Cuando la nombran Li mira y dice:

- No preocuparte...solo ofrecerte ayuda con el hechizo

Sigue comiendo tranquila y pausadamente mirando su comida y haciendo memoria sobre que clase tocaba ahora, una clase que esperaba fuera de una asignatura que le gustase mas

Morpho había entrado cavilando en sus propios pensamientos, ella lo había visto de reojo pero no le había dicho nada, cuando el niño se percató de su presencia. -Hola Morpho, no es nada. Veo que algo te está devanando los sesos. Sabía que seguramente era algún hechizo que tenía que practicar. -Tranquilo que ya lo sacarás...

-Gracias, igualmente...dice con una inclinación de cabeza a Linc viendo coger su almuerzo. Después aparece James, ese niño tenía unos modales tan bruscos como un simio, y era muy ruidoso, demasiado tal vez para un Slytherin. La blonda lo mira de reojo. -Buenas noches James, que aproveche...dice con una sonrisa en sus labios. Me imagino qué diría Cassius si estuviera acá...

La niña asiática estaba también ahí, educada como era le dedicó una minúscula sonrisa protocolar. -Creo que no nos hemos presentado como es debido, mi nombre es Ludmila Giles- Freire, un placer conocerte Li. Así te llamas verdad?

Ludmila una chica rubia que no veia en sus clases por lo que Li intuyo seria de otro curso, seguramente primero porque parecia mas pequeña le saluda, esta asiente con la cabeza y dice:

- Si, un placer, Ludmila Giles-Freire, mi nombre es Li húan Chang pero puedes llamarme Li es mas....facil decirlo

Agacha la cabeza un poco en señal de saludo

Asterope llegó con la cabeza gacha al comedor. Su rostro, transparente como casi siempre, mostraba confusión y algo de cabreo. A pesar de lo fructífero que había sido su trabajo para CCM, no lo fue tanto su conversación con el bibliotecario. No entendía por qué el elfo se cerraba tanto.

Se sentó en la mesa, donde ya había bastante gente-. Buenas. Que aproveche –dijo sin fijarse bien en quién había, algo ida y pensando en sus cosas. Se sirvió arroz y bacalao y comenzó a comer. Quizás podría hablar con otra persona... Solo para confirmar que tenía razón.

Pero, por ahora, poco podía hacer. Así que abrió la mochila y sacó el libro de duelo para repasar lo que tocaba esa tarde. Aunque a los Knower no les gustaba mucho, Asterope pensaba que una base teórica era fundamental para el desarrollo práctico, si bien estaba claro que no era lo más importante. Estaba decidida a no fallar ese conjuro, por muy complicado que pareciera. Además, tenía que demostrarle a esa varita que ella se esforzaba por hacer su trabajo y, por tanto, le debía tanta lealtad como a su antiguo dueño.

Al rato, Morpho se despidió de sus compañeros levantando la mano.

Se dirigió a clase de inmediato.

Li termina de comer y mira a sus compañeros de mesa:

- Yo ire hacia la clase, que aprovecheis

Se pone de pie y tras despedirse con una leve inclinacion de cabeza sale del comedor hacia la clase donde tendra la proxima clase, no recordaba muy bien cual era hasta que finalmente lo recuerda, una de las clases que mas le gustaban y mejor se le daban, eso consiguio animarla un poco

- Sí, ya es hora - dice William sin ningunas ganas de ir a clase. Pero entonces recordó que tocaba duelo y su mal humor se desvaneció.

Por lo menos será una clase interesante.

- Os veo allí - añadió dirigiéndose a los que quedaban en la mesa mientras se ponía en pie y echaba a andar hacia la salida.

Asterope comía y leía, comía y leía. No hacía caso a quienes estaban con ella, de lo concentrada que estaba. No era raro verla con la nariz metida en el libro estudiándolo, pero sí era raro que no escuchara lo que se decía a su alrededor. Cuando terminó con la fruta y con el capítulo, notó que la gente se movía.

Levantó la cabeza y comprobó que algunos ya estaban marchándose, así que, como había terminado de comer y de repasar, guardó el libro en la mochila con la idea de ir también a clase. Vio a a Ludmila y a Linc aún en la mesa, junto a otros de segundo-. Uy, hola, no os había visto. Voy ya a clase -les informó mientras seguía a William hacia clase de duelo.

James estaba esperando la respuesta de Will, pero ya que pasó de él se fue a paso ligero hacia la clase de encantamientos. Que vagancia.

Kendra llego tardisimo al Gran Comedor, tanto que practicamente todos se habian marchado. Se despidio de Ithan en la puerta, como de costumbre, dejandole un beso en la mejilla, y echo a andar hacia la mesa de Slytherin, saludando a sus compañeros con una media sonrisa- Hola chicos, ¿que tal? Que aproveche. Me muero de hambre... ¿Que toca ahora?

Se sento, comenzando a servirse algo para comer, y dando buena cuenta de ello, con cierta prisa para que no se le pasara la clase.

Y, en cuanto termino de comer, echo a correr en direccion a clase de duelo. Casi se le echa la hora encima.

¡La cena del Día 9 ya está lista!

Miércoles

Mediados de Noviembre

La blonda entró al comedor, caminando con su habitual cadencia, aunque se notaba un leve rubor en sus mejillas de porcelana. A pesar de estar a la perfección acomodó su trenza en un gesto automático y se dirigió a la mesa. 

Se sentía algo culpable por no haber asistido a sus clases, pero sabía que no tendría problemas en recuperar los hechizos. Se sentó de lado en una posición elegante, mientras tomaba algo de carne y un poco de verduras. Ninguno de sus compañeros estaba todavía en la mesa, pero esa soledad momentánea le permitía cavilar en sus propios pensamientos. 

Morpho llegó al comedor.

Con paso decidido fue directo a su habitual asiento. Saludó a Ludmila, aunque con una leve sonrisa puesto que parecía estar en otra parte. No quiso interrumpirla, al menos, de momento.

Se sirvió una sopa de verduras y pescado al horno. Para su gusto estaba pasado, a él le gustaba menos hecho, pero habría que aceptar que los cocineros eran unos inútiles.

Asterope entró en el Gran Comedor algo tarde. Se despidió en la puerta de Gabi y Kelly, que habían permanecido con ella todo el rato que estuvo en la enfermería. La enfermera la había retenido un buen rato y eso que su herida se había curado prontísimo. ¡Pero quién iba a contradecir a esa mala bruja! Le extrañó ver solo a Ludmila y a Morpho, pues pensaba que a esas horas habría más gente cenando.

- Buenas noches. Que aproveche –saludó a los dos Slytherin, sentándose al lado de la rubia. Se sirvió lasaña de espinacas. Antes de hincar el diente, se dirigió a su amiga-. Ludmila, ¿qué pasó esta tarde? No te hemos visto en clase de duelo, ¿ha ocurrido algo? –Le extrañaba que ella precisamente faltara a clase. Con lo responsable que había sido siempre-. Me ofrecería para enseñarte el conjuro, pero desgraciadamente no conseguí aprenderlo –Frunció el ceño mientras reconocía este lamentable fallo que había tenido. No le gustaba fracasar en las clases. Podría consolarse pensando que era culpa de la varita, pero ni siquiera eso le hacía sentirse mejor consigo misma. Lo único que podía hacer era resignarse y esperar a que Ollivander trabajara rápido.

- De todas formas, cuando tenga mi varita de vuelta, podríamos practicarlo juntas. No era demasiado complicado, en realidad –le comentó a su amiga mientras empezaba a comer la lasaña.

Saludó a la recién llegada, pero como ya se había terminado la cena, decidió que lo mejor sería irse a la cama algo más temprano de lo habitual.

Qué aproveche - les dijo. Y descansad, buenas noches.

Morpho se marchó sonriendo, feliz porque mañana sería un nuevo día.

Li entra en el comedor, se notaba en la cara que tenia frio y que poco a poco segun estaba acercandose se le iba pasando, al llegar saluda a todos antes de sentarse:

- Hola, que aprovecheis la comida

Se sienta en el primer sitio que ve y se sirve algo de comida, principalmente verduras, hechaba bastante de menos el que no hubiese arroz en la cena, era algo que siempre comia y realmente le gustaba el arroz, para ella era como el pan para los europeos, pero no podia hacer nada, con su plato delante junta las manos y dice.

-  Wèikǒu

Entonces con esos complicados cubiertos occidentales comienza a comer

-Hola, gracias que aprovechen...responde educada a Asterope, Morpho y Li que se sentó de última . Con la llegada de su compañero había emergido de sus ideas,dejándolas de lado por un momento. 

Tomó un poco de zumo de calabaza con un pequeño sorbo. -Definitivamente es esa varita. Tú eres excelente con los hechizos...la rubia lo dijo seria mirándola a sus ojos. No había margen de duda y las mujeres sobrepasaban con creces a los varones de la Casa. -Digamos que se me he...entretenido con otras cosas. Cuando quieras recuperamos el hechizo que tocaba hoy. Segura que lo sacaremos sin ningún esfuerzo.

Ithan llegó junto a Kendra a la mesa de Slytherin. Parecía que venían hablando algo sobre las clases de duelo y defensa contra las artes mágicas. Al alcanzar la mesa, saludó a los presentes. - Buenas noches, que aproveche. - Dijo, educado y correcto con una diminuta sonrisa.

- Con permiso. - Pidió a los presentes, haciendole sitio a Kendra junto a él y tomando asiento en la mesa. - ¿Cómo ha ido la tarde? ¿Ludmilla... estás bien? No te vi en clase. - Acabó por decirle, mientras comenzaba a servirse algo de comer.

Asterope saludó a Lí cuando llegó a la mesa. Era una chica algo rara y simpática. Aunque la Bletchley no podía explicarse cómo, después de año y medio rodeada de alumnos ingleses y dando clases en inglés, le costaba tantísimo formar frases tan sencillas.

- Sí, en eso tienes razón. La varita es la que da problemas –dijo a Ludmila con una sonrisa, agradeciéndole sus palabras-. Pues no eres la única que ha faltado. Hoy ha habido poquísima gente en clase, no sé qué habrá pasado con los demás.

Terminó de comer la lasaña y se sirvió entonces un cuenco de yogur natural con trozos de manzana. Justo entonces llegaron Ithan y Kendra. Últimamente estaban más inseparables que nunca, si eso era posible. Asterope imaginó que la tragedia los había unido mucho.

- Buenas noches, igualmente –les saludó.

Asterope saludó a Lí cuando llegó a la mesa. Era una chica algo rara y simpática. Aunque la Bletchley no podía explicarse cómo, después de año y medio rodeada de alumnos ingleses y dando clases en inglés, le costaba tantísimo formar frases tan sencillas.

- Sí, en eso tienes razón. La varita es la que da problemas –dijo a Ludmila con una sonrisa, agradeciéndole sus palabras-. Pues no eres la única que ha faltado. Hoy ha habido poquísima gente en clase, no sé qué habrá pasado con los demás.

Terminó de comer la lasaña y se sirvió entonces un cuenco de yogur natural con trozos de manzana. Justo entonces llegaron Ithan y Kendra. Últimamente estaban más inseparables que nunca, si eso era posible. Asterope imaginó que la tragedia los había unido mucho.

- Buenas noches, igualmente –les saludó.

Cuando terminó de cenar, recogió sus cosas, se despidió del resto y se marchó a la sala común.