Sorprendido por que la dirección del programa haya permitido algo así tan pronto, se mantiene sonriente mientras lleva a la muchacha hasta un vehículo cercano: Un Ford focus de color blanco, como nuevo. A decir verdad no es que destacara por ser demasiado bonito, pero a fin de cuentas era un coche, y él tampoco es que fuera un maniático de aquellos bichos.
Una vez en su interior, tras abrirle la puerta a la mujer para que se sentara, cerrarlo y sentarse en el asiento del conductor, pregunta con tranquilidad.
-Bueno. ¿Sabes algún lugar por la zona en la que den una buena cena? Ahora mismo resido en Nueva York central, Muy cerquita de Central Park, y eso queda algo lejos de aquí.
Esperó la respuesta de Ella. Comenzaba a ponerse mas y mas nervioso por momentos.
Me dejo guiar hasta el coche, él al menos tiene uno, yo ni siquiera entiendo de esos cacharros. Me parece muy cortés y galante por su parte que me abra la puerta del coche y doy las gracias.
Cuando él entra escucho sus palabras y respondo - Yo ni siquiera soy de por aquí, es la primera vez que estoy en la ciudad, pero podemos buscar.
-Vale. Improvisemos, entonces..
Coloca la primera marcha, arranca el vehículo e inicia el viaje.
Las calles de Nueva York parecían hacerse mas estrechas cuando la gente se agolpaba en ellas. Pronto se encontraron en un atasco, y en otro, y en otro, hasta que pudieron meterse en una zona de calles algo mas grandes. Desde allí, una avenida cercana al corazón de la ciudad.
Buscó un aparcamiento en un parking cercano, puesto que aparcar en aquel lugar, en la misma carretera, a un lado, resultaba imposible.
Tras lo mismo dejó en punto muerto el vehículo, sonrió a la muhacha nuevamente y salió del coche. Cerró la puerta, y ayudó a Ella a salir por la otra puerta del copiloto, tomándola de la mano.
No sabía si aquello era el mejor proceder... Dudó en mantener aquella acción pero ya era tarde para retirarla. Así que se dedicó a sonreír y decirle.
-Me imagino que en una gran avenida habrá algún lugar donde dos personas puedan cenar tranquilamente. Venga, disfrutemos del paseo.
Una vez ella saliera del vehículo, cerraría el coche con la alarma, y comenzaría a marcharse, al lado de ella, fuera de aquella zona de estacionamiento de vehículos.
-Entonces... ¿Qué te gusta comer? ¿Alguna sugerencia en particular?
Inicia nuevamente la conversación Eizan cuando al fin ven los tonos naranjos bañando la gran avenida, que ahora parece estar hecha de oro, mientras examina todos y cada uno de los locales de comida del lugar.
Cuando me abrió la puerta, salí del coche con su ayuda, caminar nos vendría bien.
Me encanta la cocina italiana, pero no soy muy exquisita para comer - respondí. - ¿Y que me dices de ti?
-Bien, entonces busquemos un lugar donde sirvan comida italiana.
Comentó, sonriente mientras buscaba un lugar donde saciar el hambre, de esas características.
-No soy selectivo... Quiero decir, aprecio una buena comida, pero también me encanta una pizza o una hamburguesa... Ya sabes.
Una vez encontró un buen restaurante italiano (O eso pareciera) comentó a la chica para continuar hacia el lugar.
-Entonces, señorita... ¿Entramos?
El sitio que encontramos parecía acogedor, aunque realmente, cualquiera era bueno para disfrutar de una buena comida - Entremos - respondí al tiempo que entraba en el local y buscaba con la mirada una mesa tranquila en la que poder sentarnos y seguir conversando.
Asintió con la cabeza mientras la hacía entrar a ella primero.
Una vez dentro esperó a buscar un buen lugar: No demasiado céntrico, quizás mas a un lado. un lugar íntimo, mas bien..
Y cuando lo encontró, iluminado bajo la luz de unas velas (Pese a estar la luz encendida), y bastante bien decorado, señaló el lugar con bastante delicadeza y le comentó a ella.
-Creo que ahí estaremos bien... ¿Qué te parece?
Miré hacia la mesa que Eizan me señalaba y me pareció perfecta, lo suficientemente separada de la gente como para poder hablar. Es perfecta - dije encaminandome hacia ella para sentarnos.
La acompañó al lugar y le hizo a un lado la silla para que pudiera sentarse cómodamente. Una vez sucedido esto, él se sentó frente a ella, sonriendole. Entrelazó los dedos de las manos y puso los codos sobre la mesa, mientras comenzaba a hablar, esperando a que alguien fuera a atenderlos.
-Entonces... ¿Qué están aprendiendo tus chicos ahora? ¿Cual es la lección de esta semana?
Comentó, sonriente.
-Quizás algún día pueda asistir como uno mas.
Es un instituto, allí no están permitidos los oyentes como en las universidades, por desgracia - respondí - Esta semana toca Shakespeare. Romeo y Julieta y Hamlet.
-Vaya- Comentó sonriente - Pues es toda una lástima que no pueda asistir. ¿No existe un elixir que me devuelva unos años de juventud? Lo que daría por que me dieras esas lecciones
Poco a poco se acercó uno de los hombres de allí, y se quedó al lado de ellos.
-¿Qué desea?
Comentó, con tranquilidad. Eizan miró a Ella y comentó
-Bueno... Primero que elija la señorita.
Lo siento, pensaba que ya había posteado... :S!
Pues por mi parte unos tortellini a la boloñesa - respondí después de ojear la carta así por encima y miré a Eizan para que pidiera también y esperé a que el camarero nos abandonara para seguir con nuestra conversación.
-Tomaré lo mismo que ella
Sentenció asintiéndole al camarero
-Y de beber, traiga un champagne, si a la señorita no le molesta. Tenemos motivos para brindar hoy.
La miró directamente a los ojos, y sonrió, esperando su reacción.
Ya veo que te alegra que te hayan expulsado - dije entre risas a modo de chiste, porque viendo lo visto, a mi me encantaba mi expulsión. ¿Y que mas crees que podemos hacer en una noche tan especial como esta?
-No se... ¿Qué esperas de una noche como esta? Yo espero como mínimo quedarme con una velada romántica a la luz de las velas, y después ya se verá... ¿No crees?
Luego rió levemente.
-Y no, estoy feliz porque se me dio la oportunidad de conocer a una mujer maravillosa.
Luego clavó sus ojos en la mujer y sonrió