Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 1. Atemporal

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01/06/2021, 22:27
Einar Andersen

Vuelo nocturno. Hangares.

Día 12. Noche.

Einar y Yum

Desde que había empezado la rutina más púramente formativa en el Domo, el tiempo libre disponible para los reclutas se concentraba en las horas de comidas y de sueño. Y en el caso del Piloto aún menos puesto que el descanso de la comida lo utilizaba ayudando a reforzar los conocimientos legislativos a sus compañeros que más lo necesitaban.

Pese a ello, la disciplina del muchacho le impedía descuidar el cuidado de las naves hasta que llegase el momento de utilizarlas en las clases de vuelo al resto de reclutas, por lo que despues de la cena solía pasarse por el Hangar a echar un vistazo y a tratar de estar solo con sus pensamientos un rato.

No era raro encontrarse allí a la recluta Ziam, concentrada en su cometido de mecánico de una forma incluso más concienzuda que la del propio Einar. Y aquella noche no era una excepción.

Como siempre, al entrar al Hangar la saludó con un cordial cabeceo de cabeza acompañado de una sonrisa.

-Buenas noches. ¿Como están nuestros pájaros hoy?-bromeó al entrar, dirigiéndose hacia uno de los Eagles para realizar un chequeo del sistema desde el panel exterior.

-¿Que tal llevas por ahora las clases de normativa y legislación?-le echó una mirada de soslayo mientras observaba los datos que arrojaba el análisis en su Pad.

 

 

Notas de juego

Al ser un pnj no he podido concertar la charla y he improvisado... aunque mientras escribo esto me doy cuenta de que debería haberla concertado directamente contigo, pero vaya, a lo hecho pecho. Yo lo dejo escrito, que siempre se está a tiempo de borrar xD

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01/06/2021, 22:50
Sargento Dunne Grey

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

Kurik insistía en que las acciones de Grey iban encaminadas a destruir su cuerpo, dándole una regañina que comenzó a interesar a la fémina, pues cuando alguien remarcaba tanto alguna cosa era porque en el fondo le importaba y, viendo lo visto, quizás el joven no fuera un caso perdido.

- Me estás aconsejando, o mejor dicho, me estás riñendo... Lo cual me hace deducir que en el fondo, quieres que me vaya bien - Comenzó a insinuar con tono de voz suave, tanteándole - Me recriminas que fume, así como que trasgreda las normas ¿Por qué me aconsejas Mikhail? - Le preguntó con curiosidad dejando de lado el tema del intento de violación, para Grey estaba claro que Lizza decía la verdad, pues él en ese instante no se lo había negado de manera tajante, cualquier inocente hubiera dicho algo así como "yo no lo he hecho" "todo es mentira"

- ¿Temes no aprobar el examen? Yo podría ayudarte en eso - Le dice la fémina con la más amplia de sus sonrisas - Pero para eso hay que saltarse algunas normas ¿Te ves capaz de ser un chico malo? - El cuerpo de la mujer tapaba las escaleras del ring, impidiendo el acceso, mientras escuchaba los comentarios de Kurik - Sí, hago precisamente como tú dices, otros pelean por mí y gracias a eso yo salvo a miles de soldados... Y bueno, los errores a veces se comenten... Uno, soy una chica a la que le gusta fumar - En realidad no tanto, usaba ese medio para conectar con las personas y comenzar a entablar una conversación, por la mañana le había funcionado, Mikhail por queja de ese hábito, Martín por compartir el vicio y William facilitándole más tabaco. La joven en aquel hecho mentía, su camarote del PEC era una zona completamente libre de humo, a no ser que hubiera evento social - Y dos, el teniente me ha castigado a quedarme aquí como recluta. Aunque te voy a comentar un secreto, si yo quisiera ahora mismo llamaría por teléfono al Domo 15, al 19, al 21 y a unos cuantos más. Podría seguir siendo sargento, pero en otro PEC... - Aceptaba un castigo de su superior más por lealtad que por miedo a ser expulsada del ejército. La mujer estaba bien posicionada y no tenía miedo en comunicarlo abiertamente.

Dunne rio abiertamente cuando Mikhail comentó lo de los azotes - Me encantaría que un hombre me gustase tanto como para que me pida ponerme sobre sus rodillas para azotarme y yo lo hiciera sin dudar. Pero me temo que va a pasar mucho hasta que pueda encontrar ese tipo de varón, es más, no creo que exista... - Se encogió de hombros - Para todo lo demás siempre hay un taser esperando a quien ose ponerme una mano encima - Claramente sus palabras eran una indicación, si alguien la tocaba indebidamente, le reventaba.

- Vaya eres bueno disparando armas. Genial, hace cierto tiempo que no practico. No me irá mal un poco de guía - Se levantó de las escalerillas con agilidad, cogió de la mano al combatiente y tiró de él - ¿Sabes pilotar o conducir?... No digo que las luchas no sean necesarias o que no se potencie la inteligencia cuando hay combate, pero la gente como yo consigue cosas para la gente como tú... Es así como funciona Kurik, tú me defiendes, me haces caso cuando te pida que hagas algo y yo te ayudo a aprobar el examen de legislación, es más, te daremos un 8. ¿Te gusta la idea?... Y no, yo no vendo humo ni discursos baratos, es más, si no te consigo ese ocho, podrás pedirme lo que quieras, lo haré... ¿Aceptas el trato? ¿Nos hacemos socios?... - Y ahora podría comprender en qué era muy buena Grey, en fijarse en las necesidades de la gente, empatizar y negociar. Ofrecía cosas y aportaba otras tantas.

- Los mediocres no arrastran a la mediocridad, Mikhail... - Continuaba cogida de la mano, a no ser que él se soltara, con dirección a la salida del Domo - Coge la mascarilla, donde vamos puede haber toxicidad... En mis tiempos de recluta, yo hubiera sido mediocre para ti y actualmente voy a poder salvarte el trasero y darte continuidad en el ejército... Hay que saber coger lo mejor de cada uno Kurik, no subestimes a nadie... - Y se acercó hasta él de manera divertida - Al final no he cometido tres errores, te alejaste del ring - Le guiñó un ojo y cogió un subfusil en buen estado - Al final va a resultar que no he cometido ningún error... Uys, quizás solo fumar... Lo olvidaba - Tenía un deje de picardía provocador y mucha vitalidad. Era una mujer que podía confundir mucho contrarrestando aquella forma de comportarse con sus silencios en segundo plano cuando había demasiada gente.

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01/06/2021, 23:35
Daya Banerjee

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Se volvió a mirarlo, sorprendida. Se hizo la ofendida-¿Has ido por el hangar cuando no estabamos allí? Eylo Yilmaz, que sea la última vez que me entero de que nos evitas-la seriedad se le esfumó al siguiente instante, siendo sustituida por una sonrisa cómplice-No importa realmente, lo importante es que cuando vayas por allí estes a gusto y que cuando salgamos con las naves, te animes a coger una-inclinó la cabeza cuando le hizo ese comentario sobre que en el hangar mordían. Había sido un comentario críptico. ¿A qué se había referido? Pensó en los que solían andar por aquella parte del complejo y pensó en Yum, pero la descartó rápidamente, para pasar a visualizar a Evan. ¿Por qué habría hecho ese comentario? La mirada de su compañero le confirmó aquel punto-Vale, has tirado el anzuelo. No te voy a decir que no me dejas con la intriga… Vale, pues soy libre de pensar y montarme la pelicula que quiera, que conste-le tocó ahora a ella bromear al respecto.

Lo miró a través del cristal de seguridad del casco, sorprendida de nuevo-¿Organizar? ¿Yo? Jim me da mil vueltas, por ejemplo. Esa mujer ha venido con una vara de mando en la mano. Ya viste como intentó organizar al día siguiente de que los mando se fueran. Rebosa energía. Yo solamente intento ayudar donde haga falta…

Eylo asintió a su propuesta de no hablar más de las obligaciones y aceptó hablarle de su planeta. Lo escuchó atenta, atrapada por el tono que usaba al hablar, al recordar. Daya pensó que, mientras hablaba, estaba realmente viendo lo que le describía. Durante unos minutos supo que él no estaba mentalmente allí sino a muchos años luz de distancia. Ella misma cerró los ojos y se fue imaginando lo que el narraba-¿A todos lo de ese planeta o a todos los humanos en general?-le preguntó curiosa-¿Es algo así como…otro sentido, una sensación? La nota disonante… ¿Eso es bueno o malo? ¿cómo lo consideráis?

-¿Una ET-44? Esas son duras y no muy rápidas, pero seguras, son fáciles de mantener así que no me extraña que usarais una, para lo que hacíais creo que era una buena nave, pero lo de la calefacción es otro cantar, debe ser horrible que se rompa y tardar en arreglarla. Así que os puedo considerar como una especie de limpiadores del espacio con poco atino al acoplaros en los muelles de atraque, ¿Cuántos golpes llevaban tu nombre? Creo que voy a poner veto a quien podrá coger una Eagle…-dijo con voz maliciosa con toda la intención posible de picarlo-¿Celebrar un cumpleaños? Quizás aquí podrías instaurar también esa costumbre, creo que vendría bien organizar algo en general que no consista en trabajar, entrenar ni estudiar-lo miró largamente. La oscuridad reinante casi no le permitía ver las facciones de Eylo, pero intuía algo en sus palabras, en sus gestos, en las palabras usadas-Los echas de menos, a todos. A la nave, a tus compañeros, a tu planeta…Ha sido un cambio muy grande, acostumbrado a una vida muy diferente a esto, tuvo que ser difícil la elección o…las circunstancias para decidir venir aquí…-le gustaría saber las razones, pero no quería forzarlo a contar algo que no quisiera. Quizás si le contaba su propia experiencia, él lo haría también.

-Cuando las miramos, estamos observando el pasado. Es algo que impresiona porque la mente no es capaz de hacerse a la idea de las distancias de las que estamos hablando cuando las miramos…¿sabes? -Daya se había puesto seria en ese punto-Yo si olvido ciertos recuerdos-se quedó un largo rato en silencio, mirando hacia arriba-Olvido las cosas que no… las cosas que me hacen sufrir. Cuando alguien me hace daño, por ejemplo. Al tiempo se me pasa, le quito importancia y, poco a poco, el recuerdo se diluye entre bruma y solo queda la sensación. Supongo que a mi mente le gusta jugar conmigo e intenta que sea feliz-suspiró y cambió rápido de tema, volviendo a su intención inicial de contarle algo sobre Innum y ella y, quizás, hacer que él contase eso que le había hecho cambiar de vida-Vamos con lo interesante. Innum-estiró sus brazos e hizo como si señalará todo alrededor-Imagínate esto mismo, todo roca y arena. Inunda el planeta con algo parecido a una sopa caliente con color verde, lleno de vida microscópica, incipiente. Pon vegetación por las zonas que  queden por encima del agua, no muchas, no hay que pasarse. Y, en las zonas más altas, pon volcanes en erupción, más o menos potentes, con sus vapores tóxicos. Pon que algunas de las plantas son venenosas. Pon que no hay ciudades como tal sino asentamientos científicos donde la gente llega para quedarse solo mientras dure el tiempo de su investigación, de su estudio. A mi me encanta. Nacer allí te hace entender el planeta, conocerlo, es un planeta vivo, creciente, se está formando. El mismo y la vida. Estar alli es ver el comienzo de un planeta enorme que algún dia albergará muchísima vida. Pero ya imaginaras que vida social y entretenimiento, poco. El ritmo de la vida allí es parecido al que tenemos en el domo. Allí trabajaba en la empresa familiar fundada por mis abuelos. Toda la familia, y te hablo de muchos miembros, trabajamos, mejor dicho, trabajábamos allí. Somos una familia extensa y muy unida. Los echo de menos, la verdad, tengo que hacerte una visita en turno y llamarlos, así te los podré presentar, porque les encantará conocer a alguien que está aquí conmigo. La empresa es de transportes. Mis abuelos empezaron solo con un vehículo anfíbio para desplazar a los científicos desde los asentamientos a sus zonas de investigación y, poco a poco, fueron ampliando la flota. Al final completaron la flota con dos naves de vuelo atmosférico que pilotábamos mi hermano mellizo y yo. Esas naves nos hacian poder desplazarnos más lejos en menos tiempo y de forma más segura que por la superficie anegada. Un día, por la noche, mientras dormíamos, sufrimos un ataque de los skulreps y todo se terminó. La mayor parte de los vehículos anfibios y terrestres fueron destruidos, las dos naves también. Mis abuelos se replantearon todo el negocio, era imposible comprar de repente el mismo número de vehículos perdidos asi que una de las decisiones fue que los más jóvenes dejásemos la empresa. Mis primos y mi hermano y yo teníamos más posibilidades que los más mayores para buscarnos otro trabajo. Pero en Innum es difícil, no hay muchos recursos, así que mi hermano se fue con mis primos a Natgrew y yo…he acabado aquí-se volvió a mirar a Eylo, buscando algún signo de que seguía despierto después de toda aquella cháchara-Mis padres no se lo creían, ibamos a ser los primeros de la familia en abandonar el planeta. Mis tios tampoco. Fue un poco traumático al principio la verdad, pero la fiesta que nos organizaron antes de irnos… creo que hizo historia en el planeta-recordó con una sonrisa melancólica-Fue de noche... fogatas, velas pequeñas, música de fondo, buena comida y bebida, historias, risas... Vale, no es una fiesta de esas que no permiten dormir a los vecinos, pero son las que me gustan, donde estas con la gente, hablas, ries... las que crean recuerdos bonitos que permanecen junto con las sensaciones... ¡se me eriza el pelo solo de recordarlo! ¡Cómo los echo de menos! A todos. Mi hermano se alegrará de saber de mi cuando lo llame, es la primera vez que nos separamos desde que nacimos...-aquella frase escondía algo que no era difícil de averiguar. Toda la vida junto a una persona a la que de un día para otro dejabas de ver, de tener relación, debía ser duro. Y tomar la decisión para hacer eso, tenía que estar motivada por algo más fuerte aún, algo que Daya no había contado.

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01/06/2021, 23:46
Kalina Radoslawa

Ganadería gourmet: Mis Gregatillidos y yo. Exteriores del domo

Día. Hora aproximada

René, William y Kalina

 

 

Aún tenía que hacer el pedido de todas las cosas que quería para hacer el insectario, tal y como el teniente había permitido. Pero quería saber antes dónde lo iba a montar para no quedarse demasiado corta con el material. Y para ello contaba con William y René, dos que sabían lo que ella se proponía hacer.

Se encontraban fuera del domo a una hora en la que el calor aún no era tan agobiante.

Gracias chicos por la ayuda —dijo, cuando se reunieron con ella—. Me vais a ser muy útiles. Billy, tú tienes un don especial para conseguir… cosas, información, lo que sea. Y tú René eres un buen explorador, así que te necesitaré para que me acompañes a buscar más gregatíllidos o bueno, cualquier otra especie que encontremos que no sea demasiado grande.

Pero lo más importante, lo que más preocupaba a Kalina en primer lugar era encontrar una buena ubicación. Sabía que tenía que estar en el exterior y no demasiado cerca del domo, aunque sí lo suficiente para que la croata no tuviera que desplazarse demasiado. Además y lo más importante, lo suficientemente escondida para que Malbone no la viera porque entonces… Prefirió no pensar en ello en esos momentos.

Pero lo primero es saber dónde lo voy a montar. No quiero que sea un lugar de turisteo y mucho menos que el energúmeno dé con él y lo arrase. Así que… Acepto propuestas.

Notas de juego

Ya sé que es un minipost pero no quería dejar pasar más tiempo.

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02/06/2021, 00:01
William P. Thompson

Daba gusto hablar con Sarah, era de esas personas que resulta fácil valorar, apreciar y querer. Le dedicó una de las pocas sonrisas sinceras que había mostrado desde que se enteró de lo de Lizza - Meterme en líos es lo mío... también lo es no salir muy mal parado - afirmó con un punto de descaro - No dudes, y menos de ti. Hiciste lo que debía hacerse y el resultado no era tan relevante. Lo importante era demostrar que no permitiremos que vuelva a pasar y eso te lo debemos a ti - Aunque el plan no fuera el que hubiera querido, Sarah había cargado en sus hombros con la voluntad de todos, quizás algunos por cobardía, miedo o falta de convicción, pero la más valiente sin lugar a dudas había sido ella. Cuando dijo que no le abrazaría por la necesidad de una ducha, Billy le abrazó igualmente - Un poco de sudor no me arrebatará ese gesto - realmente apreciaba enormemente a Sarah después de lo ocurrido, ella desde luego era el vivo ejemplo de lo que podría cambiar la idea de William acerca de la Space Force. - Debemos ser un equipo para abarcar cuantos más campos mejor, por eso somos tantos, pero no creo que sea cierto que no eres muy lista. Hay muchos tipos de inteligencia y la memoria ni siquiera será de los más importantes - Sonrió de lado cuando dijo lo de los dardos y el café - De acuerdo, tenemos un trato - resolvió sonriendo. 

- Por cierto, Billy. Espero que tú también estés bien. No volverá a pasar nada igual, todos estaremos atentos. Lizza no volverá a sufrir miedo aquí, en su casa -

Una leve sombra asomó al rostro de Thompson, realmente se sentía en varias ocasiones un poco fuera de lugar, aunque tenía ciertas habilidades siempre había considerado que su mente era su principal activo, pero estaba viendo que valía de poco aquí. Demasiados egos en confrontación, demasiados gallos en el corral como alguien había dicho en alguna ocasión. Se sentía en gran parte impotente para proteger a quienes consideraba que debía proteger de alguien como Kurik sin recurrir a actos definitivos, que incluso serían penados por la ley. En ese momento envidiaba a Sarah, entendía cuan importante era el poder respaldar ideas o argumentos con la fuerza y no sólo con la razón ante determinadas personas. - Bueno... supongo que todos debemos aprender... admito que creo que no gestioné la confianza de Lizza de la mejor manera - aseveró ligeramente cariacontecido. Después de que ella confiara algo tan grave a él, aunque le había pedido permiso, ella se había dejado llevar por él y aún estaban por determinar todas las consecuencias de aquello. Trataba de disimular, pero sentía que le había fallado, pues encima había varios que dudaban de la veracidad de los hechos... Si hubieran escuchado su relato, si hubieran visto sus lágrimas. - Admito que no es un plato de buen gusto tener a alguien así, y es un dilema... si cuidamos de Lizza y su siguiente objetivo es otra persona... al menos me consuela que a uno que tendrá en su punto de mira es a mi - sonrió divertido. Actuaba según los dictados de su propia moral, pero es cierto que buscaba minusvalorar a Kurik cuando podía, para que si iba a por alguien fuera a por él, aunque bien sabía que no podía hacerle frente, prefería que fuera él, el objetivo.  

Notas de juego

Tengo intención de jugar unos dardos en algún descanso de media mañana con Sarah, Narel y Lizza. Con café bueno. Mínimo una mañana cada dos. Y me gustaría añadir al equipo de cartas, aunque sin jugar strip dardos ^^U

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02/06/2021, 01:38
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Eylo sonrió contenido cuando Daya le echó la "bronca", le siguió el juego bajando la cabeza fingiendo avergonzarse. El eridiano volvió la mirada al horizonte oscuro que tenían delante sin perder la sonrisa.

Asumiré las consecuencias de tu imaginación —repuso riendo levemente, luego la miró de soslayo cuando echó balones fuera, se encogió de hombros —. Jim no acaba de ver cierta cosas —dijo con naturalidad, pero sin sombra de crítica negativa en el comentario —. Propuso buenas ideas, tiene voluntad para unir el Domo, pero.. en su afán ecuánime creo que pierde la perspectiva de las cosas. A veces tiene una vara de doble rasero para tratar las cosas que le hace perder la objetividad. Todos, en cierto momento, la tenemos, pero ella es demasiado.. vehemente.. expresándolo, y hay personas que no tiene porque aceptar de buen grado esa forma de ser, especialmente de una desconocida —se encogió de hombros sin darle mayor relevancia —. Pero al menos intenta hacer que las cosas funcionen, eso lo valoro.

La melancolía de Eylo por hablar de su hogar se mezcló con calidez, su tono de voz era suave, casi una caricia auditiva. Escuchado la pregunta de Daya, intentó explicarse.

Piensa que en Eridani, la mayoría de nosotros hemos nacido en estaciones espaciales y naves —aclaró —. Eidolon es un gigante gaseoso, y la única luna habitada es Celenis.. allí apenas vive un cuarto de toda la gente que habita en el sistema —respiró hondo, miró a Daya de soslayo, dudando un poco si contarlo ya que era algo visto como pueril, anticuado, pero una vez más el orgullo de Eylo por ser quien era se impuso para satisfacer la curiosidad de la piloto —. Todos los eridianos nos sentimos conectados a Eidolon de un modo u otro. Influye en nosotros, nos sentimos unidos a él y, a veces, sentimos que nos llama, nos aconseja. La.. Teluria.. es.. —se giró hacia ella y puso la mano sobre su pecho, sobre el corazón —..algo que se siente. Es la sensación de nunca estar solo. Es mirar al otro y saber de inmediato cómo se siente, es un vínculo que se refuerza con la convivencia. No sé si los forasteros llegan a sentirlo así, muchos desdeñan nuestras creencias, pero para mi.. esa Teluria nos une a toda la humanidad, pues todos compartimos las mismas estrellas.

Ante el comentario de la nota disonante mostró una sonrisa divertida, negó con la cabeza como si fuera una obviedad para él.

Es la oportunidad de poder dejar nuestra huella en el cosmos. Es la forma que tenemos de decir que nosotros somos los dueños de nuestro destino y los responsables de nuestros actos —dijo con cierta serenidad —. Nada malo, como ves.

Con el tema de la nave sobre la mesa, Eylo rio un poco al ver el entusiasmo de Daya. El eridiano apostaría que, aun habiendo pasado tantos años en la Rust Walker, a Daya no le costaría acabar conociendo con mayor profundidad la nave.

Algo así —aceptó el término de limpiadores riendo levemente, ante la pregunta de las rayadas la miró con torpeza enigmática que no duró mucho —. Unas cuantas. La peor.. en el motor derecho. Casi me lo cargo. No me dejaron tomar los mandos de la Rust en meses —sonrió con nostalgia, a lo que acabó mirando a Daya como si pretendiera salvarse de una condena —. He mejorado mucho desde entonces. Bueno, un Eagle no es un carguero, si acabo pilotando alguno tendré que acostumbrarme como si empezara de cero.

A mi, por ahora, me basta conque no se maten los unos a los otros —espetó con sinceridad, un poco agrio respecto a los conflictos —. Están tan pendientes de los detalles que no son capaces de ver el conjunto. ¿Cómo es ese dicho terrestre? ¿Cuando el sabio señala al sol, el bobo mira al dedo? Así me he sentido en alguna ocasión —se quedó callado, quizá consciente de lo fatal que había sonado, suspiró intentando matizar —. Habré sonado falta diciendo eso.. quiero decir. Sí, echo de menos a los míos, mi casa. Allí cuando había un problema lo solucionábamos pensando en los demás. Aquí.. parece que estén más pendientes de ver las diferencias a las similitudes. Muchos ven caos.. yo, y quizá me engaño, veo la armonía que puede ser —prefirió no sacar a colación el tema de Mikhail, no quería ser proselitista con ese tema, pero quizá era la única persona que para Eylo le era ajena a esa posibilidad.

Escuchó a Daya en silencio cuando habló de los recuerdos, la empatía de Eylo hizo que arrugara un poco la frente, percibiendo ese algo máspero respetó su silencio. El eridiano simplemente esbozó una sonrisa comprensiva, teñida de motas de sanos celos.

Te envidio —fue su enigmático comentario. A continuación prestó atención a la narración de Daya sobre su vida antes de Protect, como era habitual en él, Eylo se mostraba muy pendiente de sus palabras y lo que contaba. Puede que se sorprendiera que, al terminar todo su parlamento, el eridiano seguía pendiente de los detalles y, quizá demostrando ser un magnífico actor, no mostraba sombra de bostezo en el rostro. Aunque le costó visualizar Innum hizo su mejor esfuerzo, la forma en cómo tenía hablar de su mundo natal le recordaba a lo que él podía sentir por Eidolon, y eso hacia las cosas más sencillas.

Tú también los echas de menos —dijo con sencillez. Hacia un buen rato que Eylo miraba a Daya, adivinando también las expresiones de la joven en la penumbra, pendiente de ella —. Tienes una gran familia, esa conexión que tienes con ellos.. esa añoranza.. sé cómo es.

Durante unos segundos hubo un silencio cálido, algo enfriado por el ambiente nocturno de Protect. Eylo cedió a la curiosidad, pero trató de hacerlo con tacto, respetando los huecos en la historia de Daya si no quería contarlos.

¿Puedo preguntarte por qué no te fuiste con ellos a Natgrew? —preguntó adivinando los ojos de Daya en la tiniebla, a lo que suavizó la intensidad de la pregunta acuñando un poco de humor —. Por encontrar a René no lo creo, has tenido la suerte de encontrarlo aquí —soltó una risa leve, liviana.

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02/06/2021, 02:51
René Carracci

Ganadería gourmet: Mis gregatíllidos y yo. Exteriores del domo

Día. Hora aproximada

René, William y Kalina

 

Allí estaban al fin los tres para cumplir con la tarea que Townhall le había encomendado a Kalina. René llevaba su Winchester 9000 al hombro1, su mochila cargada con los pertrechos necesarios a la espalda, a los que había incluido algunos elementos de primeros auxilios que había cogido de la enfermería, y un nuevo cuchillo que se había agenciado en la armería al cinturón. No era el mejor cuchillo de la armería, ese lo tenía ahora su amiga, pero era uno bastante decente. Esperaba tener pronto su propio cuchillo; ninguno de los que había en el domo se acercaba remotamente a aquella belleza con acero de Ignis y mango de sauce hydriano. Necesitaba ese pequeño trozo de su hogar ceñido al cinturón, necesitaba volver a sentir el contacto protector de aquella madera. Pronto.

No tienes nada que agradecer —le dijo René a Kalina encogiendo los hombros y moviendo la cabeza, en un gesto despreocupado y de confianza—. Yo no sirvo de nada ahí dentro —dijo mientras apuntaba al domo con su cabeza—. Así que gracias a ti por sacarme de paseo. —Sonrió. Todavía no se acostumbraba al hecho de que fuera del domo vestían mascarillas y sus bocas no se veían. Aun así, esperaba que sus ojos reflejaran su sonrisa.

René sacó de un bolsillo la doblada hoja de su cuaderno en la cual había copiado el dibujo que William había hecho en la sala recreativa cuando desveló que conocía la zona2. Mientras desdoblaba la hoja y trataba de mirarla, dijo:

Imagino que lo suyo sería buscar alguna colina o algún otro accidente geográfico similar, en el cual pueda haber una cueva, ¿no? Supongo que no queremos tener un insectario a la intemperie —dijo mirando a Kalina, que era la que sabía. Después, puso su atención en el mapa tratando de descifrar aquel imperfecto boceto y calcular posibles distancias. Mientras ponía cara de concentración al hacerlo y sin levantar la mirada del papel, dijo—. Lo que no termino de entender es por qué Townhall hace esto a espaldas de Malbone. ¿Por qué el cabo desharía las órdenes de su teniente? ¿No bastaría con que Townhall le dé la orden de dejar de ser un gilipollas, que para eso es su superior? ¿El teniente no tiene autoridad en su propio domo? —Al preguntar esto último levantó la mirada hacia sus compañeros. Ellos habían estado en el aula con el teniente y debían tener una respuesta para esa inquietud—. ¿Hay algo que se me escape?

Después, devolvió su mirada al dibujo que había hecho, con una notoria frustración por lo imperfecto del boceto. Le daba rabia que Thompson no se hubiera molestado en proporcionarles un mapa más preciso. Se dirigió a él:

Thompson, tú tienes un mapa en tu cabeza, según dijiste. Yo he copiado aquí el boceto que hiciste, pero esto deja mucho que desear. Espero que las indicaciones que tengas en la cabeza nos sirvan para dar un primer paso y así no andar dando vueltas como pollos sin cabeza siguiendo esta mierda —dijo dando un golpe con el revés de la mano en su mapa—. ¿Alguna colina o cueva? —Volvió a mirar el mapa por si veía algo así—. En la primera semana, visitamos una colina hacia el norte, a unas dos horas de aquí. Pero para esta tarea necesitamos algo más cercano. ¿Alguna idea en tu mapa cerebral?3

Se quedó mirando a William con gesto interrogante. Esperaba que el muchacho tuviera alguna certeza al respecto.

Notas de juego

1 Espero que Kalina y William también lleven un arma; René les proporciona una antes de salir si ellos no han cogido una. Kalina puede llevar la escopeta que había preparado René durante la primera semana, la Benelli. Ya que René pensó que era lo suficientemente buena para él, querrá que la tenga su amiga. A William le da una estropeada. Jajaja. No, es broma :P

2 Yo preferiría que alguien desencripte el archivo del que ha hablado William en su último post. Si no ha ocurrido antes de esta expedición, entonces René cuenta sólo con una copia que hizo del dibujo de William.

3 Aquí ya estoy echando en falta tener el dibujo del mapa para ver qué información hay: ¿Cuevas, colinas, algún otro accidente geográfico? ¿Zonas de radiación? Etcétera. No me gusta mucho la idea de hacer una tirada, pero ¿quizá hago alguna tirada de cartografía o similar que ayude a desenredar el problema y que la directora nos diga qué resulta de la lectura del imperfecto boceto? ¡Thompson, maldito seas!

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02/06/2021, 05:59
+Mikhail Kurik+
Sólo para el director

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

 

Ante las palabras de la joven mujer, respecto a que Mikhail quería que le fuera bien en el fondo, el ruso frunció el ceño. – No pienses que me conoces. – Dijo con cierta frialdad en su voz, antes de suspirar en el momento en el que oyó la pregunta. – Eres una superviviente, y me parece una idiotez que destruyas tu cuerpo con esa mierda. – Le respondió a su pregunta, mostrándose cabreado por el hecho de que tuviera que responder aquello, cuando en realidad era bastante obvio. – Si fueras basura como algunos de los otros, no desperdiciaría mi aliento para decirte lo que tienes que hacer. – Se explicó con simpleza, a medida que le mantenía la mirada. Ya había aportado su parte, si aún así deseaba destruirse de esa manera, era libre de hacerlo, pero prefería que no fumara cerca de él. – No fumes esa basura cuando estoy cerca. No me interesa respirar esa mierda. – Espetó de mal humor, mientras sentía un fuerte deseo de volver a golpear el saco de boxeo. No le gustaba que le pusieran en evidencia de esa forma. No obstante, la ex sargento le caía lo suficiente bien como para no comportarse de la misma manera que hacía con otros. Eso no implicaba que fuera a contener sus palabras, o su tono.

Al oírla decir si temía no aprobar, el joven afiló la mirada. – Yo no temó esa mierda. Aunque sé que no lo voy a aprobar. – Declaró con sequedad, sabiendo muy bien que las cuestiones de legislación no eran lo suyo, ni mucho menos pensaba sentarse a estudiar esa basura. Un guerrero debía de preocuparse por cosas más importantes, como lo era su cuerpo. Era eso lo que le aseguraría que no muriera a manos de un maldito Skullrep, no un maldito libro de leyes. Sin embargo, la pregunta de Grey hizo que ladeara la cabeza hacia la izquierda, mostrándose intrigado por lo que le había preguntado. - ¿Me ves cara de chico bueno? – Le preguntó a la ex sargento, para luego esbozar una sonrisa pícara. – No sé qué tienes en mente, la verdad. – Se encogió de hombros, si bien, las siguientes palabras de la mujer sorprendieron al ruso, quien la miró como si fuera una idiota. – Eres una idiota. – Le dijo con total honestidad, no pudiendo creer que hubiera preferido ser degradada de esa manera, y humillada al tener que ser parte del resto de los reclutas, cuando bien podría haber cambiado de Domo y haber mandado al teniente a tomar por culo.

Sea lo que fuera, no dijo nada más al respecto, tan sólo para reírse levemente ante el comentario de encontrar un hombre que la hiciera desear ser azotada de esa manera. – Tal vez deberías dejar de fumar. Puede que ese sea el problema. – Agregó en un tono neutral, aunque ciertamente parecía que buscaba molestarla. Si bien, en el momento en el que Grey cogió su mano, el ruso enarcó una ceja, no sabiendo muy bien si cabrearse, por el hecho de que le hubiera tocado sin su permiso, o bien porque no comprendía qué pretendía con aquello. – Pilotar. Un poco. No mucho. No soy de lo mejor, pero puedo servir de reemplazo si uno de los pilotos es herido o algo. – Se encogió de hombros, sin darle mucha importancia a aquel tema. No tardó mucho en entrecerrar los ojos al escucharla decir que podría obtener un ocho como calificación en el examen. De verdad que quería creer eso. - ¿Quieres que sea tu perro faldero? – Le preguntó a la ex sargento con un tono que denotaba cierta frialdad. – No soy un perro. – Declaró, cabreado. – Aunque si logras que apruebe esa mierda, te cuidaré ese trasero. – Aseguró con total confianza en sus palabras, dispuesto a ayudarla en lo que necesitara, si a cambio obtenía lo que quería. – Si no lo logras… - Se interrumpió, dejando en claro que no estaría muy contento de que jugara con él de esa manera.

No perdió mucho tiempo en coger la mascarilla que Grey le había indicado, dispuesto a acompañarla. Ciertamente, la joven mujer era alguien interesante, y que tal vez podría serle de ayuda para permanecer en el Domo, sin ser expulsado por no aprobar un maldito examen de mierda. – Tal vez, pero no es mediocre ahora. Sabes jugar tus cartas. Eres una superviviente. Hay una gran diferencia entre ti y algunos de los gusanos. – Afirmó, confiado de lo que decía y pensaba al respecto. El hecho de que Grey fuera capaz de lograr que aprobara un examen, lo decía todo. Tal vez fue por esa razón que no le soltó la mano, y prefirió dejar que se divirtiera de esa manera. No había duda de que era alguien que era mejor tener al lado, en vez de en su contra. – Me alejé porque quise. Podría haber subido. No te equivoques. Todavía estoy a tiempo. – Declaró con frialdad, dejando en claro que, si le provocaba lo suficiente, la arrastraría hasta el maldito ring y haría que peleara contra él. – Puede que hayas cometido otro error, cuando decidiste ayudarme. – Le explicó, sabiendo muy bien que, si algunos de los reclutas descubría aquello, no estarían muy contentos con la joven mujer. No dudó en coger otro de los subfusiles, dispuesto a ver el entretenimiento que la ex sargento podía ofrecerle, a medida que intentaba comprender la diferencia entre la mujer seria que había visto antes, y la joven de actitud pícara de ese momento.

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02/06/2021, 10:28
Yum Ziam

Vuelo nocturno. Hangares.

Día 12. Noche.

Einar y Yum

Yum se encontraba limpiando uno de los Eagles por dentro. La mujer no solamente era muy perfeccionista por el estado de las aeronaves, además se preocupaba del cuidado higiénico de su interior, evitando, como otros muchos profesionales de la mecánica, dejar manchas de grasa o aceite en los mandos, algo que a los pilotos podría resultarse muy molesto. Pero ella no era así pues dejaba impoluta la cabina, y los botones del panel funcionaban con suavidad, sin apenas hacer ruido. Parte de su éxito y validez para la mecánica no era ya por su habilidad, si no por dedicación diaria en sus labores, no teniendo casi nada de ocio, quizás una costumbre poco saludable, tanto como olvidar comer cuando los mandos no estaban en el Domo.

Ziam observó a Einar acercarse y le dedicó la mejor de sus sonrisas, acariciando el Eagle con orgullo - Esta joya está deseando elevarse y esperando a un piloto que lo ponga a funcionar - Aseguró asomándose por la ventanilla de la cabina, escuchando la siguiente pregunta, que tenía que ver con el examen de legislación, una prueba inminente que sucedería al finalizar el mes.

- No voy demasiado avanzada - Reconoció la muchacha con timidez, mostrando unos apuntes que les habían sido facilitados a todos - Voy por el artículo tres - Casi se podía calcular que iba a un artículo por día, a ese ritmo no podría aprobar su examen - Y lo olvido con facilidad... Yo... Tengo problemas de lectura y comprensión. Nunca fui muy buena en el colegio, cuando estuve... - Daba a entender que tenía muy poca formación académica, como si no hubiera acabado la educación básica - Pero me estoy esforzando... Mucho - De hecho estaba en el Eagle con los apuntes, dedicaba mucho tiempo a su labor pero tenía presente su obligación para con la legislación - No obstante, es probable de que no apruebe el examen... - Bajó la voz avergonzada, reconocer aquello delante de uno de los mejores del Domo, le resultaba algo totalmente bochornoso.

Yum se bajó del Eagle, portando los apuntes en la mano, comprobando el panel exterior que observaba Andersen - Parece que todo está correcto - Aseguró ella fijándose en los datos. Cualquiera que la viese pensaría que era muy injusto que una gran profesional como Ziam era, pudiera quedar fuera del ejército por no superar otras pruebas que no eran específicas de su especialidad.

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02/06/2021, 12:21
Einar Andersen

Vuelo nocturno. Hangares.

Día 12. Noche.

Einar y Yum

 

Einar se cruzó de brazos, escuchando como la muchacha se lamentaba de su mala predisposición hacia los temas académicos y en concreto el temario del cual el Teniente le había dejado a él mismo al cargo.

-Bueno, puede que se te pasase por alto mi gran exhibición durante la prueba de carrera continua...-se frotó la nuca algo avergonzado de dejarse a si mismo en evidencia.

-Pero si bien en mi caso solo puedo aferrarme al esfuerzo para tratar de cambiar las cosas, tu caso es diferente. En el estudio no es tan importante el cuanto te esfuerzas si no como te esfuerzas...

Una vez aprobado por el ojo experto de Yum, cerró la ventana de datos.

-¿Cual dirías que es el que está más preparado a día de hoy?-preguntó señalando a los Eagles estacionados, poniendo ambos brazos en jarra.

-Quiero agenciarme el mejor para mi, y solo aceptaré la opinión de la mejor-se mesó la barbilla mientras observaba las aeronaves.

-Con lo que me refiero en cuanto al estudiar, yo creo que debes estar planteándolo de forma incorrecta... Quiero decir, si te estás esforzando tanto como me parece y no estás sacando resultados, es porque lo estás abordando mal-hablaba mientras caminaba lentamente por el hangar, en dirección al resto de las Eagle, esperando a que la mecánica señalase a uno concreto para dirigir sus pasos hacia él.

-He visto como reparabas a estas bellezas y fue impresionante. Atesoras una ingente cantidad de conocimiento práctico en tu cabeza. Y una habilidad para llevarlo a cabo-Reconoció de forma absolutamente sincera.

-Llévate la legislación hacia tu campo. Si lo pones en perspectiva es más similar de lo que pueda parecer. Las normas siempre siguen el mismo patrón.

Por un lado tenemos la exposición de motivos, que vendría a ser un manual rápido del motor a reparar-El disponer de conocimientos en mecánica ( si bien muy inferiores a los de la recluta) le ayudaba a buscar paralelismos y su habilidad y costumbre para con el estudio teórico le era útil para tratar de plantearlo.-Luego el articulado puro, que serían el listado de posibles fallos y averías que puede presentar el motor-hablaba gesticulando con las manos, tratando de asegurarse que ella estaba comprendiendo los paralelismos que le exponía -Y para acabar tendríamos las sanciones disciplinarias, que vendrían a ser las reparaciones que aconseja el manual de uso a cada fallo-Se encogió de hombros. A medida que iba hablando, en su cabeza empezaba a formarse un método alternativo para plantear el estudio de la legislación para aquellos cadetes menos duchos en el tema académico. Y lo cierto es que si le dedicaba un poco de tiempo podría funcionar, lo que le provocó una sonrisa involuntaria.

-¿Que te parece si te hecho una mano con el estudio, hasta que le cojas el truco por tú misma? Después de todo no estoy dispuesto a que la mejor mecánico de todo el Domo suspenda en los teóricos. ¿Qué sería de mis Eagles si eso pasara?

 

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02/06/2021, 22:22
Duncan "Duke" McCarthy

Duncan sonrió. Así que pasar por encima de Mikhail con las ruedas, eh? Era algo muy Jim, aunque Duke no se lo tomaba en serio, ella era así, decía lo primero que le pasaba por la cabeza pero en general no tenía malas intenciones, y en el caso Mikhail no podía culparla, no es que se hiciera querer mucho el suro, además de tener pendiente de aclarar el tema con Lizza. Le hubiera gustado hacer más por ella, pero no podía mentir, no habían pruebas físicas directas que lo incriminaran, ni ADN ni nada por el estilo, aunque él era cirujano, no forense, así que tal vez se le había pasado algo y eso le martirizaba.

Habló con Yum y cuando se dirigía hacia Jim la mujer reparó en él. Se encogió de hombros con una sonrisa y señaló la caja mientras sacaba la lengua y cruzaba los ojos de forma divertida. Tornillos? Eso le habían dicho en la tierra, que con la carrera que tenía por delante ir al espacio era una locura, así que igual era cierto. Escribió con una sonrisa y pulsó triunfante el botón de envío

- Deberías haber visto a Frank, eso si que era un médico popular. Vengo a repartir unos regalos para niñas malas - Sonrió pero la sonrisa se le atragantó y se ruborizó violentamente ante el comentario de Jim. Tosió, intentando que no se le notara la vergüenza. Seguramente Jim lo había catalogado de salidorro tipo Evan y por eso le había tirado ese tipo de comentario. Sonrió cual perrillo apaleado y escribió - Yo no los he probado. Son tamaño ejército, preparados para todo tipo de tamaños... creo, pero os librarán de embarazos no deseados o de moneda de cambio, no sé... Hay más, pero ... bueno, si quieres repartirlos no hay problema, luego me dices a quien se los has dado para llevar el control. Peligrosos? las manos vendadas? No, claro... necesito las manos

No entendía los peligros que podrían tener los profilácticos. Había para todos, había suficientes, y lo de las manos vendadas?. Eso tenía menos sentido, no se podía hacer vendajes con una goma, igual se podía forrar un dedo, pero poco más... Lo que pensaba Jim era un misterio, al menos en cuando tocaron el tema de la conducción se entendieron. Duncan negó, disconforme y le escribió

- En caso de que estés conducirías, pero y si has salido de misión? Alguien tiene que poder recoger a un enfermo si tu no estás. Yo conduciría, estabilizaría al enfermo y lo traería, es mejor saber como hacerlo aunque no lo tenga que hacer nunca. Solo por si acaso. - Asintió cuando le pidió cinco minutos y le dejó que hiciera sus preparativos mientras subía a uno de esos cacharros. Básicamente era como un coche, uno grande de muchas toneladas, y con menos reprise que el tacatá de su difunta abuela, y con más fuerza que la patada de una mula. No había cambio de marchas, a no ser que fuera esa palanquita, y el arranque?, no, tampoco tenía llave. Tenía que haberse fijado más cuando ella condujo, pero es que estaba distraído mirando otras cosas.

Bajó del coche frustrado y se dirigió al otro, donde Jim ya había cargado el otro vehículo con lo necesario. Asintió como el que va al matadero y se subió directamente en el asiento del piloto. Frunció el ceño con cara de concentración, y sacó la lengua de lado, como un niño ultraconcentrado ante un examen de matemáticas casi imposible. Paseó un dedo por encima de los botones, preguntando sin palabras que botón debía tocar, y cuando le pareció que Jim lo aprobaba pulsó un botón verde grande. El motor arrancó, trasmitiendo un alegre traqueteo al vehículo y Duke levantó los brazos en un grito mudo de victoria. Puso las manos en el volante, y apretó con mucha suavidad el pedal de la derecha, pero el vehículo no se movió, así que probó con el izquierdo y el vehículo empezó a moverse lentamente hacia delante, sonrió como un niño con zapatos nuevos mientras conducía fuera del hangar, a una velocidad en que tal vez un caracol hubiera quitado las pegatinas del vehículo que los llevaba.

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02/06/2021, 23:59
Daya Banerjee

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

 

Escucharlo hablar de su sistema natal era hipnótico. Las palabras y el tono que usaba atraían a Daya y hacían que deseara ver Eidolon en persona. Era algo tan diferente a su Innum que tenía que ser digno de ver.

-Sí, me hago una idea. Yo lo llamo conexión con otra persona, pero entiendo que esa sensación sea más aguda en vosotros si desde siempre os han hablado de ella. Nacer sabiendo que eso se puede sentir, lo hace natural y os vuelve muchos más receptivos a sentirlo. Ser conscientes lo intensifica y lo hace tan normal como la propia respiración, quien no es consciente, quien no cree, es difícil que lo experimente…Es increíble, me encanta saberlo. Pero se me hace extraño imaginaros naciendo en las naves orbitando el gigante gaseoso, viviendo en ellas…siempre, sin tener un planeta al que bajar. Me encanta pilotar, pero me encanta sentir la gravedad. Cada cosa a su tiempo.

Rio cuando vio la cara de Eylo ante su comentario y sus intentos de salvarse del castigo-No, una Eagle no es un carguero, pero es mucho más delicada y tenemos muy pocas. Creo que quedas oficialmente vetado a pilotar una de ellas…-lo miró con picardía, divertida-…a no ser que me hagas cambiar de opinión esta noche.

Miró hacia el cielo antes de responder al último comentario de Eylo. Quería expresar bien sus sentimientos sin parecer demasiado sentimental-Falta unión. Falta que nos sintamos equipo, que sepamos ver que todos somos importantes y nadie es mas que cualquier otro. Y para que la unión llegue, debe pasar algo, algo grande que haga que trabajemos juntos. No me preguntes el qué, porque no lo sé…-seguía mirando hacia el cielo, recordando-Cuando aparecieron los skulreps en mi asentamiento sucedió algo. Toda la gente supo qué había que hacer, coger todos los vehículos que pudieramos, subir a todas las personas que fuéramos capaces de subir, los que entrasen, sacarlos de allí. No importaba si la gente que subías a tu vehículo era un vecino, un científico, un miembro de la Space Force destinado allí y de guardia esa noche. Nadie dio órdenes, pero todo el mundo remó hacia el mismo sitio buscando el bien común. Hubo bajas, pero muchos supervivientes. Conocí así a la persona que me habló de todo esto… de otra forma no lo hubiera conocido por ejemplo, pensaba que esa persona estaba a un nivel muy alto, muy lejos de mi alcance. Y aquella noche, aquel ataque, nos hizo hablar. Nos pasó a muchos con mucha gente, se crearon lazos que permanecerán. No digo con esto que quiera tener aquí una incursión de skulreps, no me malinterpretes, pero más de uno necesita que lo bajen del pedestal en el que está. Quizás el examen de legislación consiga algo parecido, quizás cada examen vaya contribuyendo a eso a su forma, al fin y al cabo nos hace trabajar juntos y en equipo para aprovechar lo mejor de cada uno.

Se encontró mirando a Eylo a los ojos durante un largo rato. Rodeados de la casi oscuridad reinante, cubiertos los rostros por el casco necesario allí en el exterior, Daya sabía que sería complicado saber qué podía pasar por su cabeza después de la última pregunta de Eylo, sería fácil decirle alguna que otra tontería y dejarlo pasar. Pero algo le decía que él se merecía que ella fuera sincera al darle una respuesta.

-Sí, los echo mucho de menos… aunque aquí no tenemos mucho tiempo de pensar en ciertas cosas, la verdad, ya has visto que durante esta semana no he tenido lugar de ir a hablar con mi hermano. Pero eso no quita que en algunos momentos, una se sienta sola aunque esté rodeada de gente…-hablaba mirándolo en la oscuridad, intentando desentrañar los pensamientos de su compañero-Puedes preguntarlo, puedes preguntar lo que quieras de hecho-jugueteó un poco con la arenilla del suelo, distraídamente-Verás, tengo un hermano mellizo…y otros seis hermanos más pequeños, ya te he comentado que somos una familia extensa. El negocio familiar está pasando un gran bache después del ataque y tardará en recuperarse, aun con la ayuda de todos. De mis abuelos, de mis tíos, aun quedan muchos allí para levantar el negocio, pero el tiempo es limitado, ahora son vulnerables. Si alguien con la logística y el poder económico suficiente se asienta allí antes de que ellos puedan levantar la cabeza, perderán el negocio por completo. Ir a Natgrew era ir a buscarse un futuro en ese planeta. Encontrar un trabajo, formar una familia, un hogar… Allí los sueldos son bajos… Por eso decidí no ir con ellos. Yo no quiero formar un hogar lejos de Innum, mi hogar es Innum y mi familia está allí. Si consigo quedarme aquí, espero poder ayudarles a levantar la empresa, a comprar nuevos vehículos a arreglar los que sean susceptibles de ello. Les quiero dar una oportunidad a mis hermanos para que ellos tengan la opción de decidir si quedarse allí o irse, pero que no se vean obligados a hacerlo si no quieren. Poder tener un buen plato de comida todos los dias, que vayan a estudiar a la Tierra si quieren en el futuro. Y para eso necesitan contar con ingresos extra…  Solo con lo que da ahora la empresa, no llega para todos apenas y en Innum no tenemos muchas más opciones. Es un planeta naciente, no hay infraestructura, ni comercio, solo las bases científicas, los puertos y poco más... Con que dos hermanos se vean obligados a irse del planeta es suficiente… Para nosotros la familia es muy importante, estar juntos, unidos.

Guardó silencio un solo instante, para respirar hondo-No estoy aquí por vocación, como ves. Ni siquiera pensaba que tuviera ninguna oportunidad de entrar. Una de las personas que saqué de la zona de ataque en un vehículo de los nuestros era un mando de la Space Force destinado a Innum durante un tiempo. Después de ver como conduje el vehículo y como los saqué de allí, habló conmigo y me habló de esto, me dijo que podría tener posibilidades para entrar. Llegué a tiempo de echar la solicitud, un día antes de que terminara el plazo y me presenté sin casi prepararme nada. No pensaba que me fueran a admitir. Pero aquí estoy y no voy a desaprovecharlo. Tengo seis hermanos, un padre, una madre y unos abuelos que me necesitan, como mínimo-Eylo pudo observar entonces, sentir mejor dicho, la sonrisa tímida y casi pidiendo perdón por no estar allí por vocación que los labios de Daya formaban en ese momento-Y basta de hablar de mi o esto será un monologo aburrido. ¿Por qué decidió Eylo Yilmaz abandonar su gigante gaseoso y romper los lazos con sus compañeros o, mejor dicho, con su familia? Si no me lo quieres contar, lo entenderé, son cosas muy personales. Pero si te soy sincera, tengo curiosidad...

 

 

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03/06/2021, 01:08
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Trae sus consecuencias —aclaró con tranquilidad —. Fragilidad de huesos, dificultad de adaptación en gravedades fuertes.. pero bueno. No todo es perfecto —bromeó riendo levemente —. Sí, cada cosa a su tiempo.

Concedió alargando un silencio tranquilo, en el que volvió a mirar las estrellas. El firmamento lo cruzó una de especialmente rápida, pero ambos identificaron fácilmente que se trataba de un transporte que abandonaba la órbita de Protect. Esbozó una sonrisa divertida al escuchar el veto.

No creo que pueda debatirte —se rindió ante esa evidencia siguiéndole el juego —. Tendré que rendirme al programa de entrenamiento de pilotos como uno más —volvió la cabeza un instante y le guiñó el ojo.

Escuchó su reflexión acerca de la unión y los problemas del Domo, Eylo estaba de acuerdo con lo que veía Daya y así se lo hizo saber con un asentimiento a cada rato de forma inconsciente. Tomó un puñado de arena cerrando el puño, solo por el placer de sentir los dedos hundirse en la tierra.

En Eridani todos los días nos enfrentamos a eso —explicó con naturalidad —. Una válvula, una fuga, una brecha.. no hace falta que sea grande.. y todo se va al traste. ¿Ves? Eso es Teluria —dijo con convicción cuando narró lo que sucedió durante el ataque skullcrep. Hablando del Domo, su gesto se volvió más contenido, intentaba ser objetivo —. No puedo hablar por todos, por nadie, de hecho, pero creo que muchos no se han sentido así nunca. Pero.. —se encogió de hombros —.. puede que encontremos la forma, si todos nos esforzamos, ponemos algo de nuestra parte.

Pero entonces la conversación se sumergió en unos temas mucho más profundos de lo que pudiera aparentar. Eylo escuchó las razones de Daya, se dejó mecer por sus emociones comprendiendo las razones. No la interrumpió, dejó que contara todo lo que quisiera contar y cuando percibió aquella sonrisa que pedía perdón Eylo no se la aceptó.

Lo estás —la corrigió con calma, jugaba con los silencios con maestría, más por intuición que por experiencia —. Por vocación a tu familia, por proteger a los suyos. No encuentro una razón más real y honesta por mucho que lo piense —habló con solemnidad, contenido, pero con la sinceridad que lo caracterizaba —. Muchos nos alistamos con el grandilocuente ideal de proteger a la humanidad. Lo cual me parece encomiable, importante. Tú lo haces para proteger a tu familia y, en ese propio acto de amor, también proteger al resto de familias que, como la tuya, quizá puedan tener un futuro mejor si las salvamos frente a un ataque —de nuevo se quedó en silencio, la mirada de Eylo viajó de nuevo a las estrellas —. Me alegra tener una compañera como tú aquí.

Era inevitable que aquella pregunta se le volviera en contra, pero a Eylo no le importó. Estaba cómodo hablando con Daya, y aunque eran temas que aún se cernían sobre él ocasionalmente, hacia tiempo que dejó de dolerle hablar de ello.

No te he contado del todo lo que significa Eidolon para nosotros, para mi —dijo lentamente, buscando las mejores palabras para contarlo —. Eidolon emite una señal. Una que ya estaba allí antes de que llegaran los primeros colonos. En un alarde de originalidad la llamaron la Anomalía de Eidolon, la Comandancia instaló numerosas estaciones de escucha e investigación, pero.. —movió la cabeza en negación —.. nunca se ha sabido ni su origen ni lo que significa. Yo nací en una de esas estaciones, Políxene. Mi madre era científica, y mi padre era jefe de seguridad, viví allí hasta.. ¿los trece años? —se preguntó retórico, ahí la narración de Eylo se frenaba un poco, se sentía casi frágil —. La gente de esa estación era mi familia. Hasta.. que vinieron los Lucerianos, fanáticos religiosos que decían que el trabajo de Políxene era una blasfemia.. —respiró hondo —. Mataron a la mayoría. Mi madre fue de las primeras, y mi padre lo hizo protegiendo a la gente. A mi y a otros nos secuestraron, pretendían vendernos como esclavos en el mercado negro —la boca de Eylo se torció un poco, agria, aun habiéndolo superado seguía doliendo. Extendió el brazo mostrando el tatuaje de su muñeca.

Nos marcaron, pero.. aparecieron los Soldados Espaciales —alzó las cejas, pero en su tono de voz no había sombra de admiración —. Mataron a todos los Lucerianos, nos liberaron, pero.. no hicieron concesiones. No les importó que hubieran civiles de por medio, nosotros solo éramos la.. misión secundaria. Yo sobreviví de milagro.. —en este punto había algo que le hizo detenerse, algo que robó las palabras de Eylo y no aclaró de qué se trataba ese milagro —y me mandaron a un orfanato-escuela de la Comandancia en Celenis —estiró el cuerpo apoyando las manos en el suelo e inclinándolo hacia atrás para mirar con mayor perspectiva el cielo —. Allí me educaron para ser un recluta del PEC, eso lo que hacen con los críos sin padres. Niños.. bueno.. jóvenes reclutas —a pesar de lo duro que pudiera oírse no había resentimiento en su voz, puede que incluso algo de nostalgia —. Pero.. no era mi lugar. No en ese momento. Sentía el mismo odio por los Soldados Espaciales como lo sentía por los Lucerianos. Me negué a unirme al programa con la mayoría de edad.. me alisté en la Rust Walker.. la rallé.. me comí el marrón de mandar.. —sonrió un poco, moviendo la mano dando a entender que no la iba a aburrir con más detalles de ello —.. hasta que los encontré. 

El silencio era ominoso, casi sobrenatural, en ese instante. La forma de hablar de Eylo poseía un carácter casi espiritual, creía en lo que decía y se podía sentir que, a pesar de esa sinceridad, había cosas cruciales para él que no terminaba de contar. Pero no lo hacia por pudor o por desconfianza, sino porque era algo profundamente impreso en la psique del eridiano y reino de la irracionalidad por no poder darle una explicación.

A mis padres. A mi familia. La Rust encontró la baliza de la Políxene.. no debía ser así —dijo con convicción —. La gravedad debería haber arrastrado a la estación al centro del planeta, pero ahí estaba.. en órbita baja. Pudimos recuperar los cuerpos.. de la mayoría.. de mis padres —no había tristeza en sus palabras, solo alivio —. Pudimos darles un funeral. Devolverlos al cosmos. Aunque.. yo me quedé con parte de ellos. Ese día cerré un capítulo. Supe que.. lo había superado y decidí alistarme —contó esto como si no fuera relevante o, al menos, merecedor de mayor pompa —. Quería hacer algo por los demás, como los demás me habían dado a mi. Proteger. Proteger a los demás como mis padres me habían protegido a mi. Y.. —echó una mirada sutil al Domo —.. hacerlo mejor que los que "me salvaron" de los Lucerianos.

Luego se quedó en silencio, pero pronto afloró una carcajada sorda seguido de una risa divertida.

Joder.. yo también te he dado la brasa con lo mío que no veas.

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03/06/2021, 18:36
Yum Ziam

Vuelo nocturno. Hangares.

Día 12. Noche.

Einar y Yum

 

Yum tenía la suficiente confianza como para hablar con Einar de lo mal que iba en los estudios, a pesar de que invertía tiempo en intentar mejorar su capacidad retentiva. El hombre intentó animarla recordando lo mal que a él le había ido la prueba de resistencia, aunque la mujer sentía pena por no poder ayudar tampoco al que consideraba, uno de sus mejores amigos del Domo - En eso tienes razón, el esfuerzo es lo que no debe faltar, puedo enfadarme conmigo misma si fallo algo que no he intentado, pero si doy lo mejor de mí, quizás hasta pueda superar el obstáculo - Comentó con cierto entusiasmo, buena disposición no le faltaba.

- Desde mi punto de vista el mejor de los Eagles es el 6. Es un fantasma en vuelo, los engranajes están suaves y el giro de dirección es óptimo, así como los mecanismos de ataque. No obstante, creo que lo mejor sería que dieras una vuelta y determinases si hay algo que no te agrada - Comentó la mujer, señalando la aeronave mencionada - Podría preparar cualquier cosa a tu gusto, siempre y cuando los mandos nos permitan hacer modificaciones y un ingeniero aprobase los cambios - La mujer miró con timidez al suelo cuando Andersen la elogió indicando que ella era la mejor en su campo de conocimiento, y aunque así era, la humildad natural de Ziam le impedía jactarse de ello - Espero no equivocarme - Aunque raramente lo hacía.

El tema de los estudios era importante, tanto que Einar le daba un consejo para evitar que la mujer suspendiera el examen, y es que aún estaba a tiempo de poder aprobarlo.

- Lo abordo mal... ¿Y cómo debo de hacerlo para tener buen resultado? - Le preguntó curiosa, dispuesta a aprender de él para poder avanzar en el temido examen de legislación - Vale, llevar la legislación a mi campo... Pero, ¿cómo relacionar cada artículo con mecánica? - Y es que aunque comprendía lo que ansiaba decirle el piloto, no sabía cómo extrapolar los datos que manejaba

Andersen buscaba paralelismos de aquella habilidad tan poco conocida por los reclutas con el bello arte de arreglar motores - Exposición de motivos es un manual rápido - Comentaba la mujer intentando memorizar las palabras que Einar le regalaba - Los artículos son las averías del motor, por eso deben de escribirse, porque así se les puede poner remedio... Ahmmmm..... - Parecía haber comprendido los símiles del joven - Y las sanciones son las reparaciones... ¡Qué sencillo parece así! - Expresó la mujer con energía renovada. Muchas gracias por tus indicaciones y sí que me vendría muy bien que me ayudases a estudiar, claro que sí....

Lo bueno de Yum es que ella se esforzaba y no emitía protesta. Nunca se quejaba por el trabajo, era más, siempre tenía algo interesante que hacer en la zona de garaje, ya fuera pedido por los demás o impuesto por ella misma.

- Voy a poner todo de mi parte para no suspender, eso puedo prometerlo - Dijo la oriental con seguridad antes de decidir cambiar de tema - Einar, ¿por qué decidiste alistarte en el ejército? ¿Has intentado la selección varias veces o te han cogido a la primera? - Preguntó con curiosidad mientras ambos se acercaban al Eagle 6, el que la mujer aseguraba, estaba en óptimas condiciones.

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03/06/2021, 19:36
Sargento Dunne Grey

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

 

- Tranquilo, no doy por hecho de que te conozco, para eso me acerco a ti, para poner remedio a mi actual ignorancia sobre tu persona - Comentó la mujer con la tranquilidad de quien daba una charla bien aprendida, remarcando un hecho - Bien, no desperdicias tu aliento dando consejos a otros, pero a mi sí... Esto puede ser el inicio de una bonita amistad - Le guiña el ojo divertida, jugando con las libres interpretaciones de aquella conversación.

Grey permaneció callada cuando Kurik aseguró de que no iba a aprobar, ampliando una sonrisa  cuando el ruso le preguntó si tenía cara de buen chico - No, de hecho tienes cara de ser muy malo y a veces es mejor así. Los reclutas más honestos tienden a fracasar a veces, permaneciendo los piratas. Ya imaginarás a qué grupo pertenezco - Y sí, por la seguridad que portaba y lo mucho que se permitía jugar, implicaba que tenía más de un as bajo la manga - ¿Idiota? No, permíteme que te corrija. Simplemente aseguro que no me alejan de mi hogar, de mi gente - Comentó con seriedad - Mi hogar es el PEC12, todos allí saben quien soy y me aprecian. Bueno, unos más que otros. Por poder, podría comenzar de nuevo en otro PEC, pero eso solo me recordaría a diario,  que me he equivocado y que he preferido esquivar la sanción, sería peor castigo. Me quedo en el 12 por amor. ¿Nunca has querido tanto a una persona que darías todo por él o ella? Eso me pasa a mí. El rango no vale de mucho, las personas que me rodean son el centro de mi vida.

Kurik parecía querer molestar a Grey con sus comentarios hacia el tabaco - ¿Qué piensas? ¿Qué si dejo de fumar me será más fácil encontrar al hombre de mi vida? - Evitó reír, aunque ganas no le faltaban - Todo el mundo tiene un defecto, déjame gozar del mío - Comentó mientras caminaban, cambiando de tema - Bien, puedes pilotar, con eso nos bastamos para llegar a la zona donde podremos disparar a gusto. No está demasiado lejos, pero con aeronave ahorraríamos tiempo... Y el tiempo es oro...

Dunne se giró hacia Mikhail cuando le preguntó si quería que fuera su perro faldero. A lo que ella adquirió una seriedad bastante marcada - No, Kurik, yo muevo relaciones entre las personas, sigo la ley de la oferta y la demanda. Yo no soy fuerte y posiblemente necesite que alguien cuide mis espaldas, pero a esa persona puedo hacerle la vida más fácil e intentar conseguirle las cosas que ansíe y le hagan mejorar... No es una relación de esclavitud, si no de colaboración mutua, hoy por ti y mañana por mí... - Se encogió de hombros - Lograr tu ocho no es algo complicado, pero...¿Qué pasará si no lo logro? - Tiraba del hilo de la conversación, quería saber hasta dónde podía llegar el joven - ¿Me matarás?... No es buena cosa coaccionar a quien desea ayudarte, tigre - Dijo esa palabra tras recordar el tatuaje del muchacho, que obviamente parecía tener significado para él.

Mikhail tachaba a Dunne de superviviente y aunque ella no dijo nada al respecto, sus palabras se subrayaban por sus silencios - No dudo que te alejaras del ring porque querías, pero debes reconocer que no he llegado a tener ese tercer error que inicialmente vaticinabas. Digamos que he sido habilidosa captando tu atención y tú magnánimo por dejarme vivir un día más. Podríamos considerarlo tablas - Su facilidad de palabra hacía que ella tuviera generalmente los éxitos asegurados, no buscaba las confrontaciones, ahora eso sí, tampoco tendía a callarse en el ámbito de lo privado, siendo completamente silenciosa cuando los demás tomaban las riendas de las conversaciones.

El joven hacía mención que quizás ayudarle fuera otro error, encogiéndose la mujer de hombros como si no le importara mucho aquello - Soy adulta y tomo mis decisiones, me responsabilizo por ello. Nadie va a decirme qué puedo o no hacer - Le miró a los ojos, las manos aún estaban conectadas - He apostado por ti. No solo sé que puedes conseguir pasar el corte, muy probablemente en el campo de batalla me asignen bajo tu custodia. Quiero conocerte y saber dónde tienes los límites. Cuanto más nos compenetremos, mayores posibilidades tendremos de seguir vivos, ambos.

Grey solo le soltó la mano para coger su subfusil y aventurarse hacia fuera del domo, a la zona del garaje, donde cogería las llaves de uno de los Eagles, el número uno, y se lo daría al joven luchador mientras le daba indicaciones.

- Dirección Sur... Veremos cómo está mi tigre de puntería. ¿Quieres algo suave o muy heavy? - Cuestionó mientras sonreía, le daba incluso a elegir, ¿A dónde diablos le llevaba?

 

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03/06/2021, 23:49
Einar Andersen

Vuelo nocturno. Hangares.

Día 12. Noche.

Einar y Yum

 

-Entonces cuenta con ello. Ven también a los repasos que doy a la hora de la comida. Y si consideras que no te basta dímelo y buscaremos otro momento más para poder repasar-se ofreció sin más.

Einar era un muchacho aplicado hasta el extremo. Su capacidad de esforzarse podía comprarse, quizá, a la de Yum, pero situada en el polo opuesto.

Ella parecía dejarse la piel intentando algo y el piloto, en cambio, se dejaba la piel en planear el como intentarlo.

De hecho, Einar tenía planeada una rutina diaria que le costó casi una jornada entera prepararla encaminada hacia tratar de pulir todos sus punto débiles de cara a ls futuras evaluaciones.

-La Seis ¿eh?- se cruzó de brazos y se paró a observarla a distancia, para luego asentir complacido.-Adjudicada. ¿Le echamos un ojo de cerca?-ofreció, reemprendiendo la marcha hacia el caza de combate

-¿Por que decidí alistarme?-repitió,entrecerrando los ojos y tamborileando con la yema de su índice derecho sobre el labio inferior, en pose pensativa.

-Supongo que la invasión de nuestra colonia fue el germen de mi vocación... Cuando los escuadrones de las fuerzas aerosespaciales de la Space Force llegaron a Gunpe. Cómo lograron decantar la balanza a favor de la humanidad... Todos aquellos vids que ponían una y otra vez en las noticias, a todas horas...-se encogió de hombros-Supongo que la suerte de haber vivido algo tan trágico con solo 5 años hace que a penas recuerde lo terroble de la situación y únicamente me haya quedado con ese tipo de cosas superfluas-Había un deje de nostalgia en el tono de su voz al recordar su planeta natal, compartido por ambos. No solía pensar en casa, pero al hacerlo se daba cuenta de que aún sentía algo de añoranza.

-Pero bueno, esa es la parte más vocacional, supongo. Al fin y al cabo si me paro a pensar en mi ambiente familiar, mis opciones de futuro habrían sido acabar de ingeniero en la empresa privada aeroespacial, piloto civil o militar... y siempre he pensado que el deber de todo ciudadano de honor es devolver todo lo que la Comandancia nos ha brindado sirviendo en el ejército.-completó bastante convencido de lo que estaba diciendo, si bien al acabar la frase pareció dudar.

-Me gustaría preguntarte. Todo ese asunto de Grey...- se humedeció los labios y se aclaró la garganta-Se lo que se comenta por el Domo, los hay que dicen que fue cosa mía... que lo hice porque soy un chivato- la sonrisa se le hbía borrado de golpe, sustituida por una expresión seria y algo avinagrada.

-Y lo cierto es que si el Teniente lo supo sí fue por mi culpa, pero no fue algo premeditado o intencionado...-apretó la mandíbula y desvió la mirada al suelo. Aquel asunto le llevaba molestando desde que ocurrió. No iba a hablar de ello públicamente porque era un tema privado que solo concernía a Grey, a Townhall y a él mismo. Pero necesitaba sacarselo de dentro y la presencia de Yum parecía provocarle cierta vulnerabilidad.

-Yo estaba hablando con Townhall, pidiendole permiso para usar los Eagles. La conversación acabó llevándome a un punto en el que haberme callado lo de Grey habría constituido una falta Grave o muy Grave que habría resultado en mi expulsión directa, así como probáblemente la de Daya...-Einar no estaba tanto tratándose de justificar si no explicar todo lo que había ocurrido.

-Mi acción conllevó consecuencias muy negativas para una superiora. Creo firmemente que obré correctamente, pero aún así siento remordimientos... ¿Tú crees que hice bien?- Dejó de caminar y se giró en dirección a la asiática, buscando el contacto visual directo. Los ojos del muchacho espigado parecían algo vidriosos. No había duda de que aquello le había estado torturando desde que ocurrió

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04/06/2021, 00:33
Daya Banerjee

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

-Por eso lo de ir al gimnasio todos los días sin falta, para fortalecer la musculatura. Buena decisión-le comentó al punto de los aspectos negativos de crecer en una nave, sin estar expuesto a gravedad natural alguna.

Pero no pudo dejar de reir cuando le comentó que no iba a debatirle que no le dejara coger una Eagle-¿Sabes? Eres la persona más difícil de picar que he conocido. No soy nadie para no dejarte coger una nave, más quisieras echarme la culpa a mi de que no puedes cogerlas y librarte de esa parte del entrenamiento. Me gustaría verte a los mandos de una, pero no le digas a Yum lo que me has dicho a mi o será ella la que no te deje montar si ve que después va a tener que ir arreglando desperfectos-le dijo bromeando, divertida. Pero se puso seria de nuevo cuando intentó ponerse en situación, ¿cómo podría ser vivir en una nave toda la vida?-Debe ser complicado y, poniéndome en situación, entiendo mejor el significado de la Teluria. Es complicado vivir continuamente en una nave, siempre necesitan mantenimiento, cualquier pequeño problema puede significar descompresión o…algo peor-se habia cruzado de piernas, poniéndose cómoda mientas escuchaba a Eylo hablar de Eridani, y así estuvo mientras que le contaba su historia. Le sorprendió escuchar lo que el muchacho le contestó.

 -Gracias… la verdad es que…veo a tanta gente con tanta vocación que hay veces que me asustan. Y pienso que no aceptarán a los que, como yo, no tenemos esa vocación de partida, a los que no estamos aquí porque lo sentimos así de toda la vida o en un momento dado vimos la luz, por llamarlo de alguna forma. Me alegro de haberlo hablado contigo… intuía que lo entenderías.

 Le alegró saber que no se había equivocado con él. Había tenido esa sensación de confianza con muy pocas personas desde que llegó, pero Eylo era una de ellas y las pruebas le acababan de demostrar que no se había equivocado con él. Cuando le preguntó por sus razones sabía que la pregunta era igual de íntima para él que para ella, pero también intuía que él contestaría. Por que lo sentía. Sentía esa sensación de comunión tan claramente que deseaba que la noche no terminara. Odiaba las leyes, por su culpa tendrían que retirarse antes de lo que a ella le hubiera gustado.

 Cuando Eylo comenzó a relatar su historia, Daya se vio rápidamente catapultada a aquel sistema, con sus características especiales, sus detalles, sus misterios…

 -He escuchado hablar de esa anomalía… es todo un misterio…-asintió casi en un susurró, guardando de  nuevo silencio para escuchar a su compañero sin interrumpirle. Pero nunca se hubiera imaginado lo que Eylo pasó a contarle. Se quedó mirando su brazo extendido hacia ella durante unos segundos, invadida por una sensación parecida a un shock emocional que nunca había sentido. Lentamente levantó sus manos y agarró la mano de Eylo, moviendo un poco el brazo para poder ver mejor el tatuaje. Recorrió con su dedo los trazos, casi sin tocar la piel de su dueño-No me puedo creer que sea cierto, que existan esas cosas… que alguien acumule tanto fanatismo que sea capaz de matar por una idea y pensar en vender a niños inocentes como esclavos… He escuchado hablar de esas cosas pero, hasta ahora, han estado tan lejos de mi que no… -no sabía que decir. Aquello había pasado mientras ella vivía feliz en Innum. Eylo no debía ser mucho más joven que ella, pero había vivido mucho más. Y tanto más, porque el relato de Eylo no había acabado ahí. Dejó ir la mano de él y lo vio acomodarse en el suelo de Protect mientras hablaba-¿A quien? ¿A quien encontraste? -le preguntó cuando el detuvo en aquel punto su narración, temiendo que él decidiera no seguir hablando. Ahora era ella la que se moría de curiosidad por saber toda su historia-¡Oh!, cielos…-susurró casi sin querer cuando él continuó, desvelando qué y a quien encontró en el oscuro espacio de Eridani. Se intentó poner en su pellejo, se imaginó viendo en la pantalla la señal de la baliza, leyendo su información, reconociendo el nombre. Entrando en la nave y recuperando los cuerpos, lanzándolos posteriormente de nuevo al espacio para que, finalmente, descansaran en paz y Eylo con ellos. Daya quería esconder allí algo que sabía que no le vendría nada bien, se lo había propuesto desde el primer día. Pero quien era de una forma lo era, y no podía cambiar. No ya a aquellas alturas de vida. Empatía. Sin querer,  siempre que se lo proponía, y a veces sin proponérselo,  se veía en el lugar de otra persona. Así que, la narración de Eylo la había sumergido en un mundo totalmente desconocido para ella, con un punto de desconcierto que la arrastraba de una forma inexorable a conectar con él. Se prometió algo en ese momento y supo que le gustaría poder cumplirlo…sin que él apenas se diera cuenta. Le sonrió enigmáticamente cuando él rio, rompiendo el momento de intensidad que los acababa de unir bajo las estrellas. O por lo menos Daya lo sentía así.

 -¿Dar la brasa? ¿Bromeas?-si hubiera tenido a mano algo para tirarle a la cabeza, ya podía darse por golpeado-No se qué decir… tu historia es tan diferente a la mia o a cualquiera que me hubiera podido imaginar… Es muy dura, pero muy bonita a la vez. Por que has conseguido cerrar el círculo de la Políxene y te has liberado de esas cadenas. Dar un buen final a tus padres es lo que tu corazón había añorado durante esos años. Me alegro de que los encontraras. Nadie mejor que tú sabe lo difícil que es. Es buscar una aguja en un pajar y encontrarla casi sin pretenderlo, y que estuviera aún en órbita… esperándote.  Por que creo que te esperaba, ¿sabes? Esperó para que la encontraras. Si la volvieras a buscar ahora, apostaría a que ya se ha desintegrado al entrar en la atmósfera…-visualizó aquella imagen. La estación destrozada, flotando a la deriva con una órbita destinada a entrar en barrena y desintegrarse en el gigante gaseoso-Las casualidades no existen. Todo pasa por una razón. Hay veces que la descubrimos y otras que no. Esa estación te esperaba, igual que te ha esperado todo esto hasta que has decidido venir. Tenias que venir aquí, estaba escrito… y sé que lo harás mejor que aquellos soldados porque tienes muy claro aquí-le dijo un pequeño golpe en el caso-lo que quieres y no quieres ser. Y eres cabezota y sabes seguir sus ideales y tus impulsos. ¿Quieres saber una cosa? Creo que eres de las pocas personas aquí que podrías capitanear al equipo. Tienes un corazón templado y la cabeza en su sitio, sabes hablar sin generar más tensión, haces valer a todo el mundo, te implicas… piénsalo, llegará el momento en el que necesitemos decidir quien está al mando.

Se lo quedó mirando, a la espera de su reacción. Intuía lo que iba a decir, pero ella apostaba de todas formas por él-Por todo eso me alegra tenerte también aquí. Es agradable saber que hay gente que merece la pena a mi lado...

Su vista detectó un movimiento a espaldas del muchacho. No se movió, solamente giró su mirada y enfocó al pequeño ser que se movía lentamente a unas dos cuartas del muchacho. Agarró una piedra lentamente  y aguantó la respiración, preparada para largarlo de allí si se acercaba más. Pero el bichejo pareció adivinar sus intenciones y cambió su dirección, perdiéndose en la oscuridad. Daya dejó la piedra donde estaba y respiró aliviada. Necesitaba conocer la fauna de ese planeta para saber lo que era o no peligroso con un solo vistazo.

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03/06/2021, 23:44
William P. Thompson

Gracias chicos por la ayuda —dijo, cuando se reunieron con ella—. Me vais a ser muy útiles. Billy, tú tienes un don especial para conseguir… cosas, información, lo que sea. Y tú René eres un buen explorador, así que te necesitaré para que me acompañes a buscar más gregatíllidos o bueno, cualquier otra especie que encontremos que no sea demasiado grande.

- Un placer - afirmó con una sonrisa y como respuesta a lo del don especial para conseguir cosas sonrió mientras sacaba un maletín con algunas cosas que había "cogido prestadas" de telecomunicaciones. El equipo consistía en tres comunicadores bastante potentes, uno para cada uno, dos contadores Geiger, dos mapas en papel de la zona y un arma laser de precisión para cada uno. Iba sacando las cosas mientras repartía una a cada uno después de guiñarles un ojo pícaro y divertido - Ya que vamos a salir, mejor estar preparados - Aunque había estado cuatro días convaleciente en la enfermería, había utilizado los otros días antes de la llegada de los mandos para "explorar" a su manera. - Cogí los comunicadores para poder abarcar un área mayor. La verdad es que no soy muy hábil construyendo cosas y material de construcción no he visto nada, pero por suerte Townhall está más que dispuesto a traer lo que le pidas para ello - Respecto a la idea de donde montarlo Thompson tenía un par de ideas - Al final tu eres la experta... si nos dices las necesidades podríamos ayudar... había pensado que habrá especies a las que montarles un terrario en el tejado les pueda venir bien, se puede controlar el ecosistema y estarán suficientemente alejados de la vista como para no llamar la atención y se podrá preparar algo que aporte sombra - afirmó al tiempo que preparaba su arma con la seguridad y tranquilidad de un profesional observando por la mirilla y comprobando que estuvieran bien equilibradas - De todos modos, para la construcción vendría bien hablar con alguno de los mecánicos seguro que pueden aportar buenas ideas y una capacidad mejor - William seguía pensando que el trabajo en equipo sería necesario para poder afrontar el futuro con posibilidades de superar los desafíos reales más allá de el entrenamiento. 

—. ¿Hay algo que se me escape?

William se encogió de hombros ante la pregunta - Sólo tengo mi percepción - Hasta ahora, la reacción de René cuando había dado su opinión había sido bastante desagradable y no sólo con el tema de Lizza, a veces era como si su sola presencia le molestara y a fin de cuentas el objetivo de esto era acercar posturas e ir conociendo mejor a los que iban a ser sus compañeros - Asumo que la reacción de Malbone fue primero tratando de darnos caña y hacer que nos sintamos poca cosa - En realidad la actitud de Townhall le había impresionado bastante, mostrándose un hombre cabal y perceptivo - Simplemente tienen trabajos distintos, Malbone ya os comenté lo que pienso de él... su trabajo es ser un enemigo común que haga que se fortalezca el grupo. Townhall debe sacar lo mejor de cada uno y decidir quien es válido y quien no... - Aunque no dejaba de ser una teoría... irguiéndose colocó su arma con el seguro preparado en una posición cómoda al tiempo que se disponía a ponerse en movimiento - Cuando queráis, la verdad es que después de haber pasado tantos días en cama necesitaba un poco de aire y ejercicio -  

Notas de juego

El archivo William ya lo desencriptó, pero para volver a abrirlo hay que desencriptarlo de nuevo. De todos modos eso se le dará mejor a Eylo y los tecnólogos. 

PD. Me había olvidado los mapas en papel, pero revisando el post en el que descubrí todo eso comprobé que si los había ^^U

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04/06/2021, 00:53
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Tener cuidado con Yum. Anotado —se dijo para si siguiendo la coña, luego rio un poco cuando Daya expresó su frustración por no poderle picar —. Soy más simple de lo que aparento. Solo has de saber dónde chinchar —comentó entre risas. Se encogió de hombros sin darle importancia a la complicación de vivir en el espacio —. Mira.. llevamos dos semanas aquí y echo de menos el espacio. Al final uno añora lo que siempre ha vivido, por muy chungo que parezca. Pero bueno.. no me quejaré de tener que repararlas válvulas de presión cada vez que se estropean.

Eylo sonrió al escuchar como Daya le agradecía sus palabras, movió la cabeza restándole importancia.

Estoy convencido que muchos de nuestros compañeros tienen razones tan parecidas a las tuyas como las mías, o de distintas —dijo convencido —. ¿Qué importa cuales sean? Si estamos aquí, nos tocará apechugar juntos. Los vínculos, la hermandad, nacen en cualquier momento y de cualquier forma. Y si encima puedes ayudar a tu familia, es genial, ¿no crees?

Dejó que Daya examinara el tatuaje, apenas se conservaba entero. Eylo no lo había borrado, pero tampoco había hecho ningún esfuerzo por conservarlo. Sentir las manos de la mujer sobre su piel le causaron un ligero escalofrío, el vello se erizó mezclando el frío del ambiente con la calidez de Daya.

Te hablo de las maravillas de Eridani, pero.. —dijo con lentitud, lóbrego —.. también hay piratas, bandidos.. la nube de polvo lo cubre todo. Pocos conocen todos sus secretos, y mucho menos ha sido cartografiado entero —se quedó en silencio unos segundos mirando como Daya examinaba el tatuaje —. Tú también tienes uno.

En la oscuridad no lo veía, pero el compartir ducha y al estar en el antebrazo, Eylo lo había visto en alguna ocasión. No preguntó por él, dejándola abierta la opción de que dijera lo que le apeteciera sobre ello. Luego la escuchó hablar de aquel modo del reencuentro con Políxene, del sentido de todo ello más allá de la casualidad o de lo distintas que habían sido sus vidas. Un impulso en Eylo le quiso alejar cualquier intención o idea de dar pena por su historia, o creerse especial por ella, sabía que Eridani había historias mucho más duras y con peores desenlaces que la suya. Aunque había algo de providencia en cosas que había vivido, Daya pareció dar en las teclas adecuadas en el gran contexto de las cosas del eridiano.

Así es —corroboró con absoluta convicción —. Sé que.. algo.. detuvo a Polixene en la órbita. Fue Eidolon. Sé que fue Él —la forma que tuvo Eylo de hablar del gigante gaseoso fue como si se refiriera a una persona, fue algo extraño —. Sí, tienes razón. La estación luego fue arrastrada por la gravedad.. y desapareció para siempre. No, no existen las casualidades, tienes razón.

Cuando Daya expresó la posibilidad de que acabara dirigiendo el Domo 12, Eylo sintió un poco de reparo. Por otro lado se sintió halagado, aun no se había planteado esa posibilidad, pues había estado más preocupado tratando de hilar descosidos y cagándola que planteándose ese posible rol.

Me halagas —dijo lentamente —. No es algo por lo que quiera preocuparme ahora. Seguiré preocupándome para que todo esto funcione.. y si.. llega eso —respiró hondo —. Será una decisión conjunta del Domo, como.. una familia, ¿no? —volvió la mirada hacia Daya con una sonrisa leve, con una perspectiva, puede, excesivamente optimista. Estuvo durante unos segundos en silencio, reflexionando.

A mi también me alegra tenerte aquí. Todos tenemos suerte de tener alguien como tú en el Domo —asintió con agradecimiento. Eylo no se percató de la criatura que se le acercaba, por eso le extrañó en un principio la reacción de Daya, miró en dirección adonde miraba la innumita, pero el bicho ya se había largado —. ¿Un cotilla?

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04/06/2021, 06:44
+Mikhail Kurik+
Sólo para el director

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

 

El ruso había prestado atención a la explicación de la ex sargento, respecto al porqué había preferido quedarse en el domo, a pesar de que podría haber cambiado a cualquier otro y mantener su rango en el ejército. No obstante, Mikhail tan sólo la miró como si fuera tonta. Sí, quería a alguien lo suficiente como para comprender lo que la joven mujer intentaba decirle, pero de ahí a que pensara que su madre era igual que un maldito domo lleno de idiotas… no había duda de que era una diferencia abismal en comparación. Por esa razón, permaneció en silencio, tan sólo observándola como si estuviera loca, antes de negar con la cabeza. – No es lo mismo. – Le dijo con simpleza, aunque sin intención de continuar con aquel tema. No llevaría a nada que lo hiciera, y, ciertamente, Grey tenía unos valores diferentes a los suyos. No obstante, no dejaba de ser una superviviente, y la respetaba por eso, aunque no pudo evitar preguntarse si esa lealtad, ese “amor” del que hablaba, no terminaría haciendo que mandara la supervivencia al demonio. No sería otra cosa más que una idiota si hacía eso, aunque no sería él quien se lo dijera. Ya le había dado suficientes consejos.

Ante la pregunta del hombre de su vida, el joven tan sólo se encogió de hombros. – Tal vez. O al menos no te apestara el aliento con esa porquería. – Respondió con total honestidad, para luego dedicarle una sonrisa confiada. No obstante, la expresión del ruso no tardó en volverse seria, mientras escuchaba la negación de Grey, respecto a que no sería un perro faldero. Eso era bueno, odiaba que la gente pensara que podía manipularle con cierta facilidad, como lo había hecho Jim cuando le había desafiado con esa tontería. – Bien. Entonces cuidaré tu trasero, y si tú me ayudas con esa mierda. – Afirmó con total confianza en sus palabras, dispuesto a ayudarla, si ella hacía lo mismo. No había duda de que no pasaría aquel examen si no tenía algo de ayuda para lograrlo. La legislación militar no era algo que se le diera bien, y mucho menos los estudios en general. Apestaba, completamente. Era una de sus mayores debilidades, una debilidad que no le gustaba reconocer, pero sería un idiota si no lo hacía en ese momento. – No me gusta que me mientan. – Aclaró con frialdad, luego de que la mujer le hiciera aquella pregunta. – No coacciono. Advierto. Aunque bueno, supongo que no tengo mucha posibilidad sin tu ayuda. Si me mientes, sabré que tus palabras son vacías. – Dijo al final.

La miró en silencio, mientras continuaban caminando, a medida que la fémina le aseguraba que no había cometido el tercer error. El chico simplemente volvió a encogerse de hombros, reconociéndoselo, luego de escucharla decir que él había decidido por su cuenta. No había duda de ello, y sólo porque le había caído lo suficientemente en gracia. – Como quieras. Aunque si fueras adulta, dejarías de fumar. – Volvió a decirle, parecía que el ruso detestaba el tabaco en demasía. Sea lo que fuera, asintió en silencio a su comentario sobre conocerle mejor, para luego mirarla con cierta incredulidad. ¿Quién mierda quería conocerle? La mayoría prefería evitarle por temor a que les partiera la cabeza, y con buen motivo, porque hacía falta cabrearle un poco para que eso ocurriera. – Estás loca. – Dijo con simpleza, mientras continuaba observándola, antes de aceptar las llaves del Eagle. – Si logras que apruebe esa mierda, le aplastaré la cabeza a quien sea que te toque las narices. – Le prometió con total confianza en su voz. No había duda de que sería fiel a su palabra. Si bien, tras escuchar la pregunta, no tardó en ladear la cabeza hacia la izquierda, preguntándose a dónde le llevaría. - ¿Heavy? – Le preguntó, sin saber muy bien a qué le dispararían, si bien, con esa categoría, debía de ser algo realmente duro de roer. – No voy a acobardarme. Vamos. – Aseguró con frialdad, a medida que se subía al Eagle, dispuesto a dirigirse hacia el sur.