Partida Rol por web

Ahí os encontrabáis. Era un lugar precioso. Un verde jardín con tan sólo dos mesas. En una de ellas, se encontraban sentados todos los pretendientes, y unos metros más allá, la ricachona, con todos sus regalos sobre la mesa.

En esta ocasión eran: un diario, un libro, una caja con maceta y semillas y una pulsera . Ahora, la última decisión era suya.

Unos zapatos negros con unos vaqueros y una camisa blanca con algunos botones desabrochados.

Me presenté con el vestido que me había comprado para la ocasión, de color blanco y de corte moderno.

Tras echar una rápida ojeada a los chicos cogí la maceta con cuidado de no romperla y pregunté intentando parecer serena, aunque realmente los nervios me atacaban por dentro: ¿Quién de vosotros ha sido el artífice de esta idea?

 Rick comienza acercarse con su camisa a cuadros roja, luego una remera larga gris y unos jeans azules, luego cuando viene Emma la mira y sonrie, me quede callado ante su pregunta.

Levanté la mano con una risa entre decepcionante e intentar aparentar que no pasaba nada. Demasiado bonito para ser verdad, Tom. Se dijo mientras se encaminaba hacia allí. La verdad es que era un chico bastante transparente y se le veía algo triste por ser eliminado tan pronto.

Me temo que esta horrible idea es mía. Dijo llevándose una mano a la nuca delante de ella.

Vestía de manera elegante, tal como requería la ocasión y con la típica puntualidad inglesa. Me maravillé con la aparición de Emma y me alegré para mis adentros de que el descartado no fuera yo.

Siento decir que la jardinería no es lo mío y que no tengo plantas en casa, además tampoco tengo mucho tiempo de preocuparme por todos los cuidados que un ser vivo necesita - respondí intentando animarle.

Asentí.

Está bien, lo entiendo perfectamente. Más siento yo haber perdido la oportunidad de conocerte. Espero que alguno de ellos pueda hacerte feliz. ¿Puedo darte dos besos? Dije algo tímido, pero no quería haber llegado hasta ahí para nada.

Sí por supuesto, si las reglas del concurso nos lo permiten - dije sin saber muy bien cómo reaccionar.

Viendo que nadie nos detenía, me levanté y le di dos besos.

Espero que te vaya todo bien. Dije de forma sincera y me alejé por dónde me indicaron.