Partida Rol por web

Al ver que Ed está mejor me tranquilizo un poco, aunque sigo algo preocupado y miro a Helios con la complicidad del miedo. Lo mejor será que cuidemos un poco de él después de salir. Prácticamente se me había olvidado la clase hasta que la profesora Lance empieza a evaluarnos uno por uno. Al ver que me enseña amablemente respiro bastante más tranquilo y sonrío cuando veo cómo es el movimiento. En parte sigo algo entristecido por no haber conseguido contribuir a los puntos de la casa, pero me alegra ver que todos los demás de Ravenclaw lo han conseguido y que de hecho Byron consigue una gran puntuación. Le sonrío, aunque tal y como es él probablemente ni se fije, así que sigo a lo mío. Cierro el libro y me guardo la varita y sonrío a Ed con expresión algo preocupada y en parte triste por mi fracaso.

- Como queráis. - Digo, sin mucha energía. - Gracias. Ya luego lo practicamos. No hace falta que os preocupéis por mí si tenéis otras cosas que hacer...

Miro a William con una mezcla de pena y complicidad. Decididamente hay que cuidar de Ed. Supongo que lo mejor será que se distraiga un poco.

-¿Os apetece hacer algo en concreto?-Pregunto.-Si queréis podemos ir a la sala comun o a la biblioteca. Asi nos relajamos entre las clases y la hora de comer.

Decepción. Aquella era la palabra que acudió a la mente de Kendra en aquel momento. No hacía falta ser ningún lumbreras para darse cuenta de que aquella aberracion de cuatro ojos no sabía valorar lo que era un buen sonido... ¿Pero a quién se le ocurría darle los puntos a algo tan poco original y absurdo como el sonido del mar? ¿Eso era un sonido original?

Aún así, en su cara no se dibujo la más mínima expresión. Sencillamente, se giro hacia Ludmilla, mirándola a los ojos, con una media sonrisa- Buen trabajo, Ludmilla...Personalmente, me ha encantado tu sonido. Sin duda ha sido... original.

Sus palabras dejaban entrever su descontento, aunque de una forma muy sutil. Acto seguido, le indicó con un gesto que la siguiera, yendo en dirección a Asterope y Linc, que estaban cerca de Aiden y Anthony:

-Bien hecho chicos... -dijo, sonriendo a Lincoln y Asterope, para acto seguido volver la mirada hacia Aiden y Anthony- Tú también, Anthony... aunque no haya valorado tu trabajo como el resto... En cuanto a ti, Aiden... No te preocupes, seguro que la próxima vez te sale... Si necesitas ayuda para practicar, dímelo. Te ayudaré encantada.

Motivación. Ahí estaba la clave. Por supuesto que no le había gustado el pedo de Anthony. Lo había encontrado vulgar. Sin embargo, si querían conseguir más puntos que el resto, era esencial que estuvieran motivados y que confiaran en que podían hacerlo.  Y lo mismo sucedía con Aiden. Kendra no quería que se hundiera el primer día de clase. Debían permanecer unidos y apoyarse los unos a los otros.

-Bueno, vayámonos de aquí. Aún tenemos tiempo antes de comer... Podríamos ir a dar una vuelta por el colegio, o al lago tal vez... ¿Alguna sugerencia?

Miró a sus compañeros, con una expresión astuta y vivaracha en ellos y unas ganas terribles de explorar el colegio.

Antes de seguir mi camino hasta fuera de la clase, los ojos místicos de Kendra me felicitaron.- Gra... gracias. Yo, voy al campo de Quidditch, a ver si puedo hablar con Krum para entrenar...- Dije. Me gustaba la idea de que me hubiera felicitado Kendra, me encantaba esa chica. Continué hasta la salida y dejé atrás la clase. También pensaba que Ravenclaw debería de ser la casa predilecta de la cuatro ojos. El sonido de un pedo era muy original. Volví a reír mientras caminaba hacia el campo de quidditch.

10 puntos. No está nada mal para ser la primera clase, sobre todo teniendo en cuenta que aquí la imaginación es tan importante. Asterope tenía cerebro, pero imaginación poca. Así que estaba muy satisfecha con el resultado. Sabía que su compañero Linc no iba a estar tan de acuerdo con el comentario que hizo la profesora Lance. Así que antes de que dijera cualquier comentario que pudiera enfadar a la mujer, habló con él. A mí me ha parecido un conjuro muy bien elaborado. Enhorabuena. Aunque es verdad que algo materialista -dijo con una sonrisa en parte divertida y en parte de reproche.

Aun estando de acuerdo con su propia puntuación, le habían parecido injustas las demás. Habló entonces a sus compañeros, cuando se juntaron todos. Estoy de acuerdo, Kendra. Vale Anthony, tu sonido ha sido asqueroso (hay que reconocerlo). Pero has conseguido realizar el hechizo a la perfección. Y de eso se trataba, ¿no? ¿Por qué te da solo 5 puntos? Y, personalmente, me han gustado mucho más vuestros sonidos que los del Ravenclaw ese. Luego miró a Aiden. Era el único de la clase que no había conseguido realizarlo. Esperaba que no se sintiera mal por ello. Tú no te preocupes. Habrá otros hechizos que no nos salgan a los demás y a ti sí. Con un poco de práctica, lo conseguirás.

Ahora tenían una hora libre antes de comer. Yo voy a ir a enviar una carta a mi familia y luego no sé qué haré. Quizá dé una vuelta por los jardines o por el castillo. Le gustaba estar sola con Hefesto. Había sido la única compañía decente de la niña en muchos años y estaba acostumbrada a pasar con él largas horas a solas. Y después de tanto tiempo rodeada de gente, se sentía abrumada. Aun así, esperó a que los demás salieran antes de hacerlo ella. No quería parecer maleducada marchándose y dejándolos plantados en la clase.

Pero qué?? Sólo 10 puntos!!!??? Seguramente ni sabe lo que es una banshee. Pensaba que esa canción estúpida y el sonido de las olas no había sido nada de otro mundo, aunque la claridad y la sonoridad habían sido formidables. Impresionante...Logró ocultar una sonrisa al ver al chico del tren asustarse por el hechizo que acababa de lanzar. Efectivamente es más idiota de lo que pensé. 

Antes de salir, se junta con sus compañeros de Casa, y le dedica una sonrisa a Kendra. -Gracias... todos ustedes, también lo han hecho muy bien y me han parecido interesantes sus sonidos. Ahh, y la lengua viperina siempre la he encontrado más que intrigante dirigiéndose a Kendra. Luego asiente ante las palabras de Asterope a Anthony. -Igualmente espero que la próxima vez le demos una paliza...creo que esto ha sido solo un traspié que hasta a los mejores le puede suceder. Entornaba los ojos, con decisión en su mirada mientras que contraía sus pupilas. Y luego se dirige a Aiden Puedes contar conmigo también si necesitas ayuda.

Se preguntaba si efectivamente la profesora Lance tendría algún preconcepto con Slytherin. No compartía sus comentarios, pero tampoco sabía en que se había basado su elección. 

-Me gustaría conocer un poco más el castillo, una vuelta creo que resultaría más que interesante...

Lincoln solo tenía una cosa en la cabeza... "Maldita deforme asquerosa, no tienes ni idea de puntuar, da gracias que mi abuelo o mi padre no me han enseñado ningún hechizo lo suficientemente fuerte para hacer daño, que asco me das, anda vete, vete rápido a tu antro asqueroso, me tienes envidia porque eres pobe estúpida y mirarte a la cara provoca vómito..." justo cuando iba a abrir la boca para decirle algo "bonito" Asterope le paró intentándo calmárle -Maldito favoritismo- Soltó por lo bajo "Me vengaré de esto, lo juro" Le salió una sonrisa en el rostro y se despidió como pudo de sus compañeras que en ese momento estaban junto a él, se le notaba el enfado en la mirada, pero que Lincoln sonría mientras estaba enfadado... esos 10 puntos que acababa de conseguir se podrían esfumar pronto, muy pronto... -Me voy "a relajarme" a la lechucería, tengo que enviar algo- Dió dos pasos y se giró nuevamente -Lo habéis hecho bien- Era lo mas amable que en ese momento era capaz de decir y sin dirigir palabra alguna a Anthony o a Aiden desapareció por la puerta "Estúpida asquerosa... la próxima clase de Artes Quiméricas ni vengo".

Cuando parte de sus compañeros se hubo marchado y la otra parte ya había decidido qué hacer, Asterope se puso en marcha. Menudo enfado tiene Linc, pensó. ¿Va a la lechucería también? Tenía ganas de estar sola, pero bueno... Quizás esté pensando tanto en la clase que no se dé cuenta ni de que estoy yo. Además se dio cuenta de que no iba a poder estar mucho con su búho. Al fin y al cabo, el animal tenía trabajo que hacer.

Bueno, yo entonces marcho también. Nos vemos a la hora de comer, ¿vale? Cogió su mochila y salió de clase camino de la lechucería.

— Lo primero es conseguir que hagas bien el hechizo — Respondo a William agregando una escueta sonrisa — Así que creo que lo mejor es ir a la sala común a practicar un poco, y luego ya si terminamos nos acercamos a la biblioteca a ver qué encontramos.

Lo cierto es que además de eso, me apetece volver para estar relajado, necesito descansar, y no me apetece seguir viviendo "grandes aventuras", al menos no por hoy.

— Venga, vamos — Insisto un poco más antes de echar a andar para marcharme de ahí, necesito alejarme de ese aula ahora mismo.

— Hasta luego — Me despido en general

Kendra cayó en la cuenta de que también debía escribir a su familia, aunque quizás lo hiciera luego, más tarde. Al ver que todos, a excepción de Ludmilla tenían sus propios planes, se volvio hacia la chica, dedicándole una sonrisa- ¿Vamos entonces a dar una vuelta? Podemos investigar el castillo o ir hasta el lago... Dicen que hay un calamar gigante, ¿Sabes? - le dijo a la rubia, girándose acto seguido hacia Aiden, el otro que aún no se había pronunciado- ¿Vienes con nosotras?

Que os vaya bien en la lechucería y en el campo de Quidditch... Luego nos vemos. - se despidió también de los demás, dispuesta a marcharse en cuanto Ludmilla y Aiden dieran el visto bueno.

Aiden agradeció las palabras de apoyo de sus compañeros, pero seguía sintiendose mal. Era un MacRae, y aunque no fuese tan orgulloso como su padre y su hermano, el no haber realizado un sencillo conjuro le fastidió mucho.

Pese a que le hubiera gustado ir a dar una vuelta con Kendra y Ludmila para conocerlas mejor, decidió que ahora sería el momento perfecto para practicar el conjuro ya que lo tenía reciente - Gracias por la invitación Kendra, pero voy a practicar el conjuro.

Aiden recogió sus cosas y salió de la clase con paso decidido Supongo que en los jardines podré encontrar un sitio apartado para practicar

Asiento a Edward y empiezo a caminar detrás de él sin decir mucho más. Me fijo también en que Helios nos siga. Antes de salir miro a los demás. He recibido una vibración rara de parte de los Slytherin. ¿Nos tienen manía por algo? No sé... solo estamos en casas distintas. Ayer mismo podíamos haber acabado en la misma. Pero bueno, no seré yo el que pregunte por qué.

Despidiéndome con un movimiento de mano, musito unas palabras.

—Ha- hasta otra... —digo, antes de desaparecer en dirección a nuestra sala común.

-Hasta luego.-Saludo al salir de la clase.

Byron atiende a las puntuaciones de la profesora. Parece ser, que esta vez, ha sacado la mejor puntuación de la clase? No podía ser... era la primera vez que intentaba hacer magia. Sería posible que fuese tan fácil? Aquí había algo extraño, sabía que había niños que nacían en familias mágicas, y ellos estaban habituados a ver todo tipo de magia, entonces... como era posible que le hubiese salido tan bien el conjuro? Artes quiméricas era de los libros que menos atención había prestado este verano. Pensando como estaba, se olvidó de sus compañeros de casa, que ya se había ido, aunque aún faltaban algunos. Byron empezó a caminar hacia la salida.

Habría una biblioteca? Cómo sería de grande? Dejarían llevarse libros? Seguramente llegarían rápidamente y ayudarían a william, como él no era muy bueno explicando, sería mejor si descubría donde estaba la biblioteca. Así que empezó a caminar dirección a la biblioteca.

A Christopher le alegró conseguir los puntos, pero no le gustó que alguien le superara. Pero qué diablos, ¡había aprendido un conjuro! Estaba muy satisfecho cuando vió que Edward se caía al suelo. Se iba a acercar, pero vio cómo Helios y Wiliam se acercaban con premura. Chris escuchó a sus compañeros y se giró. Puso la cara que ponía su madre cuando veía algo que no le gustaba o cuando no veía otra gente de color cerca.

Mamá ya lo decía... A algunos blancos les gusta llamar la atención. pensó rememorando a su querida madre. Se guardó la varita en el bolsillo y dio pasos grandes, o tanto como le permitía su estatura, hasta la puerta.

¡Luego os veo! dijo casi sin mirar a nadie.

-También he escuchado lo del calamar Kendra...Asiente Ludmila. Podríamos caminar un poco por el castillo y terminar en el lago. -Entonces vamos nosotras...dice agarrando sus cosas y saludando al resto.

-Perfecto. Demos una vuelta de camino al lago... - sonrió Kendra, al ver que finalmente tenía algo que hacer con Ludmilla. Terminó de recoger entonces sus cosas y alzó una mano, en forma de despedida- Os vemos luego.

Y se perdió con su compañera por los pasillos del castillo, recorriendo la distancia que les separaba del lago con un pequeño rodeo para investigar un poco aquellos corredores.

Sonrió alegremente cuando la profesora fue diciendo el número de puntos que habían ganado. Aquel chico de gafas (¿se había presentado?) había sido el que más puntos había conseguido, seguramente estaría que no cabía en si mismo del gozo. Al menos ella es como estaría.

Luego miró preocupada a Edward y a William, al primero por su reacción tras realizar el hechizo y al segundo por no haber conseguido realizarlo. No se había acercado sin embargo, pues creía que igual se sentían mejor si se reconfortaban entre ellos. Chicos con chicos, y eso.

Recogió sus cosas y aunque en un principio tenía pensado pasarse por la Lechucería algo le decía que iba algo justa de tiempo, así que se dirigió a la Sala Común. Allí seguramente se toparía de nuevo con alguno de sus compañeros y podría unirse a ellos para ir a la siguiente clase.

La clase de Artes Quiméricas es una de las asignaturas de primer año que se imparten por la Profesora Lance en una de las salas del colegio.

Las Artes Quiméricas te permitirán engañar a los sentidos y mentes de los demás. Hacen que la gente vea cosas que no están presentes, ignoren otras que tienen delante, escuchen ruidos imaginarios o recuerden cosas que nunca han sucedido.  Este tipo de artes puede dividirse en cinco grandes grupos.

Las artes del engaño, cambia la forma en que los sentidos perciben al receptor, haciendo que parezca distinto a la percepción de los sentidos o incluso hasta que parezca que desaparecen.

Las fantasmagorías, son imágenes mentales que normalmente solo puede ser percibida por el lanzador y receptor.

Las pautas, imágenes que otros pueden ver pero que afectan también a las mentes de aquellos que las vean o se encuentren en su interior. 

Las Quimeras, crean sensaciones falsas, y son útiles para confundir o retrasar a los enemigos.

Y por último las artes de las sombras, unas artes algo más ocultas pues traen energía de otras dimensiones y pueden llegar a hacer hasta daño puesto que producen efectos reales.

Este tipo de conjuros muchas veces dependerán del receptor y de lo crédulos que son o de su capacidad de voluntad para sobreponerse a este tipo de magia.

Aquella sala estaba situada en una de las primeras plantas del castillo dejaba clara el tipo de clase que se impartía en ella, pues las imágenes que se podían ver eran dignas de las mejores ilusiones. Pequeños dragones sobrevolaban la estancia, unicornios galopagan entre los alumnos mientras iban entrando. De vez en cuando algunos sonidos fantasmales sonaban de entre los rincones oscuros de la habitación pero en ningún momento daban ningún tipo de miedo.

En el estrado, una extraña mujer estaba situada de pie sin moverse contemplando como ibais sentandoos uno tras otro.

Cuando todo el mundo estuvo en pie, la misma mujer que estaba frente a vosotros entraba por la puerta y se situaba junto a la imagen.

- Bienvenidos, hablaban ambas imágenes a la vez, esta es vuestra primera clase de Artes Quiméricas y yo soy la Profesora Lance. No vamos a perder mucho más el tiempo, así que por favor, colocaos en parejas y cuando esteis listos abrid el libro "Fantasmas y Quimeras" por la página 1. Hoy vamos a hacer un truco muy sencillo y que quizá en algún momento os pueda ayudar a distraer a algún enemigo vuestro. 

Como podéis ver en el libro, este conjuro mejorará a medida que practiquéis con él. Podréis hacer creer a alguien que una habitación está ocupada por alguien fingiendo una conversación, podréis hacer que alguien escuche sonidos de pasos, el rugido de un león, el chillido de una rata. Recordad que vuestra magia se ve limitada a vuestra imaginación y en el caso de las artes quiméricas más aún. Moved de esta forma la varita dice haciendo un determinado gesto y decid:"Sonitus "

Bien chicos, practicad el conjuro, aquel que ofrezca el sonido más original y el otro que lo haga con mayor perfección recibirán, ambos, 10 puntos.