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Dhaeva 2: El Caballero de las Tinieblas.

Transilvania: 1) Alba Iulia: Castillo de Balgrad. - Salón Principal.

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22/05/2013, 19:58
Capitán Ferenk Zarak.
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Tras el prolongado desvío que le había hecho dar la Dama Radovina, Ferenk volvió a penetrar el portal que comunicaba el patio con el salón. La visión que le dio la bienvenida lo dejó clavado en el umbral. Un cuchillo empapado de sangre en las manos de Iacobus, y a sus pies, el Senescal, su rostro transformado en una máscara boquiabierta.

Todos ellos dijeron algo, pero Ferenk no escuchó una sola palabra. Soltó la puerta y se acercó en silencio al cuerpo del Senescal. Se dejó caer más que descendió sobre las rodillas, y levantó la desmadejada cabeza con una mano temblorosa. Jensi... Cerró su mandíbula y sus ojos, y lo dejó de nuevo reposar en el suelo.

Debía sentirse triste por la muerte de su amigo, pero en estos momentos, solo era una ola más en una marea de desdicha. Y estaba demasiado cansado. Se puso en pie y observó a su alrededor. Durius y Maserrak se marchaban hacia los aposentos de Jensi, con Otto apresurándose tras sus pasos. Solo Iacobus quedaba atrás, con él, con la carcasa de Jensi.

¿Soy yo el siguiente que sobra? ¿Es esto lo que deseabais para mí, mi Señor, mi amado? ¿Por eso me abandonasteis en este nido de cuervos?

—Dígame —la voz de Ferenk parecía provenir de un hombre que había perdido toda esperanza—, explíqueme lo ocurrido, Iacobus.

El cuchillo estaba en la mano de Iacobus, pero aunque hubiera sido él la mano ejecutora, cuatro personas más lo habían permitido. Una de ellas, sobre todas las demás.

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22/05/2013, 20:41
Durius Tremere de Slobozia.
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La puerta se deslizó sobre sus goznes y Durius Tremere se hizo a un lado para que Maserrak de Flambeau y Otto de Sajonia pasaran a su interior. Su mirada se deslizó mientras tanto a un Ferenk que, inútilmente, trataba de cerrar unos ojos ya cerrados, en un gesto automático. Su voz, pidiendo explicaciones al Segundo Caballero, fue el eco insustancial que siguió al de la puerta al cerrarse a sus espaldas. Confiaba en que aquel pobre infeliz, dañado por la partida de aquel que le proporcionaba un exánime sentido a su deplorable vida, no hiciera algo impropio o cual perro fiel, acompañaría a Jensi Stolnic en su viaje. Iacobus Radoslav no se caracterizaba por su paciencia.

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22/05/2013, 20:46
Durius Tremere de Slobozia.
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La puerta, cual velo sólido que fuera a protegerles de oídos ajenos y curiosos, se cerró una vez Durius entró. Si bien su hablar era paciente, sus ojos vestían la impaciencia de quien no deseara que la frágil situación que vivían en aquel momento se rompiera en añicos como consecuencia de un mal paso.

-Hablad, Maese Maserrak. Y vos, Chambelán. Me da igual quien lo haga primero, pero hacedme un favor, que sea con premura. Y nos dudéis de vuestras mutuas personas. Ambos gozáis de mi confianza. Debería bastaros.

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23/05/2013, 02:16
Chambelán Otto de Sajonia.
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Un escalofrío recorrió el espinazo del Mayordomo al entrar en el dormitorio del que hacía nada habían ascendido a difunto, pero era un escalofrío propio de un muerto o de alguien muy bueno no exteriorizando sus sentimientos porque ni uno solo de sus vellos se erizó.

Otto tragó, aunque no saliva. Tenía la boca seca.

- Zort y el Caballero Zuyla conspiran contra vos y el Duque. Desean tanto vuestras muertes que a padre y a hijo les faltó tiempo para intentar aliarse con los Basarab cuando os visteis obligado a ausentaros del banquete.- Otto también estaba entre los que deseaban muertos, pero él no era tan importante como para que mereciera la pena mencionarse. Él solo era un mayordomo que había llegado a chambelán porque el anterior había muerto.- Pero sus pretensiones de una alianza fueron contestadas con una negativa del Boyardo que podría tildarse de tibia y con la que les recordó que tantos ellos como él juraron lealtad al Duque, además de que el Duque tenía a parte de su familia en el castillo.- Eso ya había cambiado.- El Caballero Zuyla menospreció ese juramento diciendo que si el Duque no es… humano… si es un… vampyr, quedaría anulado. La negativa del Boyardo no apaciguó ni un ápice sus deseos de traición. No se quedarán quietos, no después de lo ocurrido esta noche, mi señor.

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23/05/2013, 09:15
Maserrak de Flambeau.
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El Chambelán Otto tomó la palabra y dijo, en esencia, lo mismo que yo pretendía revelarle a Durius, aunque con más detalles. Mi información había sido vaga, pero aún así tenía algo que aportar.

- Confirmo lo expuesto por el Chambelán Otto, mi señor - me apresuré a decir.- Y he de añadir algo más: los Dravescu conspiran contra vos y el Duque, en efecto, pero lo hacen conjuntamente con el Caballero de los Cárpatos... Aunque imagino que eso es algo que no os sorprende - pero había una inquietud adicional relacionada que quería tratar con Durius.- Pero hay algo más, el comportamiento de los Dravescu es realmente extraño, no sabría identificar la razón. En primer lugar, el Caballero Zuyla sufrió una especie de desmayo la noche que transportamos el cuerpo de Giorgina Basarab a la Capilla. Fue repentino e inexplicable. En segundo lugar, durante la boda el Caballero Zuyla excusó a su padre alegando que su indiposición no le permitiría ejercer su labor como padrino de la boda y que él iría en su lugar. Acto seguido me pidió que comprobase el estado de salud de su padre pero al abandonar la Capilla me encontré de frente con Zort Dravescu freco como una lechuga, que se dirigía a cumplir con su deber - me encogí de hombros ante mi incapacidad para darle una explicación a aquello.- No... no entiendo lo ocurrido, pero pensé que sería adecuado contároslo.

Después guardé silencio, apoyado firmemente en el bastón y concentrándome en calmar mis sentidos... ¿Otto acababa de decir que Gyula Kadar es un vampyr? Esa era la pregunta que me hacía. Por un lado, no me resultó extraño, como hombre versado en ocultismo tenía claro que sus apariciones y desapariones iban más allá de unos simples trucos de salón. Sin embargo, por otro lado, bien sabía yo que los vampyr eran amistades peligrosas. La realidad era que eso no cambiaba nada, tanto daba que el Duque fuese o no un vampyr, nuestras vidas estaban en sus manos de igual modo.

Pero aún había un asunto más que tratar, la autopsia de aquel caníbal que habían abatido los hombres de Kars Kadar.

- Aún hay más, mi señor - continué.- Como ordenásteis, examiné el cadáver de aquel cuasi-hombre que trajeron los hombres de Kars Kadar. De mi estudio he concluido que se trata de alguna tribu de hombres que ha degenerado seguramente por ausencia de contacto con la civilización, similar a otras tribus salvajes de las que he oído hablar. No parecía enfermo ni poseído, como pensé inicialmente, claro que no soy experto en materia de posesiones y exorcismos. En mi opinión, o bien veneran a algún extraño culto que incluye la ingesta de carne humana como precepto o bien es un resultado del aislamiento y la necesidad, aunque esto no explicaría el que se hayan aventurado en los caminos. Diría que haría falta una investigación más detallada de su forma de vida.

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23/05/2013, 14:32
[RIP] Caballero Iacobus Radoslav de los Cárpatos.
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La oscuridad no era exactamente lo que colmaba el Salón, no, porque el Capitán vio, encontró, tocó sin tanteos mientras sus rodillas se iban al suelo entre suciedad, sangre y ausencia. Pero, aún así, el aire que se respiraba era de la densidad de un abismo. Y por ello a sus palabras escasas les costó tanto abrirse paso en el entorno como les costó abrirse paso en su garganta. Resonaron silenciosas, vacías, como la cáscara del desgraciado que había atinado a pronunciarlas. Apenas taparon los pasos que se alejaban, apenas hicieron un cambio en el pequeño mundo al que estaban destinadas. Y quien miró hacia atrás llegó a ver que Iacobus giraba sobre su eje, cómo sus ojos reflejaban al fuego, cómo la comisura de sus labios se transformaba en una línea que se asemejaba a alguna utopía de horizonte.

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23/05/2013, 14:40
[RIP] Caballero Iacobus Radoslav de los Cárpatos.
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Iacobus había girado cuando ya estaba cerca de la puerta. Todo aquel acto de estupidez le había tenido sin cuidado, excepto por el único y mínimo detalle de que el Capitán continuaba sin servir para nada. Permanecía de rodillas al lado de un cuerpo como si ello fuera a hacer algo, joder, como si aquello pudiera tener alguna jodida relevancia cuando las cosas requerían acciones. ¿Acaso todo aquel jodido castillo había hecho un pacto de inutilidad y estupidez? El Capitán no lo miraba, pero sí pudo percibir que el silencio del caballero de los Cárpatos no era el preludio de algo bueno. Si hubiera visto sus ojos, hubiera afirmado aquella percepción díscola. Pero también hubiera visto que Iacobus parecía harto, y no precisamente de él.

Ya que nadie iba a hacer guarda en la puerta, porque definitivamente él mismo no pensaba clavarse allí, Iacobus maniobró para atrancarla desde adentro y evitar que otra horda de imbéciles entrara al Salón sin saber qué estaba haciendo. No dijo nada mientras lo hacía, ni se molestó en fingir que necesitaba ayuda. Una vez que aquello quedó sellado, sí, giró de nuevo hacia el Capitán que se mantenía en el suelo. Y ahora, sí, habló.

- ¿Acaso vuestros ojos no os dicen lo que ha ocurrido? - respondió, la voz de un hombre hastiado de la estupidez de quienes lo rodean - ¿Quién mierda sois para venir a exigir de ese modo?

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23/05/2013, 17:17
Durius Tremere de Slobozia.
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-Hermosa connivencia -dijo Durius sin ápice de humor alguno-. Los Dravescu, Iacobus Radoslav. Hermosa y extraña a un tiempo. Iacobus no los necesita. ¿Por qué entonces...? Al margen de ello, tampoco entiendo lo que me decís acerca de los Dravescu y sus extraños episodios. Y en cuanto a los mosntruos que ahora pueblan nuestros caminos, agradezco vuestro informe, Maese Maserrak. Sin embargo, cuán pequeño y anecdótico parece que personas dejadas de la mano de Dios se alimente de sus congéneres.

Durius cerró un instante los ojos, las manos a la espalda. Una conspiración dentro de otra conspiración dentro de una tercera. Una farsa detrás de otra. Una mentira tras otra. Y al final de todo ello, el rancio y vetusto odio, los orgullos personales, la vanidad.

-Os agradezco cuanto me habéis dicho -concluyó abriendo los ojos que parecían cansados-. Es mi deseo que me esperéis fuera, en el salón. Hay algo que debo resolver -afirmó abriendo la puerta de los aposentos del Senescal y manteniéndol aasí para que salieran Maserrak de Flambeau y Otto de Sajonia-. Salid y aguardad. Hacedme ese favor. Iacobus, debo hablar con vos. A solas si tal hecho no os incomoda -no había sarcasmo en sus palabras, tan solo el cansancio que antes asomara a sus ojos.

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23/05/2013, 17:28
Durius Tremere de Slobozia.
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La puerta de los aposentos del Senescal se abrió y la mano de Durius así la mantuvo.

-Salid y aguardad. Hacedme ese favor -su invitación estaba dirigida a Maserrak y al Chambelán-. Iacobus, debo hablar con vos. A solas si tal hecho no os incomoda -no había sarcasmo en sus palabras, tan solo el cansancio que antes asomara a sus ojos.

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23/05/2013, 18:02
[RIP] Caballero Iacobus Radoslav de los Cárpatos.
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El caballero de los Cárpatos estaba ahora, de pie, al lado de la puerta atrancada del Salón. Su rostro denotaba hastío, como si acabara de escupir algo que con toda evidencia no estaba ni en el suelo, ni en ninguno de los cuerpos que se encontraban próximos al mismo. Había levantado la mirada desde el Capitán hacia la puerta, apenas percibió que volvía a abrirse, y arqueó una de sus cejas. El hastío encontró en ella su cúspide.

- ¿Y ahora, pero qué mierda ha sucedido?

La sola perspectiva de encerrarse con aquella fuente inagotable de estupideces le hastiaba. Pero Iacobus no era estúpido, y sabía perfectamente que sólo podía haber un motivo por el cual Durius aceptaría encerrarse con él en una habitación, tras lo que había sucedido en sus aposentos. Sabiendo, por supuesto, que estaba abriendo la puerta a que esta vez sí le arrancara la cabeza de los hombros. En fin, joder.

Guardad la puerta, ya que vuestra merced de rodillas es incapaz de pensar en ella - espetó, dirigiéndose no sólo al Capitán, sino a las figuras que habrían de salir de la condenada sala - Que os divirtáis.

Pobres imbéciles. Iacobus sabía que debía resultarles aterrador darse cuenta que estaban más protegidos allí adentro, encerrados con él, que allí afuera, donde Farkas campaba a sus anchas. Sin más, la tea todavía en su mano, el caballero de los Cárpatos se dirigió al sitio donde Durius sostenía la puerta y esperó que los infortunados idiotas salieran de allí, los dos, para coger el relevo de la puerta abierta y ser quien la cerrase a sus espaldas.

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24/05/2013, 11:07
Capitán Ferenk Zarak.
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Hoy, más que nunca, Ferenk se había dado cuenta de que no sabía dónde se había metido. Tenía que haber regresado a Hungría cuando estuvo a tiempo, volver a las viejas costumbres, a todo aquello a lo que había renunciado por esa nueva vida. Renunciado... me lo arrebataron, me lo arrebató, junto con mi corazón. Pero no era el único. Jensi, pese a su edad, tampoco lo sabía, y lo había pagado. El propio Iacobus, siempre seguro, siempre hastiado, no tenía la menor idea de su posición en el tablero. Quizás incluso su señor, quizás él más que nadie, caminaba a ciegas.

—Soy el responsable de la seguridad en este maldito castillo —respondió Ferenk—, y mis ojos solo me dicen un parte de la historia.

Tal y como había desaparecido, la fúnebre procesión reapareció en el salón, como si nunca se hubiean marchado de allí. Otto y Maserrak, dos fantasmas asustados, y Durius, tan imperturbable como siempre, pronunciando palabras cuyo significado decía más de l oque nunca se había atrevido a mostrar con su semblante.

—¿Qué es lo que quiere discutir, Durius? —Ferenk no pudo evitar sonreír entre dientes, cuán desesperado debía estar el Primer Caballero para quedarse a solas con Iacobus—, ¿quiere que se protejan mutuamente las espaldas cuando Farkas Deli regrese y sepa lo que han hecho?

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24/05/2013, 19:03
Durius Tremere de Slobozia.
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Ni siquiera desvió la mirada de aquel que debía cruzar la puerta y que era su principal preocupación en aquel momento.

-¿Desde cuándo debo daros explicaciones, Capitán Zarak? ¿Desde cuándo gozáis del privilegio de llamarme por mi nombre de pila? Y muy especialmente, ¿desde cuándo os creéis en la posición de acusarme o amenazarme? -enumeró fríamente el Secretario Ducal que, muerto el Senescal y en ausencia de Gyula Kadar, era la máxima autoridad del país-. Sois mi súbdito, ya que hacéis gala de vuestra posición, y algo más. Si deseáis respuestas, esperad a que tenga a bien proporcionároslas. Iacobus, pasad.

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24/05/2013, 19:30
[RIP] Caballero Iacobus Radoslav de los Cárpatos.
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Y seguía, seguía y seguía, derramando palabras como si aquellas fueran agua que jamás fuese a agotarse. En principio, Iacobus no contestó al Capitán, ¿para qué hacerlo? Estaba claro que aquel hombre estaba buscando la muerte, y vaya que podía obtenerla en lo que tardase en acabar un parpadeo, pero aquello no valía la pena. Del mismo modo que no contestó, ni se inmutó, ante las palabras de Durius. ¿Para qué hacerlo? Estaba claro que la autoridad en aquel castillo, si alguna vez había tenido algún significado, estaba destruida. La lealtad estaba quebrada, y dejar solo a aquel perro que mordía la mano de su amo tendría las consecuencias esperables. No obtienes con el recordatorio de castigos la obediencia de quien lo ha perdido todo.

Que le dieran.

Si hubieseis sido el responsable de la seguridad de este puto castillo, jamás habríamos llegado a esto -respondió Iacobus aunque, a diferencia del tono gélido de Durius, lo único que había en su voz era hastío - Dejaros de mierdas de una puta vez y asumid de una vez por todas vuestra posición, joder, en vez de exigir lo que no podéis y buscar sentido a lo que es obvio.

Giró hacia la habitación, dado que Otto y Masserak continuaban sin obedecer.

Salid de una puta vez, aquí sois más necesarios que ocupando espacio allí adentro - ordenó, antes de mirar a Durius y encogerse de hombros.

Espero a ver si el Capitán contestaba, para luego pasar al interior de la sala. Que se terminase de una puta vez.

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24/05/2013, 21:28
Maserrak de Flambeau.
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No sólo era un bruto y un asesino sin escrúpulos sino que además carecía de toda educación. Llamarle bárbaro sería quedarse corto, y decir que me generaba un absoluto rechazo no se acercaba tan siquiera a lo que realmente pensaba de él. No obstante, con dementes como él, gente que al mínimo atisbo de incomodidad decidía resolver las cosas por las bravas, no quedaba otra que ser condescendiente.

Me apresuré a abandonar la habitación para que pudiese al fin entrar, deseando que algún benevolente dios le fulminara con un rayo sin previo aviso...

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26/05/2013, 06:08
Capitán Ferenk Zarak.
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- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Intteligencia + Investigación

Tirada: 5d10

Dificultad: 7+

Resultado: 4, 2, 2, 8, 3

Exitos: 1

Notas de juego

Comprobar posibles causas de muerte del Senescal.

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26/05/2013, 12:20
Durius Tremere de Slobozia.
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Maserrak había salido, pero el Chambelán parecía mostrarse reticente a ello pese a las amenazadoras palabras de Iacobus Radoslav. Durius apoyó una mano en la espalda de Otto y lo empujó suavemente hacia la salida. Le dirigió una última mirada, inexcrutable, con posos de despedida. Y cuando finalmente la estancia quedó despejada, el Secretario Ducal cerró la puerta, aislándolos al Segundo Caballero y a él mismo del resto del mundo.

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26/05/2013, 12:24
Durius Tremere de Slobozia.
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Finalmente estaban solos. El último movimiento. Los dos reyes. Quizás las dos reinas. Pudiera ser que tan solo un rey y una reina. Colores distintos. Blanca contra negra. Tras cerrar la puerta tras de sí, Durius permaneció un rato en silencio y quieto, mirando a Iacobus. No lo observaba. Tan solo lo miraba.

-Es vuestra oportunidad, Iacobus. Yo os la concedo libremente. A lo que habéis aspirado durante tiempo, para lo que habéis confabulado con los Dravescu. Tenéis la ocasión de acabar con mi vida. Nada haré por impedirlo - dijo cansadamente, acercándose a una de las sillas de los aposentos del difunto Jensi y sentándose en ella. - Mas antes haced gala de cierta paciencia y escuchadme. Sí, eso que tanto despreciáis, oír las palabras de otros. Sentaos, por favor, Iacobus.

Miró en torno suyo, aquellas dependencias que veía por primera vez. Después, devolvió su atención a Iacobus.

- Estoy cansado, Radoslav. Muy cansado. Cansado de pelear, de luchar, de hacer lo imposible por lograr que esta tierra prospere siquiera mínimamente. De golpearme una y otra vez contra altos farallones que detienen mi empuje. Sí, quizás el tiempo esté de mi parte, pero no la paciencia, ni es eterna la vida de todos. Sabéis qué soy, más no quién soy. Y si he de morir, es mi deseo que vos oigáis mi historia. ¿Nunca os ha sorprendido que un constantinopolitano se inmiscuyera en la política de este país? ¿Que fuera quien consiguiera la paz y acabara con la invasión magyar? ¿Qué intereses podían hacer que tal hecho llegara de la mano de un extranjero como yo recién llegado a Transilvania de la mano de un señor menor como fuera Sidor de Slobozia? - La voz de Durius era tranquila, cadenciosa, la de quien quiere contar una historia y sabe cómo hacerlo para atraer la atención de su público. - La respuesta es sencilla. No soy Durius Tremere de Slobozia. O mejor dicho, no siempre lo fui. En otra vida, cuando la sangre palpitaba caliente en mi interior, cuando toda preocupación se reducía a obtener del campo una fanega más, a conquistar una nueva muchacha o a reír y beber en la taberna de turno al son de mi mandolina y una buena canción, era otro, un joven y despreocupado humano de nombre Lisander. Quiso el destino que conociera a Durius. Un hombre agradable, quizás algo pusilánime, pero de buen corazón que hubo de enfrentarse a horrores para los cuales no estaba preparado. En su momento, decidí servirle de buen grado. No bajo juramento. No era preciso. Su causa era buena y deseaba velar por mi pueblo.

No os aburriré con detalles. Por lo que a vos respecta y en lo que interesa de esta historia, os diré que llegamos a Bucarest donde pidió audiencia para reclamar sus derechos sucesorios. Lo que consiguió no fueron sus pretensiones, sino la muerte, si bien nunca supe los detalles de la misma.

Y en cuanto a mí, lo que hallé... fue esto. Fui secuestrado, encerrado en una oscura y lóbrega mazmorra, convertido en vampyr y sometido a una dolorosa y larga tortura destinada a transformar mi físico para adecuarse al del que fuera mi señor de Slobozia. No recuerdo demasiado de aquello, salvo una agonía que se me antojó eterna y un dolor grabado a fuego en mi memoria. Y con ambos, la pérdida de mi humanidad. Nada que realmente eche de menos, para seros sincero. - La mano de Durius hizo un vago gesto, como si tratara de disipar las brumas de una memoria que no convenía traer al presente.

- Ya no hay vuelta atrás. Mas desde entonces, hay una prioridad en mi vida. Esta tierra. La mía. Transilvania. Vi huir a mi Sire, a mi creador. Vi huir al Voivoda. Ratas que escapaban del barco que se hundía. Sin una mirada atrás, prestos a cortar amarras y dejar atrás cuanto fuera necesario ante al amenaza magyar y su paso conquistador. Se me encomendó una misión pese a todo. Lograr la paz. Y lo hice. No por cuanto me pidieran u ordenaran. Lo hice por mí, por las gentes de esta tierra, por mi odio hacia quien después se erigiría en nuestro señor. Sí, Gyula Kadar, a quien estas tierras nada le importan, que transformó este castillo en una extraña parada, recolectando monstruos por doquier. Sus guerreros de sangre, aberraciones a ojos de un vampyr a la vista de la naturaleza de Farkas; a mí y a Valru, mi chiquillo y del cual me despojasteis; a vos, cuyo ignoto pasado se entierra en las tierras de Covasna, de donde proceden Dubieta y su hijo. A los Dravescu, cazadores de vampiros. Y otros más. Un circo hecho para su divertimento y que ahora ha abandonado para observar cómo nos matamos entre sí.

El puño cerrado de Durius golpeó la cercana mesa y la madera crujió con fuerza.

- Y basta. Basta de funciones construidas para paliar el aburrimiento de un hijodeputa, de ser títeres en una función sin sentido, de sacrificar a Transilvania a partir de la dejadez y las malas decisiones. Antes fue la conquista. Ahora nos amenaza una guerra civil. Mi tierra se desangra y muere. Puedo luchar, siempre he podido, pero no puedo hacerlo en dos frentes. Dentro y fuera del castillo. Sí, Radoslav, estoy cansado pese a no ser viejo. Por eso os doy esta oportunidad. Acabad con mi vida y liberadme y dad satisfacción a vuestos deseos, mas en ese caso, matad después al resto, convertid el castillo en una ruina humeante y dejad que los Basarab, con el bárbaro boyardo al frente, se alcen como nuevos señores - dijo con dureza. - O uníos a mí y luchad por esta tierra si es que algo representa para vos. La decisión está en vuestra mano, en el filo de vuestra espada.

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26/05/2013, 13:46
T01: CASTILLO DE BALGRAD: Salón Principal.
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- Alguien intenta entrar al Salón Principal, pero no puede porque el Caballero de los Cárpatos cerró y atrancó las puertas por dentro.

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26/05/2013, 13:47
Director II.
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CAPITAN ZARAK:

- Te resulta obvio que al Senescal le han golpeado (tiene una severa magulladura en la cara) y le han cortado la lengua con una daga. La lengua cortada está tirada sobre el cadáver. Tiene la boca llena de sangre. No estás seguro de la causa exacta de la muerte, pero sin duda que le cortaran la lengua tuvo mucho que ver.

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26/05/2013, 23:07
Chambelán Otto de Sajonia.
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Notas de juego

Si puedo usar el Sentido del Oído y Tacto superior para escuchar lo que ocurre al otro lado de la puerta (la que da a la habitación del Senescal donde están Durius e Iakobus) tan pronto se cierra a mi espalda, lo hago. Me gustaría escuchar lo que ahí ocurre de principio a final ;)