Partida Rol por web

Los Millonarios y Jerome tras reencontrarse en la entrada del edificio donde la Subasta daría lugar, en Veblen Hall, decidieron entrar todos juntos para ver como, por algún motivo, la subasta había comenzado hacía unos cuantos minutos; pues Esme y Gunther ya habían subastado algún que otro producto al resto de personas interesadas y mirones de aquella pequeña ciudad, los cuales habían llegado a la hora prevista; al parecer la fecha que los Millonarios recibieron de Esme, era errónea.

La estatua de un Arenque Rojo (Red Herring, tal y como estaba escrito en la guía de la subasta) acababa de ser vendido por un comprador anónimo, que al parecer tenía mucho interés en adquirir tal escultura; por lo que, ya la estaban sacando del escenario para transportarla en una pequeña y desvencijada furgoneta.

Viendo la llegada de los Millonarios, Gunther hizo una mueca de disgusto y miró a Esme quien también parecía realmente preocupada y molesta por la llegada de los Millonarios y de un Jerome que no entendía qué estaba pasando, si habían llegado antes de la hora. Pese a ello, Gunther decidió rapidamente despachar el siguiente artículo, un Jarrón de la Dinastia Ming.

-33. Jarrón de la Dinastía Ming. ¿5 Dolares?

Un comprador entre el público de la primera fila levantaría la mano, a lo que Günter aprovecharía para coger el jarrón sin delicadeza ninguna y entre sus dos manos lanzarlo a un inesperado nuevo propietario de un Jarrón de la Dinastía Ming, quien, tuvo que atraparlo al vuelo si no quería ser el Nuevo Propietario de trozos de porcelana pertenecientes a un Jarrón de la Dinastía Ming.

Mientras tanto, los Millonarios comenzaron a entrar y sentarse en los puestos marcados para ellos, una vez que se sentaron todos, se pudo observar el gran vacío que había entre ellos, un recordatorio de todos los Millonarios que habían sido heridos y muertos en el transcurso de esa pequeña aventura.

Por otro lado se dieron de cuenta de que la Subasta estaba siendo retransmitida por la televisión, según el gran número de cámaras apostilladas en la parte trasera del Salón de Audiencias. Pese a ello, eso no les importó lo más mínimo, a fin de cuentas, en el caso de querer pasar desapercibidos, solo no tendrían que girarse.

La siguiente pieza a sacar a subasta no era más que una simple caja con las letras V.F.D. pintadas en ella, además de eso tenía 3 pequeños agujeros en cada una de las 4 esquinas laterales de la caja, con la obvia excepción del fondo y del tope de la misma, claro está. Pues estaba bien precintada con algo tan útil como importante, cinta adhesiva, a montones.

-El número 34 es el V.F.D., por favor, el cual no hace falta ni presentar. Este incluye además la caja que lo transporta, la cual, por favor, cabe remarcar que tiene 3 agujeros para respirar en cada uno de los 4 lados que tiene un cubo, por favor, ¿Quien da 20?.

Al fin algo por lo que había venido, pero ya éramos tan pocos que un sentimiento de vacío se me hizo en el estómago, pero no había llegado hasta aquí para morir y menos después de tan tortuoso camino.

Al parecer no éramos bien vistos pero claro nunca lo seremos, así que por que no molestar mas al Conde y la elegante dama, después de todo ser una piedra en el zapato de alguien me daba bastante placer.

-Ofrezco veinte- dije -Después de todo esa caja me parece lo mas Inn de aquí- quería ver como reaccionarían  ante esto.

Por fin algo que me gusta... bueno no tengo ni idea de lo que hay en la caja pero mejor pujar que ser asesinado.

Clarerence se enciende con parsimonia el puro y se sienta al fondo,busca con la mirada algun camarero.

Subo 7 mas y que alguien me traiga un whisky con hielo,mas whisky que hielo,mejor traiga una copa,la cubitera y la botella.

Dennise, que aquel dia lucía más palida, enferma y confusa, llego a la escena y se acomodo en una silla cercana a sus compañeros, sus pensamientos eran maldiciones contra la inutilidad del señor Poe y mas que ello, contra el conde disfrazado de baron de la europa del este.

Sin embargo en cuanto vio la caja se sento recta como era y la vena competitiva familiar fue a participar.

- 44 declaró antes de buscar con la mirada al resto y ver si estaban cerca en verdad

-55

Una voz familiar se alza sobre las apuestas proferidas por el resto de los asistentes, aquella voz era nada más y nada menos que la del Sr. Poe, el Banquero que en teoría tendría que estar buscando al Dr. Henry Walton Jones desde el aire con unos prismáticos que le regaló su esposa por su aniversario. Pero, ahí estaba.

-Oh, disculpen; Millonarios queridos, pero es que me comentaron que buscar a gente no era IN y mi esposa no me dejó hacer nada que no sea IN, o lo que es aún peor, anti-IN... ¡OUT!. Así que, tal y como ella dice, para compensar he de venir aquí y hacer cosas IN, como es participar en la subasta IN, con Millonarios IN, y con un hombre extranjero IN.

Acto seguido al Sr. Poe le dió un ataque de tos.

-Por cierto, ¿Dónde está el Francés?.

Antes incluso de que la conversación se desviara, Gunther decidió continuar con la subasta cantando el precio y el nombre de la persona que ahora lideraba la lista de las apuestas.

-55. De parte del Banquero metomentodo.

Antes siquiera que el Banquero pudiera quejarse del adjetivo que le había puesto ese hombre extranjero, y además de preguntar el motivo por el cual sabía que era banquero. Una voz muy cercana a este se alzó para superar su apuesta en un abrir y cerrar de ojos.

-60

-Has apostado en mi contra, cariño... -Replicó el Banquero a su mujer.

-Pero se vería genial en la Sala del Té... -Contestó ella, haciendo que Poe bajara la cabeza.

Gunther miró a alguien del público y se tocó la nariz repetidas veces a modo de un tipo de señal secreta, o incluso código que solo él y aquel compinche podrían conocer e identificar; pese a ello, todos podrían ver que Gunther tenía un especial interés en que aquel hombre apostara por el V.F.D.

-70. -Respondió aquella persona de sexo indeterminado que por algún casual se asemejaba alarmantemente a la Enfermera Lucafont.

-80. -Respondería rápido el Sr. Poe, sin darle tiempo a Gunther a decir la máxima apuesta.

-90. Replicaría la persona de género indeterminado.

-100. Y esta es mi oferta final.

Y con esta sentencia, el Sr. Poe se quedó tan pancho por haber sido el máximo en apostar por el V.F.D.

-112.

Desde la llegada al lugar del evento, Yoshitoko quedó absorto leyendo el catálogo que había logrado adquirir. Allí aparecían los artículos que iban a ser subastados y entre ellos le llamó la atención el que estaba resaltado y tenía las iniciales F.V.D. Rápidamente su mente empezó a analizar lo vivido hasta entonces y reparó en las letras que aparecían en las hamburguesas... F.V.D. Exactamente las mismas. El mafioso entonces no dudó y decidió pujar...se haría con el contendio de aquel paquete a cualquier precio. Estaba convencido de que sería fundamental para lograr salir vivos de allí.

- 124! Comentó levantando la mano y con el rostro sombrío de aquel que está dispuesto a seguir pujando.

-¡128! -Subido ligeramente Satur, para intentar adelantarse a la mujer de rostro androgino. Acababa de recordar que Larry el camarero, había aparecido en ese horrible restaurante que solo ponían Salmon hasta en el agua, mostrando una servilleta con esas mismas iniciales, así que debía ser importante, para ellos los millonarios.

Y que era 128 "monedas" de nada...

-127

Una mirada de decepción se pudo ver en el rostro de Gunther, como si esperase más de aquella persona y ahora lo hubiera decepcionado a causa de un nulo conocimiento acerca de si 127 era mayor o menor que 128. Pese a ello, a parte del gesto de decepción que le echó, no dijo absolutamente nada. Sino la que habló fue Esme en su lugar.

-Cariño, 127 es menor que 128...

Un instante de silencio cubriría toda la sala, a la espera de una nueva respuesta por aquel hombre o mujer, o como este quisiera reconocerse a los demás. Pese a ello, y aún con la boca abierta mientras pensaba en las palabras de Esme, este indagó nuevamente.

-¿Lo es?.

-¡SÍ! -Dijo Esme rapidamente y con un tono autoritario y enfadado.

-De acuerdo... lo siento... Apuesto 200.

El público en general contuvo un grito de sorpresa por tal gran y enorme gasto por el V.F.D. ¿Quién gastaría tanto dinero en el V.F.D.?. Bueno, sea como sea, a él tampoco parecía importale muy a pesar de la mirada de odio que Gunther le lanzó.

-No me importa... no es mi dinero...

Gunther realmente estaba molesto en parte porque su subordinado había apostado demasiado; pero por otro lado, estaba deseoso por ver como aquellos Millonarios decidían si continuar con la puja, o por el contrario, echarse atrás de una buena vez.

Dennise observo al resto de interesados con diferente grado de molestia y ay, cuando uno solto aquel 200 se le agrio la boca, no por el costó sino por lo que significaba.

Demoraria un poco quedarse con la caja.

Ah. Las cosas que se hacen por vanidad.

-208 - una cosa que quisiera la caja y otra que ofreciere mucho.

-226!! Y miró desafiante a Gunther y Esmé... El señor Tukoshita empezaba a pensar que esa caja tenía más valor por su significado que por lo que pudiese contener. Igual contenía unos simples caramelos, unas roídas postales, unos insulsos tapetes de punto... Le importaba un carajo, ¿Que era F.V.D? ¿Las siglas de una organización ultrasecreta? ¿Los códigos para detonar un misil?