Partida Rol por web

Dormitorio Femenino

Cuando entró en el dormitorio se encontró que su baúl descansaba a los pies de una cama con dosel y su lechuza jugando en su jaula sobre ella.
-oh,Nimu...-le saludO cariñosa y la lechuza gorgeó un saludo afectuoso-ella es Nimu-explicó a sus compañeras de cuarto, rebuscando un pergamino, pluma y tintero para escribir a su abuela.
-¿qué tenemos mañana?-preguntó levantando la cabeza de la carta, sujetando los rizos tras una oreja-podríamos preparar las cosas para mañana...

Llego a la habitación con las otras niñas. Una de ellas se acerca a su lechuza, supongo que la mayoría tendrá mascota supongo me acerco a ella y digo.

Que bonita lechuza, a mi no me dejan tener mascota... no era mentira, no me la habían comprado por lo que no me dejaban tener mascota no había que decir el porque. Vi el horario en la entrada pero no me fijé. confieso. Supongo que tendremos que preparar las cosas para mañana, hacer nuestra oración nocturna e irnos a dormir. digo con una sonrisa.

-¿no te dejan?-abrio mucho los ojos pero en su voz se escuchaba un claro tono de comprensión-yo nunca he tenido nadie con quien compartir...asique si quieres escribir a tus padres...Nimu puede llevar tu carta también-sonrió dulce,cerrando su carta y abriendo la jaula de la pequeña lechuza-veen Nimuu-la llamó acariciándola sobre el pico-¿entonces quieres, Sara?-preguntó pronunciando su nombre con cuidado, demostrando que lo sabía.

Miro más de cerca a la pequeña lechuza es muy pequeña, la acaricio.

¿Una tan pequeña puede llevar cartas? pregunto sorprendida. Te agradezco pero no creo que vaya mandar cartas a mis padres... digo algo nerviosa pero te agradezco la intención. tampoco creía que mandar una carta por lechuza a las monjas o a mi amiga en el monasterio fuera una buena idea.

Daphne titubeó un poco antes de mantener la sonrisa.
-ouh, como veas, yo... Bueno, mis abuelos supongo que me mandarían un howler si no escribo pronto...-ató la carta a la patita de Nimu-mañana va a ser un dia genial, ¿no crees? Preguntó emocionada dejando que la lechuza revoloteara perdiéndose por el tunelcillo-estoy tan nerviosa...-parloteó alegremente cambiándose y metiéndose en la cama, era tan mullidita...
-nos lo pasaremos genial-dijo confiada

¿Howler? pienso para mi sin tener la menor idea de lo que es, posiblemente otra clase de mensaje, urgente por el contexto...

Si un día genial sin duda. la chica sin duda estaba tan emocionada como yo, y se mete en la cama, yo me arrodillo a los pies de la cama y empiezo a emitir una plegaría en voz muy bajita mientras agarro con fuerza la cruz de mi cuello. Cuando termino me meto en la cama. No creo que hoy pueda dormir.

LUNES

Despertó casi con la sensación de haber parpadeado y ¡sorpresa! las horas habían pasado.

-Vamonoooos-canturreó tras vestirse y  arreglarse el pelo, le dedicó una mirada a la corbata, que no sabía anudarla asique salió con ella sin anudar, colgándole sobre el pecho, tal vez los chicos o alguien supiera y le enseñara a anudarsela-¡me adelanto a mirar el horario!-anunció antes de desaparecer por el tunel a toda prisa, para regresar poco después con una sonrisa de oreja a oreja- ahora tendremos adivinación-dijo, rebuscando  lo necesario en su baul para meter el libro en la mochilita, con la tela de la corbata colgando sobre el vacío al inclinarse, cualquiera que le echara un ojo encima casi podía tocar el nerviosismo que le sacudía.

Me despierta el canturreo de mi compañera de habitación y me desperezo en cama desconocida... aun no me creo que lo que paso ayer no fuera un sueño.

Vuelvo a desperezarme cuando la chica vuelve a entrar en la habitación.

¿Adivinación? ¿Bola de cristal o estrellas? pregunto intrigada mientras me voy vistiendo medio zombi todavia, tardo un rato en despertar.

- ¡¡No lo sée!!-canturreó emocionadísima gateando por la cama de Sara para ponerse a rodar entre las sábanas, dejando los pies fuera de la cama-¿Nos tocará con alguna otra casa?-divagó risueña en lo que Sara todavía bostezaba por el cuarto vistiéndose.

Veo que te levantas de buen humor... digo ya empezando a despertarme. Supongo que si... somos muy pocos por casa, supongo que minimo con una, en grupo de dos casas por asignatura, si no vamos todas. digo aventurando sin tener mucha idea.

Se echó sobre la cama dejando que los tirabuzones dorados cayeran hasta el suelo y estudió a Sara con las pupilas azuladas llenas de espectación.

-¿De qué es tu varita?-curioseó tanteando con los dedos donde descansaba su varita.

Es una varita de acacia con nucleo de unicornio...  acaricio inconscientemente mi varita. Dicen que es bastante inusual, pero yo tampoco soy normal. Digo encogiendome de hombros. ¿y la tuya? pregunto curiosa

Parpadea y gira sobre sí misma para tumbarse sobre su tripa, creando una pequeña espiral de tirabuzones al voltearse.

-A mí no me pareces rara-dice muy seria- serías rara si tuvieras...cara Hinkyunk... o vocecilla de duendecillo de Cornualles o...-se interrumpe y sacude un poco la cabeza, se había puesto a divagar-ah, lo de mi varita que me desvío...cedro y centro de dragón-explica con mucho orgullo, le encantan los dragones- el señor Ollivander me dijo que es muy poderosa y que muchos magos oscuros tienen varitas de dragón...-frunció el ceño un poco preocupada y sus ojos se nublaron tornándose de un azul oscuro-yo no quiero ser una bruja oscura...-resopló con decisión- a lo mejor es porque la varita de dragón tiene mucho carácter -intenta consolarse mientras sus dedos siguen tanteando donde lleva la varita, la adora, pero le da miedo lo que dijo el hombrecillo de la tienda de varitas.

No entiendo lo que dice sobre Hinkyunk, no se ni lo que son.

El dueño de la tienda me dijo que tendría que averiguar por que me eligio, supongo que es lo mismo para tí. No tiene que ser por que vayas a ser una maga oscura, simplemente puede que seas la que pueda manejarla sin llegar a serlo. Le digo con una sonrisa.

-Sara...¿puedo preguntarte algo?-tanteó con suavidad el terreno, tenían bastante tiempo asique palmeó sobre la cama, a su lado, para que se sentara-¿tú de dónde vienes? ¿¿De muy lejos?? 

No me gusta hablar de donde vengo aunque se que tarde o temprano tendre que hacerlo.

No se donde estamos exactamente así que tampoco se si estamos muy lejos... Digo con una risita. ¿Tu de donde eres?

-Oh, pues de un pueblecillo no muy lejos de Londres, mis abuelos tienen una casa de campo bastante grande desde que dejaron de trabajar en el Hospital de San Mungo... asique cuando...-se interrumpe y carraspea un poco-cuando me fueron a buscar-resume-me criaron allí.

Se estira sobre la cama de Sara y la mira disculpándose.

-A lo mejor te he despertado demasiado pronto-baja la voz arrepentida-lo siento mucho , Sara