Partida Rol por web

[HLdCN] - Subastas Millonarias

11. The Grim Grotto (Noche)

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28/09/2018, 01:24
Fiona Widdershins

Los Millonarios sabían que algo andaba mal en el momento en el que llegaron al submarino, tocaron la escotilla de metal y no recibieron respuesta del capitán. Había sido de nuevo un viaje frío y oscuro a través de la cueva, aún más difícil por el hecho de que nadaron contra corriente, en lugar de dejarse llevar por la corriente. Reginald, quien había ido a la cabeza del grupo, agitó un brazo delante de él de un lado a otro, temeroso de perder por completo al Queequeg o de que su mano se topara con algo siniestro que acechara en la gruta. René tembló durante todo el viaje, y Anya podía sentir en sus dedos el tic nervioso de Fiona mientras sostenía su mano.

La Dennise no podía ver ni una luz a través de la pequeña ventana redonda del casco de buceo, pero como los otros Millonarios, se concentró en regresar sana y salva, y la idea de volver al Queequeg se sentía como una pequeña luz brillante en la oscuridad de la gruta. En unos momentos, los Millonarios pensaron escuchar el atronador “!Oi!” del capitán Widdershins que les daba la bienvenida por volver al haber cumplido su misión. Quizás Phil habría cocinado una agradable comida caliente. Y tal vez el telégrafo habría recibido otro Voluntario Fáctico Despacho, que tal vez podría ayudarlos a encontrar el Azucarero, por lo que el viaje no habría sido en vano. Sin  embargo, cuando Saimon les llevó a la escotilla, no encontraron ninguna señal de que alguien a bordo del Queequeg fuera a darles la bienvenida.

Después de tocar por varios minutos, los preocupados Millonarios tuvieron que abrir la escotilla por sí mismos, una tarea difícil en la oscuridad, y entrar por el túnel, cerrando rápidamente la escotilla detrás de ellos. Se preocuparon aún más al descubrir que nadie había activado la válvula, por lo que una gran cantidad de agua se precipitó por el túnel y se derramó por la habitación en la que los Millonarios habían conocido al capitán Widdershins. Podían oír como el agua salpicaba contra el suelo del submarino mientras comenzaban su descenso, y esperaban oír al capitán gritando “¡Oi! ¡Qué desastre!” o “¡Oi! ¡La válvula se rompió!” o incluso algo optimistas de Phil, como “¡Miren el lado bueno... es como tener una piscina para niños!”.

—¿Capitán Widdershins? —llamó El Patrón, con su voz atenuada por el casco de buceo.
—¿Padrastro? —llamó Fiona, con su voz atenuada por el casco de buceo.
—¿Phil? —llamó Dr. Henry.
—¿Todos? —llamó Saimon.

Nadie respondió a sus llamadas, y nadie hizo comentarios sobre el agua que se precipitaba por el túnel, y cuando los voluntarios llegaron al final del túnel y se agacharon para entrar en la pequeña oscura habitación, no encontraron a nadie allí que les diera la cara.

—¿Padrastro? —volvió a llamar Fiona, pero sólo escuchó el movimiento del agua mientras pisaba un gran charco en el suelo. Sin molestarse en quitarse los cascos, los siete Millonarios corrieron por el pasillo lleno de charcos, más allá de la placa con la filosofía personal del capitán grabada en ella, hasta que llegaron a la Sala Principal. La habitación era tan grande como siempre, por supuesto, con todos los desconcertantes tubos, paneles y señales de advertencia, aunque parecía que el lugar había sido ordenado hace poco tiempo y ahora había unos pequeños objetos decorativos cerca de la mesa de madera.

Atados a tres sillas estaban unos pequeños globos de color azul que flotaban en el aire, y cada globo tenía una letra en su superficie con tinta negra y espesa. El primer globo tenía la letra “V”, el segundo la letra “F”, y sólo alguien tonto se sorprendería al escuchar que la tercera letra era la “D”.

—V.F.D. —dijo Anya—. ¿Crees que sea algún código?

—No estoy interesada en códigos en este momento —dijo Fiona, con su voz llena de tensión que hizo eco en el
interior de su casco—. Quiero encontrar a la tripulación. Todo el mundo busque a su alrededor.

Los Millonarios miraron a su alrededor, pero todo se veía tan vacío y solitario como la gruta. Sin la enorme presencia del capitán Widdershins —“enorme presencia” es una frase que aquí significa “gran tamaño físico combinado con una personalidad vibrante y una ruidosa voz”— la Sala Principal parecía completamente desierta.

Sus cascos no están —dijo—. Tanto Phil como mi padrastro siempre tenían sus cascos de buceo en la mesa, en caso de una emergencia —pasó la mano por la mesa, como si pudiera hacer que los cascos volvieran a aparecer—. Se han ido —dijo—. Han dejado el Queequeg.

Notas de juego

Ya podéis postear.

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28/09/2018, 03:36
20-M Reginald Coleson 4R

A Reginald le había gustado tanto el matraz con pajita de vidrio que salía de él y se enroscaba en el aire que había encontrado en la artificial playa submarina que se había decidido a quedárselo.

Pero eso suponía una pequeña alegría para enfrentarse a un submarino vacío. Tan pequeña que resultó insignificante.

¿Quizás han salido por una emergencia?Además, alguien nos ha dejado un mensaje en forma de globos. "V. F. D." ¿qué creen que puede significar? - Preguntó en un tono que hacía indistinguible si contenía o no humor ácido.

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28/09/2018, 09:14
El Patrón 2R

El Patron estaba cansado de nadar, no le gustaba el agua ni en el whisky, no era su elemento predilecto, ademas la forma de hablar del capitan, las de Regi, que hablaba tb raro, el pescado de la comida q hacia sus volteretas en el estomago y la falta de oxigeno del casco le estaban pasando factura!!!

Regi, ciertamente es un mensaje para ti, y creo que dice esto:

Virgocho Fracasado Deforme

Acto seguido agarró un objeto contundente y golpeó el casco de Regi, no para hacerle daño, solamente para que el sonido le rebotase dentro del casco y le dejasen medio sordo y aun mas tonto...

GONGGG!!!!

Despues se empezó a reir y a darse el mismo en el casco

GONNNG!!! GOONNGGG!!! GOONGG!!!

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28/09/2018, 16:36
El Patrón 2R

El patrón quedó tirado en el suelo aturdido, tanto estrés le pasaba factura...

Empezó a gritar 

Traidores pendejos hijos de la gran chingada y parece que se desmayó 

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28/09/2018, 18:59
21-M Saimon Satrustegi Windfog

Saimon a estas alturas estaba tan confundido como el resto. -Pues... a lo largo de los días hemos visto tantas posibles palabras para esas tres iniciales que ya puede ser cualquier cosa. -Comentaba intrigado mientras escuchaba los gong de la hora en punto. -Que raro... han sonado cuatro y yo juraría que son mas de las ocho, otro misterio sin duda. -Comento Satur mientras se giraba y vio al Señor Patron tirado en el suelo con la barra y su casco abollado. -Que dices Patrón. ¿Han sido los traidores? -Miro su casco y luego su mano, luego su mano y después el casco y de vez en cuando miraba "el algo contundente" que había usado.

-Mmmm... Me da que ha sido usted mismo amigo. -Le comento la dura verdad a un Señor Patron desmayado.

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28/09/2018, 20:06
20-M Reginald Coleson 4R

Reginald pensó: "No nos desviemos, lo importante ahora es saber por qué han abandonado el submarino, si ha sido un acto voluntario o forzoso por alguien ajeno. Y también si el mensaje con globos es obra de los tripulantes o de alguien que pueda haber irrumpido. Fiona, tú que conoces bien a tu padrastro, ¿qué crees que podría ocasionar que abandonase la nave? Si él mismo había dicho que un capitán nunca la abandona"...

...bueno... o eso hubiese sido lo que hubiese pensado si no hubiese sido Reginald. Pero era Reginald, así que en realidad lo que pensó fue:

"Ho-ho-ho-oh
Kung fu fighting!
Ho-ho-ho-oh
Had to be fast as lightning
Ho-ho-ho-oh
Ho-ho-ho-oh
Ho-ho-ho-oh
Keep on, keep on, keep on
Ho-ho-ho-oh
Yeah, yeah.
Ho-ho-ho-oh
Everybody was kung fu fighting
Had to be fast as lightning"

Y lo que dijo fue:

Son unos globos muy bonitos. Me recuerdan una peli de mi la empresa de mi padre la familia que represento. Es curioso. Es la segunda cosa que vivimos aquí que me recuerda a esa peli. ¿Y si fuese una clave?

Miró los globos con atención y después sacó del bolsillo un bolígrafo rotulador que había conseguido en la arena de playa artificial submarina.

En el primer globo, trazó un semicículo en la parte inferior de la letra que antes era un pico. En la segunda letra trazó un semicírculo abierto hacia la izquierda que unía los dos extremos de la letra antes dibujada. Tomó distancia y observó su obra. Ahora el globo con la V parecía una U y el globo con la F parecía una P.

Miró el tercer globo con gesto molesto y el ceño fruncido. Sacó la lengua hacia el lateral y, como si de una maniobra de precisión se tratase, apuñaló el globo con el bolígrafo rotulador haciéndolo estallar.

Ahora volvió a mirar los globos.

Up.

Meditó sobre aquello.

Up. Up. Up.... up... ¡Arriba!

Se giró hacia Fiona

¡Es un mensaje cifrado! Significa arriba. ¡El capitán quiere que subamos a superficie!

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29/09/2018, 00:17
Conde Olaf

Sin embargo, en ese momento, tanto Reginald como Saimon vieron algo que empeoró las cosas, y se dieron cuenta de que ambos se habían equivocado. Los dos Millonarios no tenían que haber estado encendiendo los motores del Queequeg, y no tenían que haber estado ayudando a Fiona con su investigación, y no tenían que haber estado discutiendo entre ellos.

Los Millonarios, y Fiona también, debieron haber estado de pie, muy quietos, tratando de no hacer el más mínimo ruido, y en lugar de ver el casco de buceo de Adolf Meinster, debieron de haber visto la pantalla del sónar del submarino, o por el ojo de buey que estaba por encima de la mesa que daba a las oscuras profundidades de la gruta. En la pantalla había una Q brillante de color verde que representaba al Queequeg, pero esto era otra de las cosa en el mundo que eran difíciles de ver, porque una forma brillante verde estaba ocupando el mismo lugar.

Y por el ojo de buey se veía una multitud de pequeños tubos de metal dando vueltas en las sombrías aguas y haciendo miles y miles de burbujas, y en medio de todos los tubos había una gran apertura, parecida a una gigantesca boca hambrienta... la boca de un pulpo, a punto de devorar al Queequeg y al resto de su tripulación. La forma en la pantalla del sónar, por supuesto, era la de un ojo, y lo que se veía desde el ojo de buey era un submarino, pero de cualquier manera los Millonarios sabían que era el Conde Olaf y esto en realidad hizo las cosas mucho, mucho peores.

Cuando el Queequeg cayó en la boca del terrible pulpo submarino, a los Millonarios les pareció que el terrible villano se había tornado aún más malvado durante la breve ausencia que había tenido en sus vidas. Olaf, en muchos casos, había  demostrado su villano desprecio por los demás una y otra vez, desde asesinar abominablemente a los hospedadores de los Millonarios hasta su afición y simpatía por los incendios, una frase que aquí significa “entusiasmo por incendiar edificios, sin importar cuántas personas estén en su interior”, pero los ricos se dieron cuenta de que el desprecio de Olaf se había vuelto aún más terrible cuando el Queequeg pasó a través de la boca abierta y fue arrojado bruscamente de lado a lado por una imitación mecánica de la deglución, lo que obligó a los Millonarios —y a Fiona también, por supuesto— a aferrarse desesperadamente a cualquier cosa para salvar sus vidas, mientras la Sala Principal rodaba de aquí para allá, haciendo girar a los ricos una sandía en una lavadora.

El Conde Olaf estaba de pie sobre una pequeña, plataforma metálica con una sonrisa triunfal en el rostro, vestido con un uniforme que parecía hecho con algún tipo de material resbaladizo, pero con el retrato de un autor que sólo un lector muy devoto podría reconocer, y cuando se asomó a través del ojo de buey para espiar a los asustados Millonarios, abrió su boca y comenzó a reír con su nueva risa malévola, incluyendo también pantalones nuevos, mejores gruñidos y un surtido de extrañas sílabas que los Millonarios nunca antes habían escuchado.

—¡Ha ha ha heepa-heepa ho! —exclamó—. ¡Tee Hee agravio agravio agravio! ¡Caliente cha ha, ha! ¡Sniggle hee! ¡Ha, si me permiten decirlo!.

Con un gesto arrogante y melodramático saltó de la plataforma, sacó una espada larga y afilada, y rápidamente trazó un círculo en el cristal del ojo de buey. Los Millonarios se taparon los oídos cuando la espada lanzaba un chirrido mientras avanzaba por su camino alrededor del ojo de buey. Luego, con un simple movimiento de su espada, Olaf empujó el círculo de cristal, cayendo en la Sala Principal, donde se mantuvo intacto en el suelo, y saltó a través del ojo de buey a la gran mesa de madera para reírse aún más.

—¡Estoy muy emocionado! —exclamó—. ¡Estoy rodando por los pasillos! ¡Tengo nauseas con alegría! ¡Estoy sacudiéndome de alegría! ¡Estoy pensando seriamente en escribir un libro de chistes de todas las cosas divertidas que pasan por mi cabeza! ¡Hup hup ha ha Hammy hee hee!

—¡Claro que sí! —gruño Olaf—. ¡Ha Ha perchero! ¡Sólo pensar en ello! ¡Hice mi recorrido bajando por la montaña y encontré pedazos de su deslizador dispersos alrededor de algunas rocas muy afiladas! ¡Tee Hee torpe sniggle! ¡Pensé que se habían ahogado en la Corriente Afligida y que terminaron durmiendo con todos esos peces con tos! ¡Ho ho lampreas! ¡Eso me rompió el corazón!

—¡Es por eso que se me rompió el corazón! —exclamó Olaf—. ¡Ho ho sniggle! ¡Yo personalmente planeó matarlos con mis propias manos, Millonarios, después de obtener su fortuna, por supuesto, y de arrebatarles el Azucarero de sus muertos dedos o pies!

—Para animarme a mí mismo —el villano continuó—, me reuní con mis asociados en el Hotel Denouement,
quienes estaban en un pequeño cuarto, y los convencí de que me prestaran un puñado de sus nuevos reclutas.

Reginald bien sabía que los socios de Olaf eran el hombre con barba pero sin pelo y la mujer con pelo pero sin barba, dos personas tan siniestras que hasta Olaf parecía tenerles un poco de miedo, y que los nuevos reclutas eran Los Exploradores de Nieve que estos villanos habían secuestrado recientemente.

—¡Tee hee Excitación! ¡Gracias a su generosidad, tuve la oportunidad de obtener este submarino y volver al trabajo nuevamente! ¡Sniggle ha ho ho! ¡Por supuesto, tengo que estar de vuelta en el Hotel Denouement antes del jueves, pero mientras tanto tenía algunos días libres para matar, así que pensé en matar a algunos de mis viejos enemigos! ¡Tee Hee sniggle alabarda! ¡Así que comencé a andar a la deriva en el mar, buscando al capitán Widdershins y a su estúpido submarino en mi detector de sónar! ¡Tee Hee taxidermia! ¡Pero ahora que he capturado al Queequeg, encontré a los Millonarios a bordo! ¡Es muy divertido! ¡Es extraño! ¡Es gracioso! ¡Es relativamente divertido!

—¡Cómo te atreves a capturar este submarino! —Fiona gritó—. ¡Yo soy el capitán del Queequeg y te ordeno que inmediatamente nos regreses al mar! ¡Oi!

El Conde Olaf miró hacia abajo a la micología.

—¿Oi? —Él repitió—. ¡Tú debes ser Fiona, la friki micóloga! ¡Maldita sea, has crecido! ¡La última vez que te vi estaba tratando de tirar tachuelas en tu cuna! ¡Ha ha hot polloi! ¿Qué pasó con Widdershins? ¿Por qué no es el capitán?

—Mi padrastro no está aquí en este momento —dijo Fiona, parpadeando detrás de sus gafas triangulares.

—¡Hee hee tela de toalla! —dijo el Conde Olaf—. Tu padrastro los ha abandonado, ¿eh? Bueno, supongo que sólo era cuestión de tiempo. Toda tu familia nunca ha podido elegir de qué lado del cisma está. Incluso tu hermano era un angelito y trataba de evitar incendios en vez de iniciarlos, pero al final...

—Mi padrastro no me ha abandonado —dijo Fiona, aunque su voz se alteró un poco, una frase que aquí significa “sonaba como si ella no estuviera tan segura”. Ni siquiera añadió un “¡Oi!” a su respuesta.

—Ya veremos —dijo Olaf, sonriendo maliciosamente—. Voy a encerrarlos a todos en el bergantín, que es el término oficial de navegación para “prisión”. Deben de saber que no es un lugar muy agradable. El dueño anterior lo utilizaba para mantener cautivos a los traidores, y no veo ninguna razón para romper con la tradición.

 

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29/09/2018, 03:36
20-M Reginald Coleson 4R

A Reginald se le ocurrió una cosa mientras veía como el gigantesco pulpo de metal se acercaba y la transmitió con urgencia a Fionna.

¡Up! ¡Up! ¡Uuuuup!

Pero su solución no llegó a tiempo de evitar ser engullidos por la nueva mascota metálica del conde Olaf.

Escuchó las intenciones de la nueva versión del conde, que parecía adorar el Hip Hop, los tics nerviosos o los ataques epilépticos, y tuvo nuevas ideas y revelaciones.

La primera idea fue inspirada por el ausente capitán e intentó llevarla a cabo en forma de conversación con Olaf:

Conde Olaf ¿Por quién empezará a matarnos y robarnos? ¿Quizás empiece por Espaldamojada? ¿por el doctor silencioso? ¿por la rusa sin perro? ¿por la rubia joven? ¿por la rubia vieja? ¿por la versión canosa de Santiago Segura? ¿por mi?

La contestación a aquello era fundamental, así que Reginald confió en que sus preguntas no cayesen en saco roto otra vez. Y mientras lo preguntaba tuvo una revelación que también lanzó a modo de pregunta.

¿Se ha dado cuenta de que su nombre al revés es "falo"?

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29/09/2018, 07:15
El Patrón 2R

El Patrón que estaba tirado en el suelo parecía desmayado, pero solo eso, parecía desmayado... Acto seguido al monólogo estupido del Conde se levantó como un resorte agarrando la barra de hierro con la que había estado haciendo el tonto, se puso al frente y dijo:

Vamos Conde Falo (guiño a Regi), alégrame el día.

Bueno también nos puedes decir quiénes de aquí son tus secuaces ya q te gusta tanto oírte con tu síndrome premenstrual de egolatría y exaltación del super yo según diría el psicólogo ese famoso centrado en los penes, penes como tu nombre Conde Falo!!! Eres el Conde Pene!!!

Es más los traidores podéis ir a saludar a vuestro jefe, no miramos!!! Miramos a otro lado...

y hablando de tradición, alguno piensa decir por quién votó? Que pregunta más tonta no? Y como René me conteste que votó x René que quedo muerta!!!! 

Hablando de muertos y ya para fomentar el mal rollo René, tienes un pálpito de esos tuyos y nos dices quien piensas q son asesinos? Si eres asesina y rubia quizás nos lo digas y si no lo eres que al final puede no ser, pues dínoslo, total estamos muertos con el Conde Pene aquí!!! Y tu Denisse algo que decir? O estás con las pócimas de tu farmacia? La rusa ya sé q va a decir, conde ha visto usted a mi perrita?  Saimon diga algo, desde q desapareció el niño no le veo muy animado, al final van a ir los federales a su casa a mirar su ordenador y la q se va a liar va a ser tan gorda como mi madre!!! Ay  mamita te añoro, el que más intrigado me tiene es Henry, como no para de hablar yo le tengo puesto en off en mi cabeza y no le hago caso, al igual que el aborto de mickey q tampoco me importa lo q diga!!!

y hablando de cosas q no me importan, seguro que el apellido del conde es little, por eso de cambiarse el orden del nombre es el Conde Falo Little, he descubierto su gran secreto... La tiene como uno de los niños del ordenador de Saimon, no pequeña, minúscula!!!

Joder que alguien me pare, no puedo dejar de hablar, no habéis notado que el agua no es mi elemento? Quizás el whiskey o el tequila, pero agua!!! El agua oxida joder!!! Y hablando de oxidar, Conde Falo le moy a meter esta barra oxidada por donde no le da el sol, pero si me dice alguno de sus secuaces se lo haré a él y le dejaré mirar, q se q es usted en pervertido depravado y homosexual, q yo no tengo nada en contra de los putos maricones como usted, pero si no existieran no habría problema, como usted q no debería existir porq es un insulto a la raza humana y a las ratas, que esta entre ambas especies, niño rata q eres un niño rata con pene pequeño!!!

 

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29/09/2018, 10:55
Conde Olaf

El Conde Olaf sacó su espada, y trazó una forma siniestra en el aire. Realizó un corte sobre el ojo de El Patrón y otro sobre el de Reginald, justo al lado donde se encontraban los otros dos cortes que uno de los cuervos le había hecho durante su estancia en la casa del Herpetólogo, el Doctor Montgomery Montgomery.

—Te diré de lo que sus vidas dependen —dijo—. ¡Sus vidas dependen de mí! ¡Si yo quisiera, podría ahogarlos en el mar, o estrangularlos con los tentáculos del pulpo mecánico! ¡Es sólo por la bondad de mi corazón, y por mi propia codicia, que en lugar de matarlos los encerraré en el bergantín!

Los ojos del Conde Olaf se encogieron, y dio a los Millonarios una amplia sonrisa mostrando los dientes, los cuales los ricos habían visto en muchas de sus desventuras. Sus ojos brillaban intensamente, como si estuviera contando una broma sucia y desagradable como sus dientes.

—Una vez en el bergantín —dijo—, ustedes me revelaran donde está el Azucarero... cuando mi hombre de confianza ponga sus manos en ustedes. ¿O debería decir ganchos? ¡Hee hee tortura!

El Conde Olaf saltó de nuevo hacia atrás a través del ojo de buey, mientras algunos Milloanrios se miraron asustados. Ellos sabían que el Conde Olaf se refería a El Hombre con Ganchos en vez de Manos, que había estado trabajando con el villano desde que lo conocían y era uno de los secuaces de Olaf que menos les agradaba.

—No podemos sumergir el submarino sin el vidrio—Fiona murmuró para sí misma—, nos ahogaríamos.

¡Dense prisa! —gritó el Conde Olaf—. ¡No puedo quedarme aquí todo el día! ¡Tengo un montón de gente a la que mandar!

—¡Oi! —dijo Fiona, mientras los Millonarios se ayudaban entre ellos para cruzar a través del ojo de buey para unirse con el Conde Olaf en la plataforma—. Estaré allí en un segundo —dijo ella, y la micóloga dio un paso dudoso hacia el libro: Micología Minucias.

—¡Vendrás aquí en éste momento! —gruñó Olaf, y blandió su espada sobre ella—. ¡Aquel que dude está perdido! ¡Hee hee sniggle!

Con la sola mención de la filosofía personal del capitán, Fiona suspiró y detuvo su furtivo viaje —una frase que aquí significa “a escondidas”— hacia el libro.

—O Aquella —dijo en voz baja y dio un paso a través del ojo de buey para unirse a los Millonarios.

¡Mientras seguimos nuestro camino hacia el bergantín, les daré un bonito recorrido!—anunció Olaf a la cabeza, caminando por la gran sala de metal que servía como una especie de bergantín para el propio Queequeg.

Había varios centímetros de agua en el suelo, que ayudaba a mover los submarinos capturados a través del túnel, y las botas de los Millonarios se salpicaron húmeda y fuertemente mientras seguían al engreído villano. Olaf presionó un ojo en la pared y una pequeña puerta se abrió, con un siniestro susurro, que daba a unpasillo

—Este submarino es una de las mejores cosas que he robado —se jactó—. ¡Tiene todo lo que necesito para derrotar a V.F.D. de una vez por todas. Cuenta con un sistema de sónar, así que puedo eliminar del mar a todos los submarinos de V.F.D. Cuenta con un matamoscas enorme, así que puede eliminar a todos los aviones de V.F.D. del cielo. Tiene un suministro de por vida de fósforos, para que  pueda librar al mundo de una vez por todas de la sede de V.F.D. Dispone de varias botellas de vino que tengo la intención de beber, y de un armario lleno de ropa muy elegante y a la moda para mi novia. Y lo mejor de todo, hay un montón de oportunidades para que los niños hagan trabajos forzados! ¡Ha ha hedonismo!

Blandiendo su espada, dirigió a los Millonarios dando vuelta en una esquina al interior de una enorme habitación... la habitación que había visto como el Queequeg había caído dentro de ese terrible lugar. Estaba muy oscuro, con sólo unos pocos faroles en la parte superior de las columnas dispersas por la habitación, pero los Millonarios pudieron ver dos hileras de grandes e incómodos bancos de madera, en los que estaban sentados una gran multitud de niños, que desesperadamente a toda prisa maniobraban los largos remos que se extendían por toda la habitación e incluso más allá de las paredes y que pasaban a través de unos agujeros de metal para controlar los tentáculos del pulpo.

La algunos de los Millonarios reconoció a algunos de los niños de Los Exploradores de Nieve que se habían reunido en las Montañas Mortmain, y algunos otros se parecían a los estudiantes de la Academia Preparatoria Prufrock, donde los Millonarios habían visto por primera vez a Carmelita Spats, pero algunos de los otros eran niños que los Millonarios nunca habían visto, una frase que aquí significa “que probablemente habían sido secuestrado por el Conde Olaf y sus asociados en otra ocasión”. Los niños parecían muy cansados, hambrientos, y más que un poco aburridos, ya que trabajaban moviendo los remos de metal de ida y vuelta.

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29/09/2018, 11:24
Esmé Gigi Geniveve Miseria

En el centro de la habitación había lo que parecía ser otro pulpo, estaba hecho de tela resbalosa. Seis tentáculos del pulpo colgaban inertes a los lados, pero dos de ellos se agitaban en el aire, uno de ellos sosteniendo lo que parecía un fideo largo y húmedo.

¡Remen más rápido mocosos estúpidos!—el pulpo gritó con una voz familiar y perversa—. ¡Tenemos que volver al Hotel Denouement antes del jueves y ya es lunes! ¡Si no se dan prisa les pegaré con este tagliatelle grande! ¡Se los advierto, ser golpeado con un pedazo gigante de pasta es una desagradable y pegajosa experiencia! ¡Ho ho sniggle!

¡Hee hee puercoespín! —Olaf gritó de acuerdo, y el pulpo se dio la vuelta.

—¡Cariño! —gritó, y los Millonarios no se sorprendieron al ver que era Esmé Miseria, la novia del malvado Conde Olaf, en otro de sus absurdos trajes a la moda. Usando el material resbaladizo de los uniformes del submarinos, la villana novia había confeccionado un traje de pulpo, con dos grandes ojos de plástico, seis mangas adicionales, y ventosas pegadas alrededor de sus botas, al igual que las que los pulpos reales tienen en sus tentáculos para ayudarles a moverse.  Esmé dio unos pegajosos pasos hacia Olaf y luego miró a los Millonarios por debajo de la resbaladiza capucha del traje—. ¿Estos son los Millonarios?  preguntó asombrada—. ¿Cómo puede ser? ¡Ya habíamos celebrado su muerte!

Resulta que sobrevivieron—dijo el Conde Olaf—,pero su suerte está a punto de llegar a su fin. ¡Me los llevaré al bergantín! Y esta es Fiona, la hijastra del capitán Widdershin. ¡El capitán la abandonó!

—¿La abandonó? —Repitió Esmé—. ¡Y eso! ¡Eso es muy in! ¡Qué maravilloso! ¡Esto requiere más de nuestra nueva risa! ¡Ha, Ha, erizo!

—¡Tee hee tempeh! —Olaf se rió entre dientes—. ¡La vida es cada vez mejor y mejor!

—¡Sniggle ho ho! —Gritó Esmé—. ¡Nuestra victoria está a la vuelta de la esquina!

—¡Ha ha hepplewhite! —gruñó Olaf—. ¡V.F.D. será reducido a cenizas para siempre!

—¡Ristias risitas problemas glandulares! —Esmé lloró—. ¡Vamos a ser dolorosamente ricos!

—¡Heepa deepa ho ho ha! —Olaf gritó—. ¡El mundo siempre recordará el nombre de este maravilloso submarino!

—¿Cuál es el nombre de este submarino? —Fiona preguntó, y para alivio de los Millonarios los villanos detuvieron su irritante risa. Olaf miró a la micóloga y luego miró al suelo.

El Carmelitaadmitió en voz baja—, yo quería llamarlo El Olaf, pero alguien me hizo cambiarlo.

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29/09/2018, 11:31
Carmelita Spats

¡El Olaf es un nombre muy zampabollos para un submarino! —gritó una desagradable voz que los hermanos habían tenido la esperanza de no volver a escuchar jamás, y siento decir que Carmelita Spats entró a la habitación, burlándose y mirando a los Millonarios con desprecio.

Carmelita había sido siempre el tipo de persona desagradable que pensaba que era más bonita y más inteligente que todas los demás, y los Millonarios se dieron cuenta de que gracias al cuidado de Olaf y Esmé se había estropeado aún más. Estaba vestida con un traje quizás aún más absurdo que el de Esmé Miseria, en diferentes tonos de rosa tan cegadores que los Millonarios tuvieron que entrecerrar los ojos para mirarla.

Alrededor de su cintura tenía un ancho tutú rosado, una falda que se utiliza durante las presentaciones de ballet, y sobre su cabeza llevaba una enorme corona de color rosa decorada con cintas de color rosa claro y con flores de color rosa oscuro. Tenía dos alas de color rosa pegadas a su espalda, dos corazones de color rosa dibujados en sus mejillas, y dos tipos diferentes de zapatos de color rosa en cada pie que hacían sonidos desagradables cuando caminaba. Alrededor de su cuello llevaba un estetoscopio, como el que usan los médicos, con pompones de color rosa pegados por todas partes, y en una mano tenía una larga vara de color rosa con una estrella de color rosa brillante en el extremo superior de la misma.

¡Dejen de mirar mi vestimenta! —le ordenó a los Millonarios con desprecio—. ¡Están celosos de mí porque soy una bailarina de tap princesa de hadas veterinaria!

—Te ves adorable querida —ronroneó Esmé, dándole una palmadita en la corona—. ¿No te parece adorable, Olaf?

—Supongo que sí —murmuró el Conde Olaf—, me gustaría que me preguntaras antes de que tomaras disfraces de mi baúl.

Pero Condito, necesitaba tus disfraces —se quejó Carmelita, golpeando sus pestañas, que estaban cubiertas de purpurina rosa—, ¡Necesitaba un traje especial para mi especial recital de danza de bailarina de tap princesa de hadas veterinaria!

Varios de los niños se quejaron desde los remos.

—¡Por favor, no! —gritó uno de Los Exploradores de la Nieve—. ¡Su último recital de danza duró cuatro horas!

¡Ten piedad de nosotros! —gritó otro niño.

¡Carmelita Spats es la bailarina con más talento en todo el universo! —gruñó Esmé, azotando los fideos sobre las cabezas de los remeros—. ¡Ustedes mocosos deberían estar agradecidos de que ella baile para ustedes! ¡Eso los ayudará a remar!

—Creo que tenemos una capa de color rosa a bordo del Queequeg —dijo Fiona a toda prisa—, se vería perfecto en Carmelita. Iré corriendo de vuelta al submarino, y...

—¡Yo no quiero tu ropa vieja, zampabollos! —dijo Carmelita con desdén—. Una bailarina de tap princesa de hadas veterinaria no usa cosas de segunda mano.

—¿No es preciosa? —susurró Esme—. Ella es como la hija adoptiva que nunca tuve en mis propiedades... a excepción de ustedes Millonarios, por supuesto. Pero yo nunca les agradé mucho que digamos.

—¿Vas a quedarte a verme, Condito? —Carmelita le preguntó—. ¡Esto va a ser el recital de baile más especial del mundo entero!

—Hay mucho trabajo por hacer —dijo el Conde Olaf impaciente—, tengo que tirar a estos Millonarios en el bergantín, por lo que mi socio podrá forzarlos a revelar la ubicación del Azucarero.

—Te gusta más ese Azucarero que yo —dijo Carmelita poniéndose de mal humor.

—Por supuesto que no, querida —dijo Esmé—. ¡Olaf, dile que el Azucarero no significa nada para ti! ¡Dile que es como un maravilloso malvavisco en el eje de nuestras vidas!

—Eres un malvavisco, Carmelita —dijo Olaf empujando fuera los niños de la enorme sala—. Te veré más tarde.

—¡Dile a Ganchitos que sea especialmente cruel con estos mocoso! —gritó Esmé, azotando el tagliatelle grande por encima de su falsa cabeza de pulpo gigante—. ¡Y ahora que empiece el espectáculo!

El Conde Olaf llevó a los Millonarios fuera de la habitación, mientras Carmelita Spats comenzaba a bailar y girar en frente de los remeros. Alguno de los Millonarios casi agradecía ir al bergantín, en lugar de ser obligado a asistir al recital de danza de bailarina de tap princesa de hadas veterinaria.

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29/09/2018, 11:48
Conde Olaf

Olaf los llevó por otro pasillo que se retorcía en todas direcciones, con curvas a la derecha y a la izquierda como si fuera una serpiente mecánica que se había tragado el pulpo, y finalmente se detuvo frente a una pequeña puerta,  con una manija con forma de ojo de metal en vez de la manija normal que debió haber tenido.

—¡Este es el bergantín! —Gritó el Conde Olaf—. ¡Ha ha mercería! ¡Mi socio les hará revelar la ubicación del Azucarero, aunque tenga que destrozarlos para hacerlo!

—¡Escucha a mis amigos! —dijo Fiona—. ¡Oi! ¡No tenemos el Azucarero! ¡Esto es un tremendo error!

—Oh, yo no diría eso —dijo el Conde Olaf, con una sonrisa maliciosa, mientras la puerta se abría para revelar  una pequeña habitación, vacía. No había más que un pequeño taburete en el que un hombre estaba sentado, barajando un mazo de cartas con un poco de dificultad—, ¿Cómo puede ser una reunión familiar un tremendo error?  dijo Olaf, y empujó a los Millonarios dentro de la habitación, cerrando la puerta detrás de ellos.

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29/09/2018, 11:52
Fiona Widdershins

Los Millonarios vieron al socio de Olaf. Para ellos, por supuesto, no fue una sorpresa ver que la persona que barajaba las cartas era El Hombre con Ganchos en vez de Manos, y no estaban nada contentos de verle, y tenían miedo de que todo su tiempo en el bergantín hiciera imposible salvar sus vidas. Pero cuando miraron a Fiona, vieron que la micóloga estaba bastante sorprendida y muy feliz de ver al hombre que se levantó de su asiento y agitó sus ganchos con asombro.

—¡Fiona! —El Hombre con Ganchos en vez de Manos comenzó a llorar.

¡Fernald! —dijo Fiona, y parecía que después de todo aún había una esperanza.

—¡Fiona! —Gritó nuevamente El Hombre con Ganchos en vez de Manos llorando—. ¿En realidad eres tú?

—Oi —dijo la micóloga, quitándose las gafas triangulares para secar sus lágrimas—. Nunca pensé que volvería a verte, Fernald. ¿Qué pasó con tus manos?

—No tiene importancia —dijo El Hombre con Ganchos en vez de Manos rápidamente—. ¿Por qué estás aquí? ¿También te uniste al Conde Olaf?

Por supuesto que no —dijo Fiona con firmeza—. Capturó al Queequeg, y nos lanzaron en el bergantín.

Así que te has unido a los malditos Millonarios —dijo El Hombre con Ganchos en vez de Manos—. ¡Debería haber sabido que eras toda una angelita!

No me he unido a los Millonarios —dijo Fiona con la misma firmeza—, ellos se han unido a mí. ¡Oi! ¡Ahora soy el capitán del Queequeg!

¿Tú? —dijo el hombre de confianza de Olaf—. ¿Qué pasó con Widdershins?

Desapareció del submarino —dijo Fiona—. No sabemos dónde está.

No me importa dónde está —se burló El Hombre con Ganchos en vez de Manos—. ¡No me podría importar menos que su estúpido bigote! ¡Es la razón por la que me uní al Conde Olaf en primer lugar! ¡El capitán siempre estaba gritando ¡Oi! ¡Oi! ¡Oi! ¡Y dándome ordenes! ¡Así que me escapé y me uní al grupo teatral de Olaf!

—¡Pero el conde Olaf es un terrible villano! —gritó Fiona—. Él no tiene ningún respeto por los demás. ¡Planea malévolos planes y atrae a otros para que se conviertan en sus secuaces!

—Esos son sólo los aspectos negativos de él —dijo El Hombre con Ganchos en vez de Manos—, hay muchas aspectos positivos también. Por ejemplo, tiene una risa maravillosa.

¡Una risa maravillosa no es excusa para comportarse malévolamente! —dijo Fiona.

Creo que vamos a estar en desacuerdo —respondió El Hombre con Ganchos en vez de Manos, con una expresión aburrida que aquí significa “Probablemente tengas razón, pero me da vergüenza admitirlo”. Con un gancho empujo a su hermana—. A un lado, Fiona. Es hora de que los Millonarios me digan dónde está el Azucarero.

El hombre de confianza de Olaf frotó sus ganchos, uno contra otro, para hacerlos más afilados, y dio un paso amenazador hacia los Millonarios. Estos se miraron con miedo y sabían que era el momento de poner las cartas sobre la mesa, una frase que aquí significa “hablar honestamente y desde el fondo de su corazón con el hombre de confianza de Olaf”.

Notas de juego

Actualización lista. Enhorabuena a El Patrón y a Reginald por sus nuevos "tatuajes".

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29/09/2018, 16:22
El Patrón 2R

El Patrón estaba preocupado 

Oye y si esto se nos infecta? Un poco de betadine o mercromina o algo no?

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29/09/2018, 18:53
21-M Saimon Satrustegi Windfog

-Ciertamente... El Señor Conde se llama Falo en mundo bizarro... -Satur se quedo con aquellas palabras dichas al revés de Reginald e imposible de no imaginárselo empezó a tener nauseas y por primera vez no eran por el traqueteo del mar.

Por suerte las locas palabras de El Patron le hizo recapacitar y pensar en cosas mejores, como niños, ordenadores y casas atestadas de familiares felices, sin calles sucios o botellas vacías a lo que pudo responder con aplomo a la pregunta del Patron antes de que toda aquella locura de risas cambiadas, miradas locas, personalidades aun mas malvadas y malas elecciones de vestuario invadieron su precaria vida.

-Puedo decirte que como siempre lance mi fiel moneda por una de las dos y salio Rene, pero no entiendo el resto. La verdad es que me gustaría saber quien jugo en esta ocasión con el Sombrero Seleccionador. -Banal referencia a otra saga de libros también terminada y serializada, esta en películas, que nada tiene que ver con la historia actual. -Dicho lo cual y viendo que el Señor Conde de nombre Falo, cuando se juega a los anagramas, ejercía su afán de malvado se dejo llevar con el resto en silencio, mientras como otros era testigo de los atroces hechos que aquel pulpo de metal llevaba en su interior, hasta que fueran encerrados rodeados de ganchos afilados.

-Vaya, dos hermanos no deberían estar enfrentados. ¿Por que no, nos sentamos y lo hablamos?

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29/09/2018, 21:51
20-M Reginald Coleson 4R

Espaldamojada - Dijo Reginald mientras se acariciaba su nueva herida con disgusto - Yo te hice caso en la votación y voté a Adolf. Aunque me costó entender tu mensaje oculto.

Reveló Reginald.

De todos modos, de la rubia joven me llama la atención que la rubia vieja indirectamente confirma la versión de la rubia joven. Es decir, si la rubia vieja nunca hubiese estado al lado del muerto justo después de morir, la rubia vieja habría negado las palabras de la rubia joven y, por tanto, la rubia joven sería culpable. Pero a rubia vieja no las negó, sino que explicó el motivo de estar ahí junto al muerto recién muerto. Eso fue extraño. Deja tres opciones: O ambas son culpables y están haciendo una historia conjunta para ver si consiguen exculpar a una u otra (cosa que habría funcionado), o son las dos inocentes y dicen la verdad, o una de las dos está ocultando algo y mintiendo. El problema está en que ambas dos confirman las versiones de la otra hasta cierto punto, y eso hace que no pueda votar a ninguna de las dos sin más datos.

Reginald estaba ignorando completamente al secuaz con ganchos en vez de manos.

Cuando este se le acercó, lo empujó a un lado como si se estuviera entrometiendo en una discusión relevante.

Ahora no, Perchero. Estamos hablando de algo importante. Además, ¿qué es eso del azucarero? Si yo prefiero la sacarina. Mira, mira, creo que deberías preguntarle a Fiona cortésmente y dejarte de perder el tiempo. Ella nos ha dado más detalles de ese condenado azucarero que nadie más hasta el momento.

Nuevamente, o se trataba de una maniobra brillante o del acto más estúpido cometido por Reginald. Y conseguir eso era un desafío importante.

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29/09/2018, 22:17
El Patrón 2R

El Patrón estaba cansado de interrupciones.

Pendejo, te lo voy a decir clarito, cuando hablan los dueños del circo los payasos se están calladitos, deja de molestar Eduardo manos percheros, porque no hablas con la niña, yo lo único que sé del azúcar es la caña azucarera para hacer ron.

Regi, tú has visto a la Señora Potts? Y tu Saimon?

Pues eso no molestes Eduardo vete a jugar con globo de agua

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29/09/2018, 22:28
Fiona Widdershins

El Hombre con Ganchos en vez de Manos los fulminó con la mirada, y frotó sus ganchos, uno contra otro, una vez más.

—Ustedes son unos mentirosos —dijo—, ustedes son unos pésimos mentirosos Millonarios.

Es cierto, Fernald —dijo Fiona—, ¡Oi! Encontrar el Azucarero fue la misión del Queequeg, pero fracasamos.

—Si no saben dónde está el Azucarero—dijo furioso El Hombre con Ganchos en vez de Manos—, ¡Entonces ponerlos en el bergantín fue completamente inútil! —se dio la vuelta y pateó el pequeño taburete, haciéndolo caer, y luego pateó la pared del bergantín por si acaso—. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? —preguntó malhumorado.

Fiona puso su mano en el gancho de su hermano. —Llévanos de regreso al Queequeg —dijo—,hay un casco con un brote de Medusoid Mycelium.

—¿Medusoid Mycelium? —repitió con horror el hombre de confianza de Olaf—. ¡Es una seta muy peligrosa!

El Hombre con Ganchos en vez de Manos frunció el ceño, pero luego miró a los Millonarios y se encogió de hombros.

—¿Qué me importa una seta? —le preguntó—. Ahora tengo a los Millonarios en mis garfios al fin. ¡Y cada vez que fallamos para conseguir la fortuna de los Millonarios o matarlos, el Conde Olaf le grita a todo el mundo!. ¡Esos ricos engreídos hacen mi vida miserable!.

—Tú eres el que le ha hecho la vida miserable a los Millonarios—dijo Fiona—, el Conde Olaf ha realizado un sinnúmero de malévolos planes y lo has ayudado una y otra vez. ¡Oi! ¡Deberías estar avergonzado de ti mismo!

El Hombre con Ganchos en vez de Manos suspiró y miró hacia el piso del bergantín.

—A veces lo estoy —admitió—. Pensé que la vida en compañía de Olaf sería encantadora y divertida, pero en su lugar acabamos haciendo más asesinatos, incendios, chantajes y una variedad de actos violentos de los que yo hubiera preferido.

—Esta es tu oportunidad de hacer algo noble —dijo Fiona—. No tienes que permanecer del lado equivocado del cisma.

—Oh, Fiona —dijo El Hombre con Ganchos en vez de Manos, poniendo torpemente un gancho sobre sus hombros—. No lo entiendes. Esté no es el lado equivocado del cisma.

—Por supuesto que lo es —dijo Fiona—, V.F.D. es una noble organización, el conde Olaf es un terrible villano.

—¿Una noble organización? —El Hombre con Ganchos en vez de Manos, repitió—. ¿Eso es lo que es? ¡Eso díselo a todos los que han muerto hasta ahora, tonto cuatro ojos! ¡Si no fuera por los Volátil Fungicida Deportación y el Acuático Anwistle, nunca se habrían encontrado con esas terribles setas mortales!

Los Millonarios se miraron unos a otros, recordando lo que habían visto en la Gruta Gorgonian. Tuvieron que admitir que el secuaz de Olaf estaba en lo cierto. Sin embargo, Fiona buscó en su bolsillo y sacó el recorte de periódico que había encontrado en la cueva. Lo levantó para que todos pudieran ver el artículo de El Diario Punctilio que la menor de los presentes había mantenido oculto durante tanto tiempo.

Verificando a Fernald y su Defecto —dijo, leyendo el titular en voz alta, y luego leyó el nombre del autor, una palabra que aquí significa “nombre de la persona que escribió el artículo”—. “Por Jacques Snicket. Se ha confirmado que el incendio que destruyó el Acuático Anwhistle y que acabó con la vida del famoso ictiólogo Gregor Anwhistle, fue iniciado por Fernald Widdershins, el hijo del capitán del submarino Queequeg. La participación de la familia Widdershins en un reciente cisma ha planteado varias preguntas en relación...” —Fiona miró hacia arriba y se encontró con la mirada del hombre de confianza de Olaf—. El resto del artículo está borroso —dijo—, pero la verdad es clara. Tú desertaste.... abandonaste V.F.D. y te convertiste en secuaz de Olaf!

El Hombre con Ganchos en vez de Manos se acercó y atravesó el artículo con uno de sus ganchos, y luego volteó el recorte para leerlo.

—Debiste de haber visto el fuego —dijo en voz baja—, desde la distancia, parecía una enorme columna de humo negro, subiendo directamente desde el agua. Era como si el mar entero estuviera en llamas.

—Debes estar orgulloso de tu trabajo —dijo Fiona amargamente.

—¿Orgulloso? —El Hombre con Ganchos en vez de Manos repitió—. Fue el peor día de mi vida. Esa columna de humo fue la cosa más triste que he visto jamás —traspasó el artículo de periódico con su otro gancho y lo hizo pedazos—. El Diario Punctilio lo tiene todo mal —dijo—, el capitán Widdershins no es mi padre. Widdershins no es mi apellido. Y de ese fuego aún hay muchas cosas más que contar. Deben saber que El Diario Punctilio no cuenta toda la historia, Millonarios. Así como el veneno de una seta mortal puede ser el origen de un gran medicamento, alguien como Jacques Snicket puede hacer algo muy malévolo y alguien como el Conde Olaf puede incluso hacer algo noble. Incluso sus padres...

—Nuestro padrastro conoció a Jacques Snicket —dijo Fiona—, fue un buen hombre, pero el Conde Olaf lo asesinó. ¿También tú eres un asesino? ¿Mataste a Gregor Anwhistle?.

Con un lúgubre silencio, El Hombre con Ganchos en vez de Manos puso sus ganchos frente a los Millonarios.

—La última vez que me viste —le dijo a Fiona—, tenía mis dos manos, en lugar de ganchos. Nuestro padrastro probablemente no te dijo lo que me pasó... siempre decía que en este mundo hay demasiados terribles secretos para que los niños los sepan. ¡Qué tonto!

—Nuestro padrastro no es tonto —dijo Fiona—, es un hombre noble. ¡Oi!

—Las personas no son malas o nobles —dijo El Hombre con Ganchos en vez de Manos—, son como las ensaladas de un chef, con cosas buenas y malas, picadas y mezcladas con una vinagreta de confusión y conflicto —Se volvió hacia los Millonarios y los señaló con sus ganchos—. Mírense a ustedes mismos, Millonarios ¿De verdad creen que somos tan diferentes? Cuando las águilas me llevaron lejos de las montañas en esa red, vi los restos del incendio en el hinterlands... un incendio que comenzamos juntos. Ustedes iniciaron un incendio, al igual que yo. Ustedes se unieron a la tripulación del Queequeg, y yo me incorporé a la tripulación del Carmelita. Nuestros capitanes son personas volátiles, y los dos están tratando de llegar al Hotel Denouement antes del jueves. La única diferencia entre nosotros es el retrato de nuestros uniformes.

—Nosotros llevamos a Herman Melville —dijo Fiona—, él era un escritor de enorme talento que describió la difícil situación de los desfavorecidos, como los marineros jóvenes pobres o explotados, a través de su prosa filosófica, a menudo experimental. Estoy orgulloso de mostrar su retrato. Pero tú llevas a Edgar Guest. Fue un escritor con una capacidad limitada, que escribió poemas difíciles y tediosos sobre temas cursis y sentimentales. Deberías estar avergonzado de ti mismo.

—Edgar Guest no es mi poeta favorito —admitió El Hombre con Ganchos en vez de Manos—, antes de unirme al Conde Olaf, estudiaba poesía con mi padrastro. Solíamos leernos el uno al otro en la Sala Principal del Queequeg. Pero es demasiado tarde. No puedo volver a mi antigua vida.

—Tal vez no —dijo Fiona—, pero puedes ayudarnos a volver al Queequeg.

Sin embargo, después de muchos titubeos —una frase que aquí significa “murmurar y limpiar su garganta para evitar tomar una decisión rápida”— el hombre de confianza del Conde Olaf se detuvo delante de los Millonarios, puso sus ganchos sobre sus caderas y les ofreció una opción de Hobson.

—Los ayudaré a volver al Queequeg —dijo—, si me llevan con ustedes.

Notas de juego

Una actualización temprana para los que veo que están más activos leyendo (VIPs esto también va por ustedes ;) ). Aún seguís en el submarino de Olaf.

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29/09/2018, 23:09
19-M René Handsome

Mi voto falta - respondí al patrón - o ha sido cambiado. Mi voto volvió a ser para Dennise, pero claramente ella no tiene ninguno. Los asesinos, ya lo he dicho. Tú y tu amiga Dennise. A ella la he visto, tú la defiendes con mucha vehemencia, así que por descarte y no sé si alguien más os ayuda. Esta noche volveré a salir. Si sólo he muerto yo es que, o me habéis visto o directamente habéis venido a por mí. Si muere alguien conmigo es que os habéis arriesgado a intentar matar dos pájaros de un tiro y si solo muere uno es que el intento os salió mal.

Pero en el fondo da igual, vosotros sabéis que digo la verdad, pero no lo reconoceréis. Y los inocentes no me creen, así que lo lógico es que aprovechéis la noche para matar a alguien y dejéis que yo caiga solita ya que ganáis en votos y así no queda al descubierto que digo la verdad.

En el fondo la estrategia está demasiado a la vista