Partida Rol por web

Ahí os encontrabáis. Era un lugar precioso. Un verde jardín con tan sólo dos mesas. En una de ellas, se encontraban sentadas todas las pretendientas, y unos metros más allá, el ricachón, con todos sus regalos sobre la mesa.

En esta ocasión eran: una gorra y unas entradas, un vale, una camiseta y un libro . Ahora, la última decisión era suya.

No sabia muy bien que hacer o que ponerme para ese día ¿Ir muy arreglada? ¿Ser natural? Al final opte por ir como iba normalmente, y así ser sincera en todo en mi forma de vestir y de actuar.

Cuando llegue note como un cosquilleo de nervios me recorría el estomago, pues no sabia que saldría de aquello y la verdad es que ni había comido de la tensión que tenia en el cuerpo, solo esperaba que la cosa no se alargara mucho pues hasta calor me estaba entrando.

Era el momento de causar buena impresión sin dejar de ser yo misma, así que me puse uno de mis vestidos favoritos.

Viste con unos vaqueros, una camiseta de tirantes negros y un corsé negro.

Llegué al lugar que me habían indicado a mi hora. Venía de rodar un anuncio para la Superbowl de éste año por lo que iba vestido de forma impecable con un traje que realzaba mi estado de forma físico.

Miré a mis pretendientas y a los regalos y fui consciente de que me faltaba una, por lo que me senté y le sonreí con efusividad. La verdad es que estaba nervioso.

viste con un vestido negro corto, acompañado de un anillo birllante en la mano derecha a juego cno los pendientes. Zapatos de tacón marrones y un maquillaje muy  suave.

Me quedé pasmado mirando a mis pretendientas. -Guau, menudas diosas. -Estaba nervioso por momentos porque no sabía como reaccionaría la rechazada. Me fui acercando a ellas con el libro en la mano. -Quiero que sepaís que todas me pareceís preciosas. Pero este libro en concreto me recuerda a una época de mi vida que no me gusta recordad. -intenté sonreír, consiguiéndolo levemente.

Creo que la de la idea del libro era yo (*) - respondí con timidez

Tomé sus manos entre las mías, que en comparación parecían enormes. -Siento tener que tomar esta decisión. Pero tenía que escoger... Lo siento. -Me agaché levemente y besé su frente. Joder, aún por encima es guapísima.

Alguna tenía que ser - dije sin saber muy bien qué decir - Pero me apena ser yo.

Cuando sentí sus manos rozando las mías comencé a temblar, no podía ser que estuviera tan nerviosa, cuando sentí sus labios sobre mi frente preferí callar porque empezaría a tartamudear de un momento a otro y prefería no parecer estúpida.

Ha sido un placer conocerte, y si ves que no encajas con las chicas, que espero que no, espero que pienses en mí - dije sin saber muy bien como despedirme.

Después le di dos besos y me encaminé a la salida.

Sonreí mientras la chica se iba y miré al resto de las pretendientas. Les sonreí y me acerqué un poco. -Chicas...espero que disfruteís de la experiencia y, escoja a quien escoja, espero que la ganadora me haga feliz y que yo le haga sentirse la mujer más afortunada del planeta. Gracias por estar aquí.