Partida Rol por web

Una sonrisa afloró en mi cara al ver lo rápid que parecían haber hecho planes en grupo e incluyéndome.

"Me alegro de haber salido de casa hoy."

- Si, bueno, tenemos la mía, que está...- me giré buscándo entre los arbustos, pues por ahí debía andar - ¡Ahí! Pero alguien tendrá que llevar a Paul en el asiento de atrás...

Freno al escuchar la respuesta, doy la vuelta, y voy hacia ellos:

-Vaaaya, hay uno que ha de ser remolcado. Mi bici es monoplaza, y yo no es que sea ni el mas grande ni el mas fuerte, además de mis problemillas respiratorios. Mmmmm, ya lo se, lo pueden echar a suertes entre Danny y Chesty. A ver -empiezo a hacer un cántico señalándolos con un dedo uno tras otro- Pinto pinto, gorgorito, donde vas tu tan bonito a la era verdadera, pim pum fuera. Jajaja, ¡te toco Chester!, vamos, a no ser que Danny quiera llevarlo a el, o que le lleves tu y dejarle su bici a Nooby.

Relajo los brazos, y les digo:

-Venga, decidid, que no tenemos todo el día.

-Vale, lo llevaré yo-dijo Chester, resignado. Parecía que Jack era bastante decidido y arrojado, y no había manera de pararle. Además, no iba a discutir por ésa tontería. 

¿Nooby? ¿Otro igual?

A Paul no le gustaba nada que le llamasen por motes, ya que casi siempre iban cargados de malas intenciones, pero viendo que Jack se comportaba así con todo el mundo decidió por primera vez seguirle el juego a otro chico y responder.

-Gracias Chester, pero ten cuidado, no vayamos a caer y no nos quedemos con la cabeza como Jaackiiie

Entre bromas, los chicos pedalearon hasta el río, unos mas alegres, otros más pensativos, otros preocupados. La vida de los niños no es tan facil como suelen decir los adultos,que en ocasiones olvidan que en la infancia y preadolescencia los sentimientos negativos se intensifican poderosamente. Así, uno a uno fueron llegando al río, Liisey con su bicicleta rosa, Chester y Paul con la desproporcionadamente gran bicicleta del primero y Jack y Danny con sus bicicletas verdes.

-Pues ya estamos aquí-dijo, algo más alegre, Chester. Lo malo que ahora quedaba a disposición del resto que hacer... ya que su vida social y habilidades de interacción eran, por decirlo delicadamente, bastante bajas...

bajo de mi bici corriendo, y les digo a todos:

-Yujuuu, hagamos una competición de ver quien mea mas lej -me quedo mirando a Lissey- mejor olvidad ese tema, se me olvidaba que tenemos chicas alrededor. -Cojo una piedra, y la tiro al agua- Yo soy experto en tirar piedras al agua, y conseguir que boten, ¿quién quiere competir?, ¡el que pierda, ha de remolcar a Nooby!

Comienzo a mirar el suelo, buscando una piedra que sea aerodinámica para lanzar.

-Tu también puedes participar niña. -digo mientras señalo a Lissey- pero tened en cuenta, que Danny es el segundo mejor. A ti nunca te he visto tirar -digo señalando a Chester-

-Ya...

Cogió una piedra y la sopesó:

-La verdad es que es la primera vez que hago ésto. 

Y la lanzó al agua, intentando que llegara lejos, aunque no sabía si aquello haría que rebotara más. 

Me bajé contenta de la bicicleta y la dejé apoyada en un árbol. Observé al pequeño grupo que se había formado.

Paul, o Nooby como le había llamado Jack, el chico judío que no caía bien a mucha gente.

Jack, el niño con asma y enfermedades siempre.

Chester, el chico del apellido extranjero que siempre parecía tan misterioso.

Danny, ese chico que parecía tan frágil pero que parecía que llevaba dentro más carácter del que aparentaba.

Y por último, yo, Lissey. Sin nada especial, una chica del montón, sin problemas con nadie pero sin amigos de verdad (puesto que Brandy era una tonta y ya no creía que pudiesemos ser amigas por más tiempo...).

Eramos curiosos, pero a mí me parecía un grupo genial.

- ¿Te refeires a tirarla lejos, o a que bote en el río? Por que si es lo segundo alguien tendrá que explicarme cómo se hace. Y llámame Lissey - dije algo ofendida. Yo no era buena con los nombres, pero no iba llamando a la gente niña o niño...

Chester vió como su piedra se hundía en el agua. Parecía que aquello no se le daba bien. 

Lanzo la piedra mientras saco la punta de la lengua inconscientemente, después de ver como se hunde la de Chester.

Sale disparada dando botes como una loca

-Jajaja, mirad mi piedra, es la campeona. Lissey, has de buscar una piedra plana, y lanzarla con un juego de muñeca para que caiga plana en el agua y rebote, pero Danny te lo explicará mejor.

Danny eligió con cuidado una de las piedras más planas y con el peso lo más adecuado que pudo encontrar. La sujetó con fuerza y se acercó al agua, después del maestro Jack, que siempre tenía la mala costumbre de ganarle.

- Ahora vas a ver... -retó a su amigo. Con un gesto técnico, la lanzó y dio un par de rebotes hasta perderse entre la corriente. Nada suficiente para superar el lanzamiento de Jack.

Después de la demostración de los dos "expertos" continuó con la explicación.

- Tenéis que lanzarla de forma que rebote el mayor número de veces y llegue lo más lejos posible. -explicó- Vamos, como lo ha hecho éste... -aprovechó la coyuntura para darle una colleja cariñosa a su amigo.

Observé como lo hacían y no parecía tan difícil, así que comencé a buscar por la orilla una piedra plana.

Cuándo me pareció encontrar la adecuada, me acerqué a la orilla y lancé, y para mi sorpresa, rebotó varias veces antes de hundirse.

- ¡Lo he hecho, lo he hecho! ¿Habéis visto?

Paul cogió una piedra al azar din fijarse que era demasiado redonda y con cuidado calculó la trayectoria y lanzó

¡¡¡¡CHOFFF!!!!!!

La piedra se hundió con un fuerte sonido y una rana que estaba sentada en una piedra cercana saltó con indignación.

Vaya...parece que me va a tocar llevarme a mi mismo en la parte de atras de una bici...un poco complicado ¿no? dijo tratando de sonreir

- ¡Bien hecho Lissey! -reconoció Danny, un poco cabizbajo por no haberse podido lucir.- ¿Seguro que no habías hecho esto antes? -le sonrió.

Se agachó y cogió otra piedra. Distraidamente, la tiró un poco hacia arriba y la volvió a coger varias veces seguidas.

- ¿Qué hacemos ahora? ¿Tiramos otra?

Sonrío, medio riéndome al ver como lanzan sus submarinos al río, y me tumbo en la hierba.

-Yo me retiro de lanzamiento de piedras, ahora que soy el campeón, jejeje, podéis seguir luchando por los puestos inferiores entre vosotros.

Miro hacia el cielo y señalo una nube:

-Mirad, esa nube parece un elefante de algodón...

Sonreí con sinceridad a Danny. Siempre es agradable qe alguien te diga que has hecho algo bien, aunque fuera algo tan tonto como tirar una piedra. Además, yo no estaba acostumbrada a cosas así, así que me hacía doblemente feliz.

Después Jack señaló al cielo y a una nube.

- Un elefante de algodón, dices? - pregunté con curiosidad. - A mí me parece más un hipopótamo, no tiene trompa.

-Pues yo creo que es un coche... uno de ésos beetles. Es achaparrado, y la forma se parece...

Dijo, también mirando. Aunque, pocos segundos después, se dio cuenta de que sus compañeros quizá no compartiesen sus gustos, y que por tanto aquel comentario podía pasarles desapercibido. 

Desde el suelo, con una gran sonrisa, miraba las nubes pensando

¿han dicho un hipopótamo o un escarabajo?, yo veo un elefante, pero bueno, que le vamos a hacer.

Estirado en el frescor de la hierba, miraba las nubes pasar, sin hacer nada mas que escuchar a mis nuevos amigos. En ese momento me sentía feliz y cómodo, y sólo podía pensar en mi futuro como arqueólogo, y descubrir una pirámide, un bonito sueño, aunque un poco incierto.

Me esforcé en buscar una nube con forma de momia o de pirámide, para sacar el tema, pero no conseguí ver ninguna.

A mi me parece un tanque-dijo duditativo Paul.El muchacho nunca se había parado a mirar las nubes, pero no le costó encontrar la gracia al pasatiempo.

Pasaron unos minutos sentados tranquilamente hasta que Paul de pronto levantó la cabeza y preguntó:

¿Por que os perseguía Vicent?