Partida Rol por web

- El cielo se tiñe de gris, va a caer una fuerte tormenta.

- Varuska siente que se le encoge el corazón, presiente en estas tierras una maldad sobrecogedora...

IAKOV EL ENSARTAOJOS:

- A ver qué te parece esa posibilidad:

* Escribes un post en el que "matas" a Radu y le entierras.

** En realidad, no está muerto, pues no se mata a un demonio mayor así como así, pero queda aletargado y tú absorbes parte de su poder infernal, quedando libre.

*** Sigues la partida como un personaje independiente con total libertad para ir a donde quieras, matar a quien quieras, robar a quien quieras y hacer el mal de la forma que gustes.

:)

Durante el camino hacia el fuerte donde vivías antes de abandonar este territorio vas rememorando viejos recuerdos pasados, como la llegada de Vitaly y como te salvó la vida, para después acogerte en su grupo y llevarte junto a él. Te encuentras con algún campesino que te pone al día de los últimos sucesos en Miercurea Cuic: un par de nobles llegaron hace meses al pueblo, acababan de ser atacados por unos bandidos, probablemente pertenecientes a la banda de "La ensartacorazones" y fueron acogidos por el anciano del pueblo en una de las casas, al parecer todavía siguen allí recuperándose.
Te acercas poco a poco a las colinas montañosas del Oeste de Miercurea Cuic donde se encuentra el Templo de Veles, oculto por su abundante vegetación, que no deja ver la entrada al complejo entramado subterráneo. Allí todo está en perfecto estado gracias a tus dos fieles seguidores que han estado cuidándolo durante todo este tiempo.

Varuska llega a su templo escondido, donde pretende pasar el resto de sus dias en tranquilidad y harmonia, rezando al dios Veles por ella y por la gente que vive en sus tierras. No es que le importe demasiado toda esa gente que apenas conoce, pero es lo que sus antepasados hacían y lo único que ella sabía hacer.

De todos modos, su viaje, aunque corto, había servido de algo. Había descubierto el gusto por las hiervas y remedios naturales que ofrecía el bosque, y por el intrigante mundo de la sanación. Así que no tarda en aparecer en el pueblo, en busca de alguien que pueda tener algún pergamino con el que poder estudiar.

El Sacerdote Balau el Cierto y Vilyesky Hermano de la Promesa llegan a Miercurea Cuic desde el Sur. Ambos parecen cansados y débiles.

Tras viajar unas cuantas noches llegais a Miercurea Cuic. Lo más destacable es una pequeña población protegida en un valle de los Cárpatos Orientales. En general es un terreno montañoso lleno de valles y ríos y no parece muy poblado.

- El Invierno ya está aquí. Están cayendo las nieves, con lo que las salidas del valle quedan completamente bloqueadas.

- El caso es que cualquiera con un mínimo de Sensibilidad... puede sentir que un terrible mal acecha en algún lugar de este valle entre montañas.

- Vosotros tres sois sacerdotes de los antiguos dioses, percibís cosas que los demás no pueden alcanzar.

- El más poderoso de los tres es Balau, y es el que con más nitidez capta la presencia del mal: tiene una visión de un ser de alas rotas, que otrora fue hermoso, aullando de horror y dolor en el Abismo del Infierno cristiano.

- Vilyeski y Varuska tienen una sensación más difusa. Varuska además puede "sentir" la presencia de un poderoso sacerdote de la Antigua Fe, la vuestra. Es decir, "presiente" a Balau, pero no sabe quién es.

Cuando entramos en el nuevo territorio me detengo al notar la presencia del mal

- Has notado eso Vilyeski, aqui reside el mal... Por desgracia las primeras nieves ya han caido y nos tendremos que quedar aquí. Será mejor que busquemos un sitio donde cobijarnos.

Continuamos nuestro camino hacia el pueblo más cercano buscando un lugar donde pasar el invierno, aunque después de notar la presencia del mal, presentí que pasar aquí más de un día era peligroso.

- Descuida gran sarcerdote, estamos en el territorio del que provengo, y auqnue sinto esa presencia que mencionas, puedo decir que no creo que lo siena como vos lo presentís, de echo en mis imagenes aparacen un ser algo difuso, no sabría decir bien de que raza podría proceder...

- Buscaremos a la sarcerdotiza Varuscka, quizá ella podrá informarnos de si ha pasado algo en el tiempo que he estado fuero, tampoco se si nuestro señor a regresado de su última partida... De echo fui en vuestra búqueda para pedirosconsejo sobre una cuestión... Nos encontramos con un humano cristiano, y vi en peligro nuestra posición después de lo que me informaron sobre lo que sucedía en otras tierras, y dejé a Varduska a su cargo mientras regresaba, pero el viaje creo que ha sido algo mas largo de lo esperado...

Mientras voy informando al sacerdote Balau, lo dirijo hacia donde creo pueda encontrar a Varduska, preguntando a algún aldeano si lo hay por la zona, llevábammso un muy duro viaje y las fuerzas flaqueaban ya últimamente...

 Espero que pronto podamos descansar de este arduo viaje, creo que mis pies están muy castigados... Que el gren Perún nos proteja de lo que se avecina...

Os acercáis a las colinas montañosas del Oeste de Miercurea Cuic donde se encuentra el Templo de Veles, oculto por su abundante vegetación, que no deja ver la entrada al complejo entramado subterráneo.
Ha pasado mucho tiempo y Vilyesky no tiene la certeza de poder encontrar el camino correcto, aunque ambos podéis sentir la presencia de la Sacerdotisa de Veles cada vez más cerca.
Varuska también puede sentiros y manda a uno de sus criados a buscaros. Probablemente sin su intervención nunca habríais encontrado el camino correcto.
Todos os encontráis en el Templo de Veles.

Varuska recibe a sus "invitados" con los brazos abiertos al inicio de las escaleras que llevan a la puerta de su templo. La sacerdotisa no ha cambiado nada en todo el tiempo que ha pasado desde la última vez que Vilyesky la vió. Sus vestiduras siguen siendo más provocativas que las simples túnicas habituales, su piel, suave y blanca como la nieve, sigue igual de atractiva... exceptuando la cicatriz que cruza su hombro izquierdo...

Su mirada, fría y calculadora, se pasea por encima de ambos, analizándolos...

Cuánto tiempo sin veros, Vilyesky... Y vos debéis ser... el sacerdote Balau, si no me equivoco. Sed bienvenidos.

Los invita a subir las escaleras y pasar al interior del templo mientras con una simple mirada, ordena a uno de sus siervos que traiga algo de beber para sus invitados.

¿Qué os trae por aquí?

Evidentemente, ella también había sentido las fuerzas que llegaban al territorio de Miercurea...

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y DOS

TERMINÓ EL OTOÑO Y HA TRANSCURRIDO EL FRIO INVIERNO.

PRIMAVERA

- Transcurre un durísimo invierno en este valle entre montañas. Con la llegada de la primavera, la región deja de estar aislada del resto del mundo, y es entonces cuando llegan espantosas noticias de una invasión magiar generalizada en todo el país. Algo como nunca se ha visto.

TEMPLO DE VELES:
- Los tres sacerdotes eslavos pasan el crudo invierno en el templo secreto, compartiendo los escasos alimentos, ellos y los acólitos al servicio de Varuska.

PUEBLO DE MIERCUREA CUIC:
- Un inmenso mal amenaza con estallar. La gente comienza a enloquecer, a volverse violenta en extremo con la llegada de la primavera. Hay riñas por celos, infidelidades, inquinas, envidias y venganzas. Varias personas son asesinadas en enfrentamientos violentos, el hermano desconfía del hermano, el padre asesina a sus hijos y las hijas cortan la garganta a las madres en su lecho.

Aproveché mi estancia en el Templo de Veles para rezar a Perun con más intensidad, ya que me sentía culpable por estar en el templo del enemigo de mi dios.Tambien usaba mi tiempo para enterarme de lo que estaba pasando en esta región. La presencia maligna que sentia me hacia sentirme incomodo, en peligro, aunque Vilyeski me aseguró que aquí no había peligro alguno.

Aunque servíamos a dioses distintos, agradecía la hospitalidad de Varuska ya que si no fuera por ella, puede que no hubiera encontrado refugio en el invierno y podría haber muerto congelado.

- Decidme Varuska, ¿Habeis notado una presencia malvada en este territorio? Yo la noté cuando el hermano Vilyeski y yo cruzamos las fronteras de este territorio, pero él insiste en que aquí no existe ningun ser así. ¿Vos que opinais?

Varuska ha pasado el invierno rezando a Veles para redimir la hospitalidad ofrecida a los sirvientes de Perún... pero ella misma es consciente del mal que acecha el territorio y prefiere tener de su parte la protección de cuantos más dioses, mejor.

Mira intensamente al sacerdote, sabiendo que es más poderoso que ella... y que probablemente tenga más idea de lo que ocurre. Su mirada, siempre gélida acompañando al tono de su voz, ahora es interesada.

Desde hace tiempo siento que el mal acecha la región... pero sospecho que es un mal que todavía está por llegar, más que uno que ya estuviera aquí. Quizá sea esa invasión magiar de la que nos han llegado noticias. Quizá esté liderada por un ser tan maligno como parece... capaz de influir en las gentes de estas tierras. No voy a engañaros. Me preocupa esta situación... y que mis ruegos y rezos no consigan mejorarla.

No dudo de mi fé... ni del gran dios Veles. Pero no estoy segura de si mi presencia podría hacer algo por estas gentes a las que durante tantas generaciones ha servido mi família.

TEMPLO OCULTO DE VELES:

- Afuera arrecia una antinatural tormenta de rayos y truenos. Los sensibles sentidos mágicos de los tres sacerdotes captan de forma palpable como la presencia de los dioses Perun y Veles se va debilitando en el territorio hasta volverse casi inexistente.

- El Templo oculto pierde su aura mágica de ocultación cuando Veles pierde terreno ante un poder maléfico más inmediato y cercano.

- La fuerza vital de los tres sacerdotes es ahora como un faro que puede atraer a cualquier entidad sobrenatural hambrienta, como la luz a las polillas, o unas ovejas perdidas ante los lobos...

- BALAU EL CIERTO es el que más claramente lo percibe. Un demonio mayor ha desatado su poder en el pueblo y la población se está asesinando unos a otros en estos mismos momentos.

Una segunda entidad menos poderosa se dirige al Templo Oculto. Un ser de maldad sobrenatural, tal vez un demonio menor, pero más que suficiente para acabar con tres sacerdotes que ya no gozan de la protección de sus dioses.