Partida Rol por web

Me siento junto a Sasaki. Por un momento me quedo callado, sin saber bien si decir algo o no. Finalmente me decido por no alargar un silencio que se está haciendo incómodo.

¿Quieres ayudarme a limpiar la cocina y luego preparar el plato que te dije que iba a hacer? Sonrío a la chica, nervioso por si aceptará o no. Quizá le resulta raro, o sus costumbres son distintas y no suele cocinar con otros. No sé, muchas veces las costumbres de este país me resultan completamente extrañas.

Ethan pasó a buscar sus cosas y se vio sin su cartera. Una mezcla entre horror y sorpresa se mostró en su rostro. Miró a Tuan con un gesto triste y cuando vio que este accedió a ayudarle por el momento, le sonrió.

- Muchas gracias - le tendió la mano de la emoción, pero luego recordó que los japoneses no hacían eso, así que solo le hizo una reverencia y le sonrió a sus compañeras con agradecimiento. Era cierto que encontrarse sin papeles y sin cómo salir de allí era un gran inconveniente, así que haría lo posible por poderles ayudar en lo que le pidieran.

- Haré todo lo posible para agradecer su ayuda. Solo díganme qué necesitan - y entonces, se dispuso a ayudar a las chicas a llevar lo que consideraran necesario para la casa. De manera torpe, su travesía comenzaba. Solo restaba esperar.

Una vez en el autobús, me siento junto a Sasaki. Por un momento me quedo callado, sin saber bien si decir algo o no. Finalmente, parece que me decido a hablar con la chica, aunque mantengo un tono de voz bajo así que, a menos que alguien escuche atentamente, no oirá lo que hablamos.

El asunto terminó por resolverse de forma medianamente satisfactoria. Al menos el chico Ethan no tendría que pasar un rato incómodo de regreso a la ciudad, aunque por un momento la morena se sintió un poco culpable por la forma en que el profesor cedió, estando bajo presión. Freedom volvió junto a Alizee y ayudó a llenar el carrito, sintiéndose satisfecha con el resultado.

Mientras el profesor se iba encargando de hacer el pago, la morena sacó el móvil y mandó un mensaje grupal por la aplicación de Line para avisar que iban en camino.

Con el grupo reuniéndose en el mostrador con las cosas, y ya llegando el momento de pagar, Niū aprovechó para ir a buscar leche, huevos y tofu. Llegó justo a tiempo para incorporarlo a la compra y luego lo cargaron como mejor pudieron en bolsas para ir al coche.

Menos mal que Ethan valía un potosí y ayudó llevando las peores cargas, sino no sabía cómo hubiesen podido llevar todo aquello de una sola vez. Lo que le recordó que también deberían añadirle a él al grupo de LINE, fuese una visita breve o no, merecía estar al tanto de todo lo que ocurriese por el chat. Luego en el viaje de vuelta a la casa no debía olvidarlo...

Miró de reojo con cierta curiosidad, los ingredientes que había comprado Viktor para la cena. Por lo que vió, debía ser alguna receta de masa de carne y verduras envuelta en col. Tenía ganas de probarla. Sin embargo, para su gusto creía que Viktor había comprado poca cantidad. Vale que ella solía pasarse con las cantidades, pero no creía que aquello fuese suficiente para todos.

No obstante, no dijo nada por no contradecir a su compañero, pues quizá se equivocaba y él había calculado bien las cantidades. Si por lo que fuese hacía corto, ya le ayudaría a improvisar algo para la noche. Comida no les iba a faltar, eso seguro.

Una vez en el autobus, ya con las compras hechas, Freedom se dirigió tanto a Alizee como a Ethan, animándolos a sentarse ella a su lado y al chico adelante. -¿Y tienen mucho tiempo en Japón? No los he visto antes. Aunque bueno, estudio Ciencias Políticas, no tiene sentido que me cruzara con ustedes antes. ¿Quizás conocen a una chica llamada Lyssa? Creo que es artista también, ¿cierto Niu?- Preguntó a la chica de cabello oscuro, antesnde volver su atención a los nuevos. -Ella se quedó en el grupo de la casa. ¿Qué tan dispuesto estás a ensuciarte las manos, Ethan?- Preguntó un poco divertida.

Subo al autobús tras haber realizado las compras, con una sonrisa dibujada en mi rostro mientras me ubico junto a Freedom ya que es la chica con la que más he conversado. Aún extrañada por esta movida en general, me quedo allí pendiente de las conversaciones que van surgiendo y la predisposición que reina es maravillosa. Se nota que la gente es muy maja, dada a hablar y esas cosillas. 

- No mucho, es que he llegado hace poco. Así que todo esto me ha sorprendido muchísimo. - respondo con total sinceridad, con ese marcado acento Francés que no puedo quitarme. - La verdad es que no la conozco, ni de vista, pero seguro que es por el poco tiempo que estoy en Japón. - termino por decir sonriendo. - ¿Y tú hace cuánto estás? - pregunto a Freedom. 

Desde que Sasaki no le había contestado se había quedado algo cortada y se había limitado a centrarse en las compras. Estaba segura de que Sasaki simplemente no la había escuchado... entre que le había hablado muy bajito y que ella estaba concentrada... Pero aquel momoento le había bastado para arrepentirse de hablar y de haberse refrenado de reintentarlo.

Es por eso que Niū se quedó esperando junto a los demás, sin estar muy segura de qué hacer o decir por el momento. Se sentía algo apartada del grupo, todos hablando y ella sin saber cómo actuar...

Debido a ello agradeció inmensamente que Freedom la mencionase, aunque tardó un segundo en entender de qué le hablaba, pues no estaba atenta.

-¿Qué? Oh, Lyssa. Sí, ella está estudiando bellas artes. -asintió mientras sonreía amistosamente a Alizee- No soy una experta, pero por lo poco que he visto tiene mucho talento. -miró al horizonte, pensativa- Estoy segura de que pronto veremos más dibujos de ella... está realmente emocionada con la casa. -comentó mientras se volvía a enfocar en las dos chicas- Es un edificio que rezuma historia. -comentó a modo de explicación para Alizee, que aún no había podido ver el lugar.

Como a ella no le preguntaron directamente por cuánto tiempo llevaba en Japón, decidió no entrometerse en la conversación y limitarse a escucharlas.

Ethan ayudó a las chicas con todos los paquetes que pudo, ya que no quería ser una carga. Por el contrario, quería ser de ayuda para ellas a manera de agradecimiento. Si alguna le pedía ayuda extra, el chico inglés habría aceptado gustoso.

Entonces, Freedom habló. La morena era bastante interesante y parecía ser el alma de la fiesta, siempre buscando conversar y siempre con una actitud positiva. Le agradaba, sin duda. Apenas le indicó para que se sentara junto a ella y a la chica francesa, lo hizo con gusto y una gigante sonrisa. Sus dientes eran brillantes y su sonrisa se veía bastante cuidada.

- Yo soy modelo y estudiante de arte dramático, así que no he tenido el honor, pero de seguro será talentosa. Quienes acceden al programa, suelen ser jóvenes con potencial - miró a las tres chicas, incluida la tímida oriental para que se sintiera más a gusto.

- También llevo poco tiempo aquí, así que todo es una experiencia. Espero poder tomar esto para algún papel y plasmarlo en el escenario. Y Freedom, no tengo problemas en ensuciarme. Estoy acostumbrado al trabajo duro, pues llevo tiempo valiéndome por mí mismo. No soy solo una cara bonita - sonrió de medio lado y alzó una ceja con un gesto algo autosuficiente, pero sin perder la amabilidad de su mirada.

Miró a Niu y le sonrió mirándola directamente - ¿Qué es lo que más te llama la atención de ese lugar? -.

Me giro hacia los demás y les miro. ¿Habéis pensado alguno en cocinar hoy, esta noche? A mí me gustaría preparar la cena, para todos. Quizás sería mejor repartir la tarea, ir haciendo cada día uno la comida y la cena. ¿Qué os parece?

Me vuelvo a acomodar en mi asiento, esperando la respuesta de los demás. Hemos traído mucha comida y, la verdad, quisiera probar todos los platos que han dicho que iban a preparar, pero si los hacen todos a la vez me voy a quedar con las ganas.

La morena se giró a contestar a la chica francesa con una sonrisa. -Pues tampoco tengo mucho tiempo aquí, dos meses como mucho. Soy de Uganda.- Le explicó. -Creo que a excepto de los profesores, sólo Haruka y un chico llamado Jirou que se quedó en casa son japoneses.- Señaló a la chica que estaba sentada junto a Viktor.

Escuchó a Ethan hacer una pregunta a Niu, y luego Viktor les hizo una pregunta. -Hum, creo que Niu quería hacer la cena. ¡Aunque tampoco hemos almorzado! Deberíamos pensar hacer algo sencillo y rápido para almorzar hoy, y bueno... Te puedes poner de acuerdo con Niu para las comidas. Ella ya ha pedido ser la cocinera del grupo.- Dijo Freedom sonriendo. -Yo también puedo cocinar si hace falta, o al menos picar los aliños.-

- Interesante Ethan. - respondo tras ver qué Freedom pasa de su comentario, y le presto toda mi atención. - Es un mundo jodido el modelaje. ¿Cómo lo llevas? ¿Pasarela, gráfico o ambas?- pregunto muy interesada, y de paso se mantiene una conversación más agradable, menos rutinaria. Luego escucho a la morena cuando me responde y asiento, debe ser fascinante su cultura, pese a que es azotada por un montón de conflictos locales. Seguro dará tema para hablar, cuando tengamos más confianza. 

- Creo que todos de alguna manera nos adaptamos, Ethan. Y también me ofrezco, no sé cocinar bien pero seguro aprendo rápido. Ganas no me faltarán. - respondo a todos con una sonrisa dibujada en mis labios que desaparece muy lentamente. De buenas a primeras mola el grupo, es diverso y está claro que tocará encontrar puntos de compatibilidad. - En mi caso, además de estudiar en el Conservatorio, soy bailarina. Pero es más un hobbie que otra cosa, una pasión que aún perdura en mi. - confieso a todos los presentes. 

Niū se giró hacia Ethan cuando éste comenzó a hablar sobre sus estudios y su trabajo como modelo, aunque por sus estudios debía apuntar a actor. Al mencionarlo, le miró como si le viese por primera vez, no se había fijado al conocerle, quizá por los modos en los que se había presentado al grupo, pero era cierto que era un hombre atractivo.

Fue a comentar, pero Freedom y Alizee se le adelantaron, por lo que las escuchó en silencio, esperando la respuesta de Ethan.

Éste le preguntó sobre qué le había llamado más la atención del lugar, supuso que de la casa. Lo pensó seriamente antes de responder.

-Supongo que es el saber las muchas personas que han vivido en la casa... la sensación de que, en cierto modo, el lugar ha quedado impregnado de algún modo por ellos... -se puso algo roja y agitó la mano, quitándole importancia- Es una tontería, pero me gusta imaginar ésas cosas.

Cuando Viktor expuso sus preocupaciones referentes a la preparación de cenas y comidas, Niū sonrió levemente.

-Hacer comida para unas quince personas no es tarea fácil. Me encantaría poder ayudarte ésta noche, y así podría aprender un poco sobre la cocina de tu país. -le propuso para la noche- Sobre la comida de hoy, me encargo yo... y mis ayudantes. -agregó sonriendo al grupo, pues casi todos los presentes se habían ofrecido a ayudar- Y no te preocupes por ir rotando, a mí me encanta cocinar. Y mi hermano y yo tenemos práctica trabajando en el restaurante familiar, así que hacer comida no nos supone ninguna molestia. -sonrió de nuevo al grupo- Aunque por supuesto, toda ayuda o deseo de aprender será bienvenido.

Afirmo a Niu, con una sonrisa. Pues supongo que, para compensar tu ayuda de esta noche, me tocará ayudarte a limpiar la cocina y preparar la comida. Además, será un honor poder aprender más sobre la comida de tu país, o más bien sobre como prepararla.

Luego me siento. Por suerte, no se me ha ocurrido comentar que he comido mucha comida china en mi país. Vuelvo a mirar a mi silenciosa compañera de asiento y al resto del grupo. Desde luego somos bastante distintos unos de otros, espero que nos llevemos bien.

Ethan pareció notar lo mismo que la francesa, por lo cual se giró hacia ella - Buena pregunta, Alizee. La verdad es que he hecho un poco de todo. Empecé en catálogos de ropa juvenil y luego hice algo de pasarela. Lo importante de la industria es estar en constante movimiento - Lucía su cuidada dentadura con orgullo y alzaba un poco la ceja al hablar. Parecía no notar que lo hacía, aunque tal vez eran señales de la naturaleza de su trabajo.

Asintió a lo último que Alizee dijo y respondió - Hay que adaptarse para sobrevivir. Por eso me fui de casa de pequeño - y luego miró a la asiática de su pequeño grupo un tanto intrigado. ¿Sería más tímida de lo que creía? ¿O tal vez era otra cosa?

- Creo que es fascinante. Gustas de la historia o de algo similar, ¿no es así? - Tal vez era algo cultural. Sonrió cuando las dos chicas hablaron sobre cocinar y agregó - Yo ayudaré en lo que me pidan como pago. Sus deseos son órdenes - e hizo una reverencia un tanto teatral además de bajar la cabeza simulando a un caballero de la edad media.

Se levantó y se rió un poco - Perdonen, gajes del oficio -. 

Y casi estabais en casa cuando a un lado del camino visteis a un muchacho con la cabeza metida en el capó de su viejo vehículo, uno que al menos tendría la misma edad que vosotros. Al otearos, os hizo una señal para que paraseis abriendo y cerrando los brazos. Llevaba una sudadera gris clara y unos vaqueros desgastados. 

Freedom escuchaba las conversaciones de un lado y de otro, al menos esta vez la cosa estaba mucho más animada que cuando habían llegado aquella mañana, todos silenciosos en el autobús, o teniendo conversaciones murmuradas entre ellos. La ugandesa comenzaba a sentir que habría buen rollo entre los presentes, lo que era una cosa buena ahora que iban a tener que convivir un tiempo juntos.

Notó entonces como al costado del camino estaba una persona intentando hacer que se detuvieran. -¿Qué le habrá pasado?- Dijo la morena, llamando la atención de sus compañeros en dirección a donde se encontraba el chico, porque parecía que se trataba de alguien joven. -Profesor, ¿podemos ver qué le ha ocurrido?- Preguntó la chica-

Las leyes indican que ante un accidente o avería si puedes debes intentar ayudar. Tendríamos que parar, sería lo más ético.

Miro al muchacho con curiosidad. Yo de mecánica no tengo ni idea, y no sé si alguien de este autobús sabrá algo, pero al menos llamar a una grúa sí podemos hacerlo.

Aunque no sé porqué, si por las pelis de miedo o qué, pero no puedo evitar una sensación de intranquilidad al pararnos así.

Ya estamos en viaje y las compras que me han resultado eternas, están hechas. Lo bueno es que el grupo me parece bastante agradable y me hacen sentir como una más. No obstante justo antes de llegar al lugar temporal donde estaremos pasando unos días, la terrible imagen de un chico en un accidente, da una mala sensación al cuerpo. 

- Que raro esto... ¿Llamamos a urgencias? ¿No? - pregunto un tanto impresionada.