, mientras que la chica si había tenido más suerte.

- ¿Al patio?- le dijo a Noah acercándose a él- creo que esa parte del castillo no la he visto... os importa que vayamos con vosotros yo también quiero hacer mejor mis conjuros... ¿Ves Tab? Esta vez no voy  a vaguear como tu dices, ¿Por qué no vienes con nosotros y nos ayudas? a ti te salen bien todos los hechizos... pero lo cierto es que me gustaría saber como está nuestra amigo el dragón- miró a Eli- bueno- se encogió de hombros- después de la siguiente clase lo mimo podemos ir a ver si está mejor de su resfriado.

Luego se acercó a los dos chicos de Ravenclaf para saludarlos, es decir a Colin y a Selena.

-¿Cómo os va chicos? Nunca os veo después de clase, si queréis podéis venir con nosotros- les sonrió con afecto

Joey se sintió orgulloso de su hechizo

- ¿Has visto tío?, me ha salido bien- le dijo a Noah- no está mal para haberme perdido las otras clases... ¿Al patio? Claro que me apunto, tengo que recuperar un montón... no se si voy a ser capaz.

Nikolay estaba contento, aunque como siempre el hechizo le había salido medio rana, cogió sus cormos y se acerco a Noah, que había propuesto la idea, dejando hablar a Diana y Joshep.

- Por mi vale, pero deberíamos practicar también la de la anterior clase, tengo un "examen" mañana...-Dijo, jugueteando nervioso con las manos, no quería hacerlo tan mal, esperaba que le saliera mejor.