Partida Rol por web

- "Sí, ninguno hemos salido de la Tirsa de Balgrad, pues es como los transilvanos llamáis a esta comarca... Pero entiendo que fuera de estos muros ya todo te parecerán tierras salvajes, mi buen Durius." - El Duque sonríe a su vasallo.

- "Bien, las condiciones me parecen razonables. De hecho su posición es más fuerte que la de los Szantovich, es lógico que no deseen quedar por debajo.

Lo que no alcanzo a entender es lo de la justicia. No sé nada de las muertes de que me hablas. Tendrás que decirle al Capitán Zarak que investigue el asunto.

Lo de tu hombre, es una torpeza. Debiste haberlo previsto, pero bueno. Parece que, en conjunto, los resultados de tu misión son satisfactorios." -

Valru permaneció en silencio, detrás de su señor, escuchando todo aquello. Aunque no dejaba que nada lo revelara, sentía un inmenso alivio por el curso de los acontecimientos. 

"Parece que el Duque se ha tomado bien el resultado de nuestro pequeño paseo..."

Sin embargo, hasta que no salieran de allí, y pudieran descansar y atender sus asuntos, no estaban a salvo, así que decidió no bajar la guardia. 

Aguardó en silencio a que el caballero Durius dijese lo que tuviera que decir. Otto en principio estaba allí tan solo en calidad de oyente y por petición del que hablaba. No negaba que por sus cargos en el castillo no tuviese que estar allí. Era su obligación, pero era la segunda vez en dos días que dejaba plantado a los pobres Dravescu con excusa de sus deberes y con lo ocurrido durante la cena del día anterior no podía sentirse más culpable.

Cuando Durius terminó de compartir los detalles de su “éxito parcial” y tras comprobar que el Duque estaba poco menos que encantado, el mayordomo se adelantó para llamar la atención sobre la logística de las nuevas condiciones.

- Mi señor- llamó su atención con una reverencia-, perdonad que intervenga pero debo haceros saber que andamos faltos de habitaciones. Hoy he ordenado preparar dos para los Basarab presumiendo que los dos muchachos dormirían con su madre o juntos en el mismo cuarto. Si al final consideráis oportuno revocar la expulsión de la corte del padre Adelmus, dado que le han nombrado tutor, habría que preparar una habitación más. Son dos las que quedan, una que no creo que agrade a los Basaran y la del difunto Lorand Teleki. No puedo evitar preguntarme qué ocurrirá cuando los muchachos Basarab y el Szantovich crezcan.

El Duque mira al Mayordomo Otto con cierto desagrado. Y hace un gesto con la mano como indicando que tales menesteres están por debajo de su atención.

- El Caballero de los Cárpatos penetra en el oscuro salón principal del Castillo.

- Porta su nueva armadura pesada, que parece mojada por la lluvia de tormenta que ha empezado a tronar afuera.

- El Escudero Flaviu Krevcheski entra en el Salón Principal de la Corte siguiendo a su señor. Lleva en la mano un trapo, seguramente para secar la armadura del Caballero de los Cárpatos.

Seguía al caballero mientras con el trapo secaba las gotas de lluvia de la armadura de este. Mientras caminaban por uno de los corredores hacia el gran salón, vio la oportunidad de contestar a la anterior pregunta de su Caballero.

Me pregunto que sabía sobre los Dravescu. Dijo el petimetre en voz baja al caballero, mientras echaba una fugaz mirada al pasillo, cerciorándose que no había nadie. Lo que se de ellos es “vox populi”. Por lo que no es necesario tanto secretismo. Dijo subiendo un poco el tono de voz, pero manteniendo lo suficientemente bajo como para que solo oyera la conversación el Caballero.

La casa menor Dravescu gobierna en Slatina desde hace mucho, son nobles tranquilos, y muchos de ellos ni siquiera son conocidos en la corte. Sus tierras lindan con las de mi familia, los Krevcheski; y juran fidelidad al mismo señor el Conde Demjen Zichy, conde de Valace. Luego entre dientes y con un tono molesto añadió. En realidad quien le juro fidelidad al Conde Demjen fue mi tío, mi “queridísimo” tío.

Zort y su hijo, el Caballero Zuyla, si son famosos. El mayor, Zort, es un reconocido y famoso diplomático que logró enfrentarse con éxito a la Gran Casa Bratovich para afianzar los derechos de su ya fallecido sobrino Tiberiu Bratovich ante la Corte del Voivoda en Bucarest y conseguir que su sobrino fuera confirmado en su título como Knezi y señor feudal de Satu Mare. Pero como todo el mundo también tiene trapos sucios. Se le cree culpable del asesinato de su esposa, Hemera Bratovich, cosa que nunca ha podido ser probada, pero que le ha granjeado el odio eterno de los Bratovich.

El Caballero Zuyla, es famoso por varias leyendas y rumores, donde se dice que ha matado a varios vampyr.

- Mientras el Caballero de los Cárpatos camina por el Salón Principal, su Escudero corretea a su lado mientras le cuchichea casi al oído de un modo harto conspicuo.

MAYORDOMO VALRU:

- Con tus oídos sobrenaturalmente agudizados, escuchas fácilmente las palabras del Krevecheski.

Me pregunto que sabía sobre los Dravescu.

Lo que se de ellos es “vox populi”. Por lo que no es necesario tanto secretismo.

La casa menor Dravescu gobierna en Slatina desde hace mucho, son nobles tranquilos, y muchos de ellos ni siquiera son conocidos en la corte. Sus tierras lindan con las de mi familia, los Krevcheski; y juran fidelidad al mismo señor el Conde Demjen Zichy, conde de Valace.

En realidad quien le juro fidelidad al Conde Demjen fue mi tío, mi “queridísimo” tío.

Zort y su hijo, el Caballero Zuyla, si son famosos. El mayor, Zort, es un reconocido y famoso diplomático que logró enfrentarse con éxito a la Gran Casa Bratovich para afianzar los derechos de su ya fallecido sobrino Tiberiu Bratovich ante la Corte del Voivoda en Bucarest y conseguir que su sobrino fuera confirmado en su título como Knezi y señor feudal de Satu Mare. Pero como todo el mundo también tiene trapos sucios. Se le cree culpable del asesinato de su esposa, Hemera Bratovich, cosa que nunca ha podido ser probada, pero que le ha granjeado el odio eterno de los Bratovich.

El Caballero Zuyla, es famoso por varias leyendas y rumores, donde se dice que ha matado a varios vampyr.

-Así lo haré, mi señor. Y asumo mi responsabilidad en relación al Sargento Dominik. Como bien decís, debería haber previsto los inconvenientes de su presencia en tierras de los Basarab -señaló, asumiendo la falta, si bien nada podría haberle preparado para lo que el patriarca Basarab atribuía a su hombre de armas-. Ahora, si me lo permitís, quisiera retirarme con vuestro permiso. Hay asuntos que debo atender con cierta urgencia. Pero antes de retirarme, desearía señalar que el nombramiento de tutor del padre Adelmus no debería entrar en conflicto con su imposibilidad de acceder a la corte. Siempre podría consentírsele un horario de visita restringido a cierta área del castillo, como las habitaciones que vayan a adjudicarse a los Basarab. No obstante, no deja de ser un apunte. Y ahora, con vuestro permiso, sire -dijo Durius haciendo una leve inclinación y esperando a que el Duque accediera a que se retirara.

- Zort Dravescu entra en este momento en el Salón Principal.

- "Le dejaremos pleno acceso a la Corte el año que viene, es nuestra intención que se convierta en el Padre Confesor de la Corte.

Es tarde y yo también debo retirarme.

Convocaremos nueva sesión de la Corte cuando lleguen los Basarab.

Buenas noches a todos." -

El Duque se levanta y poco después, simplemente parece desaparecer.

Otto bajó la cabeza avergonzado. Comprendía la reacción del Duque y si hubiese reflexionado un poco más sobre lo que le dijo probablemente se hubiese callado. Obviamente era su responsabilidad la de buscar una forma de solucionarlo, pero los recursos de los que disponía eran más que limitados. El castillo ya se había quedado pequeño cuando no hacía nada que se había remodelado prácticamente por completo.

El mayordomo había vuelto a quedar en un segundo plano cuando las puertas del salón se abrieron para dejar paso al recién nombrado caballero y su noble escudero. Su llegada y la salida de Durius pusieron punto y final a aquella breve reunión. El Duque se marchó y Otto se acercó al Senescal con la esperanza de que juntos pudieran encontrar una solución a lo de las habitaciones.

Zort observó a Otto un tanto afligido y se acercó luego que saliera el Duque.

- Algún problema en el pueda ser de utilidad Chambelán?

- LA ESCENA PUEDE SEGUIR EN CONVERSACIONES MANTENIDAS EN SECRETO -

TRANSCURRE UNA SEMANA.

OCASO DEL DIA QUINCE DE ENERO DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y SIETE.

NOCHE DEL DIA SIGUIENTE.

VA A COMENZAR LA CORTE NOCTURNA.

Los seis temibles Guerreros de Sangre del Duque, salvajes guerreros magyares bárbaros, se posicionan en lugares oscuros del Salón Principal. Dos ante el trono, dos hacia la mitad del Salón y dos cerca de la entrada.

El Chambelán Otto de Sajonia ha convocado la Corte de esta noche, cuyo principal propósito es el juramento de fidelidad de los dos niños Basarab al Duque.

El Chambelán ha convocado sólo a los habitantes relevantes del Castillo.

Zuyla fue, aparentemente, el primero en llegar la Corte Nocturna. El caballero matavampyrs aún no se había acostumbrado a aquel extravagante horario que el Duque imponía para sus reuniones de importancia. SIn embargo, poco podía decir al respecto, de modo que se limitó a avanzar hasta un puesto cercano al lugar en dónde el Duque impartiría su audiencia, sin llegar a situarse demasiado cerca. Por experiencia, sabía que eso no solía deparar nada bueno.

Es mejor no llamar la atención se dijo mientras observaba con gesto serio a los guerreros de sangre del Duque. ¿Podría abatirlos en combate singular? Su falta de armadura sin duda es una gran desventaja, pero al mismo tiempo debe conferirles gran rapidez de movimientos...