Partida Rol por web

Me llevo las manos a la boca cuando veo la explosion del barco - Pero... pero esto no se deberia de estar encargando la policia? Buscando pistas y eso? - digo angustiada mientras aparto la vista del mar y miro a los demas huespedes. Estaba deacuerdo con la mayoria que habia hablado, no podiamos votar sin tener pruebas de nada, cualquiera podian haber sido los asesinos de aquella mujer. Pero votar era obligatorio por lo que dijo el Señor Poe y aunque no me hacia mucha gracia esta situacion, votaria solo por el miedo de morir - pero no han dicho que haya que votar imediatamente - asi que lo haria mas tarde, cuando hubieran hablado todos y escuchase algo sospechoso.

La explosión me sorprende,mas que por la muerte de la desconocida,ya ves una mas... por el sitio,se supone que estabamos a salvo.

Me temo que todos son risas en las fiestas hasta que te das cuenta que el tartamudo realmente se esta ahogando,Señores, Señoras y presidentes corruptos, no alcemos los cuchillos y amencemos al resto,menos aun teniendo telefonos rojos y ojivas nucleares o nucelares como diría Homer Simpson, la Señorita Elvira se a guardado su papel y lapiz en su Ford Knox personal,yo no votaré hasta tener mas datos de cada uno de vosotros, empezando desde luego por un detalle infimo,que han venido a vender o comprar ,que le ha traido a este lugar del mundo? 

Un burbon por favor,le dice al camarero mientras deja su sombrero ,mejor deja la cubitera unos vasos y la botella,esto va a ser largo.

De repente todos empezaban a hablar de votaciones. ¿Votar qué? - Yo opino lo mismo que la señora Castillo. ¿Dónde está la policía? Deberían ocuparse ellos.

Luego miré al señor Trump - Me explica usted a qué viene eso de votar quién ha sido como si tuvieramos la verdad absoluta para que venga usted a decirme que ha sido uno sólo por ser extrangero. ¿Es que usted le ha visto o algo?

No podía creerlo, me negaba a votar, no desconfiaba de nadie. ¿Cómo podía señalar a una persona? A saber lo que le harían y luego recaería sobre mi conciencia

El Conde Olaf, el cual estaba escuchando todo lo que ocurría desde la habitación contigua volvió a entrar y acercándose al Sr. Poe le sugirió unas sabias pero aún así ponzoñosas palabras. Con su lengua sibilina y sus movimientos de afanado actor no le sería difícil de convencer al pobre confuso e inoperante banquero de lo que quisiera.

-Los que se niegan a votar son los más sospechosos sin lugar a dudas, y lo que es peor, van en contra de lo que usted, Sr. Poe, la autoridad presente; ha indicado con su buen ojo. Creo que se deberían tomar medidas disciplinarias con aquellos que no desean colaborar con nosotros, los inocentes...

Mr. Poe, al cual toda esta situación le sobrepasaba notó calidez en las palabras del Conde, un toque de amistad y apoyo nunca antes proferido por parte de aquellos millonarios que con tanto dinero y poder habían perdido lo que el Conde Olaf profería, el "toque humano"; gracias a esto, Poe no pensó mucho más en lo que decía Olaf, sino que directamente asintió a su propuesta.

-Sí, Sr. Conde Olaf; el que _-Cough- no colabore a ^-Cough- atrapar a esos Ladrones y Asesinos es _-Cough- porque en verdad son ^-Cough- los verdaderos Ladrones y _-Cough- Asesinos. ¿Quién sino no querría ayudar a atraparlos?. Por eso el que no vote ^-Cough- recibirá consecuencias _-Cough- desagradables.

Por primera vez desde que llegó a la isla, Elvira frunce el ceño ante las acusaciones del señor Olaf y de Poe.

-No creo que nadie se haya negado a votar, señor Poe- dice Elvira tomando la palabra y acercándose con un suave contoneo de caderas hacia el hombre.- Simplemente, queremos conocer antes a los presentes. El cielo me libre de portarme mal y dar un nombre indebido... por mucho que me intriguen sus medidas disciplinarias -añade con un guiño de ojo.

Nuevamente me encontraba en una mala situación, con malestar publico y indices de inseguridad altos, por ello siempre promovía el uso de fuerzas autoritarias poderosas y respetables pero nada se me daba mejor que arreglar aquellas situaciones, me pare sobre un montículo para que todos me oyeran -compañeros y compañeras, es obvio que esta es una difícil realidad y para sobrepasarla es necesario un líder- espere a ver las reacciones de mis espectadores, especulando quien podría ser -y desde luego yo soy el mas apto para ese rol, mis capacidades intelectuales y de liderazgo nos llevaran a un desenlace fatídico para el asesino y una grandiosa victoria de los inocentes, tranquilos no se apresuren a aplaudir, luego escuchare a la plebe, por ahora propongo que si no poseen una información concreta del culpable, dejen su voto al azar, no hay por que inculpar a nadie sin pruebas y eso seria lo mas justo-.

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-Ha la inocencia de las mujeres, en primera mi querida niña yo no sugerí las votaciones esas fueron propuestas por nuestro amigo afroamericano con tendencia a los ataques de tos- contesto a la señorita Handsome  y observó al Sr. Poe, todo hubiera seguido con tranquilidad pero ahora un muchachillo proponía de hacerse del liderazgo, algo sospechoso.

-¿Usted un líder apto?- observo al jovenzuelo con tendencias temerarias – Me habrás de disculpar amiguito pero aquí los únicos a los que confiaría el liderazgo es a aquellos que pueden dirigir una nación y a usted no le veo ese potencial- me acomodo la corbata – en todo caso no creo que se necesite de un líder en esta situación aquí necesitamos hacer justicia,  ya sea por la pobre dama hundida en el mar o para salvaguardar nuestras fortunas y bienes-  me acomodo el saco – ¿y para que querríamos un líder acaso una estratagema para que no parezca usted culpable  o para que manipule nuestras opiniones?.

Luego de escuchar todo lo que se planteaba suspiro para decir:

-Antes que un líder necesitamos ponernos de acuerdo en algo y es que la señora inglesa murió dentro del barco y dado que las sospechas ya no están ni en nuestro anfitrión ni en el encargado de la subasta debe de estar el asesino entre nosotros,el tema es que para poder develar el mismo,lo primero que debemos de hacer es buscar pistas y recoger los relatos de todos los aquí presentes,demostremos nuestra inocencia hasta que los testimonios y las pruebas demuestren lo contrario,por otro lado ya vote quien es mi sospechoso y no diré su nombre porque si se demuestra que dicha persona no es habría que descartar a esa persona o a las personas que las pruebas descarten como tal.

Después mirando al señor Poe digo:

-Usted mi estimado Poe aquí no es ni ley ni jurada ni nada parecido por lo que no puede darnos ordenes,si fuera así ¿que le parecería si desde el principio lo acusamos a usted como el asesino?,y ¿si todos votamos a usted o al Conde Olaf como los asesinos?,que coincidencia mas rara que ocurriera este asesinato e inmediatamente nos mandaran a votar,cualquiera diría que se quieren liberar de ser sospechosos ambos,la actitud de ambos es muy extraña,¿acaso no pudieron haber tramado todo esto para que quedamos aquí encerrados con algun grupo que se encuentre aquí presente?,digo,por como pinta todo los dos primeros sospechosos que nos hagan votar sin pruebas o permitirnos investigar a fondo el caso,es muy raro.

Walt Reginald escuchó uno a uno a todos los que iban interviniendo asintiendo a las palabras de casi todos. Las únicas notables excepciones a esto fueron el mitin del extraño joven*, que le provocaron un enarcar de cejas en lugar del habitual asentimiento, y la voluptuosa señorita Elvira, que provocó que Reginald se tuviera que secar el sudor de la frente con su pañuelo bordado dejando impresa justo sobre la ceja derecha una letra R invertida de tinta azul producto de las letras que había dibujado para ocultar las iniciales originales. A pesar de haber estado asintiendo, cuando tomó la palabra, no pareció dar la razón a nadie.

Quisiera aclarar que el voto que he expuesto sobre el chicano de bigote no se debe a un comportamiento producto de la xenofobia. No soy xenófobo. No tengo nada contra los inmigrantes. De hecho, América es una nación de inmigrantes. Tampoco tengo nada contra las razas inferiores, como la del señor Poe. Si he señalado al señor Bigote (y esto no es racismo) es solamente porque su sucio, apestoso y maloliente país no ha parido otra cosa que criminales, y por eso, para que pudiéramos distinguirlos de la gente de bien y de los pobres negros (que ya bastante tienen para sí) Dios en su sabiduría, les marcó con esa piel sucia del mismo color que el barro, la mugre y los desechos fecales.

Pero esto no es racismo. No tengo nada contra ninguna raza, grupo de personas o animales. Ni siquiera contra los malditos judíos.

Aclarado esto, estoy totalmente de acuerdo con el señor Adolf en los tres puntos que expone tan claramente:

1) Es evidente que el señor Poe y el conde son totalmente inocentes de estos actos deplorables

2) Yo también insto como Adolf a manifestar públicamente el voto de cada uno ya que, de lo contrario, si continuamos como hasta ahora, al finalizar la votación todos ustedes solo conocerán tres votos: El mío, el de mi presidente y el suyo propio. Y eso imposibilita totalmente sacar conclusiones.

3) Exponer las coartadas de cada uno no tiene ningún valor ni proporcionará ninguna pista. De hecho es harto improbable que seamos capaces de deducir el asesino buscando pistas.

Si Walt Reginald se había dado cuenta de que había expuesto exactamente lo contrario de lo que había defendido Adolf, ni su expresión, ni su rostro, ni sus gestos lo reflejaban. Más bien parecía que había entendido totalmente al revés las palabras del clon del ario.

Observé en silencio las intervenciones, algunas sensatas, otras no tanto, intentando encontrar en ellas una sombra de culpabilidad pero debo admitir que no pude hacerlo. Cualquiera podía ser culpable o inocente, y basado en mi larga experiencia sabía que, a pesar de lo que podría pensarse, esas características no eran excluyentes entre sí. La vida no es blanco o negro.. Incluso yo, alguien inocente y lo suficientemente puro como para contar con la aprobación de Sir Galahad, era culpable de disfrutar leer un libro con un vaso de whisky escocés de Campbeltown frente al hogar. Claro que entre eso y asesinar a alguien hay una larga diferencia.

De forma discreta aferré como mayor fuerza el asa de mi maletín, temeroso de que el objeto que allí se encontraba cayese en manos de personas tan inescrupulosas como para matar. Luego acomodé mis gafas antes de hablar.

-Es tan inadecuado juzgar a alguien por su raza como hacerlo por su nacionalidad, familia, profesión o reputación. Recorrí con la mirada a los presentes. -Pero ya que no tenemos pruebas reales de la culpabilidad de alguno de los presentes, esos motivos son tan correctos como cualquiera. Admití. -Por mi parte, esperaré un poco más antes de votar.

Encontrar al culpable, como si fuera tan facil, acabamos de conocernos. Que fastidio yo solo queria llevarme un buen pellizco antes de volver a casa y ahora estoy encerrada con esta gente.

Yo tampoco votare todavia, aun necesito mas información de los presentes y dios me libre de crearme mas enemigos de los que ya tengo.

Me temo, dice con un tono mas alto para parar el conato de conflicto entre los presentes,me temo que el único presidente que me rige es el de los billetes de 100 Dolares, Señores me temo que estamos todos  un poco nerviosos y con razón, como me dijo un vendedor ciego de churros en Bucarest "nunca hables,de religión, política o futbol" e intento seguir con esa norma para no liarme a tiros con nadie, creo que sería buena idea como dije antes saber por que estamos aquí cada uno.

Se quita el sombrero y seca fu frente con un pañuelo blanco que saca de su chaqueta.

 Como le dije a un japones en una playa nudista de Ibiza " salvo una insolación no vas a conseguir nada" entremos en la sala de estar y tomemos algo, aquí compañeros no vamos a solucionar nada y con el calor incluso nos violentaremos mas.

Clarence encamina sus pasos hacia la salita.

Por mi parte, ignoré la invitación recientemente pronunciada y, sin soltar mi maletín, preferí buscar el aire fresco del patio.

Decidí seguir al señor Seen a la sala de estar, a ver si así lograba serenarme un poco. No me podía creer lo que estaba viendo ni oyendo. Gente queriendo liderar a un grupo que acaba de sufrir un golpe como ese. Pero antes de echar a caminar respondí - Si vamos a lincharnos así sin ton ni son  y sólo con nuestros prejuicios, creo que me fijaré en los xenófobos y racistas. Si uno no le gusta por su nacionalidad y vigote y otros por no se qué; vete tu a saber porqué no les gustaría la buena de la difunta mujer.

-Claro que se necesita un líder, se requiere alguien que ponga orden y que desempate la votación si es que es necesario, una especie de alguacil, con olfato justiciero y que determine al culpable en tal caso, es mas hasta su voto podría valer doble, pero eso se tratara después... y la persona mas indicada para ese rol soy yo, así es Señor Trump, en mi profesión de consejero de presidentes, he ayudado a mas Repúblicas y Estados de las que se imagina, yo fui quien propuso al partido demócrata la posibilidad de un presidente negro, yo fui quien llevo a la victoria a Macron en Francia, por mí China mantiene un régimen tan estricto y con una economía tan prospera, vio Venezuela, como crees que el maldito de Maduro todavía se mantiene en el poder, desde luego que soy apto para ser el líder con muchos menos años de experiencia que tu-.

Al parecer la moza me vio algo agitado por tal discurso, desde ya que me refuten algo me enfurecía, pero esta no era la ocasión, tenia que demostrar mis hazañas ante el resto, ya que me gustaba alardear de ello y esta fue la oportunidad perfecta, se acerco a mí para ofrecerme un poco whisky pero lo rechace, no podía beber en aquella situación con gente de tal clase alrededor mío.

 El Sr. LeFou había escuchado suficiente del parloteo innecesario de los demás de los presentes y se levanta del sillón en el que se encontraba sentado, al que ya se le habían roto algunas soldaduras. Con su paso lento pero decidido, se empieza a dirigir al Comedor de la Mansión, murmurando algunas palabras en francés.

- ils... port...aient... beaucoup... ("aburren... y mucho")

ils por..taient beaucoup

[URL=http://picasion.com/]

Suficiente parloteo, ese jovencito me está empezando a fastidiar, -recordare bien su nombre amiguito, por mi parte creo que se me ha antojado un Martini, veré donde conseguirlo- digo mientras abandono la sala de estar para dirigirme al comedor, un buen trago quizás sea lo mejor.

Viendo que todos estaban abandonando el lugar para dispersarse por la casa, hice lo mismo. Necesitaba aire puro asi que me diriji al patio con tranquilidad.

Parecía que iba a ser un largo día, uno que no pasaría con el estómago vacío. Arthur decidió apagar su cigarrillo tras toda la charla y dirigirse al comedor.