Partida Rol por web

La joven oriental se puso levemente roja al darse cuenta de que no se había presentado.

-Xŭ Niū, encantada. -dijo inmediatamente mientras inclinaba la cabeza. Entonces se percató que quizá Freedom no sabría cuál era el nombre y cuál el apellido, ya le había pasado antes- Niū es mi nombre. -aclaró, aún algo dormida para pensar más.

Y quizá por la misma somnolencia no entendió el motivo por el que Freedom le preguntaba si estaba estudiando enfermería o medicina.

-Ehh... no. Biotecnología. -aclaró con una leve sonrisa.

Miró a Freedom con una mezcla de sorpresa y XXX cuando ésta le dijo que no usaba ningún producto especial, pero en seguida sonrió y asintió satisfecha.

-Luego me cuentas más de tu país, ¿vale? -Y... entonces fue cuando comentó sobre las manchas de la bata y se marchó con ella. Ni se enteró de que había dejado a la pobre Freedom desnuda.

Tras una larga espera (especialmente larga para la pobre Freedom) Niū volvió por la puerta con la bata entre sus manos.

-Me han dicho que no me dé paseos por la universidad y que vuelva dónde estaba hasta que se marchen los bomberos... -dijo con un tono de voz entre desconsolado y sorprendido- Lo siento Freedom, mañana intentaremos... -comenzó a decir mientras se acercaba a la joven con la bata, cuando se detuvo en seco. Miró un momento a Freedom, y tras dos parpadeos la miró horrorizada- ¡Lo siento muchísimo! -exclamó mientras le tendía rápidamente la bata- ¡No me dí cuenta! ¡Lo siento! ¡Lo siento! -repitió incluso inclinándose un par de veces antes de girarse para dejar que la compañera se adecentase.

Al hacerlo, y ya despierta por el repentino estrés, fue cuando vio que las otras dos chicas estaban bebiendo y con dos botellas.

-¿Estáis haciendo botellón? -preguntó sorprendida mientras observaba por vez primera que los movimientos de Lyssa claramente indicaban un estado de embriaguez avanzado.

Cuando llegó con las botellas tardó un momento en darse cuenta de que Freedom estaba en ropa interior cuando volvió con las botellas. Se dio cuenta justo tras abrir una de ellas y empezar a servir la primera copa. Sin demasiado disimulo se quedó mirandole las piernas durante un momento, dejando de prestar atención a la copa, hasta empezar a derramar parte del vino sobre su mano. 

-Oh, mierda, no puedo concentrarme con esas preciosas piernas a la vista... - le guiñó el ojo mientras bebía suficiente de la copa para asegurarse de no tirar más - Toma, esto es fantástico para los nervios - le acercó la siguiente copa que llenó - ¿Vamos a desnudarnos todas? Esos bomberos podrían asustarse si nos ven, no parecen muy acostumbrados a ver mujeres desnudas.

Cuando Niu entró, vio todo y empezó a disculparse, tuvo que moderse la lengua para no reirse. No había visto como se llevaba la bata al principio, y hasta ese momento no había reparado en que había sido cosa suya, ni en que en realidad no parecía haberse dado cuenta de lo que había hecho hasta ese momento. 

-Bueno, estas botellas no son pequeñas, pero tampoco son garrafas de un galón - respondió a la pregunta acerca de si hacían "botellón", expresión con la que no estaba nada familiarizada - ¿Quieres una copa? - no esperó a su respuesta para llenarle una y darsela - Toma, aquí tienes. 

Niū aceptó la copa sin mucha seguridad. Se la llevó a la cara y olfateó el contenido.
 
-No tolero bien el alcohol... no será muy fuerte, ¿verdad? -preguntó.

-¿Fuerte? - hizo un gesto de extrañeza y se encogio de hombros - Cariño es solo vino, no tequila. No te va a hacer nada, yo me he bebido ya más de una botella y ya me ves, completamente serena - esa última parte en realidad era bastante discutible. 

-Una o dos copas bastan para emborracharme... -explicó Niū con una tímida sonrisa de disculpa- Pero beberé con cuidado. Gracias. -agregó, sintiéndose incapaz de rechazar el generoso ofrecimiento de Lyssa, mientras daba un suave sorbo al líquido- ¡Es bueno! -dijo mientras se miraba la copa con renovado interés.

Si ya de por si el color de la morena se había hecho más oscuro por la situación en que la había puesto Niu, el comentario de la chica de pelo negro la hizo parecer incluso morada. Carraspeó un poco, riendo nerviosamente. -Eh, ¿gracias, supongo?- Dijo, tomando la copa que le ofrecía apenas separando su mano un poco de la barrera protectora que había hecho con los brazos para cubrir sus senos. Al menos el alcohol le ayudaría un poco en contra del frío que la poca ropa le estaba provocando. -Oh, no no, ha sido un pequeño incidente. Realmente parecía muy consternada por la mancha en mi bata...- Fue lo único que se le ocurrió decir para explicar su repentino estado de desnudez.

La chica asiática no tardó en volver, pareciendo despertar de pronto de su estado de somnoliencia y para alivio de Freedom devolviendo su bata. -N-no te preocupes.- Logró colar entre los repetidos "lo siento" que iba diciendo Niu. -Ya me veía teniendo que justificar la falta de bata diciendo que había estado en una partida de Strip Poker...- Intentó bromear, escondiéndose luego tras su copa.

Niū sonrió a Freedom cuando ésta terminó de cubrirse con la bata.

-Menos mal que estábamos entre chicas y aquí dentro... -le dijo- Lo siento de nuevo. Yo... bueno, soy de las que tardan en despertarse, y tras lo que ha pasado he perdido la cabeza. -explicó.

Tomó un nuevo sorbo de la copa, y se giró hacia las demás.

-Bueno... no sé si me he presentado antes. Yo soy Niū, encantada. Reconozco vuestras caras de haberos visto por la universidad... ¿Qué estudiais?

Bebió de nuevo y tras tragar ya empezó a notar como le subía un poco el calor por el interior del cuerpo. Negó con la cabeza y tendió la copa a Lyssa.

-L-lo siento. No debería beber más o luego pasaré mala noche... -le dijo.

-Oh... Podríamos haberles dado un buen espectáculo - respondió al comentario de Niu alegrándose de que no hubiese ningún chico mientras movía ligeramente las caderas - Conozco a algunos de los chicos del campus, alguno es casi tan guapo como nosotras. 

Cogió la copa de Niu mientras sonreía. No te preocupes cariño, aquí nadie tiene que beber por obligación. Acto seguido se bebió el contenido de un trago y dejó la copa a un lado. 

-Yo soy Lyssa ¿no os lo había dicho ya? Creo que lo había dicho ya - se quedó un momento pensativa - Soy de bellas artes. 

-G-graci... -la joven fue a agradecerle a Lyssa por su comprensión de no beber alcohol cuando se quedó muda al verla beber de un trago la copa. Le resultaba fascinante que solo pareciese levemente embriagada.

Niū rompió a reír cuando Lyssa también se presentó sin estar segura de si se había presentado.

-¡No te preocupes! ¡Aún estamos a tiempo de presentarnos unas cuantas veces más antes de que acabe la noche! -exclamó divertida- ¿Bellas artes? Es muy amplio... ¿a qué te gustaría dedicarte? -preguntó con interés.

-Dibujo, y si algo se de esto soy la ostia - anunció sin ningún tipo de modestia - Normalmente no lo digo, pero joder, es que al lado de la mayoría de inutiles que hay por ahí soy muy buena - se encogió de hombros - Debería decirlo siempre, no se por qué no lo hago. Callarmelo no me va a hacer mejor... mmm... os enseñaría alguno, pero con la alarma no me traje fuera, solo algo de porno, pero eso no lo dibujé yo... - hizo referencia a la revista que antes llevaba bajo el brazo, y que había dejado en el suelo del pasillo - ¿donde lo he dejado? - miró alrededor - Bueno, es igual, ya aparecerá. 

Desde la puerta del baño, no podía dejar de mirar embobada a la chica oriental. Las cosas que hacía y el comportamiento que tenía con ¿Freedom ha dicho? Curioso nombre, me resultaban del todo chocante y no sabía muy bien qué opinar de ella. La oriental parecía el despiste personificado ya que a la africana le quitaba la bata y la dejaba en ropa interior, y a mí me decía que me quitara un tinte que ya no tenía en la cabeza. Toda aquella situación era de lo más surrealista y me hubiera partido de risa allí mismo si no fuera porque debía mostrar un poco de sutileza con aquellas desconocidas.

Lo mejor de todo vino de la mano de la chica rara y descarada del pelo negro. Se había escabullido hasta su habitación y había vuelto con botellas de alcohol. La miré sorprendida pensando en la pasta que debía manejar esa chica ya que me imaginaba que ese tipo de bebidas no tenían que ser precisamente baratas. De todas formas no quise perderme la oportunidad y ya que estábamos haciendo el tonto fuera de nuestras habitaciones, eso sí por culpa de algún estúpido bromista sin pizca de gracia, acepté que me llenara de nuevo la copa.

—¿Cómo consigues tener esta provisión de bebidas sin que te pillen? —En verdad que sentía bastante curiosidad sobre ese punto.

Le di un largo trago al vino sintiendo como me iba calentando el cuerpo a medida que iba bajando por mi garganta. No me importaba que hiciera horas que hubiera cenado, con el consiguiente riesgo de coger una buena borrachera, pues estaba a un paso de mi cama, pero sí me preocupaba no levantarme a tiempo al día siguiente ya que no quería faltar a mis clases.

Y con el alcohol vino un poco más de charla, no sin antes las consabidas presentaciones aunque yo ya había dicho mi nombre y no tenía pensado repetirme. Asentí con la cabeza cada vez que una de ellas se presentaba mientras iba dando pequeños tragos de mi copa.

—Yo soy estudiante de Historia —comenté mientras observaba a Lyssa, desde luego que estudiara Bellas Artes y en especial dibujo parecía venirle como anillo al dedo—. Y tú Niu, ¿qué estudias tú?  —sentía curiosidad por saber qué estudiaba aquella joven tan despistada, tímida y temerosa, pero también la sentía por saber a qué se quería dedicar la joven de piel color ébano—. Cuéntanos tú también Freedom qué estudias. Por cierto, tu nombre es de lo más curioso… Libertad… Muy poético.

Niū miró con sorpresa a Lyssa por el modo en el que se echó flores, pero cuando entendió que no era lo normal y que simplemente el alcohol le había soltado la lengua, comenzó a reír suavemente. Le había caído bien aquella chica.

-Cuando nos dejen volver a las habitaciones, me encantaría ver algunos de tus dibujos, si te parece bien. -dijo sonriente- Pero no esperes que yo te enseñe ninguno mío, te aviso desde ya que tengo cero talento para ello.

La otra joven cuyo nombre no recordaba mencionó que era estudiante de historia y le preguntó por sus estudios.

-Yo estudio Biotecnología. -dijo simplemente, sin saber qué más podía añadir al respecto.

Increíble. Me parecía verdaderamente increíble que alguien que aparentaba menos edad de la que debía tener estudiase una carrera que, a mis oídos, sonaba como lo más difícil del mundo. Aunque viendo lo despistada y tímida que parecía la joven china quizás le pegara bastante, al fin y al cabo los empollones tenían fama de ser muy despistados.

—Biotecnología... Eso suena la hostia de difícil —comenté a Niu lanzándole una sonrisa.

Le di un nuevo trago al vino, vaciando la copa de golpe. Comenzaba a sentir el calor del alcohol subiendo por mi cuerpo hasta aposentarse en mi cara, ayudando a que me sintiera un poco más relajada en aquella extraña situación y dejando de lado la preocupación por no ser capaz de dormir lo suficiente para poder estar atenta a las clases del día siguiente.

—Oh sí, estaría genial que nos enseñaras lo que haces —dije mirando a la joven llamada Lyssa—. ¿Qué estilo te gusta dibujar? —Aunque por su aspecto me imaginaba que sería algo tétrico, o gótico, o de terror o cosas por el estilo. La verdad es que no me la imaginaba dibujando temas románticos, con mucha luz y color. ¿Estereotipos? Seguramente, pero era normal caer en ellos.

Niū sonrió tímidamente. Mucha gente le decía aquello, aunque realmente aquel había sido el plan, que sonase muy difícil y técnico para que sus padres se quedasen contentos con lo de "hacer unos buenos estudios para encontrar un buen empleo".

-Bueno... sé cómo suena, pero en realidad no es tan difícil... recordar muchas fórmulas y cosas así... si es algo que te gusta no es muy distinto a recordar fechas y hechos históricos, imagino. -respondió Niū- Yo creo que la historia tiene que ser incluso más difícil.

Cuando preguntó a Lyssa sobre su estilo de dibujo, Niū se giró con interés. Ella imaginaba que sería un estilo realista con carboncillo... sentía curiosidad por su respuesta.

-Fantasía gótica - contestó a la pregunta sobre lo que dibujaba - suelo inspirarme en lugares y personas reales, y luego retorcerlos en busca de su esencia - hizo un gesto con la mano, cerrandola mientras la giraba - Todos tienen secretos oscuros, pequeñas historias de las que a veces ni siquiera son conscientes - Poco a poco parecía emocionarse con lo que ibna diciendo - Solo hace falta escarbar con la mirada, mezclarse con ellos, integrarlos dentro de ti... - se llevó la mano al pecho, y a continuación hizo una pausa - También porno, pero eso no suelo enseñarselo a mucha gente... - Esa última parte sonó bastante diferente, como si no le diese la más mínima importancia. 

Apoyó el culo en la encimera del baño. Llevaban un buen rato allí y empezaba a cansarse de estar de pie. Al hacerlo resbaló un momento y a punto estuvo de irse al suelo. Consiguió sujetarse en el último momento, pero se derramó la mitad de la copa en la camiseta. 

-Oh, mierda - se miró hacia abajo, su camiseta blanca tenía ahora una enorme mancha roja y se le pegaba como una segunda piel, marcando de forma muy clara sus pechos - voy a tener que servirme más... - buscó con la mirada la botella, no recordaba donde la había dejado - Historia, biotecnología... - les respondió a ambas mientras buscaba la botella - veo que me he juntado con chicas muy listas... - sonrió, y durante un momento se quedó mirando a Niu a los ojos - Eso de estudiar y recordar cosas es... bah, nunca ha sido lo mio, no era muy buena en el instituto. Creo que solo puedo con la historia del arte porque hay dibujos bonitos - rio.

Cuando Lyssa explicó su estilo, Niū se quedó pensativa por un momento.

-¿Qué es la fantasía gótica? -preguntó al final, sinceramente interesada- Se nota que te gusta muchísimo, me alegra ver que te apasiona tanto. -agregó con una agradable sonrisa.

Lyssa saltó dio un respingo para tomar asiento en la encimera y la asiática notó cómo el vino peligraba.

-¡Cuida...! -demasiado tarde, parte del contenido de la copa terminó en la camiseta de Lyssa- Vaya... para manchas de vino no conozco trucos. -dijo con expresión apenada, verdaderamente compungida por querer ser de ayuda pero no saber cómo hacerlo.

-¿Lista? -Niū miró con sorpresa a Lyssa, aunque en seguida pareció avergonzada- No es eso... solo es estudiar mucho y ya. Suena más difícil de lo que es.

Lo peor es que la mancha no era pequeña, y la camiseta se le quedó pegada a la piel y todo. Niū la miró preocupada.

-Espero que al menos no tarden en dejarnos volver a las habitaciones y puedas cambiarte pronto. -se le ocurrió una cosa y se le iluminó la mirada- Espera... ahora vuelvo.

La joven salió por la puerta caminando a paso ligero.

Se pasó la mano por la camiseta un momento, al hacerlo se le pegó aun más. Era evidente que no llevaba sujetador debajo de la camiseta. 

-¿Cambiarme? No te preocupes, no es la primera vez que acabo una noche con la ropa pegajosa. Esto solo es vino. 

—¿Cómo consigues tener esta provisión de bebidas sin que te pillen? —En verdad que sentía bastante curiosidad sobre ese punto.

-¿Sin que me pillen? ¿Es que no puedo? - su expresión era de sorpresa - ¿Que clase de estúpida norma es esa? Bueno, me da igual. Lo tengo ¿que me van a hacer? ¿Quitarmelo? Traeré más - se encogió de hombros - Tampoco es que esté todo el día bebiendo. Solo en días especiales, o... bueno, aparentemente cuando hay un incendio y voy a conocer a mis compañeras - se rió - ¿Sabeis? Estaba pasando una noche cojonuda... estaba en la cama, con mi botella de vino, porno japonés... que os recomiendo un montón, me estaba poniéndo cachondísima, en fin, una noche cojonuda... Pero me alegro de que hayamos tenido ¡UNA MALDITA FALSA ALARMA! - le gritó a algún hipotético bombero o empleado de seguridad que pudiese haber en las inmediaciones, aunque nadie a quien pudiese ver u oir - En serio, me alegro un montón del falso incendio, y de hayamos tenido que salir aquí borrachas y medio desnudas. Sois todas cojonudas, y estáis buenísimas... joder, estámos todas buenísimas. - Levantó la copa para brindar - ¡Por salir borrachas y medio desnudas! 

Si antes había estado a punto de caerse, ahora el alcohol empezaba a notarsele mucho al hablar. No solo en lo que decía, sino en como empezaba a arrastrar las erres. 

-Deja, deja. -respondió Niū a Lyssa, rechazando la posibilidad de dejarla con la ropa como estaba.

Salió por la puerta y al poco se pudieron escuchar de fondo voces de hombres, seguidas de la voz de Niū. Aunque en ningún momento hubo alzamiento de voz ni pareció encontrarse con problemas.

Un minuto más tarde la joven volvió trayendo consigo un bote de gel y un pijama. Éste último era rojo, con corazones rosas estampados en toda la superficie y un gran panda de dibujos en el pecho.

Dejó las cosas junto a Lyssa.

-Me comentan los bomberos que ya casi han terminado. Un par de minutos más y podemos volver. -explicó Niū con una sonrisa- Y ésto es para ti. -le dijo a Lyssa mientras señalaba lo que había traído- Apestas a vino y si te metes en la cama con éso vas a manchar también las sábanas. Date una ducha rápida y ya te presto yo un pijama por ésta noche. -le ofreció con una sonrisa amable, aunque rápidamente se puso seria y le apartó la copa y la botella- La única condición es que dejes de beber por ésta noche.

No me extrañó nada escuchar la respuesta de Lyssa sobre su estilo preferido a la hora de dibujar, algo bastante obvio viendo las pintas que normalmente tenía. Así que sólo asentí con la cabeza esbozando una medio sonrisa un tanto irónica, sobre todo al ver cómo poco a poco la borrachera se le iba notando cada vez más.

Y tampoco me sorprendió el desparpajo con el que hablaba sobre la prohibición de tener alcohol. A Lyssa parecía que todo le daba igual, sobre todo si de normas se trataba y daba la impresión que su misión en la vida era saltarse dichas normas a la torera demostrando a todo el mundo lo rebelde y malota que era.

Pero lo que me hizo mirarla con una ceja levantada por la sorpresa, mientras que mi media sonrisa se ensanchaba del todo mostrando ya claramente la ironía en mi rostro, fue cuando escuché los intentos de halago que nos estaba lanzando. Descarada, irrespetuosa, rebelde, exhibicionista,… un prototipo de comportamiento que duraría seguramente sólo esos años y que después se diluiría como la sal en el agua. Desde luego yo había equivocado mi vocación ya que muchas veces me veía más como psicóloga que como historiadora.

—Vaya, me alegra saber que estoy tan buena… por lo menos para ti —dije, trasladando la ironía de mi cara a mi voz.

Le di un último trago al vino que aún tenía en la mano mientras observaba toda la operación, y la exagerada preocupación, de Niu por quedar bien con Lyssa al igual que había intentado quedar bien con Freedom. No sabía qué opinar de la china, o era exageradamente servicial porque así la habían educado o simplemente quería hacerse notar a toda costa aunque fuera rebajándose de aquella manera.

Aprovechando que Niu se había alejado a saber dónde, me dirigí a Lyssa con una mirada cargada de malicia.

—Parece que Niu ha quedado muy impresionada contigo, quizás está deseando que la acojas bajo tu ala —la intencionalidad de mis palabras estaba clara, o por lo menos así me lo había parecido a mí. Viendo que Lyssa parecía no tener preferencias en cuestiones de cama y que Niu se mostrase tan servicial y tímida, podría resultar una combinación de lo más explosiva.

Justo en ese momento regresó la china con varios objetos debajo del brazo y con una buena noticia que contar.

—Genial, sinceramente me muero por irme a la cama —desde luego el vino iba a ayudarme a dormir.

No pude evitar echar una carcajada cuando vi el pijama que Niu le ofrecía a Lyssa, con corazones rosas y un amoroso panda en medio del pecho. Resultaba todo tan entrañable, tierno e inocente que, en contraste con la dureza y la rebeldía que quería mostrar Lyssa, me provocaba una risa floja y contagiosa que era incapaz de parar.

No sabía si era la borrachera, pero empezaba a tener la sensación de no caerle del todo bien a Samantha. No tenía del todo claro que era, pero había algo en ella que le decía que no le gustaba demasiado. Se le hizo evidente con como le contestó al elegante cumplido que le había dedicado momentos antes.

Iba a contestar una bordería cuando la propia Samantha hizo el comentario sobre Niu. Esa chica le había caído bien desde el principio, y si que parecía haber buen rollo entre las dos.

-¿No será que estás celosa de haya puesto sus ojitos en mi? - al final acabó siendo borde igualmente. No se le daba bien guardarse esas cosas.

Niu apareció rápidamente cargando algunas cosas y anunciando que pronto podrían volver a las habitaciones. Ella no estaba tan feliz de oír esa última noticia, se lo había pasado bien aquella noche. Pese al pequeño roce con Samantha.

-Oh, que monada - cogió la camisa del pijama y lo estiró para verlo entero. Después lo bajó y miró a Niu con los ojos abiertos de emoción - ¿Sabes? Creo que me lo voy a poner ahora. . .

Volvió a darle la camisa a Niu y empezó a quitarse la camiseta de tirantes que llevaba, y bajo la que era evidente que no llevaba nada. Conforme la levantaba fue dejando a la vista su torso desnudo, estrecho y torneado, con unos marcados abdominales. Había levantado la camiseta lo suficiente para que la forma de sus pechos comenzase a asomar bajo la camiseta, cuando se detuvo.

-Mierda, tienes razón, esto apesta a vino... - se quedó con la camiseta levantada  - No quiero joderte el pijama... - Miró a su alrededor, hasta encontrarse las duchas más hacia el interior del baño*, y entonces terminó de quitarse la camiseta y la tiró a un lado, dejando su torso desnudo completamente a la vista. En ese momento era evidente que estaba en muy buena forma física - Bueno, voy a darme esa ducha - anunció dándoles la espalda y dirigiéndose hacia el fondo a las duchas - ¿Nadie me acompaña? - miró atrás un momento, justo antes de entrar en el cubículo, mientras sonreía con malicia.