Partida Rol por web

La Decisión de Dumbledore

Dumbledore, el partido y algo más

Cargando editor
17/09/2014, 23:20
Director

Hoy es el día.

Podéis palparlo en el ambiente. Nervios. Emoción. Entusiasmo y roces. No hay alumno en Hogwarts que no esté emocionado en mayor o menor medida con el evento que sucederá en apenas poco más de una hora. Las Casas participantes animan a sus jugadores y se lanzan miradas desafiantes entre ellas. El bullicio, ya considerable en cualquier día, parece haber aumentado hasta el punto de preguntaros si es por efecto de un howler.

Los desayunos duran poco; o bien ser acaban rápido o la impaciencia impide que traguen un bocado más, pero el efecto es el mismo. Mas mal que bien, los alumnos salen a trompicones intentando no parecer demasiado ansiosos ni provocar ninguna pelea, pues nadie quiere perderse el partido. Los profesores también parecen haberse contagiado de este frenético espíritu e incluso profesores como Benjamin Scrooge se muestran hoy más contentos de lo habitual.

Nadie se da cuenta de que Dumbledore, como quien no quiere la cosa, toma el camino contrario y se dirige hacia el primer piso, donde tiene su despacho. Y muy pocos, excepto aquellos más cercanos, se dan cuenta de que varios alumnos se excusan y se dirigen en la misma dirección...

Cargando editor
17/09/2014, 23:38
Tom Sorvolo Riddle

Compartiendo la alegría de su equipo (aunque separado como es costumbre) el apuesto joven se despide de ti cuando sale por las puertas del Gran Comedor, formando una frase muda que puedes entender como "Nos vemos allí" acompañada de un guiño y una de sus encantadoras sonrisas.

Cargando editor
17/09/2014, 23:42
Zoey Nicks

-Ey capitán, estás demasiado nervioso, por ahí no se va al campo de Quidditch...

Interrumpe la frase al ver que no, que no hay confusión, que te estás marchando en dirección contraria justo antes de empezar el partido. Una gran expresión de sorpresa se instala en su rostro y tira de la manga de tu uniforme deportivo para atraerte más cerca y hablarte al oído.

-¿Ocurre algo? No me digas que tienes miedo de esas serpientes...

Cargando editor
17/09/2014, 23:47
Alumno estandar de Slytherin

Todos los del equipo te rodean con entusiasmo y te ves escoltado entre ellos hacia la salida. No estás seguro, pero te da la sensación de que tienen total confianza en ti. Al fin y al cabo los entrenamientos han salido perfectos...bueno, mucho mejores que con Dracons, la táctica empleada parece dar sus frutos, aunque eso no se verá con seguridad hasta que el partido comience. Por ello puedes ver las miradas de incredulidad cuando su capitán les anuncia a una hora escasa del partido que le excusen. Varios de ellos esperan una explicación.

Cargando editor
17/09/2014, 23:50
Director

Hoy no has visto a Ruth en toda la mañana. Su entusiasmo ha decaído mucho en los últimos días. Sabes que ella esperaba que Dracons volviese a tiempo para el partido, creía en ello con todas sus fuerzas. Y que le rompan esos últimos retazos de esperanza ha debido dolerle más de lo que esperabas. 

En cierto modo esas son buenas noticias para ti, pues nadie se da cuenta de que no vas al campo de Quidditch.

Cargando editor
17/09/2014, 23:58
Director

Apenas nadie se fija en vosotros y si lo hace su atención deriva rápidamente hacia la muchedumbre que sale a los terrenos, con ansias de encontrar un buen sitios desde donde presenciar uno de los partidos más esperados. Parece mentira que sea el primero de la temporada y no el ultimo...eso indica cuantas ganas tienen de ver si este año Coot será destronado o conseguirá mantenerse invicto.

Cargando editor
18/09/2014, 00:01
Deirdre Sloan

Notas la mirada de Deirdre clavada en tu nuca cuando te dispones a moverte. Como dijo, ha estado pegada a ti intentando saber que es lo que ocultabas, sin éxito, todo gracias a tu ingenio. Eso parece haberla molestado un poco y cuando se da cuenta de que no vas a ir con ella a ver el partido simplemente aprieta el paso, orgullosa y desaparece con el resto de la marea humana.

Bueno, al menos así no tendrás que preocuparte de que siga tus pasos.

Cargando editor
18/09/2014, 00:32
Alan Coot

¿Capitán? ¿Y esas formalidades? Pregunté, divertido. Que los que tuviesen menos confianza conmigo me llamasen capitán fuera del campo podría aceptarlo, pero que lo hiciese Zoey no. Eso sí, dentro del campo no había distinciones ni favoritismos. Todos eran jugadores y yo su capitán. Aún así me hacía gracia.

¿Miedo de las serpientes? Hice un gesto como quitándole importancia. Todo el mundo sabe que la serpiente debe temer al tejón si no quiere convertirse en su cena. Le guiñé un ojo.

Tengo que hacer una cosa antes del partido, pero no te preocupes, estaré ahí antes de que suene el silbato. Prometido. Dije. Lo he dejado todo organizado por si llego algo tarde. No hay nada que temer.

Nunca lo había hecho. Era muy riguroso con los entrenamientos, muchísimo más con los partidos y el calentamiento previo. Pero la situación lo requería. Tenía que confiar en mi equipo. Además, todos sabían lo que tenían que hacer y yo confiaba en mi equipo. Dicho esto me dispuse a seguir a los demás a una distancia prudente.

Notas de juego

Edit: lo pongo para todos,ya que veo que todos lo hacéis XD

Cargando editor
18/09/2014, 01:07
Alice Battletower

No había dormido bien la noche anterior al partido. Me había tumbado en mi cama, junto a la de Charlotte, pero me sentía inquieta y demasiados pensamientos revoloteaban en mi mente. Tenía los espejos preparados, guardados en una caja debajo de mi cama. Creía que todo había salido bien, pero hasta que no los probásemos no podría estar completamente segura y la incertidumbre me cosquilleaba en el estómago. 

Esperaba también que la reunión del día siguiente saliese bien. Que todos acudieran y que el ambiente no se enrareciese como en aquella primera ocasión en que nos habíamos reunido todos. Aunque suponía que la presencia del profesor Dumbledore haría todo más fácil, no podía evitar sentirme en parte responsable como mínimo de la asistencia de todos, ya que mi mentor había confiado en mí la responsabilidad de convocarlos. 

Me preguntaba también si el señor Black habría logrado averiguar algo sobre ese niño que iban a utilizar al día siguiente. De quién se trataría y qué sería exactamente lo que le obligarían a hacer. Al pensar en lo rastrero que era usar a un niño pequeño para algo así mi mente se dirigía a Jem y daba gracias porque no estuviera en Slytherin, sino durmiendo a salvo en algún lugar cercano a mi propio cuarto. 

Y por otra parte estaba el partido. No por el partido en sí, pues nunca me había llamado la atención especialmente el deporte, sino por encontrarme con el señor Riddle. Mis ojos buscaron a Charlotte en la cama de al lado en ese momento y suspiré quedamente. Desde que Alister me había contado lo que había escuchado, una sombra de decepción había anidado en mi pecho, justo donde esa parte de mí que se sonrojaba cuando un muchacho me rozaba el brazo había resguardado la pequeña ilusión de haber llamado la atención de alguien como el señor Riddle. Sin embargo, esa ilusión se había desvanecido en cuanto me hice consciente de que tan sólo pretendía utilizarme como coartada. 

No dejaba de preguntarme por qué a mí, pero la parte racional, que había tenido el control durante toda mi vida y que no dejaba de llamarme tonta por haberme ilusionado, me respondía que habría sido tan sólo por elegir a alguien en quien nunca se fijaría, para que el hecho llamase lo suficiente la atención y todos supieran dónde había estado: conmigo. 

Lo peor de todo era que a pesar de ser consciente de eso, mi estómago seguía aleteando cargado de curiosidad cada vez que mi mirada se cruzaba con la del señor Riddle. Un suave rubor cubría en esos momentos mis mejillas y por mucho que mi cerebro se enfadase conmigo misma, no parecía que el resto de mí le hiciera demasiado caso. Estaba segura de poder controlar la conversación y tenía la esperanza de que al menos sacaría algo de información de ella. Pero también sabía perfectamente que ni Charlotte, ni ninguno de los otros, ni probablemente el profesor Dumbledore, aprobarían que me arriesgase así. Y en cierta forma no podía evitar sentirme molestia porque dudaran de mi capacidad para controlar esa "cita".

Fue una noche larga. Eterna. En la que di tantas vueltas que las sábanas se enredaron en mis piernas. Pero en algún momento terminé cayendo dormida de puro agotamiento. 

Cargando editor
18/09/2014, 01:21
Alice Battletower

Sentada en la mesa de Ravenclaw junto a mi hermana mordisqueaba con desgana un pastelito de limón. Apenas había pronunciado un pequeño puñado de palabras lacónicas desde que me había levantado. Mi tez estaba más pálida de lo habitual y mis ojos, aún somnolientos después de no haber pasado una buena noche, se desviaban cada poco rato de forma inevitable hacia la mesa de Slytherin y hacia la mesa de los profesores, esperando el momento en que mi mentor se levantase de su asiento. Una pequeña caja descansaba bajo mi asiento, junto a mis pies. 

En cuanto el profesor Dumbledore se levantó, abandoné lo que quedaba de mi pastelito sobre mi plato, me limpié los labios pulcramente con la servilleta y me puse en pie para salir detrás de él, con la caja en las manos y miré a Charlotte, con la esperanza de que me acompañase. 

Cargando editor
18/09/2014, 01:21
Alice Battletower

Y sin embargo, cuando mi mirada se cruzó con la del señor Riddle y me sonrió, mis labios se estiraron de forma automática devolviéndole el gesto. Mis mejillas recuperaron parte de su color y parpadeé mientras respondía a su guiño con una vergonzosa caída de ojos. 

A pesar de la noche llena de dudas que había pasado y de la incertidumbre por todo lo que estaba por venir, asentí con la cabeza a su frase no pronunciada y un pequeño brillo volvió a instalarse en mis ojos. 

Cargando editor
18/09/2014, 13:48
Tracy Canterbury

Desde la mesa de Gryffindor, sentada al lado de Ingo, Tracy Canterbury tomaba de su solitaria taza de café mientras a su alrededor la gente devoraba al punto del atracón y el vómito. Pocos se animaban a creer que aquella falta de apetito pudiera se producto de nerviosismo, o de algún tipo de aflicción encubierta. Menos aún sabían que Tracy jamás comía en los desayunos porque curiosamente jamás tenía hambre en las mañanas, ni siquiera luego de hacer su ronda Scout. Los ojos de la Gryffindor planeaban por el Gran Salón penetrantes y agudos, como habitualmente, buscando en silencio cosas que sólo ella parecía saber. Las pecas hacían de su rostro una máscara, una abierta y directa, pero en la cual los demás podían leer cualquier cosa que se les ocurriera, como lo harían frente a un test de Rorschach.

Cuando vio a Dumbledore ponerse de pie, su mirada fue hacia Alice Battletower y sí, allí la Ravenclaw se estaba levantando como si no hubiera otra posibilidad en el mundo. Los ojos de Tracy, sin embargo, se desviaron hacia otro sitio mientras se sucedía la vorágine a su alrededor. Se inclinó al levantarse ella misma, dejando la taza de modo poco ceremonioso, y pareció decirle algo a Ingo a su lado.

Cargando editor
18/09/2014, 14:02
Tracy Canterbury

Tenemos que irnos - susurró Tracy, tan bajo que Ingo no la hubiera escuchado si no hubiera estado acostumbrado a su tono de voz - Se me ocurre sin embargo que alguien puede usar este movimiento, y el propio partido, escurrirse y hacer otra cosa. Observa las mesas conmigo, a ver quién no va al partido.

Lo que no le dijo, no todavía, era que pensaba pasar el partido entero en el castillo, rondando por el cuarto piso a ver si alguien tenía el mismo pensamiento que ella y se le ocurría hacer lo propio. Ya habría tiempo para eso.

Los ojos de la Gryffindor, como durante todo el desayuno, estaban posados en varios frentes: por un lado, identificar si alguien en las mesas de Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw parecía tener un comportamiento extraño o hacía algo llamativo, o algo tan normal que no pudiera ser otra cosa que una normalidad forzada. Por otro, observar la mesa de Slytherin, concentrando su atención en los movimientos de Lestrange, Tom Riddle y Alphonse Black.

Notas de juego

Si se necesitan tiradas, las hago ipso facto cuando me indiques qué tirar.

Cargando editor
18/09/2014, 23:50
Charlotte Battletower

Esa mañana no pude probar bocado, solo fui capaz de obligarme a tomar un poco de zumo sin parar de mirar de reojo a Alice. Nunca había estado tan preocupada en toda mi vida. Ante las miradas extrañadas de algunos compañeros de la casa, solo expliqué que me sentía un poco enferma. Era consciente de que esta actitud no era normal en mí, pero no conseguía mostrarme tan despreocupada como de costumbre.

No presté demasiada atención al resto del salón, cuando Alice se levantó supe que era el momento. Con el barullo previo al partido dudaba que alguien notara que nos íbamos, por lo general, los miembros de todas las casa desayunaban a toda velocidad para ir a coger un buen sitio en el campo de juego, así que no sería extraño que nos fuéramos. Únicamente había una mesa que me preocupaba que lo notara, sin fijar la vista demasiado, revisé la mesa de Slytherin a la vez que me levantaba en silencio. Cuanto antes empezáramos, antes acabaríamos.

Cargando editor
18/09/2014, 23:56
Alphard Black

Si tuviese que buscar una sola palabra para describir cómo me siento, lo tendría muy fácil. Estoy nervioso. Por el partido, es el primero que juego con el equipo, el primero que el equipo juega sin Dracons y el primero en el que soy capitán - Debemos ganar si no quiero pasarlo muy mal -, recuerdo la carta ahora calcinada y aprieto la mandíbula durante un instante. Por la reunión, es dentro de nada, a saber qué tan importante nos tiene que contar Dumbledore y no tengo claro cómo voy a desaparecer justo antes del partido - Tampoco es para tanto, no soy su niñera -, no sé qué hacía Dracons pero yo voy a necesitar un tiempo para mí. Y por el plan de Riddle, ¿se llevará a cabo durante el partido? ¿qué habrá planeado? espero que nadie resulte herido - Nada puedo hacer en ese aspecto, debo concentrarme en ganar -.

Externamente nada se puede ver de este duelo interior, mi cara sigue impasible como siempre aunque hay un leve cambio, contesto a las palabras de ánimo que nos dedican con leves sonrisas y asentimientos de cabeza, ahora que soy el capitán recibo mas atención de la deseada; mientras tanto mi mano se dedica a llevar alimento a mi boca, no sé ni lo que estoy comiendo, solo sé que lo voy a necesitar.

Al fin acabo de desayunar, entre prisas y comentarios por parte de mi equipo me levanto y me veo arrastrado hacia las grandes puertas de salida. Me detengo y les digo que vayan yendo hacia los vestuarios y que se vayan cambiando, que enseguida estaré con ellos; no estoy preparado para las caras de verdadera incredulidad y decepción con que son recibidas mis palabras, al fin y al cabo solo llevo un par de semanas en el equipo y menos de una siendo su capitán. Enseguida busco una excusa para abandonarlos en estos momentos, una que lleva la suficiente parte de verdad como para ser creíble.

- Mirad chicos, soy nuevo en esto de ser capitán; requiere mucha atención y hay demasiadas personas pendientes de todos y cada uno de mis gestos. - quiero que recuerden que a mí no me gusta ser el centro de atención y nunca hasta ahora lo he sido - Necesito un rato a solas para concentrarme, para volver a ser yo y recordar que toda esa gente no importa; que en el campo sólo tengo que pensar en el otro buscador y en la snitch. Que si la atrapo - un corto silencio en el que trago saliva y los miro con un atisbo de sonrisa - habremos ganado. - remarco la penúltima palabra, quiero que se den cuenta que darme ese espacio hará que todos salgamos beneficiados - Estaré a tiempo para el discurso final.

En la cabeza de ningún jugador está el saltar al terreno de juego sin un buen discurso, y yo tengo uno preparado que espero que los motive lo suficiente para arrasar al equipo contrario - O para al menos mantener el marcador lo mas igualado posible -

- Tiradas (1)

Motivo: Mentiras Elab.

Tirada: 1d10

Resultado: 4(+5)=9

Notas de juego

Tiro por si acaso hace falta ;D

Cargando editor
19/09/2014, 00:30
Alphard Black

Estoy sentado en la mesa de Slytherin rodeado por los compañeros de quidditch, mi cara está seria como siempre aunque hay un leve cambio: contesto a las palabras de ánimo que nos dedican con leves sonrisas y asentimientos de cabeza, ahora que soy el capitán recibo mas atención de la deseada. Mi mano se dedica a llevar alimento a mi boca de forma automática, no sé ni lo que estoy comiendo, solo sé que lo voy a necesitar. Al fin acabo de desayunar, me levanto entre prisas y comentarios por parte de mi equipo y me veo arratrado hacia las grandes puertas de salida; parece que me van a llevar en volandas hasta los vestuarios.

Me detengo y se forma un pequeño corro a mi alrededor, les digo que vayan yendo hacia los vestuarios y que se vayan cambiando, que enseguida estaré con ellos; no estoy preparado para las caras de verdadera incredulidad y decepción con que son recibidas mis palabras, al fin y al cabo solo llevo un par de semanas en el equipo y menos de una siendo su capitán. Enseguida busco una excusa para abandonarlos en estos momentos, una que lleva la suficiente parte de verdad como para ser creíble.

- Mirad chicos, soy nuevo en esto de ser capitán; requiere mucha atención y hay demasiadas personas pendientes de todos y cada uno de mis gestos. - quiero que recuerden que a mí no me gusta ser el centro de atención y nunca hasta ahora lo he sido - Necesito un rato a solas para concentrarme, para volver a ser yo y recordar que toda esa gente no importa; que en el campo sólo tengo que pensar en el otro buscador y en la snitch. Que si la atrapo - un corto silencio en el que trago saliva y los miro con un atisbo de sonrisa - habremos ganado. - remarco la penúltima palabra, quiero que se den cuenta que darme ese espacio hará que todos salgamos beneficiados - Estaré a tiempo para el discurso final.

En la cabeza de ningún jugador está el saltar al terreno de juego sin un buen discurso, y yo tengo uno preparado que espero que los motive lo suficiente para arrasar al equipo contrario - O para al menos mantener el marcador lo mas igualado posible -. Espero haberlos convencido, me quedo un momento para escuchar sus buenos deseos y despedidas, y en cuanto salgan por las puertas buscaré un lugar tranquilo y solitario.

Cargando editor
19/09/2014, 02:06
Alister P. Ravenclaw

Vi a Deirdre marcharse y sentí una punzada de... ¿de qué? ¿de ira? ¿de culpa? ¿de rabia?

Puede que fuera un poco de todo. Por un lado sabía... es obvio... que ella no debía estar conmigo en estos momentos. Su lugar estaba ahora lo más alejada de mí como fuera posible. Pero por otro lado sentía haber sido llamado para una guerra en la que no debía participar. En la que no quería participar.

Pero no tengo otra opción. A la mierda Dumbledore y sus tejemanejes, a la mierda Tom Riddle y sus amiguitos, a la mierda...

Vi a Deirdre desaparecer con el resto de gente rumbo al campo de quidditch y me pregunté cuánto tardaría en perderla y si sería sólo mi culpa o también de Tom Riddle.

Acabemos con esto cuanto antes.

Pero me quedé sentado. Vi a Dumbledore levantarse de su silla y echar a andar hacia la salida. Tampoco me moví cuando mis compañeros de infortunio se fueron incorporando uno tras otro rumbo a aquella importantísima reunión.

Mi mirada fue alternativamente desde la puerta por la que había salido el profesor a la principal, por la que se había marchado el resto de alumnos.

Pensé en lo fácil que sería echar a correr detrás de ella y olvidarme de todo lo demás.

Si pudiera. Pero no vas a olvidar lo que has visto y oído.

Lo hacía por Deirdre pero sabiendo que el camino me alejaba de ella cada vez más. Irónicamente, iba a perderla independientemente de la decisión que tomase.

A la mierda.

Y eché a andar detrás de Dumbledore.

Cargando editor
19/09/2014, 12:13
Ingo Wunder Zeller-Stewart

El día del partido me había levantado media hora antes de lo habitual. No había sido algo premeditado, pero aproveché ese tiempo para repasar todo lo que sabíamos, todo lo que intuíamos, y las cosas de las que no teníamos ni idea. Lo hice en la Sala Común, en un rincón apartado para estar tranquilo, pero con la esperanza de que Tracy también se levantase pronto.

Un rato más tarde me encontraba desayunando junto a los demás. Mis compañeros de equipo estaban expectantes, y no era para menos. Yo todavía no terminaba de comprender cómo podían hacer capitán a alguien que llevaba tan poco tiempo en un equipo, y esperaba que quedase demostrado en el campo.

Pero en mi mente había pocos pensamientos relacionados con el quidditch. Desayunaba tratando de aparentar normalidad, pero sintiendo la cercanía de Tracy como un continuo recordatorio de lo que realmente teníamos entre manos.

Al ver que Dumbledore se levantaba y que Alice y los demás lo hacían después yo esperé algunos segundos. Las palabras de Tracy me llegaron en un susurro y únicamente asentí con la cabeza, pasando la mirada de las mesas a las puertas del Gran Comedor y observando a la gente. Nosotros nos íbamos en una dirección distinta. No era descabellado pensar que no seríamos los únicos. Por último recordé una de esas cosas de las que no sabíamos nada, y mis ojos fueron a la mesa de los profesores.

Cargando editor
19/09/2014, 18:08
Zoey Nicks

-Era solo una forma de hablar, capitán -dice de nuevo y esta vez captas el tono jocoso.- me gusta ver que tienes lo mismo ánimos de siempre. Haz lo que tengas que hacer, pero que sea rápido, no queremos que los chicos se pongan nerviosos, ¿verdad?

Se ríe y te da un golpecito cariñoso en el brazo antes de recoger su pancarta con el tejón de Hufflepuff y salir con el resto de alumnos.

Notas de juego

Para Alan.

Cargando editor
19/09/2014, 18:15
Director

Esperáis casi hasta que todo el mundo ha salido de la sala, pero no lográis captar nada que no sean nervios, emoción u otros sentimientos muy relacionados con el partido. Hay cuchicheos, pero los típicos entre grupos de amigos, y ningún gesto sospechoso delata lo que estáis buscando con tanto ahínco. Ingo, por su parte, puede ver a los profesores abandonar el lugar e ir hacia el campo de Quidditch, sin que ninguno de ellos se rezague o ponga excusas.