Ahí os encontrabáis. Era un lugar precioso. Un verde jardín con tan sólo dos mesas. En una de ellas, se encontraban sentados todos los pretendientes, y unos metros más allá, la ricachona, con todos sus regalos sobre la mesa.
En esta ocasión eran: dos cámaras: una más antigua y otra moderna, un retrato de ella y un peluche. Ahora, la última decisión era suya.
Podéis describir ropa, pero no os podéis ni acercar ni decirle nada hasta que ella no llame al descartado.
Comienzo acercarme de a poco, vestia una remera color azul y jeans negros, mientras llegaba miraba el lugar y esperaba tranquilamente.
Ya nos llamaron y nos hicieron pasar a un jardin que me recordo a los que vi en mi juventud en Italia. Me indicaron donde sentarme, pero no pude evitar mirar a Gabriele.- ¡Que guapa es!. No pude evitar una sonrisa y me encamine a donde me tocaba sentarme, con el resto de los pretendientes.
Me vesti ultimando hasta el ultimo detalle, pues queria gustarla.
Me decidi por un traje completamente negro de corte Italiano y zapatos a juego. Salude al que estaba alli con una sonrisa y me sente en la mesa junto a el. No nos dejaban hablar, asi que apoye mi brazo en la mesa distraidamente y me quede mirando los regalos y sobretodo a Gabriele, pues por ella era la que habia venido aqui.
Todo estaba engalanado, preparado para la gran ocasión. No puedo evitar sentirme nervioso, a fin de cuentas nos iban a elegir de una forma un tanto aleatoria, pero para eso nos habíamos apuntado, ¿no?. Llego y observo todo con cierta tranquilidad, aunque la profesión va por dentro. Ya hay allí dos pretendientes, los saludo sin decir nada, un simple gesto. El silencio es extraño.. pero esto es un show, hay que seguir las reglas del juego.
Iba vestido arreglado, pero sport. No quería que aquello se convirtiera en un escaparate. Me gusta ir cómodo, así que me pongo unos pantalones azul, camisa azul claro y una blazer blanco roto. Hoy llevo gafas..
Me senté muy nerviosa a la mesa, y mis nervios crecieron más cuando vi sentarse a los que se suponía que eran mis pretendientes. ¡Madre mía! ¡Eran todos guapísimos! Respiré hondo varias veces para intentar calmarme y elegir el regalo que había descartado sin tirarlo al suelo de lo que me temblaba la mano. En realidad quería quedármelos todos pero el programa ya me había dicho que tenía que descartar uno. Suspiré de nuevo. Finalmente cogí la cámara Nikon.
Lo siento mucho... acércate por favor para que podamos hablarlo... Dijo con desánimo.
Master: Esto Mark... creo que te llama...
Mark se acerca a Gabrielle no con decepcion sino con una sonrisa, intentarlo siempre vale la pena y no iba hacer la primera ni la ultima al llegar a su lado la mira.
- Veo que soy yo... Me hubiera gustado conocerte mejor.. Puedo saludarte en la mejilla por lo menos?.
La mira y luego le sonrie.
Gabrielle tampoco parecía muy contenta.
A mí también me gustaría... le respondió como desinflada. Cuando le hizo la pregunta, asintió rapidamente y sonrió, se levantó de su silla y añadió: y yo quiero un abrazo también.
Mark la abraza y luego le da un beso un poco prolongado en su mejilla.
- Si alguno de ellos no son dignos de ti, volvere para pedirte una cita jaja, eres hermosa eso te lo tengo que decir, bueno creo que es el momento de decir adios.. Suerte chicos.. Gabrielle prefiero un minuto contigo que una eternidad sin ti.
Y antes de salir del abrazo toma su mano y luego al irse la suelta.. Era hora de levantarse y esperar a que pase todo.
Gaby se queda totalmente colorada. Sin duda ese chico sabía sacarle los colores.
Gra-gracias por todo. Le dice algo nerviosa y tímida. Una vez el chico se aleja, mira a los tres pretendientes que le quedan. Suspira. Madre mía... ¿voy a poder con todo esto? Se pregunta en voz alta. Luego espera órdenes de la producción.
Master: ¡Ferpecto! Ya habéis terminado. No podéis hablarle ni acercaros a ella hasta la siguiente fase. De momento, ahí os quedáis, hasta que los demás lleguen al mismo punto.