Partida Rol por web

A partir de ahora, esta escena es toda vuestra. El primero que postee, que describa escena y situación ^^

El concurso apenas había acabado ayer y con los nervios de la preparación y el cierre del programa, los protagonistas no habían podido verse ni hablar más.

Gaby estaba nerviosa. Miraba el interior de su vaso de zumo absorta, líquido que hacía girar sin ningun sentido, mientras seguía concentrada y pensando en sus cosas.

Hernán miró con dulzura a aquella mujer hermosa y tímida que lo había escogido. Sabía que no era algo definitivo, sólo era un paso para conocerse e intentar  llevar todo aquello a buen puerto. Estaba convencido de que así sería, pues empezaba a sentir cosas por ella que hacía tiempo no lo hacía. La vio con la mirada agachada y le levanto la vista subiéndole la barbilla, tras lo que le sonrió.

- Yo también estoy nervioso - dijo - Pero creo que aún estoy más emocionado. Me gustas, Gabrielle, mucho... y quiero demostrártelo. - sus inquietos ojos la miraban con un brillo especial

Sin duda la chica se sonrojó. Por eso le había escogido. Era una mezcla de ambos pretendientes no escogidos. Con él se sentía cómoda y la hacía sonrojarse. La hacía sentir realmente bien.

Tú también me gustas ... ¿qué tonterías estaba diciendo? ¡Por supuesto que le gustaba! No le habría elegido de no ser así... ¿Quieres hacer algo en especial luego? Le pregunta intentando cambiar de tema. Podríamos darnos un chapuzón en la piscina o no sé... Dijo encogiéndose de hombros.

Cuando ella acabó de hablar la miré durante unos largos segundos y sonreí dulcemente. Me levanté de la silla, sin media palabra y me acerqué a ella. Aparté su pelo, le sonreí y me incliné para besarla dulce y pausadamente. Fue un beso largo, cálido, cargado de cariño.

- La piscina estará bien - dije cuando terminé de besarla - Quiero esta contigo a ti, en casa, conociéndote. El concurso no nos ha dejado hacerlo de la forma adecuada.. ahora no hay prisa, no hay presión, solos tu y yo..

Gaby sonrió tímidamente aún cerca de él. Asintió a sus palabras. Tenía razón, ahora no tenían porque ir con prisas ni concentrarse mucho. Simplemente dejarse llevar.

¿Qué te apetece desayunar? Dijo sonriendo de nuevo. Era algo que no se podía quitar de la cara.

-Creo que es hora de que te muestre mis cualidades culinarias, sobretodo a la hora del desayuno. Soy todo un chef de desayunos - dije alegremente - ¿Qué te apetece?  - la sonrisa era permanente y me movía con confianza, estaba alegre y eso era algo que se notaba. Además, era de esas personas que solían transmitir sus emociones y contagiarlas, no supe nunca muy bien por qué, pero siempre fue asi

Gabrielle puso cara de asombrada, pero aceptó y se sentó a un lado a observarle con la cara apoyada en las manos.

Pues... sorpréndeme con algo bien rico. Dijo con una sonrisa de niña ilusionada, sin quitarle el ojo de encima. Avísame si necesitas ayuda. Dijo, pues no sabía si quería ayuda.

- Siempre vienen bien dos manos más - realmente no necesitaba ayuda, pero quería tenerla cerca ahora que se estaban conociendo.  Tenía ganas de estar con ella - ¿Qué tal unas tortitas con algo de fruta ? 

Mmm... delicioso.. Dijo poniendose en pie igual de rápido que se ha sentado. Te dejaré el trabajo más pesado a ti y yo cortaré las frutas. Dijo guiñándole un ojo y sacándole la lengua.

Me puse a buscar los utensilios de cocina necesarios, no paraba de pedirle cosas a Gabrielle, pues no sabía donde estaba nada. Sin embargo, me sentía cómodo, como en mi propia casa. No dejaba de mirar y sonreir a Gabrielle mientras preparaba las cosas y aprovechaba cualquier excusa para acariciar su mano, su pelo.. para mirar sus preciosos azules o, simplemente, verla sonreír.

Eché las tortitas a la sartén y le di la vuelta haciendo un pequeño teatrillo, tirándolas bastante altas...

- Alehop! Con mas altas.. mas buenas estarán - dije tras salvar a una de una estrepitosa caída - ¿Puedo hacerte una pregunta? Bueno... te la voy a hacer igual.. - me reí abiertamente - ¿Por qué yo? - estaba encantado con la decisión, sólo sentía curiosidad... aunque aquél beso junto al aeropuerto ya me decía muchas cosas.

Gabrielle reía y realmetne disfrutaba con el momento. Jamás pensó que hacer de desayunar podía ser tan divertido. Su corazón latió con fuerza cuando le dijo lo de la pregunta. No tenía ni idea de lo que podía preguntarle. Cuando finalmente lo supo, suspiró aliviada y sonrió mientras seguía con la mirada baja, mirando las frutas.

Es bien sencillo. Dijo tranquila. Porque eres el término medio que estaba buscando. A Jake no le noté muy interesado en mi, y a Prieto, le noté demasiado encima mío. Tú eres algo intermedio. Justo lo que necesito. Dijo encogiendose de hombros como si fuese lo más lógico del mundo.

Cogí algo de harina y le di en la punta de la nariz con ella, la rodeé con los brazos y le sonreí.

- Puedo estar mas encima tuyo - sonreí alegremente y clavé mis ojos en los suyos. Era simple y llanamente preciosa..

Gabrielle se sonrojó pero consiguió mantenerle la mirada. Acompañado de una sonrisita algo tonta.

Pues mira... a esto podría acostumbrarme... Susurró tímida. No sabía qué le ocurría. Ese hombre le había llegado al corazón de un flechazo: rápido y directo.

¿Si? - dije con cierto aire de seductor mientras la miraba sin pestañear y me acercaba más a ella .. Estaba cómodo, muy cómodo y tenía muchas ganas de estar donde estaba, de disfrutar de su compañía y de no marcharme de allí. Le mantuve la mirada un tiempo y después la besé con una pasión pausada, primero con un cálido beso y después con un pequeño e inofensivo mordisco.. - Yo también podría..

Le correspondió el beso y se dejó llevar. Cuando éste llegó a su fin, tardó unos segundos más en abrir los ojos y no lo hizo hasta que suspiró desde lo más hondo que pudo encontrar. Abrió los ojos sabiendo que encontraría los de Hernán mirándola fijamente. Así fue.

Se sonrojó de nuevo, pero un sonrojo cómodo y natural. Desayunemos porque se nos podría pasar la mañana así en un suspiro. Dijo acabando de preparar el desayuno.

No hubiese sido mala idea lo de pasarse así la mañana, en un suspiro, besándola. Sin embargo no quería dejarme llevar por todo lo que sentía en aquellos momentos, era mejor disfrutar de todo un poco, habría tiempo para besarla, sin duda.

Terminé de preparar el desayuno y lo serví en dos platos, con cierto estilo, me gustaba darle una buena presentación a las cosas, de ahí que fuese medio artistilla. 

- Espero que te guste - dije mientras me sentaba a la mesa - ¿Qué planes tienes ? - comenté