Partida Rol por web

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: DUODÉCIMO (MES DEL JAGUAR, TERCERO DEL OTOÑO).

DIA: QUINCE DEL MES.

HORA: POR LA TARDE.

Tras disolverse el grupo de hostigadores, Guepardo, con algo de dinero por primera vez en mucho tiempo, supo a donde tenía que ir. El reparto de lo obtenido en la misión fracasada y la decisión de qué hacer con lo ganado por los hostigadores en pasadas contiendas le hizo recapacitar sobre que, durante el reparto, no estaban todos los que debieran estar.

Por otro lado, cosas distintas al reparto habían acontecido en aquella reunión. Y no agradables.

Con todo ello en mente se plantó frente a una tienda conocida por él: la de la Quinta Pitonisa. La gran ausente en la reunión de hostigadores.

Se acercó a la entrada y retirando levemente la cortina habló por la abertura, sin mirar en el interior.

- Pitonisa Khadesa, soy Guepardo. Desearía poder requerir de vuestros servicios - dijo.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

Matagatos meditó un par de segundos antes de responder.

-Mi primo te ofreció a ti, y yo acepté. Me parecía injusto pedir más soldados a cambio de una sola, por muy buena que sea. En cuanto a tu fama y tu efectividad, eso es algo que ahora debes cambiar. Que te ayudaremos a cambiar. Espero realmente que te conviertas en un buen soldado, y que, ya que querías seguir la vía de Peregrino, acabes igualándote a nuestro compañero caído. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

Manta frunció el entrecejo cuando Matagatos contestó y respondió tras pensar si sería prudente.

— Hace un rato Lengua Negra me dijo que usted fue el que puso mi nombre sobre la mesa a cambio de Loor —le dijo—. Eso quiere decir que uno de los dos miente. Pero no importan mis sentimientos o lo que se me haya dicho para que no proteste frente al repentino cambio de Pelotón. Ahora... —Manta titubeó un poco, pensativo pero retomó el hilo en unos instantes con una nueva deducción— ... El que miente es Lengua Negra, o al menos así lo parece. Si le ofrecen a Loor para ser la Segunda en lugar de mí, hasta yo aceptaría. Y sería una excelente excusa para deshacerse de mí. Lo que no había era necesidad de decirme que usted sólo me aceptaba a mí a cambio de ella, como para no hacerme sentir mal; pues era algo más que increíble que me pidiese usted a mí, como si yo fuese la gran cosa. Habría pedido a Odio, a Derviche o a Tarado, incluso, que han sido siempre los mejores guerreros de los Campamenteros. ¿Qué opina, Cabo? —Preguntó y luego le restó importancia a todo ello diciendo— Aunque ya la cosa está hecha, y ahora pertenezco aquí. No sirve llorar por la leche derramada —razonó.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

Guepardo escuchó en silencio la conversación entre Manta, al parecer su nuevo camarada hostigador, y el cabo. No pudo evitar asentir ante las palabras del excampamentero, más que nada por veraces. No por juiciosas, pues no era sabio decirle a un cabo oscuro que otro oficial oscuro y familiar era un mentiroso.

Principalmente asintió por el hecho de que el jaguar consideraba a Loor diez veces mejor guerrero que Manta, tal y como sincera y honestamente, reconocía el nuevo miembro.

Sin embargo hubo un momento en el que negó con la cabeza: posiblemente sí Odio, pero Derviche y Tarado no le parecían, ni mucho menos, mejores soldados que Manta. No bastaba con saber sajar y matar oponentes. En la compañía hacía falta también disciplina, obedecer órdenes y saber cuando y como sajar y matar oponentes. A esos dos últimos, sin duda, Manta les llevaba sobrada ventaja.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

-Mi primo sin duda recuerda mal nuestra charla. O ha querido suavizar el golpe, lo ignoro. Aunque en algo te llevaré la contraria, Manta. No prefiero a Odio, a Derviche o a Tarado por encima de ti-respondió con gesto serio Matagatos-vamos a tener que luchar hasta la última gota, y a veces habrá que ejecutar órdenes difíciles de asumir. Especialmente aquellas que impliquen aguantar la posición. No, Manta. Prefiero un soldado fiable a un guerrero sin disciplina, independientemente de lo letal que sea. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

Manta sonrió ante la amabilidad de Matagatos y respondió:

— Bueno, quién sabe qué habrá pasado por la mente de mi antiguo jefe. Pero bueno, ya estoy aquí. Daré lo mejor de mí, de eso puede estar seguro —dijo por toda respuesta—. ¿Dónde instalo mi tienda? —Preguntó.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

-Por allí hay sitio libre-dijo, señalando una zona despejada situada en uno de los laterales de la fila de tiendas de campaña. Una zona especialmente grande, en la que se dejaba notar como los hostigadores, con el tiempo, habían perdido casi la mitad de sus integrantes iniciales. La parte buena era que Manta tenía sitio de sobra para instalarse. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

El muchacho observó con pesadumbre el espacio vacío que señalaba Matagatos. Estaba consciente de lo que significaba, y que al Cabo le dolía aquello. Decidió no hacer comentarios al respecto. Puede que Matagatos fuese un líder mucho mejor que Lengua Negra, uno al que valiese la pena seguir. Asintió a su Cabo y se dirigió al solar vacío, donde depositó su mochila y los fardos que cargaba a la espalda, para erigir su tienda de campaña.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

Observó al nuevo desplazarse al hueco otrora ocupado por malogrados compañeros. Cuando comenzó a montar su tienda, el jaguar se acercó y sin decir palabra le ayudo con la tienda, reposicionándola levemente antes de que la anclara.

- Orienta la entrada al sur - dijo señalando hacia una específica distancia - La brisa del norte, en ocasiones, resulta molesta y más en estos meses más frescos - le aconsejó mientras siguió con la ayuda. Al cabo de un leve rato volvió a hablar.

- Y bienvenido a los hostigadores - dijo con tono serio, sin emotividad, pero con educada corrección. Le gustara más o menos, Loor ya no estaba y aunque Manta no lograría suplirla, toda la ayuda que viniera debía ser más que bienvenida.

Lo vio llegar. Sabía que su permuta por Loor se había hecho efectiva hacía ya algún tiempo y que debía regresar de su entrenamiento de Cho´N Delor para integrarse definitivamente en el pelotón de Hostigadores. Un nuevo cachorro para la manada, pensó, indiferente ante su evidente cambio físico.

Vio cómo se acercaba a Matagatos para hablar con él, de modo que se aproximó, manteniéndose a una prudente distancia hasta ser invitado a acercarse a la pareja.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

Me acerco por detrás a mi hombre y lo abrazo por la cintura depositando un beso en su omóplato. 

- Vete a darle la bienvenida, mira, Guepardo ya lo ha hecho. Eres su segundo al mando y si queremos que se integre en la manada, hay que hacerle sentir parte de ella. 

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

La sintió antes de que lo abrazara y besara. Su olor era tan específico que incluso ciego y sordo la podría encontrar en medio de una multitud y la cadencia de su paso la delataba sin que ella lo advirtiera. Las demostraciones públicas de afecto no eran algo a lo que fuera proclive ni que le gustaran en exceso furto de su educación como guerrero y a su particular expeiencia familiar, pero sabía que para ella eran importantes y trataba de aceptarlas con naturalidad.

Ante sus palabras guardó silencio y permaneció estático, sin dar un solo paso. Luego, se volvió hacia ella y le murmuró algo.

-No soy consciente de que Guepardo haya dado un solo paso en ese sentido. Tan solo se ha acercado para escuchar cuanto dicen, como si de un hurón olisqueando la puesta de una gallina se tratara. Luego quizá corra a propalar rumores, como un incendio en la sabana. Si el nuevo necesita hablar con su Cabo, necesita que se respete su espacio y la intimidad que busca. No seré yo quien falte a ello. Esa es la bienvenida que quiero darle.

Manta aceptó la ayuda de Guepardo de buena gana. Juntos, levantaron la tienda en poco tiempo. Expresó su agradecimiento por el consejo sobre cómo orientar la tienda de campaña, y la puso con su compañero en la dirección en que este le indicó.

— Gracias, Guepardo —contestó igualmente serio, pero con una sonrisa sincera—. ¿Algo en especial que deba saber del Pelotón? —preguntó mientras deshacía los fardos y los metía a la tienda. Un repiqueteo metálico salió de ellos al Manta moverles. Puso también dentro la mochila con sus ropas nuevas, pues había comprado varias mudas de calidad sencilla en su estancia en Cho'n Delor. De último acomodó su escudo pintado de negro, su lanza corta y la lanza larga.

Mientras hacía esto, se percató de que Caracabra y Uro observaban, así que les saludó con un asentamiento de cabeza y una sonrisa.

Guepardo asintió.

- Desconozco como fue en el pasado, pero a mi ver, durante los años que llevo en la Compañía no ha habido escuadra más determinante, más metida en la brecha y más comedora de mierda que los Hostigadores. Otras relatarán sus hazañas y momentos más gloriosos, queriendo mostrarse como los mejores grupos. No negaré sus méritos. Pero desde que los k'hlata entramos en masa en la Decimosegunda de Katovar el protagonismo de los Hostigadores ha sido capital - calló unos instantes para que Manta lo asimilara antes de proseguir - Eso se debe a que la confianza que el antiguo capitán depositó en nosotros era total. Y posiblemente esa confianza se reafirme de nuevo con el actual, lo que significa que nos veremos en lo más comprometido. Con la mierda hasta el cuello. O eres condenadamente bueno.. - su mirada se giró hacia los espacios de tiendas creados en el tiempo -.. o creas nuevos huecos - dijo dando testimonio de la mortandad entre los hostigadores.

- Sigue las ordenes de tus superiores - su mirada pasó del cabo a Ponzoña - Y haz caso a las recomendaciones de la mayor parte de tus hermanos - comentó de manera enigmática, dejándole tarea pendiente a la hora de discernir en quien podía o no fiarse - Obedece sin dudas, sin fisuras y haz piña con tus nuevos hermanos. Todo esto no evitará que mueras pero al menos favorecerá a que te lleves a unos cuantos enemigos antes de que eso ocurra - dijo el jaguar con una sonrisa - Bienvenido a la mejor escuadra de la Compañía - terminó por decir con un amago de rísa mientras palmeó su hombro en señal de bienvenida y pésame. Después se apartó, dejándolo con sus pensamientos.

Tal vez Lengua Negra no le había hecho ningún honor enviándolo a los Hostigadores, precisamente.

Manta rió con lo que le dijo Guepardo y respondió con humor:

— ¿La mejor? Eso sólo ocurre cuando los mejores en cada campo se juntan —dijo, y luego remató aquello diciendo—. Yo soy el mejor vago de la Compañía, y acabo de ser asignado hoy aquí. Así que no habéis sido los mejores realmente hasta tenerme.

Se notaba que prefería bromear ante que afrontar la pesadumbrez de una muerte temprana. No emitió comentario alguno sobre todo lo demás que decía Guepardo, aunque el chico lo consideró como algo innecesario. Él sabía perfectamente quiénes eran los Hostigadores y qué habían logrado. Todos lo sabían, de hecho. Explicarlo de ese modo siendo del grupo sonaba prepotente, pero también supuso que alguien que había hecho tanto y sobrevivido se podía permitir -y se le podía permitir, un poco, claro- hablar de aquella manera sobre su propia valía.

Manta se giró un poco tras la palmeada en el hombro, para verlo alejarse. Aquél movimiento provocó que la capa ondease un poco, revelando la empuñadura de una espada bastarda de apariencia bastante antigua, colgando del cinturón del K'Hlata. La espada tiene un XI en relieve en el pomo de la misma. Queda ahí, sobresaliendo un poco de la capa, mientras Manta observa ahora a Caracabra o a Ponzoña, por si deciden acercarse a saludar.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: CAIMÁN (MES TERCERO, ÚLTIMO DEL INVIERNO).

DÍA: PRIMERO DE MES.

Finalmente Manta había regresado de la ciudad para unirse a los hostigadores, si bien es cierto la salida de Loor había dejado un vacío en el pelotón, la llegada de manta alegraba especialmente al jorobado. Caracabra recordaba como si fuera ayer el día en que le asignaron a Manta para que sea su pupilo y ahora se estaba convirtiendo en su compañero de pelotón. El jorobado lo apreciaba bastante pues había compartido mucho con él, esperó a que su compañero se presentara ante el cabo y decidió acercarse para saludarlo. 

Guepardo se le adelantó dándole consejos útiles al recién llegado, así que Caracabra se mantuvo en silencio aguardando la oportunidad de intervenir. Cuando Manta terminó de hablar con Guepardo y lo saludó con la cabeza finalmente se aproximó al nuevo hostigador. 

-!Bienvenido Manta! Una gran sonrisa se dibujó en su feo rostro. -¿Quién diría que llegarías a convertirte en un Hostigador? Pero estoy feliz de que así sea, te conozco y sé que te lo mereces. Antes fuiste mi pupilo y ahora es un honor para mi llamarte mi hermano de pelotón. Le extendió la mano en señal de fraternidad y añadió.- Si en algo puedo ayudarte con gusto lo haré. Aquí los valores más importantes son la valentía, la lealtad y la obediencia, si los sigues no tendrás problemas mi amigo.  

El K´Hlata no podía ocultar la felicidad que la llegada de Manta le causaba, el valoraba a todos los miembros de su pelotón, pero finalmente tenía a alguien a quien podía considerar un verdadero amigo.