Partida Rol por web

Me alegro de escuchar eso - sonrió hacia Antye. Desde el asunto con Sebastian, veía a la chica como un cachorrito adorable, y era imposible no darle importancia a que algo le pusiera triste. Era el mismo caso de perrito bajo la lluvia, o de los ojos del gato con botas. Nadie con algo de humanidad podía ver tal cantidad de sufrimiento en una cosa tan adorable y permanecer indiferente. Ahora, tampoco era que por cualquier cosa uno se fuera a alarmar, pero le valía la consideración que la mayoría del resto no por su indudable inocencia y bondad. 

Ningún otro herido de gravedad, que yo sepa - responde a la rubia cuando esta llega, encogiéndose de hombros. Era obvio con tan solo verla que mientras los chicos estuvieran bien, poco le importaba si el resto del mundo se derrumbaba, así que recién ahora empezaba a mirar alrededor para buscar indicios de gente que necesitara ayuda. Luego de que todo estaba bajo control con los críos empezaba a recordar el tal juramento hipocrático. Lo bueno era que ya el jefe se había ido con el hombre peludo, así que no le tocaba ir a hacerse la heroína.- Bueno, Mara, con Storybrooke uno nunca sabe. Quizás a alguien le pareció chistoso, o la alcaldesa se las quería dar de importante. - suspiró pesadamente. Adoraba a los críos, pero lo que daría ahora por no tener uno en brazos y dos escondidos detrás - No me extrañaría, como ahora le llegó competencia a la carrera política... - señaló con el mentón a Dupont, que obviamente no había perdido un segundo para echar abajo la alcaldía actual. Si es que hasta su entrada había sido parte de la campaña.

El móvil sonó mientras esperaba alguna clase de respuesta del hombre, que parecía demasiado absorto en sus investigaciones personales que en lo que le rodeaba. Rápidamente desbloqueé el teléfono y respondí a mi amiga. -Bueno, tengan cuidado.- incorporé también a la mujer pelirroja que también estaba por allí antes de separarme de ellos. Fuera lo que fuese que había pasado allí, no iba a averiguar nada en aquel momento. Guardé mi teléfono y me fui de aquella zona. 

Troye escribió: Tranquila, cielo. Yo creo que también volveré a casa en breve. Echaré un último vistazo. Por favor asegúrate que Effie llegue bien a casa. Muchas gracias.  

Tras dar una breve vuelta por la zona, y alejándome desde los restos desplomados de la torre, me acerqué de forma cautelosa hasta el doctor que estaba junto a las ambulancias. 

-Buenas noches doctor, ¿sabe usted algo de lo qué ha pasado?- Me acerqué de forma pausada, con miedo a no interrumpir nada que el hombre estuviera haciendo o dirigiendo. Pero parecía el que más estaba haciendo allí, así que algo sabría. -Si necesitan ayuda en algo me ofrezco a ayudar.- añadí al final.

Estaba a mitad camino cuando la señorita Mist se cruzo en mi camino, sin duda parecia requerir algo de mi por, por lo que me detuve sonriendole y saludandola. - Señorita Mist, ¿puedo ayudarla en algo? - Mis palabras pronto tuvieron contestacion mientras lanzaba un suave suspiro, sin que mi sonrisa se moviera lo mas minimo. - Sintiendolo mucho no, no tengo mucha informacion de lo ocurrido. - Mi mirada se desvio hacia la torre un segundo. - Lo de la torre es un desgraciado accidente pero hemos tenido suerte al solo tener heridos leves, ninguno requerira pasar realmente por el hospital, asi que eso es algo bueno. - Con esa simple frase, respondia tambien a su segunda pregunta, mas mi rostro denotaba que realmente estaba agradecido por aquello, por su interes. - Gracias por su interes, de verdad, pero no sera necesario.

En cuanto al hombre, hasta que no vaya al hospital no sabre mas. - Mi sonrisa seguia ahi, amable, tranquila, hasta que mis ojos se abrieron levemente en una meuca de sorpresa. - Pero perdone... ¿esta usted bien? ¿necesita alguna atencion medica?

Sally tiró llamó la atención de su madre, pidiendo que se marcharan ya a casa. Gael apoyó a su hermana comenzando a berrear. La familia de Antye también se disponía volver a casa, además de que la muchacha recibió un mensaje de su novio diciendo que iba a casa. Ya no había mucho que hacer allí, desde luego.

La nueva vecina en Storybrooke sonrió a la pelirroja -Un placer- entonces alzó las cejas, pensativa por las palabras de Raphaelle  ¿no se sabía nunca con Storybrooke? Miró hacia el campanario donde estaban Giselle y Roberto, para después fijarse en que la gente se marchaba -parece que la fiesta ya se acabó...

El muchacho frunció el ceño al ver como su compañera le quitaba el cigarro, aunque se quedó más sorprendido cuando esta se lo puso en los labios -Venga, no hagas eso, tú no fumas- se lo quitó para tirarlo al suelo y apagarlo con el pie. Con el comentario del beso indirecto, no pudo evitar ruborizarse un poco. -Déjate de tonterías y volvamos a casa- asintió con lo de escribirle a Pearl y él hizo lo mismo con Antye. Tampoco era plan de que desapareciera sin decir nada -¿Mañana vas a trabajar?- preguntó alzando las cejas, mientras terminaba de escribir el mensaje.

Mensaje de Zack: Cariño, vuelvo a casa. Ten cuidado a la vuelta ¿vale? No te alejes de tus padres. Por cierto, ¿quedamos mañana? TQ

Mensaje de Effie: Pearl cariño vuelvo a casa, ten cuidadito ¿eh? Ya sabes el bosque está oscuro. 

Mensaje de Andrea: Logan, tengo que ir a investigar a la casa de tu paciente. Cosas del sheriff. No me esperes despierto, ya te despertaré yo ;)

En ese momento sono el movil, haciendo un gesto de disculpa hacia la señorita Mist, lei su contenido. Algo que sin duda me obligo a sonreir levemente antes de darme cuenta de las consecuencias de las palabras elegidas. Sin dudarlo teclee un mensaje antes de volver a mirar a la mujer.

Cariño ve con cuidado. Fuera lo que fuera no tengo explicacion medica y por la herida de esta mañana es posible que haya algo aun suelto por alli. Llevate refuerzos si es posible y si, se que eres muy dura pero llevatelos. Nada de presentarte en el hospital en lugar de en casa.

Despiertame cuando llegues, no lo dudes. Te amo <3

- Todo ocurre por un motivo. Causalidad. - Movió la mano con un lento círculo. - En este caso, no ha sido ni la falta de mantenimiento, ni la edad del edificio. Ha sido provocado. - Sentenció con dureza en su voz, con aquel tono grave mientras se agachaba a tomar una de las piedras, y observarla más de cerca.

- Estoy seguro que la Señor Dupont podrá añadir algo al respecto. - Miró a la pelirroja. - Por lo que se plantea la duda. ¿Causa o efecto? - Tiró la piedra delante de ella, como si estuviera exigiendole una respuesta, mientras que Pearl era reclamada por asuntos más importantes gracias al móvil. Frunció el ceño, a pesar de no haber escuchado su voz antes, le resultba lejanamente familiar.

-Oh, vaya...- Suspiré algo frustrada, ¿es que nadie sabía nada o qué? Miré de nuevo al hombre cuando se refirió a los heridos. -En eso tiene razón, aunque ese hombre no parecía estar muy... leve. No, por favor, es mi deber como ciudadana de este pueblo.- respondí al doctor, extendiendo mi sonrisa y posando suavemente mis ojos en los suyos. Luego crucé un brazo sobre el otro y froté suavemente un brazo con el otro para generar un poco de calor mientras me explicaba el protocolo que seguiría para averiguar el estado del pobre hombre, cuando vi cómo se dibujaba un halo de sorpresa en su rostro. El mío lo correspondió. -Oh, sí por supuesto. No se preocupe por mí, sólo busco ayudar en lo que hiciera falta.- Cambié la vista, para rodear la zona y ver las ambulancias, volviendo de nuevo al doctor cogiendo aire. -Pero por lo que se ve, usted y su equipo lo tienen todo bajo control.- añadí al hombre, con una sonrisa tranquila. El móvil volvió a sonar dentro del bolsillo de mi chaqueta. Lo saqué, leí el mensaje y respondí rápidamente, guardándolo luego.

Troye escribió: No te preocupes, en nada iré hacia la casa. No te quedes fuera esta noche. Cierra con llave y quítalas de la puerta, que yo tengo las mías. Te quiero <3

Cuando Raphaelle señaló a la pelirroja que le era completamente desconocida, reparó en el "aire público" que cargaba y de la cual parecía presumir. ¿Competencia? ¿Ella quería ser la nueva alcaldesa? Pero si en vez de tratar de subsanar el hecho optó por usar este evento como su presentación distaba mucho de quererla como líder político de ese pueblo. Le agradaba la tranquilidad de Storybrooke y aunque ella ya no vivía mucho ahí en otras circunstancias pensaría que eso sería un buen cambio, pero había modos y ese en particular no le gustaba.

-¿Cómo se llama?-preguntó entre una mezcla de seriedad y curiosidad. Tenía planeado investigar más de ella cuando llegara a casa y darse una idea. Si se llegaba a enterar de los negocios de su padre tal vez aquella extraña citaría a su progenitor para "hablar". Muchas cosas en qué pensar además de este evento con el hombre transformado-. No creo que la alcaldesa haya querido usar esto a su beneficio-algo en su interior le dictaba que esa mujer era muy buena y protectora, pero solo era instinto.

Cuando todos parecían marcharse Antye sacó su móvil y leyó un mensaje que le hizo sonreír un poco. Suspiró y escribió algo rápido para guardar el aparato y disponerse a irse.

-Señorita Mara, Raphaelle, Ivy, niños... me tengo que retirar, pero espero que puedan descansar y reponer fuerzas de todo esto-a la rubia le tendió la mano y a Raphaelle un abrazo rápido, además de un saludo de cabeza a la asiática y a los infantes-. Cualquier cosa pueden buscarme, nos vemos.

¿Alguien podría descansar con todo esto? Lo dudaba.

Antye contestó a Zack lo más rápido que podía.

Claro, tu también cuídate y espero que Eileen esté bien. Avísame a qué hora puedes mañana. Besos, te quiero.

Una media sonrisa entre irónica y divertida apareció en mi rostro cuando Montoya apareció a mi lado, formulando aquella pregunta inicial.

-Por favor... yo tengo más estilo. Si hubiera sido yo me habría encargado de que esa campana le hubiera caido a nuestra "amada" alcaldesa en la cabeza... - comenté, mirando al hombre de reojo, justo en el momento en el que volvía a abrir los ojos, torciendo el gesto en un gesto de solemne gravedad.

-Efectivamente. Huele a magia. Pero esa magia emana de ahí. - dije, señalando a los restos del reloj, mientras por el rabillo del ojo veia como Pearl se acercaba a lo lejos hacia nosotros- O al menos lo hacía. No ha sido un ataque. Hemos asistido a la agonía de ese reloj. O eso creo. Es mucho más grave de lo que pens... - me interrumpi entonces, al ver que la impresionante diva se habia acercado lo suficiente a nosotros como para correr el peligro de ser escuchada.

Percibir la presencia de Pearl hizo que interrumpiera mi conversación con el señor Montoya, girándome hacia ella al escuchar aquel comentario inicial sobre "las cosas que sucedían en Storybrooke".

Sin embargo, antes de que pudiera saludarla o contestarle, su teléfono sonó, haciendo que aquel saludo se convirtiera en una despedida- Disculpe, menudo despiste. Estábamos completamente absortos en nuestra conversación. - dije, disculpándome, educada ante todo, antes de acabar por asentir- Espero verla más tarde. Tenga también cuidado. Por cierto. Giselle Dupont. Es un autentico placer. - me despedi, viendo como finalmente la diva se alejaba, volviendo a dejarnos solos a ambos.

Era un buen momento para retomar aquella conversación.