Partida Rol por web

Cuando la profesora le dio sus 5 puntos por el hechizo, Asterope sonrió. Dos de dos. Por ahora estoy sacando bien mis hechizos. Había sido una clase interesante, aunque no tan buena para todos. Cuando la profesora Lovegood se fue, Asterope se levantó y se unió al grupo de Slytherin para comentar los resultados. Qué pena, Ludmila, que no te haya salido. Pero bueno, ya sabes lo que dicen, la Adivinación es una de las ramas que más cuesta dominar. Seguro que lo consigues rápido. Por lo poco que sabía de ella, era una muchacha inteligente y trabajadora, así que estaba claro que con un poco más de práctica lo haría bien. A Anthony tampoco le había salido, pero aún seguía indignada por su comportamiento, así que no le salieron palabras tan amables. Y lo mismo te digo, Anthony.

Luego miró a Linc. Había estado con mala cara desde lo sucedido en el comedor y Asterope no podía evitar sentirse mal por ello. Yo misma le he echado parte de culpa delante de toda la clase, aunque fue Anthony quien se lanzó a él. Ahora que pensaba con la cabeza fría, se había dado cuenta de que, a pesar de sus insultos, no era a Linc a quien había que culpar. A todos nos insultarán alguna vez en la vida. Depende de nosotros saber controlarnos o no. Y Anthony parece que aún no sabe controlarse.

Como había terminado la clase, temía que volviera el malestar entre sus compañeros, así que fue rápidamente a hablar con Linc. Buen hechizo. No pensé que fueras a hacerlo tan bien, teniendo en cuenta que estarás con la cabeza en otra parte. Eso demuestra un buen control de tus emociones, algo vital para un mago. Nunca se le había dado bien hacer cumplidos. Ese tipo de conversaciones requería un acercamiento hacia alguien que nunca había tenido. Oye... eeehm... ¿te apetece ir a dar una vuelta? No sé, podemos ir al lago si quieres. A estas horas estará muy tranquilo. Así te relajas un poco. ¿Qué te parece?

Asentí cabizbajo con la cabeza ante la profesora. El jueves seguramente estaría ya con más ánimos, si ese colegio no acababa machacándole. Su compañera Asterope le obsequió con un "Y lo mismo digo Anthony". Para decirme eso mejor que se hubiera callado, ya que se le notaba que no le salía sincero. Así que antes de que fuera a hablar con Linc le respondí con tono bajo de ánimos.- No hace falta que seas educada conmigo. Si no te sale animarme no me animes.- A pesar de que sabía que un slytherin sería incapaz de cometer esa falta de educacion, prefería que con él hiciera un esfuerzo, ya que con él no hacía falta hacer teatro. Acto seguido me levanté, cogí mis libros y lo metí en mi cartera y me dirigí a la salida pero sin ni siquiera salir, esperaba a Kendra, para recibir alguna que otra reprimenda más que le pusiera la guinda al estúpido primer día que estaba teniendo. 

Miré rápidamente a Asterope, no parecía enfadada con Linc, es más, le alababa sus actos, a pesar de haber sido él el que le provocó de forma consciente para que yo intentara golpearle. Había algo que para Anthony era su punto débil, seguramente entre otros muchos, y era su capacidad de autocontrol. Por eso lo habían expulsado del anterior colegio, por ser un niño "problemático". Pero no entendían que él no podía controlarse cuando se dejaba llevar por sus sentimientos de odio. La única que podría comprenderlo era su prima Sam, pero parecía que no estaba por la labor. No pude evitar sentir celos ante la posición ventajosa de Linc con sus compañeros, a pesar de que las mataba callando. Eso era verdaderamente una vívora, sutil y venenosa.

Lincoln se quedó pensativo, con el puño cerrado y su boca apoyada en él, no dijo palabra alguna cuando la profesora pasó por su lado, al menos no le pareció tan estúpida como la cuatro ojos. Sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor por estar sumergido en sus pensamientos, Asterope se acercó y justo cuando acabó le dijo -Estoy bien, no te preocupes- Se levantó y cogió sus libros sin despedirse de nadie pero al dar el primer paso se paró un segundo pensativo y girándose dijo -Si de verdad te apetece... podemos ir a dar una vuelta por el lago...- Le dijo a su compañera mientras iba guardando el libro en su bolsa y se despidió de sus compañeros lo mas amablemente que pudo -Adiós, nos vemos en la cena.-

Al pasar por la puerta, con cara seria, su mirada se clavó en Anthony quien parecía esperar algo, al no estar atento ni sabía porque se había quedado de pie frente a la puerta y no se largaba aún, no apartó la mirada de él hasta estar ya cruzando la salida y dirigiéndose al lago.

Ni Anthony ni Linc parecían con ganas de estar con la gente. El primero había mirado a Asterope con mala cara cuando le habló. La verdad, no esperaba otra cosa pues si algo se le daba mal a la niña era mentir y estaba claro que no había sonado muy convincente. Pero ahora no le salía de otra manera. Y a pesar de lo que le dijera Anthony, ella siempre tenía la necesidad de ser educada. Así la habían criado y así se comportaría. Ojalá las palabras de Kendra tengan algún efecto sobre él. No quisiera que nos lleváramos mal todos.

En cuanto a Linc, no había sonado muy convencido cuando aceptó ir con ella. Pero por lo menos había aceptado, que ya era algo. Esperaba poder tranquilizarle allí. Durante la hora libre anterior había sido un Linc totalmente diferente al que luego se enfrentó con Anthony y quería volver a sacar esa parte de él. Así que se despidió del resto. Bueno, me marcho al lago yo también. Nos vemos en la cena. Y añadió a Kendra en voz baja: Suerte con Anthony, espero que consigas algo. Y salió del aula siguiendo a Linc.

Kendra esbozó una sonrisa satisfecha cuando recibió los puntos de la profesora, aunque el hecho de que Ludmilla no lo consiguiera, hizo que aquella sonrisa se ensombreciera ligeramente:

-No te preocupes, practicaremos después y verás como lo sacas enseguida... Has estado muy cerca...- la animó, apretando ligeramente su antebrazo. Y, acto seguido, cabeceo en dirección a Anthony, casi coincidiendo con el deseo de Asterope de que tuviera suerte con el muchacho- Voy a hablar con él un momento... Ahora os veo... -y sonrió ligeramente a Asterope a modo de agradecimiento.

Se acercó entonces a Anthony, con aquella delgada sonrisa aún dibujada en los labios. Y, lejos de mostrarse hostil, sus primeras palabras fueron de ánimo- Casi lo consigues... Seguro que la próxima vez te sale... - le dijo entonces, mientras pensaba en cómo enfocar lo que quería hablar con él- Si quieres podemos practicarlo después con Ludmilla y os ayudo a los dos con el conjuro... - ladeó la sonrisa en sus labios mientras lo miraba, esperando una reacción por parte de él, antes de seguir hablando. -¿Podemos hablar un momento entonces?

Miré unos instantes a Kendra. Su mirada me seguía fascinando aunque desconfiaba de sus intenciones. Sabía que detrás de esas educadas palabras le esperaba una buena reprimenda, o algo por el estilo. Cabizbajo y sin sostenerle la mirada contesté.- Gracias por ofrecerme tu ayuda.- Era un fórmula educada que mi madre me había enseñado de muy pequeño y de la cual Kendra podía sentirse satisfecha de que hubiera utilizado con ella. Kendra le fascinó desde el primer momento en el que la conoció, a pesar de no conocerla mucho.- Si puede ser... me gustaría hablar en el campo de quidditch.- Dije sin pensarlo dos veces con mi tono de voz entristecido. El campo de quidditch sería como mi pequeño santuario. Allí podría ver a los equipos de las casas entrenando y estar más a solas con Kendra. Estar rodeado de mucha gente para hablar de temas más privados como algún problema que tuvieran con él o cualquier cosa no le motivaba mucho. Sabía que no era un día bueno para ninguno. Ellas querían la unidad y Linc quería joderle la vida para salvar su orgullo. Yo simplemente no podía contenerme, no era un fallo mío, era una respuesta natural. Eso no quería decir que fuera un monstruo o una bestia...

Kendra asintió ante la peticion de Anthony. Suponía que lo que buscaba era tranquilidad y lo cierto es que no quería que el chico se sintiera presionado por las miradas de sus compañeros. Necesitaba que estuviera tranquilo y concentrado en lo que tenía que decirle.

-Esta bien, vamos. - le dijo, ladeando ligeramente su sonrisa.

Y dedicó una última mirada a Asterope y Ludmilla antes de salir de allí con el chico, en dirección al campo de Quidditch.

Christopher guardó la varita y se acercó con rapidez a Helios.

¡Fantástico! ¡Has conseguido 50 puntos! ¡Genial! dijo entusiasmado. Y no por los puntos ni por su cmopañero, desde luego, si no por lo que tenía en mente.

¿Sabéis? Hoy en el lago ha salido una criatura muy rara. Era azul y tenía forma rara... ¡Y para hablarnos, se ha puesto una burbuja! Voy a la biblioteca a investigar, ¿venís?
 

Tal vez había sido sólo una impresión la aparción de las letras, pero no sabía si era por alguna extraña distracción o por el ímpetu del momento, pero el hechizo no le había funcionado. Pero que???? Al revés???...No puede ser. Yo he hecho lateral, firulete y al centro...y notó donde se había equivocado. No No No!!! Que estúpida he sido...!!!

Pero ella nunca se equivocaba, se sabía la técnica, sabía las palabras y su concentración era siempre formidable. Pero ahora había fallado, y tendría que repararlo como sea. Sentía que la cara se congestionaba y comenzó a acomodar su cabello aunque estuviera todo en su lugar.

-Gracias, nos vemos en la cena...Rápidamente tomó sus libros y cavilando por lo bajo se dirigió rauda a solucionar el error que había cometido.

-Gracias compañero.-Digo con una sonrisa.-La verdad es que siempre gusta ser de ayuda a la casa... más aun si aprendo algo por el camino. 

Me vuelvo a los demas.

-¿Investigamos ese extraño ser?

- Gracias. - Respondo a Ed, y espero ver qué pasa con el resto. Tras las evaluaciones, me alegra haber conseguido colaborar con la casa haciendo bien el hechizo, y que la profesora Lovegood me felicite hace que se me olvide la vergüenza que pasé en la clase de Artes Quiméricas.

- ¡Felicidades, Helios! ¡Estás hecho un profesional! - Digo, verdaderamente animado, tal que casi parece haberse desvanecido la timidez. La idea de ir al lago a ver esa criatura me llama bastante la atención. - ¿Queréis ir? Por mí vale.

— ¿Cómo que una criatura?.— Pregunto sorprendido al escuchar a Christopher, la verdad es que resulta interesante, aunque la idea de volver a la habitación a seguir estudiando compite con posibilidades ante esa idea.

Ir al lago puede ser interesante, de eso no cabe la menor duda, aunque personalmente dudo que haya una criatura tan fascinante como la pinta nuestro compañero, básicamente porque los profesores lo sabrían. Por otro lado, no me preocupa que sea peligroso por ese mismo motivo, los profesores no permitirían a los alumnos acceder a una zona donde habita una criatura peligrosa.

Aun así, si quisieran que fuésemos a verlo, habrían informado de que está en ese punto, por lo que en cierta forma también me preocupa.

Pasados unos segundos de cabilaciones me doy cuenta de que estoy abstraído en mi mismo y que me habían hecho una pregunta, por lo que asiento con la cabeza.

— Vale, vamos.— Digo de forma algo escueta, y entonces me doy cuenta de que no he felicitado también a Helios.

— Enhorabuena, Mcg... Helios, lo has hecho genial.— Le digo a mi amigo con una sonrisa en la cara mientras corrijo mi forma de referirme a él, estoy acostumbrado a llamar a la gente por su apellido, pero eso no es que ayude demasiado a entablar relaciones, así que es mejor evitarlo.

— Recordad que tenemos que buscar a Maxwell, a lo mejor le ha pasado algo y por eso no ha venido a clase.— Añado al recordarlo.

Recojo mi libro y me lo meto bajo el brazo, esperando a que William haga lo mismo para irnos.

-Tienes razon.-Digo asintiendo.-Deberíamos ir a buscarlo a ver qué le ha pasado... Luego si queréis podemos ir a buscar algo o preguntarle a la profesora a ver de que ser se trata y leer algo en la sala comun o incluso ir a preguntarle al profesor de Conocimiento de Criaturas mágicas.

— Vale, ¿y por dónde empezamos? ¿Vamos a comedor? ¿A la sala común? ¿Al dormitorio? ¿Probamos en la biblioteca? ¿O lo buscamos por los pasillos?

Me encojo de hombros.

- No sé... como queráis. - Realmente me da igual, y nunca he sido una persona a la que le guste decidir, así que me dejo llevar a no ser que haya una cosa clara.

— La última vez que lo vimos estaba en el comedor, pero de eso hace ya una hora, por lo que sería poco probable que siguiese allí comiendo. Quizás volviese a la sala común para coger los libros y se quedase dormido, ¿visteis si llevaba los libros en el comedor?

—Pero qué raro, ¿no? Con lo callado que es y lo bien que lo hizo esta mañana, la verdad es que daba por hecho que no fallaría ni una, ¿no? —me vuelvo a encoger de hombros—. ¿Le habrá pasado algo malo? Espero que no... Ni que se haya perdido. Este castillo es enorme.

Aiden se sintió muy orgulloso de sí mismo al conseguir ser el primero en hacer el ejercicio, y más cuando la profesora le dió 10 puntos Por lo menos he conseguido los puntos que no logré con el otro hechizo. Ya se encontraba de mejor humor, así que decidió hablar con sus compañeros, pero cuando centró su atención en ellos se fijó que algo raro pasaba, como si estuvieran peleados ¿Qué habrá pasado? ¿Por qué parece que están contra Anthony? Luego le preguntaré, por la noche, cuando todo esté más calmado

- Yo me voy a los jardines, tengo que sacar el otro conjuro hoy, aunque me quede sin cenar. Luego nos vemos en la sala común. ¡Hasta luego!

La última vez que le vi... Estaba en el Gran Comedor leyendo un libro. dijo Christopher tras estar unos instantes pensativo.

A lo mejor se quedó leyendo y se le ha pasado el tiempo sin darse cuenta. ¿Vamos a buscarle primero allí? propuso a sus compañeros.

— Pues venga, vamos hacia allí. — Digo mientras recojo mis cosas y echo a andar hacia el comedor junto a mis compañeros.