Llego al comedor con el resto de mis compañeros y me siento en el lugar que Ithan nos ha reservado.

Veamos que tenemos hoy para desayunar.

Cojo un poco de zumo y fruta. También unas tostadas con un poco de tomate y Jamón.
Empiezo a comer con los modales adecuados a mi educación y clase social.

Estoy deseando ir a clase. ¿Qué nos enseñaran hoy?

Cuando termino de comer la escasa comida que suelo desayunar me disculpo ante mis compañeros y me marcho a clase.

Si me disculpáis…

Os veo en clase.

Gabi terminó el zumo de calabaza y se levantó rápidamente para decirle al moreno:

-Espera Asenoc, voy contigo.- Se puso la mochila velozmente y, antes de alcanzar al chico se dirigió a Ithan.

-Nos vemos allá.- Y, acto seguido, salio tras el otro niño.

Tras desayunar rápido me dirijo a clasea toda velocidad. No era plan de llegar tarde.

Enya llegó al Comedor un poco por detrás del resto, después de haberse quedado empanada leyendo un libro en la Sala Común. Casi ni se había enterado que el resto estaba terminando de salir por la puerta, cuando ella estaba aún sentada sin coger sus cosas y con la cabeza fija en el libro. Se sentó entre Ithan y el chico ese del nombre que no sabía, y que posteriormente se enteró que era "Asenoc" (iba a ser difícil recordar más nombres). Cogió unos buenos dulces y varias piezas de fruta que devoró a mandíbula batiente. Miró cómo se iban marchando Gabi y Asenoc y luego a Ithan. Estaban prácticamente ya solos:

- Quizás deberíamos ir yendo, ¿no? ¿Nos toca con los Slytherin? Esa pregunta iba obviamente con retranca. ¿Qué tal Kendra? ¿Sigue muy afectada? ¿Me cuentas de camino?

Acabando de desayunar, asintió a las palabra de Enya sobre marchar a Clase. - Si, deberiamos ir tirando o se nos hará tarde. - Se puso en pie, recogiendo sus cosas. - Sí, hoy nos toca con los Slytherin. Según me enteré, estan medio peleados entre ellos. - Se encogió de hombros y asintió cuando preguntó por Kendra. - Está mejor, la verdad. El tiempo ha sido un gran balsamo. Le tenía mucho aprecio a Sócrates. -

Le fue explicando, mientras salía del Gran comedor hacia clase. - Quizás después de clase, si te apetece, Gabriela, Asenoc y tu podríasi veniros conmigo y Kendra. Así conocemos conocemos a Asenoc. -

Cuando llegó al Gran Comedor se cruzó con Enya e Ithan que salian -¡Buenos días! -saludó a los dos niños- Voy a ver si como algo, en seguida voy a clase.

Se sentó y desayuno sin prisa pero sin pausa, no queria atragantarse, y después de beberse un gran vaso de zumo de calabaza salió del Gran Comedor en dirección a clase.

Se había prometido a sí misma que iría antes a desayunar como el resto de chicos. Una vez más, había fracasado en algo. Se limitó a comer resignada, mientras pensaba que su vida debía de dar un giro. Aunque... ¿para qué? Ellos aprendían conjuros mientras se fingía que todo iba bien.

Pero no era así, y podría haber otro atentado pronto. O peor, podrían intentar sabotear la ceremonia de fin de curso. Si en la de Halloween murieron mascotas, ¿qué pasaría en un acontecimiento tan destacado como el que daba fin a un año de clases? Con ese pensamiento se comió el desayuno y se levantó.

Tras la clase de Encantamientos estuve vagueando un rato con mis amigos hasta que nos entró hambre. Me siento en la mesa, me sirvo algo de estofado y lleno una copa con agua.Como con calma, algo raro en mí.

Llegaron juntos al comedor.

Asenoc espero a que las chicas tomaran asiento y lo hizo a continuación.
Esos modales podían parecer ridículos aquí pero lo hacía de un modo inconsciente.
Le habían enseñado a comportarse así para las reuniones sociales y las grandes fiestas en las que aparecía su padre. Una de las pocas ocasiones en las que podía verlo.

¿Sabéis? Comer aquí es todo un placer. Siempre tiene todo un aspecto excelente.

Tras el penoso resultado en la clase de Transformaciones, decido pasarme por la mesa de los leones a gorronearles un poco de comida. Al llegar, saludo a los presentes, aunque realmente no me fijo demasiado en quién hay allí, busco con la mirada directamente a mi hermano, o en su defecto a Nick.

- Ey. -Le saludo con una suave colleja y tomo asiento junto a él.- Tengo algo para tí. ¿Qué me das a cambio? -Muevo las cejas repetidas veces buscando llamar su atención, mientras sonrío. Como no estaba allí únicamente de mensajera, alargo una mano para servirme un poco de pescado y patatas fritas y así le doy tiempo a mi hermano para que se lo piense un poco.

Pues tampoco es tan especial su comida.

Uy noto una pescozón en el cogote... Levanto la mirada y me encuentro a mi hermana, que ha venido a hacernos una visita.

-¿Y qué le trae a la Princesa Morg a la mesa de los leones?- sonrío levemente. Enarco una ceja cuando dice que tiene algo para mí. A cambio de algo. Dejo que se sirva comida antes de responder –Verás Sis, esto no funciona así. Ley de la oferta y de la demanda, primero tú tienes que decir qué ofreces y luego yo puedo darte un precio. Es el principio básico de la negociación- respondo muy seriamente. Cojo una manzana y la empiezo a morder. Vale, reconozco que se me hace raro no vernos nunca, este curso parece que no hay manera de coincidir en ninguna clase -¿Cómo te fue en clase? ¿Perdiste muchos puntos?

Gabi sonrió al ver los  gestos caballerosos de Asenoc.

-No me había dado cuenta de que siempre haces eso.- Le dijo mientras se sentaba. Entonces comenzó a servirse animadamente un pastel de carne.

-Pues sí, de verdad aquí ni siquiera Enya puede quejarse de que la coida es mala.- Le dijo haciendo referencia a la chica metamorfomaga. -¿Verdad?- Le preguntó a su amiga.
 

- Es una nota de alguien, quiere que te reunas en cierto sitio. La cosa promete. -Afirmé con la cabeza, tratando de darle más énfasis a lo jugoso de la nota. Me llevé a la boca un trozo de pescado con unas cuantas patatas, mientras observaba la expresión de mi hermano. A saber qué me ofrecía a cambio...- Ni gané, ni perdí. Una mierda. Se supone que esa clase me gusta... Joder, menos mal que no tenemos Historia de la Magia.

Suelto una carcajada ante la respuesta de mi melliza. Una nota para reunirse, sí, claro.

-Claro, Morg, y ahora qué ¿me dirás que estás haciendo de...? Veamos, ¿cupido? Nah, improbable. ¿Espía secreto?- me quedo pensativo unos segundos -Naaah, la sutilidad nunca ha sido tu fuerte, serías muy mala agente secreto. Entonces ¿qué puede ser?- sigo pensando posibilidades -¿Alguien en la sombra que quiere confesar el crimen de las lechuzas y las mascotas? Lo dudo, esas cosas no pasan ni en los libros-  me encojo de hombros -¿Qué es? Una nota de James o de Matt?- es lo único que se me ocurre que pueda ser –Te ayudo con tus deberes de esta semana. No pienso darte ninguno de mis artículos de Sortilegios Weasley, si eso es lo que querías a cambio. Lo tomas o lo dejas- finalizo con total indiferencia. Pongo la mano delante de ella, indicándole que suelte la puñetera nota, que al fin y al cabo, no es suya.

Llegó por fin al Gran Comedor y se sentó junto a sus compañeros de primero -Si, la verdad es que todo por aquí está muy rico -dijo mientras se sentaban.

Luego tenían clase de duelo, era de las clases que menos le gustaban a Kelly -¿Qué creéis que nos enseñarán luego? Espero que nadie acabe en la enfermería, la última vez que vi a los hermanos Knower, Orsolya acabó en la enfermería-dijo rememorando la clase de recuperación que habían tenido hacia algún tiempo.

Eli llegó pensando, como era más que habitual en ella, en sus fracasos académicos. Ni con la ayuda de Perry había conseguido sacar el conjuro. En fin, otro año más por debajo de todos.

Cogió un plato de comida y se sentó cerca de Dariel, que hace un momento se ofreció a ayudarla. Ella había estado ocupada con Perry, pero se había percatado de su ofrecimiento.

-La comida está muy bien, a mí también me encanta, una lástima que las clases sean tan duras- y fue entonces cuando se dirigió a Dariel- y no creas que me he olvidado de lo que has dicho antes, cuando tengamos tiempo deberíamos practicar los hechizos. Pero te lo advierto, soy muy mala alumna, hay que tener paciencia para que me salgan las cosas bien.

Si es que salen bien alguna vez, pensó la niña con actitud derrotista.

Enya se sentó al lado de Gabi y Asenoc, quien les había hecho un gesto para que tomaran asiento antes que él. - No, la verdad es que no tengo ninguna queja. Es verdad que en algunos sitios me cuesta encontrar algo que no lleve carne, pero aquí puedo tomar de todo y realmente variado. Mientras decía eso, empezaban a dar cuenta de un potaje de verduras y luego de postre de hojaldres rellenos de diferentes mermeladas. Con una amplia sonrisa asintió: -Sí, sin duda. Aquí se come muy bien. 

En cuanto al comentario de Kelly, se le borró un poco la sonrisa a Enya, ya que de nuevo no era una de sus clases que mejor se le diera. Sí, siempre iba lanzada a aprender y no tenía miedo de probar nuevos conjuros, pero no solían salirle demasiado bien. - Espero que nos vaya bien y nadie acabe en enfermería...

Llego al comedor de mal humor al no haberme dejado entrar el profesor en la clase de por la mañana así que me siento y tras comer en silencio me levanto y me marcho sin hacer caso a nada de lo que escucho.

Cuando he terminado mi primer plato, un poco de Risoto de Boletus hago una pausa para comentar algo con mis compañeros.

¿Qué os parece si, cuando terminemos de comer, nos reunimos todos en la Sala Común para enseñar el conjuro nuevo a quienes no han tenido suerte en clase?

Si alguien tiene algún otro conjuro sin aprender de clases anteriores también nos podemos poner al día.

Y si queremos ganar la copa más nos vale estar al 100%.

Yo me ofrezco voluntario para ayudar a quien lo necesite en cualquier clase.

A continuación, mientras espero las respuestas de los demás, me sirvo un poco de Pato Asado con manzanas y ciruelas.

¡Pero qué bueno esta!