Partida Rol por web

La Torre Infinita

La Entrada a la Torre

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13/04/2019, 21:53
Syrid

Se había preparado para ese combate final, poniendo todo su atención en no herir a su compañero pelirrojo con su flecha, pero quizás había sido demasiado cautelosa, tanto que por culpa del tiempo que perdió buscando el mejor momento para disparar recibió un ataque de su enemigo. No lo vio venir, ni siquiera se dio cuenta que el liche había lanzado uno de sus hechizos contra ella, lo único que sintió fue un dolor lacerante por todo el cuerpo y sus manos, incapaces de sujetar bien el arco, apenas consiguieron disparar la flecha que cayó sin llegar ni siquiera a su objetivo.

Estaba herida, muy malherida, pero su compañero pelirrojo había conseguido abatir él solo al liche pues el caballero armado apenas se había movido de su sitio, quizás temeroso de ese encuentro, quizás agotado por las heridas que arrastraba. Syrid se sintió desfallecer y apenas supo qué estaba pasando cuando Theodore se acercó para darle un trozo de tela. No sabía cuál era el motivo de aquel gesto, pero no tenía fuerzas ni para hablar.

Se dejó arrastrar hasta el suelo buscando un poco de descanso, sintiéndose no sólo herida sino también frustrada ya que, hasta el momento, de poca ayuda había resultado para el resto de sus compañeros y, lo más importante, para aquella suicida misión en la que se había embarcado. Sabía que no tenía que desfallecer, que sólo necesitaba un poco de tiempo para recuperarse y, en caso de no conseguirlo, tal vez debería utilizar el frasquito que llevaba consigo y que tenía la poción que curaría sus heridas, aunque dudaba si hacerlo o no ya que era la única que tenía y no sabía si la necesitaría más delante. Sin embargo ¿aguantaría tanto tiempo sin caer por culpa de las heridas?

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14/04/2019, 10:21
Director

La criatura se retorció mientras intentaba aferrar su existencia a este mundo, pero finalmente desapareció en una nube de polvo y azufre. Con un sonoro *click* la puerta que ascendía tras el escritorio del Barón se abrió. Llamaba la atención lo limpio que estaba el escritorio. Solo una nota manuscrita quedaba en la mesa:

"No voy a perder el tiempo en introducciones y no voy a arrepentirme o justificarme. Lo que hice lo hice con el único fin de escapar de las garras de esta inevitable Muerte que todo se lleva. La sociedad me repudió por mis estudios mientras que el Duque me ofreció la oportunidad de continuarlos, así que hice lo que todo hombre sensato hubiera hecho. Habéis echado por tierra gran parte de mis investigaciones, pero lo que he aprendido en estos años lo aplicaré desde otro lugar en otro momento. No esperéis sin embargo el éxito en vuestra empresa, es algo que queda lejos de vuestro alcance.

Si mi trabajo tiene éxito nunca nos encontraremos en la muerte. Si fracaso rendiremos cuentas entonces.

Barón Archeon"

Notas de juego

¡Mazmorra superada!

Debéis narrar vuestras impresiones sobre vuestro paso por la creación del Barón Archeon.

¿Qué os depararán los pisos superiores?

Esta mazmorra ha sido diseñada por el usuario Thean :)

Lamentamos el héroe que se ha perdido por el camino.

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14/04/2019, 12:20
Druth

Druth nunca había sido un hombre letrado y, dado que había pasado su niñez y adolescencia como pastor de cabras, le costó mucho llegar a descifrar la nota que el Barón Archeon había dejado sobre su escritorio. Apuntando a las primeras letras de la carta con el dedo índice de su mano derecha, el gaitero de cabello rojizo comenzó a leer el mensaje mientras sus dos compañeros podían ver cómo el guerrero leía con mucho detenimiento.

Al Héroe del Oeste le llevó algunos minutos llegar a entender la totalidad de la nota. Archeon había escapado y no habría forma de que pudieran ajusticiarlo por todas las maldades que había cometido. Lo importante es que aquel Barón ya no les suponía ningún problema, pese a que aún debía de quedarles un largo recorrido para ascender por la Torre Infinita hasta que llegasen al Duque.

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15/04/2019, 01:43
Syrid

Habían conseguido salir victoriosos de las trampas de uno de los barones, aunque lamentablemente el bueno de Gideon había caído en el camino. Inconscientemente y mientras pensaba en el dicharachero mago, Syrid se llevó la mano a su zurrón donde había guardado el sombrero de su compañero. Seguía sentada en el suelo, descansando las heridas mientras los últimos rastros del liche desaparecían de su vista y una nueva puerta se abría ante ellos.

Había que continuar adelante si querían tener éxito en su misión pero Syridse encontraba en esos momentos débil y se tomó un tiempo más sentada mientras escuchaba a su compañero pelirrojo leer, con bastante dificultad, la nota que había dejado el barón sobre su escritorio. No habían sido capaces de detenerlo ya que el barón Archeon había conseguido escapar, pero por lo menos tardaría mucho tiempo en que se tuviera noticias de él.

Apoyándose en su arco, la norteña se puso en pie con dificultad dispuesta a seguir avanzando un poco más por la torre.

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17/04/2019, 03:46
Theodore

Theodore se sentó en el suelo escuchando a su compañero leer mientras en su mente vagaban diversos pensamientos referente a lo ocurrido hasta ahora. Desde la extraña desaparición del mago, del cual estaba convencido era un espia del barón con el fin de analizarlos, hasta el ultimo conbate, en donde fue completamente inutil y no participó.

Se prometió a si mismo luchar con todas sus fuerzas en el camino por venir y que no dejaría que sus dudas le afectasen en sus decisiones.

Aún temblando se puso de pie dispuesto a continuar el camino, quería que todo finalizara de una vez, se encontraba sorprendido, pues nunca pensó lo atroz que podía llegar a ser la famosa torre.

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17/04/2019, 16:12
Director

Tras dejar atrás los dominios del Barón Archeon, accedisteis a unos grandes portones de madera, tallados con intrincados motivos y cubiertos con adornos dorados. Los portones están cerrados con firmeza, pero una puerta en ellos permanece abierta, quizás los que habitan este nivel no esperan visitas.

Nada más entrar en la sala os sorprende el lujo y el refinamiento, os halláis dentro del palacio-fortaleza del Barón Nalnwalme.

Estáis en un gran salón, de techos altos cubiertos de tallas. Todo está cubierto por ricos tapices, adornos dorados, grandes lamparas de araña, alacenas de cristal tallado repletas de piezas de orfebrería... y sin embargo, cuanto más observáis, más detalles perturbadores encontráis.

Los ricos tapices rojos muestran escenas de guerra y exterminio, la fina orfebrería son instrumentos de tortura y, tras el penetrante olor a rosas y jazmines, percibís el inconfundible olor de la muerte y podredumbre.

Notas de juego

Debéis narrar vuestras impresiones del acceso a los nuevos niveles... bienvenidos a los dominios del Barón Nalnwalme.

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18/04/2019, 12:04
Druth

Druth observó los nuevos dominios a los que habían accedido, un inmenso salón ricamente adornado y que mostraba un lujo muy distinto a las dependencias del Barón Archeon, que acababan de dejar atrás. Se notaba un estilo totalmente diferente a lo que ya habían visto hasta ahora.

El hombretón pelirrojo se fijó en los tapices, la orfebrería y aquel desagradable olor. Teniendo en cuenta que los rumores indicaban que Nalnwalme era un elfo oscuro, para Druth era evidente que el Barón llevaba el sadismo en la sangre. Se preguntó qué desafíos tendría preparados para él y sus compañeros.

Volviéndose hacia estos, el héroe indicó a Syrid y Theodore que debían continuar avanzando.

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19/04/2019, 14:29
Theodore

Theodore miró con cuidado las diferentes piezas de arte que adornaban la habitación. Al darse cuenta lo que mostraban, hizo una mueca de desagrado bajo su yelmo. No encontró necesario decirles a sus acompañantes que conocía el uso de gran parte de aquellas maquinas de tortua, pues era parte del entrenamiento de su orden. El olor a muerte confirmó sus sospechas, el barón al que se enfrentarían era un fanatico de la tortura. Aquel hombre sería un duro oponente, pero, almenos, esperaba que no utilizara extrañas magias como el anterior.

 

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20/04/2019, 18:46
Syrid

La diferencia entre las estancias que habían dejado atrás y aquella en la que se encontraban en esos momentos era enorme y una pista de aquel exceso de ornamentos, de lujo y ostentación habían sido las puertas que acababan de cruzar. Pero, por mucho que el Barón Nalnwalme quisiera esconder tras esa apariencia de suntuosidad y riqueza sus verdaderos instintos, estos no escapaban a la percepción de Syrid o de sus compañeros.

La mujer arrugó con desagrado la nariz ante el hedor a podedumbre y muerte que flotaba en aquella fastuosa estancia y, por unos instantes, se quedó mirando los objetos y los tapices que la decoraban. Su primera impresión había sido la correcta pues todo en aquel lugar reflejaba la verdadera naturaleza del elfo que habitaba ese nivel. Guerra, muerte, caos, crueldad, cualquier término que indicara lo peor a lo que podía llegar un ser vivo estaba allí reflejado y, antes de reanudar el camino junto a sus compañeros, se preguntó que crueles trampas les habría preparado el Barón.

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20/04/2019, 19:30
Director

Tras avanzar medio salón, empezáis a ver movimiento. Pequeños grupos de pequeños duendes limpian el polvo, abrillantan el suelo, llevan pesados fardos de aquí para allá. Os ignoran totalmente, tal y como si no existieseis. Sin embargo, pronto empezáis a oír agudos gritos. Docenas de elfos, armados hasta los dientes, vestidos con los colores negros y rojos del barón y acompañados de mastines de guerra, cargan hacia vosotros, mientras unos cuantos disparan letales ballestas envenenadas, todo ello sin advertencia o amenazas previa.

 

Notas de juego

Nota: Los “sirvientes” no responden a los héroes, no se defienden ni huyen. Un examen mágico o médico os permiten ver grandes cicatrices bajo su cabello, como si les hubiesen hecho alguna operación cerebral.

Pero poco tiempo os durará la exploración: ¡os atacan bastantes enemigos!, debéis resolver los siguientes combates:

1er grupo de elfos. (1er combate)

Grupo de mastines. (2º combate)

2º grupo de elfos. (3er combate)

Describid como intentáis acabar con vuestro primer encuentro y realizar la tirada de combate.

¡Suerte!

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21/04/2019, 11:58
Druth

Druth se disponía a acercarse a uno de aquellos sirvientes duendes. Extrañado por la diligencia con la que desempeñaban su trabajo, sin dar la voz de alarma por la presencia de los héroes o siquiera intentar atacarlos, el pelirrojo se aproximó hacia ellos para intentar discernir qué les sucedía. Fue en ese momento cuando se le pasó por la cabeza que aquellos sirvientes podían haber sido sometidos bajo la voluntad de Nalnwalme por algún tipo de magia negra.

Antes de que pudiera siquiera examinarlos con detenimiento, docenas de elfos habían surgido sin que el trío divisara desde donde aparecían. Druth, curtido en mil batallas, fue pillado totalmente desprevenido, pero aun así se lanzó contra el grupo de elfos más próximos, para hacerles frente cuerpo a cuerpo, descargando su hacha a medida que llegaba a sus posiciones.

No obstante, mientras observaba a las fuerzas de Nalnwalme, pudo ver también que llevaba mastines de guerra y que algunos de los elfos disparaban virotes con sus ballestas desde una posición más alejada. Sin duda, se presentaba un duro enfrentamiento.

- Tiradas (1)
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21/04/2019, 20:35
Syrid

Syrid seguía sorprendiéndose por la suntuosidad de aquella sala en la que se encontraba y más aún lo estaba al ver la cantidad de sirvientes, o quizás simplemente fueran esclavos, que se esforzaban por dejar todo limpio y recogido sin apenas prestar atención a los tres compañeros que acababan de irrumpir en el lugar. Pudiera ser que aquellos duendes estuvieran bajo algún tipo de embrujo que los empujara a ser así de indiferentes o tal vez fuera cualquier cruel experimento del Barón Nalnwalme pero, fuera lo que fuera lo que les hubieran hecho, por lo menos no parecían ser peligrosos.

Porque el peligro vino de otra parte y de manera tan repentina que a Syrid ni siquiera le dio tiempo a preparar su arco. Los elfos que aparecieron los superaban en número y, viendo lo armados que estaban, incluso con ballestas, a la norteña le entraron bastantes dudas si serían capaces de salir de aquella. Confiaba en sus compañeros, pero por muy buenos que fueran en la lucha, los elfos los superaban con creces.

De todas formas, y sin poder dar media vuelta, Syrid tensó la cuerda y se dispuso a disparar a uno de los ballesteros, por lo menos intentaría que los elfos con armas a distancia no les pudieran hacer demasiado daño.

- Tiradas (1)
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23/04/2019, 02:55
Theodore

Theodore avanzó sorprendido por los seres que no les prestaban atención, se veían hipnotizados en cumplir su labor. ¿Sería otra magia quizás? Actualmente esto no le parecía extraño, pues al parecer en la torre este tipo de trucos era muy común.

De pronto oyó unos extraños gritos y para cuando se dio cuenta, se encontraba rodeado de una gran cantidad de enemigos. No supo como pero su arma ya se encotraba desenfundada y en su mano lista para cargar contra ellos. Y esta vez, no dejaría escapar la oportunidad de luchar y dar apoyo a sus compañeros.

- Tiradas (1)
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23/04/2019, 22:32
Director

Notas de juego

Podéis narrar con libertad como acabáis con la primera oleada de elfos. Además ¡sin sufrir ningún rasguño!

Aprovechad y lanzad ahora para resolver la lucha contra los mastines :)

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24/04/2019, 12:19
Druth

Druth no había combatido contra muchos elfos a lo largo de su vida, aunque su escasa experiencia contra aquellos finolis de orejas picudas le indicaba que eran criaturas muy diestras y ágiles, aunque bastante flojas cuando les tocaba hacer frente a un enemigo que era pura brutalidad.

El gaitero pelirrojo descargó repetidas veces u hacha contra los guerreros elfos que se le aproximaban, e hizo un gesto a sus dos compañeros para que continuaran abriéndose camino entre las filas enemigas. Superada la primera línea de defensa del Barón Nalnwalme, la segunda estaba conformada por unos enormes mastines de guerra, unas bestias enormes y violentas que podían llegar a resultar mortíferas en batalla.

A Druth siempre le habían gustado los perros e incluso cuando era pequeño siempre había querido tener un cachorrito, pero aquel no era momento para sensiblerías. Utilizando su hacha y el cuchillo de los cultistas de Archeón para atacar, se lanzó contra los grandes canes para tratar de librar a sus compañeros de las dentelladas de aquellas bestias.

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24/04/2019, 23:25
Syrid

Syrid no dejaba de apuntar y disparar sus flechas contra los elfos que manejaban las ballestas, viendo como iban cayendo uno a uno sin emitir casi ningún sonido. De esa forma, sus compañeros armados con hacha y espada, tenían más oportunidades de acabar con el resto sin que los virotes los alcanzaran.

Pero no podían regodarse de su victoria ya que un nuevo peligro se abalanzaba sobre ellos. Los amenazantes colmillos de los mastines no dejaban duda alguna de que irían directamente a por su cuello y la norteña, convencida de que con animales tan rápidos su arco no tendría nada que hacer, así que sacó la espada que había encontrado en la sala del Barón Archeon y se dispuso a dar tajazos a diestro y siniestro, intentando acabar con el mayor número de canes que pudiera. Quizás no tuviera la fiereza que mostraba el pelirrojo, pero sí tenía el aplomo y la habilidad de las duras gentes del norte.

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25/04/2019, 04:41
Theodore

Theodore no supo como pero logró derrotar a sus contrincantes. Su escudo nunca le había fallado y esta vez no fue le excepción. Utilizandolo para protegerse de los ataque aprovechava los segundo en que los elfos se recomponian tras el ataque para acabar con ellos. De vez en cuando con su escudo empujaba a los enemigos más cercanos y los hacia caer para luego darles un golpe final.

Una vez hubo acabado con ellos, observó a sus compañeros para percatarse que se encontraban bien. Al ver que si lo estaban se preparó para enfrentarse a unos enormes perros que se aproximaban amenazantes. Él no tenía sentimiento alguno por los animales, pues su entrenamiento le había arrebatado esas sensaciones.

 

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25/04/2019, 20:40
Director

Notas de juego

¡Éxito de nuevo! Ahora podéis narrar que os libráis de los mastines... ¡pero quedará la última oleada de enemigos! Estos elfos van equipados con armas a distancia, así que habrá que tener cuidado.

Lanzad los dados ¡y suerte!

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26/04/2019, 18:31
Druth

Los canes no duraron mucho en pie. Druth no sentía a gusto teniendo que matar perros, por más que estos fueran bestias entrenadas para la guerra, pero no por ello dejó de descargar su hacha contra aquellos mastines hasta acabar con todos los que se encontraban a su alrededor.

Después, tomando carrerilla, el pelirrojo corrió en dirección a los elfos que se hallaban armados con ballestas. Lanzando un alarido que le hizo parecer más bestia que hombre, Druth cayó sobre los elfos y comenzó a descargar su hacha sobre las cabezas de los elfos con una mano, mientras que con la otra los apuñalaba con la daga de los cultistas. Había entrado en un estado de frenesí y desenfreno que lo había convertido en una bestia implacable y no parecía que fuera a detenerse por nada ni nadie.

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28/04/2019, 05:32
Theodore

La tecnica de Theodore fue excelente, golpeaba con el escudo en la cabeza de los canes mientras con la espada estocaba al siguiente. En estos momentos agradecía tener aquel escudo que le estaba salvando la vida. Una vez acabó con todos alzó la vista para ver que un gran número de arqueros se disponía a atacarlos.

Avanzó con el escudo en alto. Se encontraba a medio camino cuando la primera descarga de flechas llegó hasta él. Sintió como el escudo comenzaba a ceder ante las flechas enemigas. Rapidamente corrió y con su espada comenzó a atacar a sus enemigos.

- Tiradas (1)

Notas de juego