Partida Rol por web

Los Dhaeva de Transilvania.

TERRITORIO 37: Miercurea Cuic.

Cargando editor
17/12/2008, 13:12
T37: Anciano Vareslau. - Portavoz del Consejo de Miercurea Cuic.

Me acerco a los nobles recién llegados y les doy la bienvenida a nuestra humilde aldea.

-Sed bienvenidos nobles viajeros. Soy el anciano Vareslau, el portavoz del Consejo. No os preocupeis somos gente pacífica y disponemos de algo de protección.
digo señalando a los mercenarios. Aquí estareis a salvo del ataque de los bandidos. Pero contadme, donde os asaltaron ¿Cerca de aquí? ¿No sería la banda de "La Ensartacorazones" de la que hablan todos los buhoneros verdad?

Cargando editor
01/01/2009, 20:23
Iakov el Ensartaojos

Iakov había seguido al grupo con el paso de quien en realidad está guiando el camino. La espada había vuelto a su vaina, y el sonido del metal oscilando se perdía en el aire, mezclado y aplastado por el ruido de los mercenarios al caminar. No había vuelto a mirar a Radu, y parecía quitarle importancia a ese hecho. Sus ojos estaban entregados a sus alrededores, a detalles minúsculos que no parecían ser humanamente posibles de apreciar; o quizás sólo daban vueltas por el aburrimiento que la situación le producía. El hecho de haber entrado en batalla con la adrenalina zumbando, haber permanecido media hora en la más absoluta oscuridad, y luego estar haciendo sociales diplomáticas con un conjunto de desconocidos, no parecía ser exactamente lo que Iakov pretendía para él.

Cuando fueron presentados ante el Anciano, Iakov lo miraba desde arriba. Por la altura, y por la distancia entre aquel hombre y él.

- ¿La banda qué?

La pregunta del Anciano generó una reacción extraña en el rostro de Iakov. Su gesto pasó de la sorpresa a un repentino enojo, o al menos algo imposible de identificar con el miedo. Sus cejas habían bajado frunciéndose contra sus ojos, y el resultado era una mezcla de incredulidad, fastidio y desprecio. Algo que, al final, no podía si no pasar por la reacción natural de un noble de alta alcurnia, que tiene que admitir que ha sido superado, robado y despojado de su honor, por una banda de rufianes. Nada lejos de lo que Iakov estaba pensando en ese momento.

- ¿La Ensartacorazones? ¿De dónde ha salido eso?

Cargando editor
01/01/2009, 20:46
T37: MIERCUREA CUIC

SUCESOS DE VERANO: MIERCUREA CUIC:

- La población local está asombrada por la llegada de los nobles Rados y Braul (Iakov y Radu), y más asombrados aún por el relato del ataque que han sufrido.

Cargando editor
01/01/2009, 20:47
T37: Anciano Vareslau. - Portavoz del Consejo de Miercurea Cuic.

- "Disculpadme noble señor, por hablar de aquello que no conozco de primera mano. En los últimos tiempos, algunos de los buhoneros que pasan por el pueblo nos han traído noticias sobre una nueva banda de bandidos... La llaman la banda de la Ensartacorazones, que es como, al parecer, se hace llamar su líder. Una mujer demencial que según las historias disfruta arrancanto los corazones de sus victimas y que luego se pasea por ahí con ristras de corazones humanos. También dicen que bebe la sangre de esos corazones o que se los come... En fin, no hemos escuchado nada más sobre esa banda." -

Cargando editor
15/01/2009, 00:46
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

 

Su mano derecha descansaba sobre su pierna mientras elevaba sus dedos una y otra vez para poco después dejarlos caer de nuevo. Un gesto muy discreto para dejar escapar la ola de nerviosismo que no había hecho más que crecer por muy diversas razones desde que se habían enfrentado a aquellos extraños seres. 

Deseaba encontrarlos, interrogarlos para saber que eran y luego, por supuesto, matarlos. Su huida había sido tan rastrera y además en el mejor momento de la pelea, cuando ya podía saborear la victoria, cuando ya empezaba a sentir como arrancaba la vida de los maltrechos cuerpos de todos ellos… y entonces la oscuridad. 

- Aunque entre lo que decís haya gran parte de verdad, la historia seguramente cuente con alardes de unos y exageraciones de otros. De todos modos resulta desagradable ver como las tierras donde crecí cada vez se vuelven más peligrosas por las ambiciones de nobles extranjeros y la crueldad de muchos plebeyos.- aprovechó para mirar a Iakov un momento sabiendo lo que a continuación iba a decir -La banda Ensartacorazones no es la primera y si continua como hasta ahora no será la última. Aun recuerdo que durante un tiempo fueron famosas las tropelías de un bandido que por suerte o “incompetencia” parece haber quedado en un segundo plano: Ensartaojos. Gente como ellos solo son brutalidad pues carecen de ingenio para sus propios apodos- bromeó fingiendo quitar importancia al asunto. –Una mujer, sanguinaria… terribles noticias en verdad, pero lo siento, nuestros asaltantes no fueron tan corteses como para presentarse.

 

Notas de juego

Por cierto, los nobles no son Radu e Iakov sino Braul y Rados ;).
Encantado de volver ^^.

Cargando editor
16/01/2009, 08:50
T37: Anciano Vareslau. - Portavoz del Consejo de Miercurea Cuic.

- "De nuevo sed bienvenidos, nobles señores. Este mozo os acompañará a la cabaña que vuestras mercedes pueden usar para descansar." -

Cargando editor
16/01/2009, 08:51
Mozo Campesino.

- "Mis señores, por aquí." - El mozo guía a "Rados y Braul" hasta una cabaña vacía y después se marcha.

Cargando editor
16/01/2009, 23:17
Iakov el Ensartaojos

Desde las últimas palabras del anciano y de Radu, Iakov caminaba como si le hubieran sujetado un palo a la columna. Su ceño había perdido toda burla, y se había concentrado en una ira fina, latente y tangible. Un gruñido había respondido al mozo campesino, sin siquiera dignarse a mirarlo; tras eso, Iakov había paseado por la cabaña vacía sin prestar más atención a nada ni a nadie, mirando para todos lados sin dejar los ojos en ningún sitio particular, para después plantar los pies delante de una ventana y quedarse allí. Hasta ese momento, Radu no le había visto una expresión más seria y despectiva, profundamente asqueada.

Se mantuvo allí, sin decir nada, perdido en la contemplación de algo que Radu no fue capaz de dilucidar.

Cargando editor
19/01/2009, 19:43
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

 

Después de que les fueran reveladas las últimas noticias de aquellas tierras Iakov se había convertido en un hombre distinto, alguien a quien resultaba difícil de reconocer. Su siempre presente mueca de autosuficiencia había desaparecido y empezaba a sentir una refinada ira en él. Era una sensación placentera y que estaba intentando disfrutar en el mismo silencio en el que Iakov participaba con su inactividad.

Sus dedos ya no golpeaban ágiles contra ninguna mesa pues una sensación agradable merece ser disfrutada con quietud, en tranquilidad. Hasta cuando arrebataba la vida a alguien le gustaba tomarse su tiempo: recordar su acongojado rostro, la mueca de terror que se grababa cuando sentía el vacío de la muerte, la ira e impotencia reflejadas en sus ojos… Ese era el gozo que sentía cuando mataba a alguien y era algo que le habían quitado en el último enfrentamiento. Aun así la huída de esos seres había pasado ahora a un segundo plano ante los nuevos acontecimientos; Radu solo sonreía mientras Iakov permanecía de espaldas, ya que de nuevo había creído ver una grieta en el muro que con violenta quietud miraba el paisaje por la ventana.

- Me conturba verte así, Iakov. Qué patética estampa. Pareces un alma en pena, una sombra de lo que realmente eres. Temo que sea a causa de esa maldita banda que os ha arrebatado toda la gloria que os había costado años conseguir. Quién habla ahora de Iakov, quién teme su espada… ¡Qué injusticia! - se puso en pie dando énfasis a un retorcido discurso que continuaba focalizando en su siervo. –Cuán breve es la fama, cuán veleidosa la fortuna; toda una vida de esfuerzos para que en un momento de flaqueza llegue una advenediza para quitarte lo que solo a ti te corresponde.- continuó mezclando ironías y lisonjas. -Pero Iakov, todo tiene solución.- sonrió abiertamente. –Y yo estoy decidido a ayudarte, de nuevo. ¿Qué me dices?

 

Cargando editor
22/01/2009, 00:46
Iakov el Ensartaojos

Iakov se dio vuelta, y por toda respuesta escupió al suelo. Su rostro estaba crispado en un rictus que ni siquiera era ira. Era algo más grande que eso, algo más grande que el odio: un sentimiento que estaba mucho más allá de la comprensión del demonio del cual Radu era una simple máscara. Inmediatamente, levantó su bota y con la suela pisó muy fuerte el sitio donde por segundos había yacido su saliva. Torció el tobillo varias veces, una y otra vez, hasta que al levantar el pie ya no había nada allí debajo excepto una mancha.

- Esto es lo que opino - dijo simplemente.

Luego echó la cabeza para atrás, y pareció volver a ganar control sobre sí mismo.

- He pasado años a las sombras con toda clase de nombres apareciendo para reemplazar el mío. Pero jamás lo han logrado, menos por mucho tiempo, y una mujer no va a hacerlo ahora. Me subestimas lo suficiente para hacerme reír - Iakov miró a Radu, y no mentía: una sonrisa se había extendido por sus labios. La sonrisa del torturador frente a su víctima arrodillada, o del asesino en el momento previo a abrir al futuro asesinado en canal, pero sonrisa al fin. Ése era el único humor que Radu parecía entender, y que Iakov estaba dispuesto a compartir - Pero, ¿qué obtienes tú con tu ofrecimiento? ¿Disfrutas que me enoje?

La carcajada de Iakov no se hizo esperar. De algún modo, Radu supo, sus palabras habían tenido el efecto de disipar su ira y concentrar su energía en otra cosa. El reciente caballero Rados negó, y señaló a la puerta de la cabaña vacía.

- Mi pregunta en realidad es qué hacemos aquí. Yo no salí de esas tierras a meterme a la cabaña de nadie simulando ser nadie, y no me digas que tú saliste del infierno para terminar aquí.

Cargando editor
07/02/2009, 23:30
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

Radu se apartó satisfecho, regodeándose en la reacción de su siervo. No sabía si aquello había sido el resultado de su discurso, aunque le extrañaba pues ya otras muchas veces había mostrado su indiferencia ante cómo le hablaba y lo que le decía. Aun así poco le importaba qué había suscitado aquella reacción, allí estaba y debía ser explotada. Pero no fue más que una primera impresión ya que pronto Iakov volvió a mostrar su humor habitual. ¿Qué le desafiaba? Como otras tantas veces; no se enojaría en aquella ocasión, había disfrutado de algo tan dulce que le daba igual que poco después amargara. 

Teniendo en mente la reacción inicial de Iakov –una respuesta sin artificios del lenguaje, irreflexiva, instantánea y sincera-, volvió a mirarlo de hito en hito. Le interesaba su ceño, fruncido, enmarcando unos ojos que hacía unos instantes habían rezumado el odio más puro; su boca, de donde había escapado aquel salivazo que no era otra cosa más que rabia destilada; todo… Guardó aquel momento en un rincón oscuro de su lagunosa memoria. Un recuerdo que no creía que pudiese olvidar pues muchas veces se había encontrado en situaciones parecidas, pero todas eran únicas, irrepetible: el principio del fin. 

- Iakov, no es necesario que finjas ser nadie.- retomó la conversación –Ya no eres nadie. Hace un tiempo las madres asustaban a sus hijos nombrándote esperando que haciéndolo esos pequeños bastardos se portasen bien. ¿Y ahora? Ahora hasta los niños se ríen de ti. ¡JA! No te subestimo, Iakov, si lo hubiese hecho no me habría molestado en ofrecerte mis dones. Haría tiempo que estarías muerto…- sentenció sabiendo que aquello no provocaría más que indiferencia en el orgulloso hombre que frente a él se encontraba. - Pero tienes razón en una cosa: no salimos de Covasna para quedarnos en este patético poblado de gentes confiadas. Aun así llegando aquí hemos encontrado una gratificante tarea en la que tú puedes invertir tu tiempo y, si haces gala de un poco de humildad y aceptas mi ayuda, yo te ayudaré. 

Había perdido todo interés en el respaldo de la silla con el que había estado jugando. Se sentía como el maestro que repetía por centésima vez la lección a un alumno que se negaba a aprender. Siguiendo los límites marcados por las paredes de aquella minúscula cabaña rodeó a Iakov para situarse a su espalda. 

- Ah, y respecto a lo que obtengo ayudándote: no me interesa como siervo un gusano que se compadece de sí mismo por su mediocridad, quiero uno que haga algo por recuperar lo que cree que le pertenece legítimamente. Mejor morir luchando por algo que vivir sin nada. - esperaba que esa era la respuesta que pedía Iakov y la que él necesitaba para obtener de nuevo un “sí” de sus labios –Y si no me equivoco, también es lo que tú quieres.- eso era lo que Radu había dicho en un alarde de sinceridad, o eso aparentaba, pues solo él sabía si realmente había intenciones ocultas tras sus palabras.

 

Cargando editor
08/02/2009, 03:04
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.
Sólo para el director

Notas de juego

Acciones estratégicas de esta estación:

- Gasto de los 35 puntos de arcanos que restan para llegar a los 95 permitidos (luego se los paso a Dark por msn)
- Subir subterfugio o manipulación (no hago otra cosa)
- Subterfugio o manipulación.

La verdad que no estoy muy seguro de qué pillar estación xD.

Cargando editor
08/02/2009, 21:19
Iakov el Ensartaojos

Al sentir a Radu a sus espaldas, Iakov se dio vuelta. No lo hizo como la presa que acaba de sentir la presencia de su depredador, tan cercana como para sentir la mordida de la muerte en su nuca. Dio la vuelta como el lobo al que han interrumpido en su cacería, o el oso al cual le han invadido la cueva. No había miedo ni ansiedad en aquel giro repentino, y apenas había agresividad en sus ojos. Aquella ira que había sido la delicia de Radu se había esfumado, y ante sus palabras, la risa en la cara de Iakov crecía. La risa, la gracia de quien escucha desde el borde los insultos de alguien que cae al abismo, que busca por cualquier medio arrastrar con él al sobreviviente. Si había habido un momento de vacilación, se había acabado. Radu tendría que conservar esa placentera imagen muy nítida, porque no volvería a ocurrir.

- ¿Y has tardado cuántos años de tu miserable existencia hundido en tu cárcel, para pensar en dejar de compadecerte porque tu querido padre te jodió y te quiere seguir jodiendo? - los ojos de Iakov brillaban, danzando contra los de Radu, sin apenas consideración - He dicho que no me subestimes, aunque si dices que no lo estás haciendo, posiblemente es que yo te tenía como alguien más astuto. Tus mentiras no me convencen en lo más mínimo. Si quieres algo de mí, créeme, así no obtendrás nada.

Por un momento, Iakov apartó la mirada y su perfil volvió a brillar. Tan inmenso como un mortal podía haberlo sido, envuelto en la tortura y en la muerte; con una intensidad que los mismos ángeles en su vanidad envidiarían, y con un fuego que los mismos demonios en su ira querrían apropiarse. Era fácil entender que la conducta de Iakov obedecía más a un lapso de reconocimiento y de afirmación que de cambio o cobardía, un momento de reflexión que jamás se había permitido en toda su vida, y que ahora al tener la eternidad por delante, se había visto forzado a afrontar.

Ese mismo hombre, siervo de un demonio, con su alma atada a un infierno que no podía ser peor que su vida, negó.

- Lo que yo haga con mis preocupaciones, si se les puede llamar así - un asomo de carcajada bajó por sus labios; Iakov no había reído tanto desde hacía demasiado tiempo para recordarlo -, no te conciernen. Si te quiero para algo en ellas, te lo diré. Sin embargo, si quieres mi ayuda para lo que sea que estás pensando hacer, será mejor que me digas qué es. Tendrás la eternidad, pero yo no tengo paciencia, y esta cabaña es una mierda.

Notas de juego

Y al final me olvidé de poner las acciones estratégicas, plazo que acabo de recordar que terminaba ayer. Dioses y destino, ¡mi terrible cabeza!

Cargando editor
09/02/2009, 08:27
Director V

Notas de juego

IAKOV EL ENSARTAOJOS:

- Si las escribes antes de que lleguemos a este territorio, te las tendremos en cuenta.

Algunas consideraciones:

1) Las acciones se han de basar en cosas que hayas interpretado en tus posts. No es posible sacarse de la manga algo que no tenga relación con lo que el personaje haya estado haciendo.

2) Al menos una de las Acciones se gasta en viajar (a menos que Viajar fuera una Acción de la Estación pasada), dado que cuando se viaja en general no se realizan otras acciones (como no sea diplomacia), además combatisteis a vuestros extraños atacantes al llegar a esta región.

Cargando editor
10/02/2009, 21:07
Iakov el Ensartaojos
Sólo para el director

Notas de juego

Por supuesto. Entonces, si aún no llegaron aquí, las acciones estratégicas serán las siguientes:

I. Viajar [la salida de Covasna, atravesar los territorios áridos, llegar a la lucha]

II. Entrenar Consciencia [me acuerdo que me dijiste, Darkmaste, que esta habilidad tenía que ver con la percepción de cosas sobrenaturales alrededor del personaje; imagino que, al enfrentarse con las criaturas y haber tenido que hacer un esfuerzo para darse cuenta de lo que eran, pudiera ser que hubiera aprendido para reconocerlo más rápido la próxima].

Y una tercera, a tu criterio, como Explorar. Si bien acaban de llegar y han pasado tiempo luchando, es posible que durante el camino Iakov haya estado mirando a sus alrededores con más atención de la cuenta. Tiene interés en saber de una región en la que, según su historia, no ha estado antes. De no aceptarse esta, creo que o bien hay que dejar con las anteriores dos, o sólo podría considerarse Entrenar algo como Sigilo, Esquivar o Subterfugio. Las primeras dos están relacionadas con la batalla que han tenido, y sobre todo la primera con el viaje que han hecho y la forma en la que se han ido desplazando; la tercera tendrá que ver con mantener las apariencias de Caballero Rados.

Cargando editor
11/02/2009, 17:45
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

Sus ánimos empezaban a inflamarse una vez más. Su sangre era la ira y esta ascendía ya hacia su rostro llevando con ellas un rubor de rabia a sus mejillas. Sus dedos se cerraron sobre la palma, tendones y músculos se marcaron a medida que aquella irrefrenable pasión buscaba una salida. -¡¡CÁLLATE!!- explotó al tiempo que su puño volaba a escasos centímetros del rostro de Iakov. Chocó contra la endeble pared de la choza con una fuerza descontrolada. Ni el mismo estaba seguro de haber errado su objetivo adrede. -¡Necio! ¡Estúpido!- espetó con un tono serpentino. –¡Eres idiota! Desconoces tu lugar. Ignoras tu posición. Tientas mucho a la suerte.

Algo encorvado, como una bestia acechante, miró a Iakov. Ladeando su cabeza intentaba encontrar aquello que antes le había fascinado. Lamentablemente no consiguió lo que buscaba. Se apartó unos pasos mientras se erguía como noble que era por doble partida: noble su anfitrión y antaño miembro de la corte celestial.

- ¿Paciencia? Y tú dices que no tienes paciencia… Necio… Te crees importante pero de no ser por mí estarías muerto, tu nombre olvidado y sin posibilidad de recuperarlo… Imbécil… ¿Y aun te muestras tan orgulloso ante mí? Tu vida no vale nada para nadie. Hay millones de mortales tan estúpidos como tú deseosos de obtener el favor de alguien tan poderoso como yo. Ignoras la suerte de haberte topado conmigo y sigues tentando a la fortuna como si buscases la muerte, la indiferencia, el olvido. Solo di una palabra más. Solo di una palabra más y…- calló antes de terminar de hablar pero su puño ya se hallaba alzado no dejando dudas de la continuación.

La ira parecía volver a embriagarlo. A medida que hablaba se encendía más, pero esta vez parecía tener la rabia controlada (al menos en parte), pues hablaba con cierta displicencia, como si realmente no le importase que tomasen en cuenta los consejos que daba. Ya sabía lo que quería y lo que necesitaba, la reacción de Iakov no suponía más que un obstáculo sin importancia ahora que otra potencial alianza se fraguaba.

-¿Quieres la verdad, mortal? Siendo tan corto de miras como eres no me extraña que no hayas llegado a descubrirla. En verdad te digo que me da igual que vivas o mueras. Mis planes y ambiciones serán los mismos, no cambiarán estés o no estés tú y teniendo toda la eternidad no dudes en que encontraré a quien sirva a mis propósitos. Cuanto antes se cumplan mejor, pero aun así no dudes de que eso no será óbice para que en cualquier momento me decida a poner fin a tu patética existencia.

-¿Por qué me interesa que te enfrentes con esa “mujer”?- escupió la palabra parodiando el desprecio que Iakov mostraba. –Si pierdes le ofreceré a ella lo que tú ahora mismo tienes. Si ganas seguirás vivo. ¿Qué gano yo? La pieza más fuerte y el control sobre un grupo de asesinos. Ahora, ¿qué ganas tú?- preguntó no con una sonrisa como las que Iakov acostumbraba a mostrar que buscaban ofender, sino torcida, aviesa; la de quien sabe que hace el mal y disfruta con ello. –La posibilidad de continuar viviendo, al menos un poco más.

 

Cargando editor
16/02/2009, 02:02
Iakov el Ensartaojos

Iakov mantuvo la mirada fija, aunque su mano se había deslizado hacia atrás por instinto, a la altura de su cadera. Evaluó la situación en un silencio desacostumbrado, y en una quietud impropia de él. Dejó que Radu continuara moviéndose, amenazándolo, escupiendo sobre sus anteriores palabras; lo dejó burlarse, jactarse de su nobleza, vomitar sus alardes y finalmente declarar la presunta realidad de sus intenciones. A todo esto asistió Iakov como si se hubiera vuelto de piedra, o simple parte del paisaje, curioso y perceptivo observador de la bestia que quería salir todo el tiempo de la boca de Radu. Estaba buscándolo a través de la pantalla y de la furia, estaba esperando más allá del peligro y del límite.

Entonces, lo vio nítido.

Iakov esperó con una paciencia que no le era propia hasta que Radu hizo silencio, y quedó dedicándole aquella sonrisa que sólo le había visto a pocos seres vivos. La bestia dentro de aquel cuerpo no pensaba: latía enloquecida buscando alimentarse. Lo había estado tanteando, desde el principio, buscando su fuerza, queriendo beber de su energía para volver a la inmensidad. Pero Iakov ya había visto lo que quería y, cuando se movió, lo hizo con relajación. Sus sentidos le apoyaban, indicándole que ya todo había terminado. Alejó la mano del cinturón, dejándolo caer de nuevo a la altura de su muslo, y se movió para un costado, saliendo del campo de los ojos de Radu y de su presencia física.

- La suerte no existe, Radu - dijo, mientras avanzaba de perfil hacia algún punto sin relevancia de aquella habitación - Es un consuelo de perdedores y de vencedores sin poder.

Esperó un momento, dedicando su atención a la nada. Finalmente, se dio vuelta.

- Si quieres mi ayuda, no quiero tus órdenes. Si esperas que destroce a esa mujer y sacar partido de su muerte, bien por ti, porque tarde o temprano terminará sucediendo de esa forma - Iakov sonrió, como si jamás hubiera dicho eso en circunstancias que no se terminaran cumpliendo - Si ha crecido intentando imitarme, conozco su punto débil. Y si no es así, también conozco su punto débil. ¿Quieres un grupo de asesinos bajo tus órdenes, dices? Te dejo a su séquito, mientras yo la mato. Me los devuelves luego, cuando prefieran cualquier cosa menos estar contigo, y sepan quién manda - hizo un gesto de no importancia con la mano derecha - Sólo hay que llamarla.

Dicho eso, Iakov enfiló directamente a la puerta.

Cargando editor
19/02/2009, 03:13
Knezi Radu Szantovich el Menor. - Conde de Covasna.

- ¡Vaya! ¿Sea como sea ya conoces sus puntos débiles?- habló acompañándo sus palabras de exagerados movimientos sin preocuparle que no le miraran. -¡Mentira!- farfulló enfadado. - ¡En qué piensas! ¿Soberbia? Oh, sí, tú eslabón más frágil; el de todos vosotros patéticos humanos. Os creéis los seres superiores de la Creación, por encima de animales y vegetales. El hombre, dotado de alma, esa minúscula, irrisoria y quebradiza chispa divina. El libre albedrío tan fácil de quebrantar y toda esa estúpida retahíla de sandeces. Conozco la historia…

Se movía tras Iakov, solo el interés por ver qué hacía le impelía a hacerlo. El nerviosismo que había demostrado hacía un momento había acabado, más bien lo había reprimido; y se debatía en una tensa espera que se reflejaba en su parsimoniosa forma de actuar que no era sino una máscara tras la que se ocultaba el iracundo ser que permanecía expectante por que algo ocurriera.

- Pero de acuerdo. No te ordenaré nada, al menos por el momento. Eres libre para llamarla, si puedes. Permaneceré atento a cuanto haces, a ver si tan exacerbada seguridad en ti mismo tiene una razón de ser o son los chisporroteos de una vela que se apaga. Y sí, esa panda de bandoleros descubrirá quien manda realmente, al igual que tú Iakov.- era una amenaza, pero el tono era más sincero que el que acostumbraba a emplear. Estaba dispuesto a demostrarlo y seguramente llegaría a hacerlo.

- Estoy esperando Iakov...

 

Cargando editor
20/02/2009, 12:28
T37: MIERCUREA CUIC

RESULTADOS DE VERANO:

1) Knezi Radu Szantovich el Menor:
- No logras ponerte en sintonía con tu poder infernal, desconoces el motivo, quizá tenga que ver con la tierra y el entorno. Quizá con el pecado.(no has podido adquirir más Arcanos)
- Aumentas Manipulación.
- Aumentas Subterfugio.

2) Iakov el Ensartaojos:
- Viaje.
- Sube Consciencia.
- Sube Sigilo.

Cargando editor
20/02/2009, 12:33
TEMPUS FUGIT

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y UNO.

ESTACION DE OTOÑO.

MESES DE OCTUBRE, NOVIEMBRE Y DICIEMBRE.